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ISSN: 1578-908X 27
Maite RoMán
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Facultad de Psicología. Universidad de Sevilla.
Abstract Introducción
The methods of assessing attachment have La teoría del apego, desarrollada inicialmen-
proliferated in recent years and the classic ap- te por Jonh Bowlby, se ha visto enriquecida gra-
modelos internos de apego requiere una lógica zación de las conductas que el menor muestra
que vaya más allá de la vinculación a una per- en la relación específica con una figura de apego
sona específica. concreta. Estas conductas son evaluadas prin-
cipalmente a través de la observación directa y
Una cuestión que está siendo objeto de de- la amplia repercusión empírica de esta aproxi-
bate en los últimos años se centra en si la apro- mación metodológica ha aportado una extensa
ximación a la organización del apego debe ha- validación a las técnicas clásicas de evaluación
cerse desde un modelo categorial o desde un de conductas de apego.
modelo dimensional (Cassidy, 2003; Cum-
mings, 2003; Fraley y Spieker, 2003b; Sroufe, Estos procedimientos de evaluación requie-
2003; Waters, 2003). Mientras que en algunos ren un nivel de observación que recoge más
procedimientos se proponen taxonomías para allá de las conductas propiamente de apego,
la clasificación de los niños y niñas en distintas incluyendo los comportamientos de explora-
categorías en función de las diferencias indi- ción, la actitud hacia las relaciones sociales y
viduales derivadas de la evaluación del apego el comportamiento ante los extraños. Si el sis-
(por ejemplo, estilo de apego seguro, ambiva- tema de apego está activado, las conductas ge-
lente, evitativo o desorganizado), otros propo- neralmente se dirigen a conseguir la proximi-
nen escalas unidimensionales (por ejemplo, dad de la figura de apego, desactivando los
una puntuación continua en seguridad) o múl- sistemas de exploración y afiliación, mientras
tiples dimensiones (por ejemplo, una puntua- que cuando se desactiva el sistema de apego,
ción en indicadores de seguridad, en indicado- el cuidador sirve como base de seguridad para
res de inseguridad, en indicadores de evitación la exploración del entorno y la relación con los
y en indicadores de desorganización). Aunque demás. Por su parte, la activación del sistema
el debate sigue abierto, las tendencias tradi- del miedo a los extraños activa el sistema de
cionales generalmente hicieron una aproxima- apego, aumentando la búsqueda de la figura
ción categorial a la organización del apego de referencia, mientras que la accesibilidad de
(Ainsworth et al., 1978), mientras que los en- la figura de apego hace que la alerta ante el
foques dimensionales parecen ganar protago- extraño sea menor.
nismo en las tendencias actuales (Fraley y
Spieker, 2003a). Niños y niñas de hasta 5 años, pero espe-
cialmente los menores de 2 años, constituyen
Finalmente, cabe señalar que muchas de las la población principal de evaluación de las con-
técnicas de evaluación del apego requieren un ductas de apego, dado que, como se comentó
exhaustivo entrenamiento por parte de institu- anteriormente, la activación y observación del
ciones especialmente preparadas para ello, así sistema comportamental del apego resulta más
como la acreditación del desarrollo de ciertas viable en la temprana infancia. Sin embargo,
competencias que garanticen la validez de la ex- algunas de estas técnicas también se han apli-
ploración. cado a niños y niñas de más edad, generalmen-
te, tras ciertas adaptaciones. Las principales
metodologías que han examinado las conduc-
Evaluación de las conductas de apego tas de apego se basan en tres tipos de aproxi-
maciones: las situaciones de separación-reu-
Las conductas de apego tienen la función de nión, el procedimiento Q-set y el diario de
mantener la proximidad y el contacto con la fi- apego.
gura de cuidado. Cuando se activa el sistema
de apego, el niño o la niña despliega conductas En los procedimientos de separación-
como la aproximación y la búsqueda de la fi- reunión las situaciones de separación son los
gura de referencia que tienen el objetivo de atra- elementos que sirven para introducir estrés, ya
er al cuidador y desactivar esa alerta. que la evaluación de las interacciones entre pa-
dres e hijos en contextos poco o nada estre-
Las metodologías diseñadas para la evalua- santes no tiene por qué reflejar directamente
ción de las conductas de apego examinan el es- conductas de apego. La exploración y el miedo
tilo de vinculación o la seguridad en la organi- a los extraños son importantes en la evalua-
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ción. Sin embargo, la regulación del estrés y y está especialmente dirigida a edades com-
el papel de la figura de referencia en ese pro- prendidas entre los 12 y los 20 meses. La si-
ceso son los focos principales de observación, tuación del extraño consiste en un procedi-
por lo que la reunión, más que la separación miento de laboratorio estructurado en 8
en sí misma, adquiere una importancia crucial episodios breves (ver tabla 1), que provoca un
en la valoración. estrés de nivel moderado en el niño o la niña
a través de tres fuentes distintas (una persona
El procedimiento más destacado en la eva- desconocida, un entorno extraño y la separa-
luación de las conductas de apego es la situa- ción del cuidador) que activan el sistema de
ción del extraño. Esta metodología fue diseña- apego. Concretamente, se realizan dos sepa-
da por Ainsworth et al. (1978) para examinar raciones y dos reuniones con la figura de ape-
las estrategias conductuales de apego de los go, que tratan de activar y desactivar el siste-
niños y niñas con sus cuidadores principales ma de apego, y se observa cómo organiza el
a través de la activación del sistema de apego, menor su conducta en relación con el adulto.
Dado el limitado rango de edad para evaluar tre 12 meses y 5 años, aunque algunos autores
el estilo de apego a través de la situación del lo han utilizado con éxito con niños y niñas de
extraño, algunos autores han diseñado sistemas más edad. El procedimiento consiste en la or-
de clasificación alternativos adaptados a niños ganización, por parte de los observadores, de
y niñas de más edad, aunque utilizando el mis- 90 tarjetas que describen comportamientos tí-
mo paradigma del procedimiento original. Con- picos y atípicos de un niño seguro (por ejemplo,
cretamente, Cassidy y Marvin (1987) crearon el “utiliza raramente a la madre/padre como base
Preschool strange situation, dirigido a niños y segura en sus exploraciones”) en tres montones
niñas de entre 2 años y 4 años y medio, Crit- de 30 tarjetas en función de si describen en ma-
tenden (1992) elaboró el Preschool Assessment yor o menor medida al niño o niña evaluado.
of Attachment, que se ha utilizado con niños y Cada una de esas tres agrupaciones se vuelve a
niñas de entre 21 y 65 meses, y Main y Cassidy dividir en otras tres, esta vez de 10 tarjetas cada
(1988) diseñaron el Attachment classification sys- una, organizándolas, una vez más, según se pa-
tem for kindergarten-age children para niños y rezcan más o menos los comportamientos des-
niñas de, aproximadamente, 6 años. Éstas ver- critos a los del niño o niña en cuestión, obte-
siones no han encontrado hasta el momento la niendo, finalmente, un total de nueve montones
sólida validez alcanzada por la versión original de tarjetas. La colocación de las tarjetas en un
para niños y niñas de 12 a 20 meses, principal- montón u otro determinará la puntuación ob-
mente porque se cuestiona el grado en que estas tenida por el niño o niña en una escala unidi-
situaciones de separación sean capaces de acti- mensional de seguridad de las conductas de
var el sistema de apego en niños y niñas a partir apego, que podrá situarse en algún punto entre
de los dos años (George y Solomon, 1994; Sh- el polo más seguro y el más inseguro.
mueli-Goetz, Target, Fonagy y Datta, 2008).
Otros autores han adaptado las situaciones de Dada la no inclusión de elementos estresan-
separación-reunión, alargando los episodios de tes en este procedimiento, la valoración requiere
separación, modificando las instrucciones que una observación prolongada de varias horas du-
se la dan al cuidador, variando el rol del extraño rante varios días que garantice la observación
o cambiando el tipo de tareas (véase George y de una alta variedad de interacciones, de ma-
Solomon, 1994). nera que puedan recogerse situaciones en las
que el sistema de apego se haya activado. En
Con el objetivo de explorar las conductas de algunos estudios, las propias figuras de referen-
apego en el contexto natural del hogar se diseñó cia (generalmente las madres) han sido las que
el procedimiento Attachment Behaviour Q-set han completado el procedimiento (Van IJzen-
o AQS (Waters, 1995; Waters y Deane, 1985). doorn, Vereijken, Bakermans-Kranenburg y Rik-
Esta técnica explora la seguridad de las conduc- sen-Walraven, 2004). Cabe destacar que Chis-
tas de apego con el cuidador en menores de en- holm, Carter, Ames y Morison (1995), en el
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contexto de un estudio con niños y niñas adop- años después cuando esa capacidad verbal sea
tados, adaptaron el procedimiento AQS a una capaz de reflejar su mundo interno con cierta
escala –Interview measure of attachment secu- precisión (Emde, 2003). Durante el periodo en
rity– que recogía los ítems más relevantes, di- el que la reacción conductual se vuelve menos
señada para que fuera completada por los cui- explícita ante la activación del sistema de apego,
dadores principales. y por tanto, más difícil de observar, nos encon-
tramos a su vez que las capacidades cognitivas
Un tercer enfoque utilizado para la evalua- y verbales de los niños y niñas son aún rudi-
ción de las conductas de apego ha sido el Parent mentarias, por lo que la evaluación de las re-
Attachment Diary de Stovall y Dozier (2000), que presentaciones mentales de apego en esta etapa
consiste en un diario diseñado para registrar requiere de un tipo de exploración diferente a
las conductas de apego de niños y niñas y las la basada en la capacidad autorreflexiva (capa-
reacciones de los cuidadores a esas conductas. cidad que se convertirá en el foco central de la
A través de este procedimiento, se le pide a los evaluación del apego en adolescentes y adultos).
cuidadores principales que piensen en tres in- En este sentido, historias incompletas, ilustra-
cidentes estresantes que hayan ocurrido ese día ciones y dibujos constituyen los principales pro-
(una situación en la que el menor se hiciera cedimientos utilizados para la exploración de
daño físico, otra en la que se asustara y una si- las representaciones mentales del apego infantil,
tuación de separación), que se suponen que han y, solo a partir de la infancia tardía, empezarán
activado el sistema de apego del niño o la niña. a utilizarse entrevistas.
Para cada incidente, los cuidadores registran la
secuencia de conductas ocurridas. Los aspectos La metodología más utilizada para explorar
fundamentales que se tienen en cuenta en la va- los modelos internos de apego en niños y niñas
loración son la búsqueda de proximidad por ha sido la evaluación a través de historias in-
parte del menor y la capacidad del cuidador completas. Este procedimiento consiste en la
para calmarlo ante la activación del sistema de recreación de un escenario en el que una familia
apego. A través del diario, que tiene un carácter de muñecos humanos, con un niño o niña del
multidimensional, el niño o niña evaluado ob- mismo sexo del evaluado como protagonista, se
tiene una puntuación en seguridad, en evitación enfrenta a un dilema que debe resolver (intro-
y en resistencia. El diario de apego se ha utili- ducción de estrés). El evaluador presenta el ini-
zado fundamentalmente con bebés y principal- cio de la historia y después le pide al menor que
mente en estudios con familias de acogida. cuente y muestre lo que ocurre a continuación.
Generalmente, la aplicación es grabada en vídeo
y audio y, posteriormente, transcrita. Para la co-
Evaluación de los modelos internos de dificación e interpretación de estas historias se
apego utiliza la narrativa resultante de la elaboración
que el niño o niña hace de las historias, que re-
Los modelos internos de apego son las re- coge tanto el contenido verbal como el no ver-
presentaciones mentales sobre uno mismo, so- bal. Esta última forma de expresión permite al
bre los demás y sobre las relaciones interperso- menor acceder a recuerdos que no forman parte
nales, construidas en base a las experiencias de de la memoria verbal y que resultan difíciles de
vinculación y de las emociones asociadas a esas reproducir con palabras.
experiencias, que se interiorizan a nivel cogni-
tivo generando una serie de expectativas y cre- Esta aproximación a los modelos internos
encias. Los modelos internos de apego asientan de apego se considera especialmente indicada
la construcción de una imagen de las relaciones para niños y niñas entre los 3 y los 9 años de
interpersonales, más allá de una figura de apego edad. Por debajo de esa edad, las competencias
concreta. cognitivas disponibles no permiten una elabo-
ración adecuada de las situaciones; por encima
Al inicio de la etapa preescolar, el niño o del límite superior de edad, el procedimiento a
niña comienza a desarrollar palabras para des- base de muñecos e historias empieza a resultar
cribir sus emociones, pero no será hasta varios poco atractivo.
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Las técnicas narrativas que examinan las re- ñadas a partir de la experiencia clínica de Hod-
presentaciones mentales de apego a través de ges, la autora principal, en la evaluación de ni-
historias incompletas son diversas. El número ños y niñas que habían sufrido abuso. El pro-
de historias, el contenido codificado en cada tocolo de aplicación y codificación del
una de ellas, el carácter categorial o dimensional procedimiento SSAP es amplio y estricto, ase-
de su codificación o el uso de protocolos más o gurando la fiabilidad en la interpretación de la
menos estandarizados constituyen algunas de prueba.
sus principales diferencias.
Otros instrumentos creados para examinar
Uno de los procedimientos pioneros en la las representaciones mentales de apego a través
evaluación de los modelos internos de apego a de las historias incompletas han sido la prueba
través de historias incompletas es la prueba In- Attachment Doll-Play Interview (ADI), diseñada
complete Doll Stories (IDS), diseñado por Cas- por Oppenheim (1997) y que contiene algunas
sidy (1988). Este instrumento evalúa a través de historias comunes a los instrumentos ASCT y
6 historias la representación mental que tiene MSSB, y la técnica Manchester Child Attachment
el menor de sí mismo en relación con el apego, Story Task (MCAST) de Green, Stanley, Smith,
y ha sido aplicada en menores de entre 5 y 7 y Goldwyn (2000), ambas compuestas por 6 his-
años. Posteriormente, esta misma autora con- torias. Algunos autores han adaptado el proce-
tribuyó junto a Bretherton y Ridgeway (Bret- dimiento de las historias incompletas para niños
herton, Ridgeway, y Cassidy, 1990) al diseño de y niñas con edades que van más allá de los 9
la prueba Attachment Story Completion Task años (Granot y Mayseless, 2001; Shields, Ryan.
(ASCT) para examinar la seguridad e inseguri- y Cicchetti, 2001).
dad del apego en niños y niñas a partir de 3
La valoración de las representaciones men-
años a través de 5 historias incompletas. Basado
tales de los niños y niñas a través de historias
en la técnica ASCT, este mismo equipo diseñó
incompletas se basa principalmente en el aná-
el instrumento MacArthur Story Stem Battery o
lisis de los contenidos o temas predominantes
MSSB (Bretherton y Oppenheim, 2003; Bret-
en las narrativas, pero también han sido objeto
herton, Oppenheim, Buchsbaum, Emde, y The
de estudio otros aspectos como la organización,
MacArthur Narrative Group, 1990), que ha sido
el grado en el que el niño o niña se involucra
la técnica más utilizada para examinar los mo-
en la prueba, la coherencia de las narrativas o
delos internos de apego en la infancia. El pro-
el comportamiento del narrador durante la eva-
cedimiento MSSB contiene 14 historias incom-
luación (Oppenheim, 2006).
pletas, pero carece de un protocolo detallado y
formalizado para su aplicación y codificación En todas las pruebas se sigue un procedi-
(Bettmann y Lundahl, 2007). miento similar de representación de escenas fa-
miliares a través de muñecos, aunque en algu-
La técnica Story Stem Assessment Profile o
nos procedimientos se recrea la estructura
SSAP, diseñada por Hodges y su equipo londi-
familiar del menor, mientras que otros evitan
nense (Hodges, Steele, Hillman, y Henderson,
una identificación tan directa, utilizando una
2003), se ha utilizado para examinar las repre-
estructura familiar estándar y animales en al-
sentaciones de apego de niños y niñas que han
gunas historias, con el objetivo de conseguir un
tenido trayectorias de desarrollo atípicas, mar-
mayor distanciamiento emocional que disminu-
cadas por situaciones de adversidad como el
ya la ansiedad en la evaluación y favorezca el
maltrato y la discontinuidad en el contexto de
desarrollo de la prueba. Esta última opción se
crianza (Hodges, Steele, Hillman, Henderson, y
convierte en una alternativa más apropiada para
Kaniuk, 2005; Román, 2010; Román, Palacios,
poblaciones específicas de niños y niñas, como,
Moreno, y López, en revisión). Esta prueba, di-
por ejemplo, los que han sufrido maltrato.
señada para niños y niñas de 4 a 8 años, con-
tiene una batería de 13 historias, ocho de ellas Las narraciones de los niños y niñas con es-
seleccionadas de la prueba MSSB como aquellas tilos seguros se caracterizan por una apertura
que habían resultado potencialmente más útiles emocional que les permite afrontar los dilemas
para la exploración de niños y niñas maltrata- planteados en las historias y generar soluciones
dos. Las cinco historias restantes fueron dise- constructivas en el marco de historias coheren-
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tes. Entre las características de las narraciones partir de los 5 años (Madigan, Ladd, y Gold-
de estos niños y niñas se encuentran personajes berg, 2003). Diversos autores, como Fury, Carl-
adultos que responden de forma adecuada y efi- son, y Sroufe (1997), han apoyado empírica-
caz a las necesidades de los niños y niñas de las mente el uso de los dibujos de familias como
historias, y personajes infantiles que se sienten medio para explorar los modelos internos de
seguros y son capaces de buscar protección en apego de niños y niñas. El procedimiento ha-
los adultos. Los niños y niñas con estilos inse- bitual consiste en pedirle al menor que dibuje
guros presentan dificultades para responder a a su familia y posteriormente que identifique
las historias, negando, evitando o esquivando a cada una de las personas que aparecen en
los problemas planteados. El estilo evitativo, el dibujo. Kaplan y Main (1986) elaboraron
concretamente, se caracteriza por historias que un sistema de clasificación basado en los de-
minimizan las emociones relevantes en el apego, talles más frecuentes de los dibujos de los ni-
evitando la necesidad de protección y confort ños y niñas con estilos de apego seguro, evi-
de los personajes infantiles, sin un claro afron- tativo, resistente y desorganizado. La omisión
tamiento de los dilemas. En el caso de los niños de la madre o del niño en el dibujo, la exage-
y niñas con apego ambivalente, los personajes ración de las cabezas, los brazos pegados al
se muestran muy vulnerables y las historias se cuerpo o los personajes disfrazados son, según
caracterizan por la maximización de las emo- las autoras, algunos de los indicadores típicos
ciones negativas. Finalmente, los niños y niñas del apego evitativo; mientras que la colocación
con estilo desorganizado presentan historias en de las figuras en las esquinas de la página, la
las que predominan contenidos extraños, se- separación de las figuras con barreras o la exa-
cuencias caóticas, incoherentes y llenas de vio- geración de las manos o de los brazos reflejan
lencia, con un bloqueo u obstrucción de los di- signos de apego ambivalente; por último, las
lemas presentados. escenas, símbolos y signos inusuales o extra-
ños representan indicadores de desorganiza-
Más allá de las historias incompletas, The
ción. Otros autores, como Fury et al. (1997)
Separation Anxiety Test (SAT) es un procedimien-
se basaron en categorías globales para la co-
to proyectivo semiestructurado diseñado por
dificación de los dibujos de las familias, esta-
Hansburg (1972) para su uso con adolescentes,
blecidas según la creatividad del dibujo, la per-
que fue adaptado posteriormente para niños y
tenencia a la familia, la vulnerabilidad de las
niñas a partir de 4 años (Klagsbrun y Bowlby,
figuras, el aislamiento y la distancia emocio-
1976; Main et al., 1985; Slough y Greenberg,
nal, la tensión, el cambio de roles, los conte-
1990). Esta técnica se basa en las interpretacio-
nidos extraños y la organización global del di-
nes que los niños y niñas hacen de láminas con
bujo.
ilustraciones de situaciones de separación
de las figuras de apego. El procedimiento habi-
Otro tipo de perspectiva desde la que se pue-
tual consiste en 6 láminas que se le muestran
den abordar las representaciones mentales de
al menor acompañadas de una breve explica-
apego, una vez que las capacidades verbales y
ción verbal; tres representan separaciones bre-
cognitivas están suficientemente consolidadas
ves y las otras tres separaciones más largas. Tras
en el desarrollo evolutivo del niño, se sirve de
la introducción de cada historia, se le pide al
la capacidad de autorreflexión. Este enfoque
niño o niña que cuente cómo se sentirá el pro-
se convierte en el eje central de la evaluación
tagonista, por qué y que hará en esa situación.
del apego en adolescentes (por ejemplo, a través
La valoración de la prueba, que tiene un carác-
del Friends & Family Interview o FFI de Steele
ter categorial (Kaplan, 1987), se basa en las res-
y Steele, 2005) y adultos (por ejemplo, a través
puestas del niño.
del Attachment Adult Interview o AAI de George,
Otro tipo de abordaje metodológico utili- Kaplan y Main, 1985). En este sentido, recien-
zado para explorar las representaciones men- temente se ha desarrollado una entrevista se-
tales de apego ha sido la evaluación a través miestructurada dirigida a niños y niñas de entre
de dibujos. El dibujo supone un canal de co- 7 y 12 años denominada Child Attachment In-
municación no verbal y una vía natural de ex- terview o CAI (Shmueli-Goetz et al., 2008; Tar-
presión de los niños y niñas, especialmente a get, Fonagy, y Shumueli-Goetz, 2003) basada en
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Metodología de Foco de la
Periodo evolutivo Aproximación Situación
evaluación evaluación
Situaciones de Laboratorio.
Infancia temprana y
separación- Conductas de apego Categórica Altamente
Preescolares
reunión estructurada
Infancia temprana y Observación en el
AQS Conductas de apego Unidimensional
Preescolares hogar
Observación en el
Diario de apego Infancia temprana Conductas de apego Multidimensional
hogar
Historias Preescolares y Representaciones Categórica/
-
incompletas escolares mentales de apego Multidimensional
Láminas con
Preescolares y Representaciones
situaciones de Categorial -
escolares mentales de apego
separación
Preescolares y Representaciones Categórica/
Dibujos -
escolares mentales de apego Multidimensional
Representaciones
Entrevistas Infancia tardía Multidimensional -
mentales de apego
Este enfoque más clásico se ha ido movien- Bretherton, I. & Oppenheim, D. (2003). The
do hacia un nivel representacional, dedicando MacArthur Story Stem Battery: Development, ad-
un mayor interés y espacio a la organización ministration, reliability, validity, and reflections
mental de las experiencias de vinculación (Bett- about meaning. En R. N. Emde, D. P. Wolf & D.
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y los estudios que han aplicado este tipo de me-
Bretherton, I., Oppenheim, D., Buchsbaum, H.,
todología han aportado fundamentación teórica
Emde, R., & The MacArthur Narrative Group
y empírica que demuestra la validez y eficacia
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de las técnicas narrativas para medir las expec-
Manuscrito no publicado, Waisman Center, Uni-
tativas y percepciones sobre los roles familiares,
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apegos y relaciones. El procedimiento basado
en historias incompletas ha sido la aproxima- Bretherton, I., Ridgeway, D., & Cassidy, J. (1990). As-
ción más utilizada y consolidada para explorar sessing internal working models of the attach-
los modelos internos de apego de niños y niñas, ment relatioship: An attachment story completion
aunque las ilustraciones de situaciones de se- task for 3-year-olds. En M. T. Greenberg, D. Cic-
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