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10.05.2014
En los últimos meses se ha hecho célebre un grupo denominado
“El Templo Satánico”, protagonista de algunas noticias
polémicas como la realización de un monumento al Demonio
junto al Capitolio de Oklahoma (EE.UU.), el anuncio de la
celebración de una misa negra en un centro de la Universidad
de Harvard o la campaña para promover el respeto al satanismo
en los colegios públicos norteamericanos. Mucha gente se ha
sorprendido porque no es una secta satánica conocida hasta
ahora, pero ha cobrado gran popularidad mediática. ¿En qué
cree esta secta? ¿Cuáles son sus prácticas? ¿Van en serio, o
simplemente quieren alcanzar notoriedad?
De la estatua a los colegios, pasando por la universidad
Hace unos meses el Templo Satánico, una organización
estadounidense, cobró gran popularidad al solicitar la
instalación de un monumento al satanismo junto al Capitolio de
Oklahoma, ya que allí ya se encuentra un monolito dedicado a
los Diez Mandamientos. Con una curiosa concepción de la
presencia pública de los signos religiosos, el diseño, que ya ha
sido presentado, consiste en un Baphomet (figura con cuerpo
humano y cabeza de macho cabrío) en postura de bendición,
junto a un pentáculo satánico (estrella de cinco puntas invertida)
y dos niños. Por las informaciones que se han publicado, su
financiación a través de Internet ha superado las expectativas y
pronto será instalado en el lugar previsto.
En su página web oficial proponen de una manera muy peculiar
la financiación del monumento, y parece que les ha dado un
buen resultado. Por 500 dólares uno podrá ver su nombre en la
“lista de almas” que tendrá la estatua en la parte posterior, y por
666 dólares el nombre estará en mejor lugar –suponemos que
delante–, aunque por sólo 1.200 el nombre pasará a encabezar
la lista. Si uno quiere una réplica de la pieza, la podrá conseguir
pagando 1.000 dólares, y por 100.000 el interesado podrá contar
con su propia estatua.
El acontecimiento más reciente que ha provocado la polémica
ha sido el anuncio de la celebración de una “misa negra
satánica” este 12 de mayo en el Harvard Extension Cultural
Studies Club, dependiente de la prestigiosa universidad
norteamericana. Han desmentido las informaciones primeras
sobre el uso de una Hostia consagrada, pero este inexplicable
hecho en una universidad ha desatado un aluvión de críticas y
quejas. No es la primera vez que actúan en este recinto
académico, aunque sí han buscado un efecto más escandaloso.
Anteriormente, al menos en dos ocasiones en 2013, el Club de
Estudios Culturales de la Universidad de Harvard albergó
conferencias de representantes del Templo Satánico.
Algo que no ha trascendido mucho fuera de los EE.UU. es su
promoción de las uniones homosexuales de una forma
ciertamente irreverente y provocativa. En julio de 2013 el
Templo Satánico realizó una denominada “misa rosa” para
celebrar las uniones civiles de parejas del mismo sexo… ¡en un
cementerio! Según explican en su página web “el portavoz del
Templo Satánico Lucien Greaves ofició la ceremonia mientras
dos parejas del mismo sexo celebraron su homosexualidad en
la tumba”. Y en las fotografías que publican puede verse a los
protagonistas del suceso besándose sobre una lápida mortuoria.
Además, invitan a otros a hacer lo mismo “peregrinando” a ese
cementerio de Mississippi y enviando sus fotos. La razón de
esta profanación de un recinto sagrado dedicado al recuerdo de
los difuntos está en que se trata de un camposanto de la
comunidad bautista de Westboro, cuyo pastor, Fred Phelps, ha
sido diana de los movimientos pro-homosexualidad. De hecho,
la “misa rosa” se celebró sobre la tumba de la madre de Phelps.
El portavoz de la secta llega a afirmar que “el Templo Satánico
ahora cree que Fred Phelps debe creer que su madre ahora es
‘gay’, en el más allá, debido a nuestra Misa Rosa… y nadie
puede cuestionar nuestro derecho a nuestras creencias”.
Además, y aunque no daremos más detalles, este movimiento
satánico se ha propuesto la “adopción” de un tramo de una
carretera en Nueva York para mostrar su carácter cívico y de
responsabilidad social, ha abogado públicamente por la
creación de un Día Internacional en Defensa de los Apóstatas y
Blasfemos, y ha defendido el uso de la expresión “¡Hail
Satanás!" en la promoción del aborto libre. También lleva a
cabo una campaña denominada “Proteger a los niños”,
destinada a promover el libre ejercicio del satanismo en los
colegios públicos de EE.UU. por parte de los menores de edad.
¿Qué es el Templo Satánico?
El Templo Satánico se considera “una religión organizada” y
explica que la adoración demoníaca ha sido estigmatizada por
el mundo, y sus adeptos “demonizados como resultado de
malentendidos, intolerancia y oportunismo calumnioso”.
Afirma en su web que no hay base histórica alguna para las
acusaciones contra el satanismo, y se presenta como una
realidad que se ha definido en el siglo XX y que ha sido víctima
hasta ahora de irrelevancia pública y política, cosa que este
grupo –del que no se ofrecen más datos concretos– pretende
corregir. Así, en una especie de salida del armario, quieren
normalizar a nivel social la práctica de la adoración al Diablo,
y consideran que “el entorno social nunca ha estado tan
preparado para acoger una nueva era satánica”.
Su líder es Lucien Greaves, que se presenta siempre como
portavoz, aparentando así que se trata de un movimiento no
jerarquizado. Su nombre real es Doug Mesner. Preguntado hace
tiempo en una entrevista por el carácter satánico o satírico del
Templo Satánico, contestó: “¿por qué no puede ser ambas cosas
a la vez?”. También dijo que “mientras que la idea original era
que el Templo Satánico necesitaba mantener alguna creencia en
una entidad sobrenatural llamada ‘Satanás’, ninguno de
nosotros creía verdaderamente en eso”, por lo que el Demonio
es concebido “como un constructo metafórico en el que
podemos contextualizar nuestras obras”.
Dice aceptar en sus filas “a todos aquellos que son justos y
compasivos”, y ponen como condición para la afiliación que sus
miembros participen en las actividades del Templo Satánico o
se identifiquen con ellas. En sus documentos públicos quieren
aparecer como un movimiento genérico que pretende “facilitar
el crecimiento de la comunidad y movilizar políticamente a los
satanistas, secularistas y defensores de la libertad individual que
estén concienciados en torno a una causa común”. De hecho, la
intención provocativa en el debate público es reconocida por el
líder, que habla de la creación del grupo como una “píldora
venenosa” en el debate sobre las relaciones Iglesia-Estado.
Para permanecer en el grupo –la pertenencia al cual es
considerada como “un privilegio”– hay que estar de acuerdo
con el espíritu y los principios de la secta, porque de lo contrario
uno puede ser expulsado. La afiliación es gratuita, pero para
tener una tarjeta acreditativa hay que pagar unas tasas.
Sus creencias: Satanás como símbolo
En su página web, el Templo Satánico presenta una larga cita
de La rebelión de los ángeles (un libro publicado en 1914 por
el premio Nobel de Literatura francés Anatole France) que
ensalza la figura de Lucifer, un ser que “a aquellos que
poseíamos un espíritu audaz, un alma inquieta, a los llenos de
un amor salvaje a la libertad, nos ofrecía amistad, a la que
nosotros correspondíamos con la adoración”. De esta forma,
explica la figura del Demonio como un ser que reúne en sí las
mayores aspiraciones humanas y llama a la compasión, “como
un símbolo de la rebelión contra la tiranía de la autocracia y
contra la tiranía de los dogmas arcaicos”. Es más, “Satanás se
erige como el icono definitivo de la rebelión desinteresada
contra la tiranía, de la investigación libre y racional, y de la
búsqueda responsable de la felicidad”.
Se trata, pues, de un Satanás en el que se cree como símbolo
más que como un ser real, “el Satán humanista”, algo necesario
para distanciarse de Dios y de la Iglesia, “una fuerza simbólica”
que conduce al hombre a su más pura autonomía. Hablan de él
como una metáfora de la filosofía libertina, y extraen su propio
concepto del Diablo de la literatura moderna. Se lee su figura
desde la clave etimológica de Lucifer: el que trae la luz, el que
ha hecho la mayor obra de amor por la humanidad, sacrificando
su vida celestial junto a Dios convirtiéndose en un ángel caído
para dar a los hombres el conocimiento y, con él, la felicidad.
Resumen su “teología” diciendo que Dios, debido a su carácter
sobrenatural y a su perfección, no puede interactuar con el
mundo creado, y por ello habría creado a Satanás, para “presidir
el universo como su representante”. Haciendo una completa
inversión de la doctrina cristiana sobre el demonio, el Templo
Satánico afirma que “sólo Satán puede escuchar nuestras
oraciones y sólo Satán puede responderlas. Mientras que Dios
está más allá de la comprensión humana, Satanás desea ser
conocido y cognoscible. Sólo de esta manera puede haber
justicia y la vida puede tener sentido”.
Plantean su ideal doctrinal desde el “agnosticismo razonable”
de acuerdo con los conocimientos humanos de cada momento
histórico, y de esta forma “el satanismo es una religión en
evolución, sin las trabas de doctrinas arcanas nacidas de mentes
temerosas en tiempos oscuros”. Las creencias deben
reformularse continuamente, adaptándose a los hechos. “Éste es
el impulso luciferino a comer del Árbol del Conocimiento”,
afirman, en una referencia directa al libro del Génesis y al
pecado original, entendiéndolo como una liberación del ser
humano.
La insistencia en la moral individual
Sus responsables afirman que situarse bajo el nombre de
Satanás supone para ellos “confesar el escepticismo frente a
todas las cosas, incluso –y especialmente– frente a todo aquello
que es considerado sagrado”. Esto explica la fuerte campaña
provocadora y anticristiana que han desatado con sus
propuestas públicas que han sido comentadas al principio.
Cuando presentan su “misión” y su doctrina, insisten mucho en
lo moral, presentándose como una forma de vida de acuerdo con
“el sentido común práctico y la justicia”, y aluden directamente
al epicureísmo. Afirman buscar la “benevolencia y empatía
entre todas las personas”, basados en una ética individual que
sigue la propia conciencia para hacer el bien. De esta forma
pretenden aportar las ideas satánicas a la vida pública. Y
resumen su moral en siete principios fundamentales: actuar con
compasión y empatía hacia todos los seres de acuerdo con la
razón, la lucha por la justicia, la inviolabilidad del propio
cuerpo, respetar las libertades de los demás (incluida la de
ofender), tener unas creencias ajustadas al conocimiento
científico, reconocer y rectificar los errores… y al final señalan
que “el espíritu de compasión, sabiduría y justicia debería
prevalecer siempre sobre la palabra escrita o hablada”.
CATOLICA
Hace un siglo, el Papa Pío X fue el Papa y había menos de 300 millones de
católicos. Cuando el nuevo Papa se habrá instalado en marzo, servirá de guía un rebaño
de más de 1,1 millones de dólares – casi cuatro veces el tamaño guiado por Pío X. No
sólo ha aumentado el número, sino también la diversidad de la iglesia.
En 1910, Europa fue el hogar de cerca dos tercios de todos los católicos, y casi nueve de
cada diez vivía ni en Europa (65%) o América Latina (24%), de acuerdo con la Base de
Datos Mundial cristiana. En 2010, sólo alrededor de una cuarta parte de todos los
católicos (24%) se encontraban en Europa. La mayor parte (39%) se encontraban en
América Latina y el Caribe, según un reciente estudio realizado por el Pew Research
Center .
Pero el crecimiento más rápido se ha producido en el África subsahariana, lo que hoy es
el hogar de alrededor de 171 millones de católicos (16 %), por encima de
aproximadamente 1 millón (menos del 1%) en 1910 – un aumento de más de 170-veces.
También ha habido un rápido crecimiento en la vasta región de Asia-Pacífico, donde 131
millones los católicos (12%) viven actualmente, frente al 14 millones (5%) de hace un
siglo -. Un aumento de casi diez veces Incluso en China , los católicos tienen
experimentado un aumento de casi diez veces – de numeración entre nueve y doce
millones en la actualidad, frente a poco más de un millón en 1910. parte de América del
Norte de la población católica mundial ha aumentado más lentamente, de alrededor de
15 millones (5%) en 1910 a 89 millones (8%) a partir de 2010.
Aunque el Oriente Medio y el Norte de África es la cuna del cristianismo antiguo, el
Medio Oriente y África del Norte es el hogar de menos del 1% de los católicos hoy en
día, casi la misma que en 1910. Por más detalles sobre el estudio realizado por el Foro
Pew Research Center sobre Religión y Vida Pública, consulte los siguientes enlaces:
En todo el mundo, hay más que 25.000 congregaciones SUD, y el texto básico del plan de
estudios de la iglesia está disponible en más de 175 idiomas. La iglesia crea a cerca de dos
nuevas congregaciones cada día. (Datos al ~2004.)
Algunas encuestas llegaron a la conclusión de que la iglesia mormona tiene los índices más
altos de frecuencia en servicio de todas las religiones en los Estados Unidos. (Datos al 2006.)
Cuando se considera solamente a grupos religiosos, es decir religiones con dirección central y
unidad doctrinal…
La iglesia SUD es el 9º grupo religioso más grande del mundo y el 4º a nivel mundial.
También es interesante considerar las religiones mejor ubicadas (esto es, aquéllas que están
más cerca del lugar donde usted vive).
En cambio, la búsqueda de cooperación entre diferentes religiones (tanto entre las religiones
abrahámicas —judaísmo, cristianismo e islam— como con otras) se llama diálogo
interreligioso.123
Entre las muchas personalidades relevantes que tienen o tuvieron influencia en el desarrollo de
la conciencia ecuménica se encuentran Robert Gardiner, el teólogo Yves Congar, el hermano
Roger Schutz —fundador de la Comunidad ecuménica de Taizé—, Chiara Lubich —fundadora
del Movimiento de los Focolares—, el patriarca Atenágoras I, los papas Juan XXIII, Pablo VI
y Juan Pablo II, y el arzobispo de Canterbury Rowan Williams.
Origen del término «ecumenismo»
El término «ecumenismo» proviene del latín, «œcumenicus» y del griego, «οικουμενικός»
(oikoumenikós) y éste a su vez de «οἰκουμένη» (oikoumenē), y significa “lugar o tierra poblada
como un todo”. El término ya era usado en el Imperio Romano para referirse a la totalidad de
las tierras conquistadas. Sin embargo, en la literatura de la época romana el término tenía un
significado político-imperial que superaba el sentido geográfico: implicaba «el mundo como
unidad administrativa, el Imperio Romano».5
Los romanos eran llamados "señores del «oikoumenē»" (Plutarco, Tiberius Gracchus 9, 6).
Polibio escribió: "todas las partes del mundo habitado («oikoumenē») han venido a estar bajo
el dominio de Roma" (Polibio, Historias 3,1,4). De la misma forma lo usó Dion Casio (Historia
Romana 37,1,2; 43,14,16; 43,21,2) y Flavio Josefo, entre muchos otros. Flavio Josefo escribió
que el rey Agripa dijo: "En el mundo habitable («oikoumenē») todos son romanos" (La guerra
de los judíos 2, 388).
Ícono ortodoxo oriental que representa el primer Concilio ecuménico en Nicea, en 325
En los evangelios, el término «oikoumenē» es poco utilizado como tal. Por ejemplo, en Lucas
2,1 se señala: "Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que
se empadronase todo el mundo («oikoumenē»)". También, el diablo tienta a Jesús ofreciéndole
"todos los reinos de la tierra («oikoumenē»)" (Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera (1909).
«Lucas 4, 5». Biblia versión Reina-Valera (Wikisource).).