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SET/NOV 2007 WWW.MIDOEDITORES.

COM PRL 11

Las ciudades del yagé


Michael Taussig
The Yage Letters Redux talismo. La sangre y la esencia de muchas
razas te atraviesan —negra, polinesia,
de William Burroughs mongol, nómada del desierto, políglota
y Allen Ginsberg del cercano este, india— y “pasan por tu
cuerpo rostros todavía no concebidos o na-
City Lights Books, 2006, 180 pp., cidos, combinaciones aún no realizadas”.
US$ 13,95 Es este viaje que ocurre dentro y más allá

¿
del cuerpo que constituye la Ciudad-Mon-
Por qué será que la gente que taje (ahora con mayúsculas) “donde todos
toma yagé ve ciudades —y no solo los hombres posibles se dispersan en un
los viajeros urbanos sino también gran mercado silencioso”.
los indios de las selvas que jamás Todas las casas de la ciudad se juntan. Ca-
pusieron los pies en una—? Esto me sas de tierra con mongoles que parpadean
preguntaba una vez tras otra durante mi en umbrales humosos, casas de bambú y
relectura de The Yage Letters Redux, de madera de teca, casas de adobe, piedra y
William Burroughs y Allen Ginsberg. Pu- ladrillo, casas del Pacífico Sur y maoríes,
blicado por vez primera en inglés en 1963 casas sobre árboles y sobre barcos, casas de
en un volumen delgado, negro, con un madera de cien pies de largo que albergan
chamán ilustrando la cubierta, su rostro tribus enteras, casas hechas de cartones
grabado en vibrantes trazos blancos, aca- viejos y chapa, donde los ancianos se sien-
ba de reeditarse al doble de su volumen, tan sobre alfombras podridas para hablar
con magníficas notas y una exhaustiva unos con otros mientras cocinan. Alcohol
introducción firmada por Oliver Harris, de quemar, gigantes estructuras de hierro
quien antes había editado las cartas que oxidado que se alzan sobre ciénagas y
Burroughs escribiera entre 1945 y 1959. basurales a doscientos pies de altura, con
peligrosas divisiones construidas en plata-
La ciudad-montaje formas de varios niveles y hamacas que se
Con justa razón, en su introducción a The balancean sobre el vacío.
Yage Letters Redux Harris llama la atención La Ciudad-Montaje, “un lugar donde el
sobre lo que Burroughs refiere, en dos pasado desconocido y el futuro emergente
cartas a Allen Ginsberg, como “la ciudad- se unen en un zumbido sordo. Entidades
montaje”, cuya primera mención aparece La imagen que lo une todo, la protoescena de El festín desnudo. FOTO NICOLAS TIKHOMIROFF larvales esperando una forma de vida”.
en una carta fechada el 28 de febrero de - MAGNUM
1953 en el Hotel Niza de Pasto, aludiendo Una ciudad india
a lo que él considera una experiencia frus- Colombia, Estados Unidos y Europa —vale es que debe siempre administrarse en ri- Mi amigo Florencio, indio ingano que
trada con yagé en la región del Putumayo la pena destacar que los mismos lugare- tuales estructurados sobre encantamientos vivía sobre el río Caquetá en las tierras
de Colombia, cerca del pueblo montañoso ños, indígenas entre ellos (especialmente y cantos a los espíritus. bajas putumayas de Colombia, me relató
de Mocoa. chamanes), son con todo, y mucho antes Tal vez tomar yagé estando solo le per- en español una experiencia similar con
“Esa noche —escribe Burroughs— tuve que Burroughs, escépticos con respecto a mitía a Burroughs hacer de su propio la ciudad. Eran los comienzos de los años
un sueño intenso, a colores, de una selva los chamanes. chamán, por así decirlo, acomodando su ochenta; estábamos conversando en la casa
verde y un atardecer escarlata. También Cuando se habla de magia, la fe y el indiferencia hacia el ritual en favor de un de un chamán cerca de Mocoa, un pueblo
soñé con una ciudad-montaje que me escepticismo van atados. En el caso de abordaje farmacológico del alucinógeno, pequeño a los pies de unas altas pendien-
era familiar pero que no pude identificar. Burroughs, el escepticismo lo aporta él abordaje que fomentaba el profesor de tes que conectan con la ciudad montañosa
Mezcla de Nueva York, ciudad de México mismo, y la fe la proveerá el yagé: cuando etnobotánica de Harvard Richard Evans de Pasto —la más importante del sur co-
y Lima, que para entonces ni siquiera co- el yagé funciona puede realmente darte Schultes, una especie de boy scout maduro, lombiano— por un tortuoso camino en
nocía. Estaba parado en la esquina de una vuelta (no olvidar que el efecto del yagé es nexo entre Burroughs y el mundo del yagé zigzag que luego de una subida empinada
calle ancha por donde pasaban coches, y notoriamente variable). Luego de aquella del Putumayo. Schultes, figura clave para pasa por el valle Sibundoy, hogar de tantos
había un parque vasto y abierto más abajo primera experiencia frustrada, Burroughs el gobierno de los Estados Unidos en la indígenas inganos y kamsas. Fue en ese
en la distancia. No puedo decir que estos quedó muy impresionado con los poderes búsqueda de caucho amazónico durante valle donde se establecieron en 1901 los
sueños tuvieran alguna relación con el del yagé, poderes que nutrieron su escri- la Segunda Guerra Mundial, tenía un in- frailes capuchinos de Igualada —localidad
yagé. Se supone que al tomar yagé se ven tura por el resto de su sorprendentemente terés por los alucinógenos naturales que de las afueras de Barcelona, España— para
ciudades”. larga vida. no parece independiente del gobierno tomar control de un enorme tramo del
Y se refiere al chamán como “un viejo Ciertamente ya no habla de estafas la norteamericano –detalle que Burroughs Amazonas que hasta ese momento había
farsante y borracho”, a quien vio por pri- segunda vez que ve una ciudad, como se pierde no obstante su recelo acerca del tenido escaso contacto con la Iglesia.
mera vez “cantando sobre un hombre con lo cuenta en una carta a Allen Ginsberg, Estado y su propensión a controlar mentes Florencio tendría unos sesenta y cinco
evidentes signos de malaria”. Burroughs fechada el 10 de julio de 1953. Esta vez a través de las drogas. años cuando hablamos. Alguien me dijo
puede ciertamente ser un jodido, un real el hombre está totalmente afectado. Ha En una carta a Ginsberg desde Lima se que murió algunos años después por exce-
pedante. Por supuesto sabía que era ma- tomado yagé más o menos seis veces en percibe un cambio importante en la voz so de cocaína. O, más probable, de bazuco,
laria. Por supuesto sabía que el chamán los pasados cuatro meses, y con audacia y el tono de Burroughs si se les compara un derivado de la cocaína. Durante su
era un borracho. Y por supuesto estaba increíble ha transportado un poco desde con los de cartas anteriores. Esta parece juventud, en 1932, había transportado ga-
dispuesto a rebajar a los chamanes a la ca- Pucallpa a Lima, donde, al menos esto es firmada por el mismísimo yagé. El Yo se ha solina en piraguas desde Umbría a Puerto
tegoría de roñosos estafadores. Aunque en lo que dice, se lo toma él solo. Lo que me diluido en un movimiento transformador Asís para abastecer al ejército colombiano
cierta forma esto es un alivio en compara- sigue pareciendo difícil de creer, abundan- protoplásmico. en la guerra contra el Perú. Era la primera
ción con la deslumbrada exaltación de hoy tes como son las historias sobre los peligros Lo primero que se pierde es el equilibrio. vez que soldados de una nación-Estado se
por parte de los visitantes de ciudades de del yagé —como señala Allen Ginsberg—, El cuarto vibra a causa de un feroz orien- aventuraban en el Putumayo, fuera de los
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españoles del siglo XVI en busca del mítico van formando una calle. Siguen apareciendo, qué estaba allí, dijo que había ido para pasa a ser un cadáver desollado. Burroughs
El Dorado y quizá alguno que otro soldado algunos bailando a su propio ritmo, otros si- conocer, saber, ponerse al tanto. “Pero si se tiró al suelo. “A veces se caía al piso”,
inca siglos antes de la Conquista–. Floren- guen otra música. Aquí, se cubren con diferen- tú ya sabes”, le dijeron, y lo bendijeron y le continúa Ginsberg, “estaba tan poseído
cio había servido a los frailes capuchinos tes plumajes, todos llenos de espejos —gente, dieron el poder de hacer buenas obras al con las payasadas de su imaginación que
como sacristán en Puerto Limón, y toda su gente del yagé—, con collares de dientes de regresar a su tierra. las imágenes le llegaban casi tan automá-
vida había sido un ávido bebedor del yagé tigre, y abanicos que curan, y todo cubierto de Es en esa ciudad, en la que cada cuarto ticamente como en una película”.
que le daban los chamanes. oro. Es hermoso. Y siguen llegando y llegando, contiene su propia pinta y su música,
Alrededor de 1960 había asistido a un siempre cantando. donde aquellos seres parecidos a chama- Dentro de la imagen
chamán de Puerto Limón en la curación de Entonces aparece un batallón del ejército. nes con plumas y espejos, que él llama “la Entrar en una imagen debe de ser una de
una mujer que sufría de dolores de cabeza. ¡Qué lindo! ¡Cómo me gusta! No estoy muy gente del yagé”, se convierten en soldados las experiencias más fascinantes en la vida
Tomaron yagé. Al tercer vaso Florencio seguro de cómo visten los ricos, ¡pero los sol- danzantes; es en ese punto que él quiere de una persona. Para Nietzsche, de esto se
empezó a tener visiones. Vio ángeles ba- dados de este batallón van vestidos mejor que levantarse y bailar junto a ellos. Entra en trata justamente el momento dionisíaco, y
jando del cielo para poner cristales sobre cualquiera! Llevan pantalones y botas hasta la la visión, o al menos lo intenta. “Y luego el para Walter Benjamin es algo comparable
su frente, que captarían la esencia de la rodilla de oro puro. Todo es oro, todo. Llevan chamán… con el cuadro, percibe que estoy al cine o a la concentración con que miran
enfermedad y le otorgarían así el poder de armas y marchan. Y yo quiero levantarme… intentando ponerme de pie para unirme los niños las ilustraciones coloreadas de los
curar; sobre su pecho, para que fuera bue- para poder cantar con ellos, y bailar con ellos, a ellos, para cantar y bailar con ellos tal y libros infantiles.
no con las personas y no hiciera mal; en las yo también. Luego el chamán… con la pinta como estamos viendo… Viendo esto son Florencio nos cuenta que la imagen en
manos y en la boca, “para poder hablar con [imagen], anticipa que intento ponerme de capaces de curar, ¿no?”. la que está entrando, transmitida por el
cualquiera, para hablar con propiedad… pie para unirme a ellos, para cantar y bailar Siento que al decirme esto él me está pa- chamán, cura brujerías. ¿Acaso será esta
Y es esto lo que te revela el yagé”. con ellos tal y como estamos viendo. Y luego sando la imagen, y que yo al repetirla se la también la intuición que tuvo Burroughs,
Entonces los ángeles se esfumaron y en él, quien da el yagé –es decir, el chamán– lo estoy pasando a ustedes. transmitirnos imágenes que puedan curar
su lugar apareció otra visión o “pinta”, sabe todo y se queda ahí callado, ¿sabiendo, los equivalentes modernos de la brujería,
como él la llamaba. La habitación se llenó no? Y así es como aquellos que saben curar New York City tales como el control inconsciente que
de pájaros, muchos, pero esa visión tam- son informados. Porque al presenciar esto, son “Es la droga más poderosa que he proba- ejercemos mediante nuestros hábitos
bién pasó y le siguió lo que él llamó “otro capaces de curar, ¿o no? Y entonces le pasan do”, Burroughs le escribió a Allen Gins- mentales y los complots de los chismosos
tipo de cuadro”. este cuadro a la persona enferma. ¡Y la perso- berg. “Quiero decir, es la que más altera y del Estado? Para lograrlo, Burroughs
Y esto va formando una calle, ¿una ciudad, na se cura! Y le dije al chamán que me estaba los sentidos”. El yagé fue la simiente de hace uso intenso de asociaciones casuales,
no?, que cada vez se ve con más claridad curando, le dije: “¿Viendo esto, se aprende a El festín desnudo1, dijo Allen Ginsberg en pero también se destaca en su escritura la
y que contiene una visión distinta en cada curar?”. “Sí —me respondió—, al ver así, uno 1975, sin duda una de las más enérgicas saturación de color, empezando por las
cuarto mientras las melodías emanan de los puede curar, ¿no?”. y generosas invocaciones al modernismo particulares propiedades cromáticas que
ambientes más tranquilos. Así, quien primero Florencio entró en una casa. Había tres como montaje (al estilo Burroughs) algu- atribuye al yagé, como cuando, en El festín
aparece es una persona del valle Sibundoy. hombres de negro y detrás de ellos libros na vez realizada. desnudo, escribe en una serie de elipsis:
Otros llegan cubiertos de esas plumas que con cruces que vomitaban oro. Una ca- Sucedió justo después de que Burroughs “Notas de los efectos del yagé: las imágenes
llevan los chamanes que toman yagé… y así tarata de oro. Cuando se le preguntó por volviera de Sudamérica, durante su estadía caen lenta y silenciosamente, como los co-
en casa de Ginsberg en la calle 7ª Este de la pos de nieve… Serenidad… Se caen todas
ciudad de Nueva York. Mirando por la ven- las defensas… Todas las cosas son libres de
tana trasera, que daba a la parte de atrás de entrar o salir… El miedo simplemente no
Sí, suscríbanme a PRL:
patios y ventanas de otros departamentos tiene lugar… Una hermosa sustancia azul
cruzados por escaleras de incendios y ten- fluye dentro de mí2”.
Suscripción individual: US$ 21 (Un año/6 números) dederos de ropa, Burroughs vio de repente Entre otras cosas ve un rostro azul, una
aquellas increíbles “ciudades-montaje” que pared azul y plantas que germinan desde
Suscripción individual para estudiantes: había visto tomando yagé, ciudades que lo unos genitales. No extraña que haya sen-
US$ 18 (Un año/6 números) asaltan a uno desde todas las esquinas y tido que el cuarto vibraba. En el apéndice
alturas de su obra, como lo ejemplifica el farmacológico del libro, Burroughs asegu-
Material de clase (mínimo 5 copias): título de uno de sus últimos trabajos: Ciu- ra: “Los destellos azules en los ojos son ca-
Semestre, US$ 7.50 (3 números) Año, US$ 12 (6 números) dades de la noche roja. Lo que es maravilloso racterísticos de la intoxicación con yagé 3”.
es que Ginsberg abre las persianas justo en A veces me pregunto si en sus viajes por
Suscripción PDF: Un año, US$ 15 el momento en que se forma el cuadro: la Sudamérica Burroughs no habrá visitado a
ciudad de Nueva York, el yagé y la imagi- los indios desana, lejos del Putumayo, ba-
nación desbordante de William Seward jando el Amazonas por el río Vaupes, tanto
Adjunto cheque a nombre de Mido Editores
Burroughs, artista de la representación. de hecho como imaginariamente —sobre
Cargar a mi tarjeta de crédito: “Lo actuó todo —diría Ginsberg—, que la alfombra mágica que provee el yagé—.
Visa Mastercard American Express Discover era lo que solía hacer en sus números”. En las largas conversaciones que sostuvo
Ginsberg recuerda que fue allí, en la calle Gerardo Reichel-Dolmatoff, antropólogo
7ª Este, donde Burroughs “tuvo una visión de Colombia, con el indígena Desana An-
repentina de las estructuras, la gran ciudad tonio Guzmán, en su oficina universitaria
de las estructuras de hierro que cuelgan en Bogotá, encontró que él también tenía
alto en el aire con hamacas que se balan- mucho para decir sobre el azul4. Según
______________________________ ______________
Número de Cuenta Expira cean y gente que trepa de un nivel a otro. Guzmán el azul es el color de la Vía Láctea,
Una sobrepoblada ciudad de armazones, situado en el medio entre el amarillo solar
donde la gente se almacena ganándose la y el rojo terrestre, o sea entre lo masculino
___________________________________________________________________ vida; tal y como viven hoy en las megaló- y lo femenino, entre el semen y la vida. El
Firma polis de calles cubiertas de basura; cuadras azul de los desana es esencialmente ambi-
con edificios arruinados; vagos reunidos en valente, dice Reichel. Es beneficioso si se le
Nombre____________________________________________________________ pandillas de motociclistas; ladrones, poli- asocia con el sol, pero también destructivo
Dirección ___________________________________________________________ cías, adictos y la CIA saliendo de zaguanes en sus asociaciones con el vómito, la putre-
y chantajeándose unos a otros”. facción y las heridas. El azul de la Vía Láctea
Ciudad ____________________________________________________________ Mirando por la ventana, Burroughs (un es lo que te espera si tomas alucinógenos:
Estado______ZIP _______Teléfono _____________________________________ famoso misógino) se convierte de repente
2
en uno de sus propios personajes, una vieja Naked Lunch, p. 130.
Email ______________________________________________________________ 3
desagradable que se estira en su balcón Naked Lunch, p. 283.
4
Enviar formulario a Mido Editores, 474 Central Park West, New York, NY 10025. para alcanzar la ropa lavada, y que luego Gerard Reichel-Dolmatoff, Amazonian
También puede enviarlo por fax o llamar al 212.864.4280, o suscribirse en nuestro Cosmos: The Sexual and Religious Symbolism
1
website: www.midoeditores.com William Burroughs. Naked Lunch, of the Tukano Indians, University of Chicago
Olympia Press, 1959. Press, 1971 [1968], pp. 45-52.
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conecta, rompe, transforma. No extraña do y, más aún, de toda la obra de Burroughs. damente justo en el instante en que puede era el mundo consciente, al que el pasado
pues que Burroughs sintiera una hermosa Lo que Burroughs hace, dijo Ginsberg, es ser reconocida y que nunca más volvemos se refiere como verdad, cuando miró por la
sustancia azul fluyendo dentro de sí. ver primero la ciudad de armazones y des- a ver”. En Tesis de filosofía de la Historia, ventana de la calle 7ª Este. En ese instante
Pero si hay un color sagrado, preferiría pués a esa mujer desagradable que recoge Walter Benjamin mantenía la esperanza conectó la ciudad de Nueva York con la
volver al escarlata y verde del sueño que la ropa que se transforma en cadáver, ante de una redención de las injusticias del selva de Colombia y Perú, del mismo modo
Burroughs tuvo la primera vez que tomó el cual ella agita los brazos frenéticamente. pasado mediante el recurso de penetrar en en que Florencio se conectó con la ciudad
yagé, cuando vio lo que él llamó “la ciu- Al igual que Florencio, Burroughs entra en esa imagen fugaz. Esto es lo que Benjamin de soldados-chamanes-danzantes. Tanto
dad-montaje”. Yo escogería no el azul sino la imagen y se convierte en aquella vieja escribe a partir de lo que él llamó “el estado Burroughs como Florencio bregan por
el verde, el verde de la envidia que da pie a desagradable que sacude los brazos ante el de emergencia” y lo que yo, luego de mis representar y fusionarse con lo que ven. Se
la brujería y que es en sí mismo el color del cadáver que se balancea en las escaleras de experiencias con yagé, llamo “el espacio zambullen dentro de la imagen que, como
yagé, aunque, para ser honestos, el yagé incendio que penden del cielo. de la muerte”, refiriéndome a la conquista dijo el chamán, es lo que cura las brujerías,
—como todo lo que es sagrado— no es de El chamanismo, sostengo, es la otra cara española con toda su violencia y sus bruje- imagen que experimentan como una visión
ningún color; es de ese negro del que ema- de la moneda de la menstruación y del em- rías entre españoles, africanos e indígenas extática concentrada en la ciudad. Porque,
nan todos los colores. El yagé es una planta barazo. Lo masculino y lo femenino yacen del Nuevo Mundo. ¿qué es la ciudad? Al parecer, un espacio
trepadora —¿qué otra cosa podía esperar- en el centro del sistema que Burroughs, un Es indudable que tanto Benjamin como fantástico, como un bosque encantado en
se?—. Se abre paso contorsionándose para hombre valiente y apasionado, hilarante Burroughs escriben desde un “estado de el que puede suceder cualquier cosa, y sin
un lado y para otro en las profundidades en sus referencias a la homosexualidad emergencia” y sin embargo, por lo que yo embargo un lugar al que la historia mun-
negras y húmedas de la selva, donde se es- masculina, no podía ver aunque estuviese sé, Burroughs jamás leyó ni una palabra de dial le ha concedido la suficiente carga
conde gracias a sus retortijones y a su color tan cerca. Ni siquiera lo vislumbraba. Has- Benjamin. Es divertido imaginárselos con- ideológica y matices como para proveerlo
oscuro moteado. En el ritual de preparar el ta el momento en que miró por la ventana versando, tal vez en una de las “caminatas a uno de imágenes a lo largo de una vida
yagé para un chamán —invariablemente de la calle 7ª Este aquella Ciudad-Montaje, coloridas” de Burroughs que arrancaban en y más aún —ciudad como en ciudadano,
un hombre—, los indios añaden a la pasta hirviente masa de pecado incipiente, que el Hotel Beat de París. Aunque podríamos civitas, ciudad de ciudades, es decir Roma,
obtenida lo que ellos creen que es el ele- aparecía ante sus ojos justo cuando él se también denominarla “caminata urbana”, que estableció nuestras leyes y con ellas la
mento femenino: las hojas de chagropan- desplomaba sobre el piso. evocando así el tema central del pensa- civilización—. Palabra y categoría que Es-
ga, oscuras y apenas rayadas, con forma miento de Benjamin en su madurez, lo que paña (invadida por Roma) usó para separar
de corazón. Sin estas últimas no hay pinta La ciudad soñada de colportage él llamó colportage y que hace referencia a los ciudadanos de los indios del Nuevo
posible —como dicen los indígenas—, y El cuerpo (Burroughs) y la muerte (Gins- a la síntesis del montaje cinematográfico, Mundo, lo racional de lo irracional, consi-
la pinta se refiere aquí al cuadro, a lo que berg) se destacan en The Yage Letters. ese caminar por la ciudad hasta perderse derado más animal que humano. Y mucho
nosotros llamamos “alucinación”, una Doblegado por las náuseas en su primera en ella como un flaneur, todo bajo una per- antes que los españoles, también el rey inca
palabra que resulta más fácil de usar que alucinación real con yagé, Burroughs se cepción maravillosamente alterada, como tenía su ciudad en las tierras más altas, des-
de comprender. Pero allí está, claro como lanza hacia la puerta, pero apenas si puede ocurre cuando se toma hachís, peyote y de donde sus hombres bajaban hasta las
el agua: una pinta es lo que es crucial, y es caminar. No tiene coordinación. Sus pies opio. Colportage es el principio operativo selvas, sede del incesto, plumas brillantes y
pintura, o sea color. son como bloques de madera. Vomita con de la Ciudad-Montaje. chamanes con drogas poderosas.
En cuanto al rojo, se podría ver como un violencia y luego se queda atontado, como El último trabajo de Benjamin, el manus- Y esto parece ser razón suficiente para
anuncio de muerte el que una mujer emba- envuelto en capas de algodón. “Seres lar- crito de mil doscientas páginas publicado explicar por qué, cuando se toma yagé, se
razada o menstruando merodeara el lugar vales me pasaban por delante de los ojos en inglés bajo el título de The Paris Arcades, ven tanto ciudades como jaguares, pues la
donde el yagé es preparado (una arboleda en una bruma azulada, y cada uno de ellos es precisamente ese colportage: una serie ciudad se construye durante la conquista
semisecreta) o donde se bebe. No conozco soltaba un graznido obsceno, burlón… de fragmentos inconclusos, en su mayoría del Nuevo Mundo como una imagen que
un tabú más fuerte que este en relación Debo haber vomitado seis veces. Estaba citas, sobre el París decimonónico como se ramifica. Para experimentar lo que Bu-
con el yagé, tanto que estoy forzado a pen- en cuatro patas, sacudiéndome por los paisaje soñado del capitalismo y del cual el rroughs llama un viaje espacio-tiempo a
sar que el chamanismo y ser mujer son los espasmos de las náuseas. Escuchaba mis capitalismo despertará autotransformado. la Ciudad-Montaje hay que desplazarse en
dos polos de un mismo flujo de energía, y arcadas y gemidos como si fueran los de “El nuevo método dialéctico de hacer his- tiempo y espacio sobre la obra imaginativa
que en efecto ambos se suman para una otra persona”. toria —escribe Benjamin— se revela como de la Conquista, del mismo modo en que
misma y única cosa; uno es valorado como Allen Ginsberg pulsa otra cuerda, más el arte de experimentar el presente como Benjamin yuxtapone el sueño con el des-
el polo positivo, el otro es el negativo. Sin próxima a la idea —de “inspiración pro- un mundo consciente, un mundo al que de pertar como una clave y una modalidad
embargo, esta valoración es falaz, porque fana”— que Walter Benjamin desarrolla verdad se refiere ese sueño que llamamos poco explorada dentro de la historia mo-
al chamanismo se le atribuyen tantas fuer- en su ensayo sobre surrealismo de 1929, pasado. Atravesando y llevando consigo lo derna. Y no pasemos por alto el hecho de
zas negativas y de riesgo, inclusive la pro- donde de hecho celebra las picaduras de que ha sido recordar el sueño5”. que existía la creencia de que los indios
pia muerte, como a la menstruación y al mosquitos y el vómito incontrolable que No puedo dejar de preguntarme si toda de las selvas donde Burroughs tomó yagé
embarazo, que en sí mismos pueden verse provoca el yagé. Aunque al principio se esta superposición de cine, drogas y cami- también tenían ciudades que eran gober-
como positivos si se piensa en el misterio irrita, luego acepta que lo piquen, pues esto natas por la ciudad —este colportage— es nadas por El Dorado, el hombre dorado,
de la creación de la vida. Así creo que tiene le permite sentir que su cuerpo se expande precisamente lo que Burroughs sintió que quien fuera visto por última vez bailando
sentido pensar el chamanismo —según lo en el universo. Junto con los ladridos de con plumas y espejos en la ciudad sobre
5
he experimentado en persona— como el perros y el croar de ranas, sus quejas pasan Walter Benjamin, The Arcades Project, p. 389. la colina.
equivalente masculino, por así decirlo, de a formar parte de la canción del Gran Ser,
aquellos poderes femeninos que en sí mis- que anuncia que también él tendrá que
mos, por ende, pueden considerarse igual convertirse en mosquito cuando el mundo
de “chamánicos”. (Cito un ejemplo: en una se vomite a sí mismo.
oportunidad durante los años setenta viví Por otro lado, cuando Burroughs se sien-
en una casa junto al río Guamuez con in- te amenazado se refugia en la pseudofar-
dígenas kofanes. Se decía que la suegra del macología y toma barbitúricos con nota- “Una estupenda noticia”
chamán, viuda de un chamán ella misma, ble sangre fría, logrando soltarse mediante
Abelardo Oquendo en La República de Lima
tenía poderes chamánicos como preparar lo que él dio en llamar el método del mal
una cerveza que atraía a los animales que comportamiento, que es justamente lo
serían sacrificados –ella ya había pasado que le prescribe a Ginsberg para combatir
por la menopausia–). su terror a perder el alma y que no es otra
¿Acaso algo de esto aparece en The Yage cosa que la Ciudad-Montaje. “Un lugar
Letters? Bueno: Burroughs se ve convertido donde el pasado desconocido y el futuro
en una negra, y luego en un negro cogién- emergente se unen en un zumbido sordo.
dose a una negra, y Allen Ginsberg se en- Entidades larvales esperando una forma
frenta con la muerte en el ojo de una vagina de vida”.
sagrada, todas imágenes muy fuertes por Comparemos con Walter Benjamin. “La
cierto. Pero la imagen que lo une todo, me verdadera imagen del pasado discurre
parece, es la Ciudad-Montaje de la calle 7ª volando. Únicamente podemos asir el pa-
Este, que es la protoescena de El festín desnu- sado en una imagen que se proyecta rápi-

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