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TEXTURAS

Carles Canet Miquel y Joan Carles Melgarejo

1. OBJETIVOS

El estudio textural incluye la caracterización de los aspectos morfológicos de


los granos y la relación de cada mineral con sus vecinos, a escala macro y
microscópica. El estudio textural debe realizarse siempre basándose en el
siguiente plan de trabajo y objetivos:

a. Establecer las variaciones texturales internas de los granos.

b. Establecer las relaciones texturales entre las diferentes fases minerales, con
el objetivo de discriminar qué fases se formaron simultáneamente, y
establecer la secuencia de su formación.

c. Ubicar, en base a los anteriores criterios, puntos representativos para un


análisis químico cuantitativo posterior (inclusiones fluidas, microsonda,
isótopos, etc.).

2. TEXTURAS INTERNAS DE LOS GRANOS

2.1. FORMA DE LOS CRISTALES

En función del grado de perfección de las caras, los cristales se clasifican, de


"mejor a peor cristalizados", en idiomórficos o euhedrales, hipidiomórficos o
hemiedrales, y alotriomórficos o anhedrales.

El estudio de la forma puede aportar información a dos niveles:

a- Contribuir a la identificación del mineral, especialmente, cuando se pueda


obtener la simetría cristalina. Debe tenerse en cuenta que la observación se
realiza en una superficie bidimensional, por lo que deben observarse diversas
secciones para deducir la simetría del cristal.

b- Ayudar a interpretar los mecanismos de formación de los minerales. Debe


tenerse en cuenta que, por tratarse de imágenes bidimensionales, si los
cristales son idiomórficos, puede extrapolarse la simetría, pero es difícil
asegurar la forma del cristal. Así, una sección de cubo cortada
perpendicularmente a {100} es cuadrada, pero una de octaedro cortada en la
misma dirección lo es también.

Del mismo modo, una sección de octaedro cortada paralelamente a {111}


tiene forma triangular, al igual que muchas secciones de cubo cortadas en la
misma dirección.

La forma puede cambiar en el curso del crecimiento del cristal, debido a la


influencia de factores externos (temperatura, presión, etc.), y las variaciones
en el grado de sobresaturación del fluido a partir del cual cristaliza el mineral.

2.2. TAMAÑO DE GRANO

Puede ser establecido por medio de oculares micrométricos, pero puede


realizarse una primera aproximación calculando, para cada objetivo, el radio
del retículo, y utilizar consiguientemente este radio como escala para cada
objetivo.

2.3. CRECIMIENTO ZONAL

Es la textura que resulta del crecimiento del cristal por etapas. Cada zona
puede tener o no la misma composición que la anterior. La ruptura entre cada
etapa implica algún tipo de desequilibrio.

La zonación a veces no puede observarse con microscopía óptica de luz


transmitida y/o reflejada. En este caso debe recurrirse a otras técnicas como
son la catodoluminiscencia, el microscopio electrónico y la interferometría
Nomarsky (Shore y Fowler, 1996).
Puede observarse con o sin analizador. Si existen variaciones en la
composición química, éstas pueden traducirse en variaciones del color, dureza
de pulido o de pátinas. A veces hace falta un ataque químico para ponerlo de
manifiesto.

La existencia de zonación en un cristal determina la necesidad de establecer


perfiles de análisis químicos.

Esta caracterización es previa a cualquier estudio geotermobarométrico. Debe


tenerse en cuenta que la zonación puede desaparecer por efecto de
reequilibrios posteriores. Si se debe a una interacción con fluidos, la
desaparición empieza por la periferia de los granos y progresa por fracturas o
por los propios bordes de las zonas. En otros casos, puede desaparecer debido
a un fenómeno de difusión intracristalina (Grigor'ev, 1965).

Hay tres tipos de zonación: a) concéntrica; b) en mosaico o parches (patchy),


y c) por sectores:

a. La zonación concéntrica es la más común en muchos minerales. La


anchura de las zonas es un carácter a observar. Pueden establecerse varios
subtipos en función de la evolución composicional desde el centro a la
periferia:

a.1. Oscilatoria: Desarrolla alternancias casi-cíclicas en la composición química


del mineral desde el centro a la periferia.

a.2. Continua: Definida por una variación progresiva en la composición desde


el centro a la periferia.

La zonación concéntrica se produce por una cristalización libre en cavidades o


en el seno de un magma, y puede originarse por diversos procesos:

* Interrupciones en el crecimiento. En este caso, es común que sobre las caras


del cristal se depositen, durante los episodios de interrupción, cristales de
otros minerales (epitaxiales) que pueden, finalmente, ser englobados por el
cristal al continuar su crecimiento. En otros casos, al reanudarse el crecimiento
es posible que cambie el hábito cristalino. Este tipo de zonación puede darse
tanto en aquellos minerales cuya composición química es prácticamente
constante (cuarzo, pirita) como en los que forman series isomórficas.

* Desequilibrios en el seno del fluido o magma (causados por desgasificación,


ebullición, mezcla, etc.). En aquellos minerales que formen parte de series
isomórficas, el núcleo del cristal está formado por el término de más alta
temperatura, y la parte más externa, por el término de menor temperatura
(zonación normal).
* Cambios en las características físicas del fluido en un sistema cerrado.

La zonación concéntrica, no obstante, también se puede producir por


recristalización, debido a efectos posteriores (diagenéticos o metamórficos).
Este fenómeno se ha observado en muchos cristales poiquiloblásticos (por
ejemplo, pirita incluida en rocas que han sufrido efectos diagenéticos o
metamórficos).

b. La zonación parcheada implica la existencia partes separadas de un


mismo cristal, de morfología diversa, dispuestas irregularmente (a veces,
rotados). Las causas de su formación son diversas (Grigor'ev, 1965):

* Disposición imperfecta de los átomos sobre la superficie del cristal en vías de


crecimiento.

* Omisión de ciertas posiciones en la red cristalina, formación de


dislocaciones, heterogeneidades en la disposición de las impurezas químicas,
inclusiones sólidas o líquidas.

El papel de las inclusiones parece ser decisivo a la hora de formar esta


textura. La adsorción de elementos trazas ha sido propuesto como mecanismo
para zonación en parches en minerales generados a partir de magmas (Dowty,
1977) y soluciones acuosas (Reeder y Grams, 1977).

c. La zonación por sectores se debe a la diferente fijación de componentes


químicos (típicamente cationes que están presentes como trazas en el
mineral) en determinadas pirámides de crecimiento del cristal.

2.4. EXSOLUCIONES
Las exsoluciones representan fenómenos de desmezcla por difusión al estado
sólido a partir de una única fase inicial. Se producen entre dos minerales que
presentan estructuras cristalinas parecidas, y que tienen miscibilidad total o
parcial elevada a alta temperatura, pero escasa o nula a baja temperatura. Por
lo tanto, a alta T se produce un único cristal. Si el descenso de temperatura se
produce en equilibrio y es lento, puede producirse una difusión atómica
intracristalina, con la consiguiente reordenación de los átomos, nucleación de
fases separadas y crecimiento de la fase exsuelta dentro de la mayoritaria.

Atención: es muy importante no confundir alteraciones según planos


preferentes con exsoluciones. Es el caso de la pirrotina, que presenta a
menudo alteración a pirita o marcasita según las exfoliaciones, resultando los
cuerpos secundarios con una forma ahusada paralela a la exfoliación.

Las estructuras en llama de pentlandita en pirrotina son típicas de depósitos


ortomagmáticos. Las morfologías que pueden desarrollar, y su ubicación
dependen de la temperatura y de la velocidad de enfriamiento, como se ha
demostrado experimentalmente (Kelly y Vaughan, 1983). En general, las
exsoluciones producen inicialmente formas redondeadas desarrolladas a partir
de los bordes de grano. Las llamas se forman en estadios más avanzados, en
bordes de grano o a partir de fracturas.

Otros ejemplos:

1. Galena-matildita.

2. Calcopirita-bornita.

3. Arsénico nativo- estibarsénico ("allemontita").

2.5. SEGREGACIONES

Se trata de inclusiones de un mineral en el interior de otro, en los que:


1) Un examen cuidadoso revela su disposición preferente según ciertas
direcciones cristalográficas del mineral encajonante (como son los planos de
exfoliación de maclado o de zonación).

2) La morfología y el tamaño de las inclusiones son relativamente


homogéneos.

3) Los granos incluidos desarrollan bordes curvos. Tal es el caso de la


calcopirita en esfalerita ("chalcopyrite disease", o "enfermedad de la
esfalerita"). El origen de esta textura ha sido muy discutido, interpretándose
como exsoluciones o como reemplazamientos según planos preferenciales.
Eldridge et al. (1988) , a partir de datos experimentales de síntesis
hidrotermal, sugieren que tales texturas se producen por difusión de Fe y Cu
dentro de esfalerita, siendo el Cu derivado de soluciones acuosas. Bente y
Doering (1995) a partir de datos experimentales concluyen que las etapas
requeridas para esta textura son: 1) formación de esfalerita primaria rica en
Fe (2-3 mol %) en condiciones de baja fugacidad de azufre; y 2)
reemplazamiento de la esfalerita por difusión a partir de una solución,
portadora de Cu y Fe, con fugacidad de azufre elevada. La esfalerita con Fe <
2 % no muestra segregaciones ni siquiera a f S2 muy altas.

Segregaciones de calcopitita (amarillo) en esfalerita (gris),chalcopyrite


disease.
Otras asociaciones minerales que presentan texturas parecidas son:

1. Reemplazamientos de alabandita por calcopirita.

2. Reemplazamientos de esfalerita por bornita y pirita (a fugacidades de S


muy altas y con alta relación Cu/Fe).

2.6. MACLAS

Las maclas son agregados regulares de cristales que comparten planos


reticulares. Pueden clasificarse en base a la posición del plano de macla (véase
tabla anterior). Las maclas pueden aportar información sobre el mecanismo
genético del grano, basándose en los fenómenos que las producen:

a. Maclas de inversión: se producen cuando una fase polimórfica de alta


temperatura pasa mediante una reacción polimórfica de desplazamiento a otra
de baja temperatura. En este proceso se mantiene la forma externa del cristal,
pero aparece un maclado polisintético de compenetración muy fino, en muchos
casos de morfología muy compleja y en el que los planos de macla se
entrecruzan y son muy irregulares y con aspecto suturado. Evidentemente, su
existencia indica que el enfriamiento del cristal se ha producido desde una
temperatura superior a la de la inversión. Algunos ejemplos:

1. Argentita-acantita (176E), aunque el maclado puede formarse por debajo


de la temperatura de inversión (Taylor, 1969).

2. Hessita cúbica-hessita monoclínica.

3. Troilita-calcosina.

Hay que tener en cuenta que hay algunas fases que han sido observadas como
fases de alta y baja temperatura (cinabrio-metacinabrio; famatinita-luzonita).
Estas fases no pueden ser usadas para establecer las condiciones de
cristalización, ya que pueden subsistir en su forma metaestable.
* Maclas de crecimiento: se producen por interferencia entre dos o más
cristales en proceso de crecimiento libre. Pueden ser simples o polisintéticas,
de yuxtaposición o de compenetración. En un agregado de numerosos
cristales, si el maclado es por crecimiento sólo algunos de ellos presentarán
maclado. Acostumbran a tener un grosor diferente entre los diferentes planos
de macla. P.ej., esfalerita y wolframita que crecen en cavidades.

* Maclas de deformación: usualmente son maclas polisintéticas gruesas,


con un grosor idéntico entre todos los planos de macla. En un agregado de
diversos cristales afectados por deformación, todos los granos estarán
maclados.

Hay que tener en cuenta que en algunos minerales de baja dureza el maclado
pude producirse durante el proceso de preparación de la muestra (por
ejemplo, bismuto nativo). Estas maclas, no obstante, suelen asociarse a zonas
de rotura o a rallas profundas. En el caso del bismuto, pueden producirse
simplemente mediante una punción del cristal con una aguja.

2.7. KINK BANDS

Se dan en cristales sometidos a deformación en medios superficiales. Se


requiere para que se produzcan que el cristal tenga muy buena exfoliación y
cierta maleabilidad. Ejemplo: molibdenita, grafito, estibina, bismutinita.
2.8. EXTINCIÓN ONDULANTE

Es típica de aquellos minerales que han experimentado deformación.


Generalmente se da en minerales de comportamiento frágil (arsenopirita, etc.)
análogamente a lo que se observa en luz transmitida en diversos minerales
transparentes de comportamiento rígido (cuarzo, olivino).

3. TEXTURAS EN LOS CONTACTOS ENTRE MINERALES

3.1. PUNTOS TRIPLES Y TEXTURAS GRANOBLÁSTICAS CON BORDES CURVOS

El desarrollo de texturas granoblásticas indica una cristalización simultánea y


en equilibrio entre los diversos minerales, o bien un reequilibrio posterior por
efecto de metamorfismo (annealing).

Los bordes de los cristales son curvados, y los contactos entre granos del
mismo mineral tienden a formar grupos de tres, con ánulos de contacto de
120º.

Si los cristales pertenecen a especies minerales distintas, el ángulo entre los


cristales dependerá de los minerales que están en contacto (Stanton, 1972).
Textura Granoblástica con el desarrollo de puntos triples en un agregado de
pirrotina y calcopirita. Bosc de Plobet, Cataluña

3.2. INTERCRECIMIENTOS GRÁFICOS

Pueden darse por dos tipos de mecanismos:

1) Cristalización en condiciones de equilibrio (típicamente, en condiciones


eutécticas). El crecimiento granofírico, o los crecimientos gráficos en los
granitoides ácidos son ejemplos típicos, pero texturas similares pueden darse
por cristalización, a partir de un fluido, de dos fases en equilibrio.
2) Cristalización simultánea de dos fases que están involucradas en la reacción
entre otras dos. Una simplectita es un intercrecimiento microscópico
vermiforme de dos o más fases, que resulta de una cristalización
contemporánea de estas fases de forma paralela a la reacción secundaria y
reemplazamiento de otra.

Los ejemplos típicos son los crecimientos simplectíticos. Se trata de


texturas que se observan en los bordes de grano de fases precoces. Las
reacciones que dan lugar a las simplectitas se generan generalmente por la
interacción con fluidos acuosos intersticiales, pero pueden darse por difusión
intercristalina en algunas rocas anhidras del manto. Se propone una cierta
inmovilidad de los elementos que intervienen en el proceso, que se explica por
fenómenos de difusión. Un ejemplo de simplectitas son las mirmequitas de
cuarzo. Otro ejemplo son las simplectitas de ortopiroxeno-magnetita
producidas por oxidación de olivino.

3.3. CRECIMIENTOS FASCICULARES

Pueden tener formas diversas en función de su estadio de desarrollo.


Dilataciones térmicas o interferencia de materias extrañas en algunos planos
de crecimiento pueden ser las principales causas. El cristal comienza a
fisurarse por uno de sus extremos, formando primero agregados casi
paralelos, después agregados fasciculares y, finalmente, esferulitos.

3.4. AGREGADOS ESFERULÍTICOS

Se trata de agregados de cristales aciculares, con disposición radial a partir de


un centro común.

Pueden tener tres orígenes (Grigor'ev, 1965):


Agregados esferulíticos de rammelsbergita. Mina atrevida, Cataluña.

1) Sobrecrecimiento de cristales de un mineral sobre una partícula más o


menos redondeada (por ejemplo, en los oolitos). Los oolitos se forman en un
cuerpo de agua sometido a agitación, cuando la solución encajonante deviene
sobresaturada; normalmente tienen forma pulida por efecto de fricción contra
otros oolitos durante la agitación del conjunto. En los primeros estadios de
cristalización sobre la partícula se da una orientación al azar de los cristalitos,
pero posteriormente se favorecen solamente las direcciones de cristalización
perpendiculares a la partícula que actúa de núcleo.

2) Cristalización localizada de acumulaciones de cristalitos con orientaciones


diferentes. Pueden producirse por la reacción de una solución con un mineral
preexistente que se encontraba en el seno de una roca cuyos componentes no
intervienen en la reacción.

3) Crecimiento a partir de cristales fasciculares.

4) Reemplazamiento, a partir de una discontinuidad, de un mineral por otro


que nuclea a partir de esta discontinuidad y reemplaza progresivamente al
mineral anterior. Ejemplo: los birds eye de pirita que reemplazan pirrotina.

En general, además del desarrollo fibroso, se aprecia un desarrollo


concéntrico. El desarrollo concéntrico puede ser primario (y haberse formado
durante el crecimiento de los esferulitos) o ser secundario. El desarrollo
concéntrico primario se debe al crecimiento continuo de cristalitos sobre una
superficie de un esferulito preexistente. Esto puede ser causado por dos
causas (Grigor'ev, 1965):

* Cambio fuerte en la concentración de la solución (por ejemplo, debido a


descenso de temperatura o a la adición de otro componente a la solución).

* Actividad mecánica que rompe o incluso tritura los minerales que están
cristalizando. La superficie de crecimiento en este caso es irregular.

3.5. AGREGADOS BOTRIOIDALES (O RENIFORMES, INCRUSTACIONES,


GLOBULARES)

Se trata de crecimientos esferulíticos coalescentes. Se caracterizan por ser


cuerpos con bandeado concéntrico que emana de centros de crecimiento,
resultando bandas de formas arqueadas. El tamaño de cada banda es variable,
como lo es el tamaño de grano de los cristales esferulíticos en cada banda. La
composición química puede variar de unas bandas a otras.

Pueden tener forma nodular, y se desarrollan en

bandas compuestas de semiesferas, dispuestas de forma paralela, o en


crecimientos estalactíticos.

Pueden diferenciarse dos casos (Grigor'ev, 1965):

1) Crecimiento simultáneo de los esferulitos sobre una superficie irregular.

2) Crecimiento similar de los esferulitos sobre una superficie regular, a


velocidades diferentes.
Agregados botrioidales de goethita en un yacimiento supergénico de tipo
gossan, Matahambre, Cuba.

Los esferulitos o los crecimientos botrioidales pueden sufrir diversos procesos


de alteración:

a) Recristalización, puesto que el carácter fibroso de los cristales los


convierte en poco estables. Bajo circunstancias favorables tienden a
recristalizar aumentando el tamaño de grano.

b) Inversiones polimórficas: La morfología del mineral inicial pueden


conservarse (P.ej., marcasitapirita, wurtzita-esfalerita, aragonito-calcita).

c) Deformaciones mecánicas.

d) Alteraciones químicas, generalmente debidas a la facilidad de


reemplazamiento según la disposición concéntrica o según la fibrosidad.

e) Disolución: Puede producir diversas figuras de corrosión sobre la superficie


de los esferulitos.

A pesar de que en muchos casos han sido atribuidos a cristalización a partir de


coloides, de ahí el sinónimo (poco correcto) de "coloformes", este proceso
debe descartarse pues hay evidencias de crecimiento cristalino que no puede
darse desde coloides (Roeddder, 1968).
Fowler y L'Heureux (1996) muestran, a partir del análisis de crecimientos
botrioidales de esfalerita intercrecidos con cristales esqueléticos de galena,
que estos crecimientos se producen en condiciones de desequilibrio (como
indican los crecimientos esqueléticos), en un medio tranquilo (la galena
arborescente es muy frágil), que se da un bandeado composicional con
alternancias a nivel inframilimétrico, y que la deposición organizada de galena
y esfalerita queda dominada por un proceso no linear lejano del equilibrio.

Las rosetas se tratan de un caso particular de crecimientos botrioidales, en


los que los cristales alcanzan a desarrollar en su extremo formas cristalinas.

3.6. AGREGADOS METACOLOIDALES:

Se forman a partir de coloides. Se caracterizan por presentar grietas de


desecación, que deben cumplir los siguientes requisitos (Roedder, 1968):

1) Dividen al cuerpo en un conjunto de sectores exactamente idénticos en


cuanto a forma y tamaño (textura craqueada).

2) Asociación regular con la forma de los agregados.

En este caso muy raramente existe una morfología botrioidal asociada. Típicos
minerales son crisocola, alófana, calcosina, pechblenda y varios silicatos
hidratados de Mg.

3.7. CRECIMIENTOS ESQUELÉTICOS

En las formas esqueléticas el crecimiento es retardado, pero las aristas se


desarrollan más o menos correctamente y generalmente no aparecen ramas.
Se atribuyen a crecimiento de un mineral en un medio sobresaturado en dicho
mineral, cuando se produce un rápido crecimiento en el que el espacio
alrededor de los cristales contiene partículas extrañas que no son removidas
por convección o difusión (Saratovkin, 1959).

3.8. CRECIMIENTOS DENDRÍTICOS

Se caracterizan por ser ramificados. Las pirámides de crecimiento del cristal no


están ocupadas por el mineral. En este caso, el crecimiento es retardado
también en las aristas. Se da una transición continua entre crecimiento
dendrítico y esquelético. Pueden darse por cristalización rápida a partir de
magmas, pero también a partir de fluidos. En general, se forman cuando la
cinética de la cristalización es rápida con respecto a las tasas de difusión
química, lo que indica que el crecimiento de estos cristales es el resultado de
crecimiento bajo condiciones de difusión limitada (Fowler y Roach, 1996). La
cristalización se da en medios controlados por varios gradientes, como
potencial eléctrico (para el cobre, Brady y Ball, 1984), o por potenciales
químicos, especialmente a partir de soluciones supersaturadas (Ben-Jacob y
Garik, 1990; Fowler & Roach, 1996), o fuertes gradientes de temperatura
(modelado por ordenador por Fowler y Roach, 1996).

Dendritas de plata nativa en arsénico nativo. República Checa.


3.9. SUCESIÓN PASIVA

Generaciones sucesivas de desarrollo de minerales, sin evidencias de reacción


entre ellos. Pueden servir para establecer órdenes de sucesión. Puede
producirse por deposición simple de un mineral sobre otro, o rellenando
porosidad o fracturas en el mismo. Si el mineral X corta al mineral Y, o se
deposita pasivamente sobre el mismo, indica que el mineral X se forma
posteriormente al mineral Y, pero sus campos de estabilidad son parecidos, o
el medio en el que se forman es el mismo.

Ejemplo de sucesión pasiva: niquelina -> skutterudita. Mina Atrevida,


Cataluña.

3.10. SOBRECRECIMIENTOS

a. Coronas: Crecimientos de un mineral en la interfase con la roca


encajonante, producidos por la reacción entre los dos medios. El mineral
producto forma cristales radiales desde el mineral primario, aunque a veces se
dan coronas complejas con una serie de películas concéntricas.

b. Envueltas: Representan mecanismos genéticos muy diferentes:

* Cristalización de un fluido o magma residual; los minerales formados pueden


ser o no coherentes en cuanto a sus ejes cristalográficos, y pueden o no
corroer a los minerales formados anteriormente.

* Mezcla de magmas o de fluidos,

* Reacciones incompletas con fluidos posteriores, generalmente ligados al


metamorfismo.

3.11. REEMPLAZAMIENTOS

Implican generaciones sucesivas de minerales con alguna evidencia de


reacción entre ellos. La observación de un mineral X que corroe o corta a un
mineral Y implica que el mineral X es posterior al mineral Y, y que existe
desequilibrio entre el medio en el que se forma X y el medio en el que se
forma Y.

Un caso especial es el de esfalerita por calcopirita (chalcopyrite disease) muy


frecuente en numerosos depósitos a alta temperatura, en particular, en
depósitos vulcanogénicos. Esta textura ha generado mucha discusión y ha sido
interpretada muchas veces como una exsolución.

No obstante, se ha demostrado experimentalmente que la solubilidad de


calcopirita en esfalerita es muy baja por debajo de 500º C. Además las
inclusiones de calcopirita se disponen en bordes de grano, planos de macla,
fracturas y exfoliaciones.
Reemplazamiento de pirrotina por pirita en textura birds eye. Bosc de Poblet,
Cataluña.

3.12. ALTERACIONES

En ocasiones, cuando el mineral de alteración sea fácil de discriminar (por ser


fluorescente, por tener un color característico, etc.), su presencia nos ayuda a
identificar el mineral primario.

REFERENCIAS

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Brady, R.M., Ball, R.C. (1984): Fractal growth of copper
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Fowler, A.D., Roach, D.E. (1996): A model and simulation of branching


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Grigor'ev, D.P. (1965): Ontogeny of minerals. Israel Program for Scientific


Translations. Jerusalem, Israel, 250 p.

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http://www.unalmed.edu.co/~rrodriguez/MENAS/11A-TEMAS/texturas/text.htm

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