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Cuerpo siamés
Colección Sobrevuelos, No. 1

Esta publicación forma parte de La dupla, proceso de creación iniciado en 2005 por las artistas Paulina León y María D910res

Ortiz y concebido como una obra de por vida en la que exploran un personaje siamés. Para la realización de la obra Cuerpo

siamés las artistas invitaron a varias personas a reflexionar sobre estos cuerpos, realizaron una selección de su archivo de

textos e imágenes y condensaron el materi.al en un libro-objeto.

Diseño gráfico

Maria Laura Vera

Edición

Juan Pablo Crespo

Textos

Cristina Burneo Salazar, Bertha Díaz, Diego Falconí Trávez, María del Pilar Gavilanes, Pamela Jijón, Cristina Mancero, Karina

Marín, Marco Neira, Fausto Rivera Yánez, María Fernanda Ugalde.

Fotografías .

Álvaro Ávila, Pedro Cagigal, Edgar León, Alexander Morales, Tania Navarrete, Mateo Ortiz, Registro Aurora, Gonzalo Vargas.

Ilustraciones

Paulina León, Carlos López, Toa Lund, María Laura Vera.

© María Dolores Ortiz, Paulina León, 2017

1] la dupla

© Editorial Turbina, 2017

Wilson E8-171

170523 Quito

Telf.: 2504243 / Cel.: 09978-99141

editorialturbina@gmail.com

Ij Editorial Turbina

ISBN: 9'Ji"6'=.9942-28-713-7

Impreso en Ecuador

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Este material se realizó gracias al incentivo otorgado en la Convocatoria Pública Nacional Fondos Concursables para Proyectos Artísticos y
Culturales 2016-2017 del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador. Los contenidos vertidos en la presente publicación son de exclusiva
responsabilidad de sus autores, y no necesariamente reflejan la opinión ni la visión del Ministerio de Cultura y Patrimonio sobre los distintos
temas abordados.
Cuerpo geminado
Cristina Burneo Salazar Paulina León, -me dicen que conocieron el cuento
de Palacio luego de su proceso de creación. Yo he
visto a la doble y única en el teatro e incluso me
Chwó un momento sus ojos sedientos de

hice una muñeca de arcilla alguna vez para com­


- hermosl!lra en aquella pareja de mozas,

y se le aparecieron. como un solo cuerpo geminado.


prender desde las manos mi lectura. Está en todos
Iban cogidas de bracete.
lados, es un personaje que nos interpela desde el
y a él le entraron furiosas ganas de detenerlas,
cuerpo, el lenguaje, la imaginación encarnada. Me
coger a qda una de un brazo a irse así,
temo que si escribiera sobre La dupla en diálogo
en medio de ellas ...

con Palacio, las correspondencias serían obvias.


Miguel de Unamuno, lViebla He preferido explorar el tema del cuerpo siamés
rodeando el cuento, referencia obligada de la na­
rrativa para este tema, pero he incluido algunos
Nos habíamos acostumbrado de tal modo el uno al otro pasajes en cursiva como goznes entre reflexiones.
que cada cual podía adivinar hacia dónde iría el otro.
Ambos, Félix y yo, habríamos constituido un buen
luchador japonés.
.. .lo que más me impresiona son las sillas. [Objeto silla}:
cuando está vacía, cuando no estoy en ella, nadie que
Gilles Deleuze sobre Félix Guattari la vea puede formarse una idea perfecta del mueblecito
aquél, ancho, alargado, con brazos opuestos, y que
parece que le faltara algo. Ese algo soy yO.1
Pablo Palacio publicó ilLa doble y única mujeril
en 1927. Me he preguntado si 'Deleuze-Guattari Para aproximarse al cuerpo hay que descender al
lo leyeron alguna vez; ellos, que vivieron una sia­ cuerpo. Digo que descendemos al cuerpo porque
mesidad intermitente en su producción intelectual pensarlo es una tarea baja: sus órganos, fluidos,
conjunta. El devenir silla de la doble y única mu­ tubos, orificios, funciones han sido reprimidos por
jer. Las artistas de La dupla, María Dolores Ortiz y siglos y aun suprimidos en nombre del alma, la

1 Los pasajes que siguen en cursiva vienen de Pablo Palacio, "La doble y única
mujer". Obras completas, Colección Archivos, Nanterre, ALLCA XX, ] 996.
mente el espíritu. Los tubos que conducen a
f
convierte en un cuerpo que irradia sentidos
un orificio y un alma elevada no pueden ser hacia otros cuerpos.
parte de lo mismo. Hemos hecho arte,
pensamiento, literatura, medicina, ar­ Esa llaga que se abre como una rosa y cuya san­
quitectura, sin cuerpo. Prescindir del gre·es absorbida por mi'otro vientre.
cuerpo para hablar de la exi.stencia,. de
la cultura, prescindir del cuerpo . El cuerpo siamés de La dupla nos invi­
para hablar del cuerpo. Quie­ ta a pensar de nuevo en las personas·
ro enunciar la vuelta al cuerpo esféricas y el andrógino, evocados en
como un descenso para mirar­ el elogio a Eros· realizado por Aris­
lo en su calidad más concreta. tófanes en el diálogo platónico de El
No se trata de dignificar al cuerpo banquete: Ola forma de cada persona era
elevándolo. Se trata, por el contrario, redonda en su totalidad, con la espalda y
de situarnos en lo bajo para pensar . Tenía cuatro
los costados en forma de círculo.
desde allí. Recuperar el cuerpo sia­ manos, mismo número de pies que de manos
més se inscribe en estos movimientos y dos rostros perfectamente iguales sobre
descendentes: ,La dupla no solo va al un cuello circular. (... ) Precisamente eran
cuerpo, sino que hace de lo consi­ circulares ellos mismos y su marcha, por
derado monstruoso un lugar para el ser similares a sus progenitores. Eran
cuerpo, y no solo para el cuerpo sia­ también extraordinarios en fuerza y vi­
més..:.,?l cuerpo siamés nos obliga a gor y tenían un inr~:lenso orgullo, hasta el
mirar el cuerpo, el individuo, la punto de que conspiraron contra los. dio­
persona, bajo otras conside­ ses.// 2 El cuerpo siamés y este diálogo
raciones. El cuerpo siamés se nos hacen mirar'pasados del cuer­
,
2 Para ver el diálogo completo: Platón, "Banquete", Diálogos, tomo II!,
Madrid. Gredos, 1988, pp. 185-288. Disponible en:
http://www. docentes. unal. edu. colgamelendeza/docs/Socrates/Dialo gos/
Castellano/EI%20Banquete.pdf
po que hemos conducido al olvido en nombre Yo no sé lo que sería de mí de estar constituida como
del sujeto individual. Este pasado nos hace ver la mayoría de los hombres; creo que me volvería loca...
que el cuerpo doble estuvo siempre presente en
la historia del cuerpo.(apenas desde 1811 llama­ De ahí que la imagen del cuerpo siamés con­
mos siamés" al cue'rpó doble y unido, a raíz
Ji duzca a otros devenires duales: la gemelidad en
del nacimiento de los hermanos Chang y Eng hermanos separados; las transformacio1J.~s y
Bunker, de Siam, hoy Tailandia). El cuerpo cohabitaciones del cuerpo transgénero; vidas
. d oble es el principio de invención de La dupla. En dobles; des~ob1amientos. Todo ello responde a
Politics of Touch, un tratado sobre los sentidos la idea canónica de individualidad con la misma
y el cuerpo en movimiento, Erin Manning fuerza con que el andrógino se rebeló contra los
afirma lp. dimensió.n política del inventar, en dioses para decir que la completud no provie­
tanto inventar desde el cuerpo implica po­ ,ne de la autonomía individual. Luego, leo en
ner cuerpos en contacto: el cuerpo individual, lmages du corps monstrueux, de Auré1ie Martínez,
el social, otros.' Lo "intercorpóreo", escribe sobre el cuerpo continuo que forman las madres
Manning, crea IJnuevas configuraciones mutan­ netsilik con sus bebés, a los que· colocan contra
tes" del cuerp03. El cuerpo completo y quieto su. espalda sostenidos por una manta, cuerpo
nos hace aparecer para siempre en falta, no que se comunica·por 1J1a piel", dice, en una in:­
solo bajo la idea del amor platónico, sino en terpretación algo idealizante4 • Lo mismo hacen
nuestro propio cuerpo, con solo dos brazos, las madres en las culturas indígenas andinas:
dos manos, dos piernas, un sexo, ,apenas uf}.a cargan a su bebé con un rebozo y se hacen con
cabeza, siempre esta1?le, lugar de enunciación él una giba. Es nuestra cotidianidad, pero solo
que pareciera terminado. El cuerpo mutante, ahora Martínez me hace pensar en esos cuerpos
en cambio, interpela esa estabilidad: el cuerpo como continuos que crean dualidades. En los
mutante es un cuerpo siempre in-quieto. estudios de Gustavo Bueno sobre el cuerpo sia­

3 Erín Manning, Politics ofTouch: Sense"Movement. Sovereignty, Minneapolis, 4 Aurélie Martínei':, Images du COIpS monstmeux, Paris. L'Harmattan, 2001. p. 29.
Universidad de Minnesota, 2007. (VersiJn Kindle)
més leo también el nombre de Stephen Haw­ su tasa de supervivencia es baja. El cuerpo sia­
king: la relación con su cuidador es también més existe. La obra de La dupla va hacia este
permanente, de dependencia, aunque tengan cuerpo y lo recupera por. partida doble para
dos cuerpos y una relación contractual. En el mu~do contemporáneo, en donde el cuerpo
todo caso, los sentidos que irradia el cuerpo hoyes muchas cosas que no son siempre ma­
siamés nos obligan a revisar nuestra noción del teriales: La dupla lo sustrae a la vez del mito
individuo. Por supuesto, precisa Bueno, uno es y de la noción de individuo autónomo. Erin
lo mismo la incapacidad para el desplazamiento Manning nos recuerda que no solo ese cuer­
de un tetrapléjico, que necesita a otra persona po es extraño: todos los cuerpos u son siempre
para mover su silla de ruedas, que la incapaci~ más extraños (unheimlich) de lo que parecen a
dad para el desplazamient,? de una persona primera vista". 6 .

que está implantada o empotrada en el mismo


cuerpo de otra persona... "s Por su parte, Aurélie Martínez encuentra en la
.piel una explicación consistente para pensar en
.. .se suscitó un enérgico perneo, que tenía sólidas bases las expresiones concretas ,de esa interpelación
puesto que estavamos en la posición de los cuadrúpedos, al individuo autónomo que constituye el cuer­
y hasta nos ayudábamos con los brazos de manera que, po siamés. En el siglo XVIII, rastrea Martínez,
casi sentadas como estábamos, con aquéllos al centro, el anatomista J. B. Winslow emprendía en una
ofrecimos un conjunto octópodo, con dos voluntades... descripción del cuerpo siamés justamente desde
la piel: "la piel del uno habría estado totalment~
En..¡:.uanto al cuerpo siamés en particular, se unida y como incorporada a aquella del otro por
trata de un cuerpo posible, sin que podamos su encuentro mutuo", y continuaba: "el vínculo
apreciar siempre hasta dónde ha sido y es es unificante, al igual queJa envoltura solidaria
socialmente viable, y aunque sepamos que de la piel, y allí se juega bien' la operación miste­

5 Pc1ayo García Sierra, "Individuos humanos canomcos e individuos siamesesl 6 · op Cit.


M annmg, .
Hermanos siameses y siameses profundos o aberrantes I Siameses como imposibilidad ...
antropológica (histórica)''' Diccionario jilosófico. Manual de materialismofilosqfico,
revisado por Gustavo Bueno, (hiedo, España, Fundación Gustavo Bueno, 2000.
Disponible en http://www.filosofia.orglfilomatidf534.htm
riosa de este tipo de monstruosidad: rea­
lizar la unidad a partir de aquello que
no es doble sino solo en parte, solida­
"
\' rizar el compuesto en la organización
unitaria de los seres dobles."7 La envol­
tura solidaria como el rebozo y la madre
con su cría-joroba, una piel que envuelve a
.. ­
más de uno sin separación.
<1
Marfínez continúa con el trabajo de Di­
dier Anzieu El yo-piel a fin de explicar
que la piel es el soporte físico para la
construcción de nuestro psiquismo. La
piel, nuestra envoltura, dibuja nuestra
frontera con el mundo. El órgano más grande
del cuerpo, la piel, regula la temperatura, se­
creta sudor, cumple otras funciones pero, esto
quizás lo pensamos menos, es nuestra cutánea
frontera con el afuera del mundo, nos diferen­
cia en el espacio y de él. Al encarnar la
11

imagen real y física de un rebasamiento


de las fronteras de una identidad sin­
gular que perturba la c,onstrucción de
un Sí único e individual, los siame­
..
7 Martínez, op. cit., p. 28.
ses son los representantes simbólicos de una fa­ tón, nos conducen allugal' del mito para explicamos
lla en la estructuración del aparato psíquico."s no solamente nuestro lugar en el mundo, sino también
Nos ponen en cuestión a :Qosotros, los individuos el deseo del alma gemela, de la gemelidad en general,
no complejos. Las conexiones nerviosas, muscula­ del amor y de la soledad. Por otro lado, la represen­
res, óseas de un organismo complejo hallan también tación del cuerpo siamés real en el arte interpela la
correspondencias con su psiquismo. Por otro lado, explicación de la búsqueda del otro porque en él
escribe Manning, las individuaciones del cuer­ no hay separación 'ni la gemelidad tiene que ver con
po mutante son siempre colectivas, inestables, ni la búsqueda de la completud. Es decir, el cuerpo sia­
identitarias ni fijas. Un cuerpo mutante lino puede més está inseparado, no busca su completud, ¿o
ser identificado", dice, ni determinado siquiera por sí? ¿Cómo formular la pregunta por la subjetividad
ellenguaje9 • Aurélie Martínez recuerda casos de considerando esta anatomía? El cuerpo siamés desafía
siamesas que eran bautizadas con un solo nom­ la explicación mitológica de la búsqueda del otro, la
bre en siglos pasados, reconociendo una unidad, pone en cuestión en tanto es un cuerpo que se salva
pero no las individuaciones presentes dentro de de la errancia porque ya lleva en sí su propia mitad.
esa unidad. La piel, el lenguaje: superficies que el ¿Cómo es entonces esta subjetividad, cómo su soledad?
cuerpo siamés desafía en sus particiones y maneras ¿Cómo se expresa el deseo en up cuerpo que según el
de nombrar el yo. mito del andrógino no perdió nunca a su mitad?

Hace más o menos un mes, he sentido una insisten­ .. .este amor no podía surgir aisladamente en uno sólo de
te comezón en mis labios de ella. Luego apareció una mis yos~ Por mi manifiesta unicidad apareció a la vez en
manGlUta blancuzca, en el mismo sitio~ que más tarde se mis lados. Todos los fenómenos previos al amor, que aquí
convirtió en violácea... ya estarían de más, fueron apareciendo en ellos idéntica­
mente...El mismo deseo de verlo y hablar con él era sentido
La noción de individuo, su incompletud, la filosofía del por ambas partes, y como esto no era posible, según las
doble, expresadas en el mito del andrógino en Pla­ alternativas, la una tenía celos de la otra.

8 Op. cit., p. 30.

9. Manning, op. cit.


En general, en la representación del cuerpo en el arte plica. Podemos decir lo mismo de La dupla. No
.se ha construido -reflexiona Aurélie Martinez- una basta una entrada disciplinaria para comprender
. idea restrictiva de los usos del cuerpo y del cuerpo este trabajo; aun una división teórica conservadora
mismo, lo que ha "~rminado por colaborar en oca­ como la de la obsoleta oposición ciencia-arte hace
siones con la clasificación médica. A partir de allí imposible pensar el cuerpo siamés. Para pensar en
aparece lo monstruoso. En la medicina, en el arte, él también hay que desestabilizar las autonomías del
• 4~

en la historia, se ha representado al cuerpo contra conocimiento, sus cuerpos individualmente legiti­


el cuerpo mismo. Por otro lado, la voluntad clasifi­ mados en campos disciplinarios sin contacto.
cadora en la ciencia va afianzando una norma del
cuerpo individual a fin de administrar su conoci­ Los teratólogos sólo han atendido a la parte visible
miento, y con ello va creando un creciente 11 afuera que origina una separación orgánica, aunque en verdad
de la norma", en donde se sitúa el cuerpo siamés. los puntos de contacto son infinitos; y no sólo de
El arte absorbe e~te problema y responde de varias contacto, puesto que existen órganos indivisibles que
maneras. Entre otras, Martínez trabaja con la obra sirven a la vez para la vida de la comunidad aparen­
de Maria KIonaris, Katerina Thomadaki, Joel Peter temente establecida.
Witkin y Hans Bellmer, para mirar cómo el arte usa
el poder de la representación para recuperar los cuerpos Desde la bioétíca, Gustavo Bueno precisa justamente
llamados monstruosos por medio de la imagen. La que es la construcción de ciertas disciplinas la que
imagen como mediación entre la realidad del ~I cuer­ arroja como aberración" al cuerpo siamés. La natu­
11

po monstruoso" y la nuestra abre un campo que raleza hace posible este cuerpo, pero la incapacidad
toca ambas orillas y todos sus espacios intermedios, de leerlo socialmente lo marginá y lo hace indesea­
y nos afecta. Al abordar estas obras desde entradas do: "Los siameses profundos no son tanto, para la
anatólnicas, sociológicas, antropológicas y psicoanalíti­ bioética, monstruos que arroja, de vez en cuando,' la
cas, Martínez puede ver en su, principio de invención Naturaleza, cuanto aberraciones que se producen en
los sentidos que se les puede adjudicar, según ex­ la Humanidad (en la Antropología o en la Historia).
Los siameses profundos no son una contradicción natu­ gobierna la pierna dereclta, y el cerebro a la derecha

ral (biológica) sino una contradicción antropológica.fllO se conecta con la pierna Izquierda, por lp cual una,

persona con dos cabezas y dos piernas debe concen­

La diversidad de mis muebles es causa del gran dolor que trarse cuando camina y conversar consigo misma.

siento al no poder ir de visita. Sólo tengo una amiga que por La unidad dual a la que se refiere Martínez en-su

tenerme con ella algunas veces ha mandado a confeccionar reflexión sobre los cuerpos considerados "mons­

una de mis sillas. truosos" interpela la noción de unidad y la desplaza

. del individuo unitario a otro tipo de unidad, esta,

Las creadoras de La dupla formulan esta pregunta: acoplada y que acoge- más de una sllbjetividad en

u ¿el cuerpo siamés debería considerarse un individuo, un solo cuerpo.


dos individuos u otra categoría?" Cabe sostenerla
para explorar algunos de sus elementos: en una sola Las emociones, las sensaciones, los esfuerzos intelectivos
anatomía, puede haber dos entidades subjetivas, si de yo-segunda son los de yo-primera; lo mismo inversa­
podemos llamarlas así. En esa medida, se evidencia mente. Hay entre mí ~primera vez que se ha escrito bien
que hay dos personas, las cuales sin embargo no viven entre mí- un centro a donde afluyen y de donde refluyen
en el régimen de autonomía del cuerpo separado que todo el cúmulo de fenómenos ...
tenemos quienes nos hallamos en estado de Uin­
completud" si partimos de la explicación mitológica. Los cuerpos dobles son a la vez cliversos, como
Los cuerpos dobles son un organismo dialogante o be­ lo señalan diversas c1asificacionescientíficas. El
ligerante, bifronte, que alberga en sí dos voluntades, cuerpo doble unido en una región como el tórax
o quizás una voluntad escindida, si tomamos los ac­ presenta problemas distintos al cuerpo bicéfalo,
tos de la voluntad como una de las expresiones de la en donde sólo la cabeza es doble. Todos estos
individualidad del sujeto. Aurélie Martínez ,mira este cuerpos, en su complet:ud"presentan a su vez las
cuerpo como una "unidad dual" y describe casos en distintas formas de unidades.múltiples y diversas
que, por ejemplo, el cerebro de la izquierda del cuerpo posibilidades de división. Ha'
sido la teratología

10 's'lerra y B
GarCla ' op_ elL
ueno, .
la encargada de estas divisiones posibles que se
han concebido, como sabemos, desde lo mons­
truoso, como lo describe Hilderman Cardona al
hablar del surgimiento de la teratología en Co­
lombia, por ejeml1lo: "la monstruosidad ofrece
un registro de materiaIldaoes médicas que contribu­
yen a la constitución de la mirada teratológica, ~ ....
guiada por la clínica en Colombia a finales del
siglo XIX" .11

.. .aclarará perfectamente mi empecinamiento en


designarme siempre de la manera en que vengo ha­ El cuerpo siamés nos obliga a mirar el cuerpo, el
ciéndolo: yo, y que desbaratará completamente la individuo, la persona, bajo otras consideraciones. El
clasificación de los teratólogos ... cuerpo siamés se convierte en un cuerpo que irradia
sentidos hacia otros cuerpos.
Así,' esa diversidad de materialidades termi­
-' '­
na por conformar un paradigma regido por lo G. (: ,
""'l..' CJ'{';Ji\,~
' Q~I@"9
"íh..u ....Wde> :)
,
\:)
monstruoso, si invertimos el orden de los ele­
mentos de esta reflexión de Cardona. Se crea
un paradigma para ver .10 que no queremos
ver y para estudiar lo que no debería estar allí.
Esto, continúa Cardona, por 'supuesto aparece
como tina alteridad, algo ajeno al nosotros de la
norma: Hla figura de lo monstruoso es vista en
tanto una alteridad de un orden normal biológi­

11 Hilderman Cardona Rodas, "La experiencia clínica colombiana ante lo monstruoso


3~ (126), 2011, pp. 171-202. Disponible en
y lo defornlc", en Re.laciones (Zamora),
http://www.sciclo.org.mx/scielo ,php?script=sci,arttext&p id=SO 185­

392920 ti 000200007 &Ing=es&tlng=es.
co (. ..) El monstruo al hacer ruido nos recuerda mito platónico de El Banquete, sólo que poniendo
que toda sociedad fabrica un conjunto de peli­ éstos en el futuro y no en un pretérito mítico?", es
gros a los cuales controla y devora en una obsesión decir, no en el imposible antropológico histórico,
por lo normal."12 La mirada teratológica crea al mons­ dice Bueno, sino en otro futuro, cercano quizás a .
buo para apartarlo del cuerpo social. Por eso el monstruo la ciencia ficcÍón. 13
vuelve a hacer ruido, a conspirar contra los dioses.
...mi madre, era muy dada a lecturas perniciosas y gene­
...domina todavla la ingenuafilosofía cartesiana... ralmente novelescas. [Su amigo, el médico] la distraía con
unos cuentos extraños que parece que impresionaron la
Según el filósofo Gustavo Bueno, con quien las ar-: maternidad de mi madre.
tistas han trabajado, cuando decimos "hermanos
siameses" estamos diciendo que en la anatomía del ¿Qué pasa con el deseo cuando pensamos en el cuer­
cuerpo siamés hay dos personas, según la idea de po siamés? ¿Qué tendríamos que pensar del deseo y
persona que se ha instituido socialmente. Pero este cómo se distribuye en esos cuerpos? ¿Qué parte del
individuo no está constituido por dos hermanos, es cuerpo siente el deseo cuando se aviva en una de sus
un organismo complejo y en realidad nos obligaría entidades? ¿El deseo recorre todo el cuerpo o solo la
a pensar, dice Bueno, en una mutación de la espe­ mitad que mira, besa o siente? Sabemos qu~ cuando
cie: si los adultos resultantes fuesen fértiles entre sí
11 una de las dos entidades desea, se erogeniza su otra
y diesen lugar a nuevos orgariismos geminados, y parte. Los nervios, los músculos, las hormonas, el
si estos grupos de organismos siameses profundos, bombeo de la sangre y sus recorridos, ¿adónde con­
lograsen, en la lucha por la vida, desplazar a los in­ duce el deseo, intensidad por excelencia para pensar
divid~os canónicos, ¿no tendríamos que reconocer en la individualidad? Si el cuerpo siamés ya es do­
que estábamos ante una mutación evolutiva, ante ble, el itÍ11erario del deseo'y de la -sensación podría
una nueva especie que se asemejaría más que a bifurcarse, pensamos. Pero el deseo toma caminos
los hombres de Linneo a los hombres dobles d~l más múltiples, se ramifica en puntos impredecibles.

12 Op. Cit. 13 García Sierra y Bueno, op. cit.


El borde de la sensación jamás será nítido, no nos una razón poderosa: ser uno para buscar un segundo,
permitirá hablar de dos personas, sino de un cuer­ no un tercero. Esas multiplicidades en movimiento
po complejo encendido por el deseo provocado por hablan del cuerpo como materia en transfonnación
una de sus partes,''que conecta con la otra en la tra­ constante. El deseo desarticula también el lenguaje,
yectoria de esa intensidad. Cuando el cuerpo que como lo desarticulan los cuerpos en mutación cons- .
desea conduce consigo a su otra mitad a compartir la tanteo El mi<:!mo cuerpo en mutación es una "invención
sensación, ¿en qué pliegues de
ese cuerpo doble se agramatical", escribe Manning14• Las maneras eñque la
aloja el deseo, en dónde se aísla? doble y única mujer se nombra a sí misma(s) lo con­
firman: yo primera, yo segunda: "mis labios de ella",
Se me ocurrió que alguna vez podía llegar a la satisfacción cavidad dislocada como única vía para nombrar.
de mi deseo. Esta sola enunciación da una idea clara de los
razonamientos que me haría. ¿Quién yo debía satisfacer Compartir el corazón o no, el bombeo de la sangre,
mi deseo, o mejor, su parte de mi deseo? ¿En qué forma la actividad neuronal, el cuerpo siamés desafía lo
podía ocurrírseme su satisfacción? ¿En qué posición que­ que entendemos como deseo y como el encuentro de
daría mi otra parte ardiente? los cuerpos que se abren el uno al otro. Allí un límite
que explorar, aquel en donde aparecen el deseo, la
Es en la realidad del deseo donde se presentan de idea del amor, los límites del lenguaje, los territorios
manera particularmente viva las complejidades del .geminados de la sensación...
cuerpo siamés y los sentidos que irradia hacia noso­
tros. Esa intensidad nos sitúa en el umbral del lenguaje
y del sentido, nos hace pensar en los fundamentos de la
subjetividad desde lo múltiple. "Los mutantes conno­
tan multiplicidad. Hay más de 'un devenir posible del
cuerpo", escribe Manning. En casos en que los cuerpos
siameses han querido se-r separados, el deseo ha sido

14 " .
M,anmng. op Clt.
e

Lu: Los pobladores se preguntan ¿Por qué


JJ

nunca habíamos visto algo así?" Acostumbrados


como están a verlo todo.

Leo: N os tomaron muchas fotos,

Lu: muchas,

Leo: como a las iguanas.

Lu: Y nos preguntaron mucho sobre

Leo: cómo tenemos sexo. Es raro, porque nosotras

no le preguntamos nunca a nadie por la calle


cómo tienen sexo.

Lu: Pero a nosotras sí, todos nos pregunt~n


. '

Leo: con detalles, como si se tratara de la


reproducción de las tortugas en vías de extinción.

~u:Da lo mismo lo que uno diga. Ellos desde el


primer vistazo han sacado sus conclusiones...

7'
.'

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