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Este libro, primera edicién en espafiol de textos de Antoine Calioli,revine luna parte fundamental de la obra de un autor decisive en el campo de la ANTOINE CULIOLI reflexin lingdstica moderna, Se presentan aqui la claves de las rupeuras i teéricas que Culioli plantea con las tradiciones saussurianas y chomskianas El desintrts que profaa po ces conceprualzaiones uc enientaron E 2 a las corientes con mayor reconocimicnto en cl desarrollo de la linglistica (la distincién lengua/hablay la adopcién de la nocién de cédigo, la postu- SCr1tos lacién de un sujeto hablante como fuente de sentido, l modelo unifcado , a del hablante-oyente, ec) dan cucnta dela originalidad de sus posculados. Compilacién, prologo y postfacio: AA diferencia de a mayorfa de los lingaiscas, Culioli prefiere Sophie Fisher y Eliseo Verén ances que refugiarse en la simplificaién; no renuncia ni al Joso de los fenémenos ni las reflexiones metodoldgicasy epstemoligicas que les conciemen. Estos Eicritos dan acceso a la potencia de un pensa- ‘miento que no rehilye a poner en cuestién las certezas de todo un campo de conocimientos, incluso aquellas més persistentes, como el axioma de que es la lengua el objeto dela lingi ATTENTION! / ATENGAO! Se eal M Le Choose / E8éalha La compilacin llevada a cabo por Sophie Fisher y Eliseo Vern, sumada al prélogo y al postfacio que escribieron especialmente para este libro, ‘nos permite acceder a través de diversos géneros al modo en que Antoine a Culioli entiende y practica la lingiistica, y explica la fascinacién que su Orientaign / Ofienta gat pensamiento provocé tanto entre especialistas de las ciencias del lenguaje I i ‘como -dato que lo singulariza- entre estudiosos pertenecientes alas mas \ aaa i iaa@l h liceoe didciplinas dele cena itmanaa yaoclales t AP | (Genres eaeen wae WW Santiago Arcos editor / SEMA ANTOINE CULIOLI Escritos Compilacién, prélogo y postfacio: Sophie Fisher y Eliseo Veron Traduccion: Lia Varela Edicién al cuidado de: Nicolas Bermudez Anon Cla compl por Sophie Fishery ico ed ‘cargo de Nicolés Bermudez - 1 ed. - Buenos Ais: Santiago Arcos eto, 2010, 240 ps 20x14 em: - (Sema, Domin Chok 2) Taducido por: Lia Varela ISBN 978 987-1210-50-0, 1 Linghstica. 1. Fisher, Sophie, comp. Il. Vern, Eliseo, comp. Il ‘Bermudez, Nicolas ei IV rela a, trad. Tilo eDbal0, A santiago Arcos editor Diced tori betas cee Editor: Down Chor Disc: Cubierta: Axa AwateNDantz Interiors: Gustavo Brzx (gustavo bize@infovia.comar) ts bra, pula on el matco de Programa de Ayuda ls Public Vitra ‘Ocampo, cons cone spay de Cultsfnnce,opetcor del Minuteio Francs de Acts Furies Curopeos, de Minster Francs de ta Cultura Y de a Sequin Servidor de Asin Cat mb et ama pi dans cred Pregame Aide i Paitin Vitoria Ou beni “nten de Ctra’ oars Mie Poms des Mas “Etre Europes Mistral de Crd ls Commas et du Sos de Cations Aion Cal de Antes Fone agen © Santiago Arcos editor, 2010. Puan 481, 1” Piso (1406) Buenos Aires www santiagoarcos.com.ar ‘email: santiagoarcoseditor@uolsinectis.comaar ISBN: 978.987-1240-50.0 Queda hecho ef depdsito que marea la Ley 11.723. Impreso en la Argentina ~ Printed in Argentina La reproducci6n total 0 parcial de este libro, no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada, ProLoco “El arco y la flecha” 0 de la enunciaciin segiin A. Culiol Presentar por escrito a alguien euyo modus operandi es la discursi vidad, el intercambio, la co-enunciacién, es una especie de desafio. Cilioli no eseribe libros, expone por escrito su problemdtica y ésta se construye mediante una “discusién”, a-veces ficticia, con un ‘coemunciador que interroga, no acepta, propone, mediante variantes contradictorias de los ejemplos, los limites de la exploracién. De ahi dos de sus libros recientes: Vartarions sur la tingustique, Entretiens aves Frédéric Fau (2002) y One rencontres ser le langage et tes langues (2005), ‘escrito junto a Claudine Normand, en el cual la primera parte del titulo cs un juego de palabras. Once encuentra: lo cuantitativo; pero también se puede decir: on se renontre /on--renctr, el equivalente de ‘nos encontramos' lo cualitativo.. En estos libros sus interlocutores son por una parte un joven es tudiante, por la otra una colega gran especialista de Saussure y del analisis del discurso segiin los planteos iniciales de Michel Pécheux. Si publicamos como primer capitulo el primer dia de la conversacién ‘on F. Fau, es porque éste disefia un itinerario relativamente andma- Jo de los aftos de formacién de A. Gulioli, La lingifstica en tanto tal no existia como materia en la universidad, Sélo en lugares como el Colegio de Francia o la Escuela Préctica de Altos Estudios (EPHE) se practicaban disciplinas innovadoras. En el Colegio, Emile Benveniste tenfa a Jo sumo una decena de participantes en su curso, hasta la pu: blicacién de sus Problemas de Lingiistia General en 1966; pasé despues del aula confidencial al anfiteatro con un centenar de personas. ¥ fue el momento del triunfo del estructuralismo. LéviStrauss, también en ‘el Colegio y en la EPHE, Greimas, Barthes, Genette y Metz en la VI seccién de TEPHE. En la Sorbona reinaba A. Martinet en Lingiist- ca General, Los otz0s lingdists de los aius vesenta eran anglicistas (Calioli), hispanistas (Potter), germanistas (Fourquet) y tenfan espa cos especificos y limitados. Hacer lingifstica general para cllos era tun desafio, desafio que intentaron todos; en el caso de Culioli, su 6 Antoine Cab » Baviter apertura Jo levé a una interdisciplinaridad fuera de la rutina, Junto a Frangois Bresson y a Jean Blaise Grize, quien escribe: “Aprendi de Bresson que el uso de la psicologia que practi liblemente al crimen de psicologismo y de Ci ca, como estaba credndola, era el buscaba a la ldgica formal”. Ambos cercanos de Piaget: la prictica experimental en el primero y la reflexién sobre lenguaje y ldgica en cl segundo, muestran emo Gulioli se interesa en cl funcionamiento “real” del lenguaje a través de las lenguas en sus situaciones de enun- ciacién (cf. el aspecto experimental de la psicologia piagetiana) y la necesidad de construir modelos lingiisticos que permitan ampliar los esquemas de comunicacién jakobsonianos. Un seminario répida mente designado con la sigla de los tes, el BCG, fue el primer lugar donde se desarrollé lo que actualmente se llama el “eognitivismo”? con algunos de los que fueron en Francia sus primeros actores. EL objetivo de estas pocas paginas no es reemplazar a la agrada- bile leetura de un libro que compusimos con capitulos tomados de otras antologias organizadas por el propio Gulioli. En primer lugar es necesario indicar que sus obras de lingiistica estin generalmen- te constituidas por un conjunto de textos nacidos en circunstancias diversas, en momentos diferentes, pero que tienen por unidad la pro- bblemética de su autor. Culioli vuelve y revuelve su. argumentacién: busca —y encuentra~ diferentes modos de presentar un problema, pela al funcionamiento de la palabra (del habla) en situacién, en sus seminarios modula, representa sus ejemplos. El tono, la entonacién, las pausas, constituyen tun campo fénico donde Ia comprensién se modula en la interaccién. Es el otro quién interpreta y por lo tanto valida el enunciado. Su respuesta es la seflal de la intercomprensién. Las formas son indicadores, lo que importa es a qué remiten, pasar de la ocurrencia a la nocién y viceversa. Esto, que Gulioli practica in vivo, también lo practica con una metodologia que apela a una suerte 1. Grize, Jean Baise, Lagiqu et Langage Pati, Ophrys, 1990, p. 8 2. El centro de 'EPHE del que exa director F.Breston se lamaba Core aude des process egutific d lenge (1964-1986), del que tmmbién forme parte (970.1986) Péloge 7 de historicidad de las formas en sus comportamicntos diacrénicos. Ello implica una “filologia” especial centrada en una suerte de “de- construccién” del objeto lingiiistco, en Jo que yo llamaria un reco rrido de ocurrencias diacrénicas pero siempre partiendo de un aqui yahora (cf. cap. 2 y3). Los titulos de los capitulos que constituyen este libro indican casi desde el vamos lo que hace de Culioli un lingtista aparte, Su term nologia, que a veces parece ser la misma que I de otros lingiistas, se diferencia porque entra en un tipo de razonamiento que pone a los lectores frente a un modo diferente de encarar los problemas de lenguaje. Tomaremos algunos ejemplos. En el cap. 4, a propdsito de la distineidn dens, diet, compacto: estos tres adjetivos se refieren a Jo que hace que una nocién pueda pasar dc lo general lo particular, «8 deci, To que llama la ourencia Esta puede ser un sustantivo, tun verbo. Tomemos el caso de unt sustantivo, “agua” por gemplo, Decimos “cae agua” en castellano y en francés “il tombe de Fea”. En ste tltimo caso la relacién entre el verbo y su complemento tiene ‘una preposicién + el articulo definido. En castellano, nada, Pregun- ta: épor qué esta formula? En primer lugar, para especificar, agua ¥ no aceite: “Je veux de Feau, pas de huile” con lo cual, para construir tuna nocidn a la cual se remite, que ademas es densa, no se le puede poner un articulo definido, salvo cuando se trata de un tipo de agua: *Elagua mineral es buena”. En tal caso se la discretiza como cuando se trata de un objeto enumerable, “un vaso” por ejemplo, que puede ser un numeral 0 un indefinido segiin los contextos. Es por lo tanto la situacién de enunciacién la gue constituye el contexto de com: prensién de las sccucncias, Esto es vélido para los sustantives, que remiten a “presencias” reales 0 virtuales de objetos, pero en lo que respecta a las relaciones entre estos términos, los llamados “verbos” (ya se trate de auxiliares o de los rema aristotélicos) que impli ‘una temporalidad, dedimo se procede? Culioli reinterpreta la no de aspedo (cap. 5), que en cierto modo abarca més que la de tiempo, la que parece “objetiva’, desplazando su interpretacién a la presencia de un enunciador que se hace cargo de su enunciacidn, Bs decir que cl “centro” ya no es més una serie de personas como las indican las sgramaticas tradicionales (“yo” - “ti” - “81” - “ella” y sus plarales.. sino un “yo"en estrecha y necesaria relacién con un “ti de la inte- 8 Antone Gail» Berit raccién, de la co-enunciacién como ya lo habia previsto Benveniste, Este salto es también un salto fuera del mundillo lingistico actual, donde la formalizacién se limita ala iteracién de las formas y no a los funcionamiemtos situados?. Uno de los aspectos mas innovadores de Culioli es el modo en que trata las exclamativas (cap. 6). Hemos mantenido, junto ala tra: duccién, los originales en francés, porque es en este tipo de enuncia- dos que las diferencias entre hablas (y no necesariamente lenguas) se vuelven interesantes. El aspecto fético del lenguaje fue muchas veces Aejado de lado por la sencilla razén de que no entra en los cénones ‘wadicionales (incluida la lingtiistica formal), se escapa, huye, es habla implica la voz, la modulacién, es0 que los signos de exclamacidn -y hora las sonrisas y lantos de los chats tratan en vano de introducir en lo escrito, Culioli intenta, con su interpretacién de la nocién, ver ccémo se puede “escapar” de lo establecido. Es lo que llama la “bifur ccacién” que desestabiliza la nocién volviéndola sea problematica, sea ‘ntensa, sea sencillamente pregunta sobre s{ misma. El cap. 8 indica claramente lo que es un dominio nacional: hay una abundancia, es decir que tno tiene todo un conjunto de ropiedades que se organizan en relacién a otras, que son fisicas, cculturales, antropolégicas, que hacen que en definitiva un térmi ‘no no remita a un sentido, sino que remite a ~no dirfa un campo, porque un campo cs ya una organizacién de un cierto tipo entre ‘érminos— un domini nocional, es decir a todo un conjumto de vir tualidades. Es necesario sefalar la labilidad de este procedimiento que per mite ~porque es un “abierto" mostrar el funcionamiento en s{ del lenguaje (emnciacién y referenciacién), aceptar novedades, modifi caciones, tanto en las lenguas (y de ahi la importancia de cierta mira da filolégica) como en el “mundo” (ciencia, invenciones, etc). 8. Bs interesante relecr el libro de Eike von Savigay, Anabtische Philauphie (Fi Java anata, Bs.As. Sut, 1974, traduecin de E. Garaéa Valdés), que recorre las corrientes formalistcas de los sesenta (y antes), fuentes del gcnerativisino Tingiistieo, Priogs ® Estos temas y otros se encuentran en el cap. 7, en el cual se con sideran el gradiente y el alto grado, que permiten estudiar formas limites como las exclamativas, donde el enunciador es la media de su enunciacién, Una de las earacterfsticas de Culioli es el modo en que utiliza lo que a veces se llama “formalizacién’. El contagio de la légica fo llevé 2 considerar que el modelo abstracto de un enunciado es el de tuna formula con dos sintagmas y un operador. Es pasar de la for ‘ma légica:‘p, q (0), relacién binaria, a una frmula lingiifstica: SN, ‘Vierbo) SN, lo que consiste en eonsiderar el orden de los sintagmas gue Fancona asf en as lengua sin delinaiones como io ‘ces- como un orden general de las lenguas. Culioli retoma en alguna medida ese saunas To devia, lo reutiliza pasando del célclos la notacién de las formas. Algo que comparte con Grize, quien mos tr6 la importancia de esta “figuracién” espacial metaférica. De ahi también la imagen de la flecha y del arco hallada en Ho: mero, en Herddlito, pero también en Parménides. La flecha tiene una trayectoria, un recorrido, una fuerza, una velocidad, dados por quien tiende el arco, La cuerda del arco lleva la muerte, es un intermedia rio que da acceso a lo inaccesible como la piedra que se arroja y que esté al alcance de quién la tira, Gulioli da un ejemplo de la fuerza asertiva, de lo que llama hacene cargo [prise en charg: “Me empeio en decir” W QUE (X) es el caso fucrea de validacién (como la del “arquero” blanco (able) ‘que lanza la “flecha”) t disposicién de marcas ‘a quién uno se intersujtos que apuntan: dirige (frente a fiete) (cara a cara)* 4, Notas de la conferencia de A. Culili en homenaje aI. Meyerson (2007). Bl texto estard incluido en el Tomo LV de Par ne ingustign de Uonncation (en prensa) 0 Antone Cail » Bextor Lo importante en este modo de presentar una interaccién es que nos obliga a constatar que el funcionamiento del lenguaje cxcede a 4a palabra, que se inserta en comportamientos alos que podemos ac ceder mediante otras disciplinas, otras leeturas, Es el problema de la significacién en relacién con el significante, de la rférenciacén como sberacién, como un ivhacia, una intencionalidad, si se n0s permite la alusién a Husserl. Quisimos terminar -provisoriamente- este libro con las reflexio- nes de Culioli sobre lo que él llama las “contradicciones en linggiis- tica” (cap. 9), problematizando tanto las designaciones metalingti ticas que florecen en los articulos y libros de la disciplin cardeter abierto, lo que llama “la proliferacién del lenguaje sobre si mismo”, De ahi que hayamos pensado en incluir (cap. 10) sus re- leaiones erticas sobre Benveniste, acerca del modo en que este ‘imo abre una nueva problemética que no lleva a sus tiltimas conse- - I y el prodicado ‘venir. Hate ado por diversas modal: ‘objeto inmerso en un espacio dades, entre ls cuales estas do or 49, Sobre este tema se puede consulkar Zoartjes, Otto (ed), Las gramatices msioneras de tradi hspanica igloc XVPXVI), Amsterdam, Rodopi, 2000, 38 Andone Cail » Baris ¥ luego poco a poco, por razones que seria muy interesante ana- lizar, hubo un movimiento hacia concepeiones cada vez més rigidas, «on fensimenos de esclerosis que son realmente lamentables. Y no creo que se pueda entonces escapar a los reproches que cier tos no lingtiistas le suclen hacer a este tipo de linguifstica, diciendo ‘que en realidad es0 no les interesa mucho. En un momento, en cambio, hubo un pasmo de admiracién por {a lingiifstica, con la fonologia, y se decta: ¢s la primera ciencia, por que logra clasficar. ¥ el estadio de lo clasifcatorio ~insisto en este punto- es absolutamente fundamental. iNo se puede prescindir de lo dlasificatorio, como no se puede prescindi del andlisis distribu: cional, como no se puede prescindir de los andlisis sintdcticos mas clementales que se pueda imaginar, camo Ia segmentacién en partes dll discurso, por ejemplo! Todo esto, ¢s evidente que no se trata de tomarlo en broma; todo lo contrario: es realmente una parte del trabajo, engorrosa, dificil, pero sin la cual nada se puede hacer. Y de ninguna manera habria «que imaginar que lo enunciativo equivale a darle la espalda a todo un conjunto de prdcticas que han dado lugar a la constitucién de las gramdticas tales como las conocemos. Simplemente, nos damos cuenta de que durante mucho tiempo, los gramticos se ocuparon de fonética y morfologia; en muchos otros casos, mds tarde, afiadieron ‘una pequeiia sintaxis, pero esto resulté pobre en relacidn a lo que se tendria que haber hecho. Y lo repito: el asunto es hacer las cosas con rigor y ademds con flexibilidad, Bien: si no se puede ser a la vee riguroso y flexible, en- tonces... Yo diria incluso ~no es muy de mi estilo lanzarme asi, pero bbueno...~ dirfa entonces que, para trabajar, es preciso tener una suer- te de austeridad, muy firme, casi glacial... y ademas, por otra parte, hay que tener imaginacién; Ia imaginacién que hace que, brusca: 44. En Ia Gramdtica latina de Port-Royal (eile XVM), la pare reerida a 4a sintaxis ocupa 80 piginas de las 800 (es cierto que ésta comporta también tuna retrica). En. la Grasonaite laine complete de L, Debeauvais, Bein, 1957, la ‘morfologia, reducida a cuadros de deelinaciones y conjugaciones, sigue sienlo la mitad del conjunto, Wariacons sre la ington a9 ‘mente, fendmenos que estaban tan sumergidos en los habitos que ya ni se pensaba en ellos, salen a la luz, surgen, aparecen. Uno esté estudiando una lengua, frente a un inforn investigador de quien es la lengua primera; y bien, a fuerza de vuclias, de manipulaciones, luno hace realmente aparver un fersime: no que no era visible! Abi hay un procedimiento de descubrimiento, Por lo demds, tal vez puede parecer que estoy protestando contra no sé qué, pero en realidad soy bastante optimista a este respecto: creo que vamos hacia un modo de investigacién mas flexible, més abierto, que va en el sentido de lo que estoy diciendo, Pero no hay que olvidar que hubo un periodo en que fue bas- tante dificil decir las cosas que estoy diciendo. Es cierto que, muy a menudo, la gente que hablaba de cuestiones seménticas, por ejem- plo, tendia a veces, digamos, a decir cualquier cosa. A perderse en consideraciones acerca de las cuales finalmente no se podia decir nada, porque eran muy brillantes, pero simplemente no tenfan esa coherencia metalingiistica que permite eventualmente contar con procedimientos de validacién. En cambio hoy en dia, en muchos campos (en el campo léxico, lexicoligico, lexicogréfico, el ambito de la seméntica, el de léxico ‘gramética también...) se estin haciendo cosas extremadamente im portantes®, y creo que desde este punto de vista hay buenas razon para ser muy optimista, ‘Sin embargo hubo, 0 hay todavia -no lo sé-, reticencias frente a sus procedimientos. A ee dead usted sabe-, que usted es “complicado”; y si ademas no sigue las segmentaciones tradiciona- les... &Esto no explica que, al fin de cuentas, usted no sea fara el “gran iblico”? Si... en fin... no sé a qué Ilama usted “gran piblico”, porque lo jue en general la gente aprehende de la lingtiistica es casi siempre Tpoligediano, o digamos mis bien un seado poigoisma, Gist ne 0 a 0110. le 45, Antoine Gulioli agrega: “Es imposible mencionar todos os trabajos que, en todo e mundo, lo merecerian. Ateniéndonos a Francia, y sn ser exhaustivos, lamemos la atenciin sobre J Picoche, A. Rey, R. Martin, el grupo de Lille tcl. 0 Antoine Cail + Exits do uno dice que es lingdista, la primera pregunta que le hacen es écusintos idiomas habla? O bien la gente hace comentarios, a veces extremadamente inge- rnuos, sobre los orfgenes del lenguaje, o incluso comentarios de orden prescriptivo; o también dicen cosas algo exéticas sobre las lenguas, © del dimbito de la sociologia de las lenguas (el argot, las huchas lin siisticas...) ¢Hay reticencias con respecto al ptblico masivo? No podria res ponder a esto; de hecho, no sé sila lingiistiea, de manera general, puede ser “popular” Por que? Porque, como se sucle decir, y es verdad, tiene cierta teenicidad, puede parecer un poco aburrida, estrecha... Y porque finalmente, ahi donde la gente erce que se iba a divertir un poco, se da cuenta de ‘que se enfrenta a consideraciones laboriosas. Ademds, se preguntan para qué sirven, puesto que de hecho hablan, se comprenden, y todo ‘con una extrema facilidad aparente, y se preguntan por qué nosotros ‘nos estamos exprimiendo el cerebro con toda esta complejidad, para saber por qué se habla como se habla, por qué se dice lo que se dice. JY ademis al final les hacemos una zancadilla diciéndoles: cuando usted dice lo que dice, quizas no estd diciendo exactamente Io que cree estar diciendo! Entonces, éque le parece?, éque eso puede ser para todos? Y ademés hay que aftadir otra cosa. Hay todo un conjunto de transformaciones que se operan constantemente en lingiifstica. Esto xno simplifica cl panorama, porque desde luego se generan activudes ‘iiltiples, que hacen axin mas dificil un abordaje del campo. Y woda- via no hablamos mucho de ajuste, pero usted lo sabe tanto como yo, Jos lingiistas son el mejor ejemplo de que el lenguaje no es transpa- rente, que el ajuste no significa comunicacién exitosa. Y entonces es cierto que todo esto da un panorama en movimien- to, donde e] no especialista corre el riesgo de perderse. En este ser tid, creo por ejemplo que hoy en dia, si alguien quiere leer algo, es bastante diffe aconsejarie un libro introductorio, que no simplifique demasiado, pero que no sea demasiado complejo. ¥ que ademas sea completo. Es0, es verdad... Variacones sobre la lingstica 41 En verdad, al hacerle mi pregunta, pensaba ante todo en la di- Suusin de su lingitistica entee lingiiistas. Es decir que, en su propio ‘campo, éhay, hubo, eso no lo sé, alguna resistencia a la difusion de sus teortas? St, entiendo, de acuerdo. En primer lugar, creo que efectivamen: tc, el tipo de consideraciones que termino haciendo suele interesar ‘mis a no lingitistas que a los ingitistas. Pero entre los lingtistas, hay bastantes que se interesan, sobre todo cuando se les hace ver que no es tan complicado. Entonces, podemos formular la pregunta en estos términos: épor qué hubo durante mucho tiempo una cierta resistencia? €Y por qué, ahora, esta resistencia ha cedido en gran medida? po Por mi parte, creo que hubo, efectivamente, una gran resistencia porque lo que yo acabé haciendo tenia que ver con la ausencia de barreras entre la semantica, la sintaxis y la pragmiética, y ¢s0 solo ya chocaba a mucha gente Chocaba a los especialistas en simtaxis, los que hacen sintaxis structural, porque para ellos la seméntica era radicalmente diferen- te, estaba separada. Y chocé a los semantstas también, sobre todo porque, una vez més, siempre sostuve que la semantica se apoyaba ‘en formas, lo que yo llamo formas esquemiticas, que construimos ‘mediante un procedimiento de abstraccién. Entonces para unos yo ‘era demasiado semantista, y para otros estaba demasiado voleado a la sintaxis. Se le reprocha también una aproximacién muy formalizada, ‘muy teérica.... ahi donde otros dicen “la formalizacién no aporta nada’, 0 “yo no hago teoria...” Eis verdad? €Todavia existe eso de “Yo no hago teorfa"? Puede ser que cada vex menos, en todo caso en una forma tan TEmonces cso merece una reapucsta! Al menos si es0 significa lo que, después de todo, me parece tuna posicién perfectamente honto: sa: no quicro ubicarme en una posicién en la que tuvicra respuestas para todo, En este caso, de acuerdo. 2 Antoine Galil» Ect: Porque el te6rico casi siempre tiene la reputacién de ser un perso- nnaje que comienza por decretar lo que debe ser, y que iego condes- ciende a acercarse alos fendmenos. Y después acomoda los fendéme- ros de tal manera, evidentemente, que satisfagan a su teorfa. Lo que hace que, en ese momento, cuando algunos dicen: yo no hago teoria, es que en realidad tienen mucho miedo de los sistemas deductivos, y tienen mucho miedo de que haya una especie de acti- tud de forsamiento, que impondria ala realidad ideas preconcebidas. TEntonces sobre esto no hay nada que decir! Son prevenciones que, lamentablemente, resultaron verdaderas con bastante frecuen- i: es cierto que la teorizacién puede, o podia, dar miedo, y que en ciertas épocas, estas prevenciones estaban justificadas. En especial hubo empresas que se presentaban como universa listas, como si estuvieran en condiciones de responder a fadas las preguntas, Hoy estas empresas, cuando no se... vinieron abajo, por lo menos se vieron obligadas a diluir tanto sus posiciones que, en la actuali- dad, es muy dificil reconocer el triunfalismo inicial, Estoy pensando » particular en el campo de la gramatica ge Por lo dems, no caricaturicemos, de ningiin modo; también ha- bia cosas muy interesantes. Pero que estaban atrapadas, éstas tam- bign, en una suerte de fendmeno tan masivo que (todos conocimos sto en algiin momento), para decirlo quieés demasiado brutalmen- tc, la gente se volvia sorda y ciega. Sectaria, incluso. Gs decir? Guando se describian los fenémenos, la gente decia: éAb, si? ¢Para usted eso es tn fendmeno? Yo no considero que sea importan- te, Imaginese usted, un fisico que dijera: éasf que ha visto un fend ‘meno que no estaba previsto? Y entonces équé quiere que haga? 46. Los generativistas acostumbraban a distinguir entre lo que ea “interes “ng” (seg las malas lenguas, lo que ellos haclan...) y lo que era “nd iereing” (gre modo, lo que hacian los dems... Hay un intento de definicién de la Palabra “interesante” en N. Chomsky, Dialogres aove Mito Rouat, Paris, Flame ‘mation, 1977, pp. 6777 (Conersaimes cou Chomsky, Barcelona, Gedsa, 198i Este aracones sobre la ingiica 43 En fisica existe el fendmeno de la reproductibilidad de la expe- riencia, que podrd ser reconocido. Pero en lingtifstica es diferente, dlaro, en especial porque todo el mundo puede inventar ejemplos. Ejemplos que ademas suelen ser idealizados, simplificados al extre ‘mo, o bien ~élo sabfa?- hay esas frases que hacen reir a todos porquc s6lo un lingiista en tun momento dado pudo haberlas inventado"”. Y es evidente que, en este punto, si no nos entendemos acerea de las observaciones, porque no habria una teoria de los observables, entonees ¢s0 ya es muy grave. Pero justamente, enseguida hubo una preocupacién yor por estudiar los fenémenos en su realidad, y no *precalibrados"; ‘en ese momento, por ejemplo, se descubrid, 0 se redescubrid, c quicra, que la oralidad existia, que el francés hablado exist Pero atencién: por esa razin yo no tratarfa con desprecio ese de comentarios que usted mencionaba. Con su pregunta usted pa- recia sugerir que yo los barrerfa con un gesto de desprecio, o que me reiria, INo, no! Pero mostrarfa que es imposible hacer buenas descripciones, ricas, profundas, elaboradas, extensas, sin teorizacién. YY que es imposible eorizar la nada; hay que teorizar algo. ¥ por com siguiente, hay que hacer observaciones. Y agregaria también que alguien que se imagine que pucde recu: rir, a modo de teorfa, simplemente a una herencia, 0 simplemente a su intuickén, que no estuviera controlada por su razonamiento, y por ende por un metalenguaje dotado de ciertas propiedades, también se hari ilusiones. Porque si ahora se trata de decir que nos podremos conformar con una oposicidn estricta entre “los que hacen tcorfa” y “los que hacen préctica’, entonces, aqui hay que ser muy claro, es0 no se sos tiene. fragmento va precedido de una apologfa dea idealizacion, til pata comprender las erticas de A. Cull 47. Por empl: “The mar wh the Boy ao the sents renga potted oui «fend of mine” ("El hombre que el muchacho que los estudiantes reconocicron sefialé con el dedo es un amigo mio”) N. Chomsky, pet of the Thay of Snes, Cambridge Mass, MIT Press, 1965, p. 11 [Aico de l tora dela sina, Ma did, Aguilar, 1970) 4 Aone Cail + Brits Gomo usted sabe, en un momento dado (alrededor de los afios 7080) se quiso oponcr también (se ha hecho mucho este tipo de opo- siciones) la Tingifstca “de terreno” y la lingifstica *tedrica’, La lin- slifstica de terreno era gente que andaba por los pantanos, en medio de los mosquitos; y por lo demés es cierto que suele ser un trabajo muy dificil, Y también estaba, por otto lado, separado, el teérico. En inglés, por ejemplo, se oponia “field linguists” y “armchair linguistic”, que quiere decir lo que dice: el lingiista “de sillén” que, desde su gabine- tc, decreta, y el lingdista “de terreno”. no’ De la misina maneta se quiso oponer lingiistica tedrica y lin siistica descriptiva. En lingtifstica habfa en una época -repito- mu- chas de estas oposiciones bien definidas. Y en este caso también se puede demostrar ficilmente que para deseribir -lo digo muy répida ‘mente, porque ¢s bien sabido y es en si mismo todo un tema hay ‘que tener categorfas que le permitan a uno describir, por tanto una teorfa previa. Y estas categorias no pueden provenir més que de tres fuentes La primera corresponde a las categorfas recibidas por herencia: sustantivo, verbo, tema, aspecto, etc. Se sabe que esta herencia fue constituida histéricamente, en el dmbito occidental, a partir de la re- flexién sobre ciertas lenguas. Entonces, a menos que se practique el slotocentrismo, o que se decrete que la lingiistica no se ocupa de la diversidad de lenguas, o que esta diversidad no existe, o incluso que no es interesante", no se puede hacer como si wia lengua nos diera acceso a las knguas. Entonees, si uno no se conforma con esta herencia, tendré que Aibriar: La primera solucién es apoyarse en la propia intuicién, y ‘entenderse con los dems por medio de alusiones. Pero al crear asf tuna metalengua un poco silvestre, ise van a producir malentendidos! ‘Tomemos por ejemplo algunos libros de lingiiistca; vera que la pa- ibra “tema” significa cosas muy diferentes; que en la categorla del pecto (aqul voy a tencr que ser un poco téenico), nociones como “durativo”,"imperfectivo", “perfectivo” son aprehendilas sil a me- 48. Oh n. 4, Vewiacons sobre la ingitstien 45 dias palabras; “durativo’,intuitivamente, se entiende que es algo que “dura”, que es “no puntual”, eso es todo. Entonces, proceder de este modo es tener, en el fondo, una pos cién que equivaldria a decir: ¢s as{ como veo las cosas. No es siempre catastrfico, pero en cuanto uno quiere efectuar lo que s¢ llama un razonamienta, Iya no se sostiene! Entonces, si uno no quiere que haya permanentemente esta fuen- te de malentendidos, debe construir, imextar esta lengua que nos permite describir el objeto de estudio. Y entonces uno debe dar los criterios de construccidn de su metalengua, y tener los criterios habt tuales de racionalidad en ese caso: los términos deben ser explicita- dos, las reglas deben ser coherentes, ete. En definitiva, esta oposicidn, esta visién del tedrivo por un lady y del préctico por otro, ¢s insostenible. ¥ si usted me pidicra elegir, ‘debo decir que me veria en un apricto. Porque no hay que clegir, ¢s asi de simple. En esto hay a veces una gran ingenuidad, aun cuando se dice y se sabe bien que un hecho lingiistico es algo que se construye (¢s0 ya lo dijo Benveniste, que retomaba en este punto reflexiones de Saussure) Y hay un punto también en que la descripeién no es suficiente, yy donde la teoria cesempefia un papel esencial: es que ésta permite hacer aparecer fenémenos que de otro moclo quedan ocultos. Usted dice que la teoria hace “aparecer” fenémenos? St, por supuesto, es un punto ficil de ilustrar con un ejemplo. ¥ vverd que lo asombroso cs la cantidad de fendmenos que jams son observados, y que la “teorfa” hace aparecer incluso en una lengua que parece tan bien deseripta y familiar como el francés. Bien, tomo mi ejemplo, 49, E. Benveniste: “Creemos poder alcanzar directa 502 coma wna realidad objetiva. La verdad eq terminado punto de vista, que hay que empezar por defini" ‘de medio sigh’, en PLG 1, p. 29 [de la edicién espaiiola.F. de Saussure: "Lejos de que el objeto preceda al punts de vise, dirfamos que es el punto de vista lo que crea el objeto", CLG, p. 49 [de la edd expo 46 Antoine Cli» Esc En francés, como en espaiiol, usted puede decir: Dine hyn telefono? eDinde puedo encontrar wx tone? Pero estard de acuerdo en que dificilmente va a decir: eDinde encuentran tegono? Dine est wn telfono? En cambio podré decir ficilmente: Dine este kefono? Doi seenucnra el teen? Pero no puede tener “un’, Zestamos de acuerdo? Hasta aqui, si Esto lo podemos comprobar. Esta comprobacién no se impone a nosotros: como ha visto, fue preciso hacer manipulaciones para Hegar 1 enunciados. En particular, hice surgir enunciados imposibles. Se puede ironizar sobre estas secuencias imposibles, pero es indudable «que son de gran importancia: en un momento dado uno se da cuenta de que hay imposibilidades, es decir, que se puede chocar con algo. Empiezo por: Dine, édinde este telgono? Bien. ¥ luego alguien después va a decir: si en lugar de “a? des- pués, pongo “un”, équé pasa? ¥ veo que: eDiinde est wn telefono? ‘no funciona. Entonces me digo: ob, éno funciona? Intuitivamente, en ese momento me puedo decir: quiere decir que 1 verbo “serlestar” ["étre”] tiene propiedades (aqui me salteo muchas ‘osas}, y que no son del mismo orden que, por ejemplo, “encontrar”. Pero esto sigue siendo insuficiente. ‘Ahora bien, écudl es la diferencia con “encontrar", por ejemplo? ‘Que “encontrar” es disimécrico: por un lado hay alguien que busca Variacones sobre la nga a y que encuentra y, por el otro, hay algo que es buscado, y encom trado. Mientras que con el verbo *ser/estar”, ya sea que signifique “ha- arse", 0 bien “ser idéntico a” (por tomar s6lo estos dos casos: estacidn esté delante de usted” y “este animal es una ardilla”), nos damos cuenta de que no aparece esta propiedad disimétrica que cexiste, por ejemplo, en “encontrar” 0 “tener”. “Serfestar” es simé: trico, Entonces inmediatamente, uno se dice: oh, encontré algo, hice cemerger una propiedad. Y eso, desde luego, ya es trabajo tedrico. Sigamos. Luego verificamos si eso funciona en otros lugares. “Tomo “encontrarse”, que e9 verbo reflejo, que por ende no tiene esa propiedad de disimetria de “encontrar”, verifico, y efectivamente: {Dine se encuentra un telefono? ino funciona! Retomo ahora “hay”, que es disimétrico: por un lado tiene lo que yo llamo un “localizador” y, por otro lado, un “localizado”. Ahora bien: inde hay un telefono? ifunciona! Entonces me doy cuenta de que transformé lo que era slo una observacién, una simple comprobacién, en un problema, un contracts, ‘No podria haber hecho esta observacién sino hubicra estado atento a cierto niimero de propiedades de los textos, que hacen que en-un momento dado, funciona, y en otro momento, no funciona. ¥ ademés, de una manipulacién de enunciados puedo extraer wna pro- piedad abstracta, y a partir de esta propiedad abstracta pucdo volver a trabajar sobre otros ejemplos. (Me entiende? ero, a partir de esto, puedo ~y voy a~ hacerme otra pregunta: Eedmo es que cuando tengo “dénde”, hvegn un verho simétrien, no puedo tener “un? Porque encuentro una dificultad, y es que si tomo ahora el inglés, en inglés tengo, o puedo tener: Where isa telephone? |Dinde hay un telefono? 48 Antoine Cai + Baris Es decir que tengo algo que parece contradecir al francés [y al «spaiiol], que todo el razonamiento que hiee con respecto al francés ‘no funciona con el inglés en un caso como éste™. Pero en ese momento me acuerdo también de que en inglés, “hay” no se dice con el verbo haber (que es un verbo disimétrico), sino que tenemos “is”. El “is” del que hablébamos. Y esté el localiza: dor “there” Entonces me voy a preguntar por qué lo que era posible, o lo que cra imposible, en francés, cuando paso al inglés (que, hay que deci Jo, no ¢s simplemente una especie de franeés traducido, sino verdade- ramente inglés) se vuelve pareialmente posible, ete, etc. Ahora, como usted ve, esto no es tinicamente un trabajo de des- ‘ripcién, ya es trabajo tedrico. Es evidentemente trabajo de descrip- cin, un trabajo muy fino, que se realiza en fenémenos casi imper- ceptibles... en fin, que sor, incluso, impercepribles. ¥ dl problema para cl lingiiista es, precisamente, ~porque noso- tos no tenemos concieneia de lo que hacemos cuando hablamos- ‘cémo ponerme en una posicién de exterioridad con respecto a mi ob- Jjeto de estudio, de manera de tratar en forma consciente fenémenos dd los cuales no somos conscientes. O bien: e6mo tratar de manera dobjetiva fernémenos que son subjetivos, y de modo mas general, in- tersubjetivos. Estos fenémenos se vuelven perceptibles, entonces, mediante ese twabajo del que acabo de dar un breve ejemplo. Yees tambien, por cierto, trabajo tedrico. La teoria, mediante estas ‘manipulaciones, me permite consrair mi observacién, mi descripcién ¥; Por ende, en el sentido propio, hacer emerger, hacer aparecer fe- némenos. Entonecs ve usted que por todas estas razones, la oposicién entre descripcidn y teorizacién realmente no tiene sentido. 50, “Lo qu importa es hacer que eltexo se mya, As, ctando enconré un dla en un texto inglés Whe a eipine? que no tene nada de anormal! Pero ysmo lo haba pensado), me tave que interogar sobre la relacin entre localiza dor y localiza en exe eaquema (tien compari con el frances (ly) {espaol A propos dela notion” PLE p28. eric slrel ingistca 49 Aprovecho también para insitir en la importancia de una forma- ign tedrica, en especial para hacer aparecer fendmenos. ¥ digo esto sobre todo porque mucha gente, gente con la que he trabajado, hacia quienes tengo una profunda estima, manifestaba también al comien- z cierta inguietud frente a mis procedimientos de teorizacién. Te- nian mucho miedo, y lo repito, a menudo con razén, de que un punto de vista impusicra, de manera imperiosa, una suerte de red precons truida sobre los datos, las observaciones. Y eso es muy malo. Después, cuando se dieron cuenta que, al contrario, ese dispo- vo tenfa mas o menos la funcién de una lupa, y después de un ricroseopio, y después incluso de un a electrénico, en ese momento, la mayoria de las veees, st posicién intermedia era: ‘el aspecto tedrico no me interesa mucho, pero reconozco que provee muchos datos y desde este punto de vista es extremadamente inte- resante. ‘Auin cuando se puede pensar que con una lengua que munea fue descripta, se puede avanzar a toda velocidad, y que para hacer un buen trabajo de observador no neeesitamos forzosamente un trabajo tedrio expicta. Tenemos por ejemplo una execlente deseripeién del grocnlandés que hizo un pastor’, mientras que otros pueden haber recibido una excelente formacién tedrica y no ver nada, pasar de largo, simplemente. Hay que agregar que, es verdad, como por mi parte siempre me he ocupado y preocupado mucho por la epistemologia, pude haber dado la impresién de estarle buscando la quinta pata al gato. Lo que hace que ahi también hubo inquietudes miles. Entonces creo que lo que ha cambiado es que antes, los lingiistas de terreno desconfiaban como de la peste de los “tedricos” (0 de quie- nes pretendian serlo). Luego se dieron cuenta de que finalmente, el trabajo tedrico los podia ayudar, y que habia incluso investigaciones teGrieas de buena fe que se nutrian de estudios hechos en el terreno. ‘Ademés, en algunos paises ~en Africa, por ejemplo-, se dieron ‘cuenta de que las descripciones que se habian hecho -era lo inevi- S51. Kleinschmid, Grammatt de grinlindshen Sprache, Berlin, 1851. El pas tor Kleinschmide fue precedido por un obispo danes, Paul Egede (1708 1789): Grammaieagrnlaniva-damclatna, Copenhague, 1769. 50 Antoine Cail + Exits table siguiendo el modelo estructuralista clisico™ eran demasiado simples, y dejaban de lado todos los fenémenos enunciativos, todos los fenémenos de prosodia, todos los fendmenos vinculados con la retérica, todos los fendmenos de interlocucién, es decir, todo lo que se puede llamar realmente “antropologia lingiistica’, todas las ma- neras de comportarie dentro de una lengua. Pero es cierto que en general ~y ereo que hoy en dia hay una evo- lucién muy fuerte, muy saludable- el caso que usted planteaba, que podriamos llamar dle ingenuidad, o casi de necedad antitedrica, esta desapareciendo. 27 eso es algo bueno? Si, claro. Pero en cambio hay otra cosa que, en mi opinién, no ha desaparecido entre los lingtistas: algo asi como una prevencién con respecto a las lenguas en general, en su diversidad. Y aiadiria incluso con respecto a las “lenguas dentro de una lengua’, es decir, a esa forma de diversidad que constiuye en una lengua el lenguaje ‘oral en relacién al lenguaje escrito, el estilo, la retérca, las maneras diferentes que tenemos de hablar en funcién de las situaciones... En- tonces, en un sentido mas general, una prevencién con respect a los fenémenos y a su diversidad. Qué quiere decir, exactamente? ‘Me explico. Primero, so pretexto de lingiifstica “tebrica” (puesto que es el tér sino que se sucle emplear), algunos trabajan sobre manipulaciones formales, pero relativas solamente a cirtos tipos de formalismos, de tipo ldgico, incluso de la ligiea clisica®, Lo que hace que, en realidad, no se interesen en absoluto en la diversidad de fenémenos, sino que trabajan sobre seudo enunciados, 52, Hjemplos sobre este punto e encuentran en la teis de Stéphane Rober Apprache énouiatoe du stime verbal: le as du woe, Pais, Centre national de la recherche seientiique, 19 58, Sobre In Kigica y las Wigicas, véase Desclés, JeamPicrre, “Quelques concepts empruntés par Antoine Culil 3 la logique et aux mathématiques” VL, pp. 122123, Veracones sole le ingen sl que ni siquiera son del franeés de todos los dias; son fenémenos pro- ducidos por lingitstas para lingiistas, en una atmésfera rarifieada, ‘que no tienen nada que ver con la realidad de la produccién y el re ‘conocimiento de los enunciados. Enlaactualidad, hay numerosos lingiistas, por ejemplo en el eam- po de la semantica formal, que trabajan de este modo, sobre algo que 10€s tal o cual lengua, sino un artefacto, una abstraceién. Que ya iquiera ¢s una lengua, en el sentido empirico del término, Y por otro lado, hay gente que trabaja solamente sobre wna len- gua, como si esa lengua pudiera ser representativa de “las lenguas”. Ahora bien, las lenguas -y aqui corro el riesgo de repetirme hasta Ja néusea~ manifiestan una diversidad siempre desconcertante. En realidad, son diversas incluso hasta el punto de que realmente hay ‘que haber manipulado muchas para tener la impresién de que, a pesar de esta diversidad, se encuentra una especie de miicleo de fend ‘menos comunes, de micleo de explicaciones. Y siempre bueno, es mi experiencia en todo caso~ aparecen fendmenos suplementarios, variados, que aman la atencién... Y hhay una suerte de fase ulterior que es que, mientras que se crefa ‘que se habia agotaco esta diversidad en una muy general, cada ver que se retoman los fendmenos en su especificidad, lo que vva hasta un andlisis micraipico de los detalles, se vuelven a encontrar fendmenos. En ese momento, cuando uno vuelve a una lengua, de nuevo ae kes Sees aiom x coon gs we) ae adi isajes que uno erefa muy bien sefializados, analizados; y a partir te eas observacones,reerida a fendmenos afin, se hace una especie de retorno y, en ese momento, uno acaba registrando atin ids variaciones. Por tomar sélo un ejemplo: por regla general, en lingifstiea se hhacen descripciones que son bastante amplias. Sin entrar en detalles ya grandes rasgos, hablamos por ejemplo de lenguas con articulos en relacién a lenguas sin artieulos®. ‘5A, Lo que Antoine Culioli lamenta, La misma idea, y el mismo ejemplo, se encuencran en “En guise de eliture”, LSH, p. 159: “El ingista se ve obligado a hhacerandlisis detalados: m9 hay andlisis macroseépieos. Decie que lay lenguas 52 Antoine Cali» Brits Y ademds, como hemos visto, francés, uno es Hevado a estudi percibidos. éPor qué? Porque no exi en detalle. (© también porque, una vez hecha la separacidn entre lenguas, se verd que hay diferencias estilistcas, toda una tipologia de discursos dentro de una misma lengua, que hard que no aparezcan necesa riamente los mismos fenémenos seggin se cuente una historia real imaginaria, o se esté frente a alguien, o se describa una situacién, 0 se vuelva a describir una situacién vista anteriormente. Es todo un conjunto de problemas que hacen que haya una va- riedad de fendmenos, Y siempre nos vemos lievados a plantear este problema del lemguaje a través de las lenguas, a través del texto y por ende a través de los datos que son datos empiricos. Es decir, tuna realidad que se puede observar, que se puede segmentar, que se puede trabajar, pero que es siempre algo dado con lo que hay que contar. Entonces, para usted, la nocién de diversidad es, por una par- 4c, la variedad de lenguas y, por otra, la variacién -dentro de una ‘misma lengua de “tipos de discurso’, y es eso lo que usted Hama “texto”? Exactamente®. ¥ podemos ir aiin més lejos: hay que incorporar ‘en este punto problemas de orden etnolingiistico y sociolingiist cs decir que habré variaciones dentro de grupos, variaciones rela tivas a la disimetrfa entre, por un lado -tomando aquf el término expresamente-; un hablante, y por otro lado un interlocutor 0 un destinatario, si se quiere usar este término. aun dentro de una lengua como ferndmenos que no habian sido ala costumbre de analizarlos con article ylenguas sin aniculo no tne ningtn sentido ni ninguna aca porque, de as mara, vain «encontrar cto nimero de operaciones de Tris de mareore lear, pr detedon don aru ese ta general que dj de sc porincae 55, Amine Gull agrega: “El testo, para mi, slo textural gid, Bs telnet obj tl Nice el emi pariar de ea qu 53 rico sabre la gia Es deci, para ser més claro, que estamos en una situacién que se caracteriza por discontinuidades, por fendmenos de heterogencidad, y esa impresidn de transmision lisa, transindividual, que no crearia problemas, que podemos tener en un intercambio, es cn realidad tuna ilusién necesaria. De hecho, a cada instante estamos operand ‘un juego de seleceién, que hace que climinemos ciertos factores que podrfan aparecer como factores de rupturas. El intercambio no cs ilusorio, desde luego; no, lo que quiero de- cir 6s que tenemos la ilusién de que es liso porque operamos alisa- mientos permanentes. En realidad ejercemos permanentemente un control, que esti ligado a ese pensamiento no consciente que opera cuando cstanios comunicando, y sin el cual, en realidad, no podria mos tener otra cosa que no fuera un intereambio que funcionarfa de tun modo neurstico, Y por lo tanto, tendremos es masa empfrica ella misma muy compleja porque esté ligada a factores heterogéneos. Entre estos fac- tores heterogéncos porlemos agregar, ademds, lo que se lama “regis tos" (lenguaje cortés, popular...) los tipos de conversaciones (entre amigos, entre inferior y superior. Entonces parece trivial, sobre todo hoy, porque hemos insistido a menudo en estos aspectos. Pero atencién, algunos no insisten en estos aspectos, porque como usted sabe, en el otro extremo tenemos la actitud de quienes dirfan: vamos a trabajar sobte fenémenos que, forzosamente, en una primera etapa, estén idealizados, reducidos a tuna simplicidad que es la que nos permitird trabajar. La complejidad, todo lo que hace que un enunciado sea més complejo, pero también simplemente mds real, dicen que la recuperardn mis tarde. Pero sa- bbemos lo que quiere decir mds tarde; quiere decir nunca, Y tenemos entonces dos actitudes dlistintas, que se refieren a un aspecto que para mi siempre ha sido muy importante: équé estatuto se le asigna a los fenémenos, a la materialidad de los fendmenos? Greo que hay una gran ingenuidad desde ese punto de vista, un lvido de esta diversidad que sorprende de entrada. En las lenguas hay realmente configuraciones, que yo llamo configuraciones de marcadores, que son profundamente diferentes. a Antoine Cali + Excite Y cuando se investiga ~como lo hago yo- el lenguaje a través de la diversidad de las lenguas y de los textos, se debe plantear el proble- rma de lo que, con respecto a esta diversidad, es recuperable, comin, 0 sea inwariancia, que existe en la medida en que se puede aprender otra lengua, se puede traducir en cierta medida, etc. El problema es que, mientras no se diga lo contrario, como la especie humana es tna, podemos plantear que hay necesariamen- te propiedades universales. Y ante esta variedad, nos tenemos que plantcar el problema de la relacién entre la variacién y lo que cs invariante (por diversas razones, prefiero hablar de invariancia més ‘que de universales). Aqui estamos de Ueno en lo que es su programa de investigacién: el lenguaye a través la diversidad de lenguas. Sf, y por tanto la diversidad de textos; como lo dije antes, agrego ahora “de textos"...° 4Y ef marco del andilisis estructural no permite responder a esto? A ver, volvamos a mis procedimientos y sus origenes. Fue real mente -puesto que usted lo sefialaba hace un rato- el resultado de ‘una serie de insatisfacciones, con relacién a esta formacién ~estructw- ralista- que habjamos recibido unos y otros (sobre este punto no me presento en absoluto como un caso particular). Estudidbamos los fe- snGmenos a partir de cicrto marco, el andliss distribucional, que nos permitia clasificar, jerarquizar, Pero atencién, no hay que ironizar en absoluto al respecto, insisto; es una etapa realmente indispensable. Pero en un momento dado, nos damos cuenta de que eso ya no es suficiente. Voy a tomar répidamente un ejemplo para mostrar que, ‘en un momento, ¢s0 deja de ser suficiente. Si digo: Por qué no vamos a cine? 56, Culili reeuerda aqui que él complet recientemente la dfinicin clisica ‘retomada por Frédéric Fau: "la ingistica tiene por objeto el estudio del enguaje aprehendido a través de la divcrsidad de las lenguas naturales” Veracons sobre ka ingen 55 todo el mundo comprende inmediatamente que, 0 bien estoy reto ‘mando lo que alguien diria: No wayamas a cin, yo digo, por oposicién: (Par qué na vanes al cine? © bien, por otro lado, muy naturalmente, es una sugerencia, una in- vitacidn, y €30 significa: 0 si fuéraros al cine?” Enton Pero si avaneé por esta via, empiezo a hacerme preguntas. Me digo: écémo es que “épor qué +14 negacién?” puede significar “dy si”, por tanto una sugerencia? Entonces una primera reflexién, intuitiva, seria, por ejemplo: es porque “por que” introduce una interrogacidn, sobre la caus razén, y si uno interroga la razén, eso quiere decir que... équ decir que qué? ¢Qué no hay razin para no ir? Ve usted que el salto entre “interrogarse sobre” (“épor qué ir?) y concluir “no hay razén para” (“sugiero it”), es decir, la inexi tencia de la razén, ies un salto importante Entonces sigo adelante. Y alf me doy cu me puedo detener ahi. iIneluso puedo no hacer este nta de que, a la inversa &or qué ral cine? parece comportar una especie de cuestionamiento: Por que ral cine? iNo wo la asin der al cine! Y por qué, cuando se lo pone en primera persona: Por qué yo. iri a cine? parece ser una suerte de respuesta un poco fspera a alguien que di jera: 57, Sin embargo hay una diferencia prosédica. En el primer caso, “pr que” Neva el acento principal. Si se trata de wna sugerenca, el acento va en "ne 56 Antoine Gui» Eerie No wayas a cine! Podemos ir més Iejos*. Tenemos un conjunto de enunciados: Por qué no vanes al cine? Por gu no iriamas a ine? © si frames a ine? Esos pequetios enunciados aislados, épor qué los pongo juntos? Acaso por razones de sentido, o de relacién entre los sujetos que ha- blan, que oyen, es decir, por una cuestién de pragmatica? Entonces, {tienen acaso algo en comin? Yahi, para responder a esta pregunta, me veo llevado a construir «se objeto abstracto, previo, comin a todos los enunciados, que Il ‘mo lexts®, y que serd instanciado y sumergido, como dije hace un rato, en un sistema de referencias; es decir, una vez mis, a hacerle ‘enseguida un conjunto de preguntas que exceden un propésito ini- cial, que seria un simple propésito de deseripeién. ‘Todo esto puede parecer complicado, es cierto, Pero antes que re- petir que es complicado, mds valdrfa a veces preguntarse por qué las dobservaciones y los razonamientos del lingiista suclen ser infinita- ‘mente simplistas en relacién a la sutileza de la actividad enunciativa muy cotidiana de cualquier hablante. Voy a tomar otro ejemplo, realmente el mds simple: Aa tenes trl (Voila ta monte. En un caso como Este, “tu rela” esté delante de ambos, pucsto ‘que en “ag tenes ta rlg” inmediatamente construizmos una situa- ‘én donde hay dos personas que estin frente a frente, o una junto S58, Para ir mas Ijs, se puede consultar “Existetil une unité dela néga tion?" PLES, pp. 6870. 59, La dvs e5 “una forma organizadora, generadora de relaciones predic ‘vas. “Sur be concepr de notion", PLE 4, p. 49. La Zeus comporta dos termanos suseeptibles de convertrse en los argumentos de un predicado, en este caso ‘ y y un término susceptible de convertirae en predicado, en ‘ste caso , Acerca de lade, véase también PLE 1, p. 79,§2. Varios sobre la ingen 3 otra, da igual, pero que tienen la posibilidad de compartir cierta pereepeidn. Y al decir esto, ya quiere decir que sabemos lo que es “rele”, sabemos a qué remite “ti” para quien escucha al otro decitle “ui” 2 mismo, en tanto que él dirfa “yo” y le dirfa “ti” al otro. Y, por ultimo, con “aqui tienes” se quiere decir ‘aqui esti [el reloj): Y ahora siuno dice: Dine sti mi roi? todo se complica un poco, porque “inde” remite a un lugar que no es, esta ver, el lugar que uno comparte, el lugar donde uno esté al de- cir esto, “Dénde” remite a: cualquier lugar, en la medida en que tenga la propiedad de ser el lugar doncle esté el reloj que estoy buscando. ¥ notard que esto es mucho mds complicado: uno no puede sefialar y decir: Iya est4, es ahit En segundo lugar, el reloj no esté delante de uno. Por consiguien: te, tno puede referir mediante ese sustitto que es la representacién verbalizada de “i relg” a un reloj que no esta all, Y ast uno habra puedo en relaciin una representacién verbalizada ‘con una representacién de objeto ausente. Y ve usted que una de las propicdades centrales del lenguaje es de todas maneras onsiirrelaciones. El lenguaje no es el tinico medio de poner en relacién: con nuestros gestos, con nuestras conductas en «general, podemos establecer relaciones; pero el lengua tiene, entre ‘tras caracteristicas, en primier lugar la de poner en relacién objetos ¥y propiedadles; lnego, la de poder poner en relacién, mecliante la re- ferencia, a sustitutos de la realidad y una realidad. Y también, la de poner en relacién y regular las relaciones entre los sujetos. Y de un modo mas general, permite consrnir objets mediante pro- cedimientos, de tal manera que uno los pone en relacidn, y de este modo uno construye nuevos objetos que puede volver @ poner en relacién, Pero ve usted que muy répido, y sin tener absolutamente ninguna comicucia de ely, es ve wine de una complejilad espantosa TY e9 tan simple en apariencia! Lo que planteo con “édénde etd mi rely?” es un problema muy cl sico: si utilizamos el lenguaje s6lo para referira lo que ests presente, Andoine Cli» Bits con referentes que estarfan ellos mismos presentes, ser‘a dificil. Nos {encontrariamos un poco en la situacién narrada en el “Viaje a Lapu- ta’, de Gulliver: personas que llegan con sus talegos, y van mostran- lo sus objetos a medida que los mencionan®, Pero basta con mirar alrededor: no es eo lo que pasa. Es mucho ‘mds complicado. $i usted dice, en un momento dado, mirando, seia- lando un objeto: Mira, wn sorro! ‘aunque no parezca, habré hecho todo un conjunto de gperacions, de uestasenrelacion, “Mira, un zorrs® remite a un estado de cosas dado, es ‘decir, a cierta situacidn emplrica, y por tanto a un cierto mimero de ‘objetos, procesos y relaciones, En el caso en cuestién, seamos pesados y detallstas hasta cl fs “nira’, primero, llama la atencién, pero al mismo ticmpo quiere de- cir: hay un espacio-tiempo, una porcién, en el que un fendmeno ha aparecido; hay un cambio en el estado de cosas: no habia zorros, ahora hay tno, Digo entonces ~y ahora sé que voy a parecer estar hilando muy fino... que se trata efectivamente de un fendmeno que se puede denominar: “aparicidn de un zorro”. En segundo lugar, sobre todo, esto quicre decir que: acaba de parecer un animal del que usted dice que pertenece a esa eypecie Hamada zorro, Entonces, ¢5 a la ver un acontecimiento particular, es un zorro que usted tiene ante los ojos (en fin, a esa altura, ya se habria ido, pero voy a hacer como si se hubiera quedado abi, escuchndonos, interesado en lo que decimos...) y, por otra parte, usted hizo una ‘operacidn que es de una ubsraccin may grande, puesto que llevé un animal particular a una clase “ser zorro", que no esté presente aqui. Y ve también cbmo esto se vuelve enseguida casi ridiculo, ade- ands, cuando uno llega a tener que decir todo esto. En tanto que, hay que admitirlo, es mucho mejor no decislo. Porque apenas uno escu cha @ alguien aplastar bajo tal rodillo compresor verbal las situacio- ‘nes que nos parecen ms clementales, tenemos la impresién de que Swill, Lor wigs de Galler, vercera parte, capitulo 5. Vavacones sobre la lingistica 59 la persona frente a nosotros tiene un discurso easi patoligico a fuerza de precision obsesiva. Entonees, se ve muy bien que en cada momento, cada ver. que ‘ercemos tener la posibilidad de trabajar mediante designacién pura y simple, en realidad siempre hay referencia a representaciones que e+ capan ila situacién actual, y siewpre hay, en cl enunciado ms simple, puesto que en este caso tomé una referencia inmediata, un poderoso fensémeno de abstraccién. Encluso en la designacién directa de un objeto presente, a su Juicio, hay un procedimiento de abstraccién? sxactamentel Exceptuando juegos como con 1 famoso “esto no es una pip”, desde luego, aun cuando uno dliga: “esto es un reloj” hay “elo” y *ser veloj” es una abstraccidn: y estos, procedimientos de abstraccién son de tipo cognitvo. Ellenguaje es, pues, efectivamente, una actividad simile, es de ir, de relacidn a la realidad, de construccién de representaciones que pueden susituir a, que pueden operar incluso por fuera de una realidad que estarfa alli presente. ¥ ésta es su propia caracteristica, énoes asi? Yo hablaba hace un momento dela dase zorro, que evidenten no puede remitir sinicamente al animal que usted tiene ante la vista, sino que debe poder remitir a fsos 2orr0s EBs lo que usted Hama “nocién”? Si, la nocién retine todo un conjunto de propiedades que uno re duce en un momento a la “zorridad’, o a la “vulpidad’, en fin, no sé ‘cémo decirlo, Digamos, a “ser zorro” Y esta nocién (con todo lo que ella implica: a partir de esto, uno podré hacer metaforas, por ejemplo, pero dejemos dc lado esto, que nos levaria en demasiadas direcciones ala vez), es una suerte de cru- ce de caminos; es, retomando la definicién que suelo dar, “un haz dle propicdades fisico-culturales” (y digo bien “culturales” también), INecesariamente! nte G1, Alusién al cuadro de Magritte ttulado “La train de las imsigenes” 1929 (Los Angeles County Museum of An). La obra representa una pipa, com la siguiente leyenda: “Esto no es tna pips 60 Antoine Cab » Bsrias Y cs algo apresado en una relacién compleja, en una red con otras nociones, otras propiedades, por lo que siempre esti en vias de re faccidn, Es por ello que uso el término “nocidn’, y no *eoncepto”, {que remite a un concepto cientifico, estabilizado en una acepeién determinada. La nocién, en cambio, remite a un conglomerado de acontect mientos, que conllevan una misma propiedad, por ejemplo, “ser 20- ro”. Y cada ocurrencia de “ser zorro” remite a un zorro que es a la vez particular y, al mismo tiempo, cualquiera. Gualquiera, porque si no, por decirlo répidamente, uno no podria decir “un zorro”, puesto que cada zorro quedarfa separado de cualquier otro zorro. Entonces, de hecho uno aisla cierto niimero de propiedades, y define ast los criterios de conformidad que corresponden a la representacién que uno se hace de lo que es un verdadero zorro; un verdadero zorro, que merezca el nombre de zorro. Este procedimiento de abstraccidn es, pues, necesario y, en un hay un pasje, que hace que uno pase de una representa- ci6n particular, de la que uno abstrae propiedades, a una represen- tacién de todo ser que tenga esas propiedades, y que, a partir de ese momento, uno puede designar como zorro. YY luego, siguiendo en un plano ligeramente distinto, voy a tomar ‘un ejemplo diferente, también muy simple: Los domingas me wy a pear Se ve bien que al decir eso, uno remite a “cualquier domingo”, que uno no dice esto simplemente el domingo preciso en que uno sale a pasear. ¥ esto no quiere decir de ningtin modo que uno pasce necesariamente todas los domingos: hay esa vaguedad (no se trata de algo difuso (fli), sino, utilizando el término de Peirce®, de algo vvago [oague}) que es may importante, porque permite, precisamente, cierto juego, que permite que el lenguaje funcione. Aqui he tomado 62. Alurim a I ligica de lo wago Ging fix) que intenta responder a pre- as como: “eA qué edad sees viejo?”, Que es ser fuerte?, *Cémo defini poder, la intligencia o la ftign?” Véase el proximo ejemplo de A. Culil (muchas manzanas’). Eltérmino ‘fesy” en “fey thinking” fue introducido por ‘Charles 5. Peitce (1899-191), filo y Wgico estadounidense. Variacons sobre la ingistiea ol tun ejemplo que era, grosso mado aspectual y modal, También podria hhaber tomado: Este ao habré muchas mancanas, Qué significa “muchas”, precisamente? Supone que nos hayamos puesto de acuerdo en que determinada cantidad es suficiente, ¢s mis que “poco”. Y ve usted que vuclvo al mismo punto, que es casi taco ogico porque no tengo patrén externo, a menos que diga Ete asi hab cien kilos mientras que habitwadmente hay cincuenta En este caso, he fijado valores objetivos: “mucho” signifiea aqui cien en relacién a cincuenta. Pero estos marcadores de referencia va- _g0s dejan que esa vaguedad actie, y permiten usar, como lo hacemos permanentemente, aproximaciones suficientes, a menos que el otro, ‘que esti frente a uno, pida que precisemos: dime, équé entiendes por “mucho”? &Y es ahi donde aparece ese “juego” siempre presente? Exacto. Entonces, todo intercambio verbal refiere, pero de mane- ra que uno se contente con ello si le resulta suficiente, o de manera ‘que uno pucda seguir (seguir con el juego de referencias, pidiendo o dando precisiones por cjemplo, o pardfrasis, glosas del tipo: élo que quieres decir cs esto, o al contrario, quieres decir otra cosa?), mis allé de la posibilidad que siempre existe de poner un término, en un momento dado, diciendo: eseucha, me ests molestando. Y si, por ejemplo, uno esté en la playa, y afirma: Soy capa de nadar hasta agua bya Cuando uno dice esto, desde luego, no lo estd haciendo, pero se hha construido la situacién en que uno podria hacerlo. Si lo hace, al guicn podré verificar que legé efectivamente hasta la boya, pero si ces de mala fe, nada le impediré decir: Si bas lng tev pero mada dice ue pdrias hae na ieanda we! Siempre se da este procedimiento, que permite construir una abs traccién, por ende remitir a siuaciones generales o apuntar a una we Antoine Cali» Brits situacién particular, pero siempre manteniendo un juego. Y ese juego, esa vaguedad, le permitird al otro, que siempre esté ah, o bien dejar ‘que uno hable, o bien poner en tla de uicio, en formas muy diversas, lo que uno dice, incluso con mala fe: si, lo has hecho exe vee, pero nada dice que otra ve... 'Y en un setch muy conocido, como el de (los humoristas france: ses] Francis Blanche y Pierre Dac®: = 6Puede usted hacer tal operacin? Si peo, ~iPuede! iAplousos! [Ve usted c”ima funcional Y et verdad que estos juegos de len sguaje, estos skecks, son muy interesantes para hacer aparecer cicrtas propiedades del lenguaje. Entonces, el Jenguaje ¢s un modo, notablemente econémico de por medio de la gramstica también, a tas de situaciones, suerte que uno pueda referir a situaciones particulares. Es ast se remite a una representacién que podré estar construica ‘como si remitiera a un fpo de situacién que permite que uno pueda referir, {De otro modo seria imposible! Si fuera tinicamente abstrac- 1a, jamds podria uno sefalar, y si sélo pudiera sefialar situaciones «que estuvieran en relacién de discontinuidad, de heterogencidad ab- soluta unas con respecto a otras, no se podria sostener absolutamente ninggin discurso. Es, pues, cierta forma del problema de lo mismo y lo otro? 1s el problema de lo mismo y lo otro, claro! ¥ lo importante es ‘que, por otro lado, siempre hay un acuerdo que se hace en un momen. (63, Se trata de “Sar Rabindranath Duval” Francis Blanche:Su Serenidad, épuede usted decirme, y ¢s may importante, concéntrese, puede usted decirme cuil es su nimero de cuenta? Pierre Dac: Si Francis Blanche: Puede decfrmelo? Pierre Dac: iSi1 Francis Blanche: {Puede decirlo!iBravo! Es extraordinaro, Vriacons sobre la ingen os to dado sobre lo bien fundado, lo apropiado de ciertas designaciones; ¥ esto siempre puede ser puesto en tela de juicio. Frente a “es un zo. 170", incluso, alguien puede muy bien responder: €Uin srr0? Llamas a e0 wa erro? iNo es in torre, eo! éLo ve? ¥ entonces es evidente que al decir: “Ui srr? Llamas a «30 un zorre?”, bruscamente alguien hizo “estallar” esta referencia que parecfa evidente cuando uno decfa: “Mira, hay im zor ¥ otto, el otro que est alli, pone en tela de juici la referencia que uno da, como siempre puede hacerlo, diciendo: Llamas aes un zorru? No es zoro, exo! Tal ver le diga: es un perro, es un coyote, un cha cal, en fin, algo ast Estd diciendo que entre dos sujetos puede haber un cuestiona- ‘miento de ta zorridad, jun desacuerdo sobre un ‘juicio de zorri- dad"! iPadria haberlo, claro! Con respecto a los zorros no soy muy com- petente. Pero sobre los perros, ieon seguridad! ‘Tomo muy a menudo el ejemplo de los perros ~y los gatos~ por tuna razén muy simple: es porque hay tantas variaciones entre un perro del que se puede decir simplemente que es de raza “perro”, absolutamente cualquiera, y por otro lado un basset, un pekinés, un teckel, un bulldog, un galgo... En el fondo a todos les atribuimos la propiedad de merecer la de- signacidn de perro, pero épor qué? Porque estamos ncastumbrados, porque, de manera casi negativa, no es ni un gato, ni un zorro, ni un caballo, etc De otro modo, es evidente que puede haber variaciones muy grandes entre dos perros, y ademds las reacciones de la gente son significativas. Es por es0 que estoy hablando de esto; porque eon frecuencia of gente que me haefa este tipo de comentarios: ero es0 noes wn perro; yoo llama “perro” aes eo no merce el nombre 1e pero Pero vam, 0 wa es un ra, es xm ternero! Es decir, reacciones de tipo subjetivo y que indican que en un ‘momento dado, a uno le parece que la designacién no va con la re- ot Antone Cail» Exits prescntacidn que uno se hace, en ese caso, de Io que es un “verdade- 10" perro. Entonces siempre hay necesariamente un ajuste de las represen taciones: ahi donde yo digo de alguien que es paciente, usted en cambio dira que ¢s apitico. E incesantemente nos vamos a estar ajus tando, Y en realidad, cada vez que tenemos la ilusién de estar metidos en ‘un intercambio verbal extremadamente simple, de informaciones y reacciones, en el que se puede decir Yes verdad es falso”, nos damos cuenta de que es0 esti siempre sometido a la buena voluntad del eto, que dice: Gah sf? €Es asf como ves las cosas? O bien “No entendi lo que ‘querias decir; Zentonces lo que quieres decir es esto?” Y ese “esto”, uno lo reformulard de otra manera, y el otro le dird: pero no, no ¢s en absohuto lo que quise decir, etc. ete Entonces la mayorfa de las veces, un intereambio funciona. Por que nosotros mismos no estamos todo el ticmpo ~felizmente pre- guntindonos si tal o cual palabra corresponde suficientemente a tal representacién, si tal aproximacién es suficiente en tal situacién, ‘Tendremos entonces cosas que son un verdadero calaato [all ‘ug del discurso, porque si estuviéramos constantemente atentos en relacion a este nego, si no tuviéramos mecanismos de vigilancia que nos permitieran hacerlo callar, al menos temporariamente, simple mente no podrfamos hablar mis, fuera de un intereambio de tipo ncurético. Pero este juego, aun cuando se lo quiera ignorar, siempre csté presente, y pesa. Y aparece cuando por momentos decimos: “si se puede decir”, “si es la palabra justa’, “si me acepta este término”, “si bien ereo que es tun poco fuerte’. Hay todo un conjunto de procedimientos que mucs- tran que siempre se da este tanteo. Si, es efeetivamente todo aquello que Jacqueline Authier llama las “no coincidencias”, y como usted ve, retomo la palabra porque estamos de acuerdo. Pero es cierto también que, en buena medida, estaremos de acuer: do en una serie de cosas. Entre nosotros, esto es un bolso, no una 64. AuthierRevuz, Jacqueline, Ces ats gi ne vom par desi. Bode floes et son coincidences du dr, toms 1 2, Parks, Larousse, 1995, Vaviacones bre ta lingitica 65 imaleta; entre un bolso, una maleta y un batil, vamos a llegar a un acuerdo. Pero en fin, como usted ve, en este caso tomé objetos, y en cierto sentido asf es mucho més simple. Pero en cuanto uno trabaja con términos que remiten a repre sentaciones verdaderamente ligadas a nuestra valuacién, como: “es bueno, es malo? se vuelve muy claro. “Paciente” es bueno, “apé tico” 0 “inerte” es malo. Decir “est agitado” es malo; decir “est activo" es bueno. Bien, entonces, si he entendido bien, écuando le dicen a usted: “es complicado”, usted responde: lo que es complicado es el Lenguaje? Si, La idea fundamental es que estamos ante un sistema que tiene propiedades de estabilidad; podriamos decir rigidez, incluso, desde cierto punto de vista, pero que al mismo tiempo tiene propiedades de plasticidad y labilidad, de articulacién. Todo esto hace que uno pueda tener a la vex la esabilided transindividual, sin ta cual nada se puede hacer, y por otro lado, esa gjusabildad intersubjetiva, sin la eual uno queda encerrado en un universo estr ¢ normado, prerreglado, con informacién clara, y que seria simplemente “envi da” desde un emisor a un receptor, “decodificada” por el receptor que emitirfa a su vez un mensaje claro. Peto simplemente esto no es lo que pasa. En realidad, el lenguaje esta hecho para soportar los ajustes, para soportar los errores, para soportar los fallos, es decir, para ser 10° busto. Y cs en esa robustez y esa sutileza donde reside la propiedad tal vvex mis dificil de aprehender. Como ve, iéste es el problema funda mental! Si se tratara de decir: nos enfrentamos con una suerte de ‘mecano, enviado a partir de unidadles “eongeladas”, que no hay més que “descongelar” mediante el verbo, de tal manera que enviamos luego mensajes “claros”, con unidades engarzadas como perlas en la cadena... Repito, esto se produce en ciertas siuaciones, pero simple- ‘mente no es lo esencial.. ‘Ast cs, ¥ por lo tanto, como usted ve, si hay que recusar algo, ¢s cuando la gente replica: pero es complicado. Si es complicado, no hay que disparar sobre el pianista, ni sobre dl lingiista; Ihay que disparar sobre la especie humana! ¥ lo repito, 66 Anlone Cail + Bevites hay que preguntarse finalmente por qué todos, cuando hablamos, tenemos una actividad que, una vez mus, es mucho mas compleja de Jo que es en general la actividad del lingiista, cuando éste trata de reconstruir todo esto, de analizarlo, de dar cuenta de ello. Porque abi si, se encuentra en una situacién muy muy dificil IY ademés hay que saber qué es lo complicado! éEs el ser hus mano? Y, exactamente como lo decia hace un rato con respecto all fildsofo: en el fondo se me reprochaba en un momento dado que yo hacia epistemologia, es decir, que me hacia preguntas sobre lo que yo estaba haciendo. Vuelva alos textos de la carta a Meillet, de Saus- sure; es exactamente las preguntas que ellos se hacen, y que debe hhacerse todo el mundo en un momento dado. Y es: épor qué hago lo «que liago, de la manera en que lo hago? éQué sentido tiene esto? ¥ en un caso como éste, si es complicado, es porque estamos frente a sistemas complejos, eso es todo. ¥ en los sistemas complejos tenemos factores heterogéneos, configuraciones que tienen efectos imprevisibles en algunos casos. Son sistemas abiertos, es decir, que ‘estin siempre sometidos a interacciones; y estas interacciones no son puramente mecénicas, del tipo: toco una picza de dominé, y todas las piezas caen. No, no se puede repliear: es complicado. Entonces cuando este comentario viene del piiblico general, de acuerdo, es comprensible. La gente, por un lado, se fascina por el poliglotismo, esa especie de plasticidad de las personas que pasan de tuna lengua a otra. Y por otro lado, creo, la lingtistica tomé un giro técnico que la ha cortado totalmente de lo que ataiie a las personas. Y éstas se encuentran en una situaciin muy extrafla: o bien les pa rece que cs algo evidente, porque todo el mundo habla, y entonces piensan que todo el mundo puede improvisarse lingiiista. O bien encuentran efectivamente que es demasiado complicado, Yo he oido comentarios al respecto, por lo deids muy corteses, y en es0s as0s los acepto como tales. {Pero cuando son lingistas los que dicen ese tipo de cosas! Y aun cuando provienen de alguien que no es lingiista, eventualmente, ¢s 65. Véase Benveniste, Emile, “Lees de Ferdinand de Saussu Millet”, Cahiers Ferdinand de Seusure, 21,1964, pp. 92135, 3 Antoine Veviciones sore ta lingitica oa . aunque no veo qué tiene de complicadlo lo que hhasta aqui. Me parece que es bastante simple; y me parece sobre todo que basta con escuchar hablar a fa gente para darse cuenta de que son sutiles. Y realmente, esa sutileza es nativa, todos la tenemos Entonces, si esos comentarios provienen de lingtistas, es muy dificil escucharlos: existen fenémenos complcjos, y debemas proble matizarlos, de manera que se vuelvan objetos de razonamientos. ¥ siparece complicado, y bueno, qué le puedo decir, es porque «s com 2. La LincOtstica: DE LO EMPIRICO A LO FORMAL* En Ia medida de Jo posible, la presentacién preliminar no ser técnica, Es decir que recurriré a algunos conceptos establecidos, a consideraciones de orden epistemoldgico, generales, a partir de lo cual, creo, llegaremos a construirnos un panorama, estemos o no de acuerdo. Intentaré delimitar (mas que definir) lo que es la lingtistica hoy en dia, pero al mismo tiempo, porque me parece que es a a vez inevitable ¢ indispensable, me esforzaré por despejar el objeto sobre cl cual se basa la linghistica, sefalar algunos problemas dle método, pero taunbien intentaré ver como problemas que son de la estera de |a sociologia de la investigacién influyen hoy en el desarrollo de la lingifstica y en qué direecién se est efectuando el giro. Luego abri- remos una discusién en la cual, en funcidn de las preguntas que se me hagan, me gustaria ser un poco mis técnico. ‘Comencemos por encuadrar la lingitistica a grandes rasgos, Dut ante mucho tiempo (me refiero al perfodo posterior a la Segunda Guerra mundial), la lingaistica se organié a partir de una herencia (por cjemplo, en Europa, la herencia saussureana) que se daba como objetivo el estudio de la lengua, en tanto campo idealizado constru do sobre la base de lenguas especificas; y, ademas de esta herencia, ‘partir de un desvio que llews a que este campo se completara con aiiadidos heterogéneos con respecto al mticleo inicial. Varias disci plinas (éo habria que decir “sectores de investigacién” ) nacicron de este modo, disciplinas de estatus a veces incierto y que fueron meti das en la gran bolsa de las ciencias del lenguaje. Asi nacié en los aiios sesenta la psicolingtistica, que vineulé la lingiistica y la psicologia (en lo esencial, la psicologia cognitiva, y en particular la psicologta cognitiva genética); mencionemos también la sociolingiifstca, que designa un sector complejo, poco estructurado, donde se mezclan investigaciones muy variadas que van desde los problemas de las Sens et place des connaissances dans a soci”, Paris, Centre de Mew: don Bellevue: Centre régonal de publication, CNRS, 1987 fincido en PLE pp. 46). 70 Antoine Cali» Brite Jenguas en contacto, la creolizacién, la pidginizacién, la “lealtad lin siistica, etc, hasta la planificacidn lingdistica, la alfabetizacién, por citar sélo algunos rubros. Vemos ya que psicoling®istica y sociolin- silistica se superponen. El andlisis del discurso es de un tipo diferen- tc; éstea su vez participa de los eruces con la filosofia cel lenguaje, la pragmatica, la argumentacién y la antropologia cultural. A propds to de antropologia, también podriamos hablar de la etnolingiistca, que es macho més antigua En esta misma época se desarrolla también la lingiistica aplica da; tal como se constituys histéricamente, este sector comprendia, por un lado, Ia lingiiistica aplicada a la didéctica de lenguas, por otro, el procesamiento automdtico de lenguas (y, en especial, la traduccion automstica), y por tiltimo la lingtiistica aplicada a la pa- tologfa del lenguaje. Gomo se ve enseguida, esta evolucién frondosa planteaba permanentemente cl problema de Ia articulacién entre, por un lado, una investigacién voleada a las lenguas en su especifi- «dy con su configuracién particular y, por el otro, una investiga cidn referida a la actividad de lenguaje (ya se trate de actividad de representacidn, de referenciacién, de regulacién), aprehendida en su. sgéncsis, en su funcionamiento normal o perturbado, en un Ambito «ado (un aula, por ejemplo}, con una orientacién dada [objetif fina- {isd (es el caso del procesamiento automético), gracias a sistemas de representacién distintos de la lengua primera (metalengua, lengua ‘extranjera, lenguaje de maquina), por bosquejar a grandes rasgos «ste campo heterogéneo. Ast, por una parte teniamos un objeto que parecer (con razén o sin ella, pero esto es otra historia) como limixable: la agua (en definitiva, todos ereemos saber qué es una Jengua y, por lo tanto, ~todo estd en este por lo tanto~ que son los fe- némenos lingiisticos) y por otra parte ef gua, especie de objeto maldito que se habia intentado dejar de lado. Después de todo, é fae ¢s0 lo que hizo Saussure, con toda legitimidad en cierta época, ‘cuando descarté el lenguaje por ser heterogéneo ¢ irreductible aun “objeto de investigacidn, y privilegié el concepto de lengua? Pero des- diet peodo que acabo dc defini grandenreogn, pecblema de la relacién entre el lenguaje y las lenguas (insisto en el plural que marca la diversidad) no ha dejado de preocupar en lingtifstica y se puede decir que buena parte de las fragmentaciones que se verifi- La Ling: deb empiric alo formal n can en Ia comunidad provienen de ese origen. Tomar en cuenta In actividad de lenguaje implica necesariamente construirse un objcto complejo, heterogéneo, de modo que su modelizacién suponga la articulacién de varios campos. Tomar en cuenta los fenémenos de las lenguas implica necesariamente interrogarse sobre lo especifico ¥y lo generalizable, lo contingente y lo invariante. Enseguida vemos ‘cémo el tomar en cuenta estos dos aspects hace que, segtin cules sean los individuos o los grupos, la investigacién vaya en un sentido ‘en otro. Es asi como en la actualidad la lingifstica aparece ala ver como un lugar disciplinar que intenta constituirse como lugar de in vvestigacién, en lo posible unitario, y, por otra parte, como un luga imposible, donde cada uno quicre darse sus reglas de homogene- dad, que varian segiin las heterogeneidades aceptadas o recusadas, de lo que resulta un campo sometido a presiones tales que no logra constituirse como tal. Me explico: es claro que si se define la lingiis: tica como la ciencia del lenguaje (asf se lo ha eserito a menudo), esta proposicién no tiene sentido, en la medida en que existen distintos tipos de investigaciones posibles sobre el lenguaje en tanto actividad, Un médico que trabaja sobre el lenguaje perturbado, un historiador ‘que se ocupa de semédntica histérica (como se han constituido deter rminados conceptos, cémo fueron transmitidos, transformados, etc) ‘un socidlogo tratan con el lenguaje, y estos ejemplos se podrian rmultiplicar. En una palabra, el lenguaje no es un tema propio ce la lingiistica. Si pluralizamos (ciencias del lenguaje), no hacemos ms ‘que postergar cl problema, Bien sabemas que, por razones de pru- dencia institucional, se ha hablado de ciencias de la educacién en lugar del vituperado término “pedagogfa”. Pero la lingtiistica no ha sufrido ningtin deserédito histérieo, a menos que esta designacién haya sido considerada retorcida y timorata, al lado de los vastos es- pacios que dibujaba el plural... En todo caso, me sigo preguntando sobre la significacién de este término, no para rechazarlo sino para asignarle un papel regulador. €Es un punto de fuga, que anunci tuna ninificacién a una teoria global? éRs una manera de sefialar ‘que estamos ante a un campo complejo? Pero éesta complejidad es abordable? ¢Reduetible? £O bien estamos ante un eampo en el que hay sectores estrictamente heterogéneos y disjuntos? €O es posible articular estos sectores heterogéneos, construir una teorfa global a 2 Antoine Cail » Exits partir de teorias locales? ¢€O entonees es posible sostener, y a qué precio, que tenemos por delante un campo homogéneo? No pode- mos escapar a estas preguntas, sobre todo porque, por la via de soluciones aparentemente técnicas y neutras, eorremos el riesgo de transformar el desafio tebrico. ‘Asi, podemos decir que, a través de los textos, nos encontramos con representaciones (mentales) que son fijadas (materializadas y estabilizadas) por medio de signos, de los cuales daremos una me- tarepresentacién que nos permitird manipularlos. Manipularlos de ianera de buscar coherencias, reglas de buena formacién, con el in de lograr un cileulo, Pero, en funcién de nuestros objetivos, nos impondiremos restrieciones muy severas cuya forma estard ligada a las finalidades. Es lo que ocurre con Ia légica, que se ve obligada a descartar en lo esencial el complejo juego de las personas, de los reanudamientos [reprises] y la interlocucién. El tiempo serd reducido ala relacién de precedencia, La determinacién no tendré en cuenta Jas deformaciones en el juego de las referencias. En una palabra, nos veremos obligados ~y esto es legitimo a su nivel a operar en un universo finito, normado y calibrado, con vistas a objetivos defini- dos, donde la temporalidad serd simplificada, donde la aspectualidad desaparccerd, donde la modalidad no tend mucho que ver con los ‘fenémenos que se pueden encontrar en las lenguas, Haremos como si ‘xisticran categorias gramaticales puras y estables, mientras que nos ‘queda por teorizar lo deformable y lo transcategorial Si pasamos a la informatica, vemos que las mquinas nos impo- xen condicionamientos que, durante mucho tiempo, han limitado el horizonte tedrico;diria incluso que han bloqueado el trabajo tedrico. En lugar de una informética fina que interactuara con la lingiistica, se buscé por todos los medios evitar la complejidad de los hechos lingitstics, recurriendo a simples procedimientos clasificatorios, 0 manipulaciones reductoras. En nombre de la eficacia a corto plazo y corta de vista, con demasiada frecuencia se crey6, y todavia se cree, {que se puede ahorrar el anlisis fino y el trabajo tedrico. Es lo que hoy se puede comprobar en dmbitas como la trachiceién automatica 6 la intcligencia artificial. Asimismo, un término como “cognicién” se revela de una peligrosa ambigiiedad, ya que es utilizado para re- ferir a la actividad mental, a la simulacién, con toda una serie de La Ling de lo empiric a lo formal 2 reducciones incontroladas entre la actividad de representacién y la actividad neuronal, por dar sélo un ejemplo. En otro sector que he mencionado ms arriba, la sociolingtistica, se puede sostener que a menudo se ha confundido ta sociologia del lenguaje y la sociolingtfstica (por falta de tiempo no podria entrar en detalles). Podriamos multiplicar este tipo de ejemplos, en filosofia del lenguaje, en pragmética, andlisis del diseurso, ete, donde cicrtos pro- yectos, cuyo interés no estoy poniendo en duda, se articulan i dentemente en varios campos que sélo tienen en comin el lenguaje De lo que resulta una difucién semdntica del término “lingtistica” y un debilitamiento de la importancia crucial que tiene la relacién entre el lenguaje y las lengua Este cuadro, un poco monstruoso a los ojos de algunos que: zis lo encuentren caricaturesco, se acentiia atin mds con la presién. socioligica a la que aludia poco antes. Quedé atrds la époea en que desconfidbamos de una linguist |. No sé si A. Meillet, realmente le respondié “ no sirve para nada’ a quien le preguntaba precisamente “éPara qué sirve la lingtifstiea?”, pero en ‘sta afirmacién hay un resumen de un estado mental muy extendido centre los lingiistas que desconfiaban de cualquier orientacién wile taria, Pero nuestro tiempo hace dificil la pertencneia a una comuni- dad que reivindicara la investigacién gratuita. Sobre todo porque los ‘objetos en disputa han cambiado: en la balanza hay puestos, becas, viajes, infraestructura pesada (informética, fonétiea). Lo que produ- ce una inflexién debida a presiones difusas: se privilegiard el corto plazo, la finalidad comercial o industrial (aunque sea ilusoria), 0 el impacto social visible; se pondrin de relieve términos tales como “comunicacién” que, junto con “cognicién’, desempefiarn un papel de palabras clave en los informes que, por ser el factor que escande Ja vida institucional, amenazan con distorsionar el trabajo cientifi co. Ahora bien, estos términos, lo repito, remiten a campos poco es- tructurados donde se creard un juego de fuerzas favorable a ciertos tipos de disciplinas en detrimento de otras (esto no es una alusidn 1 debates bien conocidos accrea de las neurociencias o la inform: tica, por ejemplo, con respecto a la lingtistica o a la psicologta). La ‘consecuencia es que se corre el riesgo de agravar atin mis la confu- si6n, porque nos estariamos alejando un poco mis de la necesaria m Antine Cli» Escrito confrontacién entre la teorizacién de la actividad de lenguaje y la tcorizaciin del andlisis de las lenguas. Se corre el riesgo asi de que la lingiistica quede absorbida por otras disciplinas, en detrimento de su especificidad. Al término de este sobrevuclo, me doy cuenta de que he dado tal ‘ver una impresidn de efervescencia y abundancia donde al oyente le puede resultar dificil orientarse, pero espero haber sefialado las cau- sas miikiples de esta situacién que hace que la lingiistica sea una dis- a tironeada y aplastada entre varios campos con metodologias ‘no congrucntes. De alli esa impresién, expresada con frecuencia, de tuna disciplina mal centrada, de una comunidad dividida; impresién fanclada, pero al mismo tiempo injusta, porque no toma en conside- racidn la complejidad del campo, en suma, la historia reciente cle la disciplina, y la conmocidn tedrica y técnica que se esta produciendo, sin conocimiento del piblico, pero también, hay que decirlo, de la mayoria de los actores. ‘Volvamos entonces al objeto de la lingitistica y a una descripcién esquemtica de sus métodos. Diria que la lingiistica tiene por obje- to la actividad de lenguaje aprehendida a través de la diversidad de Jas lenguas naturales (y a través de la diversidad de textos, orales © eseritos). Insisto mucho en estos dos puntos: por un lado, digo ‘que el objeto de la lingtiistica es la actividad de lenguaje (ella misma dcfinida como operaciones de representaci6n, referenciacién y regu: lacién); por otro lado, digo que esta actividad se puede aprehender, para estudiar su funcionamiento, slo través de las configuraciones especificas, de los ordenamientos [agencement), en una lengua dada. La actividad de lenguaje remite a una actividad de produccién y reconocimiento de jormas; ahora bien, estas formas no pueden ser «stucliadas independientemente de los textos, y los textos no pueden. set independientes de las lenguas. Aqui se abre una pregunta obligada: hablar de la diversidad de Jenguas implica preguntarse si esta diversidad remite a una espe- ‘ificidad reductible 0 irreductible. Abordaré muy répidamente este punto, porque es bien conocido: «i Ia ezpecificidad de cada lengua fuera estrictamente irreductible, esto acarrearta dificultades tedricas. referidas al objeto lenguaj en tanto actividad de la especie humana (sabemos que podemos aprender varias lenguas, pasar de una a otra, La Lingiistica de lo empire a lo forraal % etc). Por lo tanto, para que podamos adquirir sistemas lingtifsticos equivalentes tiene que haber un cierto mimero de propicdades co- munes. Plantearemos que entre el conjunto de fendmenos que més atrds lamé “configuraciones espectficas” existe un subconjunto que, cefectivamente, puede ser reducido a cierto niimero de categorias, de esquemas, de relaciones, de términos primitivos, de operaciones, de encadenamientos de operaciones, que nos permitirin extraer inva riantes que subyacen a la actividad de lenguaje, cualesquiera sean las lenguas que se consideren. Pero el verdadero problema, como vemos, €5 que no existe correspondencia término a término entre, por un lado, marcadores en una lengua dada y, por el otro, catego rfas invariantes que encontrarfamos en todas las lenguas, Tomemos un ejemplo, Cuando hablamos francés [o espaol] y rcflexionasos sobre la gramdtica francesa [0 espafiolal, nos parece que existe una operacién de transformacién en voz pasiva y que ésta es facil de de- fi ‘Mi hermano ey la novela que est sobre la mesa -» La novela que esti sabre la mesa fue lea por mi hermano Enseguida, algunas observaciones, por rudimentarias que sean, ‘muestran que la situacién es mucho mas compleja de lo que parece. Céimo definir la transformacién en vor pasiva? Mediante una ca racterizacién morfologica (ser + participio pasado), pero des esto st Ficiente? éComo el equivalente de la vor activa? Pero todo depende de lo que se entienda por “equivalente” (pensemos en el cemplo bien conocido: Tados ls libros de esta biblioteca fueron leidas por algnien compa- ado con Alguien ley todas las libros de esta biblioteca. En el primer envin- ciado, notainos que “alguien” puede ser distributive (no hubo libro sin lector, cualquicra sea ese lector); puede haber varios refercntes 1. La transformacidn en voz pasiva en francés y en castellano tienen formas ‘que no coincden totalmente. As, los ejemplos: Mon fea haf roman quiet sar la {ae Le ramen uit ora lable ot In or mon fer dans en expat Mi hermana ley ha leldo Le novela gue etd sobre La mesa -» Lat mel qu et wb a ic fe lela for mi hermawe) En espatl se wtilizr lo perfectos ¥ en francés hs tiempos compuestos (pasé composé / plurgne parfait. Sucede lo mismo con los ejemplos siguientes [N. del T}. %6 Antoine Cail « Esrins para “alguien”, En el segundo enunciado, “alguien” remite a “cierto alguien’, a cierta persona que leyé todos los libros. Esto tiene que ver con la funcidn de “alguien” y la relacién entre el término de partida de la relacién, la tcmatizacién y la determinacién, Comprobamos ‘que al tomar la doble conversion de una relacién no se obtiene una proposicién estrictamente equivalente (en el sentido de intercambia- ble) a la proposicién de partida. Si seguimos adclante con nuestras indagaciones, comprendemos que, al fin de cuentas, cn una lengua como el francés [o el espaiiol] es dificil definir la forma pasiva de ‘manera estable (hay fluctuaciones de lingiista a lingiista). De todas smaneras, se plantea el problema de la unidad de la pasivizacién a tra ‘vés de las lenguas: en ciertas lenguas simplemente no hay transfor in en vor pasiva; en otras hay una sola forma, pero marcadores dle oriemtacién indicarda la orientacion dela relacién predicativa. En otras lenguas, intransitive y reflexivo estardn emparentados y po- ddrin marcar la didtesis pasiva. En cuanto al agente, ¢s facultative en ciertas lenguas, se borra obligatoriamente en otras, o se borra 0 no segtin el grado de determinacién (alguien vs. Pedro). En otras lenguas |a transformacién estard sometida a restricciones nocionales sobre la relacién entre actantes (un aduko vs. un nifo, un humano vs, un ani nal, ete.) 0a modulaciones ligadas a lo afectivo (o més bien ala apre idn afectiva): pasivizacién neutra, benéfica o adversa. Ast, no se puede pasivizar una accién intencional benéfica en primera persona {por ejemplo: yo quem mi campo en el caso de la técnica de limpieza por fuego), pero la pasiva marcard un acomtecimiento adverso (mi campo Jie quenads, es wna desgracia que me afecta). Gradualmente, vemos que lo que, de manera un poco ingenua, a partir de una lengua, nos parecfa una operacidn bien establecida y clara (consttuir una cadena Y partir de tal o cual término para Hegar a una relacién orientada) se vuelve complejo y estalla en una multiplicidad de fendmenos especi- ficos y,a primera vista, irreductibles. Y todavia no he abordado més que una pequefia parte del inventario de observaciones relaciona- das con la didtesis. Aqui se abre una pregunta; écémo reunir las ob- servaciones? €Cémo hacerlas comparables? ¢Vamos a estudiar una lengua y considerarla representativa? éCudles serdn los criterios de representatividad? Cuando trabajamos sobre varias lenguas, éope- raremos a partir de categorias que, provisionalmente, plantearemos La Lingsia: del empvicn al formal 7 como universales? ¢Pero cbmo controlarcmos la validez de una aser cidn tan exorbitante, si no tenemos procedimientos regulados? En todo caso, nos enfrentamos a fendimenos heterogéncos: “emo tratar mediante un discurso homogénco ferxsmenos que son eter sgéneos? Vemos que es la diversidad y la heterogeneidad de rnGmenos, en relacién con la actividad cle lengusje que se encuentra en toda la especie humana (no hay miembro de la especie que no pertenezca a una comunidad lingiistica), lo que nos conduce a pro poner un discurso teérico. Sélo una construccién tedrica nos permite homogencizar de manera de volver comparables, de razonar, 0 ar- ticular campos heterogéneos. Sélo la teorizacién nos da los medios para construir, bajo la presién de la abundancia empirica en la que dchemos descubrir eventuales regularidades, un sistema de represeir tacién explicto y estable. Es evidente que si utilizéramos deseripto- res variables (dle acuerdo al humor del dia, 0 a los objetos que haya que describir, o alos objetivos), si no tuviéramos un formato comin ¥ procedimientos regulados, no podrfamos tener la menor coheren- cia. Pero nos enfrentamos con fendmenos heterogéneos, cuya articu: lacién supone una construccién tedrica y un trabajo de abstraccibn, Algunas de las causas de heterogencidad son bien conocidas: cono. cemos las variaciones dialectales; sabemos que desde el momento en {que tenemos que efectuar observaciones sobre lenguas que no estén fijadas por la estandarizacién cultural, institucional, cte., tendremos inevitables variaciones. Estas variaciones se las encwentra de pueblo , ineluso dentro de un mismo pueblo, lo que supone rela- ciones sociolingéisticas muy complejas. Sabemos que también hay vvariaciones segtin las genecraciones, Pero podemos it mds lejos: todos ‘nos construimos una gramstica subjetiva que engendra diferencias profundas en los juicios de acepea demas, nuestros propios Juicios variardn en ciertos casos de tna semana a otra. Es que cuan do consideramos un enunciado, tendemos a entonarlo interiormente, lo que hace que haya diferencias de las que no somos conscientes, porque lo stuamos en contextos implicitos que entremezclan la plu sibilidad seuxintica (o pragmitica) y Ia aceptabilidad gramatical. Y finalmente, todo emunciado pertencee a una familia parafréstica, en la que a veces nos deslizamos de un enunciado a otro equivalente, que sin embargo conlleva una modulacién diferente. 08 fe 7 Antone Cali » Exitos Pero cn cuanto se hace trabajo fino, se plantea la cuestién de la recoleccién de datos fiables. Una vez més, surge la necesidad del trabajo tedrico: se trata, esta vez, de construir una teoria de los ob- servables. No ¢s que vayamos a tratar aqui de las observaciones en lingaistica, pero querrfa mostrar con un ejemplo simple eémo se pue de manipular una secuencia textual de manera de extracr juicios de acepiabilidad estables para un grupo dado (¢l problema de las variaciones subjetivas o sociolégicas depende de una metodologia cespecifica). Si uno di ELdinero stil todo ef mando acepta un enunciado como éste y le atribuye un va lor genérico. Si cambio el determinante, reemplazando “el” por Q, “obtengo: Diner es ii, que es rechazado. Siintroduzeo ex, obtengo: Dinero, 0 es que es aceptado, Gon siempre queda perfecto: Dinero, es sempre es itil. Si hago una transformaciin en “Dinero es itil” del presente al con- dicional, tendremos: Diner seria it ‘que no esta mal; si agrego mp, queda muy bi Dinero seria mag iil Y si, em lugar del determinante Q, pongo un poca, eso da: Wn pc de dinero seria may til, sobre lo cugl no hay nada que decir. Cémo he procedido? He intentaca producir secuencias me diante manipulaciones regladas que afectan aqui a la categoria de la determinacién (incluida la retoma anaférica) y ala categoria dela ‘modalidad. Entre estas secuencias, algunas serén consideradas in- La Lingisia: del empirical forma ” aceptables, y desempefiarin un papel importante en el razonamicn: to, ya que tendremos que dar cuenta de los enunciados bien forma dos y de los enunciados rechazados por razones de mala formacin. Asi, entre la masa de fenémenos (variaciones sociolégicas, esilistica, intercambios discursivos, interlocucién, entonacién, etc), he aislado tal configuracién y he buscado producir un conglomerado de fend: menos cuyas transformaciones morfoldgicas voy controlando con respecto alos juicios de buena formacién. Estos juicios serdn estables en el caso de ciertos enunciados, lo ‘que da un conjunto de datos homogéneo, donde habré que dar euet ta de lo aceptable y lo inaceptable gracias a ese sistema de represet tacidn metalingiifstica del que hablaba poco antes. En otros casos, tendremos fluetuacién: ya sea de grupo a grupo, ya sea cu forma aleatoria (gramética subjetiva), ya sea porque los hablantes consuk tados habriin hecho variar, de manera no consciente, tal o cual fac- tor (prosédico u otro). El trabajo del lingiista consist en intentar desentrattar los factores que estin operando, por ejemplo, cuando tenemos juicios transcategoriales, referidos a la relacin entre deter cin y modalidad, y donde segiin los sujetos, o las circunsta cis, el informante dari un peso variable a uno w otro componente Construiremos asi, gracias a esta homogeneizacién local, una clase de fendmenos posibles/imposibles que llamaremos problema. Al ar- ticular las soluciones con problemas locales, se intentaré construir soluciones generalizables y una teorta global. En otras palabras, el lingiiista trabaja con formas (es decir, se cuencias textuales), y estas formas no las tomard tal cual son (en ese caso no tendrfamos mds que regularidades secuenciales), sino ‘que las hard trabajar sobre ellas mismas y las someterd a esa for ma de evidencia que es el juicio de aceptabilidad. De este modo el lingtiista hace aflorar, a través de su préetica, esa actividad meta- lingtifstica no consciente que esté en el centro de la actividad de Tenguaje, y que se encuentra ya en el nifio, Esta prictica del lingtis- ta estd perfectamente alineada con nuestra actividad cognitiva y, al usu tiempo, suele ser tomaada como perversa y antinatural, 0 incluso delirante. Sobre todo cuando uno se pone a hacer manipula- ciones que buscan, como hemos visto, la construccién de sccuencias “inenunciables”, 0 Aine Cail » Bevis En lo anterior hice referencia a la entonacién y die que debfamos trabajar a melodia constante. Aqui también, entre la masa de fend- ‘menos, tendremos que aislar ciertos fenémenos eruciales. Si alguien dice: Aas vino porque to Mamaste? todo el mundo glosaré Ese echo de que o haya Hamad lo gue lo hizo venir? Si aga de forges insert puto qu el restado queda mal formado: Acas vino puesto gue bo Namaste? Pero si se introduce una pausa (marcada aqui con una coma): Fino, puesto quel Namaste? todo cl mundo aceptaré el enunciado y glosaré: Vino? Tel pregunto porque to lamaste ynormalnente el hecho de que 4o hayaslamado deberia haber rovecda su venida, Luogo habré que dar cuenta de las restriceiones (no se pucde ni ccuestionar, ni negar, ni insertar en un esquema con acawo una subor dinada encabezada con puesto qu’), generalizar (ademés de puesto que se encuentran fendmenos andlogos con aunque, como (en el sentido cde dado qué), explicar Ia relacién entre el enunciado de partida y la glosa. Vemos bien que las observaciones no estén dadas, sino que son construidas mediante un procedimiento que, al multiplicar lo cmpirico de manera controlada, produce una abstraccién creciente; la explicacién supone también una construecién te6rica que pasa por entidades liberadas de lo empirico y modos de edlculo que estan li- bres de linealidad. tex Lucgo de estos pocos comentarios con los cuales (1) he situado a Ja lingiifstica, y (2) he sefialado algunas lineas metodolégicas, volva- ‘mos al objeto de la lingiistica (el lenguaje aprehendido a través de La Ling: deb empiric al formal aL la diversidad de las lenguas naturales y la diversidad de textos), al ‘menos como yo quisiera definirlo. Esta definicin programstica mar ‘ca la relacién entre cl lenguaje y las lenguas, en la cual he insistido largamente, y, por esta via, nos lleva a preguntarnos por Ia unidad dela disciplina. Para mi esta unidad es real, mis all elas fracturas «que provienen de las posiciones restrietivas de aquellos que, por no querer tomar la totalidad, convierten en ortodoxia una visidn par Gil; o incluso de aquellos que, ddndose ~con toda legitimidad~ obje- tivos téenicos, creen resolver los problemas de fondo on astucias y parches. Lo que fundamenta la unidad de la lingiistica es el trabajo tedrico, sin el cual la definicién propuesta mas atris no serfa ms que tun slogan. Ustedes podran admirar de paso el bello optimismo del lo “De to mpirin alo formal”, mientras que algunas inentes tristes hhubieran preferido sin duda “Entre lo empiricoy lo formal’, que habria miarcado mejor ese tironeo entre la observacién y Ia generalizacién que, a menudo, caracteriza la mala conciencia lingiistica Lo empirico, en este caso, remite a la muliplicidad cambiante deo real, con todo ese entrecruzamiento de ferndmenos al que me referia antes. Hemos visto que, como suele ocurrir, necesitsbamos organizar homogeneidades locales, colectar, seleccionar, clasificar, ‘manipular, representar, caleular, es deci, describir ferndmenos finos, alos cuales s¢ les mantiene el dinamismo y la deformabilidad. Hace ‘un rato tomé algunos ejemplos (“Eldiner stl’, e.). Veamos ahora tun par de ihustraciones. Digo: Debe haber egado y todo el mundo comprende: ‘Aparentemente, ya ba Tlegado’; paso al futuro: Deberé haber legad ¥ esto ¢s interpretado, casi siempre con una adjuncién espontinea, como: ‘Deberd haber legado cuando... El valor de conjecura ha desaparecido, En condicional: Debra haber legs, vuelve a aparecer: Ninguna vacilacién en los hablantes. €Cémo dar ‘cuenta de estos fenémenos? Veamos otro ejemplo: a Antoine Cail » Exit Fauna pero poco, ¢ perfecto, asf como Fuma pero silo un poo, Fama pero un poguito, lientras que Fama pero wn poo, uno va. Ahora bien, Fama pero no mucho «s excelente, en cambio: Fama pero mucha «s rechazado, mientras que ‘Fama pero muh de verdad! «s aceptado, igual que Fuma y mucho, indo Frama y no silo wn poco, Debe quedar claro que la estabilidad de las reacciones y la regu- laridad de los fenémenos remiten a consideraciones de buena firma, «que slo ellas permitirin dar cuenta de la abundancia de derivacio. nes, y de las imposbilidades (de las que se pucde mostrar que no son aleatorias). No nos podemos contentar con registrar los hechos, © desinteresarnos de ellos so pretexto (que a veces se esgrime, por desgracia) de que son demasiado sutiles, 0 incluso inscribirlos en ‘una explicacién de orden semntico-pragmtico que sdlo se interesa- ria en los emunciados como disparadores (déenchewn), sin tomar en cuenta sus propiedades formales (sin propiedades formales no puede ‘haber familia paratrastica; tampoco puede haber produccién-reco nocimiento). Este peligro es tanto mas real euanto que, con nuestra actividad simbélica, eendemos a pasar de largo sobre las formas para La Liga: de lo empiric al formal 83 ir directamente a las interpretaciones. Pero la hermenéutica no puede hhacer las veces dle explicacién. Lo que hay que explicar es la posibi- lidad misma de la hermenéutica, Pero no es posible tratar las propiedades formales sin una cons truceién metalingtifstica. Tenemos que declarar, de manera explici ‘a, eutles son los términos primitivos con los cuales operamos, los principios, los esquemas, las categoria, las operaciones. He hablado de estabilidad y de formato comiin, pero hay que agregar que el otro aspecto de dich estabilidad sera que no podremos introducir entida des nuevas en funcién de las circunstancias, es decir que, trabajando con la metalengua mds pobre que fuera posible, sélo ta enriquece remos por In presidn de los fendimenos teorizados. En una palabra, necesitamos un sistema de representaciin que soporte la yencraliza. cidn, que sea robusto, y que esté en una relacién de exterioridad con respecto a su objeto. Con “robusto” quiero decir algo que sea trans- misible de observador a observador con un minimo de pérdidas, que permita, pucs, la reproduccién de los datos y los razonamientos, que sea modificable sin que haya que romper el conjunto. La conehusién 8 que nos es preciso construir un sistema de representacidn que se refiera a ese sistema de representacién que es tna lengua, Ahora bien, el problema es complicado por el hecho de que nos enfrentamos con varios niveles. El nivel 1 ¢s un nivel de representacién, donde “representacién’ remite ala representacién mental (se trata de cognicién: cuando ha blo de cognicién, tomo et término en el sentido amplio. El afecto forma parte de la cognicién; no hay por un lado lo cognitive que seria del mbito de la racionalidad explicita, y lo afectivo que seria el lugar de los sentimientos y la imaginacién descontrolada...). Se trata, entonces, en este nivel, de representaciones que organizan ex: periencias que hemos claborado desde muestra mas tierna infancia, ¥ que construimos a partir de nuestras relaciones con el mundo, con los objetos, con cl otro, a partir de nuestra pertenencia a una cultura, del interdiscurso que nos rodea, En este nivel también se efectian ‘operaciones de puesta en relacin, de entadenautiento, de construc: «ida de propiedades compuestas. Nosotros no tenemos acceso a todo esto -en el sentido de un acceso inmediato. Las mediaciones, cuando ¢s posible distinguirlas, serdn del eampo de la antropologia, por un at Anioine Cail» Exit lado, y de la bioquimica, por el otro. Ellingiista, por su parte, puede desempefiar un papel, pero su mediador particular es el texto, que no es mas que una parte de las hucllas de esta actividad cognitiva (sobre este punto, véase mds adelante); en cuanto a la actividad corti- cal, ésta no es de competencia del lingtista y, de todos modos, hasta el dia de hoy nadie ha vinculado de manera satisfactoria los estudios sobre la actividad neuronal y lo que sabemos sobre la actividad de representacién de nivel 1 En el nivel 2 tenemos representaciones que llamaré lingiifsticas, ¥ que son la huclla de la actividad de representacién de nivel 1. Te- ‘hemos entonees representantes en segundo grado y configuraciones de representantes, pero no hay relacién término a término entre las representaciones de nivel 1 y las representaciones de nivel 2. Alf reside la dilicultad. Si hubiera una relacién término a término, ten driamos una nomenclatura en el caso més tosco y, de manera més general, una codificacién. Pero no se da la relacién un marcador un valor. Podemos tener: un marcador ~* varios valores; varios mar. cadores -+ un valor. En otras palabras, surgird incesantemente cl problema de la sinonimia y la homonimia, de la ambigiiedad y la pardfrasis, de los valores compuestos, en fin, todo menos un juego fijo entre representantes y representaciones. Pero esta labilidad su: pone una invariancia, que garantiza la estabilidad de la producciin- reconocimiento de las formas sonoras (o graficas). Esta complejidad ¢s suficiemte, creo, para explicar mi reserva ante la palabra aédign, Por cierto, hay codificacién y decodificacién, pero los lingtistas ten- dieron a emplear este término, que remite a un concepto preciso, de manera incontrolada; quiero decir, de manera metafériea para signi ficar que hay regularidades. EL nivel 3 es el de la construccién explicita de representaciones metalingiisticas. Sabemos que tenemos a nuestra disposicién varios procedimiemtos, varias précticas: en primer lugar, la lengua usual, la lengua U, que serd utilizada como metalengua; tenemos también una terminologia heredada a la que se le afiadiran terminologias particulares; simbolos que remiten a eategorizaciones, también here- ads: V para verbo, § para sustantivo (suponiendo que “sustantivo” yy “verbo” scan categorias utilizables sin precaucidn); lenguajes cons- tituidos con un fin que no es lingtifstico: el efleulo de predicados, por La Lingle de lo empire lo formal a5 cjemplo (en cuanto a su aptitud para tratar problemas lingiisticos, Shoe nto); la traduccién, como caso particular de la paré frasis. Por timo, construiremos un sistema de representacién me talingiistica como tal, es decir, construido a partir de descripciones teorizadas de fendmenos lingiisticos, mediante los procedimientos canénicos de abstraccién y formalizacién. El objetivo es obtener ese cardeter explicto, estable, exterior, coherente, que convenimos en ignar a una metalengua. No hay que olvidar que en lingiiistica no tenemos es0s concepios claborados a lo largo de siglos que resumen toda una actividad de ideatizacién, gracias a la cual uno se libera de la intuicidn local. No hemos tenido un periodo galileano que, en un momento dado, hubiera permitido matematizar los eoneeptos; no te rnemos eas instrumentos y dispositivos experimentales que, sin que tengamos conciencia de ello, son casi conceptos reunidos en un obje- to técnico (un telescopio, por ejemplo, que resume todo un conjunto de investigaciones pretiminares). El linguista est obligado a trabajar dde manera mds rudimentaria: producir observaciones, trabajar sobre evaluaciones (“es lo mismo”; “es diferente"; “es lo mismo salvo por tal modulacién”; “es aceptable”; “es inaceptable”); teorizar para po- der representar; volver a las observaciones, en ese vaivén indispen- sable entre la observacién y Ia teorizacién Pero esto supone, como se ve, que uno no se contente con representar. Es preciso que esta me: talengua de representacidn sea una metalengua de eéleulo, Caleular ces operar fuera de mis intervenciones subjetivas y mis cortocircuitos intuitivos. Calcular es también poder lanzarse a ese paso de lo local alo regional, o incluso a lo global de lo que ya he hablado. Es, pues, poder descomponer los procedimientos de generalizacién por medio de los cuales se pasa de una clase de fenémenos a otra, de una lengua otra, sin abandonar nunca la variacién empirica en nuestra biisqu da de la invariancia, Porque de lo que se trata es de invariantes y no de gramtica universal, noci6n en definitiva bastante oscura. La esperanza es que el nivel 3 esté en una relacién de adecuacién, (de correspondencia) con el nivel 2, tal que, por via de esta relaciéin explicita entre 2 y 3, podamos simular la correspondencia entre I y 2. Pero no hay relacién de univocidad: sila relacién fuera univoca, no habria mds que remontar de nivel a nivel. Entonces hay que con: templar la posibilidad de una pérdida, un desvio, algo extra que haya 86 Antone Cail » Bsritos ‘que explicar. Por consiguiente, no podemos obtener una validaciin de hipdtesis que se cfectuara ce una vee por todas. Las representacio- nes de nivel 3 deben estar en una relacién de exterioridad con respec: to al nivel 2, pero una exterioridad “comprometida”, de modo que lo formal sca lo empirico formalizado, y lo empirico, a medida que se gencraliza, venga a poner en tela de juicio lo formal, Posicién tanto ‘nds incémoda cuanto que las exigencias metodoldgieas son diferen- tes, asi como los procedimientos de validacién, Sdlo una actividad de equipo, donde cada tipo de competencia sea representado en una imeraccién efectiva y respetuosa del otro campo, puede permitir la realizacién de un programa semejante. Para pasar de lo emptrico a lo formal es necesario darse objetivos, gracias a un programa met6- dico de investigaridn, donde Ia riquera de las descripcionee finae ve corresponda con la fineza de los procedimientos de representacién y cilculo, Es otra forma de decir que no hay ciencia sin teorfa. DISCUSION Participant: Usted ha utiizado el término “forma’ eon dos sen- tidos claramente disjuntos. Por una parte, en expresiones “las len sguas son formas que tienen su especificidad”,o bien “la forma, es de- cir la secuencia textual”; por otro lado, en el sentido abstracto, como usted lo ha dicho. €A partir de qué conceptos se distinguen ambas “formas”? Lo que yo intuyo, por mi lado, es que en el primer uso, “forma” funciona més o menos como “plano de la manifestacién’, “significante”, ‘Antoine Culioli: A grandes rasgos, es eso. Part... mientras que en el segundo sentido, tengo dudas. éEsto thos leva al problema de la relacién ~compleja~ entre la forma y la representacién metalingtifstica? A.G.: Totalmente de acuerdo. $i pudiera wilizar dos términos, hablando en inglés dlistinguiria, por ejemplo, entre farm y shape, lo que seria eventualmente muy eémodo. En francés succde que el tér- ‘mino “forma” esta sobrecargudo. Por un lado, remite a la morfologia en el sentido en que se habla de la morfologia en una lengua dada (mareas morfoldgicas); por otro lado, remite a morfologia en el sen: tido en que se habla por ejemplo de morfogénesis (forma pregnan- La Linn: deb enpricr ab fra 87 tc). Es por eso que he intentado distinguirlas, Efectivamente, yo he hablado, por un lado, de “forma” en el sentido en que lo que queria marear es que, para el lingiista lo que hay es fandamentalmente texto, Este timo se caracteriza por una forma, sea cual fuere, un mo de mareadores que no es cualquiera y que es complejo, iento de los términos, una forma melédica, un empl zamiento contextual. Querer hacer lingiifstica de pronto apoyénido se, por ejemplo, en intuiciones de tipo hermenéutico (estoy forzando lun poco mi idea por pura provocacién), creo que eso no se sostiene. Es cierto, siempre se puede hablar como sujeto que, delante de un texto, tiene tal visién de las cosas y que da testimonio. Muy bien, lo acepto. Pero entonces, cualquier texto es un disparador que lleva a decir lo que se piensa de él, Como lingitista, eu cambiv ~ cn la concepcidn ampliamente compartida que estoy describiendo aqui- debo necesariamente no utilizar la forma textual como un sim- ple disparador, un soporte, sino como algo que contiene los funda ‘mentos mismos de lo que me permitiré desarrollar, eventualmente, esta actividad de interpretacién, glosas 0 pardfrasis. Es gracias a las hhuellas formales de las operaciones que han dado lugar a la forn cempiricamente comprobada como voy a poder reconstruir estas ope: raciones (de alli construccién de una forma abstracta a partir de la cual podré derivar enunciados equivalences que corresponden a una familia parafrdstica). Permitame desarrollar un poco mas mi respuesta. Cuando hay actividad de lenguaje, necesariamente situada entre enunciadores (digo “enunciadores” y no simplemente “hablantes” por razones que abordaremos tal vez ms tarde, si le interesa), una de dos. En primer lugar, utilizamos (conscientemente o no) la metafora de la maquina: tun emisor, un receptor, una caja negra en los dos extremos, segtin dl siguiente esquema: tenemos sentido transformado por una c: negra en un mensaje (flujo sonoro) que pasa de un emisor a un re ceptor donde una caja negra transforma el flujo sonoro en sentido, de manera que el sentido recibido corresponde al sentido del emisor. Tenemos entonces una metéfora que ¢9, gress mado, la del conmuta dor: en un momento dado soy emisor, envio un mensaje, y hay un receptor enfrente; el receptor, provisto del cédigo comin, decodifi tego da vuelta el bot6n en el otro sentido y se convierte a su vez 88 Aine Call + Burt en emisor, Incluso desde el punto de vista fisoldgico ¢s evidente que «sto no funciona asi en absoluto; quiero decir que no existe esta sepa racidn radical entre emisién y recepcién, sin retroaccidn, Pero pode- :mos ir mas lejos: este tipo de metéfora supone que estamos tratando con universos normados, presegmentados y calibrados; del mismo ‘modo, la nocién de eédigo en lingiifstica es sospechosa, Tendrfamos asi fendmenos que no piden ajuste entre los sujetos en los dos extre- ‘mos, donde no habria modulacién y deformacién, donde el mensaje, como se dice, seria s6lo un transporte de informacién ya constituida yeestable, De este modo estamos reduciendo la actividad de lenguaje una actividad meramente informativa, que vehiculiza una infor tacién inmutable, sin juego intersubjetivo, sin margen estlistico, Es verdad que existen situaciones de este tipo: cuando se transmiten ciertos mensajes por radio, es evidente que estamos en una situa- idn como ésta. Cuando un piloto de avién despega ¢ intercambia lun mensaje con la torre de control, se encucntra en esta situaciin; en el ejrcito, los mensajes suelen ser de este tipo, ya que las formas de didlogo modulado son bastante raras en ese contexto. Pero es evidente que, fuera de tales ejemplos, no estamos en esta situacidn. Entonces hay que pensar (y es el segundo término de la alternativa) que la actividad de lenguaje no consiste en vehiculizar sentido, sino en producir y reconocer formas en tanto huellas de operaciones (de representacién, referenciaciOn y regulacién). La significacién no es, ues, vehiculizada, sino (re)-construida. La relacién entre produc. «iG y reconocimiento supone la capacidad de ajuste entre los sujetos. Esta capacidad permite slo rara vez un ajuste estricto. Es debido a que hay un juego intersubjetivo que existe un juego en el ajuste. Esto ¢s profundamente interesante: podemos recurrir a una metdfora un. poco aventurada, pero itil, y decir que hay aqui algo semejante a un cleulo tensorial Si sélo tavigramos que operar con formas empiricas de orden clasificatorio, dispuestas segtin estructuras lincales, semejante plas cidad, con sus logros y sus fracasos, no podria existr. Esto funciona coma acahn de describislo porque las formas empiricas no son et quetas, Iéxicas © gramaticales, sino que son la huella de operacio- nes (cf. mds arriba). Yo llamo forma abstracta a esta representacin metalingifstica de las representaciones de lenguaje curya huella son La Liga: de bo empirical forma 89 las representaciones lingiisticas (el texto). Agrego que esta forma abstracta es de una complcjidad muy grande. Voy a hacer algunos comentarios generales sobre este punto. Guando consideramos una secuencia textual, distinguimos (1) un orden total, puesto que estamos ante una cadena, donde se comienza cen un extremo y se termina en el otro. Es efectivamente un orden to- tal, en el sentido de que siempre tenemos un término de partida, una relacién de precedencia (predecesor-sucesor), pero este orden total no ¢s absoluto: podemos efectuar permutaciones, tomar como término de partida tal o cual término. Un ejemplo de estas manipulaciones puede ser: Es corios, hu perro fremea Tuperroes caritaso {cl primero es casi siempre percibido como exclamativo, el segundo ‘como asertivo}; 0 incluso: A Londres, eli ai tlephon (En Londres, lo lame] (Una vez en Londres Je i tlephomé& Londres (Lo lam ena Londres) (dos significaciones: ‘lo llamé cuando él estaba en Londres; ‘lo llamé ‘cuando yo estaba en Londres’; otro ejemplo: 1 bot pour bore (Bebe por beber, que cs totalmente diferente de Pur bir, bit Sies por beer, bebe. Asi, en ciertos casos, tenemos equivalencias con diferencia de tuna modulacién; en otros, la significacién cambia profundamente. (2) Elandlisis en constituyentes inmediatos remite a la construccién de un orden parcial proyectado sobre el orden total de la cadena. (3) ‘Ademés, més allé de las arborescencias, encontraremos representa- ciones intrincadas més complejas. (4) Una construccién secuencial, donde recorriéramos la cadena de un extremo al otro sin retorno, y 90 Antine Cail» Bris debe ser sustituida por una concepcién mis compleja de operaciones imbricadas con retornos hacia atrés, anticipaciones, construcciones ¥ desconstrucciones de unidades a partir de puntos de referencia variables, edleulos en cadena cuyo recuerdo se conserva a través de las transformaciones y deformaciones. La representacién de este conjunto produciré lo que yo he llamado “forma abstracta’, y que «std relacionada con la modelizacién. De otto modo nos quedaremos en la linealidad de las ocurrencias empirieas y no se podrd superar la ctapa, sin duda inevitable ¢ indispensable, del andlisis distribucional (estudio de las posibilidades de coocurrencia de las unidades en la cadena: qué unidades son compatibles con tal contexto; cudles son {os contextos compatibles con tal unidad). Esto nos proveerd tinicar mente lo que es clasficatorio. Ahora bien, yo no conozco disciplina ‘que s¢ haya quedado en el estadio clasiicatorio. Es cierto, las selec: cones y las clasificaciones permiten sistematizar las observaciones y «3 lo que se ve en Linneo 0, como se ha afirmado, en las observacio- nes minuciosas de Tycho Brahé que contribuyeron a la revolucién kkepleriana. Pero, sin entrar en un gran debate, vemos que Kepler no aparece como la culiminaciin de un proceso de acumulacién de datos. La teorizacién no surge como el producto final de los datos recolectados. Siempre hay que pasar a un estadio de representacién, de manipulacién, de eéleulo. Con mds razén cuando uno se esfuerza en procesar fenémenos aprehendidos en su dinamismo y no como estados ya constituidos. Ademds, existe una ilusiGn de lo clasifica torio como un procedimiento de procesamiento que fuera neutro, ntras que Ia eleccidn de criterios suele traer consigo consceuem cias tedricas euya importancia se desestima, sobre todo cuando se trabaja con datos fluctuantes que hay que estabilizar, sobre fendime- 1nos complejos cuya modelizacién debe conservar la heterogencidad y la deformabilidad. En una palabra, debemos aceptar la violencia tedrica que constituye la abstraccién por la cual pasamos de lo em- pirico a lo formal. Part.: Decias: en la adecuacién entre el nivel 2 el nivel 3, tal ver cexista la posibilidad de simular lo que ocurre entre el nivel I'y el ni- vel 2, Segtin lo que he ereido entender, entre el nivel 2 el nivel 3 lo {que se busca es précticamente una biunivocidad en las relaciones en- tre tal tipo de representacidn lingifstica y tal tipo de representacién La Lingtia: deb empirical firma 9 ‘metaligiifstica, y la prucba se basa en el carter biunivoco de las concordancias, Ahora bien, ti explicaste que entre el nivel I el ni vel 2, la relacidn ao era estructuralmente biunivoca, es decir que ha brfa un marcador para varios valores o la inversa. éCisme es esto? A.C.: Entre el nivel 2 y el nivel 3 no he hablado de biunivocidad, porque creo que el objetivo funclamental no es establecer esta bit vocidad en el sentido en que tendriamos una notacién que resultaria tuna duplicacién de wna lengua natural, En efecto, he aqui el fondo del problema: la notacién, Mis bien se trata de buscar cuiles son las ‘operaciones (cs decir, los operadores, los operandos, los esquemas, Jos encacenamientos) que me permiten dar cuenta de los fendmenos identificados: cuando tenemos varias interpretaciones para una eo figuraciin de marcadores, cuando hay limites en las manipula ‘que tn enunciado puede soportar, manteniéndose estable la repre- sentacién; cuando hay una familia de mareadores para wna opera- cién dada, se debe buscar si, por medio de un céleulo que utilice un sistema de representacién metalingtifstica, y haciendo a un lado la intuicién semintica, es posible dar cuenta de las formas emplricas a través de un trabajo sobre formas abstractas que estuviera sometido a reglas, Esta correspondencia regular permite demostraciones, en un sentido més débil, por cierto, que la demostracién matematica, pero con tna fuerza en la coberencia que lo ascmeja a la validacidn experimental. El objetivo debe ser (I) lograr deseripeiones finas de fens ‘complejos, y (2) construir conjuntos de observaciones problemidticas, cen el sentido preciso de que hay que dar cuenta de tal conjunto en tanto conjunto, Dar cuenta significa encontrar una solucién teérica 4que asigne a un enunciado aceptable un estatuto de enunciable, que imuestre por qué un inennunciable est mal formado (de alli una teor dela buena 0 mala forma). Guando dije hace un rato “Fiama pero un foc" no va muy bien, cuando agregué que “Fima, pero silo un pocs® cesté bien, asf como “Fuma, pero un poguit’, produje, gracias a la mani- pulacién, un conjunto de observaciones, aparentemente fuctuantes y dispersas. Al constiuir este conjunto de secuencias textuales, cons truf un problema, Encontrar una solucién es explicar por qué ciertas secuencias son “buenas”, otras “malas”, por qué mejora una mala secuencia gracias a tal 0 cual manipulaeién. 2 Antone Cail» Bites Muy répidamente, les puedo indicar eémo podemos razonar, La idea fundamental es que no existe ocurrencia textual aislada, Asi, cuando un sujeto produce un enun tual, compuesta a su vez de ocurrencias de términos const este enunciado, y cada una de sus partes constitutivas, est situado {en un espacio enunciativo provisto de un sistema de coordenadas subjetivas y espacio-temporales, tomado en un campo de relaciones intersubjetivas, y toda ocurrencia forma parte de un conglomerado estructurado de oeurrencias que forman un dominio, Este dominio est compuesto de un interior (valores positivos) que tiene un centro (cs el que prove el valor tipico, y lo Hlamaré centro organizador; 0 el valor por excelencia ~alto grado elativo~ y lo llamaré atrador); de Lun exterior (valores tntalmente otros, valor nule, parte vacia), de una frontera. Tenemos asi un dominio que localiza todas las ocurren- cias en una zona (centeo; interior; fromtera; exterior). Cuando digo “Fama” remito a un exterior (*Fuma, eso es todo”), es decir, un valor positivo ni excesivamente alto, ni con tendencia a nulo. Ahora bicn, ‘Pero marca el pasaje de una zona a otra; por wn lado, un poco marca ‘una cantidad positiva sin mds, poco una eantidad que tiende hacia el ‘exterior (fromtera). Ast: Pama pron poco ‘std mal formadlo porque tenemos interior pero interior; ana pero poo dda interior pero frontera, silo marca una orientacién hacia el exterior (de alli una localizacién en la frontera). Asi Fama pero sélo wn pow restablece el esquema interior pero frontera, que volvemos a encon: trar en Panna pero wn poguio. Ve usted que lo que he intentado verificar agut ea que me puedlo dar un esquema a través del cual, construyendo una forma que ubico en un dominio, estoy en condiciones de dar cuenta de variaciones en |a aceptabilidad de ocurrencias empiticas a partir de limitaciones for La Lingtstica: de lo epic al formal 98 ales. El objetivo es, pues, ala ver muy ambicioso y muy modesto: se trata de examinar si en nuestra actividad de lenguaje tal como ésta s¢ presenta, no en el nivel de las representaciones mentales (a las que no tenemos acceso), sino a través de las huellas que son los textos, descubrimos regularidades que pueden ser calculadas. ‘Tomemos otro ejemplo: a partir de un enunciado como Un gesto te mato”, derivemos otros emunciados que dispondremos en un cua dro como el siguiente: 1) Un geo y te mat 3) Un geto ono te mato 2) Num gesto ote mato. 4) Nin geo y no t mate, Salvo por algunas modulaciones, 1, 2.y 4 son equivalemtes; 3, en cambio, ¢s extraiio, y parece indicar que lo deseable es matar. La licacién se encuentra en (1) 1a evaluacién (bueno, malo) donde ‘matar es malo (en todo caso para el que es matado) yo matar es bueno; por consiguicnte, im gestoque acarrea una consecuencia mala cs malo, y nian gests buieno, (2) el esquema que ordena los dos tér inos constitutivos del enunciado. Asi, tenemos 1: malo -* malo; 2: bueno (0, es decir si malo) -» malo; 4: bueno ~ bueno: mientras que 3 tiene la forma: malo (0, ¢s decir si bueno) -+ bueno, Para un mismo valor semdntico, los cnunciados 1 y 4, que son homogéneos, estin bien formados (malo ~* malo; bueno ~* bueno), asf como el enum: ciado 2 que se organiza alrededor de un primer término de tenor favorable. Esti mal formado el que tiene como término inicial uno ide tenor perjudicial. Para que esto tenga fuerza explicativa, tendria- ‘mos que lanzarnos en una discusién tedrica sobre la organizacién de Jos enunciados, la teleonomia, etc. Pero lo que intentébamos aqui exa esbozar esquemas de razonamientos, para responder a la pregunta sobre la biunivocidad. De todas maneras, la pregunta mereceria una respuesta més pre- cisa, en la medida en que se puede tener biunivocidad local, pero, dado que los marcadores, las categorizaciones, varian de lengua a lengua, necesitaremos una teoria general de la aplicacién de una biunivocidad local en una biunivocidad referida a otros fendmenos, equivalentes pero morfoldgicamente diferentes. 4 Antoine Cake» Exits art.: Esta complejidad del formalismo es la de una lengua prac ticada por adultos. éHay estudios realizados en nifios, donde, natu- ralmente, las representaciones son mucho més simples, lo que simpli- ficarfa el formalismo? A.C.: Los estudios que se han hecho munca fueron conducidos de manera realmente sistematica y acumulable, ni que permitiera po- nerse de acuerdo sobre lo que es la apropiacién de una lengua por un nifio entre tal y tal edad, El campo no es exactamente de mi compe- tcncia, pero lamentablemente creo que no me estoy equivocando de- masiado, Sin embargo, existen estudios finos, y no ereo que se pucda decir que la complejidad sea menor. Lo es con respecto al abanico de posibilidades de uso de una lengua, o el inventario de configuracio: hes, pero no en enanto a cierto mimera de operaciones fundamenta les que se aplicarin, Ademds, éde qué edad estamos hablando? En ‘campos tales como Ia aspectualidad, o la determinacién, o la modali dad, las observaciones no parecen indicar que se pase de un sistema ‘menos complejo a un sistema ms complejo. Greo que tenemos un sistema més pobre en la superficie, es decir, que comporta virtuali- dads y se enriquecerd incorporando marcadores. Tal vee se puede hablar de complejizacién cuando se pasa de un subsistema a owo: con respecto a los fenémenos, con certeza; con respecto a la acti dad de representacién, referenciacién y regulacién, no estoy seguro de que la nocién de complejidad (paso de lo simple alo complejo) sea pertinente, En cuanto al formalismo, es claro que no podrfa variar de manera congruente, de lo simple a lo complejo porque, siguiendo este razonamiento, se legaria a la conclusién de que el no-lenguaje presenta la simplicidad méxima... De todas maneras, el lenguaje es pensamiento en palabras, pero podemos pensar (tener una actividad ide represemtacidn) a través de conductas, de gestos, ete. No ¢s posible ‘estudiar cierias épocas de adquisicién separando la verbalizacién del seftalamiento, de la mimica, etc. ‘Tomemos la modalidad: la negativizacién se manifestaré median- te conductas de rechazo, nnediante el juego de la ausencia-presencia, antes de que entre en juego la negacién de juicio, Pero nada permite decir que la separacién progresiva de la verbalizacién con respecto a las conductas corporales correspond aun paso de lo simple alo com- plejo. Del mismo modo, si consideramos un coneepto como “capaci- La Lingistica: deb empire al formal 95 dad’, “posibilidad de hacer”, que nos parece evidente, ¢s interesante comprobar que numerosas lenguas no lo expresan con un marcador espectfico. En el nifio, la verbalizacién “no puedo” cs bastante anterior a “pueda”, Esto ¢s comprensible porque “puedo” sitta al enunciador en relacién aun proceso que esta siendo encarado; este iiltimo easo hace ‘que sea posible verbalizar la representacién de un acontecimiento a ‘encarar, es decir, sin referir a algo realizado; como se ve, ¢s el pun- to tikimo de esta capacidad de construir sustitutos separables de la realidad lo que da fundamento a la actividad de representacién en la actividad de lenguaje. Gon “no med” (por ejemplo, si el nifio no lo- ‘gra hacer pasar una bolita por un agujero demasiado chico), estamos ‘en el campo de lo cierto; es una comprobacién referida al estado de ‘cosas actual. Podemos continuar tomando otra categorfa, la de la = terminacién; notamos que el niflo pasa por un periodo (¢habria que decir “estadio"?) en el que pereibe la permanencia cualitativa detrs dela discontinuidad; de alli un término como “ims!” (encore!) Es un ‘poco como en un juego de aparicién-desaparicién: mas sefiala el cor te, mientras remite a lo mismo. Mas tarde se pasara a también o igual ‘0 cualquier equivalente, que marca la puesta en relacién (la identi ficacién eualitativa) de dos 0 mis ocurrencias distintas, de la que se aprendié a predicar la existencia, Después tendremos otro que hari aeceder al dominio de la nocién de “ser sucesor de”. Lo que hace que, ‘en un caso como éste, se trabaje a la vez en extensiGn y en intensién (0, mas bien, en el orden de aparicién, en intensién y en extensién), sobre lo cualitativo y lo cuantitativo, a través de las discontinuida des, los pares, las series. Es eso menos complejo? Part: Querfa preguntarte sobre la traduccién. Entiendo que en una lengua se puedan reconocer las formas que fueron producidas, pero comprucbo que de una lengua a otra por lo general no se puede reconocer, en la segunda lengua, las formas que fueron producidas cen la primera. En muchas lenguas africanas como el peul, se llama “padre” no sélo al propio padre, sino al hermano del padre, y esto se puccle reproducir de generacién en generacién y, finalmente, dos individuos que descienden cle un mismo ancestro por el lado mascu: Iino son siempre considerados como hermanos, mientras que los que descienden de este ancestro en el euarto grado pero de un hombre yuna mujer son primos. éGémo traducir en francés? Si se dice “her- 96 Antoine Cail » Baritas ‘manos, esto no corresponde con la realidad. Si se dice “primas hijos de hijos de hijos de hermanos’, esto tampoco corresponde con la realidad, En este caso, los conceptos son intraducibles. O bien este otro fendmeno que se me cruza siempre en mi campo que es el del Derecho, cuando se trata de paises de lengua no indocuropea: el he- cho de que no haya verbo “ser” en el sentido cartesiano de la palabra pienso luego soy, de una manera absoluta- sino simplemente “estar” cen el sentido de “estar aqu{ o alld, estar en tal época, tener tal cuali- dad”. Veo que los paises cuya lengua tiene un verbo tinico serlestar? ‘como el franeés ere tienen un derecho en el eual hay que ser primero tuna persona, un ser abstracto antes de poder cumplir funciones que estén ligadas al hecho de ser personas. Mientras que en otros paises se cumplen funciones, y lo que determina a lo que existe es la fam. cin. Y uno tiene una existencia tanto més “nutrida’ cuanto mas im- portantes son las funciones que cumple. Todo esto hace que, de una lengua a otra, no se pueda traducir en absoluto, en este ambito del Derecho: la situacién juridica tal como se presenta es absolutamente intraducible. En definitiva, me parece que cada lengua constituye su tuniverso, pero al mismo tiempo cada lengua se refiere al universo que ella ha constituido. Es por esto que soy completamente hostil a la idea de universales. A.G.: En algiin punto no hie sido claro, En todo caso, en un pun- co me hice entender bien y estamos en total acuerdo sobre esto: los uuniversales, No creo en una gramatica universal (que no debe con- fundirse con una tcorfa de los invariantes) ni, desde este punto de vista, en una semdntica general (que no debe ser confundida con las propiedades y las relaciones primitivas relacionadas con nuestra cognicién). Ademés voy a parecer contradictorio, pero me expli- caré- no ereo que, por fuera de universos normalizados, exista la posibilidad de traducir en el sentido en que wi lo entiendes. Sobre este punto estoy absolutamente de acuerdo, No es posible dar cuen ta del juego de los tiempos o los aspectos o del juego sobre el on, tu, ‘ous [uno/se/nosotros, ti, usted], ete, pasando de una lengua a otra, 2. El caso del castellano con ser (existe predicar una propiedad) y tar (en ‘un momento/en un lugar) remite a la diferencia en latin entre sam se) so (er tan) que ha desapatecido en francés [N, del La Lingisticn de lo empiric a lo formal ” pero se puede dar una aproximacién, un comentario, que conserven a mayor parte de lo que se queria traducir. Sobre el verbo se (ser! estar], sobre los términos de parentesco, y otros casos de este tipo, cbmo no estar de acuerdo? Resulta que hace bastante tiempo armé tun textito de unas veinte Iineas que comienza ast: “cela fit plusieurs jours que les bicherons traaillent dans la fret” (hace varios dias que los lefiadores trabajan en el bosque]. Bs tin texto neutro, en el sentido de que estd bien escrito y no es una serie de ejemplos para el lingiista, use alli dentro un maximo de términos intraducibles o casi intra- ucibles, de orden léxico, gramatical o discursivo. Un investigador, con la ayuda de informantes, “tradujo” este texto a un centenar de lenguas y evalué (a grandes rasgos) la pérdida en cada traduecién. Fl resultado es impresionante. Hace algunos afios, participé en un eoloquio de linggiistica en Kuala Lumpur, en el que, en un momento dado, la discusién giré en torno a la terminologia cientifica en malayo. Los especialistas tenian problemas con la nocidn de elasticidad, en tanto propiedad fisica. El término nos resulta familiar, pero el fendmeno al que remite es mas complejo de lo que parece. Lo que sefialaba uno de los participan- tes, eminente lexicdgrafo britdnico, que combinaba su competen lingiistica con una formaciin cientifica, era que evidentemente, en Occidente, nosotros podiamos tomar préstamos, apclar a las lenguas clasicas, utilizar términos compuestos. Entonces no habia mis que innovar en el plano conceptual y en el plano terminoligico. Lo que plantea un problema extremadamente grave. De modo que, si se tra- ta de tales problemas, especialmente en antropologia cognitiva o cule tural, no puedo mas que reiterar mi acuerdo, Igualmente, mediante aproximaciones, desvios parafrdsticos, pérdidas, logramos alcanzar erta adecuacién, De todas maneras, lo que querfa decir en mi exposicién intro ductoria es que siempre se puede aprender otras lenguas, siempre se puede pasar de una lengua a otra, siempre se puede interpretar un texto en una lengua ce manera que haya referenciacién y regulacién equivalentes. Preferirfa decir que la traduccién no es posible, pero que siempre se pucde traducir a través de las comunidades lingilist- cas de la especie humana, Y el solo hecho de dominar dos lenguas y comprobar la imposible inadecuacidn de una a otra, es ya comparar 98 Antine Cali» seri y utilizar un modo de representacién que vincula a las lenguas entre si. En cambio un cucrvo no aprenderd los gritos de otra especie. Part.: Tenemos los trabajos de Laurence Lentin quien, con un equipo de docentes, estudié mucho el lengusje del ni dos aiios de edad (la edad del jardin de infantes). él estudio de «sta génesis del lenguaje en el nino puede ayudar a la comprensién general del lenguaje? Probablemente st, Pero es efectivamente muy ‘complejo porque, si bien las oraciones del nifio son estructuralmente ‘uy simples (ms simples que las nuestras), desde cl punto de vista funcional son igualmente complejas. Es decir que el nifio expresa los mismos matices y las mismas modalidades de pensamiento que nosotros, pero dispone de un material de base mucho mds elemental, éCémo s¢ sitian las diferentes teorias gramaticales, gencrativa, dis. tribucional, “psicokigica’, en las relaciones con los tres planos de re- presentacién que usted ha mencionado? Me parece que no se sitian ex el mismo nivel. A.C.: Seguro que no. Pero antes que nada, espero no haber dado | impresién de olvidarme de trabajos importantes como los que us. ted ha mencionado, No di nombres y detalles por falta de tiempo. Lo que quise destacar es la falta de estudios sistemticos sobre determi- nnados puntos, a través de las lenguas y las culturas. También podria haber insistido en lo dificil que es reunir observaciones, porque hay variaciones muy importantes de un niio a otro; ademds, se trabaja sobre corpus condicionados, es decir que no se puede manipalar y hacer formular juicios de aceptabilidad como en un adulto. De he- cho, lo que se analiza es la verbalizacién en relacién a tareas, juegos, situaciones, y se trabaja tanto sobre la actividad cognitiva como sobre {a produccién textual (0 el reconocimiento). Lo que sabemos es que 4a actividad metalingiistica del nino comienza muy temprano y esté ligada al descentramiento del sujeto con respecto a su actividad de Jenguaje. Por ejemplo, el nifo se construiré un sistema de referencias tclativo a su euerpo (estudios sobre el lenguaje del mono muestran {a importancia de tales construcciones). Una niiia de seis afios me Dregunté una vez: “éPor qué todos ustedes tienen una espalda?". Yo 'e respondi: “IPero todo el mundo tiene una espalds!”. A lo que me lio: “Yo no”, Es interesante, porque esto plantea el problema de la si- ‘metria y Ia ausencia de simetrfa en la organizacién de nuestro espacio La Lingitica de lo empiric lo formal 9 ‘en relacién a nuestro cuerpo. Uno no se ve la espalda, y la imagen a cl espejo privilegia el rostro. Esta misma nifia, muy pequefia, querfa decir coma complcada, pero se embvolaba y dct “No puedo, mi boca no quiere”. Tado esto para decir que euando se estudia al nifio, hhace falta una paciencia y una sutileza excepcional para dar con los fendmenos reveladores. Esto es una forma de responderic sin respon det. En primer lugar, no existe la teorfa distribucional, en el sentido aque se le debe dar al término; existen téenicas distribucionales, y no ‘veo cémo el anslisis distribucional permitirfa dar fundamento a una teorfa de Ia adquisicién del lenguaje. En lo que respecta a la gramé: tica generativa, si bien hay diversas investigaciones, me parece que no se puede decir que el marco tedrico se haya revelado pertinente. Con prudente mudestia, dirfa que la woria de las operaciones pre- dicativas y enunciativas se revelé fructuosa y permitié vincular las investgaciones sobre la ontogenesis de ls representaciones en psico- logia cognitiva con el estudio de los fendmenos lingiisticos. También conocemos estudios como los de Fayol sobre tiempos y aspectos en el relato en nifios francsfonos. Y existen numerosas investigaciones sobre el nifio muy pequeio. Pero pese a todos los hermosos estucios que se han hecho en el mundo, confieso que no parece que exista una teorfa unificada que sea satisfuctoria Part.: Usted habla de una lengua en la cual cada palabra, eada ténmino desempena un pape, tiene un lugar y una funeién, Pero no «8 esto lo que se observa en el lenguaje cotidiano, Observamos que hay tres, cuatro palabras importantes ~cuando se toma un texto, las subrayamos con lapiz que cargan sentido realmente, y el resto es un, revestimiento [habillage] totalmente en exceso que permite que esas palabras den lugar a tn intercambio de comprensién, mientras que esas palabras solas, si se ls quita, no son percibidas por la caj que estd enfrente. Esto puede indicar un modo de compre: supera la palabra mit A.G.: Lo que me incomada un poco es ese término “revestimien: to”, Podria remitir a una teoria ornamental donde habria palabras- conceptos (palabras que remitirian a pensamtento esencial) que cs tarfan vestidas, Comencemos con una consideracidn trivial: existen palabras-lave, se pueden enviar telogramas, escribir restimenes, y tuna unidad léxiea desencadena una red de representacioncs (para 100 Antoine Cali» Eris tomar sdlo uno o dos ejemplos muy simples: salwin est ligaca a pro- Hema, difcattad, buscar encontrar, exit, said, ete; encuentro trae consigo la representacién de pares (humanos © no) que entran en contacto (intencional o no, violento 0 no), es decir, que se desplazan de tal ‘modo que el acontecimiento del contacto (con las modalidades de contacto) se produce en un lugar y un momento dads). Volvamos a lo que usted llama “revestimiemto” y exceso, 0 0- breabundancia, Se trata de un problema clisico, que fue estudiado ca los aitos 50, en especial a propésito de la teoria de la informa ci6n: las configuraciones textuales son construidas segiin esquemas canénicos, de tal manera que puedan ser aprehendidas, reconocidas cinterpretadas. Tenemos, pues, sistemas pre-correctores de ertores; es decir que hay oprimizacién entre, por un lado, la redundancia ¥. Por el otro, la economia, entre la estabilidad y la plasticidad, en tue la insereidn de marcadores que remiten a operaciones miikiples (relaciones primitivas, relaciones predicativas, tematizacién; moda lizacién; modulacién afectiva, etc) y la linealizacién, De alli lo que usted Ima “revestimiento”, porque usted piensa en términos de scmantismo informativo simple. El revestimiento son los relevos [reas] prosédicos, las andforas, la construceién de un término des- tacado que sirve de punto de referencia para el resto de la relacidn, son también las regularidades que escanden la cadena, y permiten que la memoria funcione y que la atencién no opere constituyente por constituyente, sino construyendo buenas formas por vias més complejas que la sucesién totalmente ordenada (sobre este punto, ‘véase més atrés). En relacién con esta nocidn de sistema pre-correetor encontramos tuna propiedad fundamental de la actividad de los enunciadores, que ¢s, por un lado, retomar mediante pardfrasis, luego retomar desaser- tando (estoy simplificando), y por iltimo retomar en dos tiempos: I caso: -Vaa venir el vierns, ~iQuicres decir que viene en dos das! Vaca venir el viernes, EPor qué dices que venir dl virus? © incluso Va a venir el viernes, iE no tiene sentido! La Ling: deb empire al formal 101 o también Vaca venir el viernes Ah, que venge el viernes no me sorprende 3° caso: Vaca venir el viernes. Wall tel do? No, pero se lo dio a Maia, que me lo dijo mi Como ve, he pasado de una asercién directa a otra cosa (repre- sentacién des-afirmada con puesta en duda; predicacién sobre lo pre- dicado). Esta propiedad de separar en dos tiempos y retomar (de lo ‘que resulta el estilo referido, la andfora) es la caracteristiea extrema de la actividad de lenguaje como construccién de sustitutos total mente separados de la realidad exterior. Es sabido que en una pri- ‘mera etapa tenemos la ostensiin tocando, luego sin tocar el objeto; ids tarde pocemos remitir al objeto ausente, a Ia clase de objetos ‘que se ha de considerar, es decir que tenemos una construccién que, mediante la representacién, nos permite separarnos de la referencia, sefialada. Luego tendremos una construccién sobre la construccién ¥y en ese momento ya no se sabe muy bien dénde estén las palabras importantes y las que no lo son. Si digo: Esmi hermano, nomi hermana, quien me rometis que e diva, mana a smds tarda, 6 fnalmentiremas al campo oa la playa lo desafio a reducir esto a unas pocas palabras “revestidas”. No se puede, Todo el juego enunciativo lo obliga a uno a produei esa con figuracién compleja, con recomienzo anafirico, niveles escalonados, representacién de caminos posible, etc. ‘Agregarfa que el revestimiento es en si mismo importante, inclu so silo tomamos como metafora. Remite a la estética del discurso, Ia estiistica, a la ret6rica. Asi como la cocina no es un simple medio de alimentarnos para mantener nuestra integridad biolégica, sino que tiene una dimensién simbéliea (gustos y disgustos, lo puro y lo impuro, alteracién intencional de productos llamados brutos, ct. del mismo modo la actividad de lenguaje va mucho mis all deli tercambio utiltario de informaciones. Hs initilinsisir en este punto bien conocido. Es decir que no hay un enunciado al que no se le aso cic una familia de enunciados equivalentes (con diferencia de alguna ‘modulacién). Sé muy bien que usted ha empleado el término “im-

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