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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP M 7466/2016 - ECLI: ES:APM:2016:7466


Id Cendoj: 28079370282016100154
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Fecha: 22/04/2016
Nº de Recurso: 294/2014
Nº de Resolución: 151/2016
Procedimiento: Recurso de Apelación
Ponente: ENRIQUE GARCIA GARCIA
Tipo de Resolución: Sentencia

N.I.G.: 28.079.00.2-2014/0075250
Recurso de Apelación 294/2014
O. Judicial Origen: Juzgado de lo Mercantil nº 07 de Madrid
Autos de Juicio Verbal 254/2012
Apelante: DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO
Sr. ABOGADO DEL ESTADO
Apelado: D. Benito
PROCURADOR D. /Dña. MARTA CENDRA GUINEA
Letrado: D. Fernando Ron Martín
MINISTERIO FISCAL
SENTENCIA nº 151/2016
En Madrid, a 22 de abril de 2016.
La Sección Vigésima Octava de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en materia mercantil,
integrada por los Ilustrísimos Señores Magistrados D. Gregorio Plaza González, D. Enrique García García y D.
Francisco de Borja Villena Cortés, ha visto el recurso de apelación, bajo el núm. de rollo 294/2014, interpuesto
contra la sentencia dictada en el proceso núm. 254/2012 seguido ante el Juzgado de lo Mercantil núm. 7 de
Madrid .
Han sido partes en el recurso, como apelante la ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO-DIRECCION
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, representada y defendida por el Abogado del Estado, y como
apelado D. Benito , representado por la Procuradora Dña. Marta Cendra Guinea y defendido por el Letrado
D. Fernando Ron Martín.

ANTECEDENTESDEHECHO
PRIMERO.- Las actuaciones procesales se iniciaron mediante demanda presentada con fecha 12 de abril de
2012 por D. Benito contra la DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, en la que, tras
exponer los hechos que estimaba de interés y alegar los fundamentos jurídicos que consideraba que apoyaban
su pretensión, suplicaba que se dictase sentencia en los siguientes términos:
"... dicte sentencia por la que:
1. Anule la resolución dictada el día 14 de febrero de 2012 por la Dirección General de los Registros y del
Notariado, y ordene la inscripción el el Registro Mercantil de Madrid de la Escritura que fuera objeto de
calificación negativa, autorizada por el Notario actor el día 4 de agosto de 2011, y por la cual Escritura Pública

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el Consejo de Administración de la entidad "Corporación de Radio y Televisión Española SAU" formalizaba


la renuncia como consejero y presidente de don Leopoldo , y designaba como Presidente (por sorteo y por
tiempo limitado) al ya consejero don Valentín .
2. Condene en costas a la demandada ."
SEGUNDO.- Tras seguirse el juicio por sus trámites correspondientes el Juzgado de lo Mercantil núm. 7 de
Madrid dictó sentencia, con fecha 20 de noviembre de 2012 , cuyo fallo era el siguiente:
"Que estimando la demanda interpuesta por el Procurador Sra. Cendra Guinea en nombre y representación de
D. Benito frente a Administración del Estado representado por el Sr. Abogado del Estado, habiendo sido parte
el Ministerio Fiscal debo anular la resolución dictada por la Dirección General de Registros y del Notariado
el día 14 de febrero de 2012 y, en consecuencia debo ordenar la inscripción en Registro Mercantil de Madrid
la Escritura que fuera objeto de calificación negattiva, autorizada por el Notario demandante en fecha 4 de
agosto de 2011 y por la cual Escritura Pública el Consejo de administración de la entidad Corporación de
Radio y Televisión Española, S.A.U. formalizaba la renuncia como consejero y presidente de D. Leopoldo ,
y designaba como Presidente ( por sorteo y por tiempo limitado) al ya consejero D. Valentín , todo ello sin
hacer expresa condena en costas. "
TERCERO.- Publicada y notificada dicha resolución a las partes litigantes, por la ADMINISTRACIÓN GENERAL
DEL ESTADO- DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, representada y defendida por el
Abogado del Estado , se interpuso recurso de apelación que, admitido por el mencionado Juzgado y tramitado
en legal forma, ha dado lugar a la formación del presente rollo ante esta sección de la Audiencia Provincial de
Madrid, donde se ha seguido con arreglo a los trámites de los de su clase.
La sesión de deliberación, votación y fallo por parte del tribunal se celebró el día 21 de abril de 2016 .
Ha actuado como ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. Enrique García García, que expresa el parecer del tribunal
CUARTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOSDEDERECHO
PRIMERO.- El demandante autorizó, en su ejercicio profesional como notario, una escritura, de fecha 4 de
agosto de 2011, por la que el consejo de administración de Corporación de Radio y Televisión Española SAU
formalizaba la renuncia al cargo de consejero y presidente del Sr. Leopoldo y designaba como presidente al Sr.
Valentín . Presentada la misma ante el Registro Mercantil fue calificada en sentido negativo, por tres motivos,
y denegada su inscripción. El referido notario interpuso recurso gubernativo ante la Dirección General de los
Registros y el Notariado (DGRN) y ésta dictó Resolución fechada el 14 de febrero de 2012 por la que estimaba
dos de los motivos de impugnación, pero que desestimó el tercero, al entender que no podía proveerse al
nombramiento de nuevo presidente del consejo, ni tan siquiera de modo temporal, sin la previa designación
efectuada por el Congreso de los Diputados.
El notario presentó demanda de recurso en vía judicial contra la citada Resolución de 14 de febrero de 2012,
en la que sostenía que la DGRN estaba condenando a Corporación de Radio y Televisión Española SAU a
padecer una situación de acefalia social, que era contraria a la propios Estatutos de CRTVE y al principio
de conservación de la empresa, partiendo además del error de confundir indebidamente entre dos cargos
distintos, el de la presidencia de la Corporación y el de presidente del consejo de administración.
La contestación a la demanda por parte del Abogado del Estado esgrimió la excepción de falta de legitimación
activa del notario para solicitar ante los tribunales la revocación de la Resolución de la DGRN de 14 de febrero
de 2012. En primera instancia no prosperó este alegato y fue estimada la demanda. En esta segunda instancia
el Abogado del Estado lo vuelve a esgrimir como único motivo de su recurso de apelación.
SEGUNDO.- La legitimación ( artículo 10 LEC ), según constante jurisprudencia ( sentencias de la Sala 1ª del
TS de 2 abril 2014 , 2 de abril de 2012 , 30 de abril de 2012 , 9 de diciembre de 2010 y 2 de julio de 2008 ),
constituye un presupuesto procesal susceptible de control previo al examen de fondo del asunto, de modo que
la pretensión resultará inviable cuando quien la formula no pueda ser considerado como una "parte procesal
legítima".
Es por ello que este tribunal no podrá examinar lo ajustado a derecho de la resolución de la DGRN si como
consecuencia del previo análisis de la legitimación activa de la parte demandante llegase a la conclusión
de que ésta careciese de ella. Por lo tanto, las invocaciones que se realizan en el escrito de oposición a la
apelación al sentido de justicia que debería llevar a criticar la resolución de la DGRN no resultan suficientes

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para eludir el análisis previo del cumplimiento por el demandante del requisito de la legitimación activa para
poder presentar su demanda. Y si éste falla, nada más podría llegar a analizar este tribunal.
TERCERO.- Conviene recordar que las reglas de legitimación activa no están en el artículo 324 de la LH , sino
en el artículo 325 de la LH para el recurso gubernativo y en el 328 de la LH para el proceso judicial.
Pues bien, el párrafo cuarto del artículo 328 de la LH establece una regla especial de legitimación para la
posibilidad de interposición de recursos ante los órganos judiciales contra las resoluciones dictadas por la
DGRN, en materia de calificación registral, que afecta tanto a notarios como a registradores. La regla es
del siguiente tenor: "El notario autorizante del título o su sucesor en el protocolo, así como el registrador
de la propiedad, mercantil y de bienes muebles cuya calificación negativa hubiera sido revocada mediante
resolución expresa de la Dirección General de los Registros y del Notariado podrán recurrir la resolución de
ésta cuando la misma afecte a un derecho o interés del que sean titulares."
Se trata, como hemos avanzado, de una norma especial, que prevalece, precisamente por su especialidad,
sobre la previsión del párrafo tercero del propio artículo 328 de la LH (que remite la legitimación a las mismas
reglas que operan en el ámbito del recurso gubernativo), y además también por razones temporales (norma
posterior, además de especial) sobre la regla general que concede legitimación universal al notario para recurrir
en el ámbito gubernativo contra la calificación registral ( artículo 325, letra b, de la LH ).
La regla aplicable, que lo es la del párrafo cuarto del artículo 328 de la LH , reconoce legitimación al notario
para recurrir contra las resoluciones de la DGRN, en materia de calificación registral, pero lo hace imponiendo
limitaciones a la misma que los tribunales no pueden ignorar. Se trata de una legitimación que no puede ser
vaciada de contenido (como recordaba la sentencia de la Sala 1ª del TS de 21 de noviembre de 2013 ), pero
que es de carácter excepcional de modo que únicamente puede entenderse concedida en previsión de casos
muy concretos en los que pudiera estar justificada, pues como tal se mantuvo a raíz de la reforma del artículo
328 LH operada por la Ley 24/2005 ( sentencia de la Sala 1ª del TS de 2 de abril 2013 ).
La clave estriba, por lo tanto, en cómo debe materializarse esa afectación a un derecho o interés, que ha
de ser además legítimo, del que sea titular el notario que pretende acudir a la vía judicial en contra del
pronunciamiento de la Dirección General de los Registros y el Notariado (DGRN). Para la interpretación de
tal concepto jurídico nos resulta de obligado seguimiento, al margen de la enriquecedora polémica doctrinal
surgida al respecto, la postura adoptada por la jurisprudencia (que tiene la misión de complementar el
ordenamiento jurídico, según prevé el artículo 1.6 del C. Civil ). Ésta ha marcado los patrones que deben
seguirse para poder llenar el requisito previsto en el párrafo cuarto del artículo 328 de la LH . Aunque la misma
se ha pronunciado a propósito de recursos planteados por registradores, y sea cierto que los notarios realizan
una labor profesional distinta de la de éstos, las consideraciones jurisprudenciales son predicables de un
mismo precepto legal que, con mayor o menor acierto, ha unificado el tratamiento que debe dispensarse en
materia de legitimación activa en esta clase de procesos a ambas clases de profesionales.
La jurisprudencia, desde la sentencia dictada por la Sala 1ª del TS el 20 de septiembre de 2011 , cuya
enseñanza ha sido seguida y consolidada en las ulteriores ( sentencias de la Sala 1ª del TS de 10 febrero
2012 , 18 julio 2012 , 20 marzo 2013 y 2 abril 2014 ), viene señalando que el interés que podría conferir la
legitimación de carácter extraordinario prevista en el párrafo cuarto del artículo 328 de la LH no se identifica
ni con el que resulta de la defensa de la legalidad, ni tampoco con la disconformidad de criterio profesional
con la decisión de la Dirección General de los Registros y el Notariado (DGRN), ni tampoco con un interés
particular que, obviamente, impediría intervenir personalmente en el asunto al notario o registrador implicado.
Se ha de referir a aspectos que deberán concretarse en la demanda y que normalmente estarán vinculados a
una eventual responsabilidad civil o disciplinaria exigible a dicho profesional.
CUARTO.- En la demanda que aquí nos ocupa, que es el punto de referencia obligado en esta sede procesal,
no se concretaba, en modo alguno, que existieran apercibimientos de exigencia de responsabilidad contra
el notario que autorizó la escritura ni que éste tuviera que actuar para salvaguardarse de ninguna venidera y
fundadamente previsible pretensión de responsabilidad civil por causa de su actuación profesional (ni por vía
del artículo 22 de la LH ni del artículo 146 del Reglamente Notarial, que son citados ahora por el demandante
en esta segunda instancia).
Tampoco se alegó por parte del notario que se le pudieran ocasionar gastos o perjuicios concretos derivados
de la decisión parcialmente adversa de la DGRN que le pudieran tener que forzar a realizar a su costa, y a su
entender de modo indebido, escrituras complementarias o adicionales (a lo que se refiere el artículo 22 de la
LH ) que entrañasen costes de subsanación que le acarreasen un menoscabo patrimonial.
Desconocemos, porque no fue alegado ni justificado en el momento oportuno para ello, si existe alguna
posibilidad, real y no meramente teórica, de que el notario actuante pudiera tener que soportar alguna

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reclamación o coste por causa de la negativa a la inscripción. El que tenía la carga de ponerlo de manifiesto
en su demanda era el actor y lo cierto es que no dio cumplimiento entonces a tal exigencia procesal. En la
demanda simplemente se aludió a la actuación del mismo en favor del cumplimiento de la legalidad, a lo que
luego se adicionó en el acto de la vista la referencia al interés en defender su propio protocolo notarial, lo
cual supone esgrimir argumentaciones de carácter evanescente o inconcreto que no resultan bastantes para
fundar el derecho o interés legítimo que le pudiera conferir la legitimación de carácter extraordinario a la que
se refiere el párrafo cuarto del artículo 328 de la LH , en los términos interpretados por la jurisprudencia. Ello
se debe a que el demandante pretendía defender su legitimación de modo incondicional con la invocación,
no adecuada en esta sede, de la previsión del artículo 325 de la LH , porque ésta viene referida al recurso
gubernativo. Esto es lo que, en realidad, sigue subyaciendo en los alegatos de su escrito de oposición al recurso
de apelación, donde viene a defender una suerte de legitimación plena e incondicionada del notario que no
se aviene con las limitaciones a las que nos hemos venido refiriendo que operan para que pudiera acudir en
este ámbito a cuestionar en sede judicial la resolución adoptada por la Dirección General de los Registros y
el Notariado (DGRN).
La invocación por la defensa del notario de la exposición de motivos de la Ley 24/2005 no le ayuda demasiado
si se tiene presente el historial de tramitación parlamentaria de dicha norma, que determinó que el articulado
finalmente aprobado no se adecuase al texto inicial del proyecto de ley, ni por lo tanto al de la referida
exposición. Por otro lado, tampoco resulta muy afortunado que se mezclen en sus alegatos aspectos tan
distintos como la función de mera presentación de documentos en el registro y el interés incondicional que sólo
podría sostener el beneficiario de la inscripción. Asimismo, la mera invocación, ahora en sede apelación, que
no antes, del régimen de responsabilidad civil al que con carácter general está sujeto el notario no añade nada,
a falta de una especial concreción de sus consecuencias proyectadas sobre el caso concreto del que aquí se
trata, con respecto a la condición de otros profesionales que también están sometidos a responsabilidad por
el desempeño de su profesión, como ocurre con los registradores de la propiedad, lo que no ha sido óbice para
que el Tribunal Supremo haya remarcado el carácter excepcional y restringido de la legitimación activa en este
ámbito y haya exigido una concreción específica en el caso concreto de la misma para poder reconocer el
derecho a accionar. Se trata de atenerse a una exigencia impuesta por el legislador y que no puede entenderse
que vulnere el principio "pro actione" que deriva del artículo 24.1 de la Constitución , pues no se impide al
interesado accionar, sino que sólo se le exige que cumpla determinadas premisas legales necesarias para
ello. No debe olvidarse que el derecho a la tutela judicial efectiva lo es de configuración legal, de modo que
su ejercicio está sujeto a la concurrencia de los presupuestos y requisitos procesales que, en cada caso,
haya establecido el legislador ( sentencia del TC 182/2004, de 2 de noviembre ), que puede disponer límites
razonables, proporcionales y adecuados a la naturaleza del proceso y a la finalidad perseguida con el mismo.
En consecuencia, debería haber sido estimada la alegación de falta de legitimación activa que opuso el
Abogado del Estado en su contestación a la demanda y que ahora reitera, con fundamento, en esta segunda
instancia. Es por ello que el recurso de apelación ha de ser acogido.
QUINTO.- Este tribunal considera oportuno no efectuar expresa imposición de las costas derivadas de la
primera instancia, ya que estamos ante una materia que no ha sido regulada con una técnica jurídica
demasiado precisa y que ha obligado a sucesivos pronunciamientos jurisprudenciales, lo que explica que
existiera un panorama de cierta incertidumbre al tiempo en el que se presentó la demanda. Es por ello que
entendemos aplicable la excepción que el nº 1 del artículo 394 de la LEC prevé al principio del vencimiento
objetivo cuando se aprecie que el asunto presentaba serias dudas de derecho que justificaban el debate
procesal.
SEXTO.- La estimación del recurso de la parte demandada supone la no imposición de las costas derivadas
de su apelación, tal como se prevé en el nº 2 del artículo 398 de la LEC .
Vistos los preceptos citados y los demás concordantes de general y pertinente aplicación al caso, este tribunal
pronuncia el siguiente

FALLO
1º.- Estimamos el recurso de apelación planteado por la ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO-DIRECCION
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, representada y defendida por el Abogado del Estado, contra
la sentencia dictada el 20 de noviembre de 2012 por el Juzgado de lo Mercantil nº 7 de Madrid en sede del
proceso número 2542012.
2º.- Revocamos dicha resolución judicial y en su lugar desestimamos la demanda interpuesta por la
representación de D. Benito contra la ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO-DIRECCION GENERAL DE
LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO.

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3º.- No efectuamos expresa imposición de las costas derivadas de ambas instancias.


Devuélvase a la parte recurrente el depósito que hubieran tenido que constituir para poder recurrir.
Contra la presente sentencia las partes tienen la posibilidad de interponer ante este tribunal, en el plazo de
los veinte días siguientes al de su notificación, recurso de casación y, en su caso, recurso extraordinario por
infracción procesal, de los que conocería la Sala Primera del Tribunal Supremo, todo ello si fuera procedente
conforme a los criterios legales y jurisprudenciales de aplicación.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos los ilustrísimos señores magistrados
integrantes de este tribunal.

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