Sunteți pe pagina 1din 8

ARTÍCULO DE REVISIÓN

Psicoterapia e intervenciones terapéuticas en


sobrevivientes de lesión cerebral adquirida
Psychotherapy and therapeutic interventions
in acquired brain injury survivors
Christian Salas R.1

The place of psychotherapy in the rehabilitation processes of Acquired Brain Injury survivors is
reviewed in this article. The main difficulties that psychotherapy has found to validate itself as
a useful tool are summarized. The psychotherapy´s primary goals are to facilitate the adhesion
to rehabilitation and the emotional adaptation to physical, cognitive and behavioural changes.
Finally, some directives in the use of this clinical tool are enumerated, differentiating between
psychotherapeutic process and therapeutic interventions.

Key words: Acquired brain injury, holistic neuropsychological rehabilitation, psychotherapy,


therapeutic interventions.
Rev Chil Neuro-Psiquiat 2008; 46 (4): 293-300

“La enfermedad implica una contracción de la de las múltiples alteraciones cognitivas, afectivas
vida, pero tales contracciones no tienen por qué ocu- y conductuales que los pacientes presentan en su
rrir. Casi todos mis pacientes, o eso me parece, sean vida diaria (Tabla 1). En la actualidad, se deno-
cuales sean sus problemas, le tienden la mano a la mina de “orientación ambiental”3 a los progra-
vida, y no sólo a pesar de sus condiciones, sino a mas de rehabilitación que intentan establecer un
menudo a causa de ellas, e incluso con su ayuda”1. ambiente terapéutico que ayude a los pacientes y
sus familias a tomar conciencia de los déficits y a
trabajar colaborativamente en la remediación,

L a rehabilitación neuropsicológica de sobre-


vivientes de Lesión Cerebral Adquirida (LCA)
ha evolucionado en los últimos años desde un
compensación y adaptación emocional a la LCA.
Para Prigatano, la rehabilitación neuropsico-
lógica implica articular intervenciones en tres ni-
paradigma “clásico”, centrado en la remediación veles interactivos: a) facilitar la recuperación de
exclusiva del déficit cognitivo, a un enfoque funciones cerebrales alteradas por medio del
“holista”2. Esta perspectiva considera necesario reentrenamiento o uso de componentes no da-
abordar conjuntamente la compleja interacción ñados; b) disminuir la discapacidad y los proble-

Recibido: 25 de marzo de 2008


Aceptado: 10 de septiembre de 2008

1
Neuropsicólogo, Clínica de Neurorehabilitación Los Coihues. Docente Unidad Psicoterapia Dinámica Instituto
Psiquiátrico José H. Barak.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300 www.sonepsyn.cl 293


PSICOTERAPIA E INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS EN SOBREVIVIENTES DE LESIÓN CEREBRAL ADQUIRIDA

Tabla 1. Problemas recurrentemente abordados por un programa de rehabilitación neuropsicológico,


post agudo, de personas con LCA (Prigatano, 1986)

• Disminución del funcionamiento motor y psicomotor


• Disminución de la velocidad del procesamiento de la información
• Fluctuaciones en las habilidades atencionales y de concentración
• Impulsividad
• Irritabilidad y baja tolerancia a la frustración
• Comentarios sociales inapropiados
• Expansividad verbal y pensamiento tangencial
• Alteración en la percepción de comentarios y situaciones sociales con los respectivos problemas asociados de
depresión, rabia y paranoia
• Alienación de amigos, familiares y pareja debido a conductas inapropiadas, alterando el funcionamiento laboral,
marital y ocio
• Evaluación no realista de los déficits neuropsicológicos
• Alteración de la capacidad de nuevos aprendizajes
• Preocupación relativa a “cómo la vida solía ser”, con explosiones de ira, ideaciones suicidas y pérdida de interés y
motivación hacia el medio
• Expectativas irreales de parte de los amigos, familia, empleadores e incluso personal médico a causa de que el
paciente aparenta verse bien en la superficie
• Posible desenmascaramiento de problemas psiquiátricos no detectados antes de la LCA

mas de participación, mejorando la funciona- El problema de la psicoterapia con


lidad a pesar de la persistencia del déficit; c) abor- sobrevivientes de LCA
dar la experiencia subjetiva del paciente en rela-
ción a sus pérdidas, ayudándolo en reestablecer Si bien Alexander Luria y Kurt Goldstein, los
una vida que posea sentido a pesar de los efectos padres de la neurorehabilitación, describieron los
de la LCA4. problemas de personalidad y motivación de los
Si bien existe un notable progreso en el diseño sobrevivientes de LCA, nunca otorgaron un lu-
de intervenciones que apuntan a restituir funcio- gar relevante a la psicoterapia3. No obstante, en
nes cognitivas y disminuir su impacto cotidia- las últimas décadas, autores como Ben-Yishay,
no5,6, la comprensión psicológica de lo que signi- han destacado la importancia del control de res-
fica adaptarse a una LCA parece no haber pro- puestas emocionales9, y de la conciencia de si10,
gresado al mismo ritmo7. Este desfase tiene efec- en el desempeño laboral y resultado final de la
tos determinantes en el éxito de los programas rehabilitación.
de rehabilitación. Aunque las técnicas a utilizar Recientemente la literatura respecto a la efec-
para disminuir el déficit, o compensarlo, sean las tividad de la psicoterapia con sobrevivientes de
adecuadas, no podemos ignorar que los pacien- LCA ha crecido considerablemente11-19, no obs-
tes reaccionan personalmente a ellas; en ocasio- tante, la disponibilidad de servicios psicoterapéu-
nes se sienten felices de hacerlo, pero también ticos en las unidades de rehabilitación es aún es-
pueden sentirse frustrados de no poder funcio- casa7. Las razones que explican esta situación son
nar normalmente4,5. Es así que lidiar con el pro- de diversa índole. Judd, señala que esta resisten-
blema de la pérdida de la normalidad8, subra- cia es similar a la encontrada en ámbitos de tra-
yando la importancia de la experiencia subjetiva bajo con personas que poseen dificultades de
del paciente, parece ser un elemento determinan- aprendizaje, asumiendo que la “falta de inteligen-
te de los programas para maximizar la eficacia cia” deja al individuo como un lisiado emocional
de sus intervenciones. Inevitablemente este pun- incapaz de comprometerse con el proceso psicote-
to nos lleva al problema de la psicoterapia. rapéutico7. Otro supuesto apunta a la creencia

294 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300


CHRISTIAN SALAS R.

de que estos pacientes no podrían beneficiarse de dades cotidianas y existenciales de la personali-


la psicoterapia debido a sus permanentes pertur- dad de cada paciente.
baciones cognitivas, lingüísticas y afectivas7,18,21.
Según Prigatano, los clínicos de orientación neu- Particularidades en la constitución de
rológica o neuropsicológica han encontrado di- un motivo de consulta psicológico
ficultades en combinar el lenguaje de las funcio-
nes y estructuras cerebrales con la psicoterapia. Tanto en la etapa de rehabilitación hospitala-
Además, muchos psicoterapeutas parecen haber ria como ambulatoria, generalmente los pacien-
sobreestimado las diferencias entre personas con tes no suelen consultar espontáneamente por
y sin LCA, subestimando el grado en que un so- ayuda psicológica. Al inicio sus principales moti-
breviviente necesita enfrentar problemas psico- vaciones se centran en recuperar el movimiento
sociales como cualquier otro ser humano7. Final- de sus cuerpos y retomar su vida previa. Esto
mente, otro factor que parece influir en este esta- plantea un panorama particular respecto a la exis-
do del arte, es la multiplicidad de enfoques psico- tencia inicial de un motivo de consulta psicológi-
terapéuticos y la vaguedad de sus objetivos y mé- co. Sólo en la medida que transcurre el tiempo y
todos20. Debemos agregar que nuestra realidad la esperanza de restauración total se desvanece,
nacional suma factores como la persistencia de los pacientes comienzan a tener noticia de que su
un modelo médico y físico de la rehabilitación, cuerpo y mente funcionan de forma distinta, y
así como también la escasez de psicoterapeutas que tales cambios pueden llegar a formar parte
con una formación clínicamente flexible y de su nuevo ser. Para otros, la conciencia de este
neuropsicológicamente adecuada. cambio nunca llega, generando enormes dificul-
tades para restituir o compensar las alteraciones
La experiencia subjetiva o cognitivas y conductuales.
fenomenológica, el punto de partida Otro factor que influye en la emergencia de
un motivo de consulta son las dificultades pro-
La consideración de la experiencia subjetiva o pias del proceso de adaptación emocional que
fenomenológica es un lugar común en cualquier implica la reconstrucción del Self. La puesta en
paradigma psicoterapéutico. Sin embargo, en marcha del proceso de duelo impone por si mis-
muchos ambientes de rehabilitación aún posee ma enormes tensiones afectivas, requiriendo uti-
un lugar accesorio, adquiriendo relevancia sola- lizar en muchos casos mecanismos defensivos (ne-
mente cuando algo del proceso parece no funcio- gación, escisión, proyección) o estrategias de
nar. Para Prigatano20, en cambio, el primer prin- coping (pensamiento mágico, evitación) para sos-
cipio de toda rehabilitación neuropsicológica re- tener el equilibrio psíquico amenazado por ansie-
side en “entrar” en la experiencia del paciente, dades catastróficas. Y si el daño neurológico ha
ayudándolo a disminuir su frustración, ansiedad comprometido además zonas cerebrales vitales a
y confusión. Comprender el carácter único del funciones psicológicas necesarias para la elabora-
dilema que cada paciente trae consigo, a pesar de ción del duelo22, el desafió de adherir al proceso
las limitaciones que este tenga para comprender- de rehabilitación, y utilizar el espacio de ayuda
lo y solucionarlo por sí mismo, es un paso esen- psicológico, adquiere proporciones aún mayores.
cial en la construcción de una alianza de trabajo
no sólo con el psicoterapeuta, sino también con Definición y objetivos del proceso
el equipo de rehabilitación. Debemos extender la psicoterapéutico en sobrevivientes
reflexión de Prigatano aún más, señalando que, de LCA
entrar en la experiencia subjetiva no sólo permi-
te modular la confusión y angustia, sino además En términos generales la literatura parece acor-
diseñar intervenciones cimentadas en las necesi- dar que el objetivo principal de un proceso

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300 www.sonepsyn.cl 295


PSICOTERAPIA E INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS EN SOBREVIVIENTES DE LESIÓN CEREBRAL ADQUIRIDA

psicoterapéutico con sobrevivientes de LCA se cen- ción y refuerzo, mientras que un paciente frontal
tra en mejorar sus niveles de conciencia, acepta- desorganizado con rasgos narcisistas quizás ex-
ción y realismo14. Si bien en muchas ocasiones en perimente el ofrecimiento de ayuda como la con-
necesario disminuir diversas sintomatologías tundente evidencia de sus fallas.
reactivas al suceso traumático de adquirir una le- b) La psicoterapia necesariamente debe poseer
sión cerebral, no debe olvidarse que el eje de las un enfoque ecléctico24. El terapeuta debe tener la
intervenciones radica, en un comienzo, en ayudar- suficiente formación y flexibilidad para incluir en
les a comprometerse activa y positivamente en el su rol el entrenamiento de funciones cognitivas y
logro de metas17. Sólo después de lograr esto po- técnicas compensatorias, la manipulación ambien-
demos adentrarnos en responder cómo el sobrevi- tal, así como también la comprensión conductual,
viente puede reconstruir sus relaciones interperso- cognitiva y psicodinámica del paciente.
nales y restaurar su sentido de identidad3. c) El terapeuta debe comenzar su trabajo por el
Una de los grandes errores de los psicotera- área (emocional, cognitiva o conductual) de me-
peutas es suponer que problemas emocionales, nor resistencia, facilitando la sensación de domi-
como la ansiedad y depresión, deben ser aborda- nio24. Pacientes con rasgos de personalidad cen-
dos inmediatamente, constituyéndose en el foco trados en la resolución de problemas y no en el
inicial y exclusivo del trabajo psicológico. No res- contacto afectivo pueden sentirse inicialmente más
petar el timing en el desarrollo del proceso afec- cómodos fortaleciendo la alianza de trabajo, por
tivo, o las prioridades del paciente, es un motivo medio del reentrenamiento cognitivo de ciertas
recurrente de ruptura de alianza de trabajo3. Por capacidades funcionales (ej. la rehabilitación de
otro lado, psicólogos que centran sus esfuerzos la capacidad de retener la información leída en
exclusivamente en la esfera cognitiva, desatendien- un diario). Otros, emocionalmente más
do aspectos emocionales o de personalidad, no desestructurados al comienzo, pueden sentir que
logran contener y regular las primitivas ansieda- cualquier ejercicio cognitivo les refleja sus difi-
des de los pacientes23, fallando también en facili- cultades, aumentando su nivel de angustia. En
tar un enfrentamiento emocionalmente más estos casos, incluso las evaluaciones cognitivas de
adaptativo y la redefinición de la identidad24. rigor pueden ser experimentadas como una ame-
Como principios del abordaje psicoterapéu- naza, debiendo ser estratégicamente postpuestas.
tico con sobrevivientes de LCA podemos señalar: d) Facilitar cognitiva y afectivamente el procesa-
a) El terapeuta siempre debe considerar el deli- miento de la información respecto a las vivencias
cado balance entre generalidad e individualidad del del paciente. Hemos señalado que la disminución
paciente24. Muchas veces los equipos de neuro- de la ansiedad y confusión de los pacientes es un
rehabilitación etiquetan a los pacientes, por ejem- elemento central del trabajo psicoterapéutico con
plo, como frontales, afásicos o anosognósicos. Así sobrevivientes de LCA. En muchas ocasiones, es-
como ninguna lesión se ubica en el mismo sitio, tas emergen debido a que la persona no sabe por
o posee la misma extensión, ningún cerebro po- qué su mente esta tan lenta, por qué olvida, o
see tampoco la misma red de conexiones, porque por qué queda en blanco cuando intenta llevar a
la historia vital que lo ha moldeado a través del cabo una secuencia de pasos para vestirse. Cons-
tiempo es inevitablemente particular25. Además, truir un modelo explicativo junto al paciente, res-
si utilizamos el ejemplo del paciente “frontal”, pecto a su accidente, la zona lesionada, las conse-
bien sabemos que ningún paciente frontal es idén- cuencias esperables y las posibles formas de ma-
tico a otro; hay pacientes frontales más concre- nejarlas, es una intervención central en casi to-
tos, apáticos, desorganizados o desinhibidos. Y dos los programas de rehabilitación con orienta-
es más, un paciente frontal desorganizado con ción ambiental y ha mostrado alta eficacia en la
rasgos de personalidad infantiles, podrá utilizar disminución de sintomatología reactiva y en el
al terapeuta y el equipo como base de explora- aumento de la conciencia de enfermedad. La en-

296 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300


CHRISTIAN SALAS R.

trega de la información debe ser realizada de ta reacciones para restaurar, reponer, compensar y
acuerdo a la disponibilidad afectiva del paciente preservar su identidad. Por muy extrañas que es-
a escucharla y a los recursos cognitivos para com- tas reacciones parezcan, debemos comprender su
prenderla e integrarla. La constante repetición estructura y dinamismo, ofreciendo los recursos
de la información, el uso de esquemas gráficos y y apoyos necesarios para facilitar la tendencia es-
cuadernos de notas, son todas estrategias de uti- pontánea a preservar esa identidad y equilibrio
lidad para este fin. psíquico. En otros términos, la falla en los proce-
sos cognitivos, que evolutivamente existen para
Psicoterapia e intervenciones lidiar con la realidad interna y externa, no elimi-
terapéuticas na la tendencia natural del organismo a relacio-
narse con el ambiente. Consideremos el caso del
La naturaleza de los procesos de neuroreha- Sr F como un ejemplo respecto a la utilidad de
bilitación exige considerar la necesidad de dife- comprender la experiencia subjetiva del paciente
renciar entre procesos psicoterapéuticos e interven- para diseñar intervenciones ambientales. El Sr F
ciones terapéuticas. Como hemos señalado, exis- es un hombre de 80 años con un extenso infarto
ten pacientes que espontáneamente presentan un temporal, parietal y frontal derecho. Presenta se-
motivo de consulta. Otros pueden construirlo en veras alteraciones en la memoria de trabajo y un
la medida que se confrontan con sus necesidades clásico síndrome de hemisferio derecho: negligen-
afectivas y problemas cognitivos Hay también cia, anosognosia, confabulación y misoplejia22.
pacientes que requieren meses o años para tomar T: ¿Qué consecuencias le dejó el accidente (según
conciencia respecto a la perdurabilidad de sus li- el, accidente de automovilístico)?
mitaciones, exigiendo que el terapeuta no los con- P: Dolor de piernas.
fronte y más bien se alíe a sus expectativas T: ¿Nota algo distinto en como funciona su ca-
restaurativas. En todas estas situaciones, en di- beza?
versos momentos y a diversos ritmos, podemos P: El cerebro tiene problemas, porque se me ol-
observar la constitución de un paciente psicológico, vidan las cosas, se me pone en blanco toda la
que permite el inicio de un proceso psicotera- mente. Fuertes dolores en la cabeza. Un esta-
péutico. No obstante, existen muchos otros ca- do de sobresalto. Ando con miedo, a nada es-
sos donde, debido a rasgos premórbidos de per- pecial. Ya no salgo solo, me siento despro-
sonalidad o a severas alteraciones cognitivas y tegido solo. Es algo raro, no me pasaba antes,
conductuales –desorientación, confabulación, tener que andar con cuidado. Se puede llamar
anosognosia, apatía, alteraciones de lenguaje o miedo.
memoria–, la instauración de un proceso psico- T: ¿Hace cuanto tiempo que tiene estos proble-
terapéutico no es posible. Es aquí donde el con- mas físicos?
cepto de intervenciones terapéuticas adquiere P: Hace 12 meses
todo su sentido. T: ¿Y cómo lo ha llevado?
Entenderemos por intervenciones terapéuticas P: Últimamente vendiendo cosas, acciones. He
la amplia gama de acciones –modificaciones am- buscado que las perdidas no sean totales, ven-
bientales, psico-educación o estrategias compen- der activos y dejarlo en el pasado no más.
satorias– que el equipo puede llevar a cabo desde T: ¿Y cómo se encuentra ahora?
la comprensión psicológica profunda de la experien- P: Mi vida más tranquila, pero he estado muy de-
cia subjetiva del paciente sobre sí mismo y sobre licado, tengo secuelas que investigan los médi-
su relación con el mundo. A pesar de que éste no cos todavía (...) mareos que me duran 3 a 4
pueda adherir activamente al proceso de rehabi- días. No me dejan sólo en la oficina, siempre
litación. Como ha señalado Sacks1: todo orga- tengo que estar con alguien, no puedo manejar
nismo –y todo paciente, diríamos aquí– presen- de noche, quieren que vaya con otro chofer.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300 www.sonepsyn.cl 297


PSICOTERAPIA E INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS EN SOBREVIVIENTES DE LESIÓN CEREBRAL ADQUIRIDA

T: ¿Usted necesita andar con otra persona? ¿Se gar, transformando a las cuidadoras en secreta-
refiere a sus cuidadoras? rias que lo ayudan en sus tareas directivas. Su
P: Me acompañan a la oficina, hacen las veces de intensa preocupación por las finanzas de la em-
secretarias. Mantienen la agenda. presa, la seguridad y el bienestar de la familia
T: ¿Y cómo ve la cosa para adelante? son asimismo escenarios, si bien confabulatorios,
P: Volver a mi vida como era. No preocuparme por que sostienen una experiencia coherente de sí mis-
mi oficina, ni por el movimiento, tener gente, el mo en el mundo. Asombrosamente, algo en él
medio nos da (esto refiere a la buena situación presiente también una salida. Adaptarse a los
económica, y a la ayuda de sus hijos en la em- cambios de la LCA implica no preocuparse por la
presa). oficina y tener gente que ahora haga el trabajo.
Comprender la experiencia del Sr F permite
Considero útil, al análisis de la interacción la personalizar la confabulación, como un intento
perspectiva utilizada por Feinberg26, al abordar del organismo en preservar su identidad, por me-
lo que el denomina Perturbaciones neurológicas del dio del sostenimiento de un sentido de continui-
Self. Feinberg señala que el análisis de los repor- dad en el tiempo de la experiencia, y la genera-
tes verbales de estos pacientes se asemeja a la lec- ción de explicaciones coherentes para la conduc-
tura psicoanalítica de un sueño o a la interpreta- ta y los eventos ambientales27. Sólo así parece ser
ción de una película o novela, permitiendo acce- posible para el Sr F regular la cotidiana ansiedad
der a aquellos aspectos de su autoconcepto y mo- de fragmentarse, o de no tener orientación algu-
tivaciones, de las cuales no están concientes. El Sr na28.
F era un hombre extremadamente activo, quien Si entendemos la vivencia de confusión y te-
a pesar de su edad era el patriarca que velaba y rror, producto de la incapacidad de procesar nue-
protegía aún a sus hijos ya adultos. No es extra- va información y orientarse por sí mismo, la cons-
ño entonces que describa como algo “raro” su trucción de un ambiente estable y una rutina
experiencia de sentirse él asustado, desprotegido predecible adquieren una innegable cualidad te-
y frágil (el estado de sobresalto, o tener que andar rapéutica. La disminución de la ansiedad, confu-
con cuidado). El afecto que lo inunda es el miedo, sión y agitación es ostensible, por ejemplo, cuan-
pero también hay algún registro desplazado de do se anticipa verbalmente al Sr F las acciones
la pérdida (he buscado que las pérdidas no sean que se realizarán al desplazarlo de un lugar a otro
totales) y de sus mecanismos de enfrentamiento (estamos subiendo a un auto para ir a la clínica), o
(dejar lo sucedido en el pasado). Si bien parece al movilizar partes de su cuerpo en las terapias
sentir que ha perdido la conducción de su vida física (ahora lo tomare de la cintura para ayudarlo
(ir con otro chofer), aún lucha por sostener su lu- a ponerse de pie).

298 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300


CHRISTIAN SALAS R.

Resumen

En este artículo se revisa el lugar de la psicoterapia en los procesos de rehabilitación de


sobrevivientes de Lesión Cerebral Adquirida. Se resumen las principales dificultades que ha
encontrado la psicoterapia para validarse como una herramienta útil. Los objetivos principales
de la psicoterapia son facilitar la adherencia al tratamiento y la adaptación emocional a los
cambios físicos, cognitivos y conductuales. Finalmente, se enumeran algunas directrices en el
uso de esta herramienta clínica, diferenciando además entre procesos psicoterapéuticos e
intervenciones terapéuticas.

Palabras clave: Lesión cerebral adquirida, rehabilitación neuropsicológica holista, psicoterapia,


intervenciones terapéuticas.

Referencias 9. Ben-Yishay Y, Prigatano G P. Cognitive Reme-


diation. En: Rosenthal M, Griffith E R, Bond M R,
1. Sacks O. El hombre que confundió a su mujer con MIller J D, eds. Rehabilitation of the Adult and
un sombrero. Barcelona: Ed. Anagrama. 2002. Child with Traumatic Brain Injury. Philadelphia,
2. Salas C, Báez M, Garreaud A, Daccarett C. Expe- Pa: F. A. Davis Co. 1990.
riencias y desafíos en rehabilitación cognitiva: ¿Hacia 10. Ben-Yishay Y, Rattok J, Lakin P, et al. Neuro-
un modelo de intervención contextualizado? Re- psychologic rehabilitation: Quest for a Holistic
vista Chilena de Neuropsicología 2007; 2: 21-30. approach. Semin Neurol 1985; 5 (3): 252-8.
3. Prigatano G P. Disordered mind, wounded soul: 11. Gracey F, Oldham P, Kritzinger R Finding out if
The emerging role of psychoterapy in rehabilitation “The ‘me’ will shut down”: Successful cognitive-
after brain injury. Journal of Head and Trauma behavioural therapy of seizure-related panic
Rehabilitation 1991; 6 (4): 1-10. symptoms following subarachnoid haemorrhage:
4. Prigatano G. Neuropsychological Rehabilitation A single case report. Neuropsychological Rehabi-
and Psychodynamic Psychotherapy. En Morgan, litation 2007; 17 (1): 106-9.
J. (Ed.) Handbook of Clinical Neuropsychology. 12. Dewar K B, Gracey F. “Am not was”: Cognitive-
Swets and Zeitlinger Publishers. (En prensa). behavioural therapy for adjustment and identity
5. Mateer C. Introducción a la Rehabilitación change following herpes simplex encephalitis.
Cognitiva. Avances en Psicología Clínica Latinoa- Neuropsychological rehabilitation. 2006; 16: 57-60.
mericana 2003; 22: 11-20. 13. Bennett T, Raymond M. Emotional consequences
6. Wilson B. Case Studies in Neuropsychological and psychotherapy for individuals with mild
Rehabilitation. Oxford University Press. 1999. brain-injury. Applied Neuropsychology 1997; 4:
7. Judd D, Wilson S L. Psychotherapy with brain 55-61.
injury survivors: An investigation of the challenges 14. Klonoff P. Individual and group psychotherapy in
encountered by clinicians and their modifications milieuorientated neurorehabilitation. Applied
to therapeutic practice. Brain Injury 2005; 19 (6): Neuropsychology 1997; 4: 107-18.
437-49. 15. Cicerone K. Psychotherapeutic interventions with
8. Prigatano G P. 1994 Sheldon Berrol, M.D., Senior traumatically brain-injured patients. Rehabilitation
Lectureship: The problem of lost normality after Psychology 1989; 43: 105-14.
brain injury. Journal of Head and Trauma 16. Bennett T. Individual psychotherapy and minor
Rehabilitation 1995; 10 (3): 87-95. head-injury. Cognitive Rehabilitation 1989; 7: 20-5.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300 www.sonepsyn.cl 299


PSICOTERAPIA E INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS EN SOBREVIVIENTES DE LESIÓN CEREBRAL ADQUIRIDA

17. Cicerone K. Psychotherapy after mild traumatic nómica. 2005.


brain injury: Relation to the nature and severity of 23. Freed P. Meeting of the minds: Ego reintegration
subjective complaints. Journal of Head Trauma after traumatic brain injury. Bulletin of the
Rehabilitation 1991; 6: 30-43. Menninger Clinic 2002; 66 (1): 61-78.
18. Ball J. Psychotherapy with head-injured patients. 24. Miller L. Psychotherapy of the Brain-Injured
Medical Psychotherapy 1998; 1: 15-22. patient. New York: W.W. Norton & Company. 1993.
19. Bennett T. Neuropsychological counselling of the 25. Siegel D. The developing mind. How relationships
adult with minor head-injury. Cognitive Reha- and the brain interact to shape who we are. The
bilitation 1987; 5: 10-6. Guilford Press: New York. 1999.
20. Prigatano G. A Brief Overview of four principles 26. Feinberg T. Our brains, our selves. Daedalus 2006;
of neuropsychological rehabilitation. En Christen- 135 (4): 72-80.
sen, A. & Uzzell, P. (Eds.), International Handbook 27. Blechner M. Commentary on “Confabulation
of Rehabilitation (pp. 115-125). New York: Kluwer in Dementia: Constantly Compensating Memo-
Academic/plenium Publishers. 2000. ry Systems. Neuro- Psicoanálisis 2007; 9 (1): 17-
21. Judd D P, Wilson S L. Brain injury and identity the 22.
role of counseling psychologists. Counseling 28. Winnicott D. La integración del yo en el desarrollo
Psychology Review 1999; 14: 4-16. del niño. En: los procesos de maduración y el am-
22. Kaplan-Solms K, Solms M. Estudios Clínicos en biente facilitador. Estudios de una teoría del desa-
Neuropsiconálisis. Bogotá: Fondo de Cultura Eco- rrollo emocional, 1993. Buenos Aires: Paidós.

Correspondencia:
Christian Salas Riquelme
Laguna Sur 6561, Estación Central, Santiago.
Fono: 4657900. Fax: 4657902.
E-mail: csalas@loscoihues.cl.

300 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (4): 293-300

S-ar putea să vă placă și