Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El republicanismo en el mundo
hispnico
El hilo comn entre todos ellos est dado por la reflexin sobre el
republicanismo en un espacio comn, el hispnico, que hasta hace pocos aos
permaneca excluido o al margen de la historiografa sobre la tradicin, la
cultura y los lenguajes republicanos en el mundo atlntico. Esta
historiografa comenz a tomar forma a partir de la dcada del 70 con las
publicaciones de The ideological origins of the American Revolution, de
Bernard Bailyn (1967), The Creation of the American Republic, 1776-1787, de
Gordon Wood (1969), y The Machiavellian Moment: Florentine Political Thought
and the Atlantic Republican Tradition, de J.G.A. Pocock (1975). Luego, con
los trabajos de Quentin Skinner sobre el anlisis contextualista de las ideas
polticas principalmente, las de Maquiavelo-. Pocock y Skinner consolidaron,
entre otros, la llamada Escuela de Cambridge que tiene al republicanismo como
su principal objeto de estudio.
Esta teora sirve para analizar tensiones entre los nuevos gobiernos
revolucionarios y las ciudades a las que pretendan representar pero
representa un lmite para pensar la revolucin. Bajo el mismo concepto de
soberana se ocultan experiencias diferentes. En la monarqua, el rey encarna
una soberana entendida como majestad, es decir, como un poder preeminente y
no absoluto, indivisible y perpetuo, inscripto en un orden ya instituido y
legitimado en ltima instancia en criterios trascendentales. En la revolucin
la soberana se presenta como un poder totalizante que posee en s mismo los
fundamentos de su legitimidad al mismo tiempo que estos fundamentos
permanecen inciertos. La funcin principal de la soberana revolucionaria es
la auto-institucin de un nuevo orden. Si en la monarqua, la soberana
refiere a un poder constituido, en la revolucin este mismo concepto remite a
un poder constituyente. Se tratara entonces menos de distinguir entre la
soberana del Pueblo o de los pueblos (en los dos casos se trata de una nueva
soberana), que en reconocer la capacidad auto-instituyente de la soberana
en la revolucin, inexistente en la monarqua, y las disputas en las formas
de esta institucin.