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Poder Judicial de la Nación

2010-Año del Bicentenario


Causa n° 271-10 “C., M. y otrso s/prescripción”. Int. Sala IV. I:18/156 (78.241/2002 ).

///nos Aires, 16 de abril de 2010.


AUTOS Y VISTOS:
Corresponde al tribunal resolver el recurso de apelación
interpuesto por la fiscal de grado contra el auto de fs. 327/328 de este
incidente de prescripción de la acción penal en cuanto no hace lugar a la
certificación de las condenas que pudieran registrar los imputados en el
extranjero.
Al celebrarse la audiencia prevista en el artículo 454 del
Código Procesal Penal de la Nación (Ley n° 26.374) concurrió a informar el
Fiscal General Dr. Marcelo A. Solimine, quien centró sus agravios en el
rechazo de la diligencia propuesta por esa parte tendiente a certificar si los
aquí imputados registran condenas por delitos cometidos en el extranjero.
USO OFICIAL

Sostuvo que la pertinencia de esa medida se vincularía con la vigencia de la


acción, en la medida en que según el artículo 67 del Código Penal la comisión
de un nuevo delito – sin distinguir el lugar en que ocurrió - interrumpe el
curso de la prescripción.
También concurrieron por la defensa los Dres. Jorge Kent y
Francisco Castex quienes expresaron las razones por las que consideran que
debe homologarse el auto recurrido.
Finalizada la exposición, el tribunal deliberó en los términos
establecidos en el artículo 455 del citado código.
Y CONSIDERANDO:
Sobre la cuestión planteada por el Fiscal General, existen dos
posturas encontradas. Una de ellas, siguiendo la línea de interpretación que
propone, considera que el artículo 67 del Código Penal al mencionar la
comisión de otro delito, no distingue entre los cometidos dentro o fuera de
jurisdicción nacional por lo que no existe impedimento alguno de incluir los
ilícitos cometidos en el extranjero, bastando para que interrumpa la
prescripción, que el delito cometido en ajena jurisdicción sea de orden público
y penado por la ley positiva argentina (in re CCC, Sala I, precedentes
“Martíns” del 17/3/2006; “Dieguez” del 26/12/1972 y n° 46.000 “Solari” –
voto de la mayoría – rta. 20/7/2001 y; C.C.C.Fed., Sala I, “Trozzo”, rta.
18/3/2003 y causa n° 37.874 “Blois” rta. 4/10/2005 en la que se citaron las
causas n° 26.062 “Zavala” rta. 10/9/1948, n° 37.940 “Kack Sturza” rta.
8/9/2005 y 37.973 “Varela”, también del 8/9/2005; Sala II de ese tribunal
causas n° 19.325 “Ganduglia” rta. 29/4/2003 y 19.582 “Gutman Rosenfeld”
rta. 3/6/2003. En doctrina, cfr. Calvete, Adolfo “Prescripción de la acción
Penal”, DIN Editora, 1989, página 199 y Hairabedián, Maximiliano y Zurueta,
Federico “La prescripción en el proceso penal”, Editorial Mediterránea, 2006,
página 133). Incluso el máximo intérprete normativo, en el precedente que
menciona el recurrente, consideró que la condena impuesta en el extranjero
interrumpía la prescripción de la acción penal (CSJN “Fabroccino”. F.80.
XXX, del 21 de noviembre de 2000, considerando 14 del voto mayoritario).
En apoyo de esta posición, teniendo en cuenta el principio de
reciprocidad y colaboración de las naciones en la lucha contra el crimen, se
argumenta también que la nueva violación al ordenamiento legal – aunque sea
de otro Estado - debe ser tenida en cuenta por el sistema como hecho relevante
para interrumpir el lapso de la prescripción pues esa posibilidad de perdón,
basada en el olvido social, está dada justamente bajo condición de no cometer
un nuevo ilícito, tratándose de una circunstancia de orden subjetivo que, como
tal, se traslada con la persona donde quiera que se encuentre (cfr. Elosu
Larumbe, Alfredo A. “Prescripción de la acción en el Código Penal
Argentino”, Editorial Ediar, 2006, página 149).
La postura contraria interpreta que la condena por un hecho
nuevo cometido en el extranjero no puede interrumpir el curso de la
prescripción porque ninguna disposición legal lo establece así expresamente y,
al ser inaplicable la interpretación analógica del Código Penal, cabe suponer
intencionado el silencio de la ley en este sentido, ya que el artículo 50
establece expresamente que la condena en el exterior se tendrá en cuenta a los
fines de la reincidencia, cosa que no sucede con el artículo 67 (cfr. voto del
Dr. Donna en C.C.C., Sala I, causa n° 46.000 “Solari”, rta. 20/7/2001 y Elosu
Larumbe, Alfredo A., ob. cit. página 150). Se advierte sobre la afectación al
principio de legalidad que conllevaría establecer, en contra de los intereses del
imputado, una causal interruptiva no prevista expresamente por el
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ordenamiento penal (cfr. Machado, Marcelo Angel “El delito cometido en el
extranjero y la prescripción”, Diario Jurídico La Ley del 8 de abril de 2004).
En apoyo de esta posición se sostiene también que las normas
del Código Penal, conforme lo prescribe su artículo 1, se aplican a los delitos
cometidos o cuyos efectos deban producirse en el territorio nacional o lugares
sometidos a su jurisdicción, como así también a los delitos cometidos en el
extranjero por agentes o empleados de autoridades argentinas en desempeño
de su cargo. Fuera de esos casos, no resulta relevante el hecho cometido en
lugares en los que la ley penal no tiene aplicación (cfr. Machado, Marcelo
Angel, ob.cit).
Expuestos sucintamente los argumentos centrales de ambas
posturas, no corresponde que el tribunal adopte una posición en abstracto, en
la medida en que los probables antecedentes condenatorios en el extranjero
que se pretenden establecer no han trascendido el plano meramente hipotético.
USO OFICIAL

De así hacerlo, representaría un claro prejuzgamiento cuando no está en


análisis un pronunciamiento que ponga en discusión la vigencia de la acción
penal.
No obstante, sí compete a esta alzada merituar la pertinencia
de la medida que en concreto requiriera el fiscal y, en su caso, su
razonabilidad.
En este sentido, advertimos por un lado que la posición
teórica en la que se enrola la fiscalía ha sido recogida por parte de la doctrina
y la jurisprudencia, lo que se traduce sólo en un primer eslabón de viabilidad
del pedido.
Sin embargo, adentrándonos al análisis de la fundamentación
ensayada, colegimos que la mera referencia a que parte de los imputados en la
causa residiría en el extranjero, sin especificarse quienes, en qué países y
durante qué períodos, por su imprecisión, no sólo hace inimaginable el modo
en que se llevaría a cabo la certificación de antecedentes, por no sostener su
imposibilidad, sino que vacía de contenido el pedido efectuado por el
Ministerio Público Fiscal.
Por lo expuesto, más allá de advertirse lo singular del trámite
otorgado por el a quo a la excepción de falta de acción por prescripción
interpuesta por la defensa - analizándose en un mismo incidente y en forma
conjunta la situación de quince imputados diferentes – toda vez que la fiscalía
se limitó a realizar un petición genérica sin distinción de personas y sin
referencia a datos puntuales que permitan a este tribunal valorar su motivación
en el sub examine, habemos de homologar el auto impugnado con el alcance
que surge de la presente.
[…]
En consecuencia, el tribunal RESUELVE:
Confirmar el auto apelado con el alcance que surge de la
presente.
Notifíquese al Fiscal General. Cumplido, devuélvase al
juzgado de origen, dónde deberán efectuarse las restantes notificaciones, y
sirva lo proveído de atenta nota de envío. Se deja constancia que el Dr. Julio
Marcelo Lucini integra este tribunal por disposición de la Presidencia de esta
Cámara del 17 de abril del 2008 y el Dr. Carlos Alberto González no suscribe
la presente por no haber presenciado la audiencia realizada en los términos del
artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación.

Alberto Seijas Julio Marcelo Lucini


Ante mí:
Erica M. Uhrlandt

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