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Historia:

Alrededor del año 3.000 a.C ya se utilizaban algunos opiáceos: en Asia el cáñamo, en América
hojas de coca como analgésico o en la sociedad Azteca algunos hongos como el peyote
Aunque no se conozca con exactitud cuál fue la primera droga que se usó, el alcohol está entre
las primeras ya que es probable que cuando se almacenaba la miel y ésta fermentaba se produjese
el primer vino. Desde entonces, las bebidas fermentadas han sido consumidas a lo largo de la
historia convirtiéndose en un importante comercio colonial.
El opio es el jugo de un tipo de amapolay hay registros de que sus funciones psicotrópicas eran
conocidas ya en el 3.000 a.C. Utilizado como alimento, forraje o aceite, fue extendiéndose desde
Oriente Medio hacia la India llegando en el siglo IX a China. A Europa Occidental no llegó
terapéuticamente hasta el siglo XVI gracias al médico y alquimista suizo Paracelso que difundió el
uso de la "piedra de la inmortalidad" en forma de láudano o tintura. En el siglo XIX llega a ser
un gran problema sanitario en Occidente ya que la popularización en consumir opio para el ocio
incrementó su adicción.
De la amapola sale también la morfinaque fue aislada del opio en el siglo XIX para sustituirlo
junto con la codeína en los tratamientos médicos. En 1874 se creó el primer opiáceo semisintético,
la heroína, que fue comercializado por la fábrica Bayer como sustitutivo del opio y la morfina en
los tratamientos de deshabituación. Su alta adicción hizo que en Estados Unidos y en Inglaterra
generase una fuerte adicción que fue extendiéndose por el resto del mundo.
Por su parte el cannabis fue originario de Asia Central. Gracias a los registros arqueológicos
podemos saber que el cannabis ya era empleado como fuente de fibras textiles en el 4.000 a.C.
Sus propiedades alucinógenas probablemente fueron descubiertas por primera vez en Oriente, ya
que algunos escritos chinos de hace 3.000 años indicaban que el cáñamo tomado en exceso hace
ver monstruos y que si se usa largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar el cuerpo.
Actualmente el cannabis es una de las drogas más consumidas en todo el mundo tanto en forma
de marihuana, hachís y aceite de hachís.
En América el uso de la coca como estimulante se remonta hacia el 5.000 a.C. La planta de la coca
crecía de manera silvestre hasta que en el siglo X comenzó a ser cultivada por los indios de
Colombia que la difundieron hacia el sur. En la cultura Inca era usada como planta sagrada en
rituales. Además como poderoso estimulante la hoja de coca era mascada por los trabajadores
para mitigar los efectos derivados de la altitud, el hambre o la fatiga y como medicina para las
molestias gastrointestinales, catarros o contusiones. La coca no se exportó a otros lugares hasta
que en el siglo XVI llegaron los españoles y se sorprendieron por sus efectos.
En el caso del tabaco, las primeras pruebas de su existencia datan de la cultura maya en el 2.000
a.C aproximadamente, aunque es probable que estuviese ya presente en las antiguas
organizaciones de Oriente. Cuando los conquistadores españoles llegaron en 1492 a Haiti
(Antiguamente Tabago) vieron sus posibles virtudes terapéuticas y la trasladaron al viejo
continente también en el siglo XVI exportándolo a Prusia y Filipinas y de allí hacia China. Por su
parte Portugal lo exportó a Italia, África, Java, India, Japón e Irán.
Pero la droga con más adicción a lo largo y ancho del planeta es la cafeína. Aunque la planta
existía hace miles de años en Etiopía, su difusión empezó en Arabia en el siglo X. Cuenta la leyenda
que un monje al observar cómo quedaban de excitados los animales después de comer sus frutos
decidió probarlos. En el siglo XVIII el café se propagó por Europa llegando a producir el 70% de la
producción mundial.
Cafeína:
¿Qué es la cafeína?
La cafeína es una droga que se produce naturalmente en las hojas y las
semillas de muchas plantas. También se fabrica de forma artificial y se añade a
ciertos alimentos. La cafeína se considera una droga porque estimula el
sistema nervioso central, aumentando el nivel de alerta. A la mayoría de la
gente, la cafeína le produce una "inyección" de energía y una mejora del
estado de ánimo, ambos de carácter temporal.
La cafeína se encuentra en el té, el café, muchos refrescos, los analgésicos
(medicamentos para aliviar el dolor) y otros fármacos de venta sin receta
médica. En su forma natural, la cafeína tiene un sabor muy amargo. Pero la
mayoría de las bebidas que la contienen están suficientemente procesadas
como para camuflar o disimular su sabor amargo.
Los adolescentes suelen obtener la mayor parte de la cafeína que ingieren de
los refrescos y de las bebidas energizantes. (Aparte de cafeína, estas bebidas
también pueden contener azúcar añadido y aromas artificiales). La cafeína no
se almacena en el cuerpo, pero puedes sentir sus efectos durante un máximo
de seis horas.
¿Te pones a mil?
Muchas personas tienen la sensación de que la cafeína les aumenta el nivel de
alerta mental. Dosis altas de cafeína pueden provocar ansiedad, mareo,
dolores de cabeza y nerviosismo. La cafeína también puede interferir con la
pauta normal de sueño.
La sensibilidad a la cafeína (la cantidad de cafeína que produce efectos en
quien la toma) varía de una persona a otra. Como promedio, cuanto menor sea
el tamaño de la persona, menor será la cantidad de cafeína necesaria para
producir efectos secundarios. La sensibilidad a la cafeína se ve afectada en
gran medida por la cantidad de esta sustancia que ingiere una persona cada
día. La gente que ingiere mucha cafeína de forma regular desarrolla enseguida
una menor sensibilidad a esta sustancia. Esto significa que puede necesitar una
cantidad mayor de cafeína para lograr los mismos efectos.
La cafeína es un diurético suave, lo significa hace orinar más (hacer más pis).
Beber una cantidad moderada de cafeína es poco probable que cause
deshidratación, pero lo mejor es no consumir demasiada cafeína en los días
calurosos, durante el entrenamiento o en otras situaciones en que se puede
sudar mucho.
La cafeína también puede hacer que el cuerpo pierda calcio, lo que puede
conllevar una pérdida de masa ósea con el tiempo. El consumo de refrescos
que contienen cafeína y de café, en vez de leche, puede tener un impacto
incluso mayor en la densidad ósea y el riesgo de desarrollar osteoporosis.
La cafeína puede agravar ciertos problemas del corazón. También puede
interactuar con algunos medicamentos o suplementos. Si estás estresado o
ansioso, la cafeína puede empeorar esos estados emocionales. Aunque la
cafeína se utiliza a veces para tratar la jaqueca (o migraña), puede empeorar
el dolor de cabeza en algunas personas.
La clave está en la moderación
Se suele creer que la cafeína es segura cuando se toma con moderación. Los
expertos consideran que entre 200 mg y los 300 mg es una cantidad moderada
de cafeína para un adulto Pero el consumo de solo 100 mg de cafeína al día
puede hacer que una persona desarrolle "dependencia" con respecto a esta
sustancia. Esto significa que puede desarrollar síntomas de abstinencia (como
cansancio, irritabilidad y dolores de cabeza) si deja de consumirla de repente.
Los adolescentes deben intentar limitar el consumo de cafeína a no más de
100 mg al día, y los niños incluso a menos. La siguiente tabla incluye
productos habituales con cafeína y las cantidades de esta sustancia que
contienen:
Bebida/Alimento/Suplemento Cantidad de bebida/alimento Cantidad de cafeína
SoBe No Fear 8 onzas 83 mg

Bebida energizante Monster 16 onzas 160 mg

Bebida energizante Rockstar 8 onzas 80 mg

Bebida energizante Red Bull 8.3 onzas 80 mg

Jolt cola 12 onzas 72 mg

Mountain Dew 12 onzas 55 mg

Coca-Cola 12 onzas 34 mg

Diet Coke 12 onzas 45 mg

Pepsi 12 onzas 38 mg

7-Up 12 onzas 0 mg

Café no instantáneo (de filtro) 5 onzas 115 mg*

Té helado 12 onzas 70 mg*

Bebida de cacao 5 onzas 4 mg*

Bebida de leche y chocolate 8 onzas 5 mg*

Chocolate negro 1 onza 20 mg*

Chocolate con leche 1 onza 6 mg*

Goma de mascar Jolt 1 unidad 33 mg


Medicamento para aliviar el resfríado 1 comprimido 30 mg*

Vivarin 1 comprimido 200 mg

Excedrin extra fuerte 2 comprimidos 130 mg

*Indica una cantidad promedio de cafeína

Reducir el consumo
Si estás tomando demasiada cafeína, te interesa reducirla. Lo mejor es reducir
su consumo lentamente. De lo contrario, podrías tener dolores de cabeza y
estar cansado, irritable o sencillamente, encontrarte mal.
Intenta reducir el consumo de cafeína sustituyendo los refrescos con cafeína y
el café por bebidas que no contengan cafeína, como el agua, el café
descafeinado, los refrescos descafeinados y los tés sin cafeína. Empieza
llevando un registro de la cantidad de bebidas con cafeína que consumes al
día; luego, reemplaza una de esas bebidas por una bebida alternativa sin
cafeína. Sigue haciéndolo durante una semana entera. Luego, si sigues
consumiendo mucha cafeína, sustituye otra de tus bebidas diarias con cafeína
y continúa así durante una semana más. Hazlo durante tantas semanas como
sea necesario hasta que tu consumo diario de cafeína esté por debajo de los
100 miligramos. Seguir un enfoque gradual como este puede ayudarte a
desengancharte de la cafeína sin padecer efectos secundarios indeseables,
como los dolores de cabeza.
A medida que vayas reduciendo la cantidad de cafeína que consumes, es
posible que te sientas cansado. Asegúrate de dormir lo suficiente y aumenta tu
nivel de energía haciendo ejercicio físico. Cuando tu cuerpo se adapte a un
menor consumo de cafeína, tus niveles de energía se deberían normalizar al
cabo de pocos días.

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