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La infección con ETEC puede causar diarrea acuosa profusa, con o sin
sangre o leucocitos y dolor abdominal. Fiebre, náuseas, con o sin vómito,
calosfríos, falta de apetito, cefalea, dolor muscular e hinchazón, pueden
ocurrir pero son menos comunes.
Epidemiología:
El principal reservorio de ECET es el tracto digestivo de los humanos. Su
trasmisión es por la vía fecal-oral, casi siempre por ingestión de agua y
alimentos contaminados. En los lactantes es más frecuente por ingestión
de alimentos contaminados en la etapa del des tete. Se piensa que la
trasmisión por contacto directo de manos contaminadas con heces es
rara.
La enfermedad ataca principalmente a lactantes, aunque también puede
presentarse en adultos. Su mayor incidencia ocurre en el verano, en zonas
tropicales y subtropicales, cuando se inicia la temporada lluviosa. Es una
enfermedad propia de los países subdesarrollados, donde las condiciones
higienicosanitarias son deplorables. En los países desarrollados su
incidencia es mínima.
Los niños durante los 3 primeros años de vida sufren de múltiples
episodios de diarreas por ECET, culminando en la aparición de inmunidad,
lo cual trae por consecuencia una incidencia menor en niños mayores y
adultos. Con frecuencia las personas que regresan de países tropicales o
subtropicales contraen la enfermedad y es por ello que se le considera
como uno de los agentes productores de “la diarrea del viajero”.
Fisiopatología:
La ECET penetra en el organismo vehiculada por agua o alimentos
contaminados; son necesarias elevadas dosis infectantes para que se
produzca la enfermedad. Después de atravesar el estómago, se adhieren a
las microvellosidades del intestino delgado, se multiplican, colonizan su
mucosa y liberan la enterotoxina (TL, TS o ambas). Esta enterotoxina se
fija a receptores situados en las paredes laterales de los enterocitos de las
criptas desencadenando el sistema adenilciclasa y da lugar a una diarrea
secretoria con grandes pérdidas de agua y electrólitos que puede llevar a
la deshidratación. El mecanismo de acción de la ECET por toxina TL es
similar a la diarrea producida por el cólera.
Manifestaciones clínicas:
Las infecciones por Escherichia coli enterotoxigénica (ECET) se presentan
principalmente en niños menores de 3 meses y en adultos que viajan a
países tropicales y subtropicales. El período de incubación por lo general
es muy corto, variando en diversos estudios realizados en voluntarios.
Cuando la cepa produce TL o TE sola, el período suele ser muy corto (10 a
12 h), pero en aquellas en que la cepa produce TL/TE por lo regular el
período de incubación es de 24 a 72 h.
Existen formas clínicas leves, moderadas y graves. Los síntomas principales
son: diarrea acuosa, abundante de tipo secretorio, sin moco, pus o sangre,
que se acompaña de vómitos y cólicos abdominales, fiebre ligera, acidosis,
postración y serios trastornos del equilibrio hidromineral que pueden
llevar al paciente a una deshidratación severa y al choque hipovolémico y
tener una evolución fatal. Por lo general tiene una duración menor de 5
días.
Diagnóstico:
La ECET se identifica por la presencia de producción de enterotoxinas por
medio de inmunoensayos, bioensayos o por técnica de sonda de ADN, que
identifica los genes TL y TE (que se corresponden con las toxinas TL y TE)
en manchas de colonias.
Prevención y tratamiento:
Actualmente existe el tratamiento contra la diarrea del viajero,
específicamente contra los padecimientos del cólera. A la fecha, no hay
vacunas que hayan sido aprobadas específicamente contra ETEC. Data
from natural history studies of ETEC infections in children in developing
countries suggest that immunization against ETEC early in life may be an
effective preventive strategy. Prevención mediante la vacunación es una
parte crítica de la estrategia de reducir la incidencia y la severidad del
padecimiento de diarrea causada por ETEC, particularmente entre niños
con pocos recursos. El desarrollo de la vacuna en contra de esta infección
ha sido obstaculizado por fuerzas técnicas, suporte insuficiente hacia la
coordinación y falta de fuerzas de mercado para la búsqueda y desarrollo
de la misma. La mayoría de los esfuerzos para desarrollar vacunas están
siendo por parte del sector público y de programas de investigación
dentro de compañías biotecnológicas. Varias muestras candidatas para la
vacuna contra ETEC, están actualmente en varias fases de la investigación
y del desarrollo, al igual que varios ensayos clínicos. La Organización
Mundial de la Salud recomienda ahondar en la investigación clínica para
desarrollar la vacuna en contra de ETEC.
El tratamiento actual, reside en terapia de rehidratación y antibióticos, a
pesar de que la bacteria es frecuentemente resistente a los antibióticos
comunes. El saneamiento también es la llave debido a que la transmisión
de la bacteria es por medio de la contaminación fecal de comida, así como
los suministros de agua. Una manera de prevenir la infección es al mejorar
las facilidades tanto públicas como privadas en la salud. Otra manera muy
simple de prevenirlo es al tomar agua embotellada, especialmente para
viajeros y personal militar.
El tratamiento debe ir encaminado a evitar la deshidratación, utilizando, si
la diarrea es leve, el plan A* (aumentar los líquidos, mantener la
alimentación y educar a la madre en la identificación de elementos que
pueden agravar al paciente).
Si existen signos de deshidratación se aplicará el plan B*, que consiste en
administrar de 50 a 100 mL/kg de peso, de SRO por vía oral, a libre
demanda en 4 h. En casos de deshidratación intensa con choque
hipovolémico, se aplicará el plan C* que consiste en administrar una
solución de Dextro-Ringer, Sol. polielectrolítica o suero fisiológico al 0,9/1
000 agregán dole gluconato o cloruro de potasio en las proporciones
necesarias (30 a 40 mEq/m2 de superficie corporal) a razón de 100 mL/kg
por vía intravenosa rápida.
Al finalizar se vuelve a examinar y en la mayor parte de los casos se
resuelve la deshidratación y se pasa al plan B. Tan pronto se elimine la
hidratación intravenosa, se procede a mantener su alimentación.
Se proscriben: antidiarreicos con caolín o peptina, los antimotílicos (elixir
paregórico, loperamida y el difenoxilato (reasec).
No se aconseja el uso de antibióticos, ya que la ECET tiene vida limitada y
se elimina en un período corto. En algunos textos se indica el uso de
trimetropimsulfametoxazole, pero creemos que no es necesario.
Epidemiología:
El reservorio es el hombre. EIEC afecta a todos los grupos de edad. La
enfermedad diarreica aguda es endémica en los países en desarrollo y
representa hasta el 5 % de los episodios. Los alimentos contaminados son
la fuente de infección.
Fisiopatogenia:
EIEC invade las células epiteliales de la mucosa intestinal, provoca la lisis
de la vacuola endocítica y se multiplica en el citoplasma. Se extiende a las
células epiteliales adyacentes puede alcanzar la submucosa.
Cuadro clínico:
La enfermedad tiene un período de incubación corto que puede oscilar
entre 10 y 18 h. Se inicia con cólicos abdominales intensos, malestar
general y la expulsión de heces acuosas, tenesmo y fiebre. El 10 % de los
pacientes evoluciona hasta la expulsión de heces líquidas escasas
frecuentes que contienen sangre y moco. El cuadro clínico puede
confundirse con la shigella, pero es mucho más benigno.
Epidemiológico: agua y alimentos consumidos, otros casos.
Clínico: diarrea acuosa o con moco o con sangre con cólicos abdominales
Métodos auxiliares del diagnóstico: examen coprocitológico; cultivo,
aislamiento e identificación de EIEC en muestra de heces (obtenida en los
primeros seis días de enfermedad) por sonda DNA, PCR, ELISA.
Transmisión:
Esta enfermedad se trasmite por los alimentos contaminados con E. coli.
(EIEC).
Tratamiento:
Debe realizarse el tratamiento de sostén mediante la adecuada reposición
de las pérdidas con sales de rehidratación oral.
El tratamiento específico con antibióticos está indicado únicamente en los
casos de diarrea grave. La selección del quimioantibiótico a utilizar se
realizará según el perfil de sensibilidad de E. coli en el área.
Medidas preventivas:
Debe garantizarse el saneamiento básico mediante la provisión de agua
segura y la eliminación sanitaria de excretas. La educación para la salud,
especialmente referida a la higiene personal y la higiene de los alimentos,
es el otro pilar fundamental para evitar la infección.
Frente a la ocurrencia del caso deben tomarse las medidas de aislamiento
entérico tanto en la hospitalización como en el hogar.
1-Adecuada cocción de los alimentos.
2-Correcta manipulación de los alimentos.
3-Garantizar el consumo de aguas tratadas y evitar contaminación
cruzada.
Escherichia coli enterohemorrágica o verotoxigénica
Escherichia coli enterohemorrágica o verotoxigénica (ECEH) Las cepas de
E. coli enterohemorrágicas (enterahernarrhagic E. coli, EHEC) producen
una o más toxinas shigoides o verotoxinas, shiga por un bacteriófago. La
toxina shigoide 1 es casi idéntica a la toxina shiga producida por Shigella
dysenteriae tipo 1. Se desconoce la patogenia de la enfermedad por EHEC,
pero puede implicar efectos directos de las toxinas sobre células
epiteliales y endoteliales, o quizá está mediada por la respuesta
inflamatoria del huésped. Las cepas de EHEC se relacionan con pocos
serotipos específicos.
Diagnóstico:
• Sorbitol negativo.
• Beta glucuronidasa negativo.
Por otro lado las técnicas moleculares nos abren alternativas, que nos
permiten detectar directamente la presencia de verotoxinas, impidiendo
que pasemos por alto serotipos con características bioquímicas distintas
pero inductores de la enfermedad. Podemos utilizar tanto técnicas
inmunológicas como genéticas (PCR), realizándolas sobre el sobrenadante
del coprocultivo o bien, directamente sobre la muestra.
Epidemiología:
Medidas preventivas:
Por la severidad de los brotes es necesario realizar estudios
epidemiológicos de las fuentes de infección y aplicar las medidas de
prevención y control más eficaces.
La población debe ser informada de las medidas preventivas,
haciéndose énfasis en el consumo de agua y alimentos seguros, y
extremar las medidas higiénicas personales (lavado de manos,
eliminación sanitaria de excreta, de pañales contaminados). E]
desarrollo de una “barrera sanitaria” es fundamental, con la
participación de toda la población.
Énfasis en cl consumo de leche y derivados pasteurizados. Combatir
el consumo de leche cruda.
Vigilancia en los mataderos de ganado bovino para minimizar la
contaminación de la carne por contenido intestinal de las reses.
Las carnes deben ser bien cocinadas, sobre todo la carne molida
para hamburguesas o tortas. Se recomienda un nivel de cocción
hasta que desaparezca el color rosado. Todo alimento
“recalentado” debe ser llevado a punto de cocción.
Se recomienda que los hornos de microondas tengan una potencia
superior a 500w.
Vigilancia de niveles adecuados de desinfección en los sistemas de
abastecimiento de agua y de piscinas. La ebullición del agua es
recomendable en lugares donde no es posible contar con sistemas
confiables o donde el agua es almacenada a nivel domiciliar.
Notificación a las autoridades sanitarias de los brotes.
Desinfección concurrente de secreciones fecales y artículos
contaminados.
Los contactos con diarrea deberían ser excluidos del manejo de
alimentos y el cuidado de infantes o pacientes, hasta que la diarrea
termine y se obtengan 2 informes negativos de heces para detectar
el agente. Estas personas deben ser instruidas acerca del rol que
juegan en la diseminación de la enfermedad y en las medidas de
prevención fundamentales.
El tratamiento es el manejo adecuado de la diarrea con soluciones
rehidratantes, es la medida más importante en la mayoría de los casos. En
paciente que presenta síndrome hemolítico - urémico o púrpura
trombocitopenia trombótica deben aplicarse las medidas específicas en
servicios de salud. El tratamiento antibacteriano es incierto. Algunos
informes técnicos señalan que el tratamiento con TMP -SNIX puede
precipitar complicaciones tales como las formas hemolíticas urémicas.
No hay evidencia que la ampicilina o las quinolonas pudieran empeorar la
enfermedad. Ante situaciones epidémicas es necesario determinar las
fuentes de infección (agua y/o alimentos), los mecanismos de transmisión,
los grupos más vulnerables y desarrollar de inmediato medidas de
prevención y control, con participación plena de la comunidad y de los
medios de comunicación. No es recomendable cl uso de antibióticos como
medicamentos profilácticos.
Fisiopatogenia:
EAEC se adhiere a los enterocitos con una biocapa conformada por las
bacterias agregadas y moco que tendría un efecto citotóxico en la mucosa
intestinal.
Manifestaciones clínicas:
Clínicamente se caracteriza por una diarrea acuosa de tipo osmótico con
moco y sin sangre, aunque se asocia a un componente secretor dado por
una citotoxina/ enterotoxinas que posee la ECEAgg y que es la causante de
la diarrea infantil. Tiene un período de incubación que fluctúa entre 20 y
48 h.
Laboratorio
Su aislamiento se produce por cultivo de células, donde muestra un
patrón agregativo característico “en pila de ladrillos” al atraerse
mutuamente o al atraer a células Hep-2. Esta característica es
dependiente de plásmidos y a su vez mediada por nuevas fimbrias.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial se realizará con todas las enterobacterias
productoras de diarrea acuosa con moco y sin sangre y con los agentes
que dan lugar a diarrea persistente.
Tratamiento
Estará encaminado a restituir los líquidos perdidos y a mantener la
alimentación. Los medicamentos antidiarreicos y antimotílicos están
contraindicados.
No se aconseja el uso de antimicrobianos, ya que al igual que la mayoría
de las E. coli, tiene vida limitada y no requiere de su uso.
Epidemiológico:
Edad menor de 1 año.
Tratamiento:
La administración de soluciones orales o parenterales con electrolitos y el
mantenimiento de la alimentación son las medidas más importantes.
La eficacia del tratamiento antibacteriano no ha sido evaluada.