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ALEJANDRA LAERA. EL TIEMPO VACIO DE LA FICCION Las novelas argentinas de Eduardo Gutiérrez y Eugenio Cambaceres BScaPiaS 5/225 aa Fonpo pe Cutruna ECONOMICA Mexico - Anger - Baastt - CoLomata - Cutts - Espana Estapos Unibos 0 AMERICA - GUATEMALA - Pex - VeNezuELA, Primera ediciin en expo, 2006 DD. R-© 2005, Fonbo of Cutrure Bconowen oe ARGENTINA S.A. [ Salrador 5565: 1414 Buenos Aires tema Fondo®@feecom at / war fe com at 1 Peacho Ajusen 227; 14200 Métieo D. FE ISBN: 950-557616-1 Forocopar ibe xt penade por ae. Prchibida eprodocibn seta «paca por cualquier media de ipresino digi. en Fenn ieoica etactada a modifieads, en cnt 9 en cualquier oto iin, sn ls scoiacincnpcs de a editor Ines es en AacTnn = PanreD wv Aacrin Fecha ef depeta que mate Isley 11-723, Agradecimientos El proceso de elaboracién de este libro, cuyo origen fue la esis de doctorado ‘que presenté a fines de diciembre de 2001 en la Universidad de Buenos Aires, ha sido largo y cavo diversas etapas. Por eso mismo, son muchas las personas que, de diferente manera, han contribuido en la avencusa de investigar sobre literatura del siglo xen la Argentina y las que quiero agradecerles. ‘A Cristina Iglesia, por suestimule y confianza no solo como directora de mi tesis sino como titular de la ctedra de Literatura Argentina del siglo xox en la que soy docente y como directora del proyecto grupal unacyt del que participé en el bienio 1998-2000. Aprovecho para extender mi agradecimiento a todos los integrantes del equipo; en especial, a Claudia Roman por su colaboracién y juicio critco en a busqueda de ciertos materiales periadistcosindispensables y en la lecura de ls primeras versiones de slgunos eaptelos. Agadezco también « quienes leyeron versiones tentativas de lo que con el tiempo serfan los actualescapieulos y en su momento sportacon valiosas suge- rencias: Nicolis Rosa (capitulo 4), Sylvia Molloy (capfeuls 5), Beatriz Sarlo (capitulo 6). A Josefina Ludmer y Rolena Adorno por el seminatio de doctora- ddo que me pecmitieron cursar en la Universidad de Yale en #12000 y en el que pude discutir algunos de los textos de mi corpus; a Josefins Ludmer, adems, por su invitacién para redactar as nota la primera edd en inglés de Poe pourri que estuvo bajo sa cuidado. ‘A.Noé Jtrik, por su constance presencia de 4nimo al frente del Instituto de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Bucnos Aites en cl que han ‘estado radicados todos mis proyectos de investigacién. ‘A Diana Sotensen, porque hizo posible el provechoso afo en el q literatura latinoamericara en Wesleyan University. A Robert Coha y el resto de los colegas del Departamento de Romance Languages and Literatures, en Wesleyan, y a Jorge Ruffinelli y los demas integrantes del Deparcamento de Spanish and Portuguese, en Stanford, por sus respectivos comentatios cuando presenté piblicamente las hipdtesis principales que artculan este trabajo. ASylvia 2 y su generosa contibucign con fuentes periodisticas del siglo x, y por haber atta, un dobleagradecimiento: por su precisa lectra del eaplslo taberna nil de las prosttutas el que se recrea, sino el de as eelaciones amorosis y familiares de la burguesia uebana.!? Este gieo oftece una justificacién ps hacer de For-pourri la punca de lanza de un. naturlismo argentino: et predomi rio dado al tema y al lenguaje les save a los defensores de Cambaccres para seguir su campafia contra el romanticismo mientras pasan por encima de le cobvia diferencia que la figura del narrador y la organizacién narrativa de Pa pour ices ca las woelas de Zola." Exe nisi predoninio es lo que dest can los detractores para insstr en la calificacién de “inmoral’,acributo que se convertiréen el epfteto peyorativo del nacuralismo, En ese punto, no hay que perder de visra el desfasaje respecto de los proyectos y las expectativas deposit: dos en “lo realista” en el period de inflexi6n. En relacién con el proyecto i cial, el pueblo al que se pretendia estudiar en las novelas ha sido sustiuido por otro objeto, yes esa sustitucin, que los defensores del naturaismo pasan por alto, la que Sus criticos denuncian indirectamente. En definitva, si de algo no sehabla er el period de asimilacién de Por-pourrial nacuralismo es del pueblo ccomo objeto de la representacién. En ese silencio, sin embargo, se pueden en- contrarindicios para entender la progresiva orientacin de la polémica as como el camino que recorren las novelas de la década. Si el supuesto pedagogico i cial asigaaba lugares prefijados al “nosotros” y a los “otros” (los escrivores y el pueblo), la violenca operacién dela critica que instala ala novela de Cambaceres encl lugarque la fccidn habfa dejado vacance produce un movimiento paradé- jico: Por-pourri despliega una opciéa narrativa que cuestiona ls lugares asigns dos al comienzo de la polémica. Porque el “ciyjano” no revuelve sus manos en la carne del pueblo ~como queria Benigno Lugones-, sino dentro del hogar ée 1a “buena sociedad” porteia. Cambaceres hace piblicos los secretos de la vide privada de la elite no solo por medio de una lengua renovada, sino a través de tuna organ zacién cuyo efeccofragmentario parece poner de reieve la inestbi dad de los lazos sociales en el interior de una clase que precende exhibir perma ° Poll public come flletin en Le Gaulirentre el 23 de enero ye 14 de abr de 1sg2, des uns polemics de I que ls prensa pattiepéfervoraamente. Un fragment dele celia del Ci Blas la novela ex bie claro: "ta ve, etn contenos, burgoeses y burgueat {que ha hecho el ito dal sefie Za niencaspimtabn al pucblo al mundo de as nis? Es ‘verdad que wedes son una gama denies, veces monsruose, sempre innobles, Joe cos incuso en lo innoble?” (x. por Henri Miterand en el prélogo a Za, 1982), "Poors paes, la asoiaién entre slo dela novels francesa Por boule ordinate {a cass; puener, “onvivencia con ata periona) ye de a argentina Porpourr ella pode “conjantsdeeorasheteogéneat' Yeagmentolieravia en qu aparecen dvezocemasrunidosde ‘manera amen fagmenco compuesto de distntas meladas voids ees) ha coatrbuide + ‘quel etieano solo propuiers en su momenta califcacidn dela novela de Carmbacee ome acura sno ue a mania bo largo del emp (Cymerman, 1993), ence su solder y su equilibrio. El misma Cambaceres ingresa ata polé mica ~desde el proto de la escuela realsta" "Dos palabras del autor", Cambaccres, 1984: 11-17. Peto mis que los sérulos importa cémo, al caracteriar su postica, recupera la 1 del olor dndole otra orientacién: “En cuanco a mf, usted sabe que tengo un flaco interés por mostrar la cosas en pelotay por hurgar le que hiede; cuestién de gustos", le escribird el 24 de diciembre de 1883 a Miguel Cand (en ‘Cymerman, 1971: 47-48). Lo que huele mal, en Por-pourr,es la propia clase En la rasposicidn de la estética naruralista de Europa. la Argentina, entce el periodo de inflesion y el de asimilaci6n, se produce un salto fundimental: se clude el momento reformista que corresponde, en Zola ala representacién de Ia vida de las clases populares, Si bien en el prélogo a For pourri Cambaceres proclama que “la exhibicion sencilla de las lacras que corrompen al organismo social es el reactive més enérgico que contra ellas puede empleats a eleccién inesperada del objeto moditica, fallidamente la funcién pedagégicade la nove- la, La critica alos pares ~reforzada por el anonimato del autor y la narracién en primera persona~ provoca una ruprura en el pacto de clase que desviraia el «aricter teformista del texto (porque anula la distancia entre el aujeto de la ‘muneiacin y el objero de larepresentacisn), ala ver que transforma la figura del cscritor en un moralistasaitico, En lugar de mostrar los vicis del pueblo, ya sea para corregilos o para advertr a su propia clase, Cambaccies mucstra “jos salones invadidor por la elite de la sociedad’. La invasién ~ideologema que ha servido, en la lceracura argentina, para refevise a la irrupeisn del Ouo—2 remite acia los compafieros de clase, Diagnésticos: autores enfermizos y lectores paranoicos Cémo conciliar el gesto modetnizadar y la necesidad de una novda nacional con una critica de la imaginacién, una definicin resteingida de moral y un imperativo pedagégico? Fstedilema atraviesa la década y afecta tanto a partidae fies como a opositores del nacuralismo y de Cambaccres. Pese a que la novela aparece por entonces ligada al “estudio” ~nombre que Zola, en su pretensién

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