Sunteți pe pagina 1din 12

1

Ilustración.

El renombrado George Whitefield predicó tantas veces sobre el texto que dice: “Os es necesario nacer
otra vez”, que una persona de su auditorio le preguntó: “¿Por qué predica usted tanto sobre el mismo
texto?” La respuesta fue la siguiente: “Porque os es necesario nacer otra vez”.

La obra del Espíritu Santo en el Cristiano.


Lectura:
Joel 2: 28-32.

Hechos 1: 1-10

En el libro de Joel 2: V.28, la palabra nos dice que Dios derramará su Espíritu sobre toda carne.

En Hechos 1: V8, Jesús indica a los discípulos que recibieran poder, cuando haya venido sobre ellos el
Espíritu Santo.

La obra transformadora de Dios, es una obra del Espíritu Santo en y a través de la vida de aquellos que
han creído en Jesús y han nacido de lo alto (Juan 3: 3 Que el que no naciere de nuevo no puede ver el
Reino de Dios).

El profeta Joel predijo cuándo Dios derramaría su Espíritu “sobre toda carne”. De esa manera, su poder
sería recibido por todos y no quedaría limitado a un individuo en especial. Explicando con ello porque el
Espíritu les sería enviado a para transformar y capacitar al cristiano para que los prodigios de Dios se
hicieran a través de ellos.

La pregunta que podemos hacernos nosotros como cristianos es:

¿Qué ministerio realiza en los cristianos el Espíritu Santo?

Desde el instante en que una persona no salva ora: “Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador”, el
Espíritu Santo realiza una obra quíntuple en nosotros como nuevos hijos de Dios.

Son cinco cosas que podemos enumerar y después empezar a desglosar para comprender lo que Dios
quiere hablar a nosotros.

1. El Espíritu Santo REGENERA.


2. El Espíritu Santo BAUTIZA.
3. El Espíritu Santo MORA.
4. El Espíritu Santo SELLA.
5. El Espíritu Santo LLENA.
2
Son cinco (5) cosas que Espíritu Santo hace en cada uno de nosotros como cristianos, las cuales debemos
entender para llevar a cabo la obra de Dios en este mundo y cumplir con la gran comisión a la cual Él nos
ha mandado.

1 EL ESPIRITU SANTO REGENERA.

Significado según el diccionario: Regenerar.

 Dar nuevo ser, reformar o mejorar algo que se degeneró.


 Generar o producir de nuevo una cosa, generalmente una parte del cuerpo o un tejido que se
había destruido.
 Hacer que una persona abandone un modo de vida que se considera perjudicial o malo desde un
punto de vista moral.

El Espíritu Santo regenera al pecador creyente. Literalmente lo crea de nuevo y le da la naturaleza de


Dios. El Espíritu Santo hace las veces de “partera” (hacer referencia a lo anterior, hoy en día un ginecólogo obstetra)
divina para el pecador arrepentido al traerlo al reino de Dios.

Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

Juan 3:3-7 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. (4) Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede
acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (5) Respondió Jesús: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (6) Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. (7) No te maravilles
de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de
Dios que vive y permanece para siempre.

2 EL ESPIRITU SANTO BAUTIZA.

Recordemos lo que es el bautismo. El bautismo enseña la necesidad de morir al pecado y ser como haber
sido sepultado de toda empresa impía e inicua (no equitativa, que no se deja guiar), y resucitar para andar
con Dios en una vida nueva. Los profesantes impíos pueden tener la señal externa de una muerte al
pecado y de un nuevo nacimiento a la justicia, pero nunca han pasado de la familia de Satanás a la de
Dios.
3
El Espíritu Santo bautiza al pecador creyente.

Romanos 6:3-4 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? (4) Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.(A)

1 Corintios 12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Gálatas 3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Colosenses 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.(A)

Con frecuencia se formula la siguiente pregunta:

¿Es necesario que uno se bautice para ser salvo? La respuesta la pudiéramos interpelar de muchas
formas, unos podrían decir que no es necesario, otros podrían decir que es un mandato el bautismo en
agua, otros dirían es que yo no estoy todavía listo y muchas cosas más.

La respuesta es un sí enfático. Pero no por el bautismo de agua.

Muchos pueden preguntarse en este momento, que significa esto, no es el bautismo en agua un
mandato. Que podemos entender en esto.

El propósito del Espíritu Santo al colocar al creyente en el cuerpo de Cristo es doble:

a) Lo hace para contestar la oración de Cristo por unidad cristiana.

Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno
en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

b) Lo hace para preparar una novia para Cristo, compuesta por todos los creyentes salvados desde
el pentecostés hasta el arrebatamiento.

Romanos 12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo,(A) y todos miembros los
unos de los otros.

1 Corintios 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

¿Cómo reacciona usted cuando otra persona es honrada? ¿Cuál es su respuesta cuando una
persona está sufriendo? Se nos pide regocijarnos con aquellos que se gozan y llorar con los que
lloran (Rom_12:15). Con frecuencia, desafortunadamente, nos ponemos celosos con los que se
gozan y nos apartamos de aquellos que lloran. Los creyentes están en el mismo mundo, no hay
4
tal cosa como cristianismo individual. No podemos estar de acuerdo sólo con nuestra relación
con Dios, debemos involucrarnos en las vidas de los demás.

Debemos comprender, que al ser bautizados por el Espíritu Santo, empezamos a formar parte
del cuerpo de Cristo, y la relación que tengamos con el Padre como miembros de un mismo
cuerpo, hará que se ese cuerpo camine correctamente, reaccione de manera adecuada a
cualquier estímulo, etc.

Efesios 4:4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación;

Efesios 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo,

3 EL ESPIRITU SANTO MORA.

El significado del verbo MORAR, significa habitar.

El Espíritu Santo mora en el pecador creyente. En otras palabras, no sólo nos une con el Salvador (por el
bautismo), sino que se une a sí mismo con nosotros.

Jesús, antes de su crucifixión, predijo ambos ministerios. Dijo:

Juan 14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en
vosotros.

Dios no sólo amará a los creyentes obedientes, pero se complacerá en amarlos, reposará en amor a ellos.
Estará con ellos como en su casa. Estos privilegios están limitados a los que tiene la fe que obra por amor,
y cuyo amor a Jesús los lleva a obedecer sus mandamientos. Los tales son partícipes de la gracia del
Espíritu Santo que los crea de nuevo.

1 Corintios 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de
Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,

1 Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?(E)

El habitar del Espíritu Santo en nosotros, nos da la dirección para conducirnos, desechando aquellas
situaciones que no nos convienen. Dice a nuestro espíritu que lo malo no lo llamemos bueno, que no
todo edifica, sino por el contrario es pérdida para nosotros.

La ganancia de morar el Espíritu Santo en nosotros es seguir las huellas de Jesús, es transformación en
nuestra vida, es correr ríos de agua viva de nosotros.
5
Hay un corito que dice:

Yo tengo un gozo en mi alma,


Gozo en mi alma,
Gozo en mi alma
Y en mi ser,
¡Aleluya, gloria a Dios!

Son como ríos de agua viva,


Ríos de agua viva,
Ríos de agua viva en mí ser.

Juan 7:37-39 En el último y gran día de la fiesta,(E) Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba. (38) El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva.(F) (39) Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él;
pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

El morar el Espíritu Santo en nosotros es gozo, es ver ese camino tortuoso, ese desierto como un suave
césped sobre el cual colocamos nuestros pies. Porque Dios dice en su palabra.

Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas.

Por eso dice el Señor, que andemos en el Espíritu y no satisfagamos los deseos de nuestra carme.

Gálatas 5:16-18 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (17)
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen
entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.(C) (18) Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis
bajo la ley.

4 EL ESPIRITU SANTO SELLA.

Cuando decimos sella, nos referimos a colocar una distinción que lo identifica de algo o de alguien. En el
caso nuestro como congregación nos identificamos como “Vidas con Propósito” y tenemos un distintivo
6
que nos hace particulares a diferencia de “Casa de Adoradores”. Ese distintivo dice a quién lo ve, que
nosotros somos la congregación de Penonomé, que “Somos bendecidos para bendecir”.

El Espíritu Santo sella al pecador creyente.

2 Corintios 1:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones.

Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

La presencia del Espíritu Santo es el sello aquí, dado por el Padre para asegurar a nosotros que nuestra
salvación es eterna. El Espíritu Santo afirma a nosotros los cristianos en la fe del evangelio: el despertar
del Espíritu es una primicia de la vida eterna: los consuelos del Espíritu son una primicia del gozo eterno.

Dios nos ha marcado como pertenecientes a él. El Santo Espíritu mismo sirve de garantía (del griego
«arrabon», «depósito») del compromiso divino de completar su obra en nosotros, confirmado el “Si”
que representa a Jesús.

2 Corintios 5:5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del
Espíritu.

Efesios 1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para
alabanza de su gloria.

Demos una mirada a estos cuatro puntos anteriores de lo que hace el Espíritu Santo en nosotros como
cristianos.

1. El Espíritu Santo REGENERA.


2. El Espíritu Santo BAUTIZA.
3. El Espíritu Santo MORA.
4. El Espíritu Santo SELLA.

Nos queda un último punto de lo que el Espíritu Santo hace en nosotros como cristianos. ¿Y es cuál?

5 EL ESPIRTU SANTO LLENA.


7
Hablar de la llenura del Espíritu Santo ha causado mucha controversia y muchos errores a lo largo de la
historia de la iglesia.

Por ejemplo podemos preguntarnos, ¿Qué diferencia hay entre la morada y la llenura del Espíritu Santo?

Para ayudar a comprender esto, veamos esta ilustración.

Traigamos el caso de que invitamos a un familiar a nuestra casa. Pero al entrar a esa casa,
inmediatamente le restringimos el acceso a la cocina.

Nosotros como anfitriones hasta podemos llegar a olvidarnos de nuestro invitado durante un tiempo.
Finalmente como dueños de casa nos convencemos del mal trato que le estamos dando a nuestro
invitado y entonces decidimos darle acceso a todo lugar de la casa.

En esta ilustración nuestro invitado el Espíritu Santo, el anfitrión somos nosotros como pecadores
creyentes, y la casa representa nuestra vida.

En la ilustración vemos que nuestro invitado está viviendo bajo nuestro techo, está morando en nuestra
casa, pero el restringir el acceso por toda el lugar le impide llenarlo.

Llenar, por lo tanto, no significa que el creyente recibe más del Espíritu Santo, sino que el
Espíritu Santo recibe más del creyente.

Hechos 2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.

Este hecho es la consumación de la promesa de Jesús.

A la luz de la obra del Espíritu Santo en el cristiano en estos cinco (5) puntos, considero importante antes
de adentrarnos en el quinto punto de la llenura del Espíritu Santo, el observar lo siguiente:

a) Como pecadores creyentes recibimos estos cinco ministerios de la obra del Espíritu Santo
instantáneamente. Todo ocurre por fe y no depende en absoluto de los sentimientos emotivos
en un momento dado.

b) Los cuatro primeros, no se pierden y por lo tanto no hace falta pedirlos nuevamente. En ninguna
parte de la Biblia se nos manda que pidamos a Dios, que nos bautice en su Espíritu o que se nos
selle con su Espíritu, o que nos regenere y more en nosotros. Si una persona ha aceptado a Cristo,
el Espíritu Santo lo regenera, lo bautiza, lo sella y habita en ella por toda la eternidad.
8
c) Sin embargo, la llenura del Espíritu Santo puede perderse, y por lo tanto debe ser pedido cuantas
veces sea necesario.

La palabra de Dios nos dice lo siguiente:

Efesios 5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu,

La embriaguez con vino se relaciona a la antigua manera de vivir y a los deseos egoístas. En Cristo
tenemos un gozo mejor, más alto y perdurable para curar nuestra depresión, monotonía o tensión. Lo
que importa no es la cantidad del Espíritu que tengamos, sino cuánto de nosotros tiene de Espíritu Santo.
Debemos someternos cada día a su dirección y sumergirnos en su poder.

Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Debemos comprender que la llenura del Espíritu Santo se diluye o se pierde cuando hay desobediencia
en nosotros como creyentes. Esa desobediencia se manifiesta en cualquiera o ambas de las siguientes
afirmaciones:

a) El pecado de apagar el Espíritu Santo.

1 Tesalonicenses 5:19 No apaguéis al Espíritu.

Este pecado involucra no hacer lo que el Espíritu Santo quiere que hagamos. Es de
una naturaleza negativa.

Significa que no debemos ignorar o restar importancia a los dones del Espíritu Santo. No arrojéis
agua fría sobre aquellos que, bajo la inspiración del Espíritu, se levantan para hablar en lenguas,
para revelar misterios, o para orar en la congregación.

b) El pecado de contristar al Espíritu Santo.

Efesios 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.
9
Este versículo se refiere a los creyentes, quienes contristan (entristecen) al Espíritu al practicar
acciones no consecuentes con los principios dados por Dios, como podemos mencionar entre
algunas de ellas, la conversación corrupta e inútil.

Miremos en esta ilustración lo dicho.

Humberto toma un bus de Penonomé hacia Panamá, y se sienta junto a un hombre incorverso.
Durante el viaje, el Espíritu intenta testificar a la persona inconversa por medio suyo, pero nos
quedamos callados. Hasta ahora como cristiano hemos apagado al Espíritu Santo. No hemos
hecho lo que el Espíritu Santo quería que hiciésemos.

Sin embargo, más adelante durante el viaje, Humberto se presente con la persona a su lado y
empiezan a entablar una conversación, pero no acerca de cosas espirituales. De hecho, para
vergüenza Humberto como cristiano, intercambian palabras sobre licores, mujeres o cualquier
otro tema de los cuales hacíamos de nuestra plática en el mundo.

Ahora Humberto ha dado el segundo paso y ha entristecido o contristado al Espíritu Santo, pues
ha hecho lo que el Espíritu Santo no quería que hiciese.

Si no se abandonan estos dos pecados por mucho tiempo, pueden conducir al “pecado de
muerte”.

1 Corintios 5:5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu
sea salvo en el día del Señor Jesús.

Hablamos de perder este último ministerio del Espíritu Santo, pero todo no son malas noticias. La palabra
nos dice que podemos recuperarlo inmediatamente. Se puede lograr:

a) Conociendo el medio de Dios para el perdón y la limpieza. La sangre de Cristo.

1 Juan 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

b) Conociendo el método de Dios para el perdón y la limpieza: La confesión de nuestro pecado.

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
10
Dios no exige que las vasijas sean de oro ni de plata, pero si exige que estén limpias. La unión con
el Espíritu es tan fuerte que nada la puede romper, pero la comunión con el Espíritu es tan frágil
que el pecado más pequeño la puede destrozar.

Es por ello que el tener la llenura del Espíritu Santo nos garantiza:

a) Podemos procurar los dones espirituales.

1 Corintios 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

b) El Espíritu Santo ora por nosotros.

Romanos 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.

c) El Espíritu Santo nos guiará.

Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir.

d) El Espíritu Santo le enseñará.

1 Juan 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

e) El Espíritu Santo le dará poder para testificar.

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.(D)

f) El Espíritu Santo impartirá el amor de Cristo a nosotros y a través de nosotros.

Romanos 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en


nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
11
g) El Espíritu Santo lo conformará a la imagen de Cristo.

2 Corintios 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del
Señor.

h) El Espíritu Santo fortalecerá la naturaleza nueva.

Efesios 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espíritu;

i) El Espíritu Santo revelará la verdad bíblica.

1 Corintios 2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios.

j) El Espíritu Santo le dará seguridad acerca de la salvación y el servicio.

Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

k) El Espíritu Santo le dará libertad.

Romanos 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte.

l) El Espíritu Santo le hará decir cosas apropiadas.

Marcos 13:11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir,
ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que
habláis, sino el Espíritu Santo.(A)

6 CONCLUSION.

Podemos concluir ante todo lo dicho anteriormente, que es nuestro deber anhelar vivir en obediencia a
Dios, siempre en la búsqueda permanente de la llenura del Espíritu Santo, ya que Él es vida y nueva vida.
12
Por consiguiente, la acción primordial del Espíritu Santo tiene que ver con la animación y el
sostenimiento de la vida, no solo humana, sino de toda la creación.

S-ar putea să vă placă și