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Ya hemos descrito, de forma básica, en qué consiste el sistema eléctrico y cuáles son las
partes fundamentales de éste. Ahora es el momento de entrar con más detalle en el inicio,
directamente en la forma de generar electricidad.
Es por ello que, para disponer de energía eléctrica, necesitamos utilizar alguna otra
energía, que se encuentre en el medio que nos rodea, y transformarla. Así pues,
hablamos de centrales encargadas de producir o generar electricidad, pero al mismo
tiempo serían también centrales de consumo de un determinado bien energético.
GRUPO TURBINA-ALTERNADOR
Vamos a hacer un pequeño inciso previo para describir dos elementos que suelen ser
comunes a todas las centrales de producción:
La turbina: Es una máquina que funciona como motor, rota cuando un fluido (agua,
vapor, gas, viento…) pasa a través suya, haciendo girar sus palas.
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El alternador: El movimiento rotativo
de la turbina se traslada al
alternador, en concreto a su parte
giratoria, o rotor, construido de un
material magnético. Si en la parte
fija del alternador, o estator,
incluimos otros polos magnéticos, se
consigue un campo magnético en el
interior del alternador que, ante un
movimiento rotatorio, se transforma
en energía eléctrica.
Recursos fósiles
Serían las conocidas como centrales térmicas. En éstas, a partir de la combustión del
recurso fósil, se genera calor que se utiliza para transformar agua en vapor o,
directamente, se emplean los gases resultantes del proceso, para hacer girar una turbina
de gas. Las variedades:
Su coste de operación depende del precio de los combustibles que utilice, los
que presumiblemente irán aumentando a medida que exista más escasez del
recurso, añadiendo además, que los precios de los combustibles están sometidos a
infinidad de variables internacionales difíciles de prever. Podemos decir que son las
centrales más caras, por lo que cuanto más necesarias sean, mayor será el precio
de la electricidad.
Dependencia energética: Salvo en el caso del carbón autóctono, el resto de los
recursos fósiles se importan, lo que las somete, como dijimos en el anterior punto, a
la volatilidad de los mercados de esos combustibles.
Emiten gases contaminantes.
Requieren de tiempos de aumento y bajada de producción apreciables, es
decir, no pueden aumentar o reducir su nivel de generación instantáneamente (se
conocen como gradientes de subida o bajada) y, en muchos casos, deben de estar
acopladas al sistema eléctrico a un valor de producción determinado, que se conoce
como mínimo técnico (y donde son menos eficientes), para poder reaccionar con
mayor velocidad a las necesidades del sistema.
Nuclear
Esta tecnología forma parte, también, del grupo de centrales térmicas. El principio de
funcionamiento es idéntico, con la diferencia del proceso de generación de calor. En este
caso se realiza una fisión de un combustible nuclear (uranio), cuyo calor resultante se
utiliza para evaporar agua; vapor que se transforma en electricidad a través del grupo
turbina-alternador comentado.
Los inconvenientes:
Renovables
Se aprovechan fuentes naturales virtualmente inagotables, sea por la ingente cantidad
de energía que contienen, como el Sol, o porque se regeneran o renuevan. Hay muchos
tipos, los fundamentales:
Ó:
Además de las ventajas comunes a todas las tecnologías renovables que se enumerarán
al final del presente artículo, en particular éstas tienen como pros:
Poder regular su nivel de producción de forma más veloz que las de recursos
fósiles.
En el caso de las de embalse pueden almacenar la fuente primaria (agua) e
incluso si disponen de un grupo de bombeo, consumir energía de la red en
momentos de baja demanda para retornar el agua al embalse.
Coste de operación bajo, aunque no suelen reducir el precio de la electricidad,
porque en caso de las centrales de embalse, sus operadores mantienen el agua
retenida para turbinarla en las puntas de demanda, cuando los precios son mayores
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y así maximizar la rentabilidad de la instalación. Solo en situaciones de alta
pluviosidad en las fluyentes, o en las de embalse cuando hay venidas de agua
(momentos de alta producción), reducen considerablemente el precio de electricidad,
ya que tienen que producir sí o sí para no desaprovechar el exceso de caudal
abriendo las compuertas del embalse.
Como inconvenientes fundamentales tienen los de requerir de emplazamientos
específicos, que ocasionan cierto impacto ambiental y que dependen de la
pluviosidad de la zona o del caudal del río o cuenca donde se ubiquen.
Su ventaja es la misma que las de las centrales térmicas de recursos fósiles y se salvan
además algunos de los inconvenientes, ya que el cultivo de biomasa se puede realizar
en la misma zona geográfica y los gases de efecto invernadero que emiten son
aproximadamente similares a los absorbidos por la masa vegetal durante su
crecimiento.
En general, y salvo comentario en contra realizado en cada tecnología, las ventajas de las
energías renovables:
Como inconvenientes:
Cogeneración
Se trata de una central térmica donde el calor residual del proceso de combustión se
emplea para las necesidades térmicas relacionadas con el proceso productivo de
una industria próxima.
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Presenta las mismas ventajas e inconvenientes que las centrales térmicas de recursos
fósiles o de biomasa (según cuál sea el caso), pero consiguen una eficiencia energética
superior y, en muchos casos, la energía eléctrica también se consume en la propia
empresa, con lo que el propietario obtiene grandes ahorros y permite la reducción de
las pérdidas de energía en la red, al encontrarse la generación y el consumo ubicadas
en el mismo emplazamiento.
Residuos
Existen plantas de tratamiento de residuos, donde se separan éstos por su tipología,
capacidad de reutilización y reciclaje, o que requieran de un tratamiento específico por su
nivel contaminante. Los residuos apropiados se transforman en gas metano a través
de su descomposición controlada y también se genera compost o abono con el sobrante.
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