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PAUL FRIEDLANDER « PLATON Verdad del ser y realidad de vida PAUL FRIEDLANDER PLATON VERDAD DEL SER Y REALIDAD DE VIDA ‘TITULO ORIGINAL: Plajon. Band I: Seinswahcheit und Lebenswirklichkeit Impresion de cublecta: Grafices Molina Reservados todos los dereciios. ‘Ni Ie totalidad ni parte de esie libro puede reproducirse 0 teansmitisse por ningin pravedimiento electronico o mect- nico, inchyyendo fotocopia, grabacién megnstica 0 cualquier almacenamiznto de informacién y sistzma de recuperacién, sin permiso eseriio de Editorial Teenes, S.A © SWaLToR pm GRUYTER & Co., Bd. 1, L964 3., durehges.u.erg Aufl. © EDITORIAL TECNOS, S.A., 1989 Josefa Valeéreel, 27 - 28027 Madrid ISBN: 84-309-1671-7 Depésita Legal: M3142-1989 Printed in Spain. Impreso en Espana por Unigraf, Avda, Gémaca de la Taduatria, 38. Mésteles (Madrid) INDICE Tvrrooucctons = Pag. Dat protoao a La pemena epics (1928) PROLOGO A» LA TERCERA EDICION 6.524045 PRIMERA PARTE. Carine I: MEDIO ¥ ENTORNO CaeruLo I: DEMON Castiute Hk: ARRHETON Cariryte IV; ACADEMIA CAPETULG V: LA OBRA ESCRITA Captrue Vi: SOCRATES EN PLATON CAPETULG VIE TRONIA oe. cect eeteceee Capizuta VIII; DIALOGO Cartyute 1X: MITO «2... SEGUNDA PARTE CartruLo X: INTUICION ¥ CONSTRUCCION (Un puente hasta Bergson y Schopemhauee) -...seeeeer verses sanesUREEORED aR Captru9 Xl: ALETHEIA (Una polémica de! autor consige mismo y con Mar- lin Heidegger) : Catruto Xil: DIALOGO ¥ EXISTENCIA (Une pregunta a Karl Jaspers) Cariruio XII: SOBRE LAS CARTAS PLATONICAS 0 1s 2 48 B 95 us 130 140 155 170 27 24 m2 26 8 PLATON CarituLe XIV: PLATON COMO PISICO DEL ATOMO (Coastruceisa ato: rmistica y destruccién atomistica en el Tlireo de Platén) .. 233 CarituLe XY: PLATON COMO GEOFISICO ¥ OEOGRARO 248 Carrere XVI: PLATON COMO JURISTA (Par Hutringlon Cairns) «+. 268 INTRODUCCION Caritute XVI: PLATON COMO PLANIFICADOR DE CIUDADES (Lt ciudad ideal de Addantis) .. . Siete 298 La obra de Paul Friedinder sobre Platén ha sido objeto de nu- merosas reediciones y tradueciones a muchas lenguas, pero hasta ahora Carituve XVII: SOCRATES BN ROMA occ cscs cocceeeee 300 no Io ha sido al castellano, Con todo, creemos que ya este hecho jus- tificaria una versin a nuestra lengua que nos acercase a esta impor- Novas . 09 tante aportacidn al estudio y a la comprensién de un fildsofo funda- mental no s6lo en el mundo griego sino sobre todo en la génesis de Twoicss «... bettie 357 la civilizacién occidental. Sin embargo, el que desde la primera edi- A. Shropsts del contenido os... 359 cidn de esta obra se hayan producido numerosas contribuciones cien- B. Nombres y vonceptas it tificas en este campo puede dar pie a la idea de que nos encontramos ©. Bxritas de Platén a9 ante algo desfasado o simplemente superaco en sus lineas més impor- D. Bxerhos de arisiidles ..... 381 tantes. Semejante punto de vista ha sido atajado por el propio autor, en cada wna de aus nuevas ediciones. Concretamente fa tercera edi- Lavina ean gate 383 cidn alemana, que es la que aos ha servido de base para nuestra tra- duccion, ha sido cuidadosamente revisada, corregida y acrecentada con numerosas adiciones, incluso con todo ttn capitulo, acerca de Pla- t6n come jurista, que se debe a Huntington Cairns. Ast que, por esta parte, no caben dudas al respecto. Por o1r0 lado, la obra de Friedlainder supone un cambio en el punto de vista tradicional que se mantenia ontre los historiadores de Ja Filo- sefia Antigua, como él mismo esiablece en los diferentes prélogos a sus ediciones, sobre todo en el correspondiente a la tercera edicid alemans. Se trata de intentar comprender a Platén en cuanto autor «totals, esto os, sin extraer de sus Didlogos los supuestos keches dos- trinales apartandolos del «ropajen literario, como si éste fuese sélo cscenificacién o rellene sin valor idcoldgico. Eso lleva a un andlisis filoldgico més profunde y mas completo, capaz de ir mds alld de la terminologia 0 del estudio lingiiistico para establecer la cronologia de sus obras por ¢stilometria. Todo ello se anticipa a las concepciones que se barajan actualmente y que, en buena manera, se deben a los trabajos de Ia escuela alemana y a esta obra cntre otras, Tndudablemeate seria preciso establecer la influencia filosética que se encuentra en la base de semejante actiud, pero eso lo deja perfec- , tamente claro Friedliinder y no es preciso hacer elucubraciones al efec- to, Estan suficieatemente expresados en su obre cl aleance y las limi taciones que, includiblemente, se encuentran en la utilizacién de las corrientes filoséticas del momento en que él la escribe, De esta mene- ra-el valor cientifico queda intacto, y os preciso establecer asimismo otras correcciones desde auestro propio momento, a partir de las eri- 40 PLATON ticas que actualmente se hacen a Jas escuelas filosdficas utilizadas por él. 5] mero hecho de servirse de Jas corrientes de imterpretacién filo- sofica alli, en donde las categorias filolégicas presenian sus limitacio- nes, 5 algo que debemos a Friedliinder y que hoy constituye un fend meno habitual de los buenos andilisis en Historia de la Filosofia. Con todo, la obra de este autor es un modelo precisamente en esta utiliza cidn, ya que el estudio de Platén no se convierte en la excusa para establecer una doctrina propia o una versién imteresada, ajenas a la verdadera comprensiéu del filésofo griego. Ademds queda también claro algo que es particularmente impor- tante y que por lo general se mantiene fuera de los afanes de un inves- igador en estos estudios. Nos referimos al sentido de la Historia de Ja Filosofia, a su valor y razén de ser en un mundo moderne, sin que esto nos lleve a plantearnos las aportaciones lejanas del pasado o las religuias que han quedado de una cosmovisién primitiva y desfasada. Friedlinder hace notorio que Platén nos puede ensefiar y que el historiador de Ja Filosofia no es un embalsamador de cadaveres sino quien descubre los problemas de nuestra sociedad y pone de mani- fiesto que, en Ia salucién de los mismos, nos encontramos con un S- crates y un Platén en la aplicacién operaioria de todos los dias a par- ir de lo que denominamos «cultura occidental» y que tenemos en Ja base de todas muestras actitudes y recpuestas. Enesta linea inicia o descubre Friedlander cl camino que Itevé desde Ia ciudad a la Filosoffa y que Platén transforms en una vueka desde ésia a la cindad. El valor de la «utopia platénica, come planifica- ion necesaria y campo para el desarrallo de la actividad filos6fica, aparece analizado desde toclos los cauces posibles. Y es precisamente en esta direccién ea la que ei papel de los mitos, de las ideas y de la pozsia platéniea se establece como orientacisn para todo tip de filo- sofias y teorias. Es, pues, una recuperacién de Platon y una compren- sién de la «letra viva» de sus didlogos, val como pretendia él mismo cuande dio esta forma peculiar a la Filosofia, a ta comumicacion de las ideas. Y cl estudio de Friedlénder nos pone en disposicién de apro- vechar este campo y estos andlisis, Pero no es eso todo Jo que st puede sacar de esta obra, Queda un punto particularmente véiido hoy: la «desmititicacién» de los es- tudios platénicos que se puede notar en el esfuerzo de Friedlander por superar todas las cuestiones gue la Filologia ha esgrimido durante si- glos para de alguna manera llegar a la exaclitud en el conocimiento de Plaign, pero que asimismo han perturbado la comprensidn de su obra; se trata de problemas come el de la cronologia, autenticidad, conceptualizacion y valor poétice de sus comparaciones. Todo ella no es més que un intento de traicionar la escrijura platénica, de con- vertir al didlogo en tratado, de hacer dogmas en donde se estable- INTRODUCCION u cen aporias y de convertir a Platén en un platénico o neoplaténice inds bien. _ Si Cherniss trat6 de liberar de aristotelismo a tos filésofos grie- 30s, incluido Platon, Friedlander trata de apartar la pseudo-filologia ¥ la pseudo-filosofia de la Historia de la Filosotia y en concreio de Platén, Y, aunque él mismo reconoce que todavia queda una gran labor por deiante, sin duda su aportacién puede dejar una linea y unas directrices perfectamente establecidas sobre las que la investigacion puede continuar. . Son estas consideraciones las que nos han llevado a trachucir esta abra y a poner a disposicion de ios alumnos de Filosofia y de cuantos sientan Ja necesidac de comprender a Platén y a su aplicacién de la Filosofia a la ciudad el camino imprescindible para ello. NUESTRA TRADUCCION Cuando se pretende establecer una versién en castellano de una labor filoldgica y filoséfica tan precisa como la que nos ataile, ¢s pre- ciso solucionar un conjunte de problemas previos. 1. _Las citas en las lenguas originales: En lineas generales hemos de respetar el que el autor haya preferido no inmiscuirse en un inten- to de traduccién que pudiera traicionar la forma y el contenido por el que aparecen precisamente como elementos del estudio que se estd \levando a cabo. Sin embargo, somos también conscieates de que ello puede significar el alejamiento de la realidad que tratan de mostrar, por cuanto én este caso Jo mejor sin duda os cnemige de lo bucno y, lamentablemente, e) estado de nuestros Estudies Clésicos y el cono miento de los Modernos no alcanza ni mucho menos el grado de difu- sion que seria de esperar en nuestra cultura y que tesultaria impses- cindibie para la comprensidn de Friedlinder, Como pretendemos gue asta obra resulte asequible y pueda conseguir el fin prapuesto, hemos uaducido, por nuestra parte, dichas citas, biewal lado del texto origi- nal 0 bien mediante notas a ple de paging. En el primer caso, figura entre barras y con letra diferente. 2. La familiaridad de Friedlander con el mundo griego le lleva a ulilizar conceplos 0 términos que entiende como perfectamente co- nocidos por los kectores. La raz6n que hemos aducido antes nos ha Nevado a utilizar las notas a pic de pagina para explicar aquéllos que pudieran plantear dificultades y oscurecer Ja argumentacion que apa- rece en el [exto, Con el fin de evitar confusiones hemos detallado eudn- do las anotaciones son del autor y cuando son nuestras, En todo caso hemos seftalado con asteriscos y en notas a pic de pagina nuestras acla- 12 PLATON saciones y hemos maatenido la numeracion y lz colocacién al final de tas notas que cl autor sebala, 3. Las citas en akan han sido traducidas al igual que todo el texto en csa lengua. En lo que se refiers al capitulo de H. Cairns, en inglés, lo hemos traducido asimismo, al igual que las citas que en y on sus notas aparecen en dicho idioma. Fuera de estos casos hemos respetado siempre ¢) idioma original y hemos traducido el iexto en las notas a pie de pagina, 4, Por lo que se refiere a ias citas de lenguas clisicas, cuando éstas fueron traducidas 0 parafrascadas por Friedlinder hemos res- petado su version, que es la que hemos traducido €y en esie caso no hemos cambiado !a fetta ni lo hemos colocado entre barras), Cuando no era ast, hemos tratado de establecer una traducctén Jo mas literal posible. Fl lector puede cotejar las existentes en castellano que respe- tan la numeracién cientifica uiilizada por el autor, y que asimismo hemos ténido en cuenta: Platon, Didiogos, tomos 1-V, Gredos, Col. Clasicos. Varios tra- ductores. L. Gil, El Banquete y Fedro, Guadarcama. J. Velarde, Prosdgoras, Pentalfa. Merecen especial atencién las ediciones bilingites del Instituto de Estudios Politicos, reeditadas recientemente bajo el nombre de Con- tro de Estudios Constitucionales: J, M. Pabon-M. F, Gatiano, La Repifblica, Centro Estudios Cons- titucionales, 1949, 3.* ed. en tres ramos 1981. J. M, Pabon-M. F. Galiano, Las Leyes,.C. Est. Consi., 1960, 2.7 edic. en dos tomos 1983. J. Calonge, Gorgias, C. Fst. Const., (951, M. Toranza, Cartas, C. Bst. Const., 1954. A. Gonzdlez Laso, Ei Politico, C. Est, Const., 1955. M. Rico, Crién, C. Est. Const., 1987. L. Gil, Fedra, C. Est, Const., 1957. A. Ruiz Blvira, Mendn, C, Est. Const., 1958, A. Tovar, El Sofista, C. Est. Const., 1959. La edicién hecha por Aguiler de Platén, Obras Completas, corres pondiente a diferentes traductores de muy distinto valor, carece de Ja numeracién clentifica estricca. $, Para una orientacién bibliogréfica acerca de Platén nos re- snitimos 2 los dos magnificos estudios realizados por E.Lledo: E. Lledé, La memoria de’ Logos, Madrid, 1984, sobre todo pags, 229-237, y Ia introducciéa al tomo } de Piaton, Didtogos, en la blioteca Clésica Gredos, INTRODUCCION 13 6. En lo que se refiere a estudios autorizados sobre Platéa, ¢s posible daudic ata traduccion del clasico libro de David Ross, Teoria de las Ideas de Platon, Madtid, 1986, ed. Catedra, realizada por ‘5. L. Diez Arias. Hey traduccion al casiellano, asimismo, de la ma- yor parte de Jas Obras generales que cita Friedlander y que hemos 2d- yertido en su lugar correspondiente. No hay, en cambio, tracuccién de ka gran obra de Wilamowitz, que es en la que mas s¢ apoya filold- gicamente el autor. iedo, de 1988 Qiega,iaiae Iebrere S. GONZALEZ EscupERO- UDALRICO DE WILAMOW]TZ-MOELLENDORF ‘TMi AAIMONIOI hoc opus manct dedicatum MDCCCCXXVIIt MDCCCCLIE MDCCCCLXIV Was kana uns alleia wiederherstellen? Der Anblick des Vollkommenen Nietzsche, Vorarbeiten 20m Fall Wagner 7éQué os lo tinico que puede restaurarnos? La visién de lo perfecto Trabajos previos af caso Wagner/ DEL PROLOGO A LA PRIMERA EDICION (1928) Hace casi 10 aflos —en los inolvidables dies de la «Universidad ulemana de guerra en Wilna»— ha hablado el autor por primera vez sobre Platén, can Ja conciencia aiin imprecisa de que sobre él tenia que decir alge propio y, a la vez, no solo subjetivo, Para quien en los anos de la guerra, en Jas trincheras ante Ypern y en las cabatas Tusas, estaba a solas con las obras de Platon, paca é&e tuvieron que hacerse vivos esos «dramata», ese mundo de Filia y Neikos /Amor ¥ Cain’, con una fuerza hasta entonces desconocida, Ni de lejos se pensarfa en cualquier clase de trabajo cientifice en el que todo futu- 10, sobre todo el future cientifico, se disipaba en lo desconocido. Pe- ro €80 seria algo muy distinto al azar el que Platén, sobre las embro- llades fronteras de la guerra y la paz, se convirtiera en gufa y consi- guiera sobre todo Ja vuelta a la ciencia en este trabajo de ahora recon- Virtiéndolo en sendero cientifico. He obtenido, por medio de conversaciones 0 mediante criticas al manuscrito, miltiples estimulos ante todo de Fritz Klingner, Nikolai Hartmann, Ernst Robert Curtius, Herbert Koch, Rudolf Bultmann, Martin Heidegger y Hans-Georg Gadamer. A todas ellos les doy las gracias, Marburg, a 18 de Bnero de [928 DE, PROLOGO A LA TERCERA EDICION éPor gué todavia un libro sobre Paton, ademas de los muchos que ya se hicieron y de los que siempre van de nuevo a escribirse? El autor se encontraba entonces entre dos frentes, Uno, lo ccupaban los Neo-kantianos y otras lineas de ia Filosofia tradicional. El elemento literario y poético de Platén no tenia valor fundamental alguno para los filsofos, era obra de relleno, labor de espacio para el contenido filosofico. El otro frente llevabva al gran intérprete de la Filologia Cla- sica, a quien estaba y siempre permanecerd dedicado e} libro: a Ul- rich von Wilamowitz-Moellendorf. Fl eseribe la biografia de Placén y analiza sus obras, pero, con frecuencia, deja lo propiamente filosd- fico a los filésofos Para superar esa canteadiccién, habia entonces, y todavia queda hoy, una tarea. «Verdad del ser y realidad de la vida», figura por eso, desde la segunda edicidn, de subtitulo en ¢l primer tomo. Vale tam- bién para los tomos I! ¥ [Il eldea y Existencian se podria poner igualmente. Se han revisado el texte y las notas para la tercera edicién; no obs- tante, no hay diferencias sustanciales respecto a la segunda. Como cambios gencrales s6lo se ha introducide la discusién con Heidegger en el capitulo XE. Huntington Cairns ha permitido imprimir aqui su trabajo «Plato as Jurist» como capitulo XVI, igual que ya-aparecia en la edicién inglesa del volumen I de Platén. Ello ayuda a comple- tar, junte con los capitulas XIV, XV y XVII, la immagen de la univer- solidad de Plaién. Los Angeles, California, a 24 de Abril de 1964 PE. PRIMERA PARTE CAPITULO I MEDIO Y ENTORNO /Unes palabras de Piatén.../ «Una vez, cuando yo era joven» —asi escribe Platén a fos setenta y cinco afios en su manifiesto epistolar «A los amigos y partidarios de Dién» — «me sucedié como a muchos: pensaba dedicarme a los asuntos piiblicos de Ja ciudad en cuanto fuera dueiio de mis actos. Y me tops, en Ia vida de la ciudad, con Ins siguientes clases de vieisi- tudes: pues, como el régimen de entonces Fuese censurado por la ma- yoria, tuvo lugar un cambio, y se colocaran al frente de esta transfor. macién, como dirigentes, cincuenta y un hombres, once en Ia cindad y diez en el Pireo, en cuyas manos se concentraba lo referents al égo- vay a los asuntos entre los conciudadanos; en cambio establecieron con plenos poderes a treinta camo jefes de tadas*. Casualmente al- gunos de éstas eran parientes y familiares mfos**, asf que, en efecto, me llamaron de inmediato, en Ia idea dle que eran asuntos que me con- venian, Yo, a causa de mi juveatud, nada extraordinario noté; pues pensaba que ellos iban a conducir de verdad a la ciudad de una vida injusta a un modo justo, de forma que atendi con todas mis Fuerzas a ver qué hacian. ¥ enando vi que, en efecto en poce tieropo esos hom- fares lemostraron que el régimen anterior habia sida una edad de oro y que, entre otros abusos, también a un anciano amigo mio, a Séera- tes, de quien no me daria vergiienza decir que era el més justo de los de-entances, le iban a enviar junto con otros a traer ala fuerza aun ciudadeno para asesinarlo, a fia de que, tanto si querte como si no, quedase implicado en sus manejos*?* —mias él no les obedecié y se expuso a suftir todo antes de convertirse en su cémplice en acciones indignas. Al ver, en efecto, todo eso y otros detalles nada insigrifi- cantes de semejante indole, me iscité y aparté de los males de enton- ces. No mucho tiempo después cayé lo de los treinta y todo el régi- 4 Serefiere al 404 a.C., epoca de le derrota de Atenas por Bsparia como final de la Guerza del Peloponeso y al eviableciienie de los lamados Treinie Thavus, e0car gacas en un principic de reformar lz Constitucion 7 ansformaria de democrisica en Sligdrquica, bajo la proteccién ce Ios espartanos. (N. def Tt 9 ‘Carmides y Critias, que formaban parte de este gobierno, eran tios de Platén y hab(an eslado relacionados con Sécrais. (N, def 7.) "Se trataba de la decencién de Ledu de Salamlng, Este pegeedimiento constitute un sistema habitualmente utilzad6 por les Treinta pera involucrar a la gente ev us, aceiones. (N, Get T.)

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