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Thos matemas mayores de Lacan en su doble fase pul- ‘sional (ligado con un saber inconsciente) y matematico (objeto a partir del cual se despliega un saber riguroso), son presentados en este libro: la estrategia quo atravio- sa los textos dle los Escrrros, la nocién topotégica de ve~ ‘cindad que abre una nueva aproximacion a los procesos primarios del inconsciente y, por ditimo, el infinite, mate- ma por excelencia por su doble imbricacion a la vez sub- jetiva, intima para cada uno, y matematica. W¥ Hotalio Charraud es psicoanalsta, miombo de la Ecole de 4a Cause Freudienne y profesora de matematica en la Univer side de Pars Xl Es autora de numerosos artculos sobre ma- termatca y psicoansi y ol lito Inn etinconcient, essai sur Goong Kantor Atwel - Andfora er Se ee ee ee = | LACAN y las matematicas Nathalie Charraud Atuel - Anafora Lacan y las matematicas Nathalie Charraud Venanso oF Op fp py. /} Carkia Uy. Mir eve tine Atuel - Andfora SERIE IMPAR Dicigida por Germén L Garcia Talo original Lacan et let Mathimaiques Traduecion: Sitana Ele Talincau Revisibn dela traduecién: Abgjandha Glaze © Ed, ECONOMICA, 1997 ISBN 987-9006-57-7 1998 ATUEL Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723 Atuel - San José 663 PB Buenos Aices = Argentina Tel/Fax: 381-7107 Introduccion Fl uso, nunca desmentido por Lacan, de las matemiti cas en su ensefianza, ha intrigado a mis de uno de sus foyentes, a mis de uno de sus lectores. ¢Cémo la reina de las ciencias, modelo y faro del rigor y de la objetividad a través, VNM, p. 186-207 2 WEAN Y US HATEMATIAS = LAcan yas mares + tercer baza: si las apuestas son idénticas, las bazas son comparadas y el jugador que tiene la baza mis alta recibe la puesta del adversario: Si alguno ha apostado a “mucho” ¥ el otro a “poco” éste puede elegie entre pasar o ver. Las estrategias elementales consisten entonces, pera un jugador, en funcin de la baza que recibe (una de las S 2.598.960 bazas posibles, puestas en un orden total) en ele gir una de las tres soluciones: (@ apostar mucho (un valor fio: a) Gi) apostar poco (un valor fio: b, en donde b < a) y even- tualmence ver. Gi) apostar poco (el mismo valor b) y eventualmente pasar. Cada jugador tiene entonces 3° estrategias puras posi bles. Si anotamos S" y S* as bazas de los dos jugadores, ha~ bri tres cuadros de pago segin que S, S> Un umbral es calculable a partir del cual la “inano” puede ser considerada como “fuerte” o mis bien “baja”. La solucion de los autores consist, en el primer eas0: apostar “mucho”: a, en el segundo caso, apostar de manera inregu- lar “mucho” “poco” con las probabilidades: b a ath ath Apostar “mucho” con una mano baja es una de las formas del bluff. Esta solucién, de un juego extremadamente es- quematizado no hace intervenis la otra forma de bluff tam~ bién muy importante en el juego habitual: apostar poco cocasionalmente con un juego alto, con el fin de aumentar la incertidumbre del adversatio. Para que se trate de trampa o de buf, pare que exista engafio, hace falta una primera informacién en donde se despiste al adversari: “Porque puedo engafar a mi adversatio por un movimiento que es contrario a mi plan de batalla, ese ‘movimiento solo ejerce su efecto engatioso precisa ‘mente en la medida en que lo produzce en realidad, yy para mi adversario, Pero en las proposiciones por las cuales abro con é tuna negociacidin de paz, es en un tercer lugar, que no cs ni mi palabra ni mi interlocutor, donde lo que é- ta le propone se sitia, Este lugar no es otra cosa que el lugar de la con Por suptesto, mi movimiento de tropas de hace un ‘momento puede comprendlerse en ese registro con- vencional de la estrategia de un juego, en el cual es en funcidn de una regla como engatio a mi adversario, pero entonces mi éxito es apreciado en la connota- ificante. cién de la traician, es decir en la relacién con el Otro, ‘que garantiza Ia Buena Fe.” (Escrites, p. 505) ‘Se encuentra en este pasaje de los Hierivos los dos modos indicados del engait: el buffy la trampa. La connotacion de traicin en relacion al compromiso dl respeto de una regla comin, introduce el efecto pacif ‘cador del gran Oto garante de la Buena Fe, Esta no se si tia, sin embargo, en el sentido comin de un compromiso moral. Este texto se aclara si se distinguen los dos registros de la convencién significante que son el derecho y Ia logi- “De ordinatio, cada uno sabe que Tos otros, lo mis mo que él, permaneceran inaccesibles a las construc~ ciones de Ia raz6n, fuera de una aceptacion de prin- cpio de una regla del debate que implica un acuerdo explicito o implicito sobre lo que se lama su fondo, aca ys aes

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