Eugenio de Toledo ha conservado en este cdice la coleccin
ms completa de sus poesas de todas cuantas han llegado hasta nosotros. En el sector que analizamos su transmisin se inicia con el poema nmero 18, titulado Querimonia aegritudinis propriae. El comienzo se produce de manera regular sin ninguna laguna o corte en la sucesin de la escritura. Ello parece ser reflejo de que los doce primeros poemas ya faltaban en el modelo sobre el que se copiara el matritense. Merece una llamada de atencin la especial distribucin del poema 70, titulado Ad lohannem: los tres versos primeros de este poema se encuentran en el folio 59r, colocados en su lugar co- rrespondiente, a continuacin del poema 69, In ledo regs. Los versos 4, 5 y 6 se han copiado mucho despus, al final del fo- lio 60v, inmediatamente detrs del poema 96, Versus de tempo- ribus annorum, sin ningn epgrafe ni espacio o seal que mar- que la separacin entre ambos poemas. El verso 6 del poema Ad lohannem coincide con el final del cuaternin y, como se ha per- dido precisamente el cuaternin siguiente, no es posible saber en la actualidad si el poema continuaba hasta el final ni qu tex- tos seguiran, ya que aqu ha quedado definitivamente interrum- pida la serie de los poemas eugenianos conservados en este sec- tor A. Su ltimo cuaternin, como antes hemos visto en la des- cripcin, deba seguir a otro ahora perdido y empieza ex abrupto. En l se nos ha conservado una importante coleccin de poemas conocida como Appendix eugeniana, por haber sido atribuida en otro tiempo a Eugenio de Toledo. Dicha coleccin se encuentra aqu casi completa, aunque con el orden algo alterado. La trans- misin empieza en el poema 29. La primera parte, que comprende los poemas 29-47, es una serie de aforismos y sentencias en ds- ticos y monsticos; tras ellos est el poema de dedicacin de la iglesia de San Juan de Baos, que corresponde al nmero 48. Hay despus un grupo de composiciones (poemas 1-20) todas ellas de seis versos, en las que se ensalzan diversas virtudes huma- nas ; el grupo tiene como colofn un poema ms extenso que es una oracin ; por ltimo siguen cinco poemas ms (nms. 21-25), recordando las obligaciones de los eclesisticos y de los jueces. La coleccin sera completa si no faltasen en ella los poemas 26, 27 y 28 titulados De bculo, De reprehensionibus y De bene r- ventibus, que en su orden regular deberan preceder a la serie de dsticos y monsticos con la que comienza ex abrupto este cuaternin que estamos analizando. No deja de ser sintomtico