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INFERTILIDAD

INTRODUCCION

Las causas del incremento en la prevalencia de la infertilidad son


difíciles de establecer. Este aumento podría deberse por lo menos
a cuatro factores: postergación del momento en que se decide
tener hijos, alteraciones en la calidad del semen debido a hábitos
como el tabaquismo y el alcohol, cambios en la conducta sexual y
eliminación de la mayoría de los tabúes. El estudio de la pareja
infértil siempre se ha enfocado considerando diferentes factores: el
ovulatorio (presente en alrededor de 20% de las parejas), el útero-
tubárico-peritoneal (se observa en ~30% de las parejas), el de
migración del semen (10% de los casos) y el masculino (30% de
las parejas). Cerca de 40% de todas las parejas infértiles presentan
una combinación de factores y aproximadamente el 15% no
evidencia ninguna alteración objetiva que lleve a un diagnóstico
definido. Durante las últimas dos décadas se registraron tres
cambios importantes en el enfoque de la infertilidad. En primer
lugar, la introducción de las tecnologías de reproducción asistida
ha brindado una oportunidad de estudiar los procesos
reproductivos básicos. En segundo lugar, han ocurrido cambios en
la sociedad tales como un aumento en la proporción de mujeres
mayores de 35 años que buscan el embarazo; este hecho obedece
a que la gente se casa a edades más tardías y posterga el
embarazo. En tercer lugar, el desarrollo de la biología molecular y
de la genética se han hecho muy importantes para el estudio,
diagnóstico y evaluación de las parejas, muchas de ellas
consideradas hasta ahora como .parejas infértiles sin explicación.

La infertilidad se define como la incapacidad de una pareja para concebir después de 12 meses
de relaciones sexuales frecuentes, sin utilizar métodos de planificación familiar. Es un problema
que llega a afectar a 1 de cada 6 ó 10 parejas.1 La mayor parte de los estudios efectuados en
países prósperos indica que 15% de todas las parejas experimentará infertilidad primaria o
secundaria en algún momento de su vida reproductiva.
En nuestro medio existen limitaciones para conocer con precisión el número de parejas
afectadas por infertilidad, aunque éste puede aumentar por distintos motivos: tendencia a
posponer los embarazos en edades avanzadas, uso de métodos anticonceptivos, aumento en la
incidencia de enfermedades de trasmisión sexual, dietas, ejercicios extenuantes y exposición a
tóxicos ambientales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta como causas
principales de infertilidad al factor tubario, incluida la endometriosis en 42% de los casos y los
trastornos ovulatorios en 33%. Se encontró distribución similar en Asia, América Latina y el
Medio Oriente.2 Otros autores resumen de la siguiente manera: factor pélvico que incluye
enfermedad tubaria y endometriosis entre 30 y 40%, factor masculino con anormalidades
primarias en la producción espermática 40%, factor cervical entre 5 y 10% y, por último,
indeterminación de la causa condicionante de la infertilidad en 5%. En México, Ramírez y
colaboradores reportan al factor endocrino-ovárico alterado en 35% de los casos el síndrome de
ovario poliquístico es la alteración más frecuente en 43%), seguido del factor tuboperitoneal en
28% y factor masculino en 26%. La inconsistencia de los estudios epidemiológicos realizados
impide ofrecer conclusiones firmes de la tendencia en tasas de infertilidad. La distribución
común de las causas de infertilidad puede desconocerse debido a la escasez de información
proveniente de las clínicas de fertilidad.

JUSTIFICACION

Hay un Aumento de la conciencia sobre la infertilidad y la reproducción asistida. No hay


evidencias provenientes de estudios poblacionales que sugieran una mayor incidencia de parejas
infértiles; sin embargo, aparentemente en los últimos años sí ha habido un aumento del número
de consultas a las clínicas de infertilidad, el cual podría ser debido por lo menos a cuatro
factores.
En primer lugar, la edad promedio a la cual la mujer desea quedar embarazada ha aumentado
considerablemente en las últimas décadas; su educación y participación en diferentes
actividades, así como la necesidad de un avance profesional constante, la han llevado a posponer
su decisión sobre
el embarazo. Esto significa que las mujeres desean quedar embarazadas a una edad de
aproximadamente 35 años, momento en el cual la fertilidad
comienza a declinar. Así mismo, el divorcio y la búsqueda de la estabilidad con las nuevas
parejas implica esperar más tiempo antes de tomar la decisión de tener hijos.
En segundo lugar, las alteraciones en la calidad del semen pueden incidir sobre la necesidad de
consultar por infertilidad. Existen evidencias que
muestran que hábitos como el tabaquismo y el abuso del alcohol son nocivos para la calidad del
semen; este último, por ejemplo, ha sido relacionado con una reducción de la síntesis y
secreción de testosterona y una espermatogénesis anormal. El abuso de tabaco lleva a
alteraciones del espermatograma.
En tercer lugar, ha habido cambios en la conducta sexual, como aumento de la frecuencia de las
relaciones y del número de las parejas sexuales. Además de la decisión de retrasar el embarazo,
el uso de métodos anticonceptivos (no necesariamente condones) expone a las parejas a una
mayor incidencia de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) productoras de infecciones
tubárico-peritoneales, con consecuencias sobre la fertilidad.
Finalmente, la eliminación de la mayoría de los tabúes (no todos) sobre la fertilidad y la mayor
difusión de los estudios existentes y de los tratamientos disponibles lleva a una mayor
frecuencia de consultas médicas por parte de las parejas

DEFINICIONES PREVIAS.
• INFERTILIDAD : Según las Guías Nacionales de Atención Integral de Salud sexual y
Reproductiva del Ministerio de Salud infertilidad es la incapacidad de procrear o llevar
a término una gestación (a pesar de desearlo) por un periodo mínimo de un año, con
relaciones sexuales regulares y sin empleo de métodos anticonceptivos. Puede ser:
primaria, sin gestación previa comprobada, y secundaria, cuando ha habido gestación
previa.
• INFERTILIDAD PRIMARIA : Sin embarazos previos como antecedente
• INFERTILIDAD SECUNDARIA : Antecedente de un embarazo previo, aunque no
necesariamente un producto nacido vivo.
• FECUNDABILIDAD : Probabilidad de lograr el embarazo dentro de un ciclo menstrual.
• FERCUNDIDAD : según Yen & Jaffe's Reproductive Endocrinology y el Novak es la
capacidad de lograr un embarazo que resulte en un nacido vivo en un ciclo menstrual.

La fecundabilidad de una pareja normal tiene una proporción de 20 a 25% →+/-90% de las
parejas deben concebir después de 1 año de actividad sexual.
CAMBIOS EN LA FERTILIDAD

En los últimos cinco años (2000-2004), la fecundidad promedio4 para el país descendió
en un 17% (véase el cuadro 1), a un ritmo similar al observado para el período 1996-
2000. La fecundidad de las mujeres urbanas descendió a una tasa más lenta (9%) que
la de las rurales (16%), pero entre las primeras la fecundidad ya era bastante baja en el
año 2000 (2,2 hijos por mujer) y llegó a estar por debajo de la tasa de reemplazo (2
hijos por mujer urbana) en 2004. La fecundidad rural tuvo un descenso significativo en
este último quinquenio: pasó de 4,3 a 3,6 hijos por mujer. (de 21% a 9%) como en el
rural (de 23% a 16%). Si bien para las mujeres urbanas es esperable este menor
descenso de la fecundidad en la medida que esta se acerca a las tasas de reemplazo, se
puede asumir que en el caso de la fecundidad de las mujeres rurales, los cambios en el
PNPF han contribuido con hacer más lento el descenso. Relacionando los cambios en la
fecundidad con el nivel educativo de la mujer, apreciamos en el cuadro 1 que el mayor
descenso absoluto se dio entre las mujeres sin educación formal, cuya fecundidad bajó
de 5,1 a 4,3 hijos por mujer; es decir, en 0,8 hijos por mujer (casi 16%). Entre las
mujeres con educación primaria, la fecundidad descendió de 4,1 a 3,6 hijos por mujer;
0,5 hijos en promedio, equivalente al 12% en términos relativos. La fecundidad
descendió menos en términos absolutos entre las mujeres más educadas: de 2,4 a 2,3
hijos para aquellas con educación secundaria y de 1,8 a 1,5 para las que tienen niveles
de educación superior. Cabe anotar, sin embargo, que, en especial para estas últimas, la
tasa global de fecundidad (TGF) ya se encuentra muy por debajo de la tasa de
reemplazo e incluso es similar a la de países de avanzada transición demográfica como
Canadá, Suecia, Bélgica y Suiza. ¿Cómo se comparan estas tendencias con las del
quinquenio anterior? Para las mujeres con menores niveles educativos, la caída de la
fecundidad fue mayor en el período 1996-2000: 1,8 hijos por mujer para las analfabetas
(26%), 0,9 hijos por mujer para las que contaban con educación primaria (18%) y 0,6
hijos por mujer para aquellas con educación secundaria (20%).
En resumen, aunque la fecundidad promedio siguió descendiendo entre los años 2000
y 2004, el descenso fue menor al esperable, especialmente para las mujeres rurales y
menos educadas, es decir, las más vulnerables. Ello no parece deberse a un cambio en
las preferencias reproductivas, como demostraremos a continuación, sino
probablemente a los cambios en el PNPF realizados durante la gestión de los dos
primeros ministros de Salud del régimen del presidente Toledo.

ESTADÍSTICAS

De acuerdo a un informe técnico del INEI de Marzo 2002, las mujeres en edad fértil
(MEF) constituyen el 25% de la población total y el 49 % de la población femenina del
país. Entonces tenemos: 25% de 821695 osea 205423.

Mujeres en edad fertil de acuerdo a ENDES 2004-2006

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