EXCURSION A GUMIEL DE IZÁN, CALERUEGA, PEÑARANDA DE DUERO Y CLUNIA.

Os voy a proponer una excursión que puede servir de referencia para la que vamos a tener este año en Junio
2010 con ocasión de nuestro encuentro anual. Esta excursión está pensada para un día apretado y grupo
reducido viajando en coche particular; viajar en grupo, en autobús y con ciertas limitaciones horarias exigirá
algunos ajustes y prescindir de algunas visitas a determinar en su momento. Además, he tenido noticias de que
se ha arreglado una carretera que va de Caleruega a Clunia pasando por Arauzo de Torre que podría suponer
algún cambio a la hora de confeccionar la ruta.

La excursión que os propongo contempla la parte noreste de la comarca de la Ribera del Duero de nuestra
Provincia comprendida entre los ríos Gromejón y Arandilla, e incluye las visitas a Gumiel de Izán, Caleruega,
Peñaranda de Duero y las ruinas romanas de Clunia. Es una zona con gran un gran patrimonio histórico,
religioso, artístico y cultural, en donde se localiza un antiguo enclave romano de primera magnitud, territorio
fronterizo durante la Reconquista, de creación y expansión de Castilla con Fernán González, de paso del Cid
hacia su destierro y cuna de espiritualidad y teología de la mano de Santo Domingo de Guzmán, patrón de
Burgos. ¿Hay quien dé más?.

Comenzamos por Gumiel de Izán. Con una bonita Plaza Mayor con soportales, y casas de piedra con escudos
de armas, castillo con restos de fortaleza con un subsuelo horadado de infinidad de bodegas. Pero por encima de
todo destaca en la Plaza Mayor la imponente Iglesia de Santa María, de los siglos XV a XVII, declarado
Monumento Artístico Nacional, interior de estilo gótico y exterior de estilo Renacentista con apuntes barrocos.
Toda la Iglesia es un museo, en donde la joya es el impresionante Retablo Mayor, la pila bautismal, varias tablas
hispanoflamencas, una valiosa talla de San Juan, algunas tallas de imágenes sedentes románico-góticas, piezas
de orfebrería, lienzos, etc.
A continuación nos dirigimos a Caleruega, cuna de Santo Domingo de Guzmán. Hoy Caleruega es una
referencia importante en los ámbitos teologales de la Orden de los Dominicos que tiene en la localidad el Centro
de estudios y de espiritualidad para los varones de la Orden. Son monumentos de interés:
Iglesia de San Sebastián. Esta parroquia calerogana fue fundada en el S. XI, se llama así en honor al patrón del
pueblo, S. Sebastián, y ahí fue bautizado Sto. Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los Predicadores
Dominicos.

Conjunto conventual de Santo Domingo de Guzmán construido alrededor del Torreón de los Guzmanes. El
convento y el torreón se completa con la iglesia levantada sobre el solar donde nación el Santo, claustro, museo,
etc.
La excursión continua hasta Peñaranda de Duero, un auténtico islote medieval, con casonas nobles y viviendas
tradicionales de piedra y adobe con entramado de madera, que componen un singular casco urbano con restos
de muralla. Destacan los siguientes monumentos:

Castillo. Original del siglo X, construido con motivo de la repoblación llevada a cabo por Fernán González y
reformado completamente en el siglo XV, con excelentes vistas de la vega del Arandilla y de la ciudad. Muralla
que data del siglo XV, de la que se conservan dos de las tres puertas.
Palacio de Avellaneda. Construido en el siglo XVI y en el que, según se cree, pudo trabajar Francisco de Colonia.
Bonita portada con el escudo de los Zúñiga, un elegante patio señorial con galería doble, desde el que se accede
a las habitaciones nobles bellamente decoradas con espléndidos artesonados. En el Salón de Embajadores
preside una elegante chimenea de estucos, y destaca ahí por su originalidad una galería para los músicos.
Ex Colegiata de Santa Ana , presenta portada barroca, en el interior retablo neoclásico y coro tallado en nogal. En
su portada cuenta con tres bustos romanos de Clunia. En torno a la colegiata se apiña el pueblo medieval. En el
centro de la plaza, existe una picota o rollo jurisdiccional de elegantes líneas góticas.
Botica. Farmacia con museo, sigue en funcionamiento, y es una de las más antiguas de España.

A continuación nos ponemos rumbo hacia Coruña del Conde (cuyo nombre deriva por corrupción del nombre
Clunia) enclave histórico ligado a Abderramán III y Almanzor. Con una ermita visigótica y un Castillo en ruinas en
el que llama poderosamente la atención un avión de caza en la ladera del mismo. Resulta que es el homenaje de
la aviación española a la figura de un pastor de la localidad de la segunda mitad del siglo XVIII, que inventó un
artilugio que lo materializó con la ayuda del herrero, y que le permitió volar más de 300m desde lo alto del Castillo
(¡sin matarse¡). Eso sí, los lugareños al conocer la noticia, le destruyeron el “diabólico” aparato (y probablemente
se libró “por piernas” de algo peor).
Seguimos la misma carretera hacia Peñalba de Castro y a medio camino nos encontramos en diversos
asentamientos las ruinas de la antigua ciudad romana de Clunia Sulpicia, capital de “conventus iuridicum” de la
Hispania Citerior o Tarraconense, con el nombre de Colonia, en donde Sulpicio Galba se proclamó emperador de
Roma. ¡Clunia capital del Imperio Romano¡.

La ciudad asentada sobre una meseta tuvo gran importancia en la romanización del norte de España. Se calcula
que su población llegó a ser de unos 32.000 habitantes. El teatro escavado en la roca con capacidad para 9.000
espectadores, unos 7.000 m2 de baños públicos, foro, y los magníficos mosaicos descubiertos en muchas de sus
casas señoriales dan fe de su antiguo esplendor. El desmoronamiento del imperio romano, las invasiones
bárbaras, y las batallas de la Reconquista acabaron con la ciudad. Bueno, posiblemente el golpe definitivo lo
dieron los habitantes de la zona que convirtieron a Clunia en una cantera para sus casas, palacios e iglesias.
Ni que decir tiene que en la mayoría de las localidades de la ruta abundan buenos mesones y restaurantes donde
se puede degustar un riquísimo cordero asado, regado con excelentes vinos de la Ribera del Duero,
escabechados, caza y pesca, quesos de oveja, yemas y empiñonados.