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Coca-Cola, el principal productor mundial de bebidas azucaradas,

apuesta por una nueva solución “científica” a la crisis de la obesidad:


uno debe hacer más ejercicio y preocuparse menos por contar calorías
para mantener un peso saludable.

El gigante de las bebidas se ha unido a científicos influyentes que


fomentan este mensaje en revistas médicas, conferencias y a través de
las redes sociales. Para ayudarles con la difusión, Coca-Cola ha brindado
apoyo financiero y logístico a una nueva organización sin fines de lucro
llamada Global Energy Balance Network, que promueve el mensaje de
que los estadounidenses suelen obsesionarse con cuánto comen y beben
y no dan suficiente importancia a hacer ejercicio.

“Los medios y en la prensa científica se enfocan en ‘Oh, están comiendo


demasiado, comiendo demasiado, comiendo demasiado’, y le echan la
culpa a la comida rápida y a las bebidas azucaradas”, dice el
vicepresidente del grupo, Steven N. Blair, un científico, en un vídeo
reciente que anuncia la nueva organización. “Y prácticamente no existen
pruebas convincentes de que este sea el caso”.

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CreditTony Cenicola/The New York Times


Los expertos médicos afirman que este mensaje es engañoso y que hace
parte de un esfuerzo de Coca-Cola para desviar las críticas sobre el papel
que las bebidas azucaradas han jugado en las cifras de obesidad y
diabetes tipo 2. Sostienen que la compañía está utilizando al nuevo
grupo para convencer al público de que la actividad física puede
compensar una mala dieta, a pesar de la evidencia que demuestra que el
ejercicio tiene tan solo un impacto mínimo sobre el peso.

Este enfrentamiento sobre la causa científica de la obesidad se da en


medio de mayores esfuerzos para eliminar las bebidas azucaradas de las
escuelas e impedir que las empresas dirijan su publicidad hacia los
niños. En las últimas dos décadas el consumo de gaseosas por parte del
estadounidense promedio ha disminuido un 25 por ciento.

“Las ventas de Coca-Cola están bajando, hay un contragolpe por parte de


los políticos y el público contra las gaseosas, y además, todas las
ciudades grandes están intentando limitar el consumo de las mismas”,
afirma Michele Simon, una abogada especialista en salud pública. “Es
una respuesta directa a las pérdidas sufridas por la compañía. Están
desesperados”.

Coca-Cola ha hecho una inversión importante en la nueva organización.


Según las respuestas a solicitudes de información permitidas por las
leyes estatales, dos universidades que emplean a líderes de la Global
Energy Balance Network revelaron que Coca-Cola había donado 1,5
millones de dólares para poner la organización en marcha el año pasado.

Además, desde 2008, la compañía ha proporcionado cerca de 4 millones


de dólares en financiación para varios proyectos de dos miembros
fundadores de la organización: Blair, profesor en la Universidad de
South Carolina, cuyas investigaciones a lo largo de los últimos 25 años
ha constituido gran parte de la base de las directrices federales sobre
actividad física, y Gregory A. Hand, decano de la Escuela de Salud
Pública de la Universidad de West Virginia.

Los archivos muestran que el sitio web de Global Energy Balance


Network, gebn.org, está registrado a nombre de la sede de Coca-Cola en
Atlanta, y la compañía también figura como administradora del sitio
web. El presidente del grupo, James O. Hill, profesor de la Escuela de
Medicina de la Universidad de Colorado, dijo que Coca-Cola había
registrado el sitio web de la organización porque sus miembros no
sabían cómo hacerlo.

“Ellos no mandan la parada”, dijo. “Nosotros estamos a cargo”.

El departamento de relaciones públicas de Coca-Cola rechazó varias


veces las solicitudes de entrevista a su directora científica, Rhona
Applebaum, quien ha difundido el nuevo grupo en Twitter. En un
comunicado, la compañía dijo que contaba con una larga historia de
apoyo a la investigación científica relacionada con sus bebidas y el
balance energético.

“Colaboramos con algunos de los mejores expertos en el campo de la


nutrición y la actividad física”, leía el comunicado. “Es importante para
nosotros que los investigadores con los que trabajamos compartan sus
propios puntos de vista y sus hallazgos científicos, independientemente
de los resultados. Somos transparentes y abiertos en cuanto a nuestra
financiación”.

Blair y los demás científicos afiliados al grupo sostuvieron que Coca-Cola


no tenía control sobre su trabajo ni sobre su mensaje y que no veían
ningún problema con el apoyo de la empresa, ya que habían sido
transparentes.

Sin embargo las páginas del grupo en Twitter y Facebook, que


promueven la actividad física como remedio para las enfermedades
crónicas y la obesidad mientras que mantienen un gran silencio sobre el
papel de la comida y la dieta, no mencionan el apoyo financiero de Coca-
Cola.

El sitio web del grupo tampoco mencionaba el apoyo de Coca-Cola hasta


que el Dr. Yoni Freedhoff, un experto en obesidad de la Universidad de
Ottawa, escribió a la organización para preguntar sobre su financiación.
Blair dijo fue un descuido que se corrigió rápidamente.

“Apenas descubrimos que no aparecían las fuentes de financiación, tanto


Coca-Cola como las demás, las publicamos de inmediato”, dijo Blair.
“¿Eso nos hace totalmente corruptos en todo lo que hacemos?”

Los críticos dicen que desde hace mucho tiempo, Coca-Cola presenta la
epidemia de la obesidad principalmente como un problema de falta de
ejercicio. “Su mensaje dice que la obesidad no se trata de los alimentos o
las bebidas que estas consumiendo, sino de que no estas equilibrando
esos alimentos con ejercicio”, dijo Freedhoff.

Ahora, los defensores de la salud pública afirman que Coca-Cola va más


allá al contratar a científicos respetables para que defiendan a la
compañía.

Hill, el presidente del grupo, es uno de los cofundadores del Registro


Nacional de Control del Peso (National Weight Control Registry), un
estudio a largo plazo sobre las personas que han perdido peso, y ha
formado parte de comités para la Organización Mundial de la Salud y los
Institutos Nacionales de la Salud. La Sociedad Americana para la
Nutrición se refiere a él como “un líder de la lucha global contra la
epidemia de la obesidad”.
Barry M. Popkin, profesor de nutrición global en la Universidad de
North Carolina en Chapel Hill, dijo que el apoyo de Coca-Cola a
prominentes investigadores de la salud se asemejaba a las tácticas
utilizadas por la industria del tabaco, que contrataba a expertos para
convertirlos en “mercaderes de la duda” sobre los riesgos del cigarrillo
para la salud.

La financiación de la industria alimenticia en la investigación científica


no es nada inusual. Pero los estudios sugieren que este tipo de apoyo
tiende a sesgar los resultados. Un análisis reciente de los estudios sobre
las bebidas, publicado en la revista PLOS Medicine, concluyó que en
aquellos financiados por Coca-Cola, PepsiCo, la American Beverage
Association y la industria azucarera, era cinco veces más probable a no
encontrar ninguna relación entre las bebidas azucaradas y el aumento de
peso que en los estudios cuyos autores declararon no tener conflictos de
intereses financieros.

En su página web, el grupo recomienda combinar más ejercicio con una


mayor ingesta de alimentos, ya que, según Hill: “ ‘comer menos’ nunca
ha sido un mensaje eficaz. El mensaje debe ser el de ‘moverse más y
comer de forma más inteligente’”.

Hizo énfasis en que la pérdida de peso implicaba una combinación de


factores complejos y que el objetivo de su grupo no era restar
importancia al papel de la dieta o retratar la obesidad como un problema
causado exclusivamente por la falta de ejercicio.

“Si vamos por ahí diciendo que se trata solo de la actividad física y no de
la comida, entonces nos merecemos las críticas”, dijo. “Pero no creo que
eso sea lo que hemos hecho”.

Sin embargo en los comunicados de prensa y en su página web, el grupo


ha usado un tono diferente.

“Los medios de comunicación tienden a achacar la culpa de la epidemia


de obesidad a nuestros malos hábitos alimentarios”, proclama un
reciente comunicado de prensa. “¿Realmente tienen la culpa esas papas
fritas? El Dr. Steve Blair explica que no debes creer todo lo que ves en la
televisión”.

Kelly D. Brownell, decano de la Facultad Sanford de Política Pública en


Duke, dijo que como negocio, Coca-Cola “se centró en vender un
producto con una gran cantidad de calorías, mientras que su filantropía
se centra en cómo eliminar esas calorías: el ejercicio”.
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