Sunteți pe pagina 1din 13
EL NUEVO PERFIL DEL FISCAL Pablo Sanchez Velarde * Introduccién Cuando se comienza a estudiar a uma insti- tuciGn judicial como el Ministerio Pablico solo en atencidn 2 las funciones que en la actuelidad le cortesponde desempefiar, resulta muy dificil comprender su esencia, su significado, su inte- rés en la proteccién del ciudadano, la defensa de la legalidad y los derechos humanos. Existe todo un marco constitucional respec- to de su entidad y de las funciones que le son encomendadas tanto en el dmbito jurisdiccional como prejurisdiccional y administrativo. La de- fensa de la legalidad le permite ejercer funcio- nes en Ambitos distintos al judicial, lo que le imprime de connotacién social Adquiere relevancia y presencia juridica y social con Ix Constitucién de 1979, la cual es potenciada en la Constitucién de 1993, actual- ‘mente vigente. Sin embargo, su existencia no es de hace pocos afios; una revisién breve de su historia nos permitiré conocer su origen, su evo- lucién, para comprender mejor su naturaleza juridica, su funcién requirente y las que le enco- ‘mienda la Constitucién. Se le ha considerado como una “magistra- tura de amparo” por De Miguel; de naturaleza proteiforme, por Goldschmidt; de “miiltiples facetas”, por Prieto-Castro o “Magistratura no decisoria" por Mufioz Calvo, pero ciertamente constituye una figura compleja dentro del apa- rato organizativo del Estado, pues no es parte * Doctor en Derecho * Profesor de Derecho Procesal Penal de la UNMSM * Fiscal Superior Titular de Lima del Poder Bjecutivo ni es parte del Poder Judi- cial, aunque esti mas cercano a éste. Sin embargo, sus funciones son sumamen- te importantes en {a realidad juridica contem- pordnea. Y es en este contexto en que merece Gestacar si bien al Ministerio Pitblico como tal, también a las personas que dan vida 2 dicha ins- titucién, que son los Fiscales, acorde con los prin- cipios que lo rigen, las funciones que s¢ les en- cargan, dentro de! marco de las modernas co- rrientes doctrinarias, el debido proceso, los de- rechos fundamentales, dejando en perspectiva lo que espera la sociedad de él 4. Relevancia constitucional dei Ministerio Péblico Hasta 1979 la evolucién legislativa consti- tucionai sobre el Ministerio Puiblico no ha sido uniforme y mas bien se puede afirmar que di- cha institucién, medular en la vida judicial y social del Pert: actual, ha atravesado por una serie de olvidos de nuestro legislador, acorde con ¢l tratamiento legal dado en el derecho foréneo. Esa partir de la Carta Magna de 1979 don- de se eleva al Ministerio Publico a rango consti- tucional. Se le instituye como un 6rgano judi- cial con carécter aut6nomo, sin vinculacién de dependencia al Poder Judicial nial Ejecutivo, pero con facultades y responsabilidades tan amplias que merecen una consideracién espe- ciai dentro del quehacer sociojuridico de nues- to pais, 30 Se resalta su estatus de Magistratura al igual que los miembros del Poder Judicial en la fun- cién de Promotor u érgano Requirente de la Justicia, con las mismas prerrogativas que los integrantes del Poder judicial en sus respectivas categorias y las mismas incompatibilidades. In- cluso el nombramiento de ambas magistraturas esta sujeto a idénticos requisitos y procedimien- tos, La normatividad prevista en los articulos 250° y 251° de la Constitucién del 79 se desa- rrolla en una Ley Organica dictada en abril de 1981, vigente actualmente y que si bien no re- unia los atributos de una reguiacién clara y pre- cisa de su organizecién, misién y atribuciones, ha resultado de suma importancia en e! fortale- cimiento de la Institucién y su proyeccion juri- dica y social fanciones no Sus principal 0 se linnita- ban a las establecidas em el art, 250° de la citada Constitucién, sino que ademas su mayor zepre- sentante, el Fiscal de la Nacién, integraba y presidia el Consejo Nacional de la Magistratura (art. 246") e incluso, conocia de fas denuncias contra los Magistrados de la Corte Suprema (art. 249°), Asimismo, se le otorgé facultad para in- terponet la accién de inconstitucionalidad (art 299° ine. 3) y facultad para formular cargos ante el Poder Judicial en casos de enriquecimie ilfcito (art. 62°) La Constitucién Politica de 1993 mantiene este estatus de Magistratura Promotora de la Jus ticia, resaltando su autonomia y aumentando sus facuitades. Entre sus funciones principales: Promueve de oficio o a peticién de parte, fa accién de la justicia en defensa de la legalidad y de los inte- rescs piiblicos tutelados por el derecho; vela por Ja independencia de los érganos jurisdicciona- les y la recta administracién de justicia; repre- senta a la sociedad en los procesos judiciales; conduce la investigacién del delito, teniendo a 1a Policia Nacional bajo su dependencia funcio- nal; ejercita la accién penal de oficio 0 a peti- cién de parte; emite dictamen previo a fas reso- 1 HERRERO TEJEDOR, F,, “Perspectivas de! Minist Juridico espaaol”, en Rev. G de L. y J, 1967, p. 43 — Patio Sénchez Velarde luciones judiciales; tiene iniciativa en la forma- cién de leyes y debe hacer conocer los vacios 0 defectos de la legislacién (art. 159°). Ademés, el Fiscal de la Nacién puede in- terponer la accién de inconstitucionalidad (art. 203° ine. 2); formula cargos ante el Poder Judi- cial cuando se presume enriquecimiento ilicito de funcionarios piiblicos (art. 41°); incluso, a su pedido, se pueden Jevantar el secreto bancario Ja reserva tributaria (art. 5°); y presenta y sus- tenta su presupuesto ante el Ejecutivo y el Con- greso (art, 160°). No obstante estas notas que caracterizan jas funciones del Ministerio Publico, no permi- ten ubicar a esta institucién dentro dei esquema institucional que se sustenta en fa divisién de Poderes, Ciertamente no forma parte del Judi- cial, pero es parte: necesaria e imprescindible en la administracin de justicia, con cuyos érganos se identifica en ia exclusiva y exceisa funcién jico-sociai. En términos de Herrero Tejedor ‘esté formada por la misma clase de personas, de igual significacion y vocaci6n, “nacida del mis- ‘mo tronco y aun, en otras etapas, tan entrai blemente vinculada que sus componentes po- drian indistintamente servir puestos en una o en otra. comporacion” ju Las constituciones modernas ponen de re- lieve a ja iastitucién del Ministerio Pubblico. Asi, ta Carta Magna del Brasil la considera como una institucin permanente, esencial en la funcin Jurisdiccional del Estado (art. 127°). En Colom- bia, la Fiscalia General de la Naci6n forma par- te de la Rama Judicial en materia de investiga- cién y acusacién por la comisién de detitos (ait.249” y ss.) 2. Antecedentes historicos del Ministerio Pablico No existe uniformidad sobre el origen del Ministerio Publico’. Podemos encontrar rasgos caracteristicos de esta institucién en el derecho ateniense, como los thesmoteras, que eran los personajes con facultades para acusar ante el Senado o ante la Asamblea del Pueblo cualquier jo Fiscal segiin os principios que informan el ordenamiento 2. Véase mi articulo: “Algunas consideraciones histdricas sobre el Ministerio Piblico”, en Rev. de Derecho y Ciencias Politicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Vol. 50, Lima, 1993, p. 383 y ss, @ Pablo Sénchez Velarde atentado contra la ciudad. En el derecho roma- no encontramos a los defensores civitatum, los advocatus fisci, que eran abogados que velaban por los intereses del Fisco y que luego ven am- pliadas sus facultades para defender no sélo las conductas que ofendian al lesionado, sino tam- bién a la sociedad, en tal sentido, su interven- cién fue cada vez mayor. Sin embargo, es en Francia donde se haafir- mado el carcter originario del Ministerio Pui- blico. Ya en el siglo XII existian en Francia los Procuradorescon funciones especificas de repre- sentacién de las partes en juicio. El Rey y los Feudales tenian un personaje que defendia sus intereses fiscales. Es con el aumento del poder real que también la institucién de! Ministerio Publico asume la representacién de fos intere- ses de la comunidad. Afirma Nobili que los procuradores eran abogados que cuidaban los intereses de! monar- ca en las diferentes cortes; luego ejercitaron po- testad acusatoria en el proceso penal, pero esta facultad se generaliz6 con un edicto de Enrico MT en 1586. Para Rassat’ el Ministerio Publico no tie- ne origen exclusivamente procesal, es més con- veniente afirmar que dicha institucién se ha “ve- nido formando en el curso de una larga evolu- cidn historica de fa fusion de dos distintos ofi- cios: del oficio de los abogados del rey y del ofi- cio de tos procuradores del rey”. En efecto, los abogados del rey aparecen en el sigio XIV con funciones de cardcter procesal, mientras que los procuradores del rey se habian originado mu- cho antes, hacia el siglo VII, con los Saions, que eran funcionarios administrativos con importan- tes funciones fiscales; ya en el siglo XII aparece el Ministerio Pablico como una sola institucién. El primer texto que expresa con claridad a los procureurs du rojes la Ordenanza de Philippe Je Bel, del 23 de marzo de 1303. Pero, es en el siglo XVI en que aparece con una fisonomia Een consolidada. Los dos érganos del rey se fusio- nan en un solo oficio, predominando las funcio- nes administrativas sobre las procesales La Asamblea Constituyente que sigue a la Revolucién Francesa no suprime al Ministerio Pablico, pero silo reforma, conser vando las fun- ciones procesales, mientras que las funciones politicas y administrativas del antiguo régimen son derivadas a los funcionarios del fisco. Con el code d’instruction criminelle de 1808 y el ordenamiento judicial de 1810, se crea un Ministerio Publico moderno, empero apare- ce con caracteristicas contradictorias, pues se trata de hacer coincidir los intereses de la socie- dad con los intereses del Estado. En el Peri, aparece el Ministerio Puiblico dentro del proceso de transcuiturizacion que sucedid al descubrimiento de América. En nues- tro pais como todas las naciones iberoamerica- nas, la vida juridica se rigid bajo ef modelo es- paiiol, de tal manera que la normatividad espa- fiola de aquellos aftos tuvo plena vigencia en el ‘nuevo continente, sin embargo, tales normas re- sultaron insuficientes ¢ inadecuadas por las pro- pias particularidades que se presentaban, lo que dio origen a una legislacion indiana La Justicia se administraba a nombre de] Rey, se contaba con el Consejo Supremo de In- dias y las Hamadas Audiencias Reales, eran los ‘Tribunales encargados de resolver los conflictos de orden civil o criminal que se suscitaban. Ya en 1542 se crea la Audiencia y Cancillerfa Real de Limay aparecen los Fiscalespara cada espe- cialidad, conjuntamente con los oidores y los Alcaldes del Crimen. ‘Mac Lean Estenos® afirma que los Fisca- les de la Audiencia de Lima no eran indepen- dientes, pues en algunos casos a falta de Oidores, ejercian jurisdiccién; y cuando se trataba de asuntos que no interesaban al Fisco, tenian de- recho de intervenir en la votacién, desempefian- do las funciones de conjueces. 3 NOBILI, Massimo. Acusa e burocrazia, Protilo storico-costituzionale, en Publico ministero e acusa, ob. colectiva, Bologna, 1979, p. 97. 4 RASSAT, Michéle-Laure, Le Ministére Public entre son passé et son avenir, Paris, 1967, p. 16 y ss 5 RASSAT, M, Le Ministére . Op Cit, p. 23; MOLINARI, F, Pubblico ministero eazione penale nell’ordinamento fiancese, en Pubblico ministero e accusa penale, ob. colectiva, Bologna, 1979, p. 196. 6 MAC LEAN ESTENOS, P, EI proceso penal en el derecho comparado, Bs. AS., 1946, p. 262. 32. En aquella época el Ministerio Péblico apa- recia como una autoridad judicial; era nombra- do por el Virrey y su duracién en el cargo era indeterminada; defendia a la Hacienda Real, perseguia el castigo de los pecados publicos; asu- mia la defensa de los indios’; y la Audiencia debia de dictar sentencia con asistencia obliga- toria del Fiscal, bajo nulidad. Con la independencia respecto de Espaia, desaparece la Audiencia de Lima y se crea la Camara de Apelaciones de Trujillo, conforma da por un Presidente, dos Vocales y un Fiscal, cuerpo colegiado que luego de su traslado a Lima, se denominé Corte Suprema por la Cons- titucién de 1823 Ya en 1825, cuando se instala la Corte Su- prema de la Repiiblica y se nombra a los Voca- les que le integran, también se nombre al F: cal, que desde aquella época va a formar parte de los Tribunales de Justicia. En tos aiios siguien- tes, la presencia del Ministerio Fiscal 0 Ministe- rio Pitblico en el quehacer judicial ha sido per- manente La Constitucién de 1979 crea al Ministerio Publico como érgano “auténomo y jerarquica- mente organizado” (art. 250 y L.O.M.P. art. 1°) La Ley Orginica det Ministerio Puiblico regula su organizacién y funciones (D, Ley 052, dei 12 de marzo, 1981), La Constitucién de 1993 reite- ray refuerza su autonomia, Hasta antes de la Constitucion de 1979, el Ministerio Piblico formaba parte del Poder Ju- dicial, se regia por sus disposiciones, asi como las establecidas por la ley procesal. Sus érganos son los siguientes: 1. La Fiscalia de la Nacién, 2.- Las Fiscalias ante la Corte Suprema, 3.- Las Fiscalias ante la Corte Superior. 4.- Las Fiscalias ante los Juzgados de Primera Instancia. a Pablo sanchez Velarde 3. Naturaleza juridica del Ministerio Publico Cuando se estudia a una institucién como el Ministerio Péblico, la primera inquietud juri- ica que despierta es la de determinar su natu- raleza juridica El Ministerio Publico es, en esencia, un organo estatal, forma parte de la estructura del Estado, defiende la legalidad e interviene en la funcién judicial y vela por los intereses ciuda- danos. No esun “poder” del Estado aunque de esa manera fue calificado en los primeros aijos de su existencia como institucién auténoma’. Ciertamente, no se pretende demostrar que la autonomia externa del M.P. signifique que es 1a mejor condicién que debe de tener esta in tucion para su buen funcioaamiento, Si interesa sobremanera, conocer #1 grado de relacion o dependencia que pueda tener el Ministerio Pé- blico con los Poderes del Estado en sistemas como el nuestro y, como influye ello en el ejerci: cio funcional Fiscal y Judicial e incluso, su re- percusion en el orden social a) Organo dependiente del Poder Ejecativo Desde su origen el Ministerio Publico ha estado ligado al poder central u érgano de go- bierno. Los “omes del Rei”, los “promotores fis- cales”, “Le procureurdu Roi” o “agents du Roi”, eran representantes directos de ese poder y ser- vian a sus intereses, Recuérdese que fue un ins- trumento importante del centralismo monrqui- co y Hleg6 a constituir “arma antinobiliaria de los reyes franceses” ", Esen a etapa napolednica de Francia en la que se observa, con nitidez, la figura del Ministerio Pablico como érgano del Poder Central ya més consolidado, creado so- bre la base de la misma institucién del antiguo régimen, pero con nuevos y amplios poderes, a fin de que sirviera a los intereses del gobernante. DE MIGUEL, A., “El Ministerio Fiscal, Magistrarura de Amparo", en Rex. de Derecho Procesal, 1954, afirma que el Fiscal destacaba por su papel de amparo o “protector nato de Indios” (p. 350 y ss.) 8 Ci RAYOD Y SERRAT, R., "E! Ministerio Fiscal como Pode*”, en / Congreso de Derecho Procesal de Castilla y Leén, sobre Crisis de la Justicia y Reformas Procesales, Ministerio de Justicia, 1988, p. 477 y ss. Hace mencion al poder “impulsor” o velador de la administracién de justicia. 9 Recuérdese que con fa Consttucion de 1979 y la nueva LOMB, sc le consideraba “en el eirculo de padres y padrinos del M.P.” como un nuevo Poder del Estado, tan igual o competidor del Poder Judicial debido a las amplias atr:bu- ciones que le habian sido conferidas; HURTADO POZO, J., EI Ministerio Piblico, Lima, 1982, p. 31 10 NOBILI, M., Acusa e burocrazia, Op. Cit, p. 92. Pablo Sénchez Velarde Los miembros del Ministerio Péblico eran nombrados y distribuidos por el Gobierno, y su funcién era determinada en base a la “defensa de los intereses propios de la nacién”, hacién- dose coincidir los intereses de la sociedad con los del Estado’. Desde el punto de vista funcio- nal, constituian magistrados independientes y auténomos en sus apreciaciones, pero en cuan- toa su organizacién eran equiparados a los fun- cionarios del Gobierno ante los tribunales y obli- gados a su obediencia EIM. P francés fue concebido de naturale- za monocritica y con una fuerte estructura je- rrquiea, regido por el principio de unidad ¢ in- divisibilidad. Ademés, de ejercer funcién de vi- gilancia sobre fos jueces, cual “ojo del Gobier- no”, se fe atribuy6 el control de ta legalidad res- pecto de los tribunales para que de esta manera el predominio del Ejecutivo sobre el judicial fue- ra completo, Fairen Guillen” seiala que al M. P. fran- cés el Gobierno le confirié “altas funciones de inspeccién y de gestin ante la Administracién de Justicia, ante el nuevo Poder Judicial -pro- ducto de la desconfianza por los excesos del an- tiguo-; mediante el Ministerio Publico, el Go- bierno vigilaria el ordenado curso de la Admi- nistracién de Justicia en todas sus ramas; era el M. P. un Alto Celador de la legalidad en la ac tuaci6n de todos los Tribunales” Los funcionarios del Ministére Public eran pues dependientes de sus superiores jerarquicos en cuanto al ejercicio de sus funciones, pero lo eran también todos del Ministro de Justicia (Le garde des Sceaux), correspondiendo a éste el nombramiento y cese de sus miembros y la im- posicién de medidas de cardcter disciplinario” 11 NOBILI, M., itado anteriormente, p. 100, 3 Fue ésta la concepcidn del Ministerio Péi- blico francés, drgano de confianza, dependiente del Poder Ejecutivo, la que fue recepcionada por Jas distintas legislaciones europeas y Inego en las iberoamericanas, encontrandose en muchas de ellas rasgos del arcaico modelo francés. Para Chiovenda’ el Ministerio Put bien personifica el interés piblico en el ejercicio de la jurisdiccién, esta investido de funcién ad- ministrativa, pues es el representante del Poder Ejecutivo cerca de la autoridad judicial, bajo la direccién del Ministro de Justicia. Esta relacion de dependencia hacia el eje- cutivo crea serios problemas de credibilidad de Ja institucién cuando, precisamente, esta involucrado en causa civil o penal algin miem- bro u organismo del Gobierno, o esta en peligro alguno de sus intereses. De alli que tenga vigen- cia la pregunta que se formuiara Alcala- Zamora” respecto a io que hard el M, P. “cuan- do sea el Gobierno quien infrinja la Constitu- cidn, porque, el caso, incluso de buena fe, se puede dar con bastante frecuencia” En un sistema donde el M. P. depende del Ejecutivo, los jueces no encuentran en dicha ins- titucién aun asesor, aun cooperador 0 a un pro- motor de su actuacién que persiga el mismo fin de la funcién jurisdiccional: la aplicacién de la ley en los casos concretos sometidos a su deci- sidn, sino a un postulador en pro de intereses politicos, segiin el programa o proyecto politico de Gobierno °, lo que no significa la existencia de una oposicién entre ambos érganos en cuan- toa la interpretacion y aplicacidn de las leyes. Esta posicién gubernativa o de dependen- cia del Ministerio Piblico es fuertemente criti- cada por la doctrina. Es cierto que este sisterna 12 FAIREN GUILLEN, V,, “La reorganizacién del Ministerio Fiscal espanol”, en Temas de ordenamiento procesal, TI, 1969, p. 487, nota 10. 13 MOLINARI, F,, Pubblico Ministere e azione penale, Op. Cit, p. 197. 14 CHIOVENDA J, Principios del Derecho Procesal Civil, I, rad. de José Casais y Santal6, 3* Ed., Madrid, 1922, p. 537. En el mismo sentido, ROCCO, U,, Tratado de Derecho Procesal Civil, Vol. Il, trad. de Sentis Melendo y M. Ayerra, Depalma, 1970, p. 15. 18 ALCALA-ZAMORA Y CASTILLON. Jurisprudencia, T. 155, afio 1929, p. 323. “Lo que debe ser el Ministerio Piblico”, en Rev Graf. de Legislaciéa y 16 JAURALDE MORGADO E., “El Ministerio Fiscal”, en Rex: Poder Judicial, N° 1, afo, 1981, p. 46. uM se encuentra en crisis, ya que la propia nota ca- racteristica del Poder Judicial: su independen- cia, exige que no pueda estar mediatizada por 6rganos dependientes del Poder Ejecutivo que determinen o no que la actividad judicial se des- pierte. De alli que los partidarios de la depen- dencia del Ejecutivo “se retiran a otras trinche- ras” y matizando la sujecién postulan a un Mi- nisterio Publico de actuar independiente cuan- do ejerzan sus funciones y dependientes det Eje- cutivo desde el punto de vista organizativo y como cuerpo administrativo b) Organo incardinado en el Poder Judicial Concebir al Ministerio Pablico como un auxitiar o colaborador de la Administracion de Justicia ha sido una posicién tradicional com- particia en los medios judiciales y fiseales. No se debe de olvidar que el M, P. persigue los :nis- mos fines que los 6rganos jurisdiccionales en ia tarea de administrar justicia, pues si bien a éstos Jes compete la aplicacion de la ley. a aquéilos les correspond promover la actuacién judicial. Para Jimenez Villarejo" la judicialidad del M. P. queda afirmada de la enumeracién consti- tucional de sus misiones y a partir de la priorit ria referencia a la legalidad y a ia imparcialidad como principios inspiradores de st actuacion Para dicho autor es la que “mejor garantiza la fancionalidad de nuestra actuacién al servicio del imperio de le Ley y la defensa de los deze- chos de nuestros conciudadanos”. De esta nera ~sigue Villarejo~ se deja atrés las dos gran- des tentaciones que habia que sortear al definir y situar al M.P.: la de su politizacion o gubernamentalizacion y la de su corporativiza- cidn, refiriéndose este ultimo a las pretensiones de autonomizar en exceso al M. P. na Por otra parte, Gil-Albert Velarde sostiene que el argument sistematico por si solo no per- Pablo Sénchez Velarde mite afirmar concluyentemente, la incardinacién del M. P. al Poder Judicial. Las consideraciones sobre los criterio’ de actuacién de las funciones respectivas y, los regimenes estatutarios de los ‘miembros del Poder Judicial y dei M.P. permiti- rian deducir la concepcién del M.P. como “ma- gistratura postulante” integrada como tal en el Poder Judicial; sin embargo, afirma que con objetividad, “se advierte una clara aproximacién ala jurisdiccion que sitia a la institucion en una zona intermedia mas cercana a ésta que al Po- der Ejecutivo, del que en una natural tendencia hacia su autonomia ¢ independencia notoria- mente se ha distanciado” ” Para Calvo-Rubio la cuestion de que si el M. Pes Poder Judicial es “muy controvertida” por no haber sido suficientemente precisa la Constitucién espatiola. “Una institucion es lo que es, may alla de un superficial criterio nomi jor fo que hace y cmo le hace y Jos trazos de la muestra, en la ley de leyes, son, indudablemente, los de érgano judicial o, como otros prefieran, los de una magistratura postu Jante y de amparo”, Esta y otras razones le per- miten concebir al M. P. como un “6rgano esta- tal, constitucional, pero no del Ejecutivo, inte- grado con autonomia funcional en el Poder Ju- dicial, para cumplir, bajo los principios de lega- lidad e imparcialidad y por medio de drganos propios ordenados jerarquicamente, los fines que la Constitucién y las teyes le atribuyen, ...”” En la misma linea de pensamiento, Conde- Pumpido sefiala que el M. P. es un drgano de! Estado, constituido para ef funcionamiento de Ja justicia € integrado auténomamente en el Poder Judicial, y con la misién de defender la legalidad democritica, promover los intereses publicos y sociales que pertenecen al pueblo constituido en Estado, tutelar los derechos de Jos ciudadanos y velar por la independencia de Jos tribunals. Por ultimo, Granados” consi- dera que ei Ministerio Pablico no es un érgano nalista, 17 CONDE-PUMPIDO, F,, “La naturaleza juridica y los principios rectores del Ministerio Fiscal en la Constitucion y ‘en el nuevo estatuto orginico”, en El poder Judicial, Madrid, 1983, p. 850 y ss. 18 JIMENEZ VILLAREJO, J, “El Ministerio Fiscal, dentro del Poder Judicial”, en Rex. El Poder Judicial, N* 3, 1982, p.81 19 GIL-ALBERT V.,J,, “EI Ministerio Fiscal en la Constitucién”, en Foder Judicial, Vol. I, Madrid, 1983, p. 120. 20 CALVO-RUBIO, J, ‘El Ministerio Fiscal en la Constituci6n”, en Poder Judicial, V.1, 1983, p.645 y ss. 21 CONDE-PUMPIDO, F.C, “La naturaleza y ios principios rectores del Ministerio Fiscal en la Constitucién y el nuevo estatuto orgénica”, en Rev, Poder Judicial, Madrid, 1983, p. 868 ys. 22 GRANADOS, F,, Ef Ministerio Fiscal (del presente al futuro), Vecnos, Madrid, 1989, p. 55. i Pablo Sérichez Velarde “de” la Administracién de Justicia, sino “en” y “para” la Administracién de Justicia, destacan- do su naturaleza “judicial” 0 “parajudicial”. ©) Organo de comunicacién entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial Se pretende en este acapite analizar la na- turaleza juridica del Ministerio Publico como Srgano de reiacién entre ei Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Esta posibilidad de “enlace” no es sOlo tebrica. Los antecedentes de Ia legisla- cién espafiola -ya superada~ y la atencién que sobre ella ha desplegado la doctrina, han de ser de utilidad para explicar la alternativa de un Ministerio Puiblico interpoderes, que se estima desaconsejable en sistemas como el nuestro. A través de este criterio se propugna un ‘Ministerio Piblico carente de identidad, ni si- quiera con el Bjecutivo aun cuando era el Poder que mayor ventaja obtenia, En el Estatuto det Ministerio Fiscal del 21 de junio de 1926, se afir- maba que e! Ministerio Fiscal tiene por misién esencial velar por la observancia de las leyes y dems disposiciones referentes a la organizacion de los juzgados y tribunales, promover la accién de la justicia en cuanto concierne al interés pri- blico y sepresentar al Gobierno en sus relacio- nes con el Poder Judicial, procurando siempre imparciaimente el mantenimiento del orden ju ridico y la satisfaccion del interés social (art. 1°). Afios después, mediante el Decreto del Ministerio de Justicia N° 437/1969, del 27 de febrero, se conceptia al Ministerio Fiscal como in “Grgano de comunicacidn entre el Gobierno y los Tribunates de Justicia y tiene por misién promover la accién de Ia Justicia en defensa de los intereses piiblicos tutelados por la Ley, pro- curat ante los Juzgados y Tribunales el mante- nimiento del orden juridico y la satisfaccién del interés social”, Una posicion de defensa de este nuevo Estatuto es asumida por Herrero Tejedor, quien luego de afirmar el cardcter politico de la instituci6n, sostiene que el “Gobierno ha de mantener su relaci6n con Ios tribunales, sin mer- 35 ‘ma ni sombra ni menoscabo para su indepen- dencia””’. Agrega el citado autor, que el M. F no representa al Gobierno, porque el Gobierno como Administracién, es muchas veces parte ante la propia administracién de justicia. El M. F.“no hace mas que comunicas reciprocamente ‘a.ambos” siempre dentro de principios estricta- mente legales A esta posicién sale al paso Fairen Guillen’, quien se lamenta de no comprender al citado autor, pues no ha explicado qué signi- fica esa “comunicacién” sino como una “rela- cién” del M.F. y el Gobierno. ¥ que esta comu- nicaci6n sé efectuara a través de una institucién, de caracter politico “aunque condicionado, pero que es de la misma naturateza” que la magistra- tura jurisdiccional. “Tememos ~sigue Fairen— que se trate de explicar un fenémeno de exés- mosis de lo politico hacia los tribunales, y esto no lo podemos admitir", Agrege que esa comu- nicacion no tiene por qué verificarse a través del M, P sino que debe de realizarse por el departa- mento de justicia, concluyendo que aquelia “es intl y peligrosa”. EI M. F, o es agente del Eje- cutivo, 0 forma parte de la Magistratura -en sen- tido amplio— con independencia de aquél. La misma legalidad, que ab initio por la propia im- precisién de la palabra, hay que rechazar. La fuerza de la critica no s6lo apuntaba a la expresién “érgano de comunicacién”, sino que iba mas allé, es decir, a saber cémo se mate- rializaba esa comunicacién en la practica d) Organo auténomo La legislacién y doctrina moderna no han considerado al M.P. como un érgano dependien- te del Poder Bjecutivo, sino se han inclinado a ubicarlo como érgano de justicia que colebora con los jueces en la tarea de administrar justicia ¥ que, en tal sentido, es magistratura paralela, que no declara derecho ni tiene poder jurisdic- cional, pero debe de velar por el cumplimiento de las leyes y plazos procesales, y vigilar su exac- ta aplicacion 23 HERRERO TEJEDOR, F. “Perspectivas”. Op. Cit, p. 432. 24 FAIREN GUILLEN, V,, “La reorganizacién del Ministerio Fiscal espaol”, en Temas del ordenamiento procesal I, Madrid, 1969, p, 481 y ss. En otro momento, el citado autor observa que la “communicacién podria funcionar en. dos sentidos: como MF-Gobierno, que se reduce a proponer, informar, apuntar; y como Gobierno-MF, en el que ¢l lenguaje es mucho mas tajante, pues la comunicacidn se desarrolla como ‘subordinacion”™. 25 GARCIA RADA, D,, Manual de Derecho Procesal Penal, S* Ed., Lima, 1976, p. 39 Garcia Rada destacaba una de sus caracte- risticas en los siguientes términos: “EI Ministe- rio Publico no esta sujeto a pautas predetermi- nadas. En cada caso opinaré conforme a su cri- terio, La ley declara que ejerceran su cargo ‘en Ja forma que estimen mas arreglada a ley'. No recibe ordenes de ningiin otro Poder del Estado. Constituye excepcién cuando se trata de man- datos del superior jerarquico”” No s6lo Venezuela sino también Colom- bia conforme al conjunto de normatividad res- pecto a la Fiscalia de la Nacién, en 1991, hacen de esta institucién un ente auténomo e inclusi- ve con presupuesto propio. En la Constitucién de Brasil de 1980, cuyo capitulo IV se dedica a las funciones esenciales de la justicia, se consi- dera al Ministerio Piblico como una institucion permanente, esencial a la funcién jurisdiccional del Estado y que tiene asegurada su autono funcional y administrativa. La consideracin de érgano auténomo ‘marca su separacin estructural y organizativa con el Poder Judicial aun cuando sus funciones sean conjuntas. En nuestro medio, luego de pro- mulgada fa Constitucién de 1993, no ha existi- do cuestionamiento sobre ia naturaleza juridica del Ministerio Pablico, De ser una institucién integrada en el Poder Judicial, pasa a ser un or. gano anténoma de aquél y asi ha sido aceptada. En tal sentido, se puede afirmar que el M. P. se distancia de las consideraciones que sobre la mis- ma institucién han regulado las legislaciones de suentorno El Ministerio Pablico no constituye otro Poder de! Estado pero esta investido de amptias facultades de control de la legalidad y de defen- sa del interés piblico. Ello exige, consecuente- mente, que se encuentre dotado también de la 26 Ibid. Pabio Séuchez Velarde suficiente autonomia organizativae independen- cia funcional, tanto desde el punto de vista ex- terno como interno, Contrario sensu, no podri cumplir con ias misiones constitucionalmente conferidas. 4, Cardcter requirente del Ministerio Publico El Ministerio Pablico no ejerce funcién ju- risdiccional. No puede ser considerado como

S-ar putea să vă placă și