Sunteți pe pagina 1din 16

ÍNDICE.

I. INTRODUCCIÓN.
II. EL SOL.
2.1. Composición y estructura del Sol.
2.2. Evolución solar.
III. LOS PLANETAS.
3.1. Planetas interiores.
3.2. Planetas exteriores.
3.3. Plutón.
IV. OTROS COMPONENTES.
4.1. Asteroides.
4.2. Cinturón de Kuiper.
4.3. Nube de Oort.
4.4. Heliopausa.
4.5. Cometa.
4.6. Polvo y gas interplanetario.
4.7. Basura espacial.
4.8. ¿El décimo planeta?
V. MATERIAL DE APOYO.
VI. BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA.
I. INTRODUCCIÓN.

L
a incesante expansión del universo prosigue con la tarea de la
creación. Todo se inició, desde el punto de vista científico, con la
gran explosión de un átomo (huevo cósmico) que se denominó
“Big Bang”, el cual contenía no sólo lo referente a la materia, sino
también el tiempo y el espacio. Datos aproximados reflejan para el
universo que este destacado hecho aconteció entre 13500 y 15500
millones de años atrás. Continuamente aparecen nuevos elementos
como planetas, estrellas, sistemas enteros, por lo que nunca llegaremos
a acabar de descubrir la inmensidad oculta del universo.
Entre los múltiples misterios relativos al universo se encuentra el
origen de nuestro planeta, y por tanto, de todo el Sistema Solar. Éste
pertenece a la Vía Láctea, nuestra galaxia, don coexisten otros sistemas
estelares. Nuestros conocimientos actuales no nos develarán ninguna
información relevante, pues la misión es embarcarnos en la situación
actual del sistema del que procedemos.
Desde un punto de vista amplio, podemos describir el Sistema
Solar como el conjunto de nueve planetas, una estrella, demás satélites,
y polvo y gas interestelar; y es en este punto en el que queremos hacer
hincapié, en la variedad de astros y componentes a los que se les resta
importancia.
Las distintas teorías ofrecidas para explicar el origen del Sistema
Solar han sido varias, pero algunas no gozan de suficiente fundamento,
por lo que muchos científicos, astrónomos, matemáticos, filósofos, etc.,
Han intentado explicar el origen del Sistema Solar. Algunas de ellas
proponen la idea de una hipótesis nebular. De acuerdo con dicha
hipótesis una nube de gas se fragmentó en anillos que se condensaron
formando los planetas. En la actualidad muchas de estas ideas se han
replanteado, pero con nuevas propuestas, tal vez cimentadas sobre
bases más sólidas. Así se nos presentan las siguientes teorías, en la que
muestran la conexión entre la formación de todo el Sistema Solar con la
formación del Sol hace unos 4.700 millones de años. La fragmentación y
colapso de una nube de polvo y gas provocaron la condensación de

3
parte de ésta en el centro, dando lugar al Sol, y también separando los
materiales según la proximidad al astro, creando los planetas. Pero la
teoría que cobra mayor aceptación es la de la explosión de una
supernova, dando lugar a la abundancia de estrellas múltiples y, por
tanto, de nuevos sistemas estelares.
Volviendo al tema de los astros, no queda más que decir que el
Sol, cuya función es la de proporcionar luz y calor a los planetas más
próximos, se localiza en el centro del sistema, y a su alrededor giran
nueve planetas, cada cual con sus características y encantos
individuales: Mercurio, el planeta más propicio para los frioleros; Venus;
la Tierra, el planeta de la vida; Marte, el planeta rojo; Júpiter, el hermano
mayor; Saturno, el de los “piercings”; Urano; Neptuno; y Plutón, el más
alejado y desconocido. Cada uno de estos planetas poseen
características distintas, como satélites, anillos, gases letales..., que los
hacen únicos e irrepetibles.
A continuación, intentaremos adentrarnos en el mundo de los
planetas, estrellas, satélites, y demás astros de nuestro sistema, el
Sistema Solar.

Vía Láctea
El Sistema Solar se encuentra en uno de los brazos espirales de la galaxia con forma de disco llamada
Vía Láctea. Esta fotografía muestra el centro de la Vía Láctea, a 30.000 años luz. En la imagen se ven
cúmulos de estrellas brillantes con áreas oscuras de polvo y gas.

4
II. EL SOL.

A
lo largo de la Historia, las distintas culturas han tomado al Sol
como objeto de culto o divino, debido a sus peculiares
características. Y es que ya en esas culturas primitivas se tenía
el conocimiento de la importancia propia del Sol para la vida. De no
existir el Sol, la vida (tal y como la conocemos) sería simplemente
imposible debido a factores tan amplios como la temperatura, la luz (por
tanto, la vida vegetal), y todo el conjunto vital.
El Sol es una estrella característica de tamaño y luminosidad
intermedios, o en términos sencillos, la única estrella existente en el
Sistema Solar, en torno a la cual giran los nueve planetas. Esto es
debido al efecto gravitacional de la masa de la estrella. La energía
desprendida por el Sol es un recurso poco apreciable pero de gran
importancia para nuestro planeta, y debemos saber que las órbitas de
los distintos planetas están delimitadas por la fuerza de atracción del
Sol. Es, por tanto, el rey del Sistema Solar.
2.1. Composición y estructura del Sol.
La energía solar se genera en las profundidades del astro, y al
igual que la mayoría de las estrellas se compone de hidrógeno en un
71%, de helio y una minoría de gases pesados. Cerca del centro del Sol,
la temperatura es de casi 16.000.000 K y la densidad es 150 veces la
del agua. Bajo estas condiciones, los núcleos de los átomos de
hidrógeno individuales actúan entre sí, experimentando la fusión
nuclear. Esto es debido a la combustión de dichos átomos, generando
una energía que se extiende a un 25% del radio solar por radiación.
En 1908 se descubrió que las manchas solares eran áreas frías de
la fotosfera que albergaban campos magnéticos fuertes. En
comparación con la densidad de flujo terrestre, la solar es de 0,25 teslas
(sabiendo que la de la Tierra es de 0,0001 teslas). Las manchas solares

5
se presentan en parejas, solo que en campos magnéticos opuestos. El
complejo modelo magnético asociado con el ciclo solar sólo se
comprobó tras el descubrimiento del campo magnético del Sol. Aunque
no se comprenden del todo, los fenómenos del ciclo solar parecen ser el
resultado de las interacciones del campo magnético del Sol con las
capas exteriores. El Sol gira una vez cada 27 días cerca del ecuador,
pero una vez cada 31 días más cerca de los polos. Gran parte del campo
magnético está fuera de las manchas solares. La ausencia de
penetración del campo magnético del Sol añade complejidad, diversidad
y belleza a la atmósfera exterior del Sol.
La atmósfera solar exterior que se extiende varios radios solares
desde el disco del Sol es la corona. En los años cuarenta se descubrió
que la corona es mucho más cálida que la fotosfera. La corona, que se
extiende desde justo encima de la cromosfera hasta el límite con el
espacio interplanetario, tiene una temperatura de 1.000.000 K. La
búsqueda del mecanismo por el cual la energía llega a la corona es uno
de los problemas clásicos de la astrofísica. Todavía está sin resolver,
aunque se han propuesto muchas explicaciones. Las recientes
observaciones del espacio han mostrado que la corona es una colección
de rizos magnéticos, y cómo se calientan estos rizos se ha convertido en
el foco principal de la investigación astrofísica. El campo magnético
también puede retener material más frío encima de la superficie del Sol,
el cual a veces entra en erupción.
Cuanto más lejos está del Sol, el campo magnético es más débil
y, por tanto, el material gaseoso puede ser arrojado al espacio exterior.
El flujo constante del material arrojado desde la corona es conocido
como viento solar y suele llegar de las regiones denominadas agujeros
de la corona. Debido a la rotación solar, estas corrientes de viento solar
se repiten cada 27 días.
2.2. Evolución solar.
Durante sus primeros 50 millones de vida, el Sol se contrajo hasta
su tamaño actual. La energía liberada calentó el interior hasta que éste

6
estuvo suficientemente caliente, la contracción cesó y comenzó la
combustión nuclear.
Cuando se gaste el combustible del Sol (sobre unos 4500 millones
de años), éste cambiará: primero se convertirá en una gigante roja, con
una temperatura inferior pero con una iluminación 10.000 veces mayor
a la actual. Sin embargo esta situación únicamente durará 500 millones
de años, convirtiéndose el Sol en una enana blanca, al contrario que las
grandes estrellas, dando lugar a grandes explosiones (las denominadas
supernovas).
El Sol tuvo un mes de julio del pasado año algo turbulento. El día
23 se registró la más potente de cuatro grandes erupciones que se
produjeron durante ocho días. Las explosiones en la atmósfera de la
estrella son un fenómeno que los astrólogos siguen con especial
atención, porque pueden afectar a los sistemas de alta tecnología de la
Tierra.

7
III. PLANETAS.

C
omo planetas (planeta = vagabundo) conocemos a los nueve
cuerpos celestes más importantes que están en órbita alrededor
del Sol y brillan, pero no con luz propia, sino con la de éste. La
principal diferencia entre planetas y asteroides, cometas o
meteroides reside principalmente en la órbita realizada, pues muchos de
estos últimos orbitan a su vez en torno a un planeta. El heterogéneo
grupo que componen los planetas se ve dividido en dos grandes grupos:
planetas interiores y planetas exteriores.
3.1. Planetas interiores.
Los planetas interiores son los más cercanos al Sol: Mercurio,
Venus, la Tierra y Marte. La característica general entre ellos es su
composición rocosa y su menor tamaño. También contienen alto
contenido en hierro. Su formación fue debida a la acción gravitatoria
generada sobre las nubes de polvo y gas, hasta verse condensadas en
un punto en el que adoptaron la forma sólida.
Mercurio.
Es el planeta más cercano al Sol con una breve órbita alrededor
del astro. De superficie abrupta y rocosa, no refleja la luz solar. Su
atmósfera, casi imperceptible, está compuesta por átomos de sodio y
potasio desprendidos de su superficie. Ésta está llena de cráteres y
surcada por grandes fracturas, y presenta grandes variaciones de
temperatura (-180ºC, 430ºC). La fuerza de gravedad es un tercio de la
de la Tierra. En 1991 se descubrieron grandes extensiones de hielo en
las regiones polares de Mercurio hasta entonces desconocidas.
Venus.

8
Como segundo planeta, también es el más brillante de todos, y al
igual que la Luna muestra distintas fases. Venus está rodeado de nubes
y de una atmósfera densa que dificulta su estudio. Ésta se compone de
dióxido de carbono, al igual que las nubes de ácido sulfúrico. El agua y
vapor de agua son inexistentes, debido un posible efecto invernadero
que evaporó los océanos. Así, estos átomos podrían haberse perdido en
el espacio, mientras que otra posibilidad sería la escasez de agua en la
superficie. La temperatura en el lado diurno es de 40°C y las del lado
nocturno de -170 °C. Pero en la superficie alcanza los 477ºC, la mayor
de todo el Sistema Solar. Se ha podido observar actividad volcánica en
Venus, grandes corrientes de lava solidificada y una amplia serie de
cráteres meteóricos. También da muestras de actividades geológicas
contra la erosión.
Tierra.
La Tierra es, sin duda, el planeta de la vida, debido a una serie de
circunstancias que se dan en él, y sin las cuales sería imposible vivir.
Entre ellas se encuentran la existencia de agua abundante en estado
líquido, atmósfera con oxígeno y una temperatura ideal para la vida.
Además, posee un satélite natural conocido como la Luna, y que da
muestras de haber recibido colisiones de cometas desde el principio de
la Historia de nuestro sistema. La Tierra está dividida en varias partes: la
atmósfera, formada por un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y más
gases; otra parte es la hidrosfera, compuesta por océanos, mares, ríos,
etc.; la litosfera, que es la parte sólida y terrestre, compuesta por rocas
en su mayoría, aunque también contiene otros elementos; por último, el
manto y núcleo, en el interior terrestre, formados por hierro, magnesio y
silicio. Gracias al flujo existente en esta zona, el relieve terrestre está
continuamente cambiando. Aparte, la Tierra también sufre los cambios
de la especie humana, lo que está dejándola en una situación precaria.
Marte.
Conocido como el planeta rojo, Marte es el último de los planetas
interiores, pero no está solo, pues posee dos satélites: Fobos y Deimos.
La superficie marciana presenta tonos rojizos con reflejos y tonos más

9
oscuros, todo esto debido a la oxidación y corrosión de ésta. Los veranos
son cortos y calurosos, mientras que el invierno es su contrario. Existen
cascos polares de nieve o escarcha. Aparte de las nubes de CO2, existen
otras neblinas y nubes de hielo, aparte de otras amarillentas debidas al
polvo levantado. La atmósfera está formada por CO2 y demás gases.
Existen grandes variaciones de temperatura, de 17ºC a –33ºC. En
verano Marte se oscurece debido a las corrientes de polvo fino, creando
un gran espectáculo. En Marte no existen las cadenas montañosas
terrestres, pues no hay placas tectónicas. Es, sencillamente, un gran
desierto.
3.2. Planetas exteriores.
Tras los planetas interiores se extiende un cinturón de asteroides
que los separa de los otros cinco. Los planetas exteriores son los cuatro
siguientes, es decir, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Sus principales
características son el mayor tamaño, y que están compuestos
principalmente de hidrógeno, hielo y helio.
Júpiter.
Júpiter es el mayor de los planetas. Su atmósfera de hidrógeno y
helio contiene nubes de color pastel, y su inmensa magnetosfera, anillos
y satélites (17 en total), lo convierten en un sistema planetario por sí
mismo. Pese a que su masa es superior al doble de los demás planetas
juntos, su densidad es una cuarta parte de la terrestre, por lo que su
composición es principalmente gaseosa (hidrógeno y helio). Las bandas
que se ven en Júpiter se deben a las fuertes corrientes atmosféricas.
También se divisa la llamada Gran Mancha Roja, formada por la luz
ultravioleta, las tormentas y el calor. La temperatura es superior bajo la
atmósfera, de 14ºC (máxima) en la superficie de las nubes. Júpiter tiene
17 lunas, algunas de ellas con atmósferas y de tamaño mayor que otros
planetas. A estos satélites se les desprenden partículas que se
condensan formando los anillos.
Saturno.
Saturno rivaliza con su vecino Júpiter, con una estructura de
anillos más complicada y con mayor número de satélites (18, y seis

10
nuevas lunas no reconocidas aún), entre los que se encuentran algunos
con densas atmósferas. Éste es un planeta de aspecto amarillento,
compuesto por hidrógeno. El peso de la atmósfera ejerce presión,
haciendo que éste se condense adquiriendo aspecto líquido, y en el
núcleo, hidrógeno metálico junto con más elementos pesados,
conductores eléctricos. De aquí proceden las intensas corrientes
eléctricas. Las temperaturas sobre la nube de Saturno se encuentran
entre –176 y 23ºC. Saturno aparenta tener menos anillos de los que
posee, pero los tamaños y longitudes tan variados hacen que a su
alrededor dancen más de 100.000 pequeños anillos. Se componen de
hielo, gases helados y fragmentos de rocas. Los satélites presentan gran
variedad, pues abarcan desde cráteres, atmósferas,... hasta bandas
brillantes.
Anillos de Saturno
Los anillos de Saturno son
unas bandas muy anchas y
muy planas formadas por
fragmentos de rocas, hielo
y gas helado. Hay más de
100.000 bandas que giran
y forman los anillos que se
ven con los telescopios
desde la Tierra. La división
Cassini, entre los anillos A
y B, tiene unos 4.800 km.
de ancho. El Voyager 2
captó esta imagen,
ampliada posteriormente
por ordenador desde una
distancia de 8,9 millones
de km. cuando, en 1981,
pasó por este planeta.

Urano.
Pese a que Urano por sí mismo tiene poco que contar, contiene el
mayor número de satélites conocidos hasta el momento, además de
varios anillos. El planeta aparece como un disco verde azulado con un
pálido contorno verdoso. La atmósfera de Urano está compuesta
fundamentalmente de hidrógeno y helio, con algo de metano. Sorprende
que en relación con su masa (14,5 la de La Tierra) su campo magnético
sea prácticamente el mismo. En un principio se creía que los anillos de
Saturno eran cinco, pero en la misión del Voyager 2 se descubrieron
cuatro más. Posteriormente comenzó el descubrimiento de sus satélites,

11
llegando a la impresionante cifra de 21 lunas, con todo tipo de colores y
tamaños, llegando a los escasos 40 km. de diámetro.
Neptuno.
El descubrimiento de Neptuno se puede considerar una predicción.
Comprobando las órbitas de Urano y sus satélites se podían observar
desviaciones, así que midiendo aproximadamente y con cálculos
matemáticos se pronosticó la existencia de un nuevo planeta. Al poco
tiempo dieron con él. Neptuno aparece como un pequeño disco azul
verdoso sin marcas definidas en su superficie. Refleja un 84% de la luz
que recibe. Pese a su temperatura de –218ºC, Neptuno puede poseer
una fuente interna de calor. Su atmósfera se compone de hidrógeno y
helio, pero también tiene una parte de metano, el cual le da su
sorprendente color azul. Neptuno tiene cinco anillos apenas
perceptibles, y dispone de ocho satélites, algunos con superficies de
géiseres que arrojan materia subterránea desconocida.
3.1. Plutón.
Pese a que se suele introducir a Plutón dentro de los planetas
exteriores del Sistema Solar, nosotros le dedicamos un apartado por una
serie de motivos que nos han hecho pensar que era conveniente.
Tampoco intentamos apartarlo de su actual categoría, la de planeta
exterior, ya que lo es, pero Plutón no es como el resto de los planetas
exteriores, con lo que un apartado explicatorio aclarará las dudas acerca
de esta separación. Plutón no es, al igual que el resto de los exteriores,
grande, sino todo lo contrario, más rocoso y se separa de estos por una
frontera natural, el cinturón de Kuiper, del que hablaremos en el
siguiente apartado.
De nuevo debido a las perturbaciones en la órbita de Urano, se
empezó una nueva búsqueda hasta dar con Plutón, pero se consideró
que su tamaño era insuficiente para producir dichas alteraciones. Los
datos conocidos sobre Plutón son pocos, muchos basados en
suposiciones. Éste es el planeta más pequeño del Sistema Solar, y su
órbita es tan excéntrica que en ciertos puntos se aproxima más al Sol
que Neptuno, pese a que no existe posibilidad de colisión. Plutón

12
solamente puede ser visto a través de grandes telescopios, con los que
se ha comprobado que es de color amarillento. Tiene una atmósfera
tenue, probablemente de metano, que ejerce una escasa presión sobre
la superficie. Plutón consta de una sola luna, Caronte. La peculiaridad es
que sus diámetros los convierten en el planeta y satélite de tamaños
más parecidos del Sistema Solar. Los posibles tamaños se han obtenido
por las continuas superposiciones entre ambos.
Un reciente estudio ha demostrado que Plutón, el planeta helado,
se calienta; en 2002 descubrieron que su temperatura subió dos grados
en los últimos 14 años. Algunos astrónomos lo atribuyen a su
vulcanismo, y otros a la órbita que describe, responsable de un
fenómeno similar al que ocurre en la Tierra; el calentamiento de los
materiales de la superficie con los años.

IV. OTROS COMPONENTES.

N
o hemos comentado hasta el momento nada acerca de los
otros elementos que componen el Sistema Solar. Una vez
comentada la importancia del Sol, los planetas y los satélites
toca hablar de los asteroides, meteoros, polvo interplanetario, etc. Para
ello separaremos cada uno en apartados distintos. No debemos olvidar
que estos también desempeñan diversas funciones en nuestro sistema y
que, por tanto, en relación con los ya conocidos, son totalmente
distintos.
4.1. Asteroides.
Los asteroides son pequeños cuerpos rocosos que se mueven en
órbitas, sobre todo entre las órbitas de Marte y Júpiter formando un
cinturón que marca la frontera entre los planetas interiores y los
exteriores. Los hay de muy diverso tamaño, de modo que los menores
que orbitan el Sol son llamados meteroides. Algunos de ellos colisionan
con la atmósfera terrestre y aparecen como rayos de luz, pasando a ser

13
meteoros. Los fragmentos rescatados se denominan meteoritos. Gracias
a la observación de los planetas y satélites como la Luna se han hallado
los efectos de un intenso impacto de asteroides al principio de la
Historia del Sistema Solar.
4.2. Cinturón de Kuiper.
El cinturón de Kuiper es una región en forma de disco situada más
allá de Neptuno, prácticamente marcando una frontera entre Plutón y el
resto de los planetas. Éste cinturón está compuesto de numerosos
cometas pequeños.
4.3. Nube de Oort.
La Nube de Oort es, en teoría, una capa esférica de cometas
situada hacia la mitad de la distancia entre el Sol y la heliopausa. Estos
cometas requieren un periodo de tiempo muy largo para describir una
órbita alrededor del Sol.
4.4. Heliopausa.
La heliopausa es la frontera entre el Sistema solar y el espacio
interestelar, o la zona en la que acaba la influencia solar. Se encuentra
situada supuestamente a 100 UA (cada UA equivale a 150 millones de
kilómetros).

4.5. Cometa.
Un cometa (del latín stella com, ‘estrella con cabellera’) es un
cuerpo celeste de hielo y roca, relativamente pequeño, que gira
alrededor del Sol. Cuando un cometa se acerca al Sol, parte del hielo se
convierte en gas. Este gas y partículas de polvo se desprenden y
originan una cola larga y luminosa que caracteriza a los cometas.
Destaca el cometa Halley, que visita el S. Solar cada 75 años.
4.6. Polvo y gas interplanetario.
El polvo y el gas interplanetario son pequeñas partículas
desprendidas de los cometas, puesto que estos están formados por
polvo y gases helados, sustancias que desprenden a medida que se
aproximan al Sol, o también formadas a partir de las colisiones entre

14
astros, meteroides, etc... El Sol está rodeado por tres anillos de gas
interplanetario. Uno de ellos, entre Júpiter y Marte, es conocido desde
hace tiempo como el origen de la luz zodiacal. De los otros dos anillos,
que se descubrieron en 1983, uno está situado a una distancia del Sol
de solamente dos anchos solares y el otro en la región de los asteroides.
4.7. Basura espacial.
Se denomina basura espacial (space debris) a cualquier objeto
artificial en órbita alrededor de la Tierra que ya no esté operativo. Esta
basura está formada por los satélites o cohetes fuera de uso, el material
no operativo liberado por operaciones espaciales y los fragmentos
generados por satélites o cohetes debido a explosiones o colisiones.
Debido a estos elementos, muchas de las misiones espaciales están
resultando auténticos fracasos, ya que los restos se interponen en el
camino de los satélites o cohetes, haciéndoles perder el rumbo o
colisionando contra ellos. Un ejemplo de basura espacial es el siguiente:
Era pequeño, y rotaba una vez por minuto. Se descubrió en
septiembre, y hasta que no entró en nuestra órbita no se supo
nada de él, así que se desataron las especulaciones: ¿Es una
nave extraterrestre?¿Un asteroide? El resultado fue menos
romántico, resultó ser un trozo de cohete Apollo 14 que lanzó la
NASA.

4.8. ¿El décimo planeta?


Desde 1982 se tenían noticias sobre un cuerpo en órbita alrededor
del Sol, pero hasta el pasado año no hemos podido reconocerlo como
planeta. Quaoar es el más importante de los últimos descubrimientos
por parte del mercado espacial. En 2002 se le dio el título de planeta, un
planeta menor que Plutón (diámetro de 1200 km.), con una órbita casi
perfectamente circular y del que los demás aspectos nos resultan
desconocidos.

15
V. MATERIAL DE APOYO.

5.1. Maqueta del Sistema Solar.


La finalidad es la de mostrar a pequeña escala una representación
aproximada del Sistema Solar, para poder también poner de manifiesto
las diferencias de tamaño entre los planetas.
5.2. Esquemas.
El Sol.
En esta representación se muestran las distintas partes del Sol.
Tabla planetaria.
Aquí se encuentran los principales datos de los nueve planetas del
sistema Solar.
5.3. Prácticas.

16
Para aclarar algunas de las dudas más frecuentes existentes acerca del
tema astronómico, hemos buscado una lista con cinco experimentos
adecuados a cada una de ellas.
 Estrella titilante.
 Retroceso.
 Cielo azul.
 Reloj estelar.
 Hacia adelante.

VI. BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA.


Enciclopedia Encarta 2002 multimedia.
Enciclopedia Larousse 2000 multimedia.
Revista Quo, nº 87.

17

S-ar putea să vă placă și