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ACTAS OFICIALES
DE LAS
IMPRENTA UNIVERSITARIA
ESTADO «3 - SANTIAGO DE CHILE
1928
NOTA
Edbcio Torreblaxca,
Secretario de la Comisión y Subcomisiones.
PRIMERA SESIÓN DE LA COMISIÓN CONSULTIVA, FOR
MADA POR LOS SIGUIENTES SEÑORES:
Para poder alcanzar este ideal no hay más que un camino : colo
car a los Ministros de Estado completamente al margen de la acción
tración. Y por eso digo que mientras haya acción política parti
darista en la administración pública es totalmente imposible pre
tender hacer buen Gobierno.
Dentro de nuestro régimen parlamentario, el Presidente de la
República, en presencia de una crisis ministerial, tenía que buscar
hombres eficientes para cada cartera, hombres con la honestidad
necesaria para ser Ministros; pero tenía también que luchar con una
tercera consideración: la de que estos Ministros fueran hombres con
ambiente en el Parlamento. Y esta consideración primaba, natural
mente, sobre todas las demás, porque ese ambiente era la vida del
Ministerio, y sin esa condición el Gabinete no podía vivir. En con
secuencia, había que buscar antes que todo ese ambiente; de modo
que, la fuerza de los hechos y de las circunstancias, como ley su
prema de vida, obligaba al Presidente de la República a dejar a un
lado las consideraciones de eficiencia de los Ministros para atender
sólo al ambiente parlamentario.
Ha pasado constantemente en las organizaciones ministeriales
que al partido tal le ha correspondido el Ministerio de Hacienda,
por ejemplo, y al partido cual el de Justicia, y en muchas ocasiones
se ha encontrado el Presidente de la República con que el partido
blica tenga los medios más eficaces de ejercer sobre estas institucio
nes el debido control.
Por manera que todo aquello que haga pensar o creer que no
se han cumplido los
requisitos establecidos en el telegrama de Roma,
carece de fundamento.
Esto, por lo demás, nos puede llevar a la renovación de un pro
blema que está ya eliminado, que no está en el tapete de la discu
sión, que no existe.
Por otra parte, esta afirmación daña profundamente nuestro
crédito en el exterior, porque el Presidente de la República afirmó
en todos los tonos que asumía el mando sobre la base del restableci
fuerzas vitales del país, sin odios, sin resentimientos y sin rencores,
sin levantar la bandera de combate de unos contra otros. Repito una
vez más que mi deseo es el de la unión de todos los chilenos
para
hacer las reformas que el país requiere.
Me he visto en la necesidad de traer estas cuestiones al seno de
esta Asamblea ¿Por qué? Porque quiero definir mi situación.
. . .
Y por eso insisto en decir una vez más que si no se aceptan las refor
mas constitucionales a las cuales considero vinculada la salvación
del país, quiere decir que estoy de más en este puesto. Porque una
de dos: o se aceptan las reformas constitucionales que la hora pre
sente reclama, con la cooperación de todos, sin odios y sin renovar
los resentimientos del antiguo régimen, o bien otro hombre debe
tomar sobre sí las responsabilidades de la hora actual para afrontar
los problemas del momento.
En una próxima sesión propondré mi plan de reforma constitu
cional. Si la opinión pública me acompaña, seguiré adelante, si no
me acompaña, me retiraré del Gobierno sin resentimientos ni renco
res para nadie, y con el mismo cariño para todos los habitantes de
Chile y otro vendrá a este puesto a sacar al país de la situación en
que está y a darle las normas de gobierno que la mayoría de la opi
nión quiera darle.
El señor Lyon (don Arturo) —Con la venia del Excmo. señor
Presidente, quería referirme a las últimas palabras que ha pronun
ciado S. E.
Ha dicho S. E. que vería con sumo agrado la unión y la coope
ración de todos los partidos políticos con propósitos de bien público..,
S. E. He dicho la unión, no de los partidos políticos, sino la
—
unión de las fuerzas vitales del país. Hay que distinguir, ya que
hay fuerzas que no están representadas en los partidos políticos y
que actúan en la vida Social y económica de este país con tanta
intensidad como los propios partidos.
El señor Lyon (don Arturo). —
Pero los partidos políticos creo
que representan también una parte por lo menos de esas fuerzas.
S. E. Exacto, señor, pero no son todas.
—
de la próxima Constitución.
El señor Oyarzún (don Enrique). Es bien difícil seguir todos
—
ser acometida por los partidos con pleno conocimiento de todas las
S. E. —
Ese es el régimen parlamentario contra el cual yo he
protestado.
El señor Bustos (don Julio). Pero se trata de un régimen
—
absoluta franqueza la opinión que tengo sobre los rumbos que creo
que se deben seguir en las actuales circunstancias.
Estimo que el hombre que verdaderamente quiera servir al
país debe, en primer lugar, contemplar las diferentes corrientes de
opinión en que nos encontramos, divididos, aunarlas,
armonizarlas,
tratar de obtener de ellas el mayor provecho para la colectividad;
pero proceder, como pretende hacerlo S. E. el Presidente de la
no
respetado . . .
Creo que si abandonáis ese sillón, que el país todo cree que de
béis ocupar en este momento, se quebrantará gravemente la situa
ción general.
Debéis comprender la enorme importancia y responsabilidad de
vuestra situación personal. Creo que debéis aprovechar esta circuns
tancia para hacer obra de engrandecimiento nacional con todos los
hombres que están dispuestos a prestaros su patriótica cooperación,
Nuestra situación es delicada y yo considero que en estos ins
tantes se juega la suerte de Chile para muchos años, porque los peli
gros de que hemos hablado existen en toda su magnitud; existen
boy, como han existido siempre, pues en un país en que no hay
fuerzas bien organizadas, forzosamente tienen que primar las corrien
tes que tengan alguna organización, querámoslo o no. .
Tanto que yo desearía que de todo esto no se dijera una sola palabra
—
20 -
ese mar de seres, que como los radicales y los conservadores también
palpitan, también quieren, también aman y también sufren. Están
los .gremios obreros que no han ingresado al partido radieal o al par
tido conservador, que no pertenecen a ningún partido, al igual de
ellos,y que sienten pesar sobre sus espaldas la posibilidad de la ruina
o del resurgimiento de la nación. Están las instituciones
ideológicas,
están los militares, están los que piensan, los que sienten, los que
estudian. Todas estas gentes son las que constituyen el país.
Si el Presidente de la República ve que toda esta masa, que
toda esta realidad, que todo este conglomerado de individuos que
forman la nación está en contra suya, tampoco creo yo que debería
abandonar sus funciones.
Claro es que el Presidente, como todo ciudadano, tiene el dere
cho de defender sus ideas, y si no las defendiera, sería un mal ciu
dadano.
Cuando yo creo que de lo que he estudiado, de lo que yo he
reflexionado puede depender la suerte del país, su vida o su muerte,
—
22 —
Labarca.
Es posible, sin embargo, que la irreductible anarquía mental
de nuestra época produzca discusiones tan estériles, tan discontinuas,
tan incoherentes que sea imposible sacar de ellas las instituciones
nuevas, que todos anhelamos para nuestra patria.
En tal evento desgraciado, no quedaría a V. E. otro camino que
cerrar una Asamblea Constituyente incoherente e incapaz y dictar
Pero mientras llega ese caso extremo, es necesario oir las opi
niones y aceptar las instituciones que la Nación misma quiera darse
aun cuando ellas pugnen con nuestras más arraigadas convicciones.
Dentro de este criterio de subordinación de la divergencia indi
vidual a las aspiraciones colectivas, yo, presidencialista convencido,
he debido someterme al voto de la Convención de Chillan que ha
propiciado un parlamentarismo moderado con facultad del Ejecutivo
para disolver el Congreso Nacional.
V. E. deberá en un caso semejante adoptar patrióticamente una
actitud parecida, pues sería temerario imponer el presidencialismo
si la opinión unánime lo rechaza. Para poder establecer con eficacia
este régimen, que muchos estimamos como el mejor, hay que educar
previamente la opinión, a fin de que comprenda la necesidad de dis
tinguir lo material de lo ideológico, la Administración Pública de la
—
24 —
República.
Esta es la verdad; los caballeros que han hablado han entrado
al fondo de la cuestión, a discutir las bases sobre las cuales se va a
sentar la República, cuando lo único que corresponde a esta Comi
sión es estudiar la organización que va a tener la Constituyente para
que hasta ella puedan llegar todas las fuerzas vivas de la Nación,
Esta me parece a mí que es la cuestión que nos corresponde resolver.
Esa Constituyente no tendrá por qué adoptar el sentir de S. E.
ni acatar lo que piense el partido radical, ni lo que se ha dicho aquí.
Si acaso a esa Asamblea se le da toda la amplitud debida, no sabe
mos qué es lo que va a resolver, S. E. mismo no sabe qué es lo que
desde que esta República existe. Es preciso que los gremios se mani
fiesten directamente en esa Asamblea. Esto es interesante. El señor
Bustos dice que los gremios no están preparados; pero, ¿cuándo los
vamos a preparar si no les damos oportunidad para que se mani
fiesten?
A mi juicio, nosotros debemos estudiar la organización de la
Constituyente; no es el papel nuestro el venir aquí a discutir doctri
nas
constitucionales; eso lo hará la Constituyente; entrar ahora en
ese terreno es salimos del debate,
apartarnos de la materia para la
cual se nos ha convocado. Pero, repito, hay conveniencia en que los
partidos políticos se convenzan de una vez por todas de que ya es
consultivo.
El señor Fernández Peña (don Carlos). Quiero referirme a
—
un problema que estimo deberá ser tomado en cuenta por todos los
de la representación nacional.
Tal vez yo haya sido el único hombre que no comprara un asiento
en el Parlamento; y fué sin duda por esta causa que, al calificarse
[Actas 3)
—
34 —
nas que forman el cuerpo electoral del país será fácil hacer un empa
dronamiento sobre diez comunas representativas sobre cuya base se
practique la elección. Con estos datos a la vista, los que estamos
reunidos aquí podremos esperar una eleeeión honrada, una elección
que refleje honradamente el sentir de la opinión pública.
Porque de otro modo, vamos a repetir otra vez este remate pú
blico de poderes
Por eso cuando veía
dolor la compra de los sitiales del Con
con
S. E. —
Claro; me voy.'. .
ción.
El señor Guerra (don J. Guillermo). En los Estados Unidos
—
Quiero reforzar lo
que decía trayendo al recuerdo de esta reunión lo que le pasó a
Mr. Hughes, Secretario de Estado de Estados Unidos, que ha to
mado parte en' la solución de nuestro problema de Tacna y Arica.
Mr. Hughes se encontró en un conflicto con la legislatura de Nue
va York ; él quería suprimir las carreras y muchas otras cosas que
herían intereses creados, pero muchos diputados y senadores de la
legislatura y el Congreso dijeron que no le despachaban nada.
Pues bien, entonces él les dijo: Ustedes tienen perfecto derecho
para no despachar ninguna de las materias que les propongo, pero
yo también tengo derecho para recorrer el Estado de Nueva York
para exponer mi programa. Los electores le dieron la razón y el
Congreso le despachó todos los proyectos patrocinados por él.
Puede, pues, haber diversidad de criterios para apreciar las
cosas, pero conflictos constitucionales no los hay en Estados Unidos.
Pero con esto yo quiero manifestar también que no debemos
dejar ningún poder tiránico: creo que aun la Corte Suprema, por
ejemplo, debe regular la constitucionalidad de las leyes; el Poder
Ejecutivo debe también estar regulado.
S. E.-^Claro.
El señor Fernández- Peña (don Carlos). ¿Cómo regulamos —
cundaria.
S. E.— Los de instrucción primaria lo estarían por usted; los
de la secundaria por los señores Vicuña, Galdames, Fernández Pe
ña. Siga adelante . . .
S. E. —
El señor Hidalgo representa a la Federación Obrera de
Chile y en ella están comprendidos los campesinos, me parece; así
es que los representa a ellos, aunque no ande de poncho y espuelas.
El señor Hidalgo (don Manuel),— Habría sido muy honroso
para mí representarlos, porque debo decir que si hay una esclavitud
doloiosa y cruel, es la en que vive esa gente.
3. E. Yo le respondo de que querría ser uno de esos esclavos
—
República.
¿Qué otro gremio falta?
El señor Jerez (don Ramón). Los empleados.
—
Guerra, que tal vez no está presente en estos momentos, pero que
ha sido también invitado a esta reunión.
En todo caso, el señor Guerra nos puede traer las opiniones de ese
gremio.
¿Qué gremio falta?
otro
El señor Jerez (don Ramón). Yo mantengo mi opinión: aun
—
S. E. —
Los
trabajadores de las minas están representados por la
Federación Obrera de Chile, que tiene la representación del prole
tariado del país.
Hay la conveniencia en no desprestigiar la causa, porque hay
que ser sincero, harto sincero, tal como yo lo soy, aunque esto me
acarree muchas malas
voluntades; pero hay que decir las cosas con
verdad, y con ella no se puede sostener que esté llamando con pre
ferencia a los políticos o a otras fuerzas vitales, cuando esto no es
efectivo. Y los antecedentes hablan claro.
¿Cuál es la fuerza vital que no esté aquí representada? Esta
objeción sólo obedece a la mala costumbre de rezongar por todo; es
el pesimismo endémico; son las fuerzas destructivas puestas en juego
y que hacen más mal que bien.
El señor García Oldini (don Fernando). Creo que no se puede —
S. E.
. Y'o los he invitado para que traigan el sentir y las opi
—
niones del medio en que actúan. Los traigo para auscultar la opi
nión.
El señor Edwards Matte (don Guillermo). Se ha hablado —
raí que todos los que colaboren en ella tendrán que llegar al conven
cimiento de que han sido demasiado generales y absolutos los térmi
nos condenatorios que en esta reunión se han expresado sobre rcgí-
países de la cultura
y del estado de preparación de los países de nues
tra América Latina un sistema parlamentario razonable.
Yo prefiero para ellos la autoridad central fuerte, controlada,
naturalmente, por disposiciones que impidan su relajación entiranía,
lo que se ha llamado el sistema representativo, que es una garantía
de orden y de tranquilidad.
Pero creo que un estudio bien intencionado del
problema, faci
litará el advenimiento de fórmulas aceptables para ambos criterios,
ya que ninguno de esos sistemas de Gobierno puede ser execrado y
condenado sin reservas en su esencia misma.
Pero, en
cambio, el curso de este debate
me ha obligado a pensar
dadero de la democracia.
Al decir que nodefiendo a los partidos, estoy muy lejos de adhe
rirme a las opiniones manifestadas en el sentido de que los políticos
hayan obrado por móviles interesados o bajos.
Creo que, por el contrario, la mayor parte de ellos, para honra
de nuestra patria, han sido probos y sanos,
Lo que quiero decir cuando hablo de reorganización de los par
tidos, es que ellos deben agruparse alrededor de los problemas fun
damentales del día, para que no ocurra como hoy que en el mismo
partido figuran hombres del criterio más opuesto sobre los rumbos
palpitantes, al paso que están en distintas filas muchos que piensan
en forma análoga.
Espero que esta anomalía ha de cesar próximamente, y que,
entre tanto, no caeremos en el error de sepultar en un momento de
irreflexión las normas que sirven a todas las naciones civilizadas,
—
45 —
18 DE ABRIL DE 1925
públicos.
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torrerlanca.
SEGUNDA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
22 de arril de 1925
debemos ir más allá de lo necesario. Por esto estima que las reformas
de Febrero serían la mejor base de estudio de esta Comisión.
S. E. considera que la situación actual es enteramente distinta
de la de Febrero. Las reformas constitucionales de aquella época,
dice, fueron fruto de una transacción y serían insuficientes en las cir
cunstancias porque atraviesa hoy el país. Su idea es concluir con
el régimen parlamentario y establecer en su lugar un régimen sui-ge-
neris, criollo, no el régimen presidencial ni el parlamentario clásicos, y
allá tienden sus esfuerzos, porque es ése precisamente el pensamiento
de la Revolución, cuyas finalidades ha prometido y está encargado
de cumplir.
El señor Montenegro (don Pedro N.) da lectura, en seguida, al
siguiente memorándum de ideas que podrían servir de base para las
modificaciones que deben introducirse en la Constitución Política
del Estado:
I
II
III
VI
^f
—
52 —
de los Ministros.
S. E. expresa que cree notar en el ambiente que hay de parte
de ciertos círculos un espíritu de resistencia para aquellas reformas
que puedan producir la muerte del régimen parlamentario, cuando
la voluntad casi unánime del país es acabar con este régimen, cuan
do el espíritu público busca hoy una solución contraria a la de 1891,
El señor Guerra (don J. Guillermo) refiriéndose a las palabras
del señor Silva Cortés, cree que la fiscalización parlamentaria
puede y debe ejercitarse por medio de las interpelaciones, pero no
en la forma como se han promovido hasta hoy, en que ni siquiera
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
TERCERA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
C ONSTITUCIONALES
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
CUARTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
como se ha
aplicado en Chile, ha fracasado. Considera que este sis
tema en países nuevos, sin tradiciones políticas, sin
disciplina, sin
partidos organizados, no puede ser bueno, de modo que sería agravar
la situación que estamos presenciando la mantención de él en sus
líneas clásicas.
Por lo demás, el sistema está enteramente desacreditado en el
país y produciría nuevas perturbaciones si lo dejáramos subsistente
en su forma actual o en otra forma más avanzada.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
(Actas 5)
QUINTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
ley de presupuestos.
Usa de la palabra el señor Vicuña Fuentes (don Carlos) quien
expresa que su pensamiento no es impedir que la Cámara estudie,
fiscalice y vigile la inversión de los fondos públicos, sino evitar que
pueda hacerse de esta facultad un arma política contra las atribu
ciones propias del Poder Ejecutivo.
A su juicio hay que evitar la posibilidad de un entorpecimiento
en la marcha del país, como sería la paralización de la administración
que el Congreso debe tener facultad para revisar si los gastos fijos
corresponden, en realidad, a los que consultan las leyes, sin que esto
importe en manera alguna dar cabida al uso de un arma política.
Insiste en manifestar que esta materia, desde el punto de vista cons
titucional, es secundaria, y en estimar que no es materia propia de
la Constitución. Por lo demás, no ha sido la dificultad práctica que
se ha producido en el país: es una cuestión reglamentaria y de orden
esas leyes que no será necesario poner en las nuevas, y porque, ade
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
SEXTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
6 de mayo de 1925
guientes
«5.a Decidir si ha o no lugar la admisión de las acusaciones que
cualquier individuo particular presente contra los Ministros, por
razón de los perjuicios que pueda haber sufrido injustamente por
algún acto del Ministro. En estos casos el Senado procederá en la
forma que se indica en el número siguiente»;
<G.a Conocer de las acusaciones que la Cámara de Diputados
entablare con arreglo al artículo anterior, oyendo al acusado.
«El Senado procederá como jurado y se limitará a declarar si el
acusado es o no culpable del delito o abuso de poder que se le imputa,
«La declaración de culpabilidad será pronunciada por los dos
tercios de los senadores presentes. Por la declaración de culpabilidad,
queda el acusado destituido de su cargo.
;<E1 funcionario declarado culpable por e! Senado, será juzgado
con arreglo a las leyes por el Tribunal ordinario competente, tanto
sil se le dan facultades parecidas, pero hay que considerar que esos
son gobiernos federales, Le parece indispensable, en consecuencia,
que contemplemos un medio para contener al Presidente de la Re
pública, en caso que quiera abusar de sus atribuciones. Por otra par
te, cree que establecer la responsabilidad de los Ministros y no la del
Presidente de la República, es caer al fin en el sistema parlamenta
rio, porque van a ser los Ministros los únicos responsables del Go
bierno y, por consiguiente, tendrá que primar la opinión de los Mi
nistros sobre la del Presidente. De este modo, los acuerdos del Con
greso tendrán mucho mayor influencia en las crisis ministeriales, que
es precisamente lo que se quiere evitar.
más hermosa y más lucida sería para ciertos espíritus entablar una
acusación al Presidente de la República.
El señor Amunátegui (don Domingo) considera que sólo los
Ministros deben ser acusados y por su parte rodearía también al Pre
sidente de la República de todo el prestigio necesario.
El señor Hidalgo (don Manuel) estima que, dadas las condi
ciones en que va a quedar el Poder Ejecutivo, la democracia nece
sita de estas facultades para contener los abusos del Presidente de
la República. Supongamos, dice el señor Hidalgo, que llegue hasta
la Presidencia de la República un caballero voluntarioso, a quien
se le ocurra obrar en forma inconveniente, creyendo que así interpre
ta los intereses nacionales, y pase por sobre las leyes y por encima
—
77 —
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
SÉPTIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
12 de mato de 1925
(Actas 6)
—
82 —
sión, S. E. propone los números que indica como partes del artículo
que correspondería al actual artículo 10 (12) de nuestra Constitu
ción:
«La Constitución asegura a todos los habitantes de la Repú
blica :
leyes; pero que no se puede decir que esa disposición no haya sido
respetada en el país. Tal aserción sería injusta, porque en Chile hay
absoluta igualdad ante la ley, los Tribunales de Justicia no miran,
en sus fallos, a la persona, sino a la naturaleza jurídica del asunto
que cree que esta disposición debe ser modificada dejando estable
cido, en primer término, la idea de que la propiedad es una función
social.
Considera que la propiedad es absolutamente necesaria para el
progreso de la Nación y el aumento de la riqueza pública; pero esti
ma, asimismo, que deben contemplarse algunas disposiciones que
limiten los latifundios. Sin embargo, para adoptar una medida de esta
naturaleza, deben tomarse en consideración las condiciones de las
distintas localidades del país, por cuanto lo que puede llamarse un
latifundio en la zona central, no lo es en Magallanes, donde la pro
piedad pequeña no puede existir. Expresa que es partidario no sólo
de gravar la propiedad que no se cultiva, sino también de ir a la
subdivisión de ella con el objeto de que quede en poder del mayor
número de individuos. Propone, en consecuencia, consultar en este
número la idea de que la propiedad es una función social y, asimismo,
la limitación de los latifundios y el gravamen a la propiedad inculta.
El señor Oyarzún (don Enrique.) estima también que la redac
ción de este número debe ser modificada y expresa que hay conve
niencia en considerar la idea expresada por el señor Briones Luco,
en orden a la limitación de las propiedades demasiado extensas ; pero
no está de acuerdo con él en lo relativo a que la propiedad es una
función social, porque la propiedad es un hecho, el ejercicio del de
recho de propiedad, si que es una función social. Como este punto es
¡le fundamental importancia, cree que debe ser meditado.
El señor Hidalgo (don Manuel) estima que debemos colocarnos
en la verdadera realidad social en que vivimos. Es indudable que la
en
que ella debe estar más subordinada al interés social que lo que
lo estuvo antes. También queda en claro la conveniencia de limitar
los latifundios. Ha habido países como Méjico que han afrontado
valientemente la resolución de este problema. Allí se ha ido tan lejos
en la repartición de la propiedad, que no se ha esperado que se di
sonalidad humana.
El derecho de propiedad existió antes de la formación de los
Estados. Se trata de algo que el hombre necesita poseer con derecho
estable y que dure, para el alivio y bienestar y la satisfacción de ne
cesidades del individuo y de la familia.
En realidad, el trabajo es origen de la propiedad; y las consti
tuciones políticas y las legislaciones civiles deben respetar esa insti
tución fundamental que consiste en el dominio particular de perso
nas naturales o jurídicas, de hombres o comunidades, sobre cosas
parados.
Pero, está de acuerdo con el señor Guerra en que se deje este
punto para otra sesión, aunque disiente respecto al plazo que indica,
porque desea que este estudio termine pronto, en forma que permita
tener una Constitución para el 1.° de Septiembre y, además, porque
se ha producido en el público cierta intranquilidad.
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
OCTAVA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
15 de mato de 1925
públicas, sin otras condiciones que las que impongan las leyes», pues
no ve qué razón haya para no dar cabida a la mujer en los empleos
públicos.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, hace presen
te que, sin necesidad de estampar esa disposición en la Constitu
ción, ella se subentiende y tanto es así que él acaba de nombrar
en su Departamento a una señora para el cargo de Consejero de
Instrucción Pública y a otra para 'el de Secretario de un Juzgado
de Letras.
A indicación de S. E. se deja testimonio en el acta de que ha
gunas de las razones que han dado los señores Yáñez y Barros Bor
goño. El señor Guerra, termina, ha hecho caudal de lo que ocurre
actualmente en Inglaterra, pero hay que tener presente que lo que
en es bueno, puede no serlo entre nosotros.
Inglaterra
El señor Yáñez (don Eliodoro) propone la siguiente redacción
que cree consulta todas las ideas, incluso la del señor Guerra:
«La inviolabilidad de todas las propiedades, sin distinción al
guna. El ejercicio del derecho de propiedad, está sujeto a los deberes
que por razón de utilidad pública las leyes señalen. Nadie puede ser
privado de la de su dominio, ni de una parte de ella o del derecho
el acta de la sesión anterior y los que acaba de oir. Por lo demás cree
que un deber superior obliga a dar opinión sobre materia de tanta
trascendencia, advirtiendo que la suya estará en completa divergen
cia con alguna de las ya emitidas.
La cuestión planteada por el señor Guerra, dice el señor Cár
denas, es conocida ampliamente por todos los miembros de la Comi-
-
101 -
cultor dueño, antes de esa ley, de ocho mil hectáreas, quien, para
evitar el impuesto muy alto, redujo su propiedad a la mitad, y, sin
embargo, obtenía con esta última extensión de tierras, el mismo re
sultado pecuniario que antes, "porque podía concentrar mejor su aten
ción y energías en una propiedad más chica.
Considera que la indicación del señor Guerra para establecer
un principio constitucional de esta naturaleza, es un paso muy acer
que desarrollar sus trabajos; pero tienen que luchar con dificultades
como la falta de brazos, de capitales, de ferrocarriles, de caminos,
de puentes, de obras de regadío, etc.
Cita en seguida la obra realizada por la Caja con la construcción
de poblaciones para obreros y empleados y termina observando que
el Estado debe tomar sus medidas para evitar la inquietud del capi
tal, a la vez que asegurar el bienestar social, cosas ambas que se
pueden conseguir sin necesidad de atentar contra el derecho de pro
piedad. Ya hay hartas y buenas leyes. Hay que estimular y no
desalentar. Sin atacar los derechos se puede fomentar la producción.
S. E. observa que las ideas que se han expuesto estarían consul
tadas en una indicación que tiene redactada y que no se inserta
en el acta. Dicha indicación sería para consultar en la parte perti
nente una disposición constitucional que dijera: <E1 Estado propen
derá a una organización económica que fomente ía producción
nacional, en forma de procurar a cada ciudadano un mínimun de
bienestar adecuado a la satisfacción de sus necesidades personales
y las de su familia. La ley regulará esta Organización-,
El señor Silva Cortés (don Romualdo) expresó que en la
sesión anterior había tenido el honor de hacer valer los fundamen
tos jurídicos, morales y económicos del mantenimiento necesario del
texto íntegro del N.° 5." del art. 10 de la Constitución, sobre invio
labilidad de las propiedades; y que después de reflexiones y con-
jultas se bahía acentuado aún más su convencimiento al respecto.
Consideró por partes los distintos elementos de esc precepto; el
nómica;
«11.° Las seguridades en la forma que las leyes determinen,
para la vida, moralidad e instrucción de las personas ocupadas en
servicio ajeno, tomando en consideración su sexo, edad, estado y
condición.»
El señor Hidalgo (don Manuel) comprende la elogiosa defensa
que se ha hecho del derecho de propiedad, porque este derecho, en
su concepto, tiende a morir.
Considera que si el derecho de propiedad hubiera de mantenerse
en la forma consagrada hoy en nuestra Carta Fundamental, no ha
bríamos ganado nada con la revolución y, en cambio, dejaríamos en
el ambiente la amenaza de una nueva perturbación política a corto
plazo.
La revolución del 23 de Enero implicaba modificar en parte el
actual estado de cosas, por lo menos así lo entendieron las clases
trabajadoras; pero, si hubiera de mantenerse intangible este derecho
de propiedad, como lo ha sostenido el señor Silva Cortés, caeríamos
en un concepto antisocial, y sumiríamos al pueblo en la más horro
rosa esclavitud. A su juicio la única forma de establecer una base
de justicia social seria la socialización de la tierra y de los elementos
de producción y de cambio.
En cuanto al concepto de libertad expresado por el señor Barros
Borgoño. estima que esa libertad no existe para los desheredados de
la fortuna. En realidad, el individuo que vive a expensas de un pa
trón, de un salario o sueldo, está incondicionalmente bajo la depen
dencia de este patrón, quien hará redundar en beneficio suyo todo el
movimiento de orden político social. Por eso dice que la libertad
para los desheredados de la fortuna es una simple definición retórica
falta de sentido.
Lamenta que el concepto de propiedad se ümite, en la menta
lidad de las personas que han hablado en estas sesiones, solamente
a la tierra; pero esto se lo explica fácilmente, porque la verdad es que
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca
NOVENA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
19 de mayo de 1925
cido nivel de progreso que nosotros; y así se explica que el señor Silva
Cortés desee mantener en este punto lo prescrito en la actual Cons
titución.
En laRepública Argentina se han dictado leyes que, como la
de la provincia de Entre-Rios, ya citada, son de las que van más
lejos la limitación del derecho de propiedad por razón de utilidad
en
pública.
El art. 17 de la ley argentina dice: «la propiedad es inviolable
y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella sino en
virtud ile sentencia fundada en ley. Las expropiaciones por causa de
utilidad pública deben ser calificadas por ley y previamente indem
nizadas. Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan
en el art. 4.". Ningún servicio personal es exigible sino en virtud de
rica», porque en él
han estado haciendo constantemente las expe
se
una indicación del señor Yáñez que propone una reforma. En ella,
sin ir al fondo del derecho de propiedad, se hace referencia a su
ejercicio. Esa indicación mantiene el precepto constitucional en lo
relativo a la inviolabilidad de todas las propiedades; pero inter
cala la frase de que «el ejercicio del derecho de propiedad está su
jeto a los deberes que, por razón de utilidad pública, la ley le se
ñale».
Examinando a fondo esta cuestión, no encuentra sino una dife
rencia mínima entre el derecho de propiedad y el ejercicio del mismo
derecho. En general, el derecho vale sólo en cuanto puede ser ejerci
tado. Cree que esta distinción, que se impone más bien por razones
de gramática, no alteua la idea de limitar el derecho de propiedad,
si no se pone a su vez una limitación a la esfera en que las leyes pue
den reglamentar los deberes de ese derecho.
El derecho de propiedad consiste en el uso y goce y en la dispo
sición de las cosas. Y por otro lado, esto mismo es el ejercicio del
derecho de propiedad; ejercitarlo es usar y disponer de las cosas.
Cree que conviene consultar una fórmula bien concreta, según
la cual la Constitución establezca una barrera para la acción de la
ley; y la redacción que propone el señor Yáñez tiene, a su juicio,
una vaguedad que permitiría al legislador en el futuro pasar sobre
que las leyes señalen por razón de utilidad pública. En ese sentido
podrán las leyes regular de un modo equitativo las relaciones de
empleadores y empleados u obreros, velando por la solución pací
fica de sus conflictos, creando instituciones obügatorias de retiro y
previsión social, exigiendo razonable indemnización por los acciden
tes del trabajo, cuidando de la salubridad de los talleres y de los
métodos y horarios de labor, estableciendo un régimen justo y pru
dente de sueldos y salarios mínimos y, en general, dictando medidas
que faciliten la armonía del capital y el trabajo. Podrán también
establecer servidumbres legales, prohibir la usura y las industrias
contrarias a las buenas costumbres y asegurar el cumplimiento del
deber que corresponde al propietario de cultivar el suelo en confor
midad a lo que permitan sus condiciones naturales y económicas.
«El Estado deberá legislar con la finalidad de conseguir la difu
sión de la pequeña propiedad y especialmente, con la de obtener que
cada familia chilena llegue a poseer una habitación propia y sana.»
Ha agregado en el 2.° inciso de su indicación la frase: «en con
formidad a lo que permitan sus condiciones naturales y económicas»,
porque ha considerado sumamente atendibles las razones clarísimas
que han dado los señores Yáñez, Barros Borgoño y Amunátegui en
la sesión pasada, cuando se refirieron a los latifundios y a los terre
nos sin cultivo que hay en el país.
Efectivamente, existen en el país terrenossin cultivo en abun
dancia, pero es también clara la razón que se ha dado cuando se ha
dicho que las condiciones naturales climatéricas, de población, etc.
impiden muchas veces el cultivo de ellos. Y por eso entre nosotros
es imposible dictar una disposición rígida en esta materia.
res que, por razones de utilidad pública, las leyes le señalen; y más
Sociedad, Accionista, etc. Agrega que así como una fórmula vaga en
que se deje amplio campo a la ley para innovar en esta materia, jus-
-
120 —
ARTURO ALESSANDRI,
Edecio Torreblanca.
DÉCIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
20 DE MAYO DE 1925
esta organización.
«El Estado propenderá a la división de la propiedad y a la cons
titución de la propiedad familiar.»
El señor Barros Borgoño (don Luis) agradece mucho la aco
gida que S. E. ha dispensado a la fórmula que ha propuesto y ce
lebra que ella corresponda a las opiniones y conceptos emitidos en
la Comisión.
En realidad, estas ideas tienden a consagrar la inviolabilidad
del derecho de propiedad y, en el fondo, corresponden al principio
que actualmente consigna la Constitución. El concepto de que cada
ciudadano puede usar, gozar y disponer a su antojo de su derecho
de propiedad, no puede tener sino dos limitaciones: o, más claramente
expresado el concepto, los ciudadanos no pueden ser privados de su
derecho de dominio sino por sentencia judicial o por expropiación,
declarada en conformidad a la ley. De modo, pues, que con la indi
cación que se ha leído, el derecho de propiedad queda perfectamente
garantido.
No desconoce, por otra parte, que este derecho puede estar, y
en la práctica lo está, sujeto además a otras limitaciones. Estas limi
taciones pueden ser: o de derecho civil o de derecho público. Las
limitaciones impuestas por el derecho civil se rigen por el Código
Civil, y son, en general, prestaciones mutuas, como las servidumbres,
por ejemplo. Por eso estimaren desacuerdo con el señor Guerra, que
nuestro Código Civil no contraría el espíritu de la Constitución.
Además de estas limitaciones que el Código Civil impone al
derecho de propiedad, y en que hay predio sirviente y predio domi
nante, existen otras, las que los tratadistas y jurisconsultos llaman
servidumbres de derecho público. No se trata, en este caso, de limi
taciones impuestas a un predio en favor de otro predio, sino de limita
ciones impuestas a un predio en favor del interés colectivo, del in
terés público, del interés general de la sociedad. En éstas que los
—
123 —
'
esta organización.
«El Estado propenderá a la división de la propiedad y a la cons
titución de la propiedad familiar.»
De esta manera, podrá obtenerse la división de los predios y la
constitución de la propiedad familiar, es decir, la casa para cada
ciudadano. Estas son las ideas que ha tratado de consignar en las
fórmulas propuestas, y ojalá que cuenten con el apoyo de los demás
-
124 —
Imperio. Pero no era así, las águilas victoriosas de Napoleón los sem
braron a los cuatro vientos de la Europa monárquica y absolutista,
Y cuando éste cayó vencido por los reyes de derecho divino en Wa-
terloo, no eran los principios de la Revolución los que morían, sino
su propia tiranía, su propio absolutismo.
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI,
Edecio Torreblanca.
UNDÉCIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
22 de mayo de 1925
revisión o modificación.
Estaconcepción del Derecho Constitucional no es tal vez la que
prevalece en el seno de la Comisión, y por eso, sin oponerse a la
fórmula propuesta, ha creído necesario dejar a salvo su manera de
ver en estas materias; por tal motivo insinúa la conveniencia de
con tal que sea bien claro. Segundo, que la enumeración es incom
piación forzada.
Declara que sus observaciones no se inspiran en temor a la
evolución social que hoy agita el mundo civilizado, sino en la idea
bien arraigada que tiene de que la sociedad moderna, en sus múl
tiples y valiosos intereses, está cimentada en el derecho de la pro
piedad y que a su subsistencia está vinculado el trabajo, la industria,
el comercio, el crédito y la riqueza de las naciones. No mira con temor
la evolución social porque participa de muchas de sus ideas y la
experiencia enseña que lo que hoy se estima un peligro es más tarde
la solución de problemas que agitan la vida de los pueblos. Pero
cree que para que esa evolución se opere en forma útil y justa es
y tendencias que desea combatir, pues en ningún caso las reglas que
agrega al ejercicio del derecho de propiedad serán consideradas como
taxativas, sino como enunciación de los intereses a que estará some
tida la propiedad.
Agrega el señor Yáñez que, por su parte, se ha limitado a hablar
de «deberes», porque esto responde al sentido de nuestra legislación
y a la evolución progresiva de la sociedad moderna. A su juicio el
concepto individualista del ejercicio del derecho de propiedad, que
llevaba a autorizar el abuso, ha sido reemplazado por un concepto
más amplio que contemple el derecho de la colectividad y da a los
intereses sociales su legítima influencia.
Manteniéndose en este concepto de los deberes que afectan en
un sentido o en otro a todos los miembros de una sociedad, no es
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
DUODÉCIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
26 de mayo de 1925
Por eso cree que está bien la disposición constitucional y que debe
dejarse a la ley el establecimiento de las modalidades de la materia,
y pide al señor Hidalgo que no insista en su indicación.
El señor Hidalgo (don Manuel) observa que los males que se
notan en la enseñanza fiscal provienen de los planes o métodos de
estudio defectuosos, pero no del hecho de estar encomendada al
Estado.
El señor Guerra (don J. Guillermo) disiente en absoluto de la
opinión del señor Silva Cortés. Cree que la instrucción pública es
una de las funciones esenciales del Estado y no una actividad com
plementaria destinada a cooperar a la difusión de la enseñanza sólo
en forma supletoria de las iniciativas privadas.
Participa de las ideas
expresadas por el señor Hidalgo, pues estima que la instrucción pri
maria es función privativa del Estado, pero a la vez, cree que una
reforma de esta naturaleza encontraría serios obstáculos.
El señor Briones Luco (don Ramón) hace presente que en la
Constitución del Brasil se contempla una declaración que podríamos
acoger y que dice así: «la enseñanza será laica en las instituciones
públicas».
El señor Silva Cortés (don Romualdo) dice que a su juicio,
tampoco se puede aceptar lo que propone el señor Briones Luco, y
que considera esto más grave aun que lo propuesto por el señor Hi
dalgo. El no comprenderá jamás que se pretenda establecer ins
trucción pública laica, y como sus creencias y opiniones son cono
cidas, la Comisión no puede extrañarse de que las manifieste.
El señor Barros Borgoño (don Luis) estima que sería com
plicar y perturbar el ambiente tranquilo y patriótico en que se es
tán discutiendo estas materias de interés público, si se insistiera en
establecer doctrinas que despiertan tan marcada resistencia y que
dividen en forma tan profunda las opiniones. Cree que no debe in
tercalarse en este título que consagra las libertades públicas ninguna
disposición que vaya en menoscabo de esas libertades.
S. E. reitera la conveniencia de dejar el precepto constitucional
en la forma en que está concebido, agregando que más tarde la ley
hace sino abrir la puerta al legislador para que obre como lo crea
prensa.
El señor Cárdenas (don Nolasco) pregunta si no convendría
incluir en la Constitución la abolición de la pena de muerte.
—
.144 —
cometerse abusos con la clase obrera de parte de jueces que son irres
ponsables,y que a veces apresan a individuos y los encarcelan por
deudas. Por esto sería partidario de establecer, como en Inglaterra,
la responsabilidad pecuniaria de los jueces.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) recuerda la existencia
de disposiciones constitucionales y legales que hacen responsables a los
jueces, personalmente, por los crímenes de cohecho, falta de obser
vancia de las leyes, y, en general, por toda prevaricación o torcida
administración de justicia.
Continuando en la discusión del proyecto constitucional, S. E.
propone la siguiente redacción para los artículos del Capítulo V, que
trata del Congreso Nacional:
«Art. 11. El Congreso Nacional se compone de la Cámara de
Diputados y del Senado.
sLa calificación de las elecciones de Diputados y Senadores,
conocimiento de las reclamaciones de nulidad que se interpusieren
contra ellas y la resolución de los casos que sobrevengan posterior
mente, corresponderán al jurado calificador que establezca la ley.»
S. E. manifiesta que la expresión de que el Poder Legislativo
reside en el
Congreso, contenida en el actual art. 11, no corresponde
a la realidad, puesto que el Presidente de la República es colegisla
dor. Por eso propone que el artículo tenga la redacción que ha leído.
Agrega que se quita al Congreso la facultad de calificar la elección
de sus miembros y de de las reclamaciones de nulidad, de
conocer
las que relata el señor Edwards. Por eso es enemigo de las Cámaras
demasiado numerosas.
—
151 —
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
DÉCIMATERCIA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
29 DE MAYO DE 192í)
Nacional.
«El electo debe optar entre el cargo de Diputado y el empleo,
función o comisión que desempeñe, dentro de quince días, si se ha
llare en el territorio de la República y dentro de ciento si estuviere
ausente. Estos plazos se contarán desde la aprobación de la elección.
A falta de opción declarada dentro del plazo, el electo cesará en su
cargo de Diputado.»
S. E. manifiesta que al proponer esta redacción, ha suprimido
la gratuidad del cargo de Senador o Diputado y los compatibiliza-
dos con los cargos de la enseñanza pública. Más adelante propon
drá la manera cómo se habrá de establecer la remuneración parla
mentaria.
Los señores Edwards Matte (don Guillermo) y Zañartu (don
Héctor) aceptan el artículo en la forma propuesta por S. E. y piden
que se deje constancia de que ellos han sido siempre partidarios de
estas incompatibilidades, y, en principio, de la remuneración parla
mentaria.
El señor Silva Cortés fdon Romualdo) expresa que si la re
muneración de los cargos parlamentarios se hubiese consultado
oportunamente en nuestra legislación constitucional, se habría evi
tado al el presupuesto de ochocientos millones de pesos, cuyo
país
enorme es consecuencia de las leyes dictadas por las Jun
aumento
tas de Gobierno, y con lo que se ha colocado al Estado en situación
difícil.
S. E. ruega al señor Silva Cortés que no discurra sobre la base
de una información errada. Hace presente que el aumento de los gas
tos públicos ocasionados con motivo de las leyes que dictó la Jun
ta de Gobierno presidida por el señor Altamirano, asciende a cin
cuenta y tres millones de pesos; y el correspondiente a los decretos-
—
159 —
de carácter político.
El señor Barros Borgoño (don Luis) se manifiesta contrario
a tal parecer, pues puede haber, y hay, entre los parlamentarios,
hombres que son capaces de prestar servicios muy efectivos al país
dentro de comisiones o de organismos administrativos. El hecho
mismo de que vayan a presenciar el funcionamiento de los servi
cios públicos, los habilitan en mejor forma para ilustrar a las Cá
maras sobre ellos.
(Actaa 11).
—
162 -
Dice así:
«Art. . Habrá un Tribunal Calificador de las Elecciones
. .
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torrerlanca,
DECIMACUARTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
mara. Se trata de hacer del Senado una alta corporación que tenga
—
166 —
legal.
La idea de la descentralización administrativa ha sido propi
ciada por todos los partidos y por todos los candidatos a Senadores
y Diputados que, frecuentemente, hacen deesla aspiración una plata
forma política.
El
objetivo perseguido no se conseguiría con las agrupaciones
provinciales.
Para formular su indicación y a fin de que no se crea que lo guía
algún espíritu político o partidista, ha tomado como base un pro
yecto presentado por don Alberto Edwards a la Cámara de Dipu
tados, proyecto en el cual están estudiadas todas las zonas del país
y la división que convendría adoptar. Propondría que esta división
territorial fuera incorporada a la Constitución a fin de dificultar
posibles modificaciones.
El señor Secretario da lectura a la indicación del señor Zañartu
que está concebida así :
Se insertarían en la parte correspondiente de la Constitución
los siguientes artículos:
«Art. El territorio de la República se dividirá en provin
...
De las provincias
Art. El
gobierno y administración interior de cada pro
...
Secretaría ;
Vigilar los servicios nacionales y velar por la observancia
4.°
de la Constitución y de las leyes en todo el territorio "de la provincia ;
5." Presentar a la Asamblea Provincial los proyectos de orde
nanzas que juzgare adecuados al bienestar público;
6." Velar por la conservación del orden público en la provincia.
Art. El Intendente es agente inmediato del Presidente de
...
Del Departamento
la provincia, eligiéndolo de
lista que le pasará la Municipalidad
una
reconsiderará la resojución
u ordenanza objetada, y si insistiere en
ella con el voto de los dos tercios de sus miembros presentes a sesión
que concurra la mayoría absoluta de los Municipales de que se com
pone, el Gobernador remitirá los antecedentes a la Corte Suprema.
por conducto del Intendente de la provincia cuando la hubiere obje
tado por estimarla contraria a la Constitución o a las leyes. Cuando
-
170 —
compone.
cia en su
propia administración. No se le va a quitar nada a nin
guna provincia. Por el contrario, se va a aumentar la influencia de
cada una de ellas.
contra de su indicación.
elemento «población».
S. E. dice que eso se deja a la ley. Agrega que él había pensado
(Artas 12)
—
178 —
Constitución de 1833.
S. E. considera que eso lo tomará en cuenta la ley al hacer las
agrupaciones de provincias. Aquí se estampa el concepto básico
fundamental; decimos que se hagan agrupaciones provinciales y
fijamos sólo las normas generales.
El señor Guerra (don J. Guillermo) supone que la primera agru
pación se forme con las provincias de Tacna, Tarapacá y Antofagas
ta. Tacna es agrícola, Tarapacá y Antofagasta son salitreras y mi
neras. Hay una diversidad muy grande de actividades entre la una
representación numérica.
S. E. quiere que los Senadores representen a la región, al país.
El factor población está contemplado en la Cámara de Diputados.
El señor Guerra (don J. Guillermo) diee que en la elección del
Senado debemos acercarnos a la población lo más posible.
S. E. manifiesta que eso lo determinará la ley al formar las
agrupaciones. Quiere hacer de los Senadores altos funcionarios na
cionales.
El señor Guerra (don J. Guillermo) cree que tal cosa se concibe
perfectamente en el régimen federal.
En Argentina, por ejemplo, Rioja, con ochenta mil habitantes,
y Buenos Aires, con dos y medio millones, tienen cada una dos Se
nadores. En Estados Unidos, Nueva York, con catorce millones,
tiene dos Senadores, y otro Estado nuevo con doscientos mil habi
tantes, también tiene dos Senadores.
Eso es federalismo y no corresponde a las necesidades de nues
tro país.
S. E. dice que la indicación que propone es el resultado de una
carácter. Agrega que decir «crimen o delito que merezca pena aflic
tiva» importa una disposición prohibitiva, que, como tal, hay que
entenderla, dentro de la ley, en sentido restringido; y que por este
motivo conviene usar ambas palabras en el texto constitucional.
Otra redacción, tal vez mejor, sería decir: «no haber sido condenado
jamás a pena aflictiva1, que lo comprende todo.
S. E. propone, en seguida, la siguiente indicación: «El art. 21
comprende también a los Senadores». El art. 21 es el que se refiere
a los que caucionan contratos con el Estado, a los abogados, etc.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca,
DÉCIMAQUINTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
2 DE JUNIO DE 1925
sus miembros.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, dice que en
algunas Constituciones se establece la remuneración en relación a la
asistencia. ¿Convendría aquí hacer lo mismo?
El señor Edwards Matte (don Guillermo), cree que conviene
dejar a cada Cámara la facultad de establecer en su reglamento re
sino entre las materias que son acuerdos de las ('amaras, en la inte
ligencia de que esos acuerdos tendrán la misma tramitación de
una ley.
S. E. agrega que se dejará testimonio expreso en el acta de que
la mente de la Comisión es que el Congreso no tiene facultad para
proponer enmiendas ni para adicionar los Tratados.
Así se acordó.
Da en seguida lectura al art. 29 de la actual Constitución, que
dice:
—
192 —
de ésta, de su Presidente ;
(Actas 13;
—
194 —
pular.
¿Por qué al Senado que va a estar compuesto de hombres de
edad madura, de gran versación política y administrativa, se le va
a quitar la iniciativa en la formación de las leyes? No divisa la razón
efecto, por más que se le tenga como enemigo sistemático del par
lamento,* cuando sólo lo es del régimen parlamentario, que se de
— —
Código Civil.
—
198 -
representación al Ejecutivo.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, atribuye im
portancia a la disposición que da la iniciativa de las leyes a la Cá
mara de Diputados y deja a los diez Senadores la facultad de pre
Son estas las ideas que en síntesis tenía que proponer. Insiste
en creer que para la formación de las leyes, hay ventaja en que el
ARTURO ALESSANDRL
Edecio Torrerlanca.
DEC1MASEXTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
3 DE JUNIO DE 1925
opinión de dejar los arts. 52 y 53, tal como están, variando sólo el
plano.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, prefiere que se
diga «y no podrá ser reelegido en la elección siguiente», porque a
su juicio, el espíritu de la Comisión es que el Presidente no pueda
ser reelegido en la elección siguiente y si se mantiene la parte de
pleto entre una y otra elección, que ahora sería de seis años.
S. E. Esta es una cuestión puramente teórica; en la práctica
esto no tiene importancia, porque él asegura que ningún hombre
que haya sido Presidente de Chile, querrá ser reelegido.
El señor Zañartu (don Héctor) conviene dejar establecido
esto, por si se presenta el caso. El objetivo que se persigue es evitar
que los Presidentes se puedan hacer reelegir.
El señor Yáñez (don Eliodoro) el período presidencial puede
ser el tiempo que dure un Presidente en el ejercicio de sus funciones,
legir.
El señor Maza (don Ministro de Justicia, estima que se
José),
deben dejar las cosas claro. Si predomina la idea de que lo
bien en
que pretende es
se que no un Presidente ser reelegido en la
pueda
elección siguiente, sin necesidad de que medie un espacio de seis
años, bastará con decir «no podrá ser reelegido en la elección
siguiente». Pero, si predomina la idea de que debe mediar entre
una elección y otra un período completo de seis años, debe decirse
en forma expresa.
El señor Barros Borgoño (don Luis) insiste en que no ve
motivo para modificar esta parte de la Constitución que dice que
«para poder ser elegido segunda o más veces deberá mediar siem
pre entre cada elección el espacio de un período». Esta disposición
no puede ser más clara ni más terminante.
ARTURO ALESSANDRL
Edecio Torreblanca.
(Actas 14)
DÉCIMASÉPTIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
4 de junio de 1925
ceptoras.
El señor Yáñez (don Eliodoro) si se fija un día determinado
para la elección, no hay poder en la República que pueda alterar esa
fecha.
Finalmente, se acordó agregar al art. 54, a continuación del
inciso primero, el siguiente :
«La elección se verificará sesenta días antes de aquel en que
termine el período presidencial.»
S. E. da lectura a los dos últimos incisos del art. 54, que dicen
así:
«El conocimiento de las reclamaciones que ocurran acerca de
la votacióncorresponderá al Tribunal Calificador.»
«Las rectificaciones y el escrutinio general de la elección se
petir eso.
Suprema de Justicia.
«Pero si el impedimento del Presidente electo fuere absoluto o
debiere durar indefinidamente, o por más tiempo del señalado al
ejercicio de la Presidencia, el Vicepresidente, en los diez primeros
días de su las órdenes convenientes para que se
gobierno, expedirá
proceda elección en la forma prevenida por esta Constitu
a nueva
religioso?
El señor Guerra (don J. Guillermo) exacto. La promesa es un
juramento para un hombre de honor; en cambio, el que dice «sí»,
aunque jure por Dios, si no es un hombre honrado, no respetará el
juramento.
Va a referise a la proposición del señor Silva Cortés (don Ro
mualdo) .
hecha ya hace siglo y medio, allá por el año 1787; va, pues, a hacer
ciento cuarenta años desde que está en vigencia y, por consiguiente,
el espíritu religioso que predominaba en aquella época en ese país
debió ser muchísimo más fuerte que en el día de hoy. A pesar de todo,
allá se creyó entonces que bastaba decir: «juro o prometo», es decir,
S. E. observa que con esa fórmula, el que cree en Dios jura por
Dios. Si a él lo llamaran mañana a jurar, juraría por Dios.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) el acto solemne del
juramento es una ceremonia que siempre le ha impresionado. Tu
vo oportunidad de presenciar el juramento de los señores Barros
Luco, Sanfuentes y Alessandri y declara que este acto le causó pro
funda impresión.
Con las modificaciones acordadas, el artículo quedó redactado
en la siguiente forma, propuesta: por el señor Yáñez.
S. E. leyó el
número 6.°, que dice: ■
arreglo.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) advierte también que
puede haber circunstancias que aconsejen ese aplazamiento, cuando
hay, por ejemplo, alguna cuestión de alta política anexa a un nom
bramiento.
El señor Barros Borgoño (don Luis) no se puede poner un
plazo perentorio ; es esa una cuestión de cortesía.
S. E. observa que, de acuerdo con el reglamento del Senado,
tiene el Ejecutivo la facultad de pedir la urgencia de una resolución
de esta naturaleza.
El señor Yáñez (don Eliodoro) concuerda con S. E. y estima
que bastaría con pedir esa declaración de urgencia en los casos de
aplazamiento.
El señor Barros Borgoño (don Luis) considera que una dispo
sición de esa naturaleza es más bien propia de los reglamentos de
las Cámaras que de la Constitución.
El señor Guerra (don J. Guillermo) en todo caso, desea que
se deje constancia en el acta de su proposición.
nombrado Ministro».
El art. 77 quedó sin dice así:
modificaciones, y
«Art. 77. Todas las órdenes del Presidente de la República
deberán firmarse por el Ministro del Departamento respectivo; y no
podrán ser obedecidas sin este esencial requisito. s
En el art. 78 que dice :
«Cada Ministro es responsable personalmente de los- actos que
firmare, e insolidum de lo que suscribiere o acordare con los otros
Ministros. »
Se acordó, a proposición del señor Yáñez (don Eliodoro) cam
biar las palabras ~e insolidum», por estas otras: «y solidariamente».
Los arts. 79 y 80 quedaron en esta forma :
'Art. 79. Luego que el Congreso abra sus sesiones ordinarias
deberán los Ministros dar cuenta al Presidente de la República del
estado de la Nación, en lo relativo a los negocios del Departamento
de cada uno, para que el Presidente la dé, a su vez, al Congreso.
«Art. 80. Con el mismo objeto deberán presentarle el Presu
puesto anual de los gastos que deben hacerse en sus respectivos De
partamentos, y darle cuenta de la inversión de las sumas decretadas
para llenar los gastos del año anterior.!
El art. 81, que decía:
«Art. 81. No son incompatibles las funciones de Ministro del
Despacho con las de Senador o Diputado» , fué derogado por haberse
establecido la incompatibilidad en el art. 21.
El art. 82 quedó en esta forma:
«Art. 82. Los Ministros, pueden, cuando lo estimen conve
niente, asistir a las sesiones de la Cámara de Diputados o del Senado
y tomar parte en sus debates, con preferencia para hacer uso de la
palabra, pero sin derecho a voto.»
Los arts. 83 a 92 inclusive, quedan derogados por haber pasado
sus disposiciones a los arts. 29 y 30.
Viene, en seguida, en la Constitución, el título relativo al Con
sejo de Estado, que se ha suprimido.
El señor Guerra (don J. Guillermo) desea que quede constancia
en el acta de su opinión acerca de la conveniencia que hay en man
inconvenientes.
En cambio, cree que conviene mantener el Consejo de Estado
para que desempeñe las funciones de un tribunal contencioso-admi-
nistrativo por un lado, y para que sirva, en seguida, para fallar los
juicios de extradición y de presa, que hoy día son del conocimiento
de la Corte Suprema.
Estima que debieran sustraerse del conocimiento de la Corte
Suprema esos juicios, porque no son materias exclusivamente judi
ciales. En ellas va muy mezclado el interés político, y ésta sería una
En esta tarea este cuerpo podría tener una participación muy impor
tante. Además podría darse al Presidente de la República la facultad
de nombrar, dentro de ciertos límites, otros Consejeros de Estado.
Los miembros titulares podrían ser unos diez; y el Presidente
de la República podría nombrar otros hasta un total de treinta. Se
le podría dar una facultad amplia para nombrar hoy día a uno, ma
ñana a dos, según como lo fuere necesitando y esos nombramientos
podrían recaer en hombres preparados, viejos, retirados de la política
y que pudieran cooperar a la administración.
Con un Consejo de Estado constituido en esa forma, con perso
nalidades de la ciencia, de las artes, de las industrias, de la banca,
y de todos los ramos de la actividad pública, prescindente de la
—
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
DÉCIMAOCTAVA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
5 DE JUNIO DE 1925
bertad para enviar sus mensajes a cualquiera de las dos ramas del
Congreso, a la que más convenga.
El señor Guerra (don J. Guillermo) no le parecería mal que
la Corte Suprema pudiese iniciar proyectos de carácter judicial.
El señor Vidal Garcés (don Francisco) es del mismo parecer
que el señor Barros Borgoño cree que ambas Cámaras deben quedar
en igualdad de condiciones, tanto más cuanto que generalmente es
—
228 —
expresados.
El señor Yáñez (don Eliodoro) considera que los Congresos
son siempre un elemento de dilapidación en todas partes del mundo
en la noche de ese mismo día una ley que salvó la situación, y que
a ella.
El señer Yáñez (don Eliodoro) como decía antes, manifiesta
que hace muchos años, hubo en la Cámara de Diputados un deba
te sobre esta cuestión, y se sostuvo por muchos miembros de esa
Cámara la interpretación que expresa S. E., pero prevaleció el cri
terio contrario, sostenido por don Jorge Huneeus, entre otros, y se
mantuvo la práctica que existía desde el comienzo de la República.
nal se han
debido, en gran parte, a los intereses políticos que han
primado en el Congreso ; pero una vez que el interés político desapa
rezca o se vea disminuido, la labor
legislativa será más fecunda.
S. E. cree que, como se le van a quitar sus atribuciones políticas
al Senado, buscará éste sus trincheras en la dictación de las leyes.
Es necesario entonces adoptar medidas eficaces para evitar este
peligro.
El señor Yáñez (don Eliodoro) considera que la manera de
impedir peligro está en dar al Presidente de la República la fa
este
cultad de pedir la urgencia.
S. E.quiere que se resuelva esta cuestión: ¿Se pone o no plazo
para la aprobación o para el rechazo automático de las leyes que
pasan de la Cámara de origen a la revisora?
El señor Vidal Garcés (don Francisco) estima que se podría
poner este plazo para el rechazo.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) halla un poco grave
aquello deestar legislando por la mera acción del tiempo.
S. E. cree que debe establecerse un plazo para que se dé auto
máticamente por aprobada o rechazada la ley, con el fin de que se
resuelvan los asuntos.
El señor Yáñez (don Eliodoro) estima que si se aceptara lo
primero unaminoría podría aprovecharse de esta disposición obstru
yendo, fin de que un proyecto quedara automáticamente aprobado.
a
a un Poder Soberano
ponde y dando al Presidente de la República
el derecho de pedir la urgencia de los proyectos porque se interese,
es decir, de constreñir al Parlamento a pronunciarse sobre ellos, se
cabo de él.
El señor Yáñez (don Eliodoro) estima que no se necesitaría
establecer esta última disposición consultando la primera, ya que
al solicitar el Presidente la urgencia de un proyecto, tiene el dere
cho de exigir un pronunciamiento inmediato sobre él.
El señor Zañartu (don Héctor) hace presente que establecido
el procedimiento de que cuando un proyecto pase un año en una
Cámara sin que recaiga un pronunciamiento sobre él se entienda
rechazado, las cosas quedarían ajustadas a lo que dispone o quiso
disponer nuestra Constitución respecto a la forma en que deben
aprobarse las leyes.
El procedimiento actualmente consignado en nuestra Consti-
—
237 —
flictos que pudieran surgir entre ellas a este respecto. El Senado está
obligado a tomar una resolución sobre los proyectos de ley votados
por la Cámara de Diputados en el plazo de un mes después de su
entrega si se trata del Presupuesto o de la defensa nacional, y de seis
semanas en los demás casos. La Cámara tiene, por el contrario, un
plazo de tres meses para resolver sobre los proyectos de ley votados
por el Senado. Estos plazos pueden ser prolongados mediante acuer
dos de ambas Cámaras, salvo para el presupuesto y las leyes mili
tares.
Una Cámara que no ha tomado resolución en el plazo fijado.
es considerada como aceptante del voto de la otra Asamblea.
sUn proyecto votado por los Diputados toma fuerza de ley, a
pesar del voto contrario del Senado, cuando la Cámara, por mayoría
absoluta de todos sus miembros, mantiene su primitivo acuerdo.5'
El señor Guerra (don J. Guillermo) llama la atención hacia la
situación que se produciría estableciendo el sistema de que un pro
yecto queda rechazado si la Cámara revisora no se pronuncia sobre
él en cierto plazo, en el caso de que se produjera alguna rivalidad
entre las dos ramas del Congreso, situación que ya se ha producido
entre nosotros. Hace poco el Senado, por sistema, transformaba radi
calmente los proyectos que le enviaba la Cámara. Si mañana se pro
dujera una rivalidad semejante, con la disposición que se propone,
ninguna de las dos ramas trataría los proyectos que le llegaran de
la otra, y el resultado sería que el país sufriría de la falta de legis
lación.
S. E. hace presente al señor Guerra que rechazado un proyecto
en una Cámara, pasa inmediatamente a la otra para que insista o
no en él.
—
238 —
Cámara revisora.
S. E. da por sentado que hay unanimidad de pareceres para
acordar que el Presidente de la República tendrá derecho a solicitar
la urgencia de los proyectos de ley en cualquiera de las dos ramas
del Congreso y en cualquier trámite constitucional en que éstos se
encuentren.
Así se acordó.
En consecuencia, el art. 32 quedó en la siguiente forma:
«Aprobado un proyecto en la Cámara de origen, pasará inme
diatamente a la otra Cámara para su discusión.
«El Presidente de la República tendrá el derecho a pedir la urgen
cia de un proyecto de ley en cualquiera de las Cámaras y de sus
trámites.
«Solicitada la urgencia por el Presidente de la República, la Cá
mara en que esté el proyecto deberá resolver sobre él en el
plazo
máximo de treinta días.»
Se da lectura al art. 33 qué dice:
—
239 —
ley.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) estima que esa inter
pretación no es la correcta, porque en el derecho de formular ob
ARTURO ALESSANDRI.
EDEcro Torreblanca.
DÉCIMANOVENA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
8 DE JUNIO DE 1925
sidente.»
El señor Silva Cortés (don Romualdo) el señor Barros Bor
goño (don Luis) y otros miembros de la Subcomisión, estimaron que
no convendría innovar en el sistema establecido en la actual Cons
El señor Barros Borgoño (don Luis) dice que hay casos, como
el del proyecto del Banco del Estado, que fué transformado en otro
por la Cámara de Senadores, y la Cámara de Diputados también lo
cambió en forma tal, que actualmente pende de la consideración del
Senado un proyecto completamente diverso del primitivo.
El señor Oyarzún (don Enrique) considera que en estos casos
esos proyectos modificados deben tramitarse como si se tratara de
Diputados.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) cree que sería mejor
qué hiciera por las Mesas directivas de ambas Cámaras reunidas.
se
sus hogares han tenido que sufrir, sin razón, perjuicios graves que
nadie indemniza.
Así también ocurre, por ejemplo, en algunos fundos, cuando,
por cualquier circunstancia, el dueño o administrador se enemista
con algún pequeño propietario o inquilino. Si al propietario se le
Poder se
genere parte por
en sí mismo y en parte por otros Poderes.
Somete a la Subcomisión este sistema: «el nombramiento de los
Jueces Letrados y de Ministros de Corte de Apelaciones, se hará por
la Corte Suprema a pluralidad de votos escritos, fundados y firma
dos, como las sentencias, expresándose los antecedentes, años de
servicio, capacidad, etc., que se han tenido en vista para hacer la
designación^, de modo que, si los funcionarios resultan malos, se
pueda ver quiénes tienen la responsabilidad de su nombramiento,
Pero éste debería forzosamente recaer en los funcionarios que figu
rarán en un escalafón formado para toda la República y no sólo para
cada asiento de Corte. De modo que cuando vacare un Juzgado, la
Corte de la respectiva jurisdicción propondría a la Corte Suprema
una terna de jueces tomados del escalafón general.
Es cierto que existe este peligro, pero hay medios de evitarlo. Den
tro, por ejemplo, de la organización militar, existe escalafón en ei
cual cada Jefe u Oficial tiene asignado un número de orden de as
censo; de modo que cada uno sabe que dentro de tantos años tiene
la probabilidad de ascender a tal o cual grado, si logra ser bien con
ceptuado como profesional en su carrera. Allí se asigna cierta pro
porción a la antigüedad y otra al mérito.
Recuerda que en Inglaterra existen los Almirantes de Bandera
Azul, que son los que han ascendido por simple antigüedad, y los
Almirantes de Bandera Roja, que son los que han ascendido por
mérito o
por otras consideraciones especiales.
Por esto, propone, en primer lugar, que se establezca el escala
fón judicial, que da garantías de ascenso a los jueces sin necesidad
de hacer antesalas en los Ministerios y visitas a los personajes polí
ticos, fin de que influyan para poder ascender. Por lo demás, estos
a
"Que quede la Corte Suprema tal como está, y que, a medida que
se produciendo las vacantes, la primera la llene por sí y ante
vayan
sí el Presidente de la República, sin consultarse con nadie; que la
segunda la llene el Senado a pluralidad de votos escritos y firmados,
y que la tercera la llene la Cámara de Diputados, con las mismas
formalidades».
—
253 -
«Este
recurso se podrádniciar en cualquier estado del juicio, sin
cha de empeños.
—
256 —
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca,
VIGÉSIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
10 de junio de 1925
perdido por obra de las leyes que les han ido cercenando facultades.
En la forma propuesta, tendrían poder efectivo y podrían desarrollar
verdadera labor en bien de la provincia.
Se aprobó el art. 107 en la forma propuesta por S. E.
Se leyeron y fueron aprobados los actuales arts. 108, 109 y 110.
Se aprobó el art. 111 reemplazando, a indicación del señor Yá
ñez, la palabra «nombrados» por «reelegidos».
Se leyó y aprobó el actual art. 112.
S. E. propone una serie de disposiciones nuevas que reempla
zarían a los arts. 113 a 122 inclusive y encaminadas a obtener la
descentralización administrativa, mediante el robustecimiento de la
autoridad del Intendente, la creación de Asambleas Provinciales que
asesoren a éste en su administración y el establecimiento de facu
«Capítulo ....
De la administración provincial
República con acuerdo del Senado y por las causales que la ley esta
blezca. Disuelta una Asamblea Provincial se procederá al reemplazo
de sus miembros en la forma indicada en el art. C, por el tiempo
que les falte para completar su período.
Art. G. Las ordenanzas o resoluciones que dicte la Asamblea
Provincial, deberán ser puestas en conocimiento del Intendente quien
—
267 —
De la administración comuna!
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreelanca,
VIGÉSIMAPRIMERA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
15 DE JUNIO DE 1925
arrollar un mal del cual han sufrido otros países; el mal del regiona
lismo, pendiente fácil para deslizarse hacia el fraccionamiento de los
países; del regionalismo a la secesión no hay más que un paso.
No se debe olvidar que estos países de América no tienen más
de un siglo de vida independiente y son, por lo tanto, verdaderas
criaturas entre los demás Estados de la tierra; son países que están
en vías de formación todavía.
vincia.
En consecuencia, acepta la proposición de S. E., sin perjuicio
de proponer modificaciones de redacción para aclarar puntos que
estima un tanto vagos.
El señor Montenegro (don Pedro N.) espresa que, ya que se
recuerdan los programas de los partidos, debe manifestar que el pro
grama del Partido Liberal Democrático consigna también las mis
mas aspiraciones de descentralización ; de modo que acepta el proyec
miento indefinidamente.»
El señor Guerra (don J. Guillermo) propone que cada Munici
palidad designe sólo un representante.
El señor Yáñez (don Eliodoro) estima que la representación
de las Municipalidades Departamentales no puede ser igual a la
representación de las rurales sino que debe haber cierta graduación.
Interrogados los señores miembros de la Comisión por S. E.
acerca de si la designación debe hacerse como indica el proyecto o
locales determinadas.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) dice que debe dejarse
en claro que, en caso de abuso, se entiende que el Poder Central
-
Podrán ser disueltas por el Presidente de la República de acuer
do con el Senado».
Se dio por aceptado el inciso con esta redacción.
Se acordó volver a reunirse el día martes 16, a las 3J^ P. M.
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torrerlanca.
VIGÉSIMA SEGUNDA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
junio 16 de 1925
territorios :
Reglamentar y vigilar los servicios de tránsito, de viabilidad,
1."
de desagües o alcantarillas, de abastecimiento de artículos de con
sumo, de salubridad lugares de uso púbbco y en la propiedad
en
las Municipalidades.
De este modo, también el Intendente Municipal sería un fun
cionario que escaparía a las miserias de las municipalidades, las
cuales no podrían removerlos.
El señor Barros Borgoño (don Luis) está muy de acuerdo con
las ideas expuestas por los señores Silva Cortés y Montenegro
en cuanto a que debe mantenerse en general al Alcalde como funcio
(Actas 19)
—
290 —
buenas condiciones,
En Alemania, estos puestos, que corresponden a los de Burgo
maestres, son remunerados con grandes sueldos y allá las ciudades
disputan estos funcionarios a causa de su gran competencia. Entre
a
dría haber una sola autoridad municipal, que fuera a la vez Juez de
Paz, Oficial del Registro Civil y que, en fin, tuviera a su cargo to
das las pequeñas funciones administrativas y judiciales de la co
muna. Y estos cargos deberían ser rentados, porque de otro me-
—
292 —
que estén cerca del Gobierno y donde la opinión pública por una
palidades.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) cree que la remo
ción de los funcionarios nombrados por el Presidente de la Repú
blica está establecida en un artículo anterior que está aprobado.
El señor Oyarzún (don Enrique) cree que habría conveniencia
en establecer que estos cargos de Intendentes municipales deben ser
remunerados.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, manifiesta que
entonces se podría decir que los cargos de regidores serán concejiles.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) estima que debe su
primirse el concepto de cargo concejil, a fin de llegar más tarde a
la remuneración de todas estas funciones. El concepto de cargo
concejil va desapareciendo; es un concepto viejo adoptado antes por
que seconsideraban honoríficas estas funciones públicas.
Finalmente el artículo quedó aprobado en esta forma:
«La administración de cada comuna o agrupación de comunas,
establecida por la ley, reside en una Municipalidad.
«Al constituirse cada Municipalidad se designará un Alcalde
para que la presida.
«En las ciudades de más de cien mil habitantes y en las otras
que determine la ley, el Alcalde será nombrado por el Presidente de
la República. »
una de ellas determine la ley, los que en ningún caso podrán ser
más de quince ni menos de tres.
El señor Vidal Garcés (don Francisco) no cree conveniente la
reducción del número de regidores. Así en Santiago, por ejemplo,
las labores edilicias requieren un mayor número de regidores. Hay
aquí una serie de problemas, algunos de carácter económico; otros
de carácter casi legislativo, que requieren una división del trabajo
que sólo puede hacerse con un buen número de representantes.
El señor Barros Borgoño (don Luis) propone un número
máximo de quince.
S. E. un número máximo de quince y uno mínimo de cinco.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) advierte que en algu
nas comunas rurales bastaría con tres.
elegido regidor?
El artículo quedó aprobado enla misma forma en que venía en
el proyecto, reduciéndose a un año el tiempo de residencia en la co
muna.
—
296 —
que existe respecto de los profesores, o sea, que los funcionarios ten
gan un incremento anual, trienal o quinquenal de sus sueldos. Así
no habrá tanta ambición o deseo de ascensos, el personal se manten
ARTURO ALESSANDRI.
VIGÉSIMATERCERA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DF
REFORMAS CONSTITUCIONALES
17 DE JUNIO DE 1925
Pasando a otro
punto, cree que en oportunidad debe esta
esta
blecerse un precepto constitucionalque dé a los padres de familia
y a los guardadores de menores derecho a exigir o reclamar del Es
tado que en las escuelas se dé a los hijos o pupilos la instrucción reli
giosa que aquéllos desearen. Expresó brevemente los fundamentos
de su indicación.
El señor A.munátegui (don Domingo) no cree conveniente con
signar en la Constitución las disposiciones que propone el señor Silva
Cortés, porque son materia de la ley y no de la Constitución, y están
ya establecidas en aquélla.
Recuerda que las escuelas primarias particulares se hallan, por
lo general, en las grandes ciudades y no en los pueblos pequeños ni
en los campos en donde hay millares de niños que necesitan instruc
colectiva de la Nación.
Termina el señor Amunátegui insistiendo en que la religión
católica es la única que se debe enseñar en los colegios del Estado,
pero no por los preceptores, pues es posible que ellos no la profesen
y se les coloca en una situación incómoda y perjudicial para la ense
ñanza misma.
S. E. cree que debe enseñarla un cura catóhco; es un sarcasmo
obligar a enseñar religión a un hombre que no cree. Por esto es que
la ley actual da facultades a los párrocos para hacer estas clases en
las escuelas primarias.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) contestando, declaró
que con sus indicaciones perseguía naturalmente sólo el ideal deque
se enseñe la religión católica apostólica romana, que es la de la in
tución.
Se dio lectura al art. 146 y a la reforma propuesta para este ar
tículo, que dice así:
«Ningún pago se admitirá encuenta a las Tesorerías del Estado,
si no se hiciese a virtud de un decreto expedido por autoridad com
petente, en que se exprese la ley, o la parte del Presupuesto consti-
tucionalmente promulgado, en que se autoriza aquel gasto.»
'
otra parte hemos establecido que muchas veces las dudas constitu
cionales van a tener que ser resueltas por la Corte Suprema.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, explica que la
Corte Suprema tendrá intervención únicamente en los casos de in-
conslitucionalidad de las leyes y en los conflictos de competencia.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) da forma a su idea en
los siguientes términos: «Sólo en virtud de una ley podrán resolverse,
de un modo generalmente obligatorio, las dudas de interpretación
de esta Constitución».
El señor Silva Cortés (don Romualdo) insiste en señalar el
peligro de que, so pretexto de interpretar la Constitución, se la mo
difique.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) propone que el ar
tículo se redacte así: «Sólo en virtud de una ley podrán resolverse de
un modo generalmente obligatorio las dudas que ocurran sobre la
como es la Constitución, que debe ser una base sólida que sirva de
ARTURO ALESSANDRI
Edecio Torreblanca
VIGÉSIMACUARTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
23 de junio de 1925
está llevando a cabo una obra magna que celebra todo el país. Por
eso noquiere obstaculizar, en modo alguno, la solución propuesta por
S. E.; pero quiere dejar nítidamente establecida su opinión. Por una
cuestión de principios, no acepta la fórmula propuesta, sin dejar de
aplaudir en alto grado el patriotismo con que S. E. está procediendo.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) pregunta: ¿qué alcance
tiene la primera parte del artículo que mantiene el statu-quo respec
to de los bienes actuales de la Iglesia y aquella otra que dice que se
someterán al derecho común los bienes futuros?
S. E. manifiesta que un ejemplo aclarará esta cuestión. Si una
comunidad religiosa extranj era viene a establecerse en Chile y quiere
comprar, pongamos por caso, una manzana en la Alameda, no podrá
adquirir esa propiedad sin constituir previamente su personalidad
jurídica sometiéndose a las leyes comunes.
—
317 —
de que se habla y manifiesta que las dos corrientes "de opinión que
allí se debatieron estuvieron muy próximas en sus puntos de mira.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) hace indicación para
que en un artículo transitorio se declare la derogación de las leyes
sobre las materias que han sido contrarias a la libertad de la Iglesia
Católica y que son las de pases, presentaciones, retenciones, cuestio
nes contenciosas de protección y otras, como esas a las que se refe
dos millones, más o menos, sin acción ninguna del Gobierno ni del
legislador, es decir, se crea una situación ideal para la Iglesia.
Aceptaría esas indicaciones, pero manteniendo en tal caso el
patronato. De otra manera, queda la Iglesia sin patronato y con
Presupuesto del Culto.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) entiende que la
idea de suprimir el patronato es consecuencia de la separación de la
Iglesia y el Estado.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) observa que en la vida
de los países, veinte años no es un tiempo considerable cuando se
termina un régimen que ha durado cuatrocientos años.
El señor Briones Luco (don Ramón) cree que si se mantiene
el Presupuesto del Culto, debe también mantenerse el patronato.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) respecto de la pri
mera indicación del señor Silva Cortés, observa" que no es fácil
formarse concepto de ella, porque de memoria no puede saberse qué
alcance tienen las citas que en ella se hacen.
S. E. responde que se refieren al patronato,
(Actas 21!
—
322 —
nes Luco.
No se puede mantener el Presupuesto de Culto, porque no se
puede establecer el principio de la protección del Estado a la Iglesia
Católica, toda vez que se la declara mayor de edad y libre adminis
tradora de sus bienes. Sin embargo, si efectivamente pudiera consi
derarse que esta Constitución va a irrogar a la Iglesia un grave per
juicio en sus bienes, un perjuicio repentino y, en cierto modo, ilícito,
si se me permite la expresión, le parece que en ese caso cabría hacer
las cosas en otra forma, estableciendo una indemnización por ese
daño. La suma correspondiente tendría que ser muchísimo menor
que la indicada por el señor Silva Cortés y debería ser pagada por
una sola vez y con el carácter de mera indemnización.
Xo está en antecedentes para saber hasta qué punto esto puede
importar un daño a la Iglesia Católica; porque el simple hecho de
negar el Presupuesto del Culto, de suprimirlo, no le parece que pueda
significar un daño, porque un Estado soberano puede en cualquier
momento suprimir un servicio público porque no le es necesario o
proveer a las iglesias para los gastos de sus Ministros y Culto, con
tinuando afecta a dichos gastos según y como por derecho corres
ponde;».
Todo esto fué materia de un Concordato. De modo que está
comprometida la fe del Estado en lo relativo a atender el Presupuesto
del Culto. Y, conforme al criterio del señor Vicuña, si de la noche
a la mañana la Iglesia va a quedar sin ninguna
subvención, se le
hará un perjuicio evidente. Y a este respecto va a decir con toda
franqueza, que hay una consideración de orden superior que le in
duce a no la indicación del señor Silva Cortés, pero sí una
aceptar,
indemnización en favor de la Iglesia Chilena. Al Arzobispo de San
tiago le deben respeto los católicos de Chile y los que no son cató
licos, porque ese santo varón que merece el homenaje de la América
entera, ha hecho en este país una hermosa obra, ha terminado con
las luchas religiosas. Pues bien, este eminente varón a quien se le
debe respeto y que ya está anciano, se ha sentido alarmado por esta
modificación trascendental que se va a hacer en nuestra Constitu
ción. Y es de temer que a sus años no tenga fuerzas para afrontar el
nuevo régimen de separación de la Iglesia del Estado, porque no
zada. Cualesquiera que sean los sacrificios que se hagan para llegar
a la separación de la Iglesia y el Estado, al realizarse esta idea se
hace una gran obra patriótica en favor del país. Se quitará así a las
disposiciones.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) responde que su pro
pósito tiende a que se deje claramente establecido por medio de un
precepto constitucional que quedan derogadas esas disposiciones.
—
325 —
hoy día.
Dice la disposición respectiva: «Son chilenos: Los nacidos en el
territorio chileno». Entre tanto, las Constituciones de diversos países
exceptúan de esta regla a los hijos de los Agentes Diplomáticos ex
tranjeros nacidos en el país, a los hijos de los extranjeros, que sin ser
Agentes Diplomáticos, se hallen desempeñando una comisión de su
respectivo Gobierno.
Y nosotros, que consideramos chilenos a los nacidos en el extran
jero de padre o madre chilenos, por el sólo hecho de avecindarse en
Chile, ¿por qué no podríamos reconocer que no son chilenos los hijos
del extranjero que está en Chile al servicio de su patria?
Todavía habría que considerar la situación de los individuos
nacidos en Chile, hijos de extranjeros transeúntes, que se hallan de
paso en el país,
¿Por qué no se habría de exceptuar también a esos sujetos de
la regla general? En cuanto a la nacionalización de extranjeros, cuan
do se dictó la Constitución del 33 se le dio demasiada amplitud. En
efecto, se estableció que para que los extranjeros se nacionalizaran
en Chile, bastaban estos dos requisitos: sólo un año de residencia y
nes políticas los chilenos que tengan más de veintiún años de edad».
Esa es la ciudadanía que llamaríamos política.
Y se un inciso que dijera más o menos así: «Para to
agregaría
mar parte las elecciones municipales se requerirán tales o cuales
en
Se levantó la sesión,
ARTURO ALESSANDRL
Edecio Torreblanca.
VIGESIMAQUINTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
6 de julio de 1925
El
propondría la siguiente redacción : «El Gobierno de Chile es
republicano y unitario, y su régimen democrático», para que se en
tienda que habrá igualdad, que no habrá privilegios.
S. E. inconveniente para aceptar la redacción
no ve que ha
indicado el señor Estévez.
El señor Yáñez (don Eliodoro) dice que la palabra. Estado» es «
ley o sólo el acuerdo del Senado, los que hayan perdido la nacionali
dad la podrán recuperar por la vía de la nacionalización; y cree que
aun en el caso de nacionalización en el extranjero, debe haber alguna
3e acordó mantenerlo.
Se pasó a tratar del N.° 2 del mismo artículo.
El señor Silva Cortés (don Romualdo) recuerda que la Comi
sión resolvió decir en el N.D 2 del art. 10: «Las confesiones e institu
ciones religiosas», y no, como aparece en el proyecto «las confesiones
o instituciones religiosas».
Así se acuerda decir.
El señor Guerra (don J. Guillermo) está de acuerdo con las
ideas que se consignan en esta disposición, pero pregunta sí no ha
brá el peligro de que en el futuro se restablezca el presupuesto del
Culto.
S. E. y el señor Silva Cortés le advierten que nadie podría
oponerse a ello, si así lo quisiera la mayoría del país.
—
335 —
otros que son castigados con arreglo al Código Penal, pero las sim
ples opiniones que se emiten no pueden constituir un delito, porque
una opinión es un concepto, es la expresión de un sentimiento, de una
tad de prensa, pero cree que si se emite una opinión, ya sea de pala
bra o por escrito, que importe un delito, éste debe ser sancionado por
la ley.
Se dio por aprobado el N.° 3 del artículo 10 en la forma propues
ta por S. E.
Se levantó la sesión.
ARTURO ALESSANDRI,
Edecio Torreblanca.
VIGÉSIMASEXTA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
MARTES 7 DE JULIO
división . . .
»
recho de huelga.
El señor Yáñez (don Eliodoro) cree que no hay ventaja alguna
ni utilidad doctrinaria para acoger la indicación del señor Guerra.
La indicación fué rechazada y el número 11 se aprobó sin modifi
caciones.
El número 12 fué también aprobado.
El señor Guerra (don J. Guillermo) Va a hacer observaciones
relativas a los artículos 12, 13, 14 y 15. Ha buscado para estos artícu
los un orden diverso del que tienen en el texto del proyecto. Según ese
orden, se consignaría primero lo relativo a la detención y al arresto ;
vendría después el art. 15, que se refiere a la conducta que deben ob
servar los erícargados de las prisiones; en seguida se consignarían las
figura en el proyecto.
—
339 —
entiende perfectamente.
Al señor Barros Borgoño (don Luis) le gusta más la forma en
primir esa frase, y con ellos se entendería que para aceptar la renun
cia, basta la simple mayoría.
El Eeñor Montenegro (don Pedro N.) estima que para aceptar
la calificación de los motivos serían necesarios los dos tercios.
—
341 —
las de Municipales. . .
» Cree que la expresión «así como en las de
Municipales» debe suprimirse, ya que estas últimas elecciones no
Se acordó la supresión.
El señor Guerra (don J. Guillermo) observa que en la redacción
general del proyecto de Constitución predominó la idea de llamar
«Cámara1 a la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores,
■'Senado». Estima que sería mejor decir en este Capítulo IV «Cá
mara de Diputados».
El señor Yáñez (don Eliodoro) concuerda con el señor Guerra:
según él las dos ramas del Congreso son: la "('amara de Diputados
y el «Senado».
—
342 —
con el Estado».
Así se acordó.
Los arts. 31 y 32 se dieron por aprobados sin modificaciones.
A indicación de S. E. se acordó agregar al art. 32 un inciso
final que diga: «El Senador o Diputado que fuere nombrado Minis
tro de Estado perderá su cargo por el solo hecho de la aceptación del
puesto de Ministro. La Cámara respectiva tomará las medidas del
caso para que sea reemplazado dentro del término de treinta días.
hay que fijar un plazo más largo que el de tres años para los Diputa
dos y de seis para los Senadores.
El señor Hidalgo (don Manuel) cree que se pueden dejar cua
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
VIGÉSIMA SÉPTIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
8 DE JULIO DE 1925
en la primera elec
niente aclarar los procedimientos que se seguirán
Constitución, y el
ción que se efectúe en conformidad a la nueva
señor Maza, Ministro de Justicia, observa que
el asunto está con
guiente redacción :
«Art El Senado se renovará cada cuatro años, por
par
cialidades, en la forma que determine la lev. Cada Senador durará
ocho años en su cargo.»
Entrándose a tratar el art. 44, a insinuación de S. E. se acuer-
—
347 —
perecer.
I. a fortuna inmobiliaria del Estado puede tener más valor que
la mobiliaria; de manera que puede ser muy peligrosa la redacción
que propone el señor Edwards.
El señor Guerra (don J. Guillermo) expresa que puede acep
tarse la idea del señor Edwards Matte, diciendo que se autorizará
por la ley la enajenación de los bienes raíces y se establecerán regla-
la
particulares para enajenación de los demás bienes.
El señor Amunátegui (don Domingo) cree que, para salvar la
dificultad, se podría decir en esta disposición bienes mines y efectos
públicos», para que en ella queden incluidos solos los bienes mobi
liarios que deben enajenan-e en virtud de una ley.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) insiste en que es muy
grave que por falta de una disposición constitucional que lo autorice, i
porque los honores son para las personas y no para los servicios.
Quedó así acordado.
Se dio lectura al núm. 6.°, que dice así :
«Senadores, durante un período legislativo no podrá modifi
carse la remuneración, sino para los siguientes.»
El señor Hidalgo (don Manuel) pregunta: ¿cuál es la remunera
ción de que gozarán los miembros del Congreso?
S. E. responde: la ley la fijará. Estima que sería conveniente
agregar, después de la palabra Senadores, la frase «con relación a
su asistencia a las sesiones».
Ei señor Vidal Garcés (don Francisco) observa que eso daría
mal resultado en la Cámara de Diputados. Cree que los Diputados
concurrirán siempre a cumplir con su- deber por su conciencia, y
nunca por el sueldo.
El señor Guerra (don J. Guillermo) agrega que la observación
de S. E. puede quedar librada a la ley.
-
350 —
(Actas 23)
—
354 —
cas.
mayoría» .
Se dio lectura a los números 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14, que dicen
así:
«S. Destituir a los empleados de su designación, por ineptitud,
u otro motivo que haga inútil o perjudicial su servicio; pero, con
ARTURO ALESSANDRL
Edecio Torreblanca.
VIGÉSIMAOCTAVA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
9 de julio de 1925
elecciones generales».
El señor Amunátegui (don Domingo) propone no fijar ese plazo,
a fin de dejar mayor amplitud.
S. E. piensa que se podría decir «con quince días de anterioridad
a lo menos».
en la administración de Justicia.
autoridades » .
Así se acordó.
El señor Guerra (don J. Guillermo) respecto del inciso 2.° del
—
367 —
art. 88, cree que es conveniente que se deje «visitas» en lugar de «vi
sitas de inspección».
El señor Yáñez (don Eliodoro) manifiesta que todas son visitas
de inspección.
El señor Guerra (don J. Guillermo) hace presente, además, que
al proponer este inciso tuvo la idea de que esos jueces extraordinarios
pudieran desempeñar suplencias e interinatos, idea que no está con
templada en el artículo y que podría agregarse en este inciso 2.°
Los señores Amunátegui (don Domingo) y Yáñez (don Eliodo
ro) creen más conveniente que se suprima todo el inciso 2."
El señor Yáñez (don Eliodoro) manifiesta que una de las con
quistas de la administración de justicia ha sido el principio de que no
puedan nombrarse jueces especiales para objetos determinados. :0'>.:<.>
El señor Guerra (don J. Guillermo) dice que ha^conversado con
algunos Ministros de Corte, quienes han aplaudido esta disposición.
S. E. expresa que sólo por condescendencia con los señores
Amunátegui y Yáñez se podría suprimir este inciso, pues se trata
de una cuestión de fondo que en su oportunidad se discutió muchísimo.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, observa que si
se suprimiera, habría que dejar testimonio de que se considera que esto
es materia de ley.
El señor Guerha (don J. Guillermo) cree que dentro de la tesis
que sostiene el señor Yáñez esto no podría ni siquiera ser materia de ley.
Sometida a votación la idea de suprimir el inciso 2.° del art. 38,
resultó aprobada.
El señor Maza (don José) Ministro de Justicia, pidió que se de
jara testimonio de que la cuestión contenida en el inciso suprimido
es materia de ley.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) dice que se le ha hecho
notar que el inciso 5.° que pasa a ser 4.° ahora, tiene el inconveniente
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
VIGÉSIMANOVENA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
10 de julio de 1925
así a menudo.
Se dejó el artículo tal como está.
El artículo 101 se dio por aprobado.
Al discutirse el artículo 102, S. E. observa que su redacción
parece significar que las Asambleas Provinciales sólo tuvieran la
facultad de proponer al Presidente de la Repúbbca la distribución
de las rentas públicas que les corresponda administrar, cuando su
pensamiento ha sido facultarlas también para hacerle presente las
necesidades provinciales, a fin de subsanarlas de alguna manera.
En consecuencia, propone que el artículo se redacte en la siguiente
forma: «Las Asambleas Provinciales podrán proponer al Presidente
de la República la distribución de las rentas púbbcas necesarias
para el servicio de la provincia, y especialmente de las que a ellas
les corresponda administrar con el mismo objeto».
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, observa que
es atribución de las Asambleas disponer de las rentas que les co
como dice S. E., que sean las Asambleas, en vez de los Senadores y
Diputados, las que representen al Presidente de la Repúbbca las
necesidades locales, ello debe decirse sin ambigüedad.
S. E. repite que lo que él desea es que cuando se formen los
Presupuestos, las Asambleas indiquen al Presidente de la República
las necesidades de la provincia.
El señor Amunátegui (don Domingo) propone entonces decir:
«Las Asamblea* Provinciales deberán representar al Presidente de
la República las necesidades de la provincia».
S. E. observa que esta redacción contiene la idea de
que las Asambleas tengan participación en la distribución de las
rentas.
El señor Yáñez (don Eliodoro) recuerda que la primitiva idea
fué que las Asambleas pudieran imponer contribuciones locales y
cree que la idea en discusión podría contemplarse en el inciso 1.°
un Alcalde para
que la presida y ejecute sus resoluciones».
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, observa que
sería mejor decir: «cada Municipalidad al constituirse, nombrará
un Alcalde para
que la presida y ejecute sus resoluciones».
Se aprobó esta última forma.
El señor Hidalgo (don Manuel) dice que no puede aceptar
que el Presidente de la República designe a los Alcaldes, y que si
el pueblo puede elegir a los Diputados, Senadores, y aun al primer
Magistrado de la Nación, es natural que también pueda elegir a
los Alcaldes, por lo menos en las grandes ciudades. Trae, al efecto,
el recuerdo de lo que ocurre en Buenos Aires, donde está implantado
el sistema que aquí se quiere establecer, y que allá por sus malos
resultados, tratan ahora de abolir.
Manifiesta, que él es partidario de la libertad más ampba,
cuyo buen empleo no se enseña otorgándosela al pueblo por partes,
sino de una vez por todas, y esperando que el trascurso del tiempo
haga que su uso se perfeccione más y más,
Agrega que él pediría que los Alcaldes de las grandes ciudades
fueran rentados y elegidos por el pueblo.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) dice que precisamente
en las grandes ciudades es donde hay más electores capaces y cons
Desea que los Alcaldes sean elegidos, a fin de que vayan a esos
cargos las personas más aptas y honorables.
El señor Yáñez (don Eliodoro) pregunta cómo serían removi
dos los Alcaldes si fueran elegidos por el pueblo.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) dice que no serían re
movidos con la perniciosa frecuencia de hoy si fueran elegidos di
rectamente, porque lo serían por todo el período.
El señor Hidalgo (don Manuel) no comprende que en una ciu
dad como Santiago no vayan a elegir al Alcalde los vecinos que son
los interesados. Estima que con este criterio tampoco podría elegir
el pueblo al Presidente de la República.
Por otra parte, dice que él conoce lo que pasa en las Munici
palidades y sabe que la culpa de las incorrecciones no la tienen en
la mayoría de los casos los Alcaldes sino los Municipales, y que
los Alcaldes tienen que hacer la vista gorda muchas veces por in
terés político y por evitar que les hagan la «neumáticas.
Termina expresando que por las razones que ha expuesto, es
partidario de que los Alcaldes de las grandes ciudades sean elegidos
directamente por el pueblo.
El señor Guerra (don J. Guillermo) manifiesta que, teórica
mente, le encuentra razón al señor Hidalgo ; pero que, en la práctica,
en varios países del mundo se tiende actualmente a modificar el
Dice que
en Buenos Aires se lleva a efeeto una gran campaña
de opinión para llegar a establecer el Gobierno Municipal en la
forma en que lo tenemos nosotros, suprimiendo el Intendente Mu
nicipal.
El señor Barros Borgoño (don Luis) observa que esto se dis
cutió ya mucho y que había quedado establecida la designación
del Primer Alcalde en la forma en que lo está en el artículo respec
tivo.
El señor Yáñez (don Eliodoro) propone la incompatibilidad
del cargo de Alcalde con el de Regidor.
El señor Barros Borgoño (don Luis) dice que con esta medida
se remediaría poco de lo que se quiere remediar en las grandes ciu
dades.
El señor Yáñez (don Eliodoro) cree que tendrían remedio en
esta forma muchos de los males que hoy aquejan al gobierno local,
pues así el Alcalde no tendría que contemporizar con malos ele
mentos para permanecer en su puesto, ni se formarían cambullones
para derribarlo.
Cree, por esto, que hay conveniencia en elegir una persona
de fuera, que no pertenezca a la Municipalidad.
> Consultada por S. E. la Subcomisión respecto a si aceptaba la
¡dea de la elección directa de los Alcaldes por el pueblo o la forma
de designación consultada en el inciso tercero del artículo 104 del
proyecto de la misma Subcomisión, se acordó, con los votos en con
tra de los señores Vicuña Fuentes, Cárdenas e Hidalgo, aprobar la
idea de la designación de los Alcaldes de las grandes ciudades, por el
Presidente de la República.
S. E. pregunta si se agrega que los Alcaldes pueden ser rentados,
El señor Barros Borgoño (don Luis) lo estima innecesario,
pues la frase del artículo 104 que dice, «estos cargos son concejiles^
se refiere a los Regidores y no a los Alcaldes.
El señor Guerra (don J. Guillermo) considera que debe de
cirse «podrán ser rentados en las grandes ciudades», para que no
lo puedan ser en las otras.
El señor Hidalgo (don Manuel) cree que habría conveniencia
en incluir en el inciso tercero del artículo 104 a ciudades tan impor
tículo 105, que por muy pequeñas que sean algunas comunas, no
cesitan más.
Se acordó fijar en cinco el número mínimo de regidores.
El señor Cárdenas (don Nolasco), refiriéndose al artículo 107,
recuerda a la Comisión que en el debate anterior observó que la
disposición que aparecía en el artículo 106 y que exigía figurar en
el rol de contribuyentes, para poder ser elegido regidor municipal,
era atentatoria a los derechos de los ciudadanos, ya que únicamente
para poder elegir Regidores, porque con ella se excluye a una can
tidad enorme de ciudadanos.
El señor Vicuña Fuentes (don Carlos) se manifiesta conven
cido por las razones vertidas por los señores Cárdenas e Hidalgo,
sobre todo, dice, si se toma en cuenta que esto sería entrar en una
reglamentación demasiado minuciosa, que no es propia ya de una
Constitución. Cree, por lo tanto, que la ley podrá después limitar
el uso del derecho.
S. E. dice que es una enseñanza de la historia que, cuando se
han dado derechos a los pueblos, no se les pueden quitar después.
Del mismo modo, cuando se anticipan reformas, no hay más que
esperar que suba su nivel de cultura y su preparación hasta ponerse
de acuerdo con esa reforma.
En el caso actual, se le ha dado ya al pueblo el derecho de ele
gir Municipabdades. No se lo podríamos quitar ahora sin hacer que
esta Constitución fuera antipática a la opinión pública.
El señor Barros Borgoño (don Luis) expresa que ya se ha hecho
una división política y una división administrativa del país, para
que eligen.
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, pregunta cuá
les serían las ventajas de la democracia en las comunas rurales con
este sistema, al que no se atribuye más mérito que ser democrático
por excelencia.
El señor Cárdenas (don Nolasco) confiesa que en los campos
el pueblo no
ganaría nada con tal sistema en la actualidad, pero
cree indudable que así iría perfeccionando sus hábitos cívicos el
electorado, y que al fin se obtendrían buenos resultados.
El señor Hidalgo (don Manuel) observa que cuando se crea
ron los mayores contribuyentes se pensó con eso eliminar el cohecho
(Actas 25)
—
386 —
reabrir debates sobre él porque por ambas partes se han hecho una
serie de transacciones en la intebgencia de que ciertas bases serían
mantenidas, una de ellas es la no disolución del Congreso dentro del
régimen Presidencial adoptado. Si hubiera predominado el régimen
parlamentario, entonces si que el se habría explicado la necesidad
de la válvula de escape que consiste en disolver el Congreso. Por
otra parte agrega, nada hay más destructor que la inestabilidad de
las instituciones. Si se ha querido defender la estabilidad Minis
terial, ¿es aceptable por eso implantar la inestabilidad del Congreso?
Con la misma lógica podría establecerse la inestabilidad para el
Presidente de la República. No conviene tampoco que este pueda
reducir al Congreso a la impotencia y al servilismo.
El señor Vidal Garcés (don Francisco) cree recordar que en
figuran.
Va a expbcarse.
Recuerda que cuando el Partido Socialista apareció en la vida
política de Alemania, hizo una formidable campaña contra el ré
gimen establecido; la buena organización y la cohesión de estos
elementos le permitieron llevar una no despreciable representación
al parlamento, y hubo una época en que la oposición del partido
sociabsta Alemán al Gobierno Imperial fué tan tenaz y tan enér
gica que Bismark con la cooperación de sus Ministros procedió a
disolver el Parlamento a pretexto de que la campaña de los socia-
—
3£8 —
e incrementó sus fuerzas, sino que se abó con los comunistas y anar
ARTURO ALESSANDRL
Edecio Torreblanca.
TRIGÉSIMA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
13 de julio de 1925
misión.
Se dio lectura a la primera disposición transitoria, que dice así:
«Para los efectos del art. 82, se considerará que todos los indi
viduos que hayan desempeñado los cargos de Presidentes o Vice
presidentes de la Cámara o del Senado, antes de la promulgación de
—
392 —
porque eso permitiría que las Cámaras funcionaran, sea por derecho
propio, una vez que las cabficaciones estén debidamente terminadas,
o de otra manera, por ejemplo, una vez que se haya alcanzado a ca
lificar a un número suficiente de miembros del Congreso.
El inciso tercero quedó acordado redactarlo en la siguiente for
ma:
Fundamental.
Habla en nombre del señor Vidal Garcés y en su propio nombre.
El señor Guerra (don J. Guillermo) acepta en todas sus partes
la indicación del señor Silva Cortés.
' Cree que la separación de la Iglesia y el Estado se impone; estima
que debe suprimirse el juramento en nombre de Dios, porque el ju
ramento es un acto personal que bien puede tener que realizarlo un
decerse.
Es doloroso oír declaraciones de incredulidad como las que se
han expresado y que le obligan a protestar en virtud de la fe cristia
na de la mayoría de los habitantes del territorio de nuestra Repú
bbca.
Los señores Vidal y Silva insisten en pedir que S. E. el Presi
dente de la República, que al promulgar la nueva Constitución, ex
prese esa fórmula para que se mantenga siempre en el texto cons
titucional.
El señor Hidalgo (don Manuel) hace presente a S. E. que las
clases trabajadoras tienen muy escasa representación en la Comisión
de Reformas Constitucionales y le ruega que tenga a bien aumen-
l- tarla.
—
400 —
plaza y de departamento».
No obstante esta disposición, se vio el caso de que se acusara a
un Intendente del robo de una gallina y de que se le molestara hasta
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
SESIÓN DE LA COMISIÓN CONSULTIVA DE REFORMAS
CONSTITUCIONALES
22 de julio de 1925
político.
Los conservadores no discuten -los vicios del parlamentarismo
chileno. Por el contrario los reconocen y están llanos a corregirlos
y a extirparlos, si es posible, con acuerdos prudentes y bien con
sultados.
Dentro de este concepto cree que no se lleva al país al desgo
bierno como opina el señor Subercaseaux, y, como consecuencia
lógica de este modo de pensar, los conservadores aceptan que la
responsabilidad pobtica de los Gabinetes se haga efectiva por aque-
Ua rama del Congreso a que se dé influencia pobtica, en sesión espe
cial y con quorum especial que refleje la mayoría pobtica de la Cá
mara, en términos que quien destruya lo haga para construir y quien
derriba a un Gabinete pueda dar gobierno al país.
Dentro de este mismo concepto de orden y buen gobierno
los conservadores propician la idea de que, sin despojar al parla
mento de la facultad de fijar periódicamente las contribuciones y
anualmente los gastos públicos, se le señale un plazo breve y fatal
para que se pronuncie, y para que en el caso de aplazar una u otra
ley, este aplazamiento se haga en sesión especial, y por un quorum
que refleje la mayoría parlamentaria de la rama política del Con
greso.
Aceptamos, dice el señor Vidal Garc'és, aunque sin propiciarlo,
que se
incompatibilice el
cargo de parlamentario con el de Ministro
de Estado, manifestación externa y visible de que desea
como una
rechos.
S. E. ruega, entonces, al señor Vidal Garcés, que se sbva con
cretar la reglamentación del régimen parlamentario que propone,
El señor Vidal Garcés (don Francisco) da lectura a las modi
ficaciones que proponen los conservadores a la consideración de la
comisión y que son las siguientes:
«Art. 39. Son atribuciones exclusivas de la Cámara:
2.a Fiscalizar los actos de gobierno.
Toda proposición de censura ministerial debe ser motivada.
-
412 —
que hay que cerrar un poco los ojos y entrar a discutb los princi
pios a la luz de la conciencia.
Dice que se desea un régimen parlamentario, en nombre de las
bbertades, pero cree que a los partidos que han contribuido a ener
varlas, las libertades no les importan mucho.
Recuerda que el régimen parlamentario en que predominaba
en el Congreso la mayoría constituida por la Afianza Liberal, fué
b al régimen parlamentario.
Expresa que él acepta las objeciones que se hagan referentes
a la alteración de las libertades, pero no considera aceptable que
tiva de fiscalizar.
La Constitución actual es más presidencial que la del 33 y que
la de Estados Unidos. Las limitaciones que tiene el Presidente de
la República en Estados Unidos, no aparecen en este proyecto de
Constitución, aparte que las atribuciones del Presidente están muy
limitadas por el sólo hecho de ser aquel un país Federal. En la Cons
titución del 33 el despacho de las llamadas leyes constitucionales
daba una poderosa arma al Congreso para evitar los atropellos
del Ejecutivo; y en este proyecto de Constitución se ha suprimido
esta arma efectiva. El Parlamento, según el, sería una tribuna de
oradores más o menos distinguidos, y sin ningún medio que le per
mitiera llegar siquiera a transacciones con el Ejecutivo.
Recuerda en seguida que durante el Gobierno de don Manuel
Montt, uno do los más absolutos, llegó este Presidente a firmar
su renuncia en un choque que tuvo con el Congreso; pero se begó
titución no hay ningún punto que toque esta cuestión, salvo las
Asambleas Provinciales.
Quiere terminar refiriéndose a otro aspecto del debate, inde
pendiente del problema mismo, y que es una opinión personal suya.
Si esta reunión, dice, no tiene por otreto más que discutir,
no vale la pena continuar en ella; pero si en ella se trata de llegar a
jante imposición.
Por eso cree que sería conveniente fijar el papel de esta Comi
sión.
S. E. contesta: «Ver si podemos ponernos de acuerdo acerca
del Proyecto de Constitución que vamos a someter al pueblo».
El señor García Oldini (don Fernando) cree que el medio de
zanjar esta dificultad y que la Constitución no resulte una cosa im
puesta al pueblo, es sencillo.
Bastaría con que en aquellos puntos en que no se llegase a un
Resultados
presidencial.
El señor Jorquera (don Manuel) no habla en nombre de un
tarse a los pueblos como la ropa hecha a las personas. Se cree errada
mente que dentro del régimen establecido en Estados Unidos, la
independencia teórica del Ejecutivo y del Legislativo está llevada
a la realidad mayor. Y si se mira este régimen como un ideal, nadie
(28)
—
434 —
dencial o si conviene el
régimen parlamentario. Yo sostengo que el
pioyecto en cuestión no significa el régimen presidencial; ni el ré
gimen presidencial de Estados Unidos, ni el de Argentina, ni el de
Colombia, ni otro ninguno; significa un régimen absolutamente
peeubar, adaptado a nuestras costumbres políticas, y orientado a
corregir nuestros males; es un.: terapéutica especial para Chile, no
copiada en ninguna parte Por eso, repite que los que llaman pre
sidencial al régimen que contempla el proyecto, lo están bautizando
con un nombre que no le han dado sus propios autores,
23 DE JULIO DE 1925
voto. »
«Los señores Vidal Garcés y Zañartu quieren que quede testi
monio de su opinión contraria a la proposición, sin oponerse a ella.»
el mismo que tuvo el día 10, el mismo que llevó en sus horas de des
tierro y el mismo que lo acompañó durante todo ese proceso.
Aquí, dice, encontrarán sus conciudadanos la razón de su si
lencio Consideraciones de elevada patriotismo le acon
entonces.
sejaron actitud. Tenía, además, el convencimiento de que se
esa
cumplir sus deberes, la culpa será del pueblo mismo, porque, como
se ha dicho, cada país tiene los gobernantes que merece. Justo es
rozamieuto.
Es natural que arrancando los dos de un mismo origen, tenga
reglamentada sus atribuciones sin subordinación ni predominio.
Este prudente y debido equilibrio de ambos poderes es el que
ha traducido en fórmulas precisas y concretas el proyecto en de
bate.
Las garantías individuales se mantienen y fecundan a su am
paro sin la censura ministerial.
Quiere, en seguida, examinar la proposición radical: esta pro
posición, dice, es simplemente la reacción más formidable hacia
el régimen parlamentario, no como lo teníamos antes del 5 de Sep
tiembre sino mucho más avanzado.
El daño que necesita corregir, la enfermedad que se debe
se
electorado.
Cree que esta solución sería una coronación sabia y digna de
los más elevados propósitos que hayan podido inspirar a los promo
tores de los acontecimientos del último tiempo.
Para terminar, va a citar dos párrafos de un autor de derecho
constitucional que ha citado ya S. E. y que es uno de los primeros
tratadistas del día.
Dice Mr. Duguit refiriéndose al Gobierno de los Estados Uni
dos:
'Los Ministros no son sino los Secretarios del Presidente; esca
pan completamente a la acción del Congreso; el Presidente es polí
ticamente bresponsable ; no puede ser llevado ante el Congreso,
sino en caso de impeachment, es decir, por una gestión que tiene
ante todo un carácter penal. Si nace un conflicto poh'tico entre el
Presidente y el Congreso, no hay medio legal de resolverlo; el Pre
sidente no está obligado a retirarse y no puede disolver el Congreso;
todo está detenido, el Gobierno y el Congreso no pueden hacer nada.
Como consecuencia del conflicto nacido entre el Senado y el Presi
dente Wilson, con ocasión del Tratado de Versalles, durante cerca
de un año la acción del gobierno ha estado completamente trabada,
no sólo en las relaciones exteriores, sino también en la política in
presentantes del Partido Radical. Con esto cree haber dado pruebas
de independencia de carácter. Puede equivocarse, pero siempre ha
querido colocarse donde está la razón y la justicia.
Se ha afirmado aquí por el señor García Oldini, y S. E. lo ha
repetido en estos instantes, que a raíz del 5 de Septiembre no se vio
en ninguna parte a los que boy defienden el sistema parlamentario,
mente ahora a ser los mejores amigos del Presidente por el solo
hecho de aceptar sus ideas; en cambio aquellos que lo defendieron
aparecen como enemigos. No hay tal, a pesar de tener esta dispa-
—
462 —
explicación.
S. E. repite que ha terminado.
El señor Del Real (don Pedro) él doctor Bustos no represen
ta al Partido Radical.
S. E.: se levanta la sesión.
(S. E. se retira de la sala).
El señor Barbosa (don Enrique) hace indicación para que se
nombre una Comisión que vaya a buscar al Excmo. señor Presidente
de la República, para pedirle que reabra la sesión y pueda así ter
minar sus labores la Asamblea, dando su aprobación inmediata al
proyecto de Constitución.
Sale en grupo una buena parte de los miembros de la Comi
sión a buscar al Presidente de la República a su despacho. Después
de algunos instantes vuelve S. E. a la sala y reabre la sesión,
S. E.: puede usar de la palabra el señor Barros Borgoño.
El señor Barros Borgoño (don Luis) dessaba hacer algunas
—
4Ó3 —
nismo.
No se diga que entonces callaron porque no había libertad de
y pujante como las olas, de la opinión pública, de los ideales cl^ los
pueblos que pueden acallarse un momento, pero que nunca mueren.
Porque rectifica a S. E. cuando dice que se encuentra en mi
noría, porque se ha invocado para defender el régimen parlamen
tario la opinión de tres colectividades poderosas: el Partido Comu
nista, el Partido Conservador y el Partido Radical,
Los alquimistas de la pobtica habrán podido tomar estos acuer
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
TRIGÉSIMA PRIMERA SESIü'n DE LA SUBCOMISIÓN
DE REFORMAS CONSTITUCIONALES
30 de julio de 1925
por la ley».
El señor Hidalgo (don Manuel) cree que ahora se va a pro
ducir el acuerdo unánime.
S. E.: ¿cómo se quiere suprimir este derecho de la ley para
castigar los delitos que se cometan?
El señor Hidalgo (don Manuel) no existe el delito de opinar,
S. E.: no existe el delito de opinar, pero la injuria, la calum
nia, hay que castigarlas. La provocación a la revuelta por la pren
sa, la provocación al asesinato, hay que castigarlos.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) son delitos y
hay que castigarlos.
S E. : la disposición refiere a los delitos que se cometan en
se
ley.
fe) El derecho de asociarse sin permiso previo y con fines lí
citos. »
El señor Briones Luco (don Ramón) no hay necesidad de de
cir esto.
Se dio por desechada la indicación.
El señor Secretario: indicación de los señores Galdames,
Fernández Peña y Salas Marchan para substituir el número 7.° por
el siguiente :
«La libertad de enseñanza.»
*E1 Estado, sin embargo, sé reserva el control de los estableci
mientos particulares de enseñanza, en Cuanto se refiera a la mora
lidad, higiene y educación cívica. La educación pública es atención
preferente del Estado.»
—
477 —
todo eso.
El señor Hidalgo (don Manuel) pero tiene para subvencionar
a las escuelas particulares.
Así se acordó.
Se dio por aprobada una indicación del señor don Tomás Ra
mírez,para substituir el número 7.° del inciso que dice: «la primera
enseñanza será obhgatoria» por esto otro: «la educación primaria
es obbgatoria» .
servicio.»
El señor Edwards Matte (don Guillermo) pregunta que cómo
va a ser progresivo el servicio militar, por ejemplo.
El señor Secretario: el señor Edwards Matte propone subs
tituir el mismo número 9.° por el siguiente:
«La repartición de los impuestos y contribuciones sobre ha
beres o rentas en proporción a su monto o en la progresión que fije
la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas.»
El señor Edwards Matte (don Guillermo) hace esta indi
cación porque le ha hecho fuerza una objeción que se hizo antes en
la Subcomisión. Ella se refiere a que, habiéndose establecido en un
artículo de la Constitución que la Corte Suprema podrá declarar
inconstitucionales las leyes, podría más tarde presentarse el caso
de una contribución de timbres o de patentes de almacenes, por
ejemplo, que no puede por su naturaleza ser progresiva o propor
cional, y que por no serlo, llegara a ser declarada inconstitucional
por la Corte Suprema. Y en esta forma podría burlarse la Consti
tución.
Los impuestos que pueden ser progresivos no son sino los que
recaen sobre haberes o sobre rentas.
El señor Briones Luco (don Ramón) ¿en los de timbres no
ca la ley.
El señor Edwards Matte (don Guillermo) dice esto porque
en los estudios de algunos comentaristas, como don Jorge Huneeus,
se dice que si se trata del servicio militar, todos los ciudadanos tie
nen que tomar igual participación.
S. E. : esto no es necesario porque se establece en otro artículo
indirectas.
El señor Barros Borgoño (don Luis) mejor es que dejemos
la disposición como está en el proyecto.
Así se acordó.
El señor Secretario: indicación de los señores Galdames,
Fernández Peña y Salas Marchan, para substituir en el número 10
la frase del inciso 2.° «oque se determine en el juicio correspon
diente» por «o que en el juicio correspondiente se determine».
El señor Maza (don José), Ministro de Justicia, es una cues
tión de redacción.
El señor Secretario : indicación del señor don Tomás Ramí
rez, para substituir en el número 10 la frase íinaldel inciso 2." «en
Así se acordó.
—
481 —
la población.»
S. E.: no vale la pena innovar.
El señor Cárdenas (don Nolasco) pero esto tiene su impor
tancia.
S. E.: pero hay un reglamento. Y en todo caso eso sería ma
teria de una ley.
El señor Cárdenas (don Nolasco) pero no se ha cumplido,
No quiere insistir, ya que se dice que hay un reglamento; pero esta
es una cuestión en que se presentan diariamente dificultades. Llama
abusos.»
Indicación del señor don Carlos Contreras Labarca:
*Todo individuo contra quien existiere orden de detención o
prisión por infracción de lo dispuesto en los artículos precedentes
o de las formalidades establecidas en las leve <:a que dicha orden
.
—
484 —
El resto
se dio por desechado.
ARTURO ALESSANDRI.
Fernando Alessandri R.
TRIGÉSIMA SEGUNDA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
censura Ministerial
Los acuerdos de la Cámara que importen
deberán ser motivados.
Anunciada la proposición de censura el Ministro a quien afecte
ella se refiere
o el Ministro del Interior, como jefe del Gabinete, si
a todo el Ministerio, de acuerdo con
el Presidente de la Cámara
La sesión deberá cele
fijará la sesión ordinaria en que debe votarse.
del voto.
brarse dentro de los ocho días siguientes a la proposición
Sólo por la mayoría de los Diputados en ejercicio podrá
acor
darse la censura. . ,
zar su pronunciamiento.
Art 46 El Presidente de la República podra hacer presente
en tal caso, la Cámara
la urgencia en el despacho de un Proyecto y, días.
respectiva deberá pronunciarse dentro del plazo de treinta
en todos los
La manifestación de urgencia puede repetirse
trámites constitucionales del proyecto.
Esta disposición no rige con el Proyecto
de ley de Presupuestos.
Nombrar a su voluntad a les Ministros de
Art. 72. X.° 5."
Estado y Oficiales de sus Secretarías, a los Agentes Diplomáticos,
Cónsules, Intendentes, Gobernadores y Prefectos de Policía.
El nombramiento de los Embajadores y Ministros Diplomáticos
se someterá a la aprobación de! Senado.
funciones míen-
Los Ministros de Estado permanecerán en sus
—
495 —
miembros en ejercicio. . »
Presidente de la República.»
La Comisión no aceptó estos artículos. Votaron a favor de ellos
S. E. y el señor Hidalgo.
El señor Secretario: indicación del señor don Juan F. Medel,
para substituir la fecha21de Mayo por la del 1." de Mayo, en el
artículo 56.
Se dio por desechada esta indicación.
El señor Cárdenas (don Nolasco) pregunta si no podría esta
blecerse el día 1.° de Mayo como fiesta nacional.
El señor Secretario hace presente que ya está establecido por
decreto supremo para el presente año.
Indicación de los señores Galdames, Fernández Peña y Salas
'
los antecedentes que haya reunido, a fin de que ésta adopte las pro
videncias que estime procedentes. Podrá también requerir al Mi
nisterio Público para que reclame medidas disciplinarias del Tri
bunal competente o para que, si hubiere mérito bastante, entable
la correspondiente acusación.»
Se dio por desechada esta indicación.
A indicación del señor Maza se acordó cambiar en el mismo
número 4.° del artículo 72, la frase «para que declare que no han
tenido buen comportamiento» por esta otra: «para que declare su
mal comportamiento».
El señor Secretario : da lectura a una indicación del señor
don Ricardo Salas Edwards para substituir en el inciso 2." de la atri
bución quinta del artículo 72 por el siguiente:
«El nombramiento de los Embajadores y Ministros Diplomá
ticos se someterá a la aprobación del Senado; pero éstos y los demás
funcionarios señalados en el presente número, no podrán mantenerse
en sus puestos si no cuentan con la confianza del Presidente de la
República.»
El señor Secretario da también lectura a una indicación pre
sentada por algunos miembros del Partido Radical sobre el mismo
artículo y número anterior que d es:
—
507 —
propios Embajadores.
El señor Hidalgo (don Manuel) cree que la influencia que pue
den tener estos Embajadores ante los grandes países, sólo por tener
el título de tales, es engañosa, y como la que pudiera ejercer una
persona modestísima vestida de frac, por el sólo hecho de cambiar
de indumentaria, en comparación a la que en realidad ejerce un
personaje acaudalado y de alta situación, aunque lleve un modesto
vestón.
S. E. : observa que dentro del protocolo y de las prácticas admi
nistrativas noes considerado un Ministro Diplomático como un
ARTURO ALESSANDRI.
Edecio Torreblanca.
TRIGÉSIMA TERCERA SESIÓN DE LA SUBCOMISIÓN DE
REFORMAS CONSTITUCIONALES
3 DE AGOSTO DE 1925
Cámaras. »
«Ese Tribunal procederá como jurado en la apreciación de los
hechos y en los demás, fallará con arreglo a dereeho.»
=Sus miembros serán siete y se elegirán por sorteo, cada tres
años, con anterioridad a las elecciones generales de Diputados y
Senadores, entre las siguientes personas: dos, entre los individuos
que hayan desempeñado los cargos de Presidente o Vicepresidente
de la Cámara por más de un año.
Dos, entre los individuos que hayan desempeñado los cargos
de Presidente o Vicepresidente del Senado por igual período;
Dos, entre los individuos que desempeñen o hayan desempe
ñado los cargos de Ministro de la Corte Suprema, y
—
516 —
currir a la justicia.
El señor Secretario: no puede hacerlo porque ésta es y se
jar el artículo tal como está y que sea la ley a que el mismo artículo
se refiere la que organice estos Tribunales, precisando sus atribu
ciones.
Por asentimiento tácito se dio por rechazada la indicación del
señor Allende y se aceptó la propuesta por el señor secretario
S.E. propone que en el artículo 89 inciso 2.°, se pongan «ser
vicios fiscales» en lugar de '«servicios públicos;, tal como lo propo
ne una indicación del señor don Nicasio Retamales, a fin de que no
que cada subdelegación calzara con una sola comuna. Se daría así
mayor importancia a los distritos y se hermanaría la subdivisión
política del territorio con la subdivisión administrativa.
Ha consultado esta proposición con los funcionarios de! Minis
terio del Interior, y se le ha dicho que, lejos de presentar inconve
nientes, esta medida traería no pocas ventajas; la capital de la sub
delegación correspondería a la de la comuna y en cada comuna
no habría sino un jefe político.
nas.»
En
todo caso, la fiscalización de los servicios corresponderá
al Intendente respectivo y la vigilancia superior de ellos al Presidente
de la República.»
El señor Edwards Matte (don Guillermo) con esta indica
ción no se deja ninguna atribución a las Asambleas Provinciales.
ARTURO ALESSANDRI.
Fernando Alessandri R.
APÉNDICE
H4|
PRIMERA PRUEBA
DEL
PROYECTO DE REFORMA
DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CONSTITUCIÓN
FUÉ EL RESULTADO DE LA LABOR REALIZADA
DE LA
Y SIRVIÓ DE BASE
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CAPÍTULO I
GOBIERNO T SOBERANÍA
tución.
(Igual al 3 actual),
CAPÍTULO II
NACIONALIDAD y ciudadanía
CAPÍTULO III
garantías constitucionales
CAPÍTULO IV
CONGRESO NACIONAL
a ser artículosnuevos).
—
542 —
CÁMARA
Art. 39. La Cámara compone de miembros elegidos por los
se
(35)
—
546 —
7." Establecer
o modificar la división política o administrativa
'
sentes.
(Corresponde al artículo 41).
Art. 56. Si las dos ramas del Congreso aprobaren las obser
vaciones hechas por el Presidente de la República, el proyecto ten
drá fuerza de ley y se devolverá al Presidente para su promulgación.
Si las dos ramas del Congreso no aceptaren todas o algunas
de las observaciones del Presidente de la República e insistieren
por los dos tercios de sus miembros presentes, en la totalidad o
parte del proyecto aprobado por ellas, se devolverá al Presidente
para su promulgación.
(Corresponde al artículo 36).
CAPITULO V
PRESIDENTE de la república
8.a Destituir
a los empleados de su designación, por inepti
tud, u otro motivo que haga inútil o perjudicial su servicio; pero,
MINISTROS DE ESTADO
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
poder judicial
Art. 89. En los lugares que indiquen las leyes, habrá Tribuna
les Administrativos para amparar a las personas contra las ordenan
zas o disposiciones arbitrarias de las autoridades políticas o admi
CAPITULO VIII
INTENDENTES
GOBERNADORES
blica.
(Igual al artículo 109).
SUBDELEGADOS
INSPECTORES
Art. 95. Los distritos son regidos por un Inspector, bajo las
órdenes del Subdelegado quien los nombrará y removerá, previa
cuenta motivada al Gobernador.
(Corresponde al artículo 112).
CAPÍTULO IX
ADMINISTRACIÓN PROVINCIAL
ADMINISTRACIÓN COMUNAL
DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA
CAPÍTULO X
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
(Corresponde al 157).
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera:
Para los efectos del artículo 82, se considerará que todos los
individuos que hayan desempeñado los cargos de Presidentes o
Vicepresidentes de la Cámara o del Senado, antes de la promulga
ción de esta reforma de la Constitución, tienen el año de perma
nencia en el cargo que ese artículo exige.
Segunda:
años, y los dos que sólo tendrán un período de tres años, a fin de
regularizar la renovación del Senado por mitades.
La proclamación del nuevo Presidente de la República, o su
elección, en caso de que ningún ciudadano obtenga en las urnas
la mayoría necesaria, será hecha por
Tercera:
Congreso en funciones.
■
Cuarta:
Quinta:
DEL
PROYECTO DE REFORMA
DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CAPITULO I
GOBIERNO Y SOBERANÍA
ción.
(Igual al 3 actual),
CAPÍTULO II
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA
dad anterior, y
4.° Los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por
ley.
Los nacionalizados tendrán opción a cargos públicos de elec
ción popular sólo después de cinco años de estar en posesión de sus
cartas de nacionabzación.
La ley reglamentará los procedimientos para la opción entre
la nacionalidad chilena y una extranjera; para el otorgamiento
la negativa y la cancelación de las cartas de nacionabzación, y para
la formación de un Registro de todos estos actos.
(Corresponde al artículo 5 actual).
. Las
incripciones serán continuas y sólo se suspenderán en los
plazos que la ley fije.
(Corresponde al 7 actual).
flexivamente; y
2.° Por hallarse procesado el ciudadano como reo de delito
que merezca pena aflictiva.
(Corresponde al artículo 8 actual).
Art. 9. Se pierde la calidad de ciudadano activo con derecho
de sufragio :
1.° Por haber perdido la nacionabdad chilena, y
2.° Por condena a pena aflictiva. Los que hubieren perdido
la calidad de ciudadano en virtud de este número, podrán solicitar
rehabilitación del Senado.
(Corresponde al artículo 9 actual).
CAPÍTULO III
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
(Corresponde al inciso 3.° del N.° 6.° del actual artículo 10).
(Corresponde al inciso 4.° del N.° 6.° del actual artículo 10).
recae el juicio.
(Igual al artículo 124).
rrija.
(Corresponde al artículo 134).
CAPÍTULO IV
CONGRESO nacional
plidos.
(Corresponde a los artículos 19 y 26 actuales).
tibles también con todo empleo público retribuido y con toda fun
CÁMARA DE DIPUTADOS
a) Del Presidente de la
República, por actos de su adminis
tración en haya comprometido gravemente el honor o la segu
que
ridad del Estado, o infringido abiertamente la Constitución o las
leyes. Esta acusación sólo podrá interponerse en el año inmediato
después de concluido el término de su presidencia. Durante este
—
580 -=
ésta, de su Presidente:
c) De los Magistrados de los Tribunales Superiores de Jus
ticia, por notable abandono de sus deberes:
d) De los generales de un ejército o armada, por haber com
prometido gravemente la seguridad o el honor de la Nación, y
e) De los Intendentes y Gobernadores, por los delitos de trai
ción, sedición, infracción de la Constitución, malversación de fondos
públicos y concusión.
En todos estos casos, la Cámara declarará si ha o no lugar
la acusación, previa audiencia del inculpado e informe de una co
misión de cinco Diputados elegidos a la suerte. Si resultare la afir
mativa, nombrará tres Diputados que la formalicen y prosigan
ante el Senado. Si el inculpado no asistiere a la sesión a que se le
cite, o no enviare defensa escrita, podrá la Cámara renovar la cita
ción o proceder sin ella.
Desde el momento en que la Cámara declare que ha lugar la
acusación, el acusado quedará suspendido de sus funciones. La
suspensión cesará si el Senado desestimare la acusación o si no se
pronunciare dentro de los treinta días siguientes, y
(Corresponde a la 2.a del artículo 29 y refunde los artículos
74, 83 a 92).
2.a Fiscalizar los actos del Gobierno. Para ejercer esta atri
bución, la Cámara puede, con el voto de la mayoría de los Dipu
tados presentes, adoptar acuerdos o sugerir observaciones que se
trasmitirán por escrito al Presidente de la República. Los acuerdos
u observaciones no afectarán la responsabilidad política de los Mi
SENADO
lo requiera.
Si el Senado no se pronunciare dentro de treinta días, después
de pedida la urgencia por el Presidente de la Repúbbca, se tendrá
por otorgado su acuerdo, y
(La 4.a del artículo 30).
1."
Imponer contribuciones de cualesquiera clase o naturaleza,
suprimir las existentes, señalar en caso necesario su repartimiento
entre las provincias o comunas, y determinar su proporcionalidad
o progresión ;
(Corresponde al N.° 1.° del artículo 28 actual).
años;
(Número nuevo),
4.°
Fijar anualmente los gastos de la administración pública
y aprobar en la misma ley el cálculo de entradas. La ley de Presu
puestos no podrá alterar los gastos o contribuciones acordados en •
leyes generales o especiales. Sólo los gastos variables pueden ser
modificados por ella; pero la iniciativa para su aumento o para
alterar el cálculo de entradas corresponde exclusivamente al Pre
sidente de la Repúbbca. El proyecto de ley de Presupuestos debe
ser presentado al Congreso con seis meses de anterioridad a la fecha
de la República;
(Corresponde al N.° 2.a del artículo 28 actual).
la Corte Suprema.
(Corresponde al N.° 12 del artículo 28 actual),
-
585 —
promulgación.
Si las dos Cámaras no aceptaren todas o algunas de las obser
vaciones e insistieren por los dos tercios de sus miembros presentes
en la totalidad o parte del proyecto aprobado por ellas, se devolverá
al Presidente para promulgación.
su
CAPITULO V
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Art. 64. Las dos ramas del Congreso, reunidas en sesión pú-
bbea, cincuenta días después de la votación, con asistencia de la
mayoría del total de sus miembros y bajo la dirección del Presi
dente del Senado, tomarán conocimiento del escrutinio general
practicado por el Tribunal Calificador, y procederán a proclamar
Presidente de la Repúbbca al ciudadano que hubiere obtenido más
de la mitad de los sufragios válidamente emitidos.
Si del escrutinio no resultare esa mayoría, el Congreso Pleno
elegbá entre los ciudadanos que hubieren obtenido las dos más altas
mayorías relativas; pero, si dos o más ciudadanos hubieren obtenido
en empate la más alta mayoría relativa, la elección se hará sólo
entre ellos.
Si en el día señalado en este artículo no se reuniere la mayoría
del total de los miembros del Congreso, la sesión se verificará al
día siguiente con los Diputados y Senadores que alistan.
(Corresponde a los artículos 55 al 62).
ten los seis años que debe durar el ejercicio de sus funciones, y le
sucederá el nuevamente electo.
(Corresponde al artículo 68).
glo a lasleyes;
(Corresponde a la atribución 11.a del artículo 73).
15. s
Mantener las relaciones pobticas
con las potencias ex
MINISTROS DE ESTADO
(Corresponde al 76),
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
PODER JUDICIAL
República.
Sólo en vbtud de una ley podrá hacerse innovación en las atribu
ciones de los Tribunales o en el número de sus individuos,
(Corresponde al artículo 105, agregándose como inciso 2.°
el artículo 100).
cedentes.
El Juez Letrado más antiguo de asiento de Corte o del Juez
Letrado más antiguo del cargo inmediatamente [inferior al que se
trate de proveer, ocuparán, respectivamente, un lugar de la terna
correspondiente. Los otros dos lugares se llenarán por voto acu
mulativo en atención al mérito de los candidatos.
(Corresponde a la atribución 2.a del artículo 95).
(Corresponde al 101),
ante otro Tribunal, podrá declarar inaplicable, para ese caso, cual-
—
596 —
(Artículo nuevo).
CAPITULO VIII
INTENDENTES
partamento en ■
cuya capital resida.
Los Gobernadores son nombrados por el Presidente de la Re-
—
597 —
SUBDELEGADOS
INSPECTORES
Art. 92. Los distritos son regidos por un Inspector, bajo las
órdenes del Subdelegado, quien lo nombrará y removerá, previa
cuenta motivada al Gobernador.
(Corresponde al artículo 112).
CAPÍTULO XI
ADMINISTRACIÓN PROVINCIAL
blea.
ADMINISTRACIÓN COMUNAL
DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA
CAPÍTULO X
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
(Corresponde al 157).
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera:
Segunda:
Tercera :
Cuarta:
Quinta:
Sexta:
Séptima:
Octava:
Novena:
Para los efectos del artículo 79, se considerará que todos los
individuos que hayan desempeñado los cargos de Presidentes o
Vicepresidentes de la Cámara o del Senado, antes de la promul
gación de esta reforma de la Constitución, tienen el año de perma
nencia en el cargo que ese artículo exige.
Décima:
DE REFORMA
DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LA
REPÚBLICA DE CHILE
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA
lidad, anterior, y
4." Los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por
ley.
Los nacionalizados tendrán opción a cargos púbbcos de elec
ción popular sólo después de cinco años de estar en posesión de sus
cartas de nacionalización.
La ley reglamentará los procedimientos para la opción entre
la nacionalidad chilena y una extranjera; para el otorgamiento.
la negativa y la cancelación de las cartas de nacionalización, y para
la formación de un Registro de todos estos actos.
(Corresponde al artículo 5.° actual).
CAPÍTULO III
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
quier culto, tendrán los derechos que otorgan y reconocen, con res
pecto a los bienes, las leyes actualmente en vigor; pero quedarán
sometidas, dentro de las garantías de esta Constitución, al derecho
común para el ejercicio del dominio de sus bienes futuros.
Los templos y sus dependencias, destinados al servicio de un
culto, estarán exentos de contribuciones;
(Corresponde al actual artículo 4.°)
¡ (Corresponde al inciso 3.° del N.° 6.° del actual artículo 10).
6.° El derecho de
presentar peticiones a la autoridad constituida,
sobre cualquier asunto de interés
púbbco o privado, sin otra limi
tación que la de proceder en términos respetuosos y convenientes;
(Corresponde al inciso 4.° del N.° 6.° del actual artículo 10).
7° La bbertad de enseñanza.
La educación púbbca es una atención preferente del Estado.
La educación primaria es obligatoria.
Habrá una Superintendencia de educación pública, a cuyo cargo
estará la inspección de la enseñanza nacional y su dirección, bajo
la autoridad del Gobierno;
(Corresponde al inciso 5.° del N.° 6.° del actual artículo 10
y a los actuales artículos 144 y 145, refundidos).
la ley,
puede ser allanada por un motivo especial determinado por
y en virtud de orden
de autoridad competente;
(Corresponde al actual artículo 137).
su territorio, a condición
salir de
blica, trasladarse de uno a otro o
juicio de tercero; sin que nadie pueda ser detenido, procesado, preso
o desterrado, sino' en la forma determinada por las leyes,
Art. 13. Nadie puede ser detenido sino por orden de funcio
nario público expresamente facultado por la ley y después de que
dicha orden le sea intimada en forma legal, a menos de ser sor
prendido en delito flagrante y, en este caso, para el único objeto
de ser conducido ante juez competente.
(Corresponde a los actuales artículos 126 y 127, refundidos
conforme al artículo 275 del C. P. P.)
pado a que declare bajo juramento sobre hecho propio, así como
tampoco a sus ascendientes, descendientes, cónyuge y parientes
hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad in
clusives.
No podrá apbcarse tormento, ni imponerse, en caso alguno,
la pena de confiscación de bienes, sin perjuicio del comiso en los
casos establecidos por las leyes.
CAPÍTULO IV
CONGRESO NACIONAL
CÁMARA DE DIPUTADOS
2.a Fiscalizar los actos del Gobierno. Para ejercer esta atri
bución, la Cámara puede, con el voto de la mayoría de los Dipu
tados presentes, adoptar acuerdos o sugerb observaciones que se
trasmitirán por escrito al Presidente de la República. Los acuerdos
u observaciones no afectarán la responsabilidad política de los Mi
SENADO
5.° Crear
o suprimb empleos púbbcos; determinar o modificar
promulgación.
Si las dos Cámaras desecharen todas o algunas de las observa
ciones e insistieren por los dos tercios de sus miembros presentes,
en la totabdad o parte del proyecto aprobado por ellas, se devol
CAPÍTULO V
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
entre ellos.
Si en el día señalado en este artículo no se reuniere la mayoría
del total de los miembros del Congreso, la sesión se verificará al día
siguiente con los Diputados y Senadores que asistan,
(Corresponde a los actuales artículos 55 al 62),
ten los seis años que debe durar el ejercicio de sus funciones, y le
sucederá el recientemente elegido.
[Corresponde al actual artículo 68),
MINISTROS DE ESTADO
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
PODER JUDICIAL
cedentes.
El Juez Letrado más antiguo de asiento de Corte o el Juez
Letrado más antiguo del cargo inmediatamente inferior al que se
trate de proveer, ocuparán, respectivamente, un lugar de la terna
correspondiente. Los otros dos lugares se llenarán en atención al
mérito de los candidatos.
(Corresponde a la 2.a atribución del actual artículo 95).
CAPÍTULO VIII
INTENDENTES
GOBERNADORES
SUBDELEGADOS
INSPECTORES
Art. 92. Los distritos son regidos por un I>tnp<cti>r, bajo las
órdenes del Subdelegado, quien lo nombrará y removerá, previa
cuenta motivada al Gobernador.
(Corresponde al actual artículo 112).
CAPÍTULO IX
ADMINISTRACIÓN PROVINCIAL
ADMINISTRACIÓN COMUNAL
DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA
CAPÍTULO X
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
tro del término de treinta días, los puntos en desacuerdo, por medio
de un plebiscito. El proyecto que se apruebe en el plebiscito se pro
mulgará como reforma constitucional.
(Corresponde al actual artículo 157).
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Primera:
Segunda:
Tercera:
Cuarta:
Quinta:
Sexta:
Séptima:
Octava:
Novena:
ARTURO ALESSANDRI,
Presidente de la República
José S. Salas,
FORMULA DISIDENTE
Arts. de la Arts. de la
Constitución Reforma
Art. 1
Art. 2
Art. 10 N.» 2."
Art. 5
Art. 6
Art. 7
Art. 8
N.» 1."
N." 2."
N.° 3."
Art. 10
1.». .
N.° 1."
N.° 8."
N.° 9.»
N.» 15
N.° 10
6.° incisos 1.° y 2.° N.° 4.»
N." 5.»
N." 6."
N.° 7."
».•!.■
Art. 24
Art 32
Art. 33
Art. 34
Art. 37
Art. 38
Art. 27
Art. 20
Art. 21 Arts. 28 a 33
1.° Se suprime
2." Art. 28 N.» 3."
3." Art. 28 N." 2.'
4.° Art. 28 N.° 4.'
5." Art. 5
Art. 22 Art. 40
Arts. 23 y 24 Art. 41
Art. 25 Art. 36
Art. 26 Art. 27
Art. 27 Art. 43
1.' Art. 43-1."
2.' Art. 44; N.» 12."
3.' Art. 43-2.'
4.- Art. 43-3.'
5.' Art. 70
6.' Art. 44; N." 13
Art. 28 Art. 44
1.° Art. 44; N.° 1."
2.° Art. 44; N.» 4.-
3." Art. 44; N.» 9."
4." Art. 44; N." 2."
5." Art. 44; N.- 7."
6." Art. 44; N.» 8.»
7.» Art. 44; N.' 10
8.° Suprimido
9.» Art. 44; N.° 11
10 Art. 44; N.» 5."
11 Art. 44; N." 14
12 Art. 44; N." 15
Art. 29 Art. 39
1.' Art. 26
2.' Art. 39; N." 1.»
Art. 30 Art. 42
1.' Art. 26
2.' Art. 42; N.» 1.°
3.a Suprimida
4.* Art. 42; N.» 6."
Art. 31 Art. 45
Art. 32 Art. 48
Art. 33 Art. 47
Art. 34 Art. 52
Art. 35 Art. 53
Art. 36 Art. 54
55
Art. 40 ^J**-
Art.
Art. 41
A14- 60
Art'. 42.'.'.'.'.'.'.
Art. 56
Art. 43
Art. 57
Art. 44
Art. 58
Art. 45
Art. 46 Suprimido
Art- 59
Art" 47
Arts. 48 y 49 Suprimidos
Ar'- 60
Art. 50
Art. 61
Art. 51
Art. 62
Arts. 52 y 53
Art. 63
Art. 54
Art. 64
Arts. 55 62.. ai
Art. 63 „ ^.f
Suprimido
Art. 64
Art-
Arts. 65 'y 66
Ar-67
^
Art. 67
Art'
Art. 68
Art.
f.
Art.
kÁ.m.'.'.'.'.'.'.'.'.'.\ Suprimido
Ar'-
Art. 71
Art. 71
I0,
Art. 72.
Art. 72
Art 73
1. Art. 72; N.° 1.'
Art. 72; N.° 2."
2.-
3.» Art. 72; N.° 4."
4.- y 5/ Art. 72; N.° 3.-
6.- Art. 72; X.» 5."
7 Art. 72; N.» f
o Y ' '
Suprimido
„'.' Art. 72; N.» 7.»
10 Art. 72; N.° 8."
°
n Art. 72 N 5."
12.,..\\ '
Art. 72; N." 10
, o' 14 Suprimidos
,= Art. 72; N.» 12
Art. 72; N.° 13
,7"" Art. 72; N."
18"" Art. 72; N.° 16
Art. 72; N." 16
19
on"" Art. 72; N.° 17
21
Art. 74
Art. 76
'
Art. 77.;
Art. S2
7."
8."
Arts. 96' a 98 Suprimidos
Art. 99 Art. 80
Chile;
4.° Que el Presidente de la República estima y cree que en ese
proyecto se consignan y contemplan todas las disposiciones reque
ARTURO ALESSANDRI.
ha sido una obra de salración naeional. Elpaís debe saber que seremos
los más decididos cooperadores de esta nueva era de regeneración
.
la mayoría libre del país, para que, velada por nuestras espadas y
dbigida por su Presidente Constitucional, reorganice a Chile, rea
lizando. las promesas de nuestro manifiesto del 11 de Septiembre».
En consecuencia, el movimiento del 23 de Enero fué para re
conquistar el sentido inicial del 5 de Septiembre, o sea para dar
al país una carta Fundamental que corresponda a las aspbaciones
nacionales.
«Creada la nueva Constitución, dice el Manifiesto del 11 de
Septiembre, ka de procederse a la elección de poderes públicos, sobre
registros hechos por inscripción amplia y libre. Constituidos estos
poderes, habrá terminado nuestra misión.»
Se llamó el 23 de Enero al Presidente Constitucional de Chile
precisamente para esto, es decir, «para dar al país una Carta Funda
mental que corresponda a las aspbaciones nacionales» y para que,
una vez dictado ese Código Fundamental, se proceda, en conformi
partidos políticos y fuerzas vivas del país, celebró una sesión, pre
sidida por el Presidente de la República, el 16 de Abril.
—
663 —
un camino expedito para elegir los poderes públicos que ella deter
mine.
Cábeme pedir tranquilidad a la opinión pública. Es preciso
no olvidar que la revolución no ha concluido todavía. El orden se
Arturo Alessandri.
MANIFIESTO
doro Yáñez, presidente del Partido Liberal; por don Enrique Oyar
zún, presidente del Partido Radical; por don Claudio Vicuña, pre
sidente del Partido Liberal Democrático Aliancista, y por don No-
lasco Cárdenas, presidente del Partido Demócrata, que decía así:
'Nuevo movimiento militar fué efectuado sobre base de su regreso
para terminar período constitucional y realizar manifiesto anee de
Septiembre, cuyas condiciones son aceptadas por instituciones mili
tares, partidos políticos y opinión popular. Nombre partidos que apo
yaron su Gobierno, rogamos manifestar aceptación y anunciar inme
diatamente regreso. Situación enteramente favorable».
8." Que, por otra parte, los señores don Carlos Vicuña Fuentes,
don Manuel Hidalgo, don Carlos Alberto Martínez, don Pedro
León Loyola y el señor Moyano, a nombre de numerosos centros
y colectividades obreras, también por telégrafo me decían: «Comité
Nacional Obrero, formado Federación Obrera Chile, Federación
y Comité Ferroviarios, Unión Empleados Chile, Partido Co
munista, Unión Metalúrgica y catorce organizaciones han adherido
plenamente nuevo Gobierno y ruegan querido Presidente Alessandri
vuelva inmediatamente asumir cargo, único medio mantener paz
pública y salvar al país. Momento es gravedad trascendental, único
en historia Chile. Ud. no puede abandonarnos».
se desorientan en el camino.
La guerra del 79 terminó con el tratado de Ancón y se liquidó
definitivamente con el Protocolo de Washington; la guerra civü del
91 terminó con las batallas de Concón y Placilla, seguidas de la
implantación del parlamentarismo desbordante, sin freno ni medida.
Las revoluciones del 5 de Septiembre y del 23 de Enero terminarán,
quedarán liquidadas sólo cuando se dicte la Carta Fundamental
que suprima y mate el régimen parlamentario que las motivó y
una vez que se elijan los nuevos poderes públicos, en conformidad
finalidades
La primera Junta de Gobierno se apartó de las
del movimiento del 5 de Septiembre, provocándose así el segundo
del rumbo
estallido. Si el Presidente de la República se apartara
trazado; si no se diera al país la Carta Fundamental que apareció
en los días inmediatos a
como una aspiración nacional unánime
las mismas
las revoluciones, ¿no es justificado y posible temer que
causas produzcan iguales efectos, cuando la situación no está aún
consolidada ni definitivamente restablecida la normalidad?
otro sentido las palabras tan Iealmente
¿Por qué interpretar en
Constituyente.
No hacemos siempre lo que deseamos sino lo que podemos;
y en esta virtud hube de modifican
mi resolución en el sentido de
someter la nueva Carta Fundamental al pronunciamiento dkecto
del pueblo, mediante una consulta plebiscitaria.
La mayoría de los dirigentes de los partidos, que frecuenta-
mente han hablado conmigo, han concordado con mi manera de
(43)
—
674 —
de la Constituyente.
Las palabras del señor vicepresidente del Partido Radical,
que aparecía como de acuerdo con otros partidos, me hicieron creer
en la conveniencia de que, en momentos de tan inusitada gravedad
nacional, era necesario que cada cual asumiera la responsabilidad
de sus opiniones haciendo concordar lo que se sostiene privadamente
con aquello que se dice en público, sistema de desdoblamiento que.
ses políticos. Existen en este caso las mismas razones aducidas para
no permitir a la Cámara de Diputados la postergación de la ley
de presupuestos.
Iguales razones militan para impedir que la Cámara de Dipu
tados autorice periódicamente la existencia de las fuerzas de mar
y tierra. Ellas representan un servicio esencial de inmensa imp'or-
—
680 —
Son estas también las razones que existen para impedir que
la Cámara de Diputados, facultada para fijar anualmente las fuer
zas de mar y tierra, pueda colocar al Ejecutivo, por razones parti
para que sepa cumplir su misión, para que sepa honrar su puesto,
rindiendo tributo y acatamiento al Código Fundamental de la Na
ción, para cuyo cumplimiento y respeto lo eligió.
No hay que olvidar que si el Congreso es elegido por el pueblo,
lo es igualmente el Presidente de la República; si el Congreso es
delegatario de la soberanía nacional, el Presidente de la República
lo es también y no existe razón alguna para que, poderes que arran
can de un origen común, deban estar subordinados el uno al otro.
legítimo de su soberanía.
en ejercicio
Cumplo con mi deber señalando honradamente la doctrina
que estimo de salvación nacional. Libres son mis conciudadanos
de seguir la vía que nos llevará de nuevo al desastre y a la heca
tombe o de tomar la que, a mi juicio, conduce a la salvación y feli
cidad de la Repúbbca.
ARTURO ALESSANDRI.
Versión oficial de la Conferencia dxtada por S. E. el Presidente
Señoras, señores:
CAPITULO I
diz, el año 1812, y que tenía dos particularidades: dividía, por pri
mera vez, el Congreso en dos ramas: Cámara de Diputados y Senado
CAPÍTULO II
LA CONSTITUCIÓN DE 1833
lamentario.
(44)
—
690 —
brión de parlamentarismo.
Quiero aducir una serie de antecedentes que llevarán al ánimo
de mis oyentes el convencimiento que jamás los intérpretes que apli
caron la Constitución en sus primeros años de vigencia, pensaron
vado el debate con gran acritud y calor por parte del Ministerio,
El propio Ministro de Justicia, el culto y caballeroso don Manuel
Antonio Tocornal, refiriéndose á la prensa de oposición, la llamó
'prensa mentirosa, vilmente mentirosa, atrozmente mentirosa»,
porque pretendía «hacer aparecer al Gobierno en entredicho con la
Cámara». Esto revela las proporciones pasionales que había tomado
el debate y cómo el Gabinete había ligado a él su suerte. Ello no
obstante, el 9 de Julio la proposición de García Reyes fué desechada
por 22 votos contra 15.
La Cámara negó así su confianza al Gabinete en un asunto
que le apasionaba e interesaba. El Gabinete no creyó que debía dimi
tir por aquello y a nadie tampoco se le ocurrió sostener tal tesis,
que en aquellos tiempos hubiera sido considerada temeraria, ya
que los Ministros no habían perdido por eso la confianza del Presi
dente de la República.
Pocos días después fué nuevamente derrotado el Gabinete en
un proyecto de ley sobre facultades extraordinarias y continuó
inalterable en su puesto, sin sentirse afectado por el voto parlamen-
tario.
Enseguida surgió un nuevo conflicto que nos da nueva luz
en ordena la interpretación constitucional que venimos sosteniendo.
CAPITULO III
El reinado de Jorge III, que duró desde 1760 hasta 1820, fue
agitado por la más ardiente y encarnizada lucha entre la tendencia
que reclamaba las atribuciones monárquicas contra los esforzados
sostenedores de la prepotencia parlamentaria. La opinión se exaltó
y en los ardores de la agitación se vio por primera vez estrechamente
unidos a los partidos antagónicos, whigs y tories, formando así
una estrecha coalición.
chos de la tradición.
El poder electoral, fuerte, sólido, soberano, se impone necesa
gimen parlamentario.
Redslob, eminente tratadista de Derecho Público de la Univer-
—
698 —
mentan cada día. No existe más que una organización del Estado
que tiene subyugado y sometido al otro poder, que queda convertido
en simple instrumento. Es la dictadura parlamentaria.»
CAPITULO IV
Duguit, dice :
«La responsabilidad ministerial establecida por la ley de 1875,
a virtud de la cual cada Ministro responde ante la Cámara de todo
acto administrativo, da margen para que la Cámara pueda inmis
cuirse en los detalles de la administración con grave detrimento
de los intereses de los administrados. Es la política infestando los
dominios de la Administración..'
En LA PÁGINA 14 AGREGA :
«Tres reproches graves pueden hacerse al régimen actual, a
saber:
1.° Mala organización Ministerial;
2." Deplorable método de trabajo legislativo, y
3." Confusión y absorción de todos los poderes por y en el
Parlamento.
—
708 —
Y EN LA PÁGINA 36 añade:
«El mantenimiento del régimen parlamentario aparece para
ciertos grupos de políticos como una necesidad superior a la de
fensa misma de la patria.»
Por otra parte, Emilio Faguet, en su obra «Problemas Polí
ticos», dice en la página 282:
«La aristocracia privilegiada del antiguo régimen: nobleza y
_
709 —
tiembre en Chile.
Es grave error pretender para nosotros el régimen parlamen
tario inglés, plasmado a través de siglos de luchas, de esfuerzos.
de triunfos y caídas y posible en un pueblo de diversa psicología,
de raza distinta a la nuestra y perfectamente orientada dentro de
ciertos principios metódicos de orden y disciplina, de los cuales
carecemos los pueblos de raza latina. Y, es por eso que el régimen
CAPITULO V
sables.
Como se ve, la nueva. Constitución concede algunas atribucio
nes al Presidente de. la República para que administre con entera
independencia y bajo su responsabilidad, garantizando los derechos
de todos los ciudadanos; pero sometido a acusación cómodos Minis
tros. Por otra parte, se le cercenan muchas de sus facultades, man
teniéndole a la Cámara de Diptados las de fiscalizar y de intervenir
en la confección. de las leyes. Se trata sólo de levantar una muralla
'
CAPÍTULO VI
OTRAS REFORMAS . .
social.
Finalmente, en el derecho de propiedad ha habido también una
innovación trascendental.
La nueva Constitución garantiza «la inviolabilidad de todas
las propiedades, sin distinción alguna».
«Nadie puede ser privado de la de su dominio, ni de una parte
de ella, o del derecho que a ella tuviere, sino en virtud de sentencia
judicial y de expropiación por razón de utilidad pública, calificada
por una ley. En este caso se dará previamente al dueño la indemni
zación que se ajuste con él o que se determine en el juicio correspon
diente.»
Sin embargo, este principio es muy rígido para la época actual.
La Humanidad ha caminado mucho en materia de relaciones socia
les entre los hombres y ha llegado a establecer que la propiedad tiene
deberes que cumplir para con la sociedad;que su origen y su fin
es la sociedad. Por eso, adaptando nuestra Constitución a este prin
cipio básico y fundamental de la sociedad moderna, se ha determi
nado que «el ejercicio del derecho de propiedad está sometido a
las bmitaciones o reglas que exijan el mantenimiento y el progreso
del orden social, y, en tal sentido, podrá la ley imponerle obbgacio-
nes o servidumbres de utibdad pública en favor de los intereses
esta organización * .
gobierno.
La calificación de las elecciones de los Senadores y Diputados
no será ya más la presa de los intereses políticos: se establece un tri
bunal de derecho para resolver y calificar las elecciones. En la misma
forma la elección de Presidente de la República será calificada por
un tribunal de derecho.
titucional.
Permitidme, señores, una última palabra en este punto. Los
ARTURO ALESSANDRI.
DECRETOS SUPREMOS
tituyente,
Decreto :
He acordado y Decreto :
Armando JaramiÜo V.
Núm. 3,543. Santiago, 17 de Julio de 1925.
He acordado y Decreto:
Intégrese la Comisión Consultiva designada por decretos nú
meros 1,422 y 1,784, de 7 y 22 de Abril último,
respectivamente,
con las siguientes personas;:
He acordado y decreto:
Págs.
Nota ¡
Págs.
5.» Sesión de la Subcomisión de Reformas Constitucionales 66
10. •■
Sesión de la Subcomisión de Reformas Constitucionales 121
Págs.
Libertad de enseñanza 139
Libertad de prensa 141
Libertad de palabra .• 141
Abolición de la pena de muerte 143
Composición del Congreso Nacional 144
Elección del Congreso Nacional 1 44
Inviolabilidad parlamentaria 149
Fuero parlamentario 149
Elección presidencial 151
Elección municipal 152
'
-
Págs.
Renuncia del Presidente de la República .,.....,.. 186
Leyes excepcionales : 186
Restricción de las libertades individuales ..;.... 186
Contribuciones , 189
Presupuestos 189
Fuerzas de mar y tierra 189
Responsabilidad financiera del Estado 189
Ijuiji. nación de los bienes del Estado y de la Municipa
lidades 190
División política y administrativa de la República.... 190
Puertos mayores 190
Aduanas „ 190
Sistema monetario 190
Sistema depesos y medidas 190
Tropas extranjeras 190
Tropas nacionales 190
Residencia de los Cuerpos de Ejército 190
Empleos públicos, supresión, modificación de atribuciones
y fijación de sus sueldos 190
Pensiones a los servidores públicos 190
Honores a los servidores públicos 190
Amnistías 190
Dieta parlamentaria 190
Aprobación de tratados 191
Calificación de la elección de Diputados 192
Renuncia de los Diputados 192
Atribuciones de cada Cámara 192
Inhabilidad y renuncia de los Senadores y Diputados. . 192
Acusación del Presidente de la República y de los Mi
nistros 192
Acusación de los Ministros de Corte, Generales y Almi
rantes y de los Intendentes y Gobernadores 193
Fiscalización del Poder Ejecutivo 193
Atribuciones del Senado 193
Inhabilidad y renuncia de los Senadores 194
El Senado como jurado 194
Acuerdo del Senado cuando lo requiera la Constitución
o la ley 194
Dictámenes del Senado a petición del Presidente de la
República / 194
Permisos que otorga el Senado 194
Rehabilitaciones que otorga el Senado 194
Contiendas de competencia de que conoce el Senado.. 194
Iniciativa de las leyes , . 194
Iniciativa del Senado en las leyes 194
Corte Suprema 195
Poder Judicial -•■;.'. 195
Aprobación de las leyes ........,,
200
—
735 —
Págs.
16.* Sesión de la Subcomisión de Reformas Constitucionales 202
Administración de justicia _
261
Gobierno y administración interior 265
Gobierno interior del Estado 265
Régimen administrativo interior 265
—
736 —
Págs.
Administración provincial 266
Administración comunal 267
Descentralización administrativa 268
Págs.
Naturalización 332
Garantías constitucionales 334
Igualdad ante la ley 334
Esclavitud 334
Libertad de conciencia 334
Libertad de cultos 334
Libertad de opinión 335
(47)
—
738 -
Págs.
Ausencia de parlamentarios 342
Cesación de cargos parlamentarios por ausencia 342
Incompatibilidades parlamentarias 343
Acusación de los parlamentarios 343
Fuero parlamentario 344
Reemplazo de parlamentarios 344
Composición de la Cámara de Diputados 344
Duración del período de los diputados. 344
Acusación del Presidente de la República 344
Págs.
30. '
Sesión de la Subcomisión de Reformas Constitucionales 389
Págs.
Págs.
Indemnización por perjurios efectivos o morales causados
por la justicia 435
Resoluciones de las autoridades por imposición de
la fuerza 486
Caídas y corrientes de aguas , 486
Islas nacionales 487
Yacimientos mineros 487
Libertad de comercio 487
Incompatibilidades parlamentarias 488
Acusación al Presidente de la República. 489
Atribuciones de la Cámara de Diputados 490
Acusación a los jueces 491
Acusación a los jefes de ejército y armada 491
33. '
Sesión de la Subcomisión de Reformas Constitucionales 509
_Págs-
Estado de sitio 514
Firma de los Ministros 514
Responsabilidades de los Ministros 514
Mensaje presidencial 515
Tribunal Calificador de Elecciones 515
Poder judicial. Nombramientos 516
Administración de justicia 517
Precio de las tierras 517
Ministros y Fiscales de la Corte Suprema. 517
Nombramiento de jueces 517
Responsabilidad de los jueces 518
Tribunales Administrativos 518
Intendentes. Facultades fiscalizadoras 520
Intendentes. Nombramiento y requisitos para serlo. . . . 520
División administrativa. .' . 520
Asambleas provinciales 521
Administración comunal. ...:.. 522
Elección de Municipales. Requisitos 523
Municipalidades. Atribuciones 524
Estatuto de empleados municipales 524
Descentralización administrativa 525
Reformas constitucionales 526
Agrupaciones provinciales para elegir Senador 527
Magallanes. Elecciones 527
Elección de Senadores. Forma transitoria del primer acto
eleccionario 527
APÉNDICE
Págs.
"
Págs.
Págs.
Págs.
Educación pública, 299, 310, 337 y 476
Efecto retroactivo de las leyes 482
Ejecutivo, fiscalización del 193
Ejército, acusación a los jefes de 491
Ejército, residencia de los cuerpos de 190
Elección de Alcaldes 391
Elección del Congreso Nacional 144
Elección del Presidente de la República, 50, 51, 58, 151, 153,
163, 207, 210, 356 y 512
Elección de Senadores, agrupaciones provinciales para la, 393 y. . . . 597
Elecciones, 341 y 394
Elecciones en Magallanes 527
Elecciones municipales, 152,
389 y 523
Elecciones de parlamentarios, 50, 58 y 163
Elecciones parlamentarias y presidencial de 1925 392
Elecciones de Senadores, 165, 171, 392, 499 y 527
Elecciones, Tribuna! Calificador de, 363, 369 y 515
Empleados, destitución de 513
Empleados de los Ministerios 513
Empleados Municipales, Estatuto de los 524
Empleos públicos, admisión de hombres y mujeres a, 93 y. 337
Empleos públicos, supresión, modificación de atribuciones y sueldos 190
Empleos, supresión o creación de 349
Enajenación de los bienes del Estado y de las Municipalidades, 190,
347 y 500
Enseñanza, libertad de, 139, 337 y 476
Entradas, cálculo de 509
Esclavitud 334
Escrutinio de la elección de Presidente de la República 204
Estabilidad ministerial 385
Estado, gobierno interior del, 265, 272 y 368
Estado, i esponsabilidad en las detenciones y condenas indebidas.. 249
Estado, responsabilidad financiera, del, 189 y 347
Estado de sitio, 304 y 514
Estampillas, timbres y papel sellado, ley de 512
Estatuto de los empleados municipales 524
Extralimitación de facultades 332
Págs.
Fisco, responsabilidad del, en los juicios contra personas 339
Forma de Gobierno, 332 y .- 471
Formación de las leyes, 227, 241, 247, 351 y 504
Fuero de los Intendentes y Gobernadores 400
Fuero parlamentario, 58, 149 y 344
Fuerza pública 340
Fuerza, resoluciones de tas autoridades por imposición de la, 340 y 486
Fuerzas armadas, obediencia de las 304
Fuerzas de mar y tierra, 189, 350 y . 503
Funcionarios, promesa o juramento de los 305
Págs.
Intendentes, nombramientos, requisitos para serlo y facultades
fiscalizadoras 520
Interpretación de la Constitución, 205 y 326
Invención, propiedad de 138
Inversión, cuenta de 186
Inviolabilidad de la correspondencia, 138 y 339
Inviolabilidad del hogar, 138 y 339
Inviolabilidad de la propiedad, 337 y 339
Invocación del nombre de Dios en la nueva Constitución 397
Islas nacionales 487
Ley que fija las fuerzas de mar y tierra, 189, 350 y 503
Ley, materias de. . . „ . 347
Ley de presupuestos, 66, 348, 498 501 y , \ . . 509
Ley de timbres, estampillas y papel sellado. 512
Leyes, aprobación de las 200
Leyes, constitucionalidad de las, 81 369
Leyes de contribuciones, 189, 347, 503 y 512
Leyes, efecto retroactivo de las 482
Leyes excepcionales : 186
Leyes, formación de las, 227, 241 , 247, 351 y 504
Leyes, iniciativa de las 194
Leyes sociales, 105, 122 y 138
Leyes y sistema monetario, 190, 350, y 502
Libertad de comercio 487
Libertad de conciencia, 334 y 474
Libertad de cultos, 334 y 474
Libertad de enseñanza, 139, 337 y 476
Libertad de opinión, 335 y 475
Libertad de palabra 141
Libertad personal 338:
Libertad de prensa 141
Libertad de reunión, 475 y 509
Libertad de trabajo, 138 ,477 y 482
—
749 —
Págs.
Libertad de tránsito 338
Libertades públicas 82
Libertades públicas en territorio de dominio particular 481
Libertades individuales y restricción de ellas, 186 y 483
Literaria, propiedad 481
Págs.
Pagos por Tesorerías, 304 y 340
Palabra, libertad de 141
Papel sellado, timbres y estampillas, ley de 512
Parlamentarios, ausencia de los, 342 y 343
Parlamentarios, elecciones de, 50, 58, 153 y 163
Parlamentarios, incompatibilidades de los, 342, 343 y 488
Parlamentarios, inhabilidades de los, 149, 155, 192 y 342
Parlamentarios, nombramientos recaídos en los 342
Parlamentarios, permiso para ausentarse de los 50
Parlamentarios, renuncia de los, 50 y 340
Parlamentarios, requisitos para serlo 342
Particulares, responsabilidad de los, en las detenciones y condenas
indebidas 249
Pena aflictiva, 339 y 485
Pena de azotes 484
Pena de muerte, abolición de la, 143 y . . . 484
Pensiones fiscales 349
Pensiones a los servidores públicos ¡90
Perjuicios efectivos o morales causados por la justicia, indemni
Págs.
Págs.
Soberanía nacional, 331 y 471
Sociales, leye^, 105, 122 y 138
Subrogación del Presidente de la República 214
Sueldos de los empleados públicos 190
Supresión o creación de empleos, 190 y 349
Suspensión de garantías, 304 y 351
Vinculaciones 305
607
Proyecto definitivo -