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cirilo es un perrito faldero de alcurnia que habita con su duea en una casa colonial de

coyoacn, en una calle que hace esquina con francisco sosa. un da, cirilo se extrava. la
seora lo ama ms que a nada en el mundo, en realidad no ama nada en el mundo ms que a
cirilo, por eso est deshecha.

se mandan pegar carteles en toda la delegacin ofreciendo recompensa, luego la bsqueda


se expande a lvaro obragn y del lado oriente hasta la colonia portales. pasan varias
semanas sin resultados, se redobla el nmero de carteles y se imprimen incluso psters a
color con la foto del perfil del perro (mirada triste, figura maltrecha, aparenta ms de doce
aos) con los que se tapizan bardas enteras como cuando se anuncian tocadas urbanas...
cirilo nunca aprece porque en eje central fue secuestrado desde la segunda noche de su
extravo. vendido a un taquero de iztacalco, fue guisado con cebollita asada y chiles
serranos hace ya muchos das. carne seca y escasa, qued arrinconada en un extremo de la
plancha grasienta al lado de los restos fritos de otros perros callejeros...

a las cuatro de la maana aparece por el puesto el mofle, nio pber maloliente que habita
en las calles de la ciudad y en los mundos que su cerebro fabrica usando activo como
combustible. mundos llenos de pliegues rosas abiertos como flor de mayo o de ojos sin
cuerpo, rojos rojos

el taquero casi acaba la jornada y paternal le regala un taco al mofle antes de levantar el
puesto. el chico lo devora con mucha salsa de color anaranjado con semillitas amarillas. es
cirilo...

cuando ha perdido toda esperanza y las ganas de vivir, la ex duea del perrito se encuentra
un da con los ojos de un adolescente sucio a travs del parabrisas. claro, es el mofle que
est tallando el vidrio con un trapo sucio, en realidad embadurnndolo de grasa. tal vez la
menopausia, tal vez la depresin y el desconsuelo, tal vez un duelo al que es incapaz de
sobreponerse... la seora se siente hipnotizada por esa mirada, la reconoce, abre la
portezuela y le dice al mofle que suba.

el mofle tiene ahora un techo para llegar de vez en cuando y un plato ah servido. se niega a
perder su libertad callejera, sabe siempre cmo escapar cundo la dama de coyoacn lo
mete en un cuarto con llave. va y viene. la doa a veces lo hace meterse en su cama y lo
aprieta entre sus piernas huesudas, mientras el mofle inhala inhala inhala y ve abrirse el
piso

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