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SESIÓN 1
HISTORIA DE LA ABOGACIA
Definición de Abogacía
Profesión y actividad del abogado (advocatus, de ad: a y vocare: llamar o sea abogar),
quien al ejercerla debe actuar en favor de los intereses que tiene confiados; de las más
nobles por su importancia para lograr la paz y el bienestar social.
En una primera época se destinaba a personas destacadas a personas con dotes oratorias
que podrían causar impacto en los tribunales posteriormente la profesión de la abogacía
se empieza a destacar y se tiene como dato que es PERICLES, es el primer abogado
profesional y como imperativo quien patrocinaba causa ajena debería tener esas dotes
oratorias, no tenían pagos de honorarios pero su intervención podía permitir su acceso a
cargos públicos.
El orador judicial.
Aquel que desde la Grecia y Roma intervenía en los tribunales y con el conocimiento pleno
de la retórica realizaba piezas orales para convencer que su cliente tenia la razón
destacándose en el uso de la palabra Adriano y Cicerón que realizaron tratados de la
materia quedando como precursores del discurso verbal y como ejemplos en la abogacía
del manejo de la expresión del pensamiento.
Durante la época prehispánica, manifiesta Clavijero (1731-1787) que: en los juicios de los
mexicanos las mismas partes hacían su causa sin intervención de abogados relatores, sin
inicio del Virreinato de Nueva España, expresa don Antonio Pérez Verdía Fernández, sin
duda los primeros abogados que ejercieron en México y en la más elevada forma su
augusto ministerio, fueron quienes no tenían título profesional, los apostólicos frailes
entre los cuales descollaron Fr. Toribio de Benavente alias Mitología y el Padre Las Casas,
no combatieron en el foro, fueron más allá, hasta la Majestad del César y de esas quejas
hay que suponer un origen especial en las admirables Leyes de Indias: la abogacía fue
entonces ejercida por los españoles que de la Metrópoli venían, aunque años después, se
permitió profesarla a los criollos descendientes de españoles.
Los abogados cobraban sus honorarios conforme a un arancel que aprobaba la Audiencia,
misma que residía en el Real Palacio (actualmente a la que ocupa la Presidencia de la
República), algunos de cuyos locales tenían las dos Salas de Justicia y la del Crimen, todas
tapizadas de damasco carmesí, con dos estrados, en el superior estaban la mesa y sillones
para los magistrados y en el inferior se sentaban los funcionarios subalternos y los
abogados, todos los letrados vestían traje talar, los magistrados sus garnachas y los
abogados colegiados traían además bolillos.
Los principales tribunales en dicha época Colonial y ante los que litigaban los letrados
fueron: La Real Audiencia, una en la Ciudad de México, establecida en 1527 y otra en
Guadalajara, fundada en 1548 y que tenía apelación en la anterior, sobre la cual sólo
estaba el Consejo Real y Supremo de Indias creado por Carlos V en 1524: El Tribunal de la
Inquisición, integrado por el Estado y la Iglesia se estableció formalmente en México hacia
1571, quedando los indígenas fuera de su jurisdicción;
Los Consulados, que fungieron como tribunales mercantiles, tanto administrativos como
judiciales, establecidos en la Cd. de México (1592), en el Puerto de Veracruz (1795), y en
Guadalajara 1795); El Real Tribunal General de Minería en la Capital de Nueva España
(1776); El Tribunal de la Acordada (1719), de índole penal, sancionado por la Corte en
1722 y el Tribunal de Infidencia, creado en las postrimerías de la Colonia; desde luego
había otros inferiores cómo las Alcaldías Menores y las Mayores, los Corregimientos, etc., y
por cuanto a los fueros o jurisdicciones privativas, existieron la eclesiástica, la castrense e
A principios de este siglo y cansado el pueblo del régimen del general don Porfirio Díaz
(1830-1915), se inicia en México el periodo pre-revolucionario y en el hubo ideólogos
como los hermanos Flores Magón, Ricardo (1873-1922), Jesús (1872-1930) y Enrique
(1877-1954), estos dos últimos abogados, que expusieron su credo político en el periódico
Regeneración, publicado desde agosto de 1900 y después en el Programa del Partido
Liberal, Saint Louis Missouri, primero de julio de 1906.
Puede afirmarse que la presencia de los abogados en la gesta revolucionaria, desde el anti-
reeleccionismo, al inicio de la lucha armada el 20 de noviembre de 1910 y hasta la muerte
de don Venustiano Carranza (1859-1920), imprimió a la misma el sentido jurídico-político
que necesitaba, siendo su máxima evidencia y fruto la Constitución del 31 de enero de
1917 promulgada en Querétaro el 5 de febrero siguiente.
Baste decir que desde 1946 a la fecha, los Presidentes de México han sido licenciados en
Derecho, con excepción del señor don Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), don Miguel
Alemán Valdés: 1946-1952; don Adolfo López Mateos: 1958-1964; don Gustavo Díaz
Ordaz: 1964-1970; don Luis Echeverría Álvarez: 1970-1976; don José López Portillo y
Pacheco: 1976-1982, y Miguel de la Madrid Hurtado: 1982-1988.
El abogado en la actualidad.
Actualmente los estudios para la carrera de Derecho se hacen en diez semestres, luego
unos meses de servicio social, la presentación de la tesis respectiva y el correspondiente
examen; maestría y doctorado son ya de posgrado. La práctica profesional se realiza
La membrecía en los Colegios de Abogados que existen en el Distrito Federal y en cada uno
de los Estados es voluntaria, de todo el más antiguo es el Ilustre y Nacional Colegio,
fundado en la Capital Mexicana por Real Cédula de Buen Retiro del 21 de junio de 1760.
Como ocurre en todas las ramas del saber humano, el abogado ha tenido que
especializarse en las de la Ciencia del Derecho: Civil, Penal, Procesal, Mercantil,
Administrativo-Fiscal, Laboral, Internacional-Público y Privado-, Bancario, Marítimo, Aéreo
y las de reciente cuño como el Derecho Protector de los Bienes Culturales de la Nación, y
el del Medio Ambiente-Ecológico, etc.
SESIÓN 2
El profesional del derecho que elige dar sus servicios a la gente que integra el pueblo,
acepta dedicarse a ser útil en determinada tarea que beneficia a la comunidad, sin
pretender otro beneficio personal que su sueldo, una de sus grandes características es la
lealtad a la institución a la que pertenece cumpliendo el fin para el cual fue contratado, a
el mismo dando su mayor esfuerzo y entusiasmo a la tarea diaria que desempeña y desde
luego atender al público con respeto y educación buscando la solución a su problema.
El abogado que tiene la distinción y honor de impartir justicia a sus congéneres tiene que
asumir la responsabilidad de ser un servidor integrante del poder judicial quien debe ser
justo, equitativo imparcial, conocedor del derecho, tener la habilidad de realizar procesos
lógico jurídicos que se resumirán en sus sentencias.
Es el profesionista del derecho que se dedicar a defender a los ciudadanos en los juicios
civiles, mercantiles, penales, familiares y amparos cuidando los intereses y derechos de sus
clientes buscando el éxito a favor de defendido respetando los principios éticos de la
abogacía.
4.- LUCHA tu deber es luchar por el derecho, pero el día que encuentres en conflicto el
derecho con la justicia, lucha por la justicia.
6.- TOLERA la verdad ajena en la misma medida que quieres sea tolerada la tuya.
7.- TEN PACIENCIA el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
9.- OLVIDA la abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fuera tu alma cargando
de rencor, llegara un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate,
olvida tan pronto tu victoria como tu derrota
10.-AMA A TU PROFESION trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que
tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se
haga abogado.
LA COLEGIACION
Definición de Colegiación
Históricamente el ser humano comprendió que no podía vivir aislado y se encuentra que
para sobrevivir y progresar requiere de unirse en tribus, gens o grupos sociales en los
cuales tienen roles de trabajo y en la medida que evoluciona crea la sociedad y logra
pueblos ,ciudades y naciones que hoy integran una sociedad mundial, por lo que demostró
que la unión fortalece y logra fines comunes.
La asociación profesional.
La profesión de abogado como la del médico son las más antiguas y desde la Grecia y
Roma tenemos figuras destacadas sin embargo es el devenir histórico el que viene a dar
Al igual que toda América, en nuestro país estos colegios datan del siglo XVIII fueron
acogidos por las constituciones aprobadas por los reyes o virreyes en su caso y sus
estatutos fueron copia de las agrupaciones de España distinguiéndose que se tenía la
colegiación obligatoria y en su desarrollo de estas asociaciones se han dado casos de
ayuda al abogado enfermo, a su cónyuge y sus hijos demostrando una gran solidaridad.
La colegiación obligatoria
Significa que para ejercer la abogacía sería una obligación integrarse a un colegio otro
sentido es que la unión hace la fuerza y que si los agremiados son egresados de
universidades con la obtención de un título tiene la capacidad para reunir a quienes
ejercerán la profesión de abogados acorde a los principios éticos que exija ese colegio.
Sin embargo defensores de los derechos humanos y las garantías individuales han
sostenido que la libertad de un profesionista no debe ser vetada por intereses de grupos
quienes pueden convocar mas no imponer su decisión, lo cual no deja de tener razón
cuando son con fines políticos alejados de la abogacía.
Libertad de profesión.
Es destacable que en ROMA existe el antecedente de que Justiniano creo una orden y curia
donde reúne a los abogados con requisitos académicos, residencia y de moralidad, en los
países anglosajones existen barras o colegios que imponen a sus integrantes exámenes
para su ingreso y registro y su derecho a po0stular ante los tribunales de esos Estados, en
También han generado códigos de ética que pretende parámetros de conducta acordes a
una serie de valores que comparten las comunidades o colegios de abogados a nivel
internacional en busca de una calidad en el desempeño de la abogacía.
SESIÓN 3
La abogacía es una carrera social cuyo fin es el beneficio de los demás desde la visión
particular de un juicio individual o colectivo, su intervención en la integración de la ley
para que la sociedad se sienta protegida en sus derechos, debe mantener un orden social.
Al ser un conocedor de las normas jurídicas y ser alguien que su sociedad quiere verlo
como modelo individual, como ejemplo de conducta hacia las instituciones, y demostrar
que se puede vivir en el marco de la ley.
SESIÓN 4
Preparación estudiantil debe contener un alto nivel ético o de manejo de valores que
permitan a los profesionistas respetarse a si mismo y a sus congéneres.
Las dadivas.
El tráfico de influencias.
El cohecho.
I. De confectus, participio del verbo latino conficere, acabar, negociar.) Incurre en el delito
de cohecho el servidor público que por sí o por interpósita persona reciba indebidamente
dinero o cualquier otra dádiva para hacer o dejar de hacer algo justo o injusto relacionado
con sus funciones. Es éste el cohecho pasivo, al paso que el acto del particular que induce
a la corrupción denominase cohecho activo. Atenta el delito de cohecho contra la
incorruptibilidad de la función pública. El término servidor público se enuncia en términos
muy amplios por el «a.» 212 del «CP», que es reproducción fiel del «a.» 108 pfo. primero
de la C. De esa regla se infiere, además, un concepto asimismo muy amplio de
administración pública para estos efectos.
El concepto arriba enunciado es, aproximadamente, el que del cohecho pasivo ofrece la
«fracción.» I del «a.» 222 del «Código Penal», único del c. X del «tít.» X del libro II,
consagrado a los delitos cometidos por los servidores públicos.
El servidor público puede obrar por sí o a través de interpósita persona, que será
responsable del delito si actúa a sabiendas, aunque no sea ella misma servidor público,
según aparece claramente de lo preceptuado en el segundo párrafo. del «a.» 212 del
«CP». La acción consiste alternativamente en solicitar, recibir o aceptar promesa de dinero
o cualquier otra dádiva para hacer o dejar de hacer algo justo o injusto relacionado con sus
funciones. La preposición subrayada reviste particular importancia para la debida
inteligencia de la figura, tanto porque indica la orientación subjetiva que da sentido a las
tres mencionadas conductas cuanto porque deja ver que, a diferencia de lo que acontece
en otras legislaciones, el momento consumativo no es el de ejecutar u omitir el acto justo
o injusto que se vende sino el de realizar, con tal propósito, alguna de las tres acciones
aludidas.
II. Con la figura del cohecho pasivo ensambla perfectamente la del cohecho activo, prevista
en la «fr.» II de este «a.» 222. Se castiga allí al que de manera espontánea dé u ofrezca
dinero o cualquier otra dádiva a alguna de las personas que se sancionan en la «fr.»
anterior para que cualquier servidor público haga u omita un acto justo o injusto
relacionado con sus funciones.
Sin embargo, para esa ley no alcanzan a constituir cohecho las dádivas u obsequios que el
servidor público reciba en una o más ocasiones de una misma persona física o moral de las
ya mencionadas, durante un año, cuando el valor acumulado durante ese año no sea
superior a diez veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento
de su recepción.
IV. En cuanto a la penalidad, la ley no hace distingos entre sobornado y sobornante. Antes
de las profundas reformas introducidas en el «tít.» X del libro II (DO de 5-I-1983), el
cohecho se punía con tres meses a cinco años de prisión y multa hasta de dos mil pesos.
Ahora la pena se gradúa en relación a la cantidad o al valor de la dádiva o promesa. Si ésta
no excede al equivalente de quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito
Federal en el momento de cometerse el delito, o no sea valuable, se impone prisión de
tres meses a dos años y multa de treinta a trescientas veces el salario diario mínimo
vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito y destitución e
inhabilitación de tres meses a dos años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión
públicos. Si el monto de la dádiva excede la expresada cantidad, la pena de prisión
Previene la ley, además, que en caso alguno se devolverá a los responsables del delito el
dinero o dádiva entregados, los que se aplicarán en beneficio del Estado.
Este delito tiene que ser atacado por toda la sociedad y desterrarlo de los servicios
públicos.
La abogacía debe ser guardián contra este delito y no cómplice de estas conductas.
I.- A quien abandona una defensa o un negocio, sin motivo justificado y en perjuicio de
quien patrocina.
II.- Asista o ayude a dos o más contendientes o partes con intereses opuestos en un mismo
negocio o negocios conexos, o acepte el patrocinio de alguno y admita después el de la
parte contraria en un mismo negocio.
Regulado por el artículo 319 del Código Penal del Distrito federal.
Puedo afirmar que se intenta con las sanciones establecer que la abogacía se dirija por un
mundo ético en protección a los integrantes de la sociedad y de nuestro país que en la