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Fidel Castro era temerario cuando ignoraba el peligro que l mismo corra
con sus acciones. El ejemplo ms tpico fue cuando le escribi a Nikita
Krushev, dicindole que deba adelantarse a EEUU y lanzar las bombas
primero. Esa carta aterroriz a Krushev, que haba situado sus cohetes en
Cuba, solo buscando el equilibrio estratgico y nunca con la intencin de
acabar con el planeta. Ms por esa carta que por el bloqueo naval de EEUU a
Cuba, los soviticos se llevaron los cohetes con cabezas nucleares.
Ms que temor, era terror lo que le inspiraba a Fidel los Estados Unidos y su
propia camarilla. La mayor parte del da lo pasaba leyendo los partes diarios
de su Guardia Personal, que estaba por encima de todos los poderes; y
tambin leyendo los informes de las diferentes instituciones del pas, sobre
todo de los represivos, confrontando esos informes unos con otros. Los
informes por lo general eran dobles sobre cada asunto y la vigilancia tambin
era doble de los miembros de La Guardia Personal y de los dirigentes de la
nacin. Un servicio muy costoso y mucho ms con las compras para armar la
nacin en contra del imperialismo.
Otro gran gasto del erario pblico, causado por el terror de Fidel, fue llenar la
Habana de tneles intiles a sus habitantes, para l escaparse, en el caso de
un ataque relmpago de EEUU.
Pero lo que s parece haber mitigado su diatriba agresiva, por no decir que se
haba ido de vientre, fue cuando los EEUU capturaron a Nogueira en Panam.