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15
I.1.- INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................................... 16
HISTORIA DE LA GEOQUÍMICA.......................................................................................................................................... 20
LA GEOQUÍMICA EN LOS PROGRAMAS DE EXPLORACIÓN .......................................................................................... 24
PLANEACIÓN DE LA EXPLORACIÓN .......................................................................................................................... 25
SELECCIÓN DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN. ................................................................................................ 26
CONCEPTOS BÁSICOS ......................................................................................................................................................... 27
GEOQUÍMICA APLICADA ................................................................................................................................................. 29
PRINCIPIOS BÁSICOS ..................................................................................................................................................... 29
ESTUDIOS DE ORIENTACIÓN ....................................................................................................................................... 33
ANOMALÍAS FALSAS (NO SIGNIFICATIVAS) ........................................................................................................... 35
INTERPRETACIÓN DE DATOS GEOQUÍMICOS .......................................................................................................... 36
AMBIENTE GEOQUÍMICO PRIMARIO ........................................................................................................................... 38
GENERALIDADES ................................................................................................................................................................ 38
PRINCIPALES BARRERAS GEOQUÍMICAS ..................................................................................................................... 41
DISTRIBUCIÓN DE ELEMENTOS EN LAS ROCAS ÍGNEAS Y MINERALES. ............................................................. 42
DISTRIBUCIÓN DE ELEMENTOS TRAZA ..................................................................................................................... 44
DISPERSIÓN Y HALOS PRIMARIOS ................................................................................................................................. 46
TIPOS DE HALOS PRIMARIOS ........................................................................................................................................... 48
PATHFINDERS O ELEMENTOS GUÍA .............................................................................................................................. 50
PROVINCIAS GEOQUÍMICAS ............................................................................................................................................ 52
LAS PROVINCIAS METALOGENÉTICAS DE MÉXICO .............................................................................................. 54
CLASIFICACION GEOQUÍMICA DE GOLDSCHMIDT ................................................................................................ 55
ASOCIACIONES GEOQUÍMICAS ................................................................................................................................... 58
ASOCIACIONES DE MINERALES DE IMPORTANCIA ECONÓMICA ...................................................................... 59
AMBIENTE GEOQUÍMICO SECUNDARIO ....................................................................................................................... 60
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................................... 60
INTEMPERISMO FISICO ..................................................................................................................................................... 61
INTEMPERISMO QUÍMICO ................................................................................................................................................. 62
FACTORES AMBIENTALES QUE AFECTAN AL INTEMPERISMO .............................................................................. 70
Minerales Primarios Estables (Residuales) ............................................................................................................................ 73
Minerales Nativos – Óxidos – Silicatos – Sulfuros.................................................................................................................. 74
Horizonte A .................................................................................................................................................................... 82
Horizonte B .................................................................................................................................................................... 83
Horizonte C .................................................................................................................................................................... 84
Los métodos geoquímicos aplicados a la exploración minera son una herramienta esencial
utilizada en los programas de exploración en todas sus etapas, desde los trabajos iniciales de
reconocimiento hasta los de detalle cuando el yacimiento ya ha sido localizado. Los métodos geoquímicos
también se utilizan para identificar las prolongaciones de los yacimientos ya conocidos o en explotación y
como ayuda en la toma de decisiones en la selección de áreas de interés para llevar a cabo la perforación
como etapa final en la localización de yacimientos minerales.
El objetivo de estos apuntes es dar a conocer los principios básicos de la geoquímica inorgánica
y las técnicas de la geoquímica aplicada a la exploración minera dentro del marco de los programas de
exploración, así como proporcionar los principales criterios geológicos para la evaluación de los
resultados químicos cuantitativos obtenidos en laboratorio y la interpretación de la información obtenida.
La realización del presente material esta basado principalmente en las publicaciones de los
siguientes autores:
Gunter, F. 1991. Principles and Applications of Inorganic Geochemistry. Macmillan Publishing Co.
Ing. FELIX MIRANDA GASTAÑAGA.
I.1.- INTRODUCCIÓN
En años recientes se han realizado más estudios geoquímicos los cuales tienen un punto en
común, a saber, un ensayo para solucionar algunos problemas geológicos por vía de la química. Por lo
tanto, en el sentido moderno, el objetivo de todas las divisiones de la geoquímica es solucionar problemas
geológicos (incluyendo ambiental y lunar).
Los métodos usados involucran mediciones sistemáticas de uno o más elementos químicos o sus
componentes, los cuales usualmente ocurren en pequeñas cantidades. Las mediciones son hechas en
alguna de las varias sustancias de ocurrencia natural, fácilmente muestreadas, tales como rocas,
sedimentos de arroyo, suelos, agua, vegetación o aire.
Cada una de estas categorías está altamente especializada y ellas son casi mutuamente exclusivas
en el presente, aunque en ambas la geoquímica busca los recursos naturales ocultos.
En ambos casos el objetivo es el mismo, esto es, encontrar algunas dispersiones de elementos o
compuestos suficientemente arriba de lo normal y que son llamadas anomalías, las cuales pueden indicar
mineralización o acumulación de hidrocarburos. Sin embargo, en los estudios para los depósitos
minerales y para la acumulación de hidrocarburos, los parámetros medidos son diferentes, la
instrumentación usada es significativamente diferente, y son en poca extensión, el énfasis está situado en
los diferentes materiales que son muestreados.
Se recomienda que esta separación arbitraria pueda no ser ideal porque filosóficamente la
exploración para cualquier recurso natural debe de estar basada sobre los mismos principios geológicos y
geoquímicos (por ejemplo la importancia de la geología estructural y la migración de fluidos). Además
cuando nos damos cuenta de que un gran porcentaje de todos los metales hasta ahora minados están tanto
en rocas sedimentarias como en rocas que fueron originalmente sedimentarias y que ahora están
metamorfizadas, entonces ahí estaría en apariencia una mayor integración de exploración tanto de
minerales como de hidrocarburos.
Claramente, se manifiesta como una necesidad radical, nuevos accesos a la exploración minera,
que la geoquímica conjuntamente con otras ciencias tal como la geofísica, esta intentando llenar. Pero
como veremos posteriormente, la aplicación de la química a la exploración no es totalmente nueva; lo
novedoso involucra la aplicación de instrumentación sofisticada sensible en el rango químico de "micro",
como opuesto a la identificación previa "mega" de los depósitos minerales visibles.
El así llamado acceso moderno a lo que es auténticamente una técnica antigua continúa con tal
ayuda adicional, con métodos aéreos de análisis y colección de muestras, procesamiento electrónico de
datos, y actualizados métodos de interpretación.
En todos los casos el factor principal es el reconocer algunos tipos de anomalías químicas las
cuales podrían ser indicativas de mineralización de valor económico.
Con el progreso actual, aparentemente los depósitos minerales de bajo grado podrían hacerse
sucesivamente más económicos. Por ejemplo, durante 25 años los procesos de beneficio para el cobre no
fueron económicos a menos que la ley de la mena fuera de 1.5% de Cu y grandes volúmenes.
Actualmente las gigantescas obras de minado a cielo abierto para los pórfidos de Cu y su localización
favorable, los hacen económicamente explotables con una ley de aproximadamente de 0.4% de cobre.
Desde un punto de vista práctico estos depósitos de bajo grado son extremadamente difíciles de
localizar visualmente, específicamente si éstos se encuentran cubiertos por suelo, detritos glaciales u otro
tipo de cubierta, y es exactamente en este tipo de situaciones en que los trabajos geoquímicos son
aplicables.
HISTORIA DE LA GEOQUÍMICA
Algunos resúmenes de la historia de la geoquímica (Hawkes, 1957; Boyle, 1967 y Garret, 1970)
han publicado que los principios de la prospección geoquímica fueron originados en la antigüedad.
El gambusino buscando oro estaría, visto por la exploración geoquímica moderna, siguiendo los
patrones de dispersión. Similarmente, los antiguos quienes estudiaban las manchas para el fierro (gossan)
estuvieron de hecho, observando los indicios de depósitos sepultados.
Las asociaciones botánicas con la mineralización aparentemente han sido bien conocidas por un
largo tiempo, esto es desde los siglos VIII o IX, según la fuente citada por Boyle (1967). Los chinos han
observado que ciertas especies de plantas ocurren cerca de los depósitos de plata, oro, cobre y estaño y
ellos conocían que este hecho podría ser usado en exploración.
Los primeros programas de exploración a gran escala fueron iniciados en 1932 por geólogos
soviéticos quienes perfeccionaron el método analítico de emisión espectrográfica, así como los
procedimientos de muestreo para un estudio geoquímico rutinario de muestras de suelo.
Los primeros trabajos fueron enfocados a la búsqueda de estaño, pero estos fueron rápidamente
seguidos por otros estudios "metalométricos" (suelos y rocas intemperizadas) por cobre, plomo, zinc,
níquel y otros metales.
La prospección geoquímica iniciada en la URSS (y Escandinavia) estuvo basada en más que los
escritos antiguos y medievales mencionados anteriormente.
A principios del siglo XX, fuertes escuelas de geoquímica fundamental fueron establecidas sobre
las bases de los países pioneros por famosos geoquímicos soviéticos como V.I. Vernadsky, quien realiza
el primer trabajo en biogeoquímica, y su estudiante A.E. Fersman, quien fue el primero en dar énfasis a la
importancia de los halos primarios y secundarios asociados con depósitos minerales.
Otros notables geoquímicos soviéticos que contribuyeron en varias partes de la geoquímica son
I.I. Ginzburg, A.P. Vinogradov y D.P. Malyuga. En noruega y al mismo tiempo, el trabajo clásico de
V.M. Goldschmidt sobre la distribución de los elementos obtendría la atención de muchos.
Otros estudios fueron hechos por T. Vogt en Noruega sobre la dispersión de los productos del
intemperismo en suelos, vegetación y agua a partir de los depósitos de sulfuros conocidos.
En la mayor parte del mundo occidental la geoquímica de exploración no logra mucha atención
hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En 1945, Warren y sus colaboradores en la Universidad de
British Columbia, emprendieron un programa de investigación en el uso del contenido de los metales en
la vegetación para propósitos de exploración. Este primer ensayo en prospección biogeoquímica en
Canadá estableció la existencia de anomalías de Cu y Zn sobre depósitos minerales conocidos (Warren,
1972).
Los estudios posteriores incluyen el uso de dithizone (un reactivo químico colorimétrico) para el
análisis rápido y sencillo de ciertos metales, que de acuerdo a Boyle y Smith (1968) "probablemente mas
que algún otro factor único, este daría impulso para el subsecuente desarrollo de los métodos geoquímicos
de prospección en Canadá".
Boyle y Smith (1968) discutieron otros aspectos históricos del desarrollo del uso de la
geoquímica de exploración en Canadá, incluyendo los principales fundamentos y contribuciones prácticas
del Geological Survey de Canadá el cual inició a principios de los 50's, y es interesante e importante
mencionar que ellos consideraron la introducción, en 1954, de "kits" químicos de campo para el ensayo
geoquímico de muestras. El uso de "kits" por personal calificado en el lugar que está siendo analizado es
muy ventajoso, ya que se pueden tomar decisiones inmediatamente, sin embargo, su uso por personal
inexperto puede y ha resultado en muchos fracasos.
En los Estados Unidos la geoquímica de exploración se inició por medio del Geological Survey
de ese país aproximadamente por 1947. Los trabajos presentados en los primeros años incluyen a autores
como Hawkes, Huff, Ward, Lakin, Lovering, Cannon y Bloom. Los programas consistieron de
investigaciones sobre todos los tipos de estudios de muestreo experimental, bajo una variedad de
condiciones geológicas y climáticas para determinar los patrones de dispersión característicos de los
elementos en rocas, suelos, vegetación y aguas naturales.
A principios de los 50's, los programas de exploración geoquímica habían sido conducidos por
las grandes compañías mineras.
Inicialmente, las investigaciones del Geological Survey de los Estados Unidos en las técnicas
analíticas de campo, fueron dirigidas principalmente hacia los métodos colorimétricos, en contraste con la
confiabilidad de los análisis del espectrógrafo de emisión empleado por los soviéticos. Estas
investigaciones de las cuales resultaron algunas publicaciones sobre los métodos colorimétricos aplicables
a la detección de metales mena, fueron ampliamente aceptados por los buenos resultados obtenidos y
aplicables a otras áreas en muchas partes del mundo. Además el Geological Survey de Estados Unidos
también establece un énfasis en el espectrógrafo de emisión, tanto en laboratorio como en sus modernos
laboratorios móviles de campo.
Los métodos modernos de prospección geoquímica deben su rápido desarrollo en los últimos
cincuenta años, a ciertos factores más que a otros. Boyle y Smith (1968) mencionan una relación de
ciertos trabajos, que en conjunto con otros más, consideran los principales contribuidores en el desarrollo
de la prospección geoquímica, los cuales se manifiestan a continuación de forma breve:
3. - El desarrollo del equipo de laboratorio de material plástico (polietileno) el cual reduce los problemas
de contaminación de elementos y permite gran confiabilidad en los análisis de campo. La introducción de
resinas para la producción de agua libre de metales para usarse en los procedimientos químicos, también
fue significante.
4. - El desarrollo de la espectrometría de absorción atómica a finales de los 50's permitió realizar análisis
rápidos, precisos, sensibles y relativamente libres de interferencia de muchos elementos de interés en la
exploración geoquímica.
5. - El desarrollo del cromatógrafo de gas el cual ha tenido su mayor aplicación en el estudio de los
hidrocarburos. Este es un método extremadamente sensible y ha reemplazado a los primeros métodos de
fraccionacion y condensación.
PLANEACIÓN DE LA EXPLORACIÓN
Selección de Áreas.
El principal propósito de este paso es seleccionar áreas o regiones que tengan buen potencial
mineral y que puedan ser prospectados en su totalidad.
La selección inicial de áreas puede estar basada por la revisión de la geología conocida y los
registros de la pasada prospección y actividad minera.
Esta revisión puede dar lugar a posibles tipos de yacimientos actuales en éstas áreas, basados en
el reconocimiento de la mineralización y el ambiente geológico. Además, un reconocimiento minucioso
puede conducirnos a la distribución de las rocas y estructuras favorables, la naturaleza de la cobertera y
de las condiciones de intemperismo y otras circunstancias que pueden enmascarar las manifestaciones
superficiales de la roca mineralizada en el subsuelo.
Las fotografías aéreas y las imágenes de satélite pueden proporcionar una fuente invaluable de
información sobre rasgos estructurales, extensión de las unidades rocosas y el tipo de cobertera.
Secuencia de Exploración.
Este es un proceso de reducción progresiva del tamaño del objetivo, en donde a cada paso el área
objetivo va teniendo mayor probabilidad de ser un yacimiento.
Otros rasgos también son indicativos, por ejemplo los gossans, afloramientos lixiviados y las
anomalías geoquímicas secundarias que resultan del intemperismo y de la dispersión de los componentes
primarios del yacimiento.
Cada rasgo geológico, geofísico o geoquímico del yacimiento define en el área objetivo el tamaño y
la forma.
Algunas áreas son muy grandes, formando objetivos que pueden ser detectados por observaciones
ampliamente espaciadas, otras son más restringidas en su extensión y requiere un examen más detallado
para su detección.
Control de Propiedad.
La adquisición de los derechos de propiedad, en muchos distritos, es extremadamente compleja y
depende de la fase de exploración minera. Cuando esta situación existe, el patrón general de exploración
puede ser modificado o estar dominado por las consideraciones de propiedad.
Los métodos de exploración pueden ser aplicados a un terreno sin la adquisición de la propiedad o
los derechos de traspaso.
Los estudios geofísicos aéreos y los métodos de reconocimiento geológico y geoquímico están
sometidos a las leyes mineras locales.
La confiabilidad del método no únicamente depende en la localización del objetivo, sino que también
se extiende a especificar las anomalías relacionadas al yacimiento y la abundancia de las anomalías no
significativas o falsas anomalías, que puedan conducir a una interpretación errónea.
Costos.
Los costos de un estudio de exploración son solo uno de los factores críticos que deben ser estimados
con algún grado de exactitud. Los costos deben de ser considerados con base a las unidades de área. Un
alto costo total y un alto costo de equipamiento, no necesariamente implican un alto costo por unidad de
área.
CONCEPTOS BÁSICOS
Los cuatro conceptos básicos que debemos de tener en mente durante la exploración geoquímica,
tanto en el ambiente geoquímico primario como en el ambiente geoquímico secundario son:
= Contaminación en Geoquímica.
Durante la toma de muestras, principalmente en sedimentos de arroyo y agua, es posible que
éstas no representen auténticamente los valores geoquímicos buscados por efectos de contaminación, los
cuales exhiben patrones geométricos no relacionados con la Geología, y esto es debido a la actividad
humana en sus diferentes facetas.
Las principales fuentes de contaminación en Geoquímica son:
- Por actividad minera.
- Por actividad industrial.
- Por actividad agrícola.
- Por actividades de construcción.
- Por actividades domésticas.
= Estudios de orientación.
Son estudios preliminares que nos permiten orientar la exploración geoquímica en un área
determinada, ya que cada área es diferente y se presentan una gran cantidad de variables que provocan la
dispersión de los elementos en los ambientes geoquímicos primario y secundario; y la determinación de
estas variables es la base para la aplicación de los métodos geoquímicos.
Los estudios de orientación, pueden indicar, por las características geoquímicas del área, la
factibilidad de explotación o la no continuación de la exploración.
Estas anomalías falsas generalmente se desarrollan a poca profundidad y en suelos, que pueden
ser causadas por efectos de contaminación, por errores analíticos o por el manejo inapropiado de los datos
geoquímicos.
GEOQUÍMICA APLICADA
PRINCIPIOS BÁSICOS
CONTAMINACIÓN.
La contaminación es un riesgo presente alguna vez en la geoquímica de exploración y su
presencia posible, particularmente en sedimentos, agua y suelos, debe constantemente tenerse en cuenta
durante la toma de muestras, durante el análisis e interpretación de las muestras y resultados obtenidos.
En algunos casos esta puede ser detectada inmediatamente, por ejemplo cuando los datos no caen
en el patrón geoquímico general. En otros casos la contaminación, que da la apariencia de una anomalía,
es reconocida solo después de considerables esfuerzos y gastos que han sido desembolsados.
Existen muchas fuentes de contaminación, siendo las más comunes las siguientes:
Minera
La contaminación debida a la actividad minera es el principal problema en alguna de las áreas en
la cual la exploración geoquímica puede ser más útil. La actividad minera actual o anterior en esas áreas
comúnmente resulta en contaminación por depósitos de jales o en los trabajos mineros por los fragmentos
y el polvo de la mena y de las rocas y por las operaciones de beneficio. Los sulfuros, comúnmente pirita,
en los terreros de las minas son especialmente susceptibles de oxidación y producen aguas ácidas las
cuales son capaces de lixiviar las pequeñas cantidades de minerales mena no recobradas completamente
por los procesos de beneficio. Las aguas ácidas ahora contienen metales traza, pueden hacer después su
ruta dentro del sistema de drenaje, y se puede formar una concentración de metales y halos a grandes
distancias del cuerpo mineralizado.
Esto hace a los nuevos estudios geoquímicos muy difíciles, sino imposibles, en algunas
localidades. Posteriormente la dispersión de partículas sólidas puede ocurrir por movimientos mecánicos,
por corriente de agua o viento. Las partículas mecánicamente transportadas podrían comúnmente resultar
en contaminación únicamente en la superficie y quizá en solo unos pocos centímetros de profundidad. En
casos no comunes los contaminantes pueden penetrar hasta algunos pocos metros de profundidad. La
vegetación puede absorber estos metales los cuales alcanzan la zona de las raíces y así dan una falsa
anomalía biogeoquímica la cual en muchos casos es especialmente difícil de interpretar.
En México, donde la minería ha sido una de las principales actividades por aproximadamente
400 años, los efectos de contaminación por actividad minera pueden ser ilustrados por los siguiente
ejemplos:
Los sedimentos de ríos en el Distrito de Nacozari, Sonora están contaminados en 75 Km. a partir
de la mina Pilares; los estudios de sedimentos de arroyo pueden conducir directamente a la mina.
Los caminos seguidos por las mulas que cargaban el mineral de las minas trabajadas en Sonora
durante la época de la colonia y que han sido abandonados, estos senderos actualmente están definidos
por análisis geoquímicos de suelos. El área es árida y el intemperismo químico es un proceso de baja
intensidad.
El agua analizada por cobre en el área de Pichucalco, Chiapas, conduce directamente a otra mina
abandonada (mina Santa Fe) distante aproximadamente 40 Km. Se considera que los sedimentos
analizados, puede también presentar contaminación de cobre.
Las aguas ácidas que provienen de minas abandonadas en el Distrito de Charcas, S.L.P.,
resultaron con valores altos de metales a lo largo del drenaje el cual también fue por la presencia de una
gran falla, dando la impresión de una gran zona mineralizada en este marco estructural.
Estos y muchos ejemplos más podrían ser citados y pueden ser de gran importancia a
antropólogos e historiadores interesados en las civilizaciones antiguas, pero este tipo de contaminación
presenta grandes dificultades para la exploración geoquímica interesada en el hallazgo de nuevas minas, o
bien con la tecnología se permitirá que estas minas sean reabiertas o el área sea reevaluada.
Industrial
Anteriormente se pensaba que solo el cobre y el zinc eran los contaminantes industriales de
interés en exploración geoquímica. Ahora, sin embargo, muchos más elementos pueden ser anexados a la
lista debido al crecimiento de plantas de fundición, refinerías, plantas químicas, plantas productoras de
energía a base de carbón e industrias de todo tipo.
Los contaminantes son introducidos primeramente por los humos o por agua. Algunos de los
ejemplos más notables de la contaminación industrial por mercurio en años recientes, es el derivado del
cloruro alcalino de plantas industriales, las cuales han contaminado ciertas partes de los Grandes Lagos. Y
el azufre emitido de las plantas de gas natural en el Oeste de Canadá y que sus efectos pueden ser
detectados muchos kilómetros viento abajo.
Estos contaminantes, así como los otros ya descritos, están generalmente restringidos a pocos
centímetros a la cima de los suelos o sedimentos de arroyo, exhibiendo patrones geométricos sin relación
con la geología. (Fig. 12)
Agrícola
El uso de insecticidas en aerosol, fertilizantes y otros materiales para incrementar la
productividad de los campos agrícolas han generado efectos en la actividad de la exploración geoquímica
en algunas áreas.
El uso de mercurio en décadas pasadas es bien conocido y aunque ha sido prohibido su uso, los
efectos en lagos, ríos y sedimentos puede ser un contaminante por un largo tiempo, ya que los valores del
background podrían haber sido aumentados. Pero otros metales y elementos también han sido y continúan
siendo introducidos, tales como soluciones conteniendo cobre así como aerosoles contra las plagas,
aditivos de zinc para incrementar el crecimiento de plantas, fertilizantes fosfatados conteniendo uranio y
flúor y probablemente fertilizantes con rubidio y potasio. Todos son solubles bajo las mismas condiciones
y podrían eventualmente encontrar su ruta de migración dentro del sistema de drenaje. Por otro lado, ésta
es una evidencia de que algunos fertilizantes, particularmente los fosfatados, pueden formar componentes
insolubles con elementos tales como el cobre y el zinc, y estas fijaciones de elementos pueden dar
resultados en valores reducidos para estos elementos en solución. El uso de cal para propósitos agrícolas
puede resultar en contaminación de plomo o zinc, si esta es producida por calizas que contienen estos
metales.
Construcción
La contaminación por actividades de la construcción incluye una multitud de posibilidades, el
transporte de metales de su lugar de origen a los sitios de construcción de presas, vías férreas, puentes y
todo tipo de construcciones, o bien durante el transporte de materiales derivados de minas así como la
maquinaria abandonada.
Estos efectos son muy marcados en estudios de sedimentos de arroyo y puede ser evitada
colectando las muestras aguas arriba de los sitios de construcción. (Fig. 13)
Se ha mencionado que son muchas las variables que provocan la dispersión de los elementos,
tanto en el ambiente primario como en el secundario, por lo tanto la detección de estas variantes es la base
de la exploración geoquímica. Como resultado, cada área en la cual se emplea exploración geoquímica
probablemente sea diferente de las áreas estudiadas con anterioridad. Por lo tanto, un estudio preliminar
llamado estudio de orientación, puede ser aplicado en cada área a explorar.
Los estudios de orientación pueden indicar por las características geoquímicas de un área, la
factibilidad de ser explotada o de establecer que no es factible continuar con la exploración.
Asociado con los estudios de orientación esta el concepto de geoquímica de las formas terrestres
“Landscape geochemistry”. Este término ha sido definido como el estudio de los principios y los patrones
que gobiernan la circulación de los elementos químicos en, o próximos a la superficie terrestre. (Fig. 14)
La importancia de este concepto es que, al igual que los estudios de orientación, atiende a la
necesidad de estudiar sistemáticamente la geoquímica de muestreos numerosos en la periferia de un
depósito mineral y ordenar completamente la interpretación de los resultados de los métodos de
prospección geoquímica.
Excluyendo aquellas anomalías causadas por cualquiera de los muchos tipos de contaminación, o
las anomalías erróneas que pueden resultar de errores analíticos, existen abundantes ejemplos de
anomalías no significativas que son el resultado de procesos naturales.
Como ejemplo, se tiene en la Mina Santa Fe en Pichucalco, Chiapas, en donde se tienen valores
altos de oro en un estrato de suelo muy somero y que cubre a los depósitos de cobre, y en este depósito el
oro se encuentra en cantidades mucho muy pequeñas.
Algunas anomalías falsas en suelos pueden ser debidas a ciertas especies de plantas que
concentran preferencialmente un metal y producen, después de ser sepultados y al paso del tiempo,
concentraciones anómalas en el suelo con alto contenido de materia orgánica. (Figs. 15 y 16)
Existen tres posibilidades que debemos considerar cuando se ha identificado una anomalía:
1) que esté genéticamente relacionada a un depósito mineral
2) que esté genéticamente relacionada a acumulaciones de minerales de carácter subeconómico, como
los yacimientos de gran tonelaje y baja ley
3) que sea debido a la concentración de elementos como resultado de uno o la combinación de factores
los cuales no representan una mineralización (anomalías falsas, errores analíticos o errores durante el
muestreo, contaminación, etc.)
Debemos discutir algunos conceptos fundamentales, los cuales son necesarios para la
interpretación de datos geoquímicos. Estos conceptos son: mapas y diagramas, los valores del
background, threshold y anomalía. Considerándose como una secuencia normal usada en cualquier
interpretación, que es la preparación de mapas y diagramas, la determinación de los valores del
background y threshold y el reconocimiento de las anomalías. Además de la preparación de histogramas y
las curvas de distribución de frecuencia.
Mapas y diagramas
Estos métodos son de gran ayuda para los geoquímicos en la interpretación de los datos y en
algunas ocasiones, es el medio para el registro permanente y la clasificación de los datos en forma
concisa.
Los mapas geoquímicos, comúnmente de áreas de interés, están publicados y pueden ser usados
como ejemplos de la presentación de datos geoquímicos. Generalmente, los resultados obtenidos para
cada elemento están graficados separadamente, pero puede ser posible que incluya los resultados para
algunos elementos en el mismo plano con símbolos apropiados, siendo en algunas ocasiones muy
conveniente.
Los datos geoquímicos obtenidos de los estudios de sedimentos de arroyo están graficados en
mapas hidrológicos y cada punto muestreado se anota con la concentración del elemento. (Fig. 17) Los
datos de estudios de suelos y vegetación además de los alineamientos de dispersión glacial son también
graficados en cada punto muestreado, pero el resultado de estos estudios generalmente son manifestados
de tal manera que ayudan a la apreciación visual (contornos, sombreado, etc.) (Fig. 17 y 19). Los
contornos de igual contenido de metal son llamados isogradas. Hawkes y Webb (1962) establecen que es
usual seleccionar el contorno igual al intervalo del valor del threshold siendo este el primer contorno y
arriba de éste, los contornos son múltiplos simples del valor de threshold. Después todos los valores del
background son extendidos abajo de los valores del threshold. Los mejores contrastes para visualizar los
datos son una serie de puntos, cada uno representando un rango de valores. (Figs. 17 y 20)
Background
Para determinar los valores del background en un área, se requiere de relativamente un gran
número de muestras de materiales que son analizadas geoquímicamente. Estos materiales pueden ser de
suelos, sedimentos de arroyo, rocas, agua y otros, pero obviamente las muestras mineralizadas deben ser
excluidas o consideradas separadamente.
Aunque el rango de valores obtenidos por el análisis de un gran número de muestras puede ser
grande, los valores de mayor frecuencia tienden a estar concentrados en un rango relativamente pequeño,
por lo que este rango restringido de valores o valor modal es generalmente considerado como la
abundancia normal o valor particular del background del elemento en el material muestreado (roca,
sedimento de arroyo, suelo, agua, etc.) del área en estudio. La tabla 2-1 puede ser considerada como una
guía de los valores normales del background para rocas, suelos y agua y la Fig. 22 presenta los rangos de
abundancia de algunos elementos traza comúnmente encontrados en suelos.
En algunas ocasiones es posible determinar los valores del background de muchos elementos en
rocas por el análisis de los suelos residuales o de la cobertera, sin embargo para los suelos en donde está
presente la lixiviación, es necesario extrapolar valores de los elementos traza para establecer el
background de la roca infrayacente y definitivamente, los estudios de orientación pueden confirmar su
validez.
GENERALIDADES
Los métodos geoquímicos de exploración están basados en gran parte en el estudio sistemático
de la dispersión de elementos químicos, en los materiales naturales circundantes o asociados a depósitos
minerales.
Ambiente geoquímico primario: abarca aquellas áreas que se extienden por debajo de
los niveles de circulación de aguas meteóricas, hasta aquellos procesos de origen profundo como son el
magmatismo y el metamorfismo; las condiciones presentes generalmente son:
-Temperatura y presión relativamente altas
-Escasez de oxigeno
-Limitado movimientos de fluidos
El movimiento de materiales que sucede entre los ambientes primario y secundario puede ser
representado gráficamente en forma de un sistema cerrado simplificado, conocido como el ciclo
geoquímico el que se puede definir como la secuencia de estados que ocurren durante la migración de
elementos que tiene lugar a medida que suceden los cambios geológicos. (Fig.II.1)
Las rocas formadas en el ambiente primario pueden alcanzar el ambiente secundario, y muchos
cambios pueden resultar por la acción de una gran variedad de procesos geológicos de los cuales los más
importantes son el intemperismo, la erosión, sedimentación, diagénesis y la acción biológica.
Los minerales formados bajo condiciones primarias llegan a ser inestables en el ambiente
secundario, por lo que suelen ser erosionados, con el resultado de que los elementos contenidos en ellos
puedan ser liberados, transportados y redistribuidos.
El término dispersión se refiere a desviaciones hacia valores más bajos de los elementos
contenidos en un depósito, debido a que está siendo destruido química o mecánicamente por erosión
(ambiente secundario).
El término distribución, como distribución primaria aplicada a la dispersión de elementos en el
ambiente primario, es preferido por la mayoría de los investigadores con respecto al termino de dispersión
primaria.
Barrera geoquímica. Este término implica un cambio abrupto en las condiciones físico-químicas,
en el medio por el cual se desplazan los elementos durante su migración. Estos cambios abruptos causan
la precipitación de ciertos elementos en solución, lo que en condiciones ideales puede resultar en la
formación de un nuevo depósito mineral, o en el enriquecimiento de un deposito mineral ya formado
(ambiente secundario).
Temperatura.- Esta es muy importante para la migración en los procesos endógenos. La importancia de
ésta barrera en los procesos exógenos es insignificante.
Descompresión.- En los procesos endógenos un decrecimiento abrupto en la presión dentro del sistema,
juega un gran papel en los procesos de formación de minerales. Este es menos significativo en los
procesos exógenos.
Acidez – Alcalinidad.- Los cambios en el régimen de acidez y alcalinidad de una solución durante los
procesos endógenos es algunas veces un factor decisivo en la separación de muchos componentes en la
fase sólida y en la concentración de sustancias de mena. Esto es de menos significado en los procesos
exógenos; sin embargo, las barreras alcalinas son las responsables para la precipitación de fierro, níquel y
otros metales en solución cuando la solución entra en contacto con las calizas en el límite con el horizonte
de suelos ácidos y en niveles profundos ricos en materiales calcáreos.
Oxidación – Reducción.- Tanto en los procesos endógenos como exógenos, un repentino cambio en los
ambientes de oxidación – reducción en las rutas de migración tiene un efecto decisivo en la precipitación
de algunos metales:
a) Oxidación.
Tiene lugar como aguas juveniles o continentales, con bajo contenido de oxígeno, viene en contacto con
aguas superficiales ricas en oxígeno. Es muy importante en la precipitación de los óxidos de fierro y
manganeso en las aguas superficiales.
b) Reducción por ácido sulfhídrico.
Causa la precipitación de la gran mayoría de metales en forma de sulfuros.
c) Reducción gley.
Causa la precipitación de algunos aniones de metales, tales como uranio, vanadio y molibdeno.
El término gley se aplica a un suelo moteado a causa de la parcial oxidación y reducción de sus
constituyentes en compuestos de fierro férrico, debido a las condiciones intermitentes de saturación de
agua.
Sulfatos y Carbonatos.- Ocurre en la interacción inicial de las aguas con sulfatos y carbonatos con otro
tipo de aguas ricas en calcio.
ADSORCIÓN.- Se considera una barrera geoquímica típicamente exógena. Esta es de gran importancia
en la precipitación de elementos traza de aguas superficiales continentales.
MECÁNICA.- Resulta de cambios en la velocidad del flujo de agua (o movimiento por aire) y es
responsable de la precipitación de metales pesados. Esta tiene una gran importancia en la formación de
depósitos de placer.
Las rocas ígneas en general son formadas por el enfriamiento y solidificación de material
fundido (magma) bajo condiciones muy especiales de temperatura, presión y composición química en un
ambiente geológico dado.
Por otro lado, los magmas en general deben su origen y diversificación a diferentes mecanismos,
que pueden ser primarios debido a la fusión parcial o total de rocas y materiales de diferente composición,
o secundarios ya que el magma original sufre procesos de diferenciación y cristalización fraccionada, así
como contaminación o mezcla con otro magma de composición diferente, para dar origen al magma en
cuestión.
De los procesos mencionados, uno de los más importantes para el origen y la diversificación de
las rocas ígneas, es el de cristalización fraccionada, que involucra la separación de fases sólidas en el
magma (series de reacción de Bowen, fig. II.3). Este proceso comienza con un magma original de
composición basáltica, en el cual, a medida que se enfría, los minerales que cristalizan temprano se
depositan y forman cúmulos de rocas. Por lo tanto, la mezcla magmática remanente cambia su
composición, ya que ha perdido aquellos elementos que han sido incorporados a los minerales de
formación temprana.
Por este proceso eventualmente el magma puede pasar a través de una cristalización en series,
tales como gabro-diorita-granodiorita-granito-pegmatita, y en cada punto de las series cristalizan rocas
con una mineralogía y composición química distintiva.
Los minerales que cristalizan temprano generalmente son pobres en sílice, conteniendo poco o
nada de óxido de potasio, y presentan una alta relación Mg/FeO. De tal manera, el liquido residual estará
enriquecido en sílice, agua y otros volátiles, así como ciertos elementos traza (< 0.1%), tales como
rubidio y cesio, los que no son incorporados en los minerales formados tempranamente en cantidades
significativas.
En los elementos listados en esta tabla se puede ver que el elemento con mayor valor en la
corteza es el titanio (5700 p.p.m., 0.57%). También se puede notar que muchos elementos de importancia
para el hombre y necesarios en la industria, y que sus nombres nos resultan familiares, son
extremadamente raros, mientras que otros elementos los cuales no nos son nada familiares, son en forma
inesperada relativamente abundantes. Por ejemplo el Hg, Mo, Sb, Bi y Au son más raros que el cerio
(Ce), disprosio (Dy), hafnio (Hf), escandio (Sc) y galio (Ga).
La razón por la que estos elementos nos sean familiares o no, es que los elementos mencionados
como más raros, se encuentran en la composición química de todos los minerales fácilmente reconocibles
y bajo condiciones favorables estos elementos raros son concentrados en forma de vetas y otros tipos de
depósitos que pueden ser minados.
Los otros elementos aunque más abundantes, raramente forman minerales individuales,
encontrándose "dispersos" en las estructuras cristalinas de otros minerales, esto es, sustituyendo a ciertos
elementos, por ejemplo el galio sustituye al aluminio, el hafnio al circón, el rubidio al potasio, el renio al
molibdeno.
Las tierras raras, tales como el cerio y el disprosio, se encuentran igualmente sustituyendo al
calcio en las estructuras de muchos minerales como se manifiesta en la tabla II.3, en donde se establece
también la estabilidad relativa de los minerales que se ejemplifican. Estos elementos que cristalizan
durante la secuencia magmática, llegan también a formar sus propios minerales, como la monacita,
xenotima, allanita, los que en ocasiones son encontrados en cantidades lo suficientemente grandes como
para ser considerados depósitos de tierras raras (carbonatitas y arenas de playa).
Así también, en la tabla II.3 se manifiestan algunos minerales ígneos comunes, además del
contenido aproximado de un buen numero de elementos menores y traza que puede estar presente en
ellos.
Los elementos traza contenidos en estos minerales formadores de rocas, son el origen de los
valores de background encontrados en suelos residuales formados a partir de rocas ígneas o
metamórficas, así como el background de las rocas mismas.
En esta tabla, es importante señalar que ciertos elementos, aunque llegan a entrar en las
estructuras cristalinas de los silicatos formadores de rocas durante la cristalización del magma (Li, Be,
Nb, Ta, Sn, U, Th, W, Zr y tierras raras), estos tienden mas bien a ser concentrados en los fluidos
residuales ricos en agua y otros componentes (Hf, HCl y CO 2). Estos elementos, aunque son encontrados
en pequeñas cantidades en los minerales formadores de rocas, son característicos en las pegmatitas.
En las rocas ígneas, la distribución de elementos mayores está controlada por la estabilidad de
minerales individuales, la que a su vez está gobernada por condiciones de temperatura y presión, y por la
disponibilidad de elementos en el magma residual.
Se mencionó que ciertos elementos traza son capaces de penetrar en las estructuras de minerales
formadores de rocas. Si esto ocurre, esos elementos son entonces removidos del magma, y de esta forma
se elimina la posibilidad de que sean concentrados en depósitos minerales en el ambiente primario.
Otros elementos traza, tales como aquellos que ocurren comúnmente en pegmatitas y en ciertos
depósitos hidrotermales, aunque son encontrados en pequeñas cantidades en minerales formadores de
rocas, comúnmente permanecen móviles hasta que alcanzan un medio en el cual son capaces de cristalizar
como minerales estables, ocasionalmente en cantidades económicamente significativas.
El grado de concentración de los elementos de valor presentes en dicha zona central del depósito
puede ser de tres tipos:
-- En un rango alto.
Como en el caso de depósitos de barita, fluorita o manganeso.
-- En un rango de bajo porcentaje.
Como en el caso de depósitos de plomo y zinc.
-- En un rango de partes por millón (p.p.m.).
Como en el caso de oro y platino.
Alrededor de dicha zona central del depósito, en la mayoría de los casos existe una disminución
progresiva en el contenido de elementos de valor en la roca que la encajona, hasta que el contenido de
dicho elemento alcanza el del valor normal de la roca encajonante, y es clasificada como background del
terreno.
El área que rodea a la zona central del deposito, en la cual el contenido de elementos de interés
disminuye hacia los valores de background del terreno es llamada halo o aureola primaria.
Los halos primarios representan los patrones de distribución de los elementos que fueron
depositados como resultado de una dispersión primaria, estos es, la distribución o redistribución de dichos
elementos tuvo lugar en el ambiente primario, lo que implica:
Que la dispersión de elementos fue originada por procesos del interior de la tierra.
Que el halo fue formado al mismo tiempo, o casi al mismo tiempo, que la zona central del yacimiento.
Algunos de los factores principales que determinan el tamaño y la forma de un halo primario
son:
Muchos halos primarios, especialmente aquellos en donde los elementos han sido introducidos
en rocas masivas no fracturadas, muestran en forma característica una disminución logarítmica desde la
zona mineralizada hacia la zona de background.
TIPOS DE HALOS PRIMARIOS
Halos primarios singenéticos.- formados esencialmente en forma contemporánea con la roca encajonante,
por ejemplo, halos asociados a pegmatitas o segregaciones ultramáficas.
Halos primarios epigenéticos.- formados después que la roca ha cristalizado y resultan por la
introducción de soluciones mineralizadas a lo largo de fracturas, fallas y superficies de debilidad en
donde son emplazadas esas soluciones.
Con respecto a las características geométricas desarrolladas, los halos primarios son clasificados
según Hawkes 1975, en:
Modelos regionales.- resultado de una amplia impregnación (hasta varios kilómetros) de una gran masa
rocosa, por soluciones hidrotermales u otros fluidos que emanaron de zonas profundas.
Modelos de filtración. (leakage patterns). - presentan sistemas de conductos de soluciones bien definidas
que corresponden a rasgos estructurales por donde se han movilizado las soluciones.
Modelos de roca encajonante (wallrock patterns). - en estos, la roca adyacente a los conductos por las
que circularon las soluciones, ha sido modificada por actividad hidrotermal (alteraciones hidrotermales).
El modelo de filtración generalmente implica que la migración del o los elementos sean a lo
largo de conductos conformados por fallas, fracturas, microfracturas y otros “caminos” conductores del
cuerpo mineral y el halo de filtración es desarrollado en las rocas sobreyacentes durante o poco tiempo
después del emplazamiento del depósito (Fig. II.5).
Los halos de filtración varían ampliamente en tamaño y forma. Comúnmente son angostos, sobre
estructuras verticales, pero pueden ser anchos, ovales o circulares sobre troncos fuertemente fracturados.
Estos halos han sido identificados en fallas y sistemas de fracturas a más de 150 metros de los depósitos
minerales y pueden ser detectados en la mayoría de los diferentes métodos de muestreo geoquímico,
particularmente en las muestras de suelos, rocas y agua.
Estos halos son especialmente importantes porque su presencia en rocas de la superficie del
terreno, ofrece muchas expectativas en la búsqueda de algunos tipos de menas en depósitos ocultos.
Dentro de los halos de filtración, existe un tipo que ofrece aun más esperanzas para el
descubrimiento de depósitos ocultos, y son los halos de filtración gaseosos, ya que ciertos elementos,
como el mercurio, emanan de las soluciones hidrotermales y se mueven a través de espacios porosos en
rocas y en suelos en forma de gases, migrando mas lejos que otros elementos como resultado de su
extrema movilidad y volatilidad.
Gases radiogénicos como el radón o el helio, que son producidos por la descomposición de
uranio y torio, forman halos de filtración gaseosos que pueden ser considerados epigenéticos o
secundarios. La tabla II.4 muestra algunos gases que pueden ser utilizados como indicadores o guía, en la
exploración de ciertos depósitos minerales.
Al hablar sobre halos primarios, se subrayó que muchos elementos son encontrados en las
soluciones hidrotermales, siendo algunos de estos elementos más móviles que otros, ya sea por causa de
las condiciones fisicoquímicas de las soluciones en que se encuentran, o por su propio estado físico (por
ejemplo el gaseoso), siendo esta movilidad de los elementos lo que permite el desarrollo de extensos
halos primarios.
El elemento que constituye la parte mas alejada del halo que envuelve al cuerpo mineral,
generalmente no es el mismo elemento que comprende el mineral principal del deposito, sin embargo es
uno que esta estrechamente relacionado con éste. Fig. II.4
El hecho de que uno o más elementos (o minerales) puedan estar estrechamente asociados, y
puedan constituir un halo, ayuda en el descubrimiento de depósitos minerales “después de buscados”, lo
que lleva al concepto de elemento guía, elemento indicador o pathfinder (Warren y Delarault, 1953,
1956).
Un pathfinder se define como aquel elemento (o gas) relativamente móvil que está en asociación
estrecha con el elemento que está siendo buscado, pero que puede ser encontrado más fácilmente debido a
que forma un amplio halo, o porque puede ser detectado más fácilmente por métodos analíticos.
Existen dos razones básicas para elegir el uso de los pathfinder en una exploración geoquímica:
1 ) son más móviles que el elemento buscado, de tal manera que forman un halo más extenso y
amplio, por ejemplo el uso de mercurio o arsénico como pathfinder para oro.
2 ) los métodos analíticos utilizados para los pathfinder son más simples, menos caros y más
sensibles que los métodos utilizados para analizar el elemento del cuerpo mineral. Un buen ejemplo es el
uso de los elementos fácilmente analizables como el cobre, níquel o cromio como pathfinder para el
platino.
En algunos casos, el elemento pathfinder puede estar en la ganga de un depósito, en otros casos
puede haber penetrado en la estructura de la mena mineral (sustituyendo a ciertos elementos). En el caso
de menas polimetálicas, incluso alguno de los elementos mena puede ser el pathfinder para el yacimiento.
Los pathfinders son particularmente útiles en la búsqueda de depósitos minerales ocultos, porque
generalmente forman grandes halos. Los pathfinders son usados en los ambientes primario y secundario.
Los pathfinders representativos son listados en la tabla II.5, incluyendo algunos elementos poco
usados, por ejemplo, el uso de oro como pathfinder para la búsqueda de pórfidos cupríferos (Learned y
Boissen, 1973).
PROVINCIAS GEOQUÍMICAS
Son áreas relativamente grandes y bien definidas de la Corteza Terrestre, que presentan una
composición química distintiva. Su tamaño puede ser de decenas, de cientos, e incluso de miles de
kilómetros (Bradshaw et al, 1972), siendo las Provincias Geoquímicas los ejemplos más grandes de halos
primarios que existen.
Las áreas que comprenden las Provincias Geoquímicas generalmente están compuestas de
sucesiones de diferentes tipos de roca, pero todas las rocas, o la mayoría de ellas, aveces de diferente
edades, presentan características geoquímicas similares de disminución o enriquecimiento de algún (o
varios) elemento (s).
Entre los ejemplos mas conocidos de provincias geoquímicas, están las zonas productoras de
cobre en Chile y Perú; el cinturón de cobre porfídico que se extiende por el oeste de México y Estados
Unidos, a través de Columbia Británica, hasta el Yukon; la zona de carbonatitas (con tierras raras,
estroncio, etc.) del este de África; el cinturón de níquel de Australia; etc.
Otra forma de hablar de Provincias Geoquímicas es incluir la asociación del tipo de roca, la
mineralización especifica y el área geográfica. Por ejemplo, unas rocas graníticas que tienen mayor
contenido de cobre y molibdeno del normal (cobre porfídico en granitos alterados del SW de Estados
Unidos), mientras que otras rocas similares tienen mayor contenido de estaño (granitos ricos en estaño de
Bolivia); las rocas máficas pueden ocurrir en grupos o racimos con alto contenido de níquel--platino--
cromio, como en Sudáfrica, y esas, del mismo modo, constituyen una provincia geoquímica.
Las Provincias Geoquímicas son útiles en la exploración, porque delimitan amplias áreas (de
dispersiones primarias) en las cuales existen ocurrencias probadas de un metal, por consiguiente,
representan lugares ideales para comenzar programas de exploración.
Beus y Grigorian (1977) definen a las Provincias Geoquímicas, como unidades de corteza a gran
escala, caracterizadas por rasgos comunes en su evolución geológica y geoquímica, expresados en la
composición geoquímica de sus constituyentes geológicos o formaciones, así como en las
concentraciones metalíferas y no metalíferas, endógenas y exógenas, de sus elementos químicos.
El termino Provincia Metalogenética es usualmente utilizado para nombrar a las Provincias
Geoquímicas, pero es utilizado para caracterizar exclusivamente una abundancia inusual de un elemento
metálico en particular o una asociación de ellos en una área determinada, por lo que Boyle (1967) y otros
autores lo consideran incorrecto, ya que argumentan que una provincia no únicamente está indicada por la
presencia de un elemento mena, sino por las variaciones características en algunos otros elementos, los
que necesariamente deben de ser mena.
Con todo eso, el término Provincia Metalogenética es más común en la literatura geológica que
el término Provincia Geoquímica, y se puede definir sencillamente como áreas y regiones que contienen
importantes depósitos minerales con suficientes características en común como para sugerir que los
depósitos están generalmente relacionados.
Damon y Clark (1981) sugieren que las Provincias Metalogenéticas de México (fig. II.6) forman
cinturones de gran extensión, con orientaciones norte-noroeste, paralelas a la costa del Océano Pacifico,
originadas por el magmatismo ocurrido durante el Cretácico--Terciario, relacionado al margen
convergente que existió en esta porción del continente, en el norte de México se observa la siguiente
sucesión de provincias, comenzando con el borde occidental de Sinaloa, y en dirección noreste:
Además se puede observar la presencia de una provincia costera de cobre - fierro en Baja
California y una de fierro en el borde del sur de México.
Los resultados de sus estudios mostraron que la distribución de elementos en los meteoritos, en
productos de fundición, en rocas naturales, en depósitos de sulfuros y en el tan raro fierro nativo terrestre,
concordaban todos razonablemente bien, y concluyó que los elementos pueden ser clasificados en función
de su afinidad geoquímica:
1) Siderófilos: con afinidad por el fierro; concentrados en el núcleo de la tierra.
2) Calcófilos: con afinidad al azufre; concentrados en sulfuros.
3) Litófilos: con afinidad por los silicatos; concentrados en la Corteza Terrestre.
4) Atmófilos: como gases en la atmósfera.
La tabla II.6 ilustra esquemáticamente el agrupamiento de los elementos de Goldschmidt. Cabe
hacer notar que algunos elementos tienen características comunes de dos grupos. Por ejemplo, el oro es
principalmente siderófilo, pero a menudo ocurre con sulfuros (calcófilo). El cromio es fuertemente litófilo
en la corteza terrestre, pero si se tiene deficiencia de oxigeno, como en algunos meteoritos, es calcófilo y
puede formar un sulfuro de Fe - Cr (daubreelita, FeCrS4).
Los elementos litófilos ionizan fácilmente y tienden a formar o a estar asociados con silicatos, en
los que se encuentra el enlace iónico (transferencia de electrones como en cloruro de sodio), los
elementos calcófilos forman enlaces covalentes (participación de electrones como en el caso de la
esfalerita) con sulfuros, o con selenio o con telurio, si están presentes; los elementos siderófilos
normalmente prefieren el enlace metálico característico de los metales y no tienden a formar compuestos
con el azufre o el oxigeno, lo que explica porque el oro y el platino comúnmente ocurren como minerales
nativos.
De esta forma, si el fierro y sus elementos asociados forman un grupo especifico basado en su
abundancia en el núcleo de la Tierra (elementos siderófilos) y si tan solo consideramos a la litosfera, el
fierro y ciertos elementos asociados (V, Cr, Co, Ni, pero no Au y el grupo del Pt) pueden ser clasificados
como un subgrupo de los elementos oxífilos, en esta clasificación también se utilizan dos categorías
adicionales: Elementos nobles e hidrófilos.
ASOCIACIONES GEOQUÍMICAS
En los temas sobre las series de reacción de Bowen, los halos primarios y pathfinders, se
mencionó que ciertos elementos están comúnmente asociados entre ellos. Una de las aplicaciones mas
prácticas de este conocimiento ha sido el uso de pathfinders o elementos guía en la exploración
geoquímica.
Sin embargo, existen algunas asociaciones en las cuales ninguno de los elementos es
aparentemente apropiado para su uso como pathfinders, comúnmente por causa de su carencia de
movilidad en los ambientes primario y secundario. Pero esas asociaciones tienen un importante
significado, ya que la presencia de un elemento en cierto lugar, puede generalmente sugerir, o incluso
requerir, la presencia de otros elementos.
Por ejemplo, en las pegmatitas que contengan los minerales fácilmente reconocibles de Li, Be,
Ta y Sn, tal como la espodumena, la lepidolita, el berilo, la tantalita y la casiterita, la ocurrencia de
pollucita (silicato de cesio) es una posibilidad distintiva. En suma, el hafnio siempre se encuentra dentro
de minerales de circonio, las tierras raras La – Ce –Pr - Nd y usualmente Sm, están siempre asociadas, y
los depósitos de Cu porfídico generalmente contienen algo de Mo y Au.
Las asociaciones presentadas en la tabla II.8 incluyen tanto al ambiente geoquímico primario
como al ambiente geoquímico secundario. Algunas asociaciones, tal como Pb – Zn - Cu, pueden ser
encontradas en ambos ambientes, pero otras son restringidas a uno de los dos ambientes geoquímicos.
Esto es a causa de la diferencia de movilidad que presentan los elementos bajo condiciones ambientales
extremadamente diferentes. Por ejemplo, algunos elementos como el Li, Be, Rb, Cs, Nb y Ta permanecen
asociados durante todo el proceso ígneo, siendo concentrados en la fase pegmatítica, pero son
desasociados durante el ciclo de erosión y sedimentación.
La asociación antes mencionada es tan frecuente, que en mapas franceses es abreviada como B
– P – G - C (blenda – Pirita – Galena -Calcopirita). La fluorita y la blenda son minerales asociados
comunes y de hecho son tan a menudo encontrados en vetas de B – P – G - C que podemos usar la
ocurrencia de fluorita y/o blenda como un indicio en la localización de pirita, galena y calcopirita.
Las asociaciones minerales se utilizan de la misma forma que los elementos indicadores o
pathfinders en Exploración Geoquímica, pero con algunas limitaciones.
Los depósitos minerales presentan asociaciones individuales con la litología y en general con el
ambiente geológico en donde se desarrollan. De esta manera, cuando una "asociación" es mencionada sin
la palabra "general" en la misma oración, y la palabra "excepto" en el mismo párrafo, esto puede
causarnos errores.
Las rocas y minerales que son estables en el ambiente geoquímico primario, cuando alcanzan el
ambiente geoquímico secundario son frecuentemente inestables, de tal manera que por la acción de
diferentes procesos, principalmente el intemperismo, los elementos contenidos en ellos pueden ser
liberados, transportados y redistribuidos en suelos, aguas y en la atmósfera (volátiles), obteniéndose la
formación de grandes halos de dispersión secundaria. Además bajo condiciones favorables en el ambiente
secundario se pueden llegar a generar nuevos yacimientos de minerales o el enriquecimiento de
yacimientos preexistentes.
El intemperismo físico incluye aquellos procesos de disgregación de las rocas, los que no
implican reacciones químicas ni cambios mineralógicos pero sí reduce el tamaño de las partículas y
genera una mayor superficie específica para el ataque químico.
Los halos secundarios son mucho más grandes que los formados en el ambiente geoquímico
primario, y son generados por mecanismos completamente diferentes.
INTEMPERISMO FISICO
Este tipo de intemperismo causa que las rocas se fragmenten con ningún o muy poco cambio
químico, juega un papel menor que el proceso de intemperismo químico, pero es importante en climas
muy fríos o muy secos, en donde el intemperismo químico es inhibido, y en áreas con topografía muy
abrupta.
En áreas desérticas, por la carencia de agua, el intemperismo físico por viento es el principal
agente tanto de intemperismo como de erosión.
INTEMPERISMO QUÍMICO
El intemperismo químico puede definirse como las reacciones químicas entre las rocas y
minerales y los constituyentes del aire y el agua en o cerca de la superficie terrestre.
Muchos minerales que fueron estables en el ambiente geoquímico primario, son inestables en el
ambiente geoquímico secundario y en consecuencia muchos cambios químicos tuvieron lugar durante el
intemperismo en un intento de mantener su equilibrio.
La hidrólisis pueden ilustrarse por la siguiente reacción para la alteración del olivino rico en
fierro (fayalita) por agua con un pH de 7.
Si tomamos en cuenta que el agua de lluvia puede ser de un pH bajo (cuando esta en equilibrio
con el bióxido de carbono de la atmósfera tiene un pH de 5.7) y más bajo si está reforzada con H+
adicional (en áreas volcánicas e industriales en donde el SO2, H2SO4, HCl y otros gases y ácidos son
descargados a la atmósfera, llega a tener un pH de 3.0) y otras fuentes (por ejemplo ácidos orgánicos en
suelos), esta agua en la zona de intemperismo puede rápidamente atacar a los silicatos.
La hidrólisis de la ortoclasa involucra dos reacciones, una para el potasio y otra para el aluminio.
En la siguiente ecuación, la ortoclasa es intemperizada a caolinita, sílice e hidróxido de potasio soluble:
Es importante hacer notar que cualquier solución en contacto con silicatos no puede permanecer
mucho tiempo en condiciones ácidas, y si el contacto es continuo, la solución llegará eventualmente a ser
alcalina, esto es para el caso de las ecuaciones (1) y (2), para el caso de la ecuación (3), la solución llega a
ser cada vez más alcalina.
Otro punto importante es que no únicamente el Fe, Mg y K llegan a ser liberados, sino también
todos aquellos elementos menores y traza presentes en la estructura de los minerales comunes formadores
de rocas. Algunos permanecerán en suelos mientras que otros llegan a ser móviles y entran en las aguas
subterráneas y eventualmente en el sistema de drenaje. Estos comprenden los valores de background en
muestras de suelos, sedimentos y agua colectadas como parte de un programa de explotación.
Los efectos de la oxidación pueden ser ilustrados en los elementos fierro, manganeso y azufre, ya
que son los elementos de minerales formadores de rocas y menas para los que la oxidación es un
importante factor de intemperismo, aunque también otros elementos menores y traza que se encuentran
presentes en pequeñas cantidades son oxidados, como lo es el uranio, antimonio y vanadio.
Fierro.- En rocas ígneas y metamórficas, la mayoría del fierro se presenta en estado ferroso Fe(+2)
mientras las rocas permanezcan en un ambiente reductor. Al ser expuestas a la meteorización, el fierro
ferroso tiende a oxidarse a fierro férrico Fe(+3). Los compuestos que contienen fierro ferroso son
normalmente de color verde, mientras que aquellos que lo contienen en estado férrico son de color café o
rojo.
Los óxidos férricos pueden ser encontrados en forma anhidra Fe2O3 (hematita) o en dos formas
hidratadas de FeO(OH), lepidocrosita y goethita, comúnmente con arcilla y otras impurezas y estos
conforman principalmente a las limonitas. Estos óxidos férricos son extremadamente estables, otros
compuestos férricos en la zona de oxidación son poco comunes.
Cuando un silicato de fierro, tal como el olivino, entra en contacto con aire o agua y oxígeno, el
resultado será la oxidación, como se muestra en la siguiente ecuación:
Aunque en los silicatos más complejos el proceso de oxidación del fierro opera de la misma
forma, esto es la formación de óxidos de fierro insolubles.
La descomposición de la biotita, en la cual el ácido carbónico se incluye entre los reactivos es:
Y como en la hidrólisis, otros elementos serán ionizados y liberados, llegando a ser móviles en
condiciones acuosas. De esa forma los elementos traza en la biotita son liberados y mientras no formen
compuestos insolubles, permanecerán móviles inicialmente.
Manganeso.- Este elemento es oxidado de manera muy similar al fierro. Así, podemos sustituir
con Mn2SiO4 al Fe2SiO4 en la ecuación (4) y con MnCO3 (rodocrocita) a la siderita en la ecuación (5).
El MnO2 es el producto insoluble en ambas reacciones.
En las rocas del ambiente primario, el Mn está presente en estado manganoso (Mn +2) el que es
rápidamente oxidado al estado mangánico (Mn+4), además de que puede ocurrir en el estado de Mn+3 y de
hecho, algunos minerales de manganeso lo contienen en dos estados de valencia. (braunita
3Mn2O3.MnSiO3). El producto de su oxidación es MnO2, comúnmente pirolusita, aunque otros
polimorfos de este compuesto son mas o menos abundantes, como la ramsdellita.
Todas las formas de MnO2 son negras y se encuentran como delgadas capas o películas sobre
superficies rocosas y fracturas y en sedimentos de arroyo.
La pirita y la marcasita FeS2 están entre los sulfuros más abundantes y son muy fácilmente
intemperizados. La reacción se describe mejor en pasos:
Combinando las ecuaciones (7), (8) y (9), el intemperismo de sulfuros de fierro involucra la
oxidación tanto del fierro como del azufre:
Una vez que el ácido sulfúrico ha sido formado, este puede reaccionar con más pirita y
marcasita:
FeS2 + H2SO4 FeSO4 + H2S + S (11)
Esto explica porqué pequeñas cantidades de azufre nativo son algunas veces encontradas en
afloramientos y porqué el H2S es un gas común en minas de carbón y depósitos de sulfuros. En
reacciones subsecuentes el bióxido de azufre puede ser generado.
El sulfato ferroso y el ácido sulfúrico generados por la oxidación de sulfuros de fierro, son
poderosos agentes en la descomposición de otros sulfuros minerales, por ejemplo de Cu, Zn, As y Ag.
Una vez que el ácido sulfúrico es formado, el pH se ve disminuido drásticamente, por ejemplo de
7 a 2.5 o aún mas, y en este ambiente ácido muchos otros sulfuros (esfalerita, calcopirita, argentita,
bornita, etc.) o minerales nativos, como la plata, son atacados y es permitida la movilización inicial de
metales importantes de sus respectivos minerales, así como aquellos minerales presentes en cantidades
menores y traza.
Reacciones similares a las ecuaciones (7), (8), (9) y (10) puede suceder para la oxidación de
muchos otros sulfuros, como calcopirita (CuFeS2) y bornita (Cu5FeS4)
Aquellos sulfuros que no contienen fierro como la esfalerita y la galena, pueden ser oxidados
directamente o ser disueltos por el sulfato ferroso o el ácido sulfúrico. Cualquiera que sea el mecanismo,
la oxidación de estos sulfuros conduce a la formación de soluciones ácidas.
El ácido sulfúrico generado durante la oxidación puede reaccionar no únicamente con sulfuros
sino también con rocas carbonatadas, como calizas, resultando en la formación de yeso:
En suma, el ácido sulfúrico puede encontrar otras rocas y minerales con los que puede
reaccionar, tal como arcillas aluminosas, en cuyo caso puede dar lugar al Sulfato de Aluminio.
Estas reacciones comunes que involucran a la galena muestran que la movilidad de elementos
depende en gran parte de los productos de cada reacción. Si son formados compuestos insolubles, como la
anglesita, la dispersión hidrogeoquímica no será un factor de importancia. Sin embargo, otros sulfatos
(como los de Zn y Cu) son muy estables en el agua y en este caso los elementos tenderán a formar
amplios halos secundarios.
El ácido carbónico también puede oxidar el fierro de los silicatos, como en el olivino rico en Fe.
(fayalita):
Es importante mencionar que muchas de las ecuaciones aquí presentadas son simplificaciones de
los complejos procesos reales y algunos de los productos no han sido encontrados en la naturaleza.
Krauskopf (1967) resume que los resultados netos de los procesos del intemperismo químico de
sulfuros:
a) Pone a los iones metálicos en solución, o en compuestos estables insolubles bajo condiciones
superficiales.
b) Convierten el azufre en ion sulfato.
c) Producen soluciones relativamente ácidas.
Bacterias.- Ciertos organismos, particularmente las bacterias reductoras de azufre y las oxidantes
de fierro, son de importancia en la búsqueda de depósitos minerales por su capacidad química de oxidar o
reducir, afectando de esa manera la movilidad de los elementos.
Algunas especies, como la Thiobacillus ferroxidans, encontrada en aguas ácidas de minas, son
capaces de oxidar tanto compuestos de azufre como de fierro, mientras que las bacterias Thiobacillus
thioxidans, encontrada en suelos, oxida compuestos de azufre pero no de fierro.
Todas esas bacterias crecen en un medio ácido (pH 2-3), habitando en aguas ácidas de minas y
en sulfuros ferrosos oxidados como pirita y calcopirita, con la producción de ácido sulfúrico, fierro
soluble y en el caso de la calcopirita, fierro y cobre.
La oxidación por bacterias de sulfuros no ferrosos es más compleja. En el caso de liberación por
bacterias del elemento zinc de la esfalerita, o del molibdeno de la molibdenita, tal liberación de elementos
es incrementada aproximadamente diez veces en presencia de pirita.
Reacciones como:
son descritas para denotar la oxidación de la pirita por bacterias, reacción que es similar a la ecuación (7).
Las bacterias también participan en reacciones reductoras. Las mas importantes pertenecen a los
géneros Desulfovidrio y Desulfotomaculum. Ellas son anaerobias y reducen el sulfato (del agua, por
ejemplo) a H2S.
Algunos metales presentes en la solución formarían sulfuros metálicos por reacción con el H2S.
La acción de bacterias reductoras de azufre ha sido usada para explicar la formación de muchos
depósitos estratiformes de metales base.
Las bacterias son agentes importantes en la formación de suelos y en cambios que ocurren en la
composición química de menas minerales en o cerca de la superficie de la Tierra.
Se piensa que grandes depósitos de manganeso en Rusia, se han formado por la participación de
bacterias oxidantes de Mn. También se cree que las bacterias tienen gran importancia en los óxidos de
manganeso que precipitan en los manantiales termales en el área de Badgastein en Alemania.
También el metano puede ser producido por bacterias, el que actúa de manera similar al
hidrógeno.
FACTORES AMBIENTALES QUE AFECTAN AL INTEMPERISMO
Algunas veces, las plantas remueven selectivamente algunos elementos, los cuales en un estado
posterior en su ciclo biológico reaparecen en estados muy susceptibles para el intemperismo químico.
Los productos de estos procesos biológicos interactúan con las rocas y debilitan su superficie,
haciéndolas más susceptibles al intemperismo químico y físico. El intemperismo biológico esta
restringido a zonas de suelos cercanos a la superficie
En áreas montañosas, especialmente en aquellas con alta precipitación pluvial, la erosión física
es extremadamente rápida y los detritos son removidos antes de que puedan ser intemperizados. En tales
lugares las anomalías geoquímicas son mejor detectadas en los detritos clásticos de valles y deltas.
En este tipo de ambiente (topografía abrupta y alta precipitación) el viento, las corrientes de
agua, el desprendimiento de tierras, el deslizamiento de suelos y otros procesos son muy activos, siendo la
disgregación física la de mayor actividad y el intemperismo químico de menor participación.
El otro extremo es una zona plana con abundante precipitación, en donde existe muy poco
escurrimiento superficial, mientras que la infiltración es máxima. Pero a causa de que el flujo superficial
es muy poco, los productos solubles no se mueven libremente y el intemperismo químico es inhibido.
Las condiciones topográficas favorables al intemperismo químico son encontradas en áreas de
moderado relieve en donde el escurrimiento superficial no es excesivo y el agua subterránea es capaz de
circular libremente. Aún aquí, las variaciones locales de la topografía resultan en diferentes grados de
intemperismo.
Durante la oxidación de los sulfuros se generan valores bajos de pH (acidez alta) y en este
ambiente muchos metales son móviles, pero la movilidad decrece cuando se incrementa el valor de pH
(más alcalino).
Cuando el fierro y el manganeso se encuentran en estado reducido, esto es como Fe+2 y Mn+2,
son móviles en muchos ambientes naturales, sin embargo tan pronto como sean oxidados al estado +3 y
+4 respectivamente, su movilidad en el ambiente secundario es fuertemente disminuido y se observan en
forma de gel o como precipitaciones de óxidos de fierro y manganeso, por lo que el estado de valencia
determina en gran parte cuando estos elementos quedan en solución o precipitan. Este es un ejemplo de la
importancia del proceso de óxido – reducción.
Por otro lado, se ha identificado que por encima del nivel freático el ambiente es oxidante y con
predominio de un Eh 0, lo cual implica que las fases minerales como los sulfuros sean inestables, ya
que éstos han sido formados bajo un Eh 0. Los sulfuros por lo tanto, se ajustan geoquímicamente al
nuevo medio oxidándose y liberando parte de los metales que los constituyen, los cuales son
transportados por las aguas y redistribuidos. Una parte es concentrada por debajo del nivel freático, en la
zona de concentración (Eh 0) y otra es removida en torno a la mineralización creando un halo de
dispersión.
Tres productos principales resultan del intemperismo químico de las rocas y de los minerales:
1. - Minerales primarios estables.
2. - Constituyentes solubles.
3. - Minerales insolubles formados en el ambiente secundario.
Muchos de los sulfuros metálicos son inestables, pero no así la galena que permanece en
afloramientos lixiviados de yacimientos conteniendo plomo y zinc, esto es debido a que se desarrolla una
capa de anglesita insoluble que la protege de las reacciones químicas posteriores. La galena, al igual que
la barita, se encuentra pobremente transportada en sedimentos a causa de su fragilidad.
Minerales Primarios Estables (Residuales)
Estos minerales no son afectados directamente por las reacciones químicas que suceden en la
zona de intemperismo, correspondiendo a ellos los minerales nativos (oro, platino, diamante), óxidos
(casiterita, rutilo, magnetita, cromita, ilmenita), algunos silicatos (berilo, circón) y algunos otros como
fosfatos (monacita).
Algunos de éstos minerales aparte de ser resistentes al ataque químico, presentan otras
propiedades físicas que les permitirán ser transportados e incluso formar yacimientos de placer.
En cualquier lugar a lo largo del curso superficial del agua, los constituyentes disueltos pueden
dejar evidencias de la mineralización original, ya sea en forma de metales en los sedimentos de arroyo
adsorbidos en óxidos de fierro y manganeso o como valores anómalos en las aguas mismas.
Minerales Insolubles.
Son aquellos minerales residuales formados en el ambiente secundario en donde una gran
variedad de ellos se han formado en la zona de intemperismo, tales como los óxidos de fierro y
manganeso, arcillas, sulfatos, carbonatos, cloruros (querargirita), silicatos (crisocola) y metales nativos
(mercurio, plata)
Los minerales que se forman en cualquier caso específico dependen de los elementos presentes y
de la solubilidad de los compuestos metálicos formados. Un especial interés en la prospección
geoquímica lo presentan los óxidos de fierro, particularmente las formas hidratadas, debido a que son
abundantes, fácilmente reconocibles y tienen la habilidad de adsorber o de coprecipitar con trazas de
metales. Normalmente los óxidos de fierro hidratados son encontrados como capas o pequeñas masas en
el área de oxidación de sulfuros (gossans).
Gossans.
Son también llamados casquetes de oxidación, coberteras o sombreros de fierro, en donde
generalmente los óxidos de fierro hidratados se presentan como cementante, en capas o en pequeñas
masas sobre los yacimientos de sulfuros que contengan fierro, ya que la mayoría de los yacimientos
minerales oxidados presentan una cobertera de fierro en la superficie.
Un gossan es el nombre genérico dado a grandes masas de material limonítico residual,
normalmente con presencia de cuarzo y arcillas, que permanece in-situ después de que se generó la
movilidad de los productos solubles en un yacimiento oxidado de sulfuros.
Es el afloramiento de una masa celular de limonita y ganga, situada arriba de los depósitos de sulfuros
Varios tipos de minerales que contienen fierro pueden formar gossans al ser intemperizados,
principalmente los sulfuros como la pirita, marcasita, pirrotina, arsenopirita, calcopirita y los carbonatos
como la siderita y la ankerita.
Limonita es un término genérico que comprende a los minerales hematita, goethita, lepidocrosita
y jarosita. Mucho del material de un gossan es jaspe limonítico, que es una mezcla de limonita y sílice.
También son comunes los minerales arcillosos, sulfatos, carbonatos y minerales de manganeso.
Desde el punto de vista geoquímico el análisis del gossan comúnmente proporcionará evidencias
contundentes con relación a la presencia o ausencia de la mineralización. En general, los gossans que se
originaron de mineralización económica se caracterizan por valores geoquímicos anómalos en
comparación con los que proceden de fuentes no económicas.
Existe un gran número de formas que pueden asumir los patrones de dispersión secundaria, todas
con un origen complejo y de dimensiones irregulares.
Algunos términos utilizados (Hawkes & Weeb, 1962) para describir la forma de los patrones de
dispersión secundaria son:
Dependiendo del mecanismo de dispersión, los patrones secundarios también pueden ser
clasificados como:
Clásticos
Hidromórficos
Biogénicos
Sin embargo esas anomalías pueden asumir muchas formas y tamaños y la distancia del
desplazamiento desde la fuente mineralizada puede variar considerablemente.
En general el movimiento por gravedad de los suelos en pendientes decrece desde la superficie
hacia la roca y las anomalías formadas tienen lugar como en C y en la figura 10. Esto resultará en que los
fragmentos mineralizados en la superficie serán transportados más lejos de la fuente que aquellos que se
encuentran en los horizontes más bajos y cercanos a la roca.
El recuadro D de la figura 9, ilustra una anomalía contrastante en suelo formada por el vestigio
de una capa mineral que en un tiempo afloró en la superficie y en donde el movimiento de suelo ha sido
mínimo.
La dispersión en aguas superficiales puede también tomar lugar en la forma coloidal o adsorbida
y la extensión del patrón dependerá de factores como el tamaño de la partícula coloidal o del mineral
adsorbido y de la velocidad del flujo de agua.
Las anomalías biogénicas se reflejan en suelos y en la misma vegetación, teniendo lugar en una
gran variedad de formas y pudiendo estar considerablemente desplazadas con respecto de la
mineralización original.
SUELOS
El proceso de intemperismo de las rocas conduce a la formación de suelos y de hecho, la
formación de suelos es una parte integral del intemperismo.
El término suelo puede ser definido simplemente como los productos del intemperismo que
permanecen in situ sobre la roca intemperizada.
Los factores que tienen gran influencia en la formación de suelos son el clima, la actividad
biológica, el material original y el tiempo.
Desde el punto de vista de la exploración geoquímica, los suelos son un importante medio de
muestreo, siendo la dispersión de metales en los suelos la base para muchos programas de exploración.
Según Legget (1967) al menos el 72% de la superficie terrestre está cubierta por suelos.
Perfil de suelos.
Un rasgo característico de los suelos es una “zonificación” evidente en sección vertical en donde
las capas secuenciales son llamadas horizontes. Cada horizonte difiere en composición, color, textura y/o
estructura y los límites entre ellos son comúnmente bien definidos.
Los suelos pueden desarrollarse sobre el material del cual fueron originados, generando así a los
suelos residuales, o bien pueden ser transportados para generar materiales glaciares, aluviales o
coluviales.
Los horizontes A y B constituyen el “suelo verdadero” o solum sobre la roca que lo originó, el
cual consiste de materia orgánica, una capa lixiviada y una capa de depositación. El perfil gradúa hacia
abajo en donde se encuentra el material intemperizado que se identifica como horizonte C y
posteriormente el sustrato rocoso sin intemperizar que representa el horizonte D.
Horizonte A
La capa superior del horizonte A consiste de detritos orgánicos hospedados en el suelo y es la
zona de máxima actividad biológica. La capa A0 es designada para detritos orgánicos parcialmente
descompuestos y comúnmente llamado humus. La capa A1 esta caracterizada por humus mezclado con
algo de material inorgánico.
A medida que el agua se filtra a través de la materia orgánica descompuesta, el ácido carbónico y
otros ácidos orgánicos están siendo formados con el consecuente decrecimiento del pH. Estos ácidos
orgánicos son débiles y son continuamente formados por la descomposición del humus, moviéndose a
niveles inferiores en donde reaccionan con los minerales y generan la liberación de los productos solubles
y material coloidal, ambos son removidos hacia abajo en forma de soluciones o en suspención por las
aguas meteóricas.
La zona A2 es principalmente una mezcla de arena y limo con algo de arcilla. Su color claro es
muy característico y su espesor es generalmente menor a 30 cm. Este horizonte no se debe muestrear con
fines geoquímicos.
Puede haber una zona A3 como transicional hacia el horizonte B, y de existir, generalmente es
muy delgado.
Horizonte B
Se encuentra inmediatamente abajo del horizonte A, presentando algunas características del
horizonte A como del C. Se presenta generalmente de color café a café anaranjado, pegajoso cuando esta
húmedo y más duro cuando está seco. Contiene altas concentraciones de óxidos de fierro y/o aluminio
normalmente combinados con óxidos de manganeso y materia orgánica
Durante la lixiviación, los elementos más solubles pueden ser transportados mucho más abajo,
pudiendo entrar en el sistema de aguas subterráneas y ser removidos fuera del área por el drenaje y llegar
a formar anomalías considerables desde la fuente
Cuando la remoción es completa, como en los suelos bien drenados en zonas húmedas, el perfil
es calificado como un “sistema químico abierto” y los suelos en este ambiente normalmente serán ácidos.
Por otro lado, los suelos alcalinos son característicamente encontrados en regiones semiáridas a
secas, en donde el agua es insuficiente para drenar completamente hasta el nivel de aguas freáticas,
clasificándose a este perfil como un “sistema químico cerrado”, en donde la carencia en éstas áreas, más
la escasa vegetación de la cual se podrían derivar ácidos orgánicos, resulta no solo en una menor
lixiviación, sino en la precipitación de una capa de carbonato de calcio llamada caliche que es contenida
en el nivel general del horizonte B y su posición es determinada por la profundidad a la cual penetra el
agua antes de evaporarse.
El caliche es el resultado más notable de iluviación en regiones semiáridas y en áreas secas éste
puede estar cerca o incluso sobre la superficie, pero si se llega a presentar en áreas más húmedas se
localizará a profundidades de más de seis metros.
Horizonte C
La parte superior del horizonte C consiste de roca suelta y parcialmente descompuesta, con
excepción de suelos transportados, éste gradúa hacia abajo a material original inalterado con muy escaso
contenido de materia orgánica, la iluviación es mínima y generalmente restringida a la parte superior,
presentándose normalmente en color más claro que el horizonte B.
El horizonte C sólo será muestreado en un limitado número de ocasiones, por ejemplo, cuando
los valores anómalos esperados se encuentran en él (suelos lateríticos).
Los suelos son comúnmente más complejos de cómo se han presentado aquí, ya que muchos
subhorizontes pueden existir y partes del perfil pueden no encontrarse a causa de la erosión o por un
desarrollo muy pobre y otras dificultades pueden presentarse por múltiples y diferentes ciclos de
intemperismo relacionados a cambios climáticos.
El espesor de los horizontes de los suelos varía considerablemente dependiendo del clima,
actividad biológica, material original y el tiempo en el que el perfil se ha desarrollado
En un estudio geoquímico de suelos es esencial que las muestras sean tomadas siempre del
mismo horizonte para poder hacer comparaciones significativas y reconocer a las anomalías.
Si no es posible realizar estudios preliminares para determinar el horizonte de suelo óptimo para
los propósitos de exploración y sólo un horizonte puede ser muestreado, normalmente el horizonte B será
el preferido.
Los métodos geoquímicos aplicados a la exploración minera son una herramienta esencial
utilizada en los programas de exploración en todas sus etapas, desde los trabajos iniciales de
reconocimiento hasta los de detalle cuando el yacimiento ya ha sido localizado. Los métodos geoquímicos
también se utilizan para identificar las prolongaciones de los yacimientos ya conocidos o en explotación y
como ayuda en la toma de decisiones en la selección de áreas de interés para llevar a cabo la perforación
como etapa final en la localización de yacimientos minerales.
El objetivo de estos apuntes es dar a conocer los principios básicos de la geoquímica inorgánica
y las técnicas de la geoquímica aplicada a la exploración minera dentro del marco de los programas de
exploración, así como proporcionar los principales criterios geológicos para la evaluación de los
resultados químicos cuantitativos obtenidos en laboratorio y la interpretación de la información obtenida.
La realización del presente material esta basado principalmente en las publicaciones de los
siguientes autores:
Gunter, F. 1991. Principles and Applications of Inorganic Geochemistry. Macmillan Publishing Co.
I.1.- INTRODUCCIÓN
En años recientes se han realizado más estudios geoquímicos los cuales tienen un punto en
común, a saber, un ensayo para solucionar algunos problemas geológicos por vía de la química. Por lo
tanto, en el sentido moderno, el objetivo de todas las divisiones de la geoquímica es solucionar problemas
geológicos (incluyendo ambiental y lunar).
Los métodos usados involucran mediciones sistemáticas de uno o más elementos químicos o sus
componentes, los cuales usualmente ocurren en pequeñas cantidades. Las mediciones son hechas en
alguna de las varias sustancias de ocurrencia natural, fácilmente muestreadas, tales como rocas,
sedimentos de arroyo, suelos, agua, vegetación o aire.
Cada una de estas categorías está altamente especializada y ellas son casi mutuamente exclusivas
en el presente, aunque en ambas la geoquímica busca los recursos naturales ocultos.
En ambos casos el objetivo es el mismo, esto es, encontrar algunas dispersiones de elementos o
compuestos suficientemente arriba de lo normal y que son llamadas anomalías, las cuales pueden indicar
mineralización o acumulación de hidrocarburos. Sin embargo, en los estudios para los depósitos
minerales y para la acumulación de hidrocarburos, los parámetros medidos son diferentes, la
instrumentación usada es significativamente diferente, y son en poca extensión, el énfasis está situado en
los diferentes materiales que son muestreados.
Se recomienda que esta separación arbitraria pueda no ser ideal porque filosóficamente la
exploración para cualquier recurso natural debe de estar basada sobre los mismos principios geológicos y
geoquímicos (por ejemplo la importancia de la geología estructural y la migración de fluidos). Además
cuando nos damos cuenta de que un gran porcentaje de todos los metales hasta ahora minados están tanto
en rocas sedimentarias como en rocas que fueron originalmente sedimentarias y que ahora están
metamorfizadas, entonces ahí estaría en apariencia una mayor integración de exploración tanto de
minerales como de hidrocarburos.
Éxitos similares también aplicados a algunos de los grandes campos de hidrocarburos fueron
debidos a expresiones visuales, tales como filtraciones de petróleo y gas natural, así como la ocurrencia
de brea. Sin embargo, la era del reconocimiento visual está esencialmente enmarcada en los depósitos
minerales del mundo más cercanos y más obvios que probablemente han tenido una explotación.
Para ilustrar este hecho basta con mencionar que en México aproximadamente el 90% de los
metales explotados (minados) son de minas fundadas por los españoles. Así también la localización de las
minas actualmente en operación en algunas partes de Europa, fueron localizadas dentro del Imperio
Romano.
Claramente, se manifiesta como una necesidad radical, nuevos accesos a la exploración minera,
que la geoquímica conjuntamente con otras ciencias tal como la geofísica, esta intentando llenar. Pero
como veremos posteriormente, la aplicación de la química a la exploración no es totalmente nueva; lo
novedoso involucra la aplicación de instrumentación sofisticada sensible en el rango químico de "micro",
como opuesto a la identificación previa "mega" de los depósitos minerales visibles.
El así llamado acceso moderno a lo que es auténticamente una técnica antigua continúa con tal
ayuda adicional, con métodos aéreos de análisis y colección de muestras, procesamiento electrónico de
datos, y actualizados métodos de interpretación.
En todos los casos el factor principal es el reconocer algunos tipos de anomalías químicas las
cuales podrían ser indicativas de mineralización de valor económico.
Con el progreso actual, aparentemente los depósitos minerales de bajo grado podrían hacerse
sucesivamente más económicos. Por ejemplo, durante 25 años los procesos de beneficio para el cobre no
fueron económicos a menos que la ley de la mena fuera de 1.5% de Cu y grandes volúmenes.
Actualmente las gigantescas obras de minado a cielo abierto para los pórfidos de Cu y su localización
favorable, los hacen económicamente explotables con una ley de aproximadamente de 0.4% de cobre.
Desde un punto de vista práctico estos depósitos de bajo grado son extremadamente difíciles de
localizar visualmente, específicamente si éstos se encuentran cubiertos por suelo, detritos glaciales u otro
tipo de cubierta, y es exactamente en este tipo de situaciones en que los trabajos geoquímicos son
aplicables.
HISTORIA DE LA GEOQUÍMICA
Algunos resúmenes de la historia de la geoquímica (Hawkes, 1957; Boyle, 1967 y Garret, 1970)
han publicado que los principios de la prospección geoquímica fueron originados en la antigüedad.
El gambusino buscando oro estaría, visto por la exploración geoquímica moderna, siguiendo los
patrones de dispersión. Similarmente, los antiguos quienes estudiaban las manchas para el fierro (gossan)
estuvieron de hecho, observando los indicios de depósitos sepultados.
Boyle (1967) enfatiza sobre los métodos geoquímicos escritos a mediados del siglo XVI. Otra
referencia podría ser lo citado por Agricola (1556) para mostrar que el hombre medieval tenía los
conocimientos sobre lo que nosotros actualmente llamamos efectos térmicos causados por la oxidación de
sulfuros sobre las vetas, y el uso de los métodos biogeoquímicos en la exploración. Ellos también
conocían el significado de las plantas como indicadores, particularmente la decoloración y cambios
físicos en la vegetación, resultado de los efectos tóxicos de los elementos traza en suelos asociados con
zonas mineralizadas.
Las asociaciones botánicas con la mineralización aparentemente han sido bien conocidas por un
largo tiempo, esto es desde los siglos VIII o IX, según la fuente citada por Boyle (1967). Los chinos han
observado que ciertas especies de plantas ocurren cerca de los depósitos de plata, oro, cobre y estaño y
ellos conocían que este hecho podría ser usado en exploración.
Los primeros programas de exploración a gran escala fueron iniciados en 1932 por geólogos
soviéticos quienes perfeccionaron el método analítico de emisión espectrográfica, así como los
procedimientos de muestreo para un estudio geoquímico rutinario de muestras de suelo.
Los primeros trabajos fueron enfocados a la búsqueda de estaño, pero estos fueron rápidamente
seguidos por otros estudios "metalométricos" (suelos y rocas intemperizadas) por cobre, plomo, zinc,
níquel y otros metales.
La prospección geoquímica iniciada en la URSS (y Escandinavia) estuvo basada en más que los
escritos antiguos y medievales mencionados anteriormente.
A principios del siglo XX, fuertes escuelas de geoquímica fundamental fueron establecidas sobre
las bases de los países pioneros por famosos geoquímicos soviéticos como V.I. Vernadsky, quien realiza
el primer trabajo en biogeoquímica, y su estudiante A.E. Fersman, quien fue el primero en dar énfasis a la
importancia de los halos primarios y secundarios asociados con depósitos minerales.
Otros notables geoquímicos soviéticos que contribuyeron en varias partes de la geoquímica son
I.I. Ginzburg, A.P. Vinogradov y D.P. Malyuga. En noruega y al mismo tiempo, el trabajo clásico de
V.M. Goldschmidt sobre la distribución de los elementos obtendría la atención de muchos.
Otros estudios fueron hechos por T. Vogt en Noruega sobre la dispersión de los productos del
intemperismo en suelos, vegetación y agua a partir de los depósitos de sulfuros conocidos.
En la mayor parte del mundo occidental la geoquímica de exploración no logra mucha atención
hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En 1945, Warren y sus colaboradores en la Universidad de
British Columbia, emprendieron un programa de investigación en el uso del contenido de los metales en
la vegetación para propósitos de exploración. Este primer ensayo en prospección biogeoquímica en
Canadá estableció la existencia de anomalías de Cu y Zn sobre depósitos minerales conocidos (Warren,
1972).
Los estudios posteriores incluyen el uso de dithizone (un reactivo químico colorimétrico) para el
análisis rápido y sencillo de ciertos metales, que de acuerdo a Boyle y Smith (1968) "probablemente mas
que algún otro factor único, este daría impulso para el subsecuente desarrollo de los métodos geoquímicos
de prospección en Canadá".
Boyle y Smith (1968) discutieron otros aspectos históricos del desarrollo del uso de la
geoquímica de exploración en Canadá, incluyendo los principales fundamentos y contribuciones prácticas
del Geological Survey de Canadá el cual inició a principios de los 50's, y es interesante e importante
mencionar que ellos consideraron la introducción, en 1954, de "kits" químicos de campo para el ensayo
geoquímico de muestras. El uso de "kits" por personal calificado en el lugar que está siendo analizado es
muy ventajoso, ya que se pueden tomar decisiones inmediatamente, sin embargo, su uso por personal
inexperto puede y ha resultado en muchos fracasos.
En los Estados Unidos la geoquímica de exploración se inició por medio del Geological Survey
de ese país aproximadamente por 1947. Los trabajos presentados en los primeros años incluyen a autores
como Hawkes, Huff, Ward, Lakin, Lovering, Cannon y Bloom. Los programas consistieron de
investigaciones sobre todos los tipos de estudios de muestreo experimental, bajo una variedad de
condiciones geológicas y climáticas para determinar los patrones de dispersión característicos de los
elementos en rocas, suelos, vegetación y aguas naturales.
A principios de los 50's, los programas de exploración geoquímica habían sido conducidos por
las grandes compañías mineras.
Inicialmente, las investigaciones del Geological Survey de los Estados Unidos en las técnicas
analíticas de campo, fueron dirigidas principalmente hacia los métodos colorimétricos, en contraste con la
confiabilidad de los análisis del espectrógrafo de emisión empleado por los soviéticos. Estas
investigaciones de las cuales resultaron algunas publicaciones sobre los métodos colorimétricos aplicables
a la detección de metales mena, fueron ampliamente aceptados por los buenos resultados obtenidos y
aplicables a otras áreas en muchas partes del mundo. Además el Geological Survey de Estados Unidos
también establece un énfasis en el espectrógrafo de emisión, tanto en laboratorio como en sus modernos
laboratorios móviles de campo.
Los métodos modernos de prospección geoquímica deben su rápido desarrollo en los últimos
cincuenta años, a ciertos factores más que a otros. Boyle y Smith (1968) mencionan una relación de
ciertos trabajos, que en conjunto con otros más, consideran los principales contribuidores en el desarrollo
de la prospección geoquímica, los cuales se manifiestan a continuación de forma breve:
3. - El desarrollo del equipo de laboratorio de material plástico (polietileno) el cual reduce los problemas
de contaminación de elementos y permite gran confiabilidad en los análisis de campo. La introducción de
resinas para la producción de agua libre de metales para usarse en los procedimientos químicos, también
fue significante.
4. - El desarrollo de la espectrometría de absorción atómica a finales de los 50's permitió realizar análisis
rápidos, precisos, sensibles y relativamente libres de interferencia de muchos elementos de interés en la
exploración geoquímica.
5. - El desarrollo del cromatógrafo de gas el cual ha tenido su mayor aplicación en el estudio de los
hidrocarburos. Este es un método extremadamente sensible y ha reemplazado a los primeros métodos de
fraccionacion y condensación.
PLANEACIÓN DE LA EXPLORACIÓN
Selección de Áreas.
El principal propósito de este paso es seleccionar áreas o regiones que tengan buen potencial
mineral y que puedan ser prospectados en su totalidad.
La selección inicial de áreas puede estar basada por la revisión de la geología conocida y los
registros de la pasada prospección y actividad minera.
Esta revisión puede dar lugar a posibles tipos de yacimientos actuales en éstas áreas, basados en
el reconocimiento de la mineralización y el ambiente geológico. Además, un reconocimiento minucioso
puede conducirnos a la distribución de las rocas y estructuras favorables, la naturaleza de la cobertera y
de las condiciones de intemperismo y otras circunstancias que pueden enmascarar las manifestaciones
superficiales de la roca mineralizada en el subsuelo.
Las fotografías aéreas y las imágenes de satélite pueden proporcionar una fuente invaluable de
información sobre rasgos estructurales, extensión de las unidades rocosas y el tipo de cobertera.
Secuencia de Exploración.
Este es un proceso de reducción progresiva del tamaño del objetivo, en donde a cada paso el área
objetivo va teniendo mayor probabilidad de ser un yacimiento.
Otros rasgos también son indicativos, por ejemplo los gossans, afloramientos lixiviados y las
anomalías geoquímicas secundarias que resultan del intemperismo y de la dispersión de los componentes
primarios del yacimiento.
Cada rasgo geológico, geofísico o geoquímico del yacimiento define en el área objetivo el tamaño y
la forma.
Algunas áreas son muy grandes, formando objetivos que pueden ser detectados por observaciones
ampliamente espaciadas, otras son más restringidas en su extensión y requiere un examen más detallado
para su detección.
Control de Propiedad.
La adquisición de los derechos de propiedad, en muchos distritos, es extremadamente compleja y
depende de la fase de exploración minera. Cuando esta situación existe, el patrón general de exploración
puede ser modificado o estar dominado por las consideraciones de propiedad.
Los métodos de exploración pueden ser aplicados a un terreno sin la adquisición de la propiedad o
los derechos de traspaso.
Los estudios geofísicos aéreos y los métodos de reconocimiento geológico y geoquímico están
sometidos a las leyes mineras locales.
La confiabilidad del método no únicamente depende en la localización del objetivo, sino que también
se extiende a especificar las anomalías relacionadas al yacimiento y la abundancia de las anomalías no
significativas o falsas anomalías, que puedan conducir a una interpretación errónea.
Costos.
Los costos de un estudio de exploración son solo uno de los factores críticos que deben ser estimados
con algún grado de exactitud. Los costos deben de ser considerados con base a las unidades de área. Un
alto costo total y un alto costo de equipamiento, no necesariamente implican un alto costo por unidad de
área.
CONCEPTOS BÁSICOS
Los cuatro conceptos básicos que debemos de tener en mente durante la exploración geoquímica,
tanto en el ambiente geoquímico primario como en el ambiente geoquímico secundario son:
= Contaminación en Geoquímica.
Durante la toma de muestras, principalmente en sedimentos de arroyo y agua, es posible que
éstas no representen auténticamente los valores geoquímicos buscados por efectos de contaminación, los
cuales exhiben patrones geométricos no relacionados con la Geología, y esto es debido a la actividad
humana en sus diferentes facetas.
= Estudios de orientación.
Son estudios preliminares que nos permiten orientar la exploración geoquímica en un área
determinada, ya que cada área es diferente y se presentan una gran cantidad de variables que provocan la
dispersión de los elementos en los ambientes geoquímicos primario y secundario; y la determinación de
estas variables es la base para la aplicación de los métodos geoquímicos.
La finalidad de los estudios de orientación es determinar el campo óptimo y los parámetros
analíticos e interpretativos por medio de los cuales se pueden distinguir las anomalías del background.
Los estudios de orientación, pueden indicar, por las características geoquímicas del área, la
factibilidad de explotación o la no continuación de la exploración.
Estas anomalías falsas generalmente se desarrollan a poca profundidad y en suelos, que pueden
ser causadas por efectos de contaminación, por errores analíticos o por el manejo inapropiado de los datos
geoquímicos.
GEOQUÍMICA APLICADA
PRINCIPIOS BÁSICOS
CONTAMINACIÓN.
La contaminación es un riesgo presente alguna vez en la geoquímica de exploración y su
presencia posible, particularmente en sedimentos, agua y suelos, debe constantemente tenerse en cuenta
durante la toma de muestras, durante el análisis e interpretación de las muestras y resultados obtenidos.
En algunos casos esta puede ser detectada inmediatamente, por ejemplo cuando los datos no caen
en el patrón geoquímico general. En otros casos la contaminación, que da la apariencia de una anomalía,
es reconocida solo después de considerables esfuerzos y gastos que han sido desembolsados.
Existen muchas fuentes de contaminación, siendo las más comunes las siguientes:
Minera
La contaminación debida a la actividad minera es el principal problema en alguna de las áreas en
la cual la exploración geoquímica puede ser más útil. La actividad minera actual o anterior en esas áreas
comúnmente resulta en contaminación por depósitos de jales o en los trabajos mineros por los fragmentos
y el polvo de la mena y de las rocas y por las operaciones de beneficio. Los sulfuros, comúnmente pirita,
en los terreros de las minas son especialmente susceptibles de oxidación y producen aguas ácidas las
cuales son capaces de lixiviar las pequeñas cantidades de minerales mena no recobradas completamente
por los procesos de beneficio. Las aguas ácidas ahora contienen metales traza, pueden hacer después su
ruta dentro del sistema de drenaje, y se puede formar una concentración de metales y halos a grandes
distancias del cuerpo mineralizado.
Esto hace a los nuevos estudios geoquímicos muy difíciles, sino imposibles, en algunas
localidades. Posteriormente la dispersión de partículas sólidas puede ocurrir por movimientos mecánicos,
por corriente de agua o viento. Las partículas mecánicamente transportadas podrían comúnmente resultar
en contaminación únicamente en la superficie y quizá en solo unos pocos centímetros de profundidad. En
casos no comunes los contaminantes pueden penetrar hasta algunos pocos metros de profundidad. La
vegetación puede absorber estos metales los cuales alcanzan la zona de las raíces y así dan una falsa
anomalía biogeoquímica la cual en muchos casos es especialmente difícil de interpretar.
En México, donde la minería ha sido una de las principales actividades por aproximadamente
400 años, los efectos de contaminación por actividad minera pueden ser ilustrados por los siguiente
ejemplos:
Los sedimentos de ríos en el Distrito de Nacozari, Sonora están contaminados en 75 Km. a partir
de la mina Pilares; los estudios de sedimentos de arroyo pueden conducir directamente a la mina.
Los caminos seguidos por las mulas que cargaban el mineral de las minas trabajadas en Sonora
durante la época de la colonia y que han sido abandonados, estos senderos actualmente están definidos
por análisis geoquímicos de suelos. El área es árida y el intemperismo químico es un proceso de baja
intensidad.
El agua analizada por cobre en el área de Pichucalco, Chiapas, conduce directamente a otra mina
abandonada (mina Santa Fe) distante aproximadamente 40 Km. Se considera que los sedimentos
analizados, puede también presentar contaminación de cobre.
Las aguas ácidas que provienen de minas abandonadas en el Distrito de Charcas, S.L.P.,
resultaron con valores altos de metales a lo largo del drenaje el cual también fue por la presencia de una
gran falla, dando la impresión de una gran zona mineralizada en este marco estructural.
Estos y muchos ejemplos más podrían ser citados y pueden ser de gran importancia a
antropólogos e historiadores interesados en las civilizaciones antiguas, pero este tipo de contaminación
presenta grandes dificultades para la exploración geoquímica interesada en el hallazgo de nuevas minas, o
bien con la tecnología se permitirá que estas minas sean reabiertas o el área sea reevaluada.
Industrial
Anteriormente se pensaba que solo el cobre y el zinc eran los contaminantes industriales de
interés en exploración geoquímica. Ahora, sin embargo, muchos más elementos pueden ser anexados a la
lista debido al crecimiento de plantas de fundición, refinerías, plantas químicas, plantas productoras de
energía a base de carbón e industrias de todo tipo.
Los contaminantes son introducidos primeramente por los humos o por agua. Algunos de los
ejemplos más notables de la contaminación industrial por mercurio en años recientes, es el derivado del
cloruro alcalino de plantas industriales, las cuales han contaminado ciertas partes de los Grandes Lagos. Y
el azufre emitido de las plantas de gas natural en el Oeste de Canadá y que sus efectos pueden ser
detectados muchos kilómetros viento abajo.
Estos contaminantes, así como los otros ya descritos, están generalmente restringidos a pocos
centímetros a la cima de los suelos o sedimentos de arroyo, exhibiendo patrones geométricos sin relación
con la geología. (Fig. 12)
Agrícola
El uso de insecticidas en aerosol, fertilizantes y otros materiales para incrementar la
productividad de los campos agrícolas han generado efectos en la actividad de la exploración geoquímica
en algunas áreas.
El uso de mercurio en décadas pasadas es bien conocido y aunque ha sido prohibido su uso, los
efectos en lagos, ríos y sedimentos puede ser un contaminante por un largo tiempo, ya que los valores del
background podrían haber sido aumentados. Pero otros metales y elementos también han sido y continúan
siendo introducidos, tales como soluciones conteniendo cobre así como aerosoles contra las plagas,
aditivos de zinc para incrementar el crecimiento de plantas, fertilizantes fosfatados conteniendo uranio y
flúor y probablemente fertilizantes con rubidio y potasio. Todos son solubles bajo las mismas condiciones
y podrían eventualmente encontrar su ruta de migración dentro del sistema de drenaje. Por otro lado, ésta
es una evidencia de que algunos fertilizantes, particularmente los fosfatados, pueden formar componentes
insolubles con elementos tales como el cobre y el zinc, y estas fijaciones de elementos pueden dar
resultados en valores reducidos para estos elementos en solución. El uso de cal para propósitos agrícolas
puede resultar en contaminación de plomo o zinc, si esta es producida por calizas que contienen estos
metales.
Construcción
La contaminación por actividades de la construcción incluye una multitud de posibilidades, el
transporte de metales de su lugar de origen a los sitios de construcción de presas, vías férreas, puentes y
todo tipo de construcciones, o bien durante el transporte de materiales derivados de minas así como la
maquinaria abandonada.
Estos efectos son muy marcados en estudios de sedimentos de arroyo y puede ser evitada
colectando las muestras aguas arriba de los sitios de construcción. (Fig. 13)
ESTUDIOS DE ORIENTACIÓN
Se ha mencionado que son muchas las variables que provocan la dispersión de los elementos,
tanto en el ambiente primario como en el secundario, por lo tanto la detección de estas variantes es la base
de la exploración geoquímica. Como resultado, cada área en la cual se emplea exploración geoquímica
probablemente sea diferente de las áreas estudiadas con anterioridad. Por lo tanto, un estudio preliminar
llamado estudio de orientación, puede ser aplicado en cada área a explorar.
Los estudios de orientación pueden indicar por las características geoquímicas de un área, la
factibilidad de ser explotada o de establecer que no es factible continuar con la exploración.
Asociado con los estudios de orientación esta el concepto de geoquímica de las formas terrestres
“Landscape geochemistry”. Este término ha sido definido como el estudio de los principios y los patrones
que gobiernan la circulación de los elementos químicos en, o próximos a la superficie terrestre. (Fig. 14)
La importancia de este concepto es que, al igual que los estudios de orientación, atiende a la
necesidad de estudiar sistemáticamente la geoquímica de muestreos numerosos en la periferia de un
depósito mineral y ordenar completamente la interpretación de los resultados de los métodos de
prospección geoquímica.
Excluyendo aquellas anomalías causadas por cualquiera de los muchos tipos de contaminación, o
las anomalías erróneas que pueden resultar de errores analíticos, existen abundantes ejemplos de
anomalías no significativas que son el resultado de procesos naturales.
Como ejemplo, se tiene en la Mina Santa Fe en Pichucalco, Chiapas, en donde se tienen valores
altos de oro en un estrato de suelo muy somero y que cubre a los depósitos de cobre, y en este depósito el
oro se encuentra en cantidades mucho muy pequeñas.
Algunas anomalías falsas en suelos pueden ser debidas a ciertas especies de plantas que
concentran preferencialmente un metal y producen, después de ser sepultados y al paso del tiempo,
concentraciones anómalas en el suelo con alto contenido de materia orgánica. (Figs. 15 y 16)
Existen tres posibilidades que debemos considerar cuando se ha identificado una anomalía:
4) que esté genéticamente relacionada a un depósito mineral
5) que esté genéticamente relacionada a acumulaciones de minerales de carácter subeconómico, como
los yacimientos de gran tonelaje y baja ley
6) que sea debido a la concentración de elementos como resultado de uno o la combinación de factores
los cuales no representan una mineralización (anomalías falsas, errores analíticos o errores durante el
muestreo, contaminación, etc.)
Debemos discutir algunos conceptos fundamentales, los cuales son necesarios para la
interpretación de datos geoquímicos. Estos conceptos son: mapas y diagramas, los valores del
background, threshold y anomalía. Considerándose como una secuencia normal usada en cualquier
interpretación, que es la preparación de mapas y diagramas, la determinación de los valores del
background y threshold y el reconocimiento de las anomalías. Además de la preparación de histogramas y
las curvas de distribución de frecuencia.
Mapas y diagramas
Estos métodos son de gran ayuda para los geoquímicos en la interpretación de los datos y en
algunas ocasiones, es el medio para el registro permanente y la clasificación de los datos en forma
concisa.
Los mapas geoquímicos, comúnmente de áreas de interés, están publicados y pueden ser usados
como ejemplos de la presentación de datos geoquímicos. Generalmente, los resultados obtenidos para
cada elemento están graficados separadamente, pero puede ser posible que incluya los resultados para
algunos elementos en el mismo plano con símbolos apropiados, siendo en algunas ocasiones muy
conveniente.
Los datos geoquímicos obtenidos de los estudios de sedimentos de arroyo están graficados en
mapas hidrológicos y cada punto muestreado se anota con la concentración del elemento. (Fig. 17) Los
datos de estudios de suelos y vegetación además de los alineamientos de dispersión glacial son también
graficados en cada punto muestreado, pero el resultado de estos estudios generalmente son manifestados
de tal manera que ayudan a la apreciación visual (contornos, sombreado, etc.) (Fig. 17 y 19). Los
contornos de igual contenido de metal son llamados isogradas. Hawkes y Webb (1962) establecen que es
usual seleccionar el contorno igual al intervalo del valor del threshold siendo este el primer contorno y
arriba de éste, los contornos son múltiplos simples del valor de threshold. Después todos los valores del
background son extendidos abajo de los valores del threshold. Los mejores contrastes para visualizar los
datos son una serie de puntos, cada uno representando un rango de valores. (Figs. 17 y 20)
Los datos también pueden ser graficados en perfiles, siendo de gran ayuda para indicar la
distribución de los elementos a lo largo de una sección o también cuando el espaciamiento de las
muestras es muy amplio como para permitir la configuración. (Figs. 15 y 21) Aunque los perfiles del
contenido de metales están generalmente graficados en escalas aritméticas, las escalas logarítmicas y
semilogarítmicas son comúnmente empleadas cuando la diferencia es grande entre los valores anómalos y
los valores del background.
Background
En algunas ocasiones es posible determinar los valores del background de muchos elementos en
rocas por el análisis de los suelos residuales o de la cobertera, sin embargo para los suelos en donde está
presente la lixiviación, es necesario extrapolar valores de los elementos traza para establecer el
background de la roca infrayacente y definitivamente, los estudios de orientación pueden confirmar su
validez.
GENERALIDADES
Los métodos geoquímicos de exploración están basados en gran parte en el estudio sistemático
de la dispersión de elementos químicos, en los materiales naturales circundantes o asociados a depósitos
minerales.
Los procesos de dispersión están relacionados con el ambiente geoquímico, el que está dividido
en:
Ambiente geoquímico primario: abarca aquellas áreas que se extienden por debajo de
los niveles de circulación de aguas meteóricas, hasta aquellos procesos de origen profundo como son el
magmatismo y el metamorfismo; las condiciones presentes generalmente son:
-Temperatura y presión relativamente altas
-Escasez de oxigeno
-Limitado movimientos de fluidos
Ambiente geoquímico secundario: comprende los procesos superficiales de erosión,
formación de suelos, transporte y sedimentación; las condiciones que caracterizan a este ambiente son:
-Temperatura y presión bajas
-Presencia abundante de oxigeno libre y otros gases,
particularmente CO2
-Flujo de fluidos relativamente libre
El movimiento de materiales que sucede entre los ambientes primario y secundario puede ser
representado gráficamente en forma de un sistema cerrado simplificado, conocido como el ciclo
geoquímico el que se puede definir como la secuencia de estados que ocurren durante la migración de
elementos que tiene lugar a medida que suceden los cambios geológicos. (Fig.II.1)
Las rocas formadas en el ambiente primario pueden alcanzar el ambiente secundario, y muchos
cambios pueden resultar por la acción de una gran variedad de procesos geológicos de los cuales los más
importantes son el intemperismo, la erosión, sedimentación, diagénesis y la acción biológica.
Los minerales formados bajo condiciones primarias llegan a ser inestables en el ambiente
secundario, por lo que suelen ser erosionados, con el resultado de que los elementos contenidos en ellos
puedan ser liberados, transportados y redistribuidos.
El término dispersión se refiere a desviaciones hacia valores más bajos de los elementos
contenidos en un depósito, debido a que está siendo destruido química o mecánicamente por erosión
(ambiente secundario).
Barrera geoquímica. Este término implica un cambio abrupto en las condiciones físico-químicas,
en el medio por el cual se desplazan los elementos durante su migración. Estos cambios abruptos causan
la precipitación de ciertos elementos en solución, lo que en condiciones ideales puede resultar en la
formación de un nuevo depósito mineral, o en el enriquecimiento de un deposito mineral ya formado
(ambiente secundario).
Temperatura.- Esta es muy importante para la migración en los procesos endógenos. La importancia de
ésta barrera en los procesos exógenos es insignificante.
Descompresión.- En los procesos endógenos un decrecimiento abrupto en la presión dentro del sistema,
juega un gran papel en los procesos de formación de minerales. Este es menos significativo en los
procesos exógenos.
Acidez – Alcalinidad.- Los cambios en el régimen de acidez y alcalinidad de una solución durante los
procesos endógenos es algunas veces un factor decisivo en la separación de muchos componentes en la
fase sólida y en la concentración de sustancias de mena. Esto es de menos significado en los procesos
exógenos; sin embargo, las barreras alcalinas son las responsables para la precipitación de fierro, níquel y
otros metales en solución cuando la solución entra en contacto con las calizas en el límite con el horizonte
de suelos ácidos y en niveles profundos ricos en materiales calcáreos.
Oxidación – Reducción.- Tanto en los procesos endógenos como exógenos, un repentino cambio en los
ambientes de oxidación – reducción en las rutas de migración tiene un efecto decisivo en la precipitación
de algunos metales:
c) Oxidación.
Tiene lugar como aguas juveniles o continentales, con bajo contenido de oxígeno, viene en contacto con
aguas superficiales ricas en oxígeno. Es muy importante en la precipitación de los óxidos de fierro y
manganeso en las aguas superficiales.
d) Reducción por ácido sulfhídrico.
Causa la precipitación de la gran mayoría de metales en forma de sulfuros.
c) Reducción gley.
Causa la precipitación de algunos aniones de metales, tales como uranio, vanadio y molibdeno.
El término gley se aplica a un suelo moteado a causa de la parcial oxidación y reducción de sus
constituyentes en compuestos de fierro férrico, debido a las condiciones intermitentes de saturación de
agua.
Sulfatos y Carbonatos.- Ocurre en la interacción inicial de las aguas con sulfatos y carbonatos con otro
tipo de aguas ricas en calcio.
ADSORCIÓN.- Se considera una barrera geoquímica típicamente exógena. Esta es de gran importancia
en la precipitación de elementos traza de aguas superficiales continentales.
MECÁNICA.- Resulta de cambios en la velocidad del flujo de agua (o movimiento por aire) y es
responsable de la precipitación de metales pesados. Esta tiene una gran importancia en la formación de
depósitos de placer.
Las rocas ígneas en general son formadas por el enfriamiento y solidificación de material
fundido (magma) bajo condiciones muy especiales de temperatura, presión y composición química en un
ambiente geológico dado.
Por otro lado, los magmas en general deben su origen y diversificación a diferentes mecanismos,
que pueden ser primarios debido a la fusión parcial o total de rocas y materiales de diferente composición,
o secundarios ya que el magma original sufre procesos de diferenciación y cristalización fraccionada, así
como contaminación o mezcla con otro magma de composición diferente, para dar origen al magma en
cuestión.
De los procesos mencionados, uno de los más importantes para el origen y la diversificación de
las rocas ígneas, es el de cristalización fraccionada, que involucra la separación de fases sólidas en el
magma (series de reacción de Bowen, fig. II.3). Este proceso comienza con un magma original de
composición basáltica, en el cual, a medida que se enfría, los minerales que cristalizan temprano se
depositan y forman cúmulos de rocas. Por lo tanto, la mezcla magmática remanente cambia su
composición, ya que ha perdido aquellos elementos que han sido incorporados a los minerales de
formación temprana.
Por este proceso eventualmente el magma puede pasar a través de una cristalización en series,
tales como gabro-diorita-granodiorita-granito-pegmatita, y en cada punto de las series cristalizan rocas
con una mineralogía y composición química distintiva.
Acompañando a la separación y cristalización de minerales, suceden importantes cambios en la
abundancia de elementos mayores (> 1%) y menores (0.1 - 1%) en el magma. En la secuencia de
cristalización, existe un gradual decremento global en el contenido de elementos como Fe, Mg, Ca y Ti,
con un correspondiente enriquecimiento en Si, Al, Na y K en el líquido residual.
Los minerales que cristalizan temprano generalmente son pobres en sílice, conteniendo poco o
nada de óxido de potasio, y presentan una alta relación Mg/FeO. De tal manera, el liquido residual estará
enriquecido en sílice, agua y otros volátiles, así como ciertos elementos traza (< 0.1%), tales como
rubidio y cesio, los que no son incorporados en los minerales formados tempranamente en cantidades
significativas.
En los elementos listados en esta tabla se puede ver que el elemento con mayor valor en la
corteza es el titanio (5700 p.p.m., 0.57%). También se puede notar que muchos elementos de importancia
para el hombre y necesarios en la industria, y que sus nombres nos resultan familiares, son
extremadamente raros, mientras que otros elementos los cuales no nos son nada familiares, son en forma
inesperada relativamente abundantes. Por ejemplo el Hg, Mo, Sb, Bi y Au son más raros que el cerio
(Ce), disprosio (Dy), hafnio (Hf), escandio (Sc) y galio (Ga).
La razón por la que estos elementos nos sean familiares o no, es que los elementos mencionados
como más raros, se encuentran en la composición química de todos los minerales fácilmente reconocibles
y bajo condiciones favorables estos elementos raros son concentrados en forma de vetas y otros tipos de
depósitos que pueden ser minados.
Los otros elementos aunque más abundantes, raramente forman minerales individuales,
encontrándose "dispersos" en las estructuras cristalinas de otros minerales, esto es, sustituyendo a ciertos
elementos, por ejemplo el galio sustituye al aluminio, el hafnio al circón, el rubidio al potasio, el renio al
molibdeno.
Las tierras raras, tales como el cerio y el disprosio, se encuentran igualmente sustituyendo al
calcio en las estructuras de muchos minerales como se manifiesta en la tabla II.3, en donde se establece
también la estabilidad relativa de los minerales que se ejemplifican. Estos elementos que cristalizan
durante la secuencia magmática, llegan también a formar sus propios minerales, como la monacita,
xenotima, allanita, los que en ocasiones son encontrados en cantidades lo suficientemente grandes como
para ser considerados depósitos de tierras raras (carbonatitas y arenas de playa).
Así también, en la tabla II.3 se manifiestan algunos minerales ígneos comunes, además del
contenido aproximado de un buen numero de elementos menores y traza que puede estar presente en
ellos.
Los elementos traza contenidos en estos minerales formadores de rocas, son el origen de los
valores de background encontrados en suelos residuales formados a partir de rocas ígneas o
metamórficas, así como el background de las rocas mismas.
En esta tabla, es importante señalar que ciertos elementos, aunque llegan a entrar en las
estructuras cristalinas de los silicatos formadores de rocas durante la cristalización del magma (Li, Be,
Nb, Ta, Sn, U, Th, W, Zr y tierras raras), estos tienden mas bien a ser concentrados en los fluidos
residuales ricos en agua y otros componentes (Hf, HCl y CO 2). Estos elementos, aunque son encontrados
en pequeñas cantidades en los minerales formadores de rocas, son característicos en las pegmatitas.
En las rocas ígneas, la distribución de elementos mayores está controlada por la estabilidad de
minerales individuales, la que a su vez está gobernada por condiciones de temperatura y presión, y por la
disponibilidad de elementos en el magma residual.
Se mencionó que ciertos elementos traza son capaces de penetrar en las estructuras de minerales
formadores de rocas. Si esto ocurre, esos elementos son entonces removidos del magma, y de esta forma
se elimina la posibilidad de que sean concentrados en depósitos minerales en el ambiente primario.
Otros elementos traza, tales como aquellos que ocurren comúnmente en pegmatitas y en ciertos
depósitos hidrotermales, aunque son encontrados en pequeñas cantidades en minerales formadores de
rocas, comúnmente permanecen móviles hasta que alcanzan un medio en el cual son capaces de cristalizar
como minerales estables, ocasionalmente en cantidades económicamente significativas.
El grado de concentración de los elementos de valor presentes en dicha zona central del depósito
puede ser de tres tipos:
-- En un rango alto.
Como en el caso de depósitos de barita, fluorita o manganeso.
-- En un rango de bajo porcentaje.
Como en el caso de depósitos de plomo y zinc.
-- En un rango de partes por millón (p.p.m.).
Como en el caso de oro y platino.
Alrededor de dicha zona central del depósito, en la mayoría de los casos existe una disminución
progresiva en el contenido de elementos de valor en la roca que la encajona, hasta que el contenido de
dicho elemento alcanza el del valor normal de la roca encajonante, y es clasificada como background del
terreno.
El área que rodea a la zona central del deposito, en la cual el contenido de elementos de interés
disminuye hacia los valores de background del terreno es llamada halo o aureola primaria.
Los halos primarios representan los patrones de distribución de los elementos que fueron
depositados como resultado de una dispersión primaria, estos es, la distribución o redistribución de dichos
elementos tuvo lugar en el ambiente primario, lo que implica:
Que la dispersión de elementos fue originada por procesos del interior de la tierra.
Que el halo fue formado al mismo tiempo, o casi al mismo tiempo, que la zona central del yacimiento.
Algunos de los factores principales que determinan el tamaño y la forma de un halo primario
son:
Muchos halos primarios, especialmente aquellos en donde los elementos han sido introducidos
en rocas masivas no fracturadas, muestran en forma característica una disminución logarítmica desde la
zona mineralizada hacia la zona de background.
Halos primarios singenéticos.- formados esencialmente en forma contemporánea con la roca encajonante,
por ejemplo, halos asociados a pegmatitas o segregaciones ultramáficas.
Halos primarios epigenéticos.- formados después que la roca ha cristalizado y resultan por la
introducción de soluciones mineralizadas a lo largo de fracturas, fallas y superficies de debilidad en
donde son emplazadas esas soluciones.
Con respecto a las características geométricas desarrolladas, los halos primarios son clasificados
según Hawkes 1975, en:
Modelos regionales.- resultado de una amplia impregnación (hasta varios kilómetros) de una gran masa
rocosa, por soluciones hidrotermales u otros fluidos que emanaron de zonas profundas.
Modelos de filtración. (leakage patterns). - presentan sistemas de conductos de soluciones bien definidas
que corresponden a rasgos estructurales por donde se han movilizado las soluciones.
Modelos de roca encajonante (wallrock patterns). - en estos, la roca adyacente a los conductos por las
que circularon las soluciones, ha sido modificada por actividad hidrotermal (alteraciones hidrotermales).
El modelo de filtración generalmente implica que la migración del o los elementos sean a lo
largo de conductos conformados por fallas, fracturas, microfracturas y otros “caminos” conductores del
cuerpo mineral y el halo de filtración es desarrollado en las rocas sobreyacentes durante o poco tiempo
después del emplazamiento del depósito (Fig. II.5).
Los halos de filtración varían ampliamente en tamaño y forma. Comúnmente son angostos, sobre
estructuras verticales, pero pueden ser anchos, ovales o circulares sobre troncos fuertemente fracturados.
Estos halos han sido identificados en fallas y sistemas de fracturas a más de 150 metros de los depósitos
minerales y pueden ser detectados en la mayoría de los diferentes métodos de muestreo geoquímico,
particularmente en las muestras de suelos, rocas y agua.
Estos halos son especialmente importantes porque su presencia en rocas de la superficie del
terreno, ofrece muchas expectativas en la búsqueda de algunos tipos de menas en depósitos ocultos.
Dentro de los halos de filtración, existe un tipo que ofrece aun más esperanzas para el
descubrimiento de depósitos ocultos, y son los halos de filtración gaseosos, ya que ciertos elementos,
como el mercurio, emanan de las soluciones hidrotermales y se mueven a través de espacios porosos en
rocas y en suelos en forma de gases, migrando mas lejos que otros elementos como resultado de su
extrema movilidad y volatilidad.
Gases radiogénicos como el radón o el helio, que son producidos por la descomposición de
uranio y torio, forman halos de filtración gaseosos que pueden ser considerados epigenéticos o
secundarios. La tabla II.4 muestra algunos gases que pueden ser utilizados como indicadores o guía, en la
exploración de ciertos depósitos minerales.
Al hablar sobre halos primarios, se subrayó que muchos elementos son encontrados en las
soluciones hidrotermales, siendo algunos de estos elementos más móviles que otros, ya sea por causa de
las condiciones fisicoquímicas de las soluciones en que se encuentran, o por su propio estado físico (por
ejemplo el gaseoso), siendo esta movilidad de los elementos lo que permite el desarrollo de extensos
halos primarios.
El elemento que constituye la parte mas alejada del halo que envuelve al cuerpo mineral,
generalmente no es el mismo elemento que comprende el mineral principal del deposito, sin embargo es
uno que esta estrechamente relacionado con éste. Fig. II.4
El hecho de que uno o más elementos (o minerales) puedan estar estrechamente asociados, y
puedan constituir un halo, ayuda en el descubrimiento de depósitos minerales “después de buscados”, lo
que lleva al concepto de elemento guía, elemento indicador o pathfinder (Warren y Delarault, 1953,
1956).
Un pathfinder se define como aquel elemento (o gas) relativamente móvil que está en asociación
estrecha con el elemento que está siendo buscado, pero que puede ser encontrado más fácilmente debido a
que forma un amplio halo, o porque puede ser detectado más fácilmente por métodos analíticos.
Existen dos razones básicas para elegir el uso de los pathfinder en una exploración geoquímica:
1 ) son más móviles que el elemento buscado, de tal manera que forman un halo más extenso y
amplio, por ejemplo el uso de mercurio o arsénico como pathfinder para oro.
2 ) los métodos analíticos utilizados para los pathfinder son más simples, menos caros y más
sensibles que los métodos utilizados para analizar el elemento del cuerpo mineral. Un buen ejemplo es el
uso de los elementos fácilmente analizables como el cobre, níquel o cromio como pathfinder para el
platino.
La selección de un pathfinder requiere que el elemento o elementos usados ocurran en el
ambiente primario en estrecha asociación con el elemento que está siendo buscado, o que sea derivado de
él por descomposición radioactiva, tal como el uso del radón como pathfinder para el uranio. Es también
esencial que exista una relación directa e interpretable entre la distribución geoquímica del pathfinder y la
mineralización.
En algunos casos, el elemento pathfinder puede estar en la ganga de un depósito, en otros casos
puede haber penetrado en la estructura de la mena mineral (sustituyendo a ciertos elementos). En el caso
de menas polimetálicas, incluso alguno de los elementos mena puede ser el pathfinder para el yacimiento.
Los pathfinders son particularmente útiles en la búsqueda de depósitos minerales ocultos, porque
generalmente forman grandes halos. Los pathfinders son usados en los ambientes primario y secundario.
Los pathfinders representativos son listados en la tabla II.5, incluyendo algunos elementos poco
usados, por ejemplo, el uso de oro como pathfinder para la búsqueda de pórfidos cupríferos (Learned y
Boissen, 1973).
PROVINCIAS GEOQUÍMICAS
Son áreas relativamente grandes y bien definidas de la Corteza Terrestre, que presentan una
composición química distintiva. Su tamaño puede ser de decenas, de cientos, e incluso de miles de
kilómetros (Bradshaw et al, 1972), siendo las Provincias Geoquímicas los ejemplos más grandes de halos
primarios que existen.
Las áreas que comprenden las Provincias Geoquímicas generalmente están compuestas de
sucesiones de diferentes tipos de roca, pero todas las rocas, o la mayoría de ellas, aveces de diferente
edades, presentan características geoquímicas similares de disminución o enriquecimiento de algún (o
varios) elemento (s).
Entre los ejemplos mas conocidos de provincias geoquímicas, están las zonas productoras de
cobre en Chile y Perú; el cinturón de cobre porfídico que se extiende por el oeste de México y Estados
Unidos, a través de Columbia Británica, hasta el Yukon; la zona de carbonatitas (con tierras raras,
estroncio, etc.) del este de África; el cinturón de níquel de Australia; etc.
Otra forma de hablar de Provincias Geoquímicas es incluir la asociación del tipo de roca, la
mineralización especifica y el área geográfica. Por ejemplo, unas rocas graníticas que tienen mayor
contenido de cobre y molibdeno del normal (cobre porfídico en granitos alterados del SW de Estados
Unidos), mientras que otras rocas similares tienen mayor contenido de estaño (granitos ricos en estaño de
Bolivia); las rocas máficas pueden ocurrir en grupos o racimos con alto contenido de níquel--platino--
cromio, como en Sudáfrica, y esas, del mismo modo, constituyen una provincia geoquímica.
Las Provincias Geoquímicas son útiles en la exploración, porque delimitan amplias áreas (de
dispersiones primarias) en las cuales existen ocurrencias probadas de un metal, por consiguiente,
representan lugares ideales para comenzar programas de exploración.
Beus y Grigorian (1977) definen a las Provincias Geoquímicas, como unidades de corteza a gran
escala, caracterizadas por rasgos comunes en su evolución geológica y geoquímica, expresados en la
composición geoquímica de sus constituyentes geológicos o formaciones, así como en las
concentraciones metalíferas y no metalíferas, endógenas y exógenas, de sus elementos químicos.
Con todo eso, el término Provincia Metalogenética es más común en la literatura geológica que
el término Provincia Geoquímica, y se puede definir sencillamente como áreas y regiones que contienen
importantes depósitos minerales con suficientes características en común como para sugerir que los
depósitos están generalmente relacionados.
LAS PROVINCIAS METALOGENÉTICAS DE MÉXICO
(DAMON ET AL, 1981)
Damon y Clark (1981) sugieren que las Provincias Metalogenéticas de México (fig. II.6) forman
cinturones de gran extensión, con orientaciones norte-noroeste, paralelas a la costa del Océano Pacifico,
originadas por el magmatismo ocurrido durante el Cretácico--Terciario, relacionado al margen
convergente que existió en esta porción del continente, en el norte de México se observa la siguiente
sucesión de provincias, comenzando con el borde occidental de Sinaloa, y en dirección noreste:
Además se puede observar la presencia de una provincia costera de cobre - fierro en Baja
California y una de fierro en el borde del sur de México.
Los resultados de sus estudios mostraron que la distribución de elementos en los meteoritos, en
productos de fundición, en rocas naturales, en depósitos de sulfuros y en el tan raro fierro nativo terrestre,
concordaban todos razonablemente bien, y concluyó que los elementos pueden ser clasificados en función
de su afinidad geoquímica:
1) Siderófilos: con afinidad por el fierro; concentrados en el núcleo de la tierra.
2) Calcófilos: con afinidad al azufre; concentrados en sulfuros.
3) Litófilos: con afinidad por los silicatos; concentrados en la Corteza Terrestre.
4) Atmófilos: como gases en la atmósfera.
De esta forma, si el fierro y sus elementos asociados forman un grupo especifico basado en su
abundancia en el núcleo de la Tierra (elementos siderófilos) y si tan solo consideramos a la litosfera, el
fierro y ciertos elementos asociados (V, Cr, Co, Ni, pero no Au y el grupo del Pt) pueden ser clasificados
como un subgrupo de los elementos oxífilos, en esta clasificación también se utilizan dos categorías
adicionales: Elementos nobles e hidrófilos.
ASOCIACIONES GEOQUÍMICAS
En los temas sobre las series de reacción de Bowen, los halos primarios y pathfinders, se
mencionó que ciertos elementos están comúnmente asociados entre ellos. Una de las aplicaciones mas
prácticas de este conocimiento ha sido el uso de pathfinders o elementos guía en la exploración
geoquímica.
Sin embargo, existen algunas asociaciones en las cuales ninguno de los elementos es
aparentemente apropiado para su uso como pathfinders, comúnmente por causa de su carencia de
movilidad en los ambientes primario y secundario. Pero esas asociaciones tienen un importante
significado, ya que la presencia de un elemento en cierto lugar, puede generalmente sugerir, o incluso
requerir, la presencia de otros elementos.
Por ejemplo, en las pegmatitas que contengan los minerales fácilmente reconocibles de Li, Be,
Ta y Sn, tal como la espodumena, la lepidolita, el berilo, la tantalita y la casiterita, la ocurrencia de
pollucita (silicato de cesio) es una posibilidad distintiva. En suma, el hafnio siempre se encuentra dentro
de minerales de circonio, las tierras raras La – Ce –Pr - Nd y usualmente Sm, están siempre asociadas, y
los depósitos de Cu porfídico generalmente contienen algo de Mo y Au.
Las asociaciones presentadas en la tabla II.8 incluyen tanto al ambiente geoquímico primario
como al ambiente geoquímico secundario. Algunas asociaciones, tal como Pb – Zn - Cu, pueden ser
encontradas en ambos ambientes, pero otras son restringidas a uno de los dos ambientes geoquímicos.
Esto es a causa de la diferencia de movilidad que presentan los elementos bajo condiciones ambientales
extremadamente diferentes. Por ejemplo, algunos elementos como el Li, Be, Rb, Cs, Nb y Ta permanecen
asociados durante todo el proceso ígneo, siendo concentrados en la fase pegmatítica, pero son
desasociados durante el ciclo de erosión y sedimentación.
La esfalerita y la galena están comúnmente asociadas y a la vez es muy posible que vengan
acompañados por pirita, además de que existen grandes posibilidades de que se presente algo de
calcopirita también.
La asociación antes mencionada es tan frecuente, que en mapas franceses es abreviada como B
– P – G - C (blenda – Pirita – Galena -Calcopirita). La fluorita y la blenda son minerales asociados
comunes y de hecho son tan a menudo encontrados en vetas de B – P – G - C que podemos usar la
ocurrencia de fluorita y/o blenda como un indicio en la localización de pirita, galena y calcopirita.
Las asociaciones minerales se utilizan de la misma forma que los elementos indicadores o
pathfinders en Exploración Geoquímica, pero con algunas limitaciones.
Los depósitos minerales presentan asociaciones individuales con la litología y en general con el
ambiente geológico en donde se desarrollan. De esta manera, cuando una "asociación" es mencionada sin
la palabra "general" en la misma oración, y la palabra "excepto" en el mismo párrafo, esto puede
causarnos errores.
INTRODUCCIÓN
Las rocas y minerales que son estables en el ambiente geoquímico primario, cuando alcanzan el
ambiente geoquímico secundario son frecuentemente inestables, de tal manera que por la acción de
diferentes procesos, principalmente el intemperismo, los elementos contenidos en ellos pueden ser
liberados, transportados y redistribuidos en suelos, aguas y en la atmósfera (volátiles), obteniéndose la
formación de grandes halos de dispersión secundaria. Además bajo condiciones favorables en el ambiente
secundario se pueden llegar a generar nuevos yacimientos de minerales o el enriquecimiento de
yacimientos preexistentes.
El intemperismo físico incluye aquellos procesos de disgregación de las rocas, los que no
implican reacciones químicas ni cambios mineralógicos pero sí reduce el tamaño de las partículas y
genera una mayor superficie específica para el ataque químico.
Los halos secundarios son mucho más grandes que los formados en el ambiente geoquímico
primario, y son generados por mecanismos completamente diferentes.
INTEMPERISMO FISICO
Este tipo de intemperismo causa que las rocas se fragmenten con ningún o muy poco cambio
químico, juega un papel menor que el proceso de intemperismo químico, pero es importante en climas
muy fríos o muy secos, en donde el intemperismo químico es inhibido, y en áreas con topografía muy
abrupta.
En áreas desérticas, por la carencia de agua, el intemperismo físico por viento es el principal
agente tanto de intemperismo como de erosión.
INTEMPERISMO QUÍMICO
El intemperismo químico puede definirse como las reacciones químicas entre las rocas y
minerales y los constituyentes del aire y el agua en o cerca de la superficie terrestre.
Muchos minerales que fueron estables en el ambiente geoquímico primario, son inestables en el
ambiente geoquímico secundario y en consecuencia muchos cambios químicos tuvieron lugar durante el
intemperismo en un intento de mantener su equilibrio.
De manera general se considera que todas las reacciones químicas relacionadas con el
intemperismo químico involucran cuatro procesos relativamente simples: ionización, adición de agua y
bióxido de carbono, hidrólisis y oxidación, incluyendo algunos procesos físicos y biológicos.
La hidrólisis pueden ilustrarse por la siguiente reacción para la alteración del olivino rico en
fierro (fayalita) por agua con un pH de 7.
Si tomamos en cuenta que el agua de lluvia puede ser de un pH bajo (cuando esta en equilibrio
con el bióxido de carbono de la atmósfera tiene un pH de 5.7) y más bajo si está reforzada con H+
adicional (en áreas volcánicas e industriales en donde el SO2, H2SO4, HCl y otros gases y ácidos son
descargados a la atmósfera, llega a tener un pH de 3.0) y otras fuentes (por ejemplo ácidos orgánicos en
suelos), esta agua en la zona de intemperismo puede rápidamente atacar a los silicatos.
La hidrólisis de la ortoclasa involucra dos reacciones, una para el potasio y otra para el aluminio.
En la siguiente ecuación, la ortoclasa es intemperizada a caolinita, sílice e hidróxido de potasio soluble:
Es importante hacer notar que cualquier solución en contacto con silicatos no puede permanecer
mucho tiempo en condiciones ácidas, y si el contacto es continuo, la solución llegará eventualmente a ser
alcalina, esto es para el caso de las ecuaciones (1) y (2), para el caso de la ecuación (3), la solución llega a
ser cada vez más alcalina.
Otro punto importante es que no únicamente el Fe, Mg y K llegan a ser liberados, sino también
todos aquellos elementos menores y traza presentes en la estructura de los minerales comunes formadores
de rocas. Algunos permanecerán en suelos mientras que otros llegan a ser móviles y entran en las aguas
subterráneas y eventualmente en el sistema de drenaje. Estos comprenden los valores de background en
muestras de suelos, sedimentos y agua colectadas como parte de un programa de explotación.
Los efectos de la oxidación pueden ser ilustrados en los elementos fierro, manganeso y azufre, ya
que son los elementos de minerales formadores de rocas y menas para los que la oxidación es un
importante factor de intemperismo, aunque también otros elementos menores y traza que se encuentran
presentes en pequeñas cantidades son oxidados, como lo es el uranio, antimonio y vanadio.
Fierro.- En rocas ígneas y metamórficas, la mayoría del fierro se presenta en estado ferroso Fe(+2)
mientras las rocas permanezcan en un ambiente reductor. Al ser expuestas a la meteorización, el fierro
ferroso tiende a oxidarse a fierro férrico Fe(+3). Los compuestos que contienen fierro ferroso son
normalmente de color verde, mientras que aquellos que lo contienen en estado férrico son de color café o
rojo.
Los óxidos férricos pueden ser encontrados en forma anhidra Fe2O3 (hematita) o en dos formas
hidratadas de FeO(OH), lepidocrosita y goethita, comúnmente con arcilla y otras impurezas y estos
conforman principalmente a las limonitas. Estos óxidos férricos son extremadamente estables, otros
compuestos férricos en la zona de oxidación son poco comunes.
Cuando un silicato de fierro, tal como el olivino, entra en contacto con aire o agua y oxígeno, el
resultado será la oxidación, como se muestra en la siguiente ecuación:
Aunque en los silicatos más complejos el proceso de oxidación del fierro opera de la misma
forma, esto es la formación de óxidos de fierro insolubles.
La descomposición de la biotita, en la cual el ácido carbónico se incluye entre los reactivos es:
Y como en la hidrólisis, otros elementos serán ionizados y liberados, llegando a ser móviles en
condiciones acuosas. De esa forma los elementos traza en la biotita son liberados y mientras no formen
compuestos insolubles, permanecerán móviles inicialmente.
Manganeso.- Este elemento es oxidado de manera muy similar al fierro. Así, podemos sustituir
con Mn2SiO4 al Fe2SiO4 en la ecuación (4) y con MnCO3 (rodocrocita) a la siderita en la ecuación (5).
El MnO2 es el producto insoluble en ambas reacciones.
En las rocas del ambiente primario, el Mn está presente en estado manganoso (Mn +2) el que es
rápidamente oxidado al estado mangánico (Mn+4), además de que puede ocurrir en el estado de Mn+3 y de
hecho, algunos minerales de manganeso lo contienen en dos estados de valencia. (braunita
3Mn2O3.MnSiO3). El producto de su oxidación es MnO2, comúnmente pirolusita, aunque otros
polimorfos de este compuesto son mas o menos abundantes, como la ramsdellita.
Todas las formas de MnO2 son negras y se encuentran como delgadas capas o películas sobre
superficies rocosas y fracturas y en sedimentos de arroyo.
La pirita y la marcasita FeS2 están entre los sulfuros más abundantes y son muy fácilmente
intemperizados. La reacción se describe mejor en pasos:
Combinando las ecuaciones (7), (8) y (9), el intemperismo de sulfuros de fierro involucra la
oxidación tanto del fierro como del azufre:
Una vez que el ácido sulfúrico ha sido formado, este puede reaccionar con más pirita y
marcasita:
Esto explica porqué pequeñas cantidades de azufre nativo son algunas veces encontradas en
afloramientos y porqué el H2S es un gas común en minas de carbón y depósitos de sulfuros. En
reacciones subsecuentes el bióxido de azufre puede ser generado.
El sulfato ferroso y el ácido sulfúrico generados por la oxidación de sulfuros de fierro, son
poderosos agentes en la descomposición de otros sulfuros minerales, por ejemplo de Cu, Zn, As y Ag.
Una vez que el ácido sulfúrico es formado, el pH se ve disminuido drásticamente, por ejemplo de
7 a 2.5 o aún mas, y en este ambiente ácido muchos otros sulfuros (esfalerita, calcopirita, argentita,
bornita, etc.) o minerales nativos, como la plata, son atacados y es permitida la movilización inicial de
metales importantes de sus respectivos minerales, así como aquellos minerales presentes en cantidades
menores y traza.
Reacciones similares a las ecuaciones (7), (8), (9) y (10) puede suceder para la oxidación de
muchos otros sulfuros, como calcopirita (CuFeS2) y bornita (Cu5FeS4)
Aquellos sulfuros que no contienen fierro como la esfalerita y la galena, pueden ser oxidados
directamente o ser disueltos por el sulfato ferroso o el ácido sulfúrico. Cualquiera que sea el mecanismo,
la oxidación de estos sulfuros conduce a la formación de soluciones ácidas.
El ácido sulfúrico generado durante la oxidación puede reaccionar no únicamente con sulfuros
sino también con rocas carbonatadas, como calizas, resultando en la formación de yeso:
Estas reacciones comunes que involucran a la galena muestran que la movilidad de elementos
depende en gran parte de los productos de cada reacción. Si son formados compuestos insolubles, como la
anglesita, la dispersión hidrogeoquímica no será un factor de importancia. Sin embargo, otros sulfatos
(como los de Zn y Cu) son muy estables en el agua y en este caso los elementos tenderán a formar
amplios halos secundarios.
El ácido carbónico también puede oxidar el fierro de los silicatos, como en el olivino rico en Fe.
(fayalita):
Es importante mencionar que muchas de las ecuaciones aquí presentadas son simplificaciones de
los complejos procesos reales y algunos de los productos no han sido encontrados en la naturaleza.
Krauskopf (1967) resume que los resultados netos de los procesos del intemperismo químico de
sulfuros:
d) Pone a los iones metálicos en solución, o en compuestos estables insolubles bajo condiciones
superficiales.
e) Convierten el azufre en ion sulfato.
f) Producen soluciones relativamente ácidas.
Bacterias.- Ciertos organismos, particularmente las bacterias reductoras de azufre y las oxidantes
de fierro, son de importancia en la búsqueda de depósitos minerales por su capacidad química de oxidar o
reducir, afectando de esa manera la movilidad de los elementos.
Algunas especies, como la Thiobacillus ferroxidans, encontrada en aguas ácidas de minas, son
capaces de oxidar tanto compuestos de azufre como de fierro, mientras que las bacterias Thiobacillus
thioxidans, encontrada en suelos, oxida compuestos de azufre pero no de fierro.
Todas esas bacterias crecen en un medio ácido (pH 2-3), habitando en aguas ácidas de minas y
en sulfuros ferrosos oxidados como pirita y calcopirita, con la producción de ácido sulfúrico, fierro
soluble y en el caso de la calcopirita, fierro y cobre.
La oxidación por bacterias de sulfuros no ferrosos es más compleja. En el caso de liberación por
bacterias del elemento zinc de la esfalerita, o del molibdeno de la molibdenita, tal liberación de elementos
es incrementada aproximadamente diez veces en presencia de pirita.
Reacciones como:
Las bacterias también participan en reacciones reductoras. Las mas importantes pertenecen a los
géneros Desulfovidrio y Desulfotomaculum. Ellas son anaerobias y reducen el sulfato (del agua, por
ejemplo) a H2S.
Algunos metales presentes en la solución formarían sulfuros metálicos por reacción con el H2S.
La acción de bacterias reductoras de azufre ha sido usada para explicar la formación de muchos
depósitos estratiformes de metales base.
Las bacterias son agentes importantes en la formación de suelos y en cambios que ocurren en la
composición química de menas minerales en o cerca de la superficie de la Tierra.
Se piensa que grandes depósitos de manganeso en Rusia, se han formado por la participación de
bacterias oxidantes de Mn. También se cree que las bacterias tienen gran importancia en los óxidos de
manganeso que precipitan en los manantiales termales en el área de Badgastein en Alemania.
También el metano puede ser producido por bacterias, el que actúa de manera similar al
hidrógeno.
Los productos de estos procesos biológicos interactúan con las rocas y debilitan su superficie,
haciéndolas más susceptibles al intemperismo químico y físico. El intemperismo biológico esta
restringido a zonas de suelos cercanos a la superficie
En áreas montañosas, especialmente en aquellas con alta precipitación pluvial, la erosión física
es extremadamente rápida y los detritos son removidos antes de que puedan ser intemperizados. En tales
lugares las anomalías geoquímicas son mejor detectadas en los detritos clásticos de valles y deltas.
En este tipo de ambiente (topografía abrupta y alta precipitación) el viento, las corrientes de
agua, el desprendimiento de tierras, el deslizamiento de suelos y otros procesos son muy activos, siendo la
disgregación física la de mayor actividad y el intemperismo químico de menor participación.
El otro extremo es una zona plana con abundante precipitación, en donde existe muy poco
escurrimiento superficial, mientras que la infiltración es máxima. Pero a causa de que el flujo superficial
es muy poco, los productos solubles no se mueven libremente y el intemperismo químico es inhibido.
Durante la oxidación de los sulfuros se generan valores bajos de pH (acidez alta) y en este
ambiente muchos metales son móviles, pero la movilidad decrece cuando se incrementa el valor de pH
(más alcalino).
Cuando el fierro y el manganeso se encuentran en estado reducido, esto es como Fe+2 y Mn+2,
son móviles en muchos ambientes naturales, sin embargo tan pronto como sean oxidados al estado +3 y
+4 respectivamente, su movilidad en el ambiente secundario es fuertemente disminuido y se observan en
forma de gel o como precipitaciones de óxidos de fierro y manganeso, por lo que el estado de valencia
determina en gran parte cuando estos elementos quedan en solución o precipitan. Este es un ejemplo de la
importancia del proceso de óxido – reducción.
Por otro lado, se ha identificado que por encima del nivel freático el ambiente es oxidante y con
predominio de un Eh 0, lo cual implica que las fases minerales como los sulfuros sean inestables, ya
que éstos han sido formados bajo un Eh 0. Los sulfuros por lo tanto, se ajustan geoquímicamente al
nuevo medio oxidándose y liberando parte de los metales que los constituyen, los cuales son
transportados por las aguas y redistribuidos. Una parte es concentrada por debajo del nivel freático, en la
zona de concentración (Eh 0) y otra es removida en torno a la mineralización creando un halo de
dispersión.
Tres productos principales resultan del intemperismo químico de las rocas y de los minerales:
1. - Minerales primarios estables.
2. - Constituyentes solubles.
3. - Minerales insolubles formados en el ambiente secundario.
Muchos de los sulfuros metálicos son inestables, pero no así la galena que permanece en
afloramientos lixiviados de yacimientos conteniendo plomo y zinc, esto es debido a que se desarrolla una
capa de anglesita insoluble que la protege de las reacciones químicas posteriores. La galena, al igual que
la barita, se encuentra pobremente transportada en sedimentos a causa de su fragilidad.
Algunos de éstos minerales aparte de ser resistentes al ataque químico, presentan otras
propiedades físicas que les permitirán ser transportados e incluso formar yacimientos de placer.
Minerales Insolubles.
Son aquellos minerales residuales formados en el ambiente secundario en donde una gran
variedad de ellos se han formado en la zona de intemperismo, tales como los óxidos de fierro y
manganeso, arcillas, sulfatos, carbonatos, cloruros (querargirita), silicatos (crisocola) y metales nativos
(mercurio, plata)
Los minerales que se forman en cualquier caso específico dependen de los elementos presentes y
de la solubilidad de los compuestos metálicos formados. Un especial interés en la prospección
geoquímica lo presentan los óxidos de fierro, particularmente las formas hidratadas, debido a que son
abundantes, fácilmente reconocibles y tienen la habilidad de adsorber o de coprecipitar con trazas de
metales. Normalmente los óxidos de fierro hidratados son encontrados como capas o pequeñas masas en
el área de oxidación de sulfuros (gossans).
Gossans.
Son también llamados casquetes de oxidación, coberteras o sombreros de fierro, en donde
generalmente los óxidos de fierro hidratados se presentan como cementante, en capas o en pequeñas
masas sobre los yacimientos de sulfuros que contengan fierro, ya que la mayoría de los yacimientos
minerales oxidados presentan una cobertera de fierro en la superficie.
Es el afloramiento de una masa celular de limonita y ganga, situada arriba de los depósitos de sulfuros
Varios tipos de minerales que contienen fierro pueden formar gossans al ser intemperizados,
principalmente los sulfuros como la pirita, marcasita, pirrotina, arsenopirita, calcopirita y los carbonatos
como la siderita y la ankerita.
Limonita es un término genérico que comprende a los minerales hematita, goethita, lepidocrosita
y jarosita. Mucho del material de un gossan es jaspe limonítico, que es una mezcla de limonita y sílice.
También son comunes los minerales arcillosos, sulfatos, carbonatos y minerales de manganeso.
Desde el punto de vista geoquímico el análisis del gossan comúnmente proporcionará evidencias
contundentes con relación a la presencia o ausencia de la mineralización. En general, los gossans que se
originaron de mineralización económica se caracterizan por valores geoquímicos anómalos en
comparación con los que proceden de fuentes no económicas.
Se debe de analizar con mayor detalle las texturas boxwork (réplicas), que son porciones porosas
de material del gossan que permanecen después que los sulfuros originales han sido removidos.
Existe un gran número de formas que pueden asumir los patrones de dispersión secundaria, todas
con un origen complejo y de dimensiones irregulares.
Algunos términos utilizados (Hawkes & Weeb, 1962) para describir la forma de los patrones de
dispersión secundaria son:
Dependiendo del mecanismo de dispersión, los patrones secundarios también pueden ser
clasificados como:
Clásticos
Hidromórficos
Biogénicos
Sin embargo esas anomalías pueden asumir muchas formas y tamaños y la distancia del
desplazamiento desde la fuente mineralizada puede variar considerablemente.
En general el movimiento por gravedad de los suelos en pendientes decrece desde la superficie
hacia la roca y las anomalías formadas tienen lugar como en C y en la figura 10. Esto resultará en que los
fragmentos mineralizados en la superficie serán transportados más lejos de la fuente que aquellos que se
encuentran en los horizontes más bajos y cercanos a la roca.
El recuadro D de la figura 9, ilustra una anomalía contrastante en suelo formada por el vestigio
de una capa mineral que en un tiempo afloró en la superficie y en donde el movimiento de suelo ha sido
mínimo.
La dispersión en aguas superficiales puede también tomar lugar en la forma coloidal o adsorbida
y la extensión del patrón dependerá de factores como el tamaño de la partícula coloidal o del mineral
adsorbido y de la velocidad del flujo de agua.
Las anomalías biogénicas se reflejan en suelos y en la misma vegetación, teniendo lugar en una
gran variedad de formas y pudiendo estar considerablemente desplazadas con respecto de la
mineralización original.
SUELOS
El término suelo puede ser definido simplemente como los productos del intemperismo que
permanecen in situ sobre la roca intemperizada.
Los factores que tienen gran influencia en la formación de suelos son el clima, la actividad
biológica, el material original y el tiempo.
Desde el punto de vista de la exploración geoquímica, los suelos son un importante medio de
muestreo, siendo la dispersión de metales en los suelos la base para muchos programas de exploración.
Según Legget (1967) al menos el 72% de la superficie terrestre está cubierta por suelos.
Perfil de suelos.
Un rasgo característico de los suelos es una “zonificación” evidente en sección vertical en donde
las capas secuenciales son llamadas horizontes. Cada horizonte difiere en composición, color, textura y/o
estructura y los límites entre ellos son comúnmente bien definidos.
Los suelos pueden desarrollarse sobre el material del cual fueron originados, generando así a los
suelos residuales, o bien pueden ser transportados para generar materiales glaciares, aluviales o
coluviales.
Los horizontes A y B constituyen el “suelo verdadero” o solum sobre la roca que lo originó, el
cual consiste de materia orgánica, una capa lixiviada y una capa de depositación. El perfil gradúa hacia
abajo en donde se encuentra el material intemperizado que se identifica como horizonte C y
posteriormente el sustrato rocoso sin intemperizar que representa el horizonte D.
Horizonte A
La capa superior del horizonte A consiste de detritos orgánicos hospedados en el suelo y es la
zona de máxima actividad biológica. La capa A0 es designada para detritos orgánicos parcialmente
descompuestos y comúnmente llamado humus. La capa A1 esta caracterizada por humus mezclado con
algo de material inorgánico.
A medida que el agua se filtra a través de la materia orgánica descompuesta, el ácido carbónico y
otros ácidos orgánicos están siendo formados con el consecuente decrecimiento del pH. Estos ácidos
orgánicos son débiles y son continuamente formados por la descomposición del humus, moviéndose a
niveles inferiores en donde reaccionan con los minerales y generan la liberación de los productos solubles
y material coloidal, ambos son removidos hacia abajo en forma de soluciones o en suspención por las
aguas meteóricas.
La zona A2 es principalmente una mezcla de arena y limo con algo de arcilla. Su color claro es
muy característico y su espesor es generalmente menor a 30 cm. Este horizonte no se debe muestrear con
fines geoquímicos.
Puede haber una zona A3 como transicional hacia el horizonte B, y de existir, generalmente es
muy delgado.
Horizonte B
Se encuentra inmediatamente abajo del horizonte A, presentando algunas características del
horizonte A como del C. Se presenta generalmente de color café a café anaranjado, pegajoso cuando esta
húmedo y más duro cuando está seco. Contiene altas concentraciones de óxidos de fierro y/o aluminio
normalmente combinados con óxidos de manganeso y materia orgánica
Durante la lixiviación, los elementos más solubles pueden ser transportados mucho más abajo,
pudiendo entrar en el sistema de aguas subterráneas y ser removidos fuera del área por el drenaje y llegar
a formar anomalías considerables desde la fuente
Cuando la remoción es completa, como en los suelos bien drenados en zonas húmedas, el perfil
es calificado como un “sistema químico abierto” y los suelos en este ambiente normalmente serán ácidos.
Por otro lado, los suelos alcalinos son característicamente encontrados en regiones semiáridas a
secas, en donde el agua es insuficiente para drenar completamente hasta el nivel de aguas freáticas,
clasificándose a este perfil como un “sistema químico cerrado”, en donde la carencia en éstas áreas, más
la escasa vegetación de la cual se podrían derivar ácidos orgánicos, resulta no solo en una menor
lixiviación, sino en la precipitación de una capa de carbonato de calcio llamada caliche que es contenida
en el nivel general del horizonte B y su posición es determinada por la profundidad a la cual penetra el
agua antes de evaporarse.
El caliche es el resultado más notable de iluviación en regiones semiáridas y en áreas secas éste
puede estar cerca o incluso sobre la superficie, pero si se llega a presentar en áreas más húmedas se
localizará a profundidades de más de seis metros.
Horizonte C
La parte superior del horizonte C consiste de roca suelta y parcialmente descompuesta, con
excepción de suelos transportados, éste gradúa hacia abajo a material original inalterado con muy escaso
contenido de materia orgánica, la iluviación es mínima y generalmente restringida a la parte superior,
presentándose normalmente en color más claro que el horizonte B.
El horizonte C sólo será muestreado en un limitado número de ocasiones, por ejemplo, cuando
los valores anómalos esperados se encuentran en él (suelos lateríticos).
Los suelos son comúnmente más complejos de cómo se han presentado aquí, ya que muchos
subhorizontes pueden existir y partes del perfil pueden no encontrarse a causa de la erosión o por un
desarrollo muy pobre y otras dificultades pueden presentarse por múltiples y diferentes ciclos de
intemperismo relacionados a cambios climáticos.
El espesor de los horizontes de los suelos varía considerablemente dependiendo del clima,
actividad biológica, material original y el tiempo en el que el perfil se ha desarrollado
En un estudio geoquímico de suelos es esencial que las muestras sean tomadas siempre del
mismo horizonte para poder hacer comparaciones significativas y reconocer a las anomalías.
Si no es posible realizar estudios preliminares para determinar el horizonte de suelo óptimo para
los propósitos de exploración y sólo un horizonte puede ser muestreado, normalmente el horizonte B será
el preferido.