Bodegas Möebius
Moebius
santiago barcón
silvia luz alvarado
La banda de Moebius toma el nom-
bre del apellido de uno de sus descu-
bridores, August Ferdinand Möbius
o Moebius en español, pese a que tam-
bién fue descubierta por Johann Bene-
dict Listing casi al mismo tiempo.
Construir una banda es senci-
llo: se adhieren los extremos de una
cinta de papel dando media vuelta
a uno de ellos y se obtiene
una superficie de una sola cara y un solo borde,
es decir, una banda de Moebius.
A pesar de su simpleza, esta banda pre-
senta características únicas. Para entenderla
existe lo que se conoce como componente de
contorno: si se colorea el “exterior”, al final todo
quedará pintado. Otra particularidad consiste
en que si con un dedo se sigue el contorno, al
final se habrán recorrido ambos extremos. Por
otra parte, si nos deslizáramos recostados mi-
rando hacia la derecha, terminaríamos viendo
a la izquierda. Además, al cortarla centralmente
no obtenemos dos bandas sino una más larga
pero con dos vueltas.
Todos estos atributos han hecho que los
matemáticos estudien su geometría y topolo-
gía; actualmente se conocen las ecuaciones
que la describen y aún así sigue siendo una for-
ma fascinante.
Ya desde la antigüedad había indicios de
su existencia, hay pergaminos egipcios en Ale-
jandría que la mencionan.
Johann Sebastian Bach compuso una
ofrenda musical, conocida como el Cangrejo,
con catálogo BWV 1079, la cual está construida
como una banda de Moebius.
Hoy en día, el símbolo internacional del
reciclaje está basado en Moebius y el trián-
gulo es de los logotipos más reconocidos. Por
otra parte, en el campo de las artes, Maurits
Cornelis Escher, quien nos intriga con sus diseños
de manos que se pintan a sí solas o escaleras que
se encuentran a sí mismas, usó extensivamente
la banda en muchas de sus obras.
En la rama literaria, A.J. Deutsch escribió
Un tranvía llamado Moebius, que los argentinos
llevaron al cine en 1996. La trama consiste en la
desaparición de un vagón del metro de Buenos
Aires con más de 30 pasajeros, un hecho acom-
pañado de fenómenos inexplicables como el
ruido de un vagón que nunca llega, hasta que un
joven matemático logra descifrar el misterio. Möebius
En ingeniería, la resistencia comparte uva: 100 % Cabernet
el nombre de la banda misma que cancela su Sauvignon
propia reactancia inductiva y que Nikola Tesla cosecha: 2007
propuso en su patente para la transmisión de enólogo: Andrés
electricidad sin cables en 1900. Finalmente los Blanco
matemáticos, cuando se casan entre ellos, se bodega: Möebius
comprometen con un anillo que es una banda de región: Valle
Moebius y no una argolla convencional. de Guadalupe,
Ahora tocó precisamente el turno de Baja California
degustar Möebius, un monovarietal, cosecha crianza: 12 meses en
2007, que a la vista presenta un color rubí os- barrica de roble
curo con tonos púrpuras y cuya nitidez denota no. de botellas: 14,800
sumo cuidado en su elaboración. Su alta calidad calificación: D7 85
aromática demuestra una agradable explosión
de aromas compuesta por frutos rojos, regalíz
y cuero. Esta fase fue enriquecedora pues al re-
posar pasados 15 minutos en copa siguió mos-
trando expresividad.
En boca otorga un sabor muy mineral, un
toque característico de los vinos mexicanos.
Sus taninos son balanceados y con buena per-
manencia. A este paso, se tendrá que cambiar
el dicho de “Y sigue la mata dando” a “Y sigue la
vid dando”. •
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