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ANESTESIA
Dr. Rodrigo Rimassa C.
INTRODUCCIÓN
- Disminuir el riesgo quirúrgico y anestésico, sobre todo minimizando los posibles errores humanos
que pueden ocurrir.
- Diagnóstico y manejo precoz de posibles alteraciones que pueden ocurrir durante la cirugía.
1. El estándar 1 menciona que tiene que haber personal calificado presente durante cualquier
procedimiento anestésico, listo para reaccionar frente a cualquier eventualidad.
1) Oxigenación
- Gas inspirado (FiO2): Hay que evaluar la fracción o porcentaje de oxígeno que le
vamos a estar entregando al paciente a través del ventilador. Esto habitualmente lo
vemos en la pantalla del ventilador, pero también lo podemos ver en el monitor, en la
parte donde se analizan las concentraciones de los gases administrados. Al inicio de
una anestesia general, habitualmente administramos FiO2 altas, en torno al 100 %,
pero posteriormente hay que disminuirlas, ya que el aportar oxígeno en altas
concentraciones, por periodos de tiempo prolongados, puede generar daño.
- Oximetría de pulso: Corresponde a un método no invasivo y continuo de
monitorización, que nos permite evaluar la saturación de la hemoglobina por el
oxígeno, a través de la absorción de un haz de luz por la sangre arterial. Es un método
ampliamente usado en la práctica clínica, ya que es rápido de instaurar y
habitualmente está libre de complicaciones.
Gracias a la información que nos entrega, lo podemos utilizar como signo precoz de
alarma frente a la hipoxemia (disminución anormal del oxígeno en la sangre arterial).
Los valores de saturación normal son variables, según las distintas fuentes, pero
habitualmente con saturaciones menores a 95% hay que empezar a poner atención
sobre que puede estar ocurriendo.
¿En qué tenemos que pensar cuando presenciamos una caída de la saturación?
Puede ser que el sensor esté mal acoplado en el dedo del paciente (o la región
anatómica donde se instaló: ortejo, lóbulo de la oreja, comisura labial, etc), que
tengamos alguna alteración en la perfusión local, que haya movimiento por parte del
paciente que nos afecte la medición, o la presencia de algún artefacto que nos puede
estar alterando el valor, o que realmente sea una desaturación verdadera, frente a lo
cual tendremos que tomar una conducta al respecto.
- El movimiento
- La luz ambiental (por lo tanto hay que tratar de cubrir la mano o zona
involucrada)
2) Ventilación
- Capnografía: Para entender qué mide este sistema de monitorización tenemos que
saber que el Dióxido de Carbono (CO2) es uno de los productos del metabolismo
celular, y que se relaciona con la presencia de O2, debido a que la mayoría de las
veces una caída en sus niveles es sinónimo de hipoxia tisular (caída de O2 en los
tejidos). El CO2 es eliminado hacia el ambiente por los pulmones, momento en el cual
puede ser medido de manera no invasiva a través de la Capnografía, obteniendo una
curva y un valor en el monitor.
El capnómetro efectúa 4 funciones básicas:
o Saca una muestra del gas respiratorio
o Extrae el exceso de humedad de la muestra (en la trampa de agua)
o Mide el CO2 contenido en dicha muestra
o Entrega la medición al operador
- Curva C: alterada con patrón obstructivo (ya sea del paciente o del sistema).
- Curva F: disminución progresiva del CO2 que puede estar dada por múltiples
causas (Ej: intubación esofágica, paro cardiorrespiratorio, etc.)
- Etc
Existen distintas causas que pueden provocar aumento o disminución en el CO2 espirado,
dependiendo si tiene que ver con la producción de éste, con la perfusión o ventilación a nivel
pulmonar o con problemas técnicos. Una de las causas de aumento del CO2 espirado importante
de destacar, pero que no tiene que ver con este tema, es la temida hipertermia maligna, que se
puede pesquisar precozmente gracias a este método de monitorización.
- Alarmas del ventilador: Nos pueden informar por ejemplo, sobre alteraciones en el
volumen de aire que le estamos entregando al paciente, elevaciones en la presión de
vía aérea, etc.
3) Circulación
4) Temperatura
La podemos monitorizar en distintos sitios, siendo los más fiables los más cercanos a los
grandes vasos del cuerpo (faringoesofágica, timpánica, etc.)
Otros sistemas de monitorización
Habiendo comentado los sistemas de monitorización mínimamente exigidos por la ASA para
evaluar a nuestros pacientes, no podemos dejar de lado algunos tipos de monitorización
importantes en nuestra práctica diaria, y algunos que vamos a empezar a utilizar cada vez más
seguido. A modo de ejemplo, comentaremos algunos:
1. Diuresis
Importante tenerla presente sobre todo en pacientes que van a ser sometidos a cirugías
prolongadas, en pacientes de alto riesgo cardiovascular o con algún grado de inestabilidad
hemodinámica, y en cirugías en que anticipemos el uso de grandes cantidades de
volumen o pérdidas hemáticas importantes. ¿En qué nos va a aportar su monitorización?
Nos entregará información en términos generales, sobre la perfusión tisular global,
principalmente a nivel renal.
Conocido tradicionalmente como “TOF”, nos permite evaluar la respuesta muscular frente
a un estímulo, entregando información sobre el grado de bloqueo neuromuscular presente
en nuestro paciente, luego del uso de algún fármaco bloqueador neuromuscular.
4. Los valores que obtengamos son sólo números, y lo importante va a ser saber
interpretarlos y actuar precozmente al respecto.