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Desarrollo Histórico, Del Perfil Del CPA Ético y moral Hasta El Siglo XXI

La profesión contable ha pasado por diversos procesos de cambio que pueden diferenciarse

históricamente ya que están asociados a determinadas épocas o períodos. Como señala (Federico

Gertz Manero) en su obra “Origen y evolución de la contabilidad”. Esta profesión ha venido

evolucionando constantemente conforme a la necesidad de cada época. Y precisamente una de las

necesidades de esta profesión ha sido contar con un conjunto de normas que regulen la conducta,

el comportamiento y desempeño de las funciones del contador, con el propósito de hacer más

eficiente su trabajo, cuidando de no faltar a las normas morales de conducta.

Las normas morales existen en la conciencia de cada uno, lo que provoca que existan diferencias

en cada uno de nosotros y por ende también problemas al momento de debatir nuestras

diferencias.

Las funciones del papel que está llamado a jugar en lo económico, no han sido reconocidas en

toda su magnitud por inversionistas y público en general, hasta el extremo que Contaduría

Pública para algunos significa Auditoria, una actividad fiscalizadora sin los alcances que, en

realidad, tiene la profesión.

En la época actual y partiendo de la base legal, el Contador Público como profesional

universitario, debe percatarse de esta situación y crear una nueva imagen más acorde con la

importancia, amplitud y verdadero sentido de lo que significa su profesión. En términos sencillos

la importancia de la Contaduría Pública, radica en su función asesora que bien aprovechada es

una herramienta indispensable en la organización y en la administración actual.


Antecedentes Históricos De La Auditoría

La auditoría o revisión de cuentas tiene algunos antecedentes muy remotos, (como el caso

descrito en un papiro de Zenón, donde refiere que en el año 254 (a.n.e) Apolonios), “Ministro de

Finanzas del rey Filadelfo, de la dinastía de los Ptolomeos de Egipto, contraído por haberse

pagado de su caja siete talentos de plata sin su autorización, ordenó fuesen comprobadas las

cuentas de Aristeos, uno de los tesoreros y las del mayordomo Artemidoro, esta orden la hizo

extensiva a Zenón, administrador de todos sus intereses y jefe de contabilidad para que preparase

sus cuentas para ser inspeccionadas por Pythen, banquero del Estado, a quien deberían entregar

sus fondos que tuviesen en su poder y le serían devueltos más tarde.

En la Europa feudal esta profesión comenzó a precisarse más, llegando a identificarse las

funciones con el cargo y así nació el auditor. El nombre del auditor, debe su origen a la forma en

que se recibían (oyéndolas) las liquidaciones de las cuentas. De esta época existen algunos

antecedentes, principalmente en Inglaterra de los siglos XIII y XIV que permiten establecer las

causas que dieron origen a esta profesión, principalmente las siguientes:

La necesidad de comprobar la honestidad de aquellos que administraban los bienes y

dinero de otros.

El deseo de los administradores de que su honradez quedase comprobada.

A partir del siglo XVII, el feudalismo se debilitaba. Se desarrollaba la clase burguesa controlando

la banca, el seguro, el tráfico marítimo, los mercados y la incipiente industria contraponiendo su

poderío económico a la hegemonía feudal terminando por derrotar al feudalismo. Comienza así

una era de gran desarrollo en las actividades comerciales e industriales.


Entre las nuevas actividades que surgen se encuentra la contabilidad pública. Según los

antecedentes comúnmente aceptados por todos los tratistas de la contabilidad, “George Watson”

fue el primer contador que ofreció al público sus servicios como auditor en el año 1645 en

Escocia. Durante muchos años Watson desempeñó cargos de tesorero, cajero y contador del

banco de Escocia.

Es indudable que en el desarrollo de la contaduría pública en el mundo, principalmente en

Inglaterra tuvieron gran importancia las convulsiones económicas y financieras experimentadas

por la humanidad en el siglo XIX.

En el año 1799 existían varias firmas de contadores públicos ejerciendo en Inglaterra, lo que más

tarde dio lugar a la creación de varias asociaciones de la nueva profesión, siendo la primera la

formada en Escocia en el año 1854. En 1880 se organizó la de contadores certificados de

Inglaterra y Gales. En 1885 se fundó la de contadores incorporados y auditores de Inglaterra. En

1896 se fundó la Asociación de Contadores Públicos de Estados Unidos. En el año 1916 se inició

la preparación de un programa mínimo de procedimientos a seguir en las auditorías, quedando

establecidas las primeras reglas que rigieron la contaduría pública.

De igual manera al desarrollo de las grandes empresas se desarrolló la contabilidad, haciéndose

más profunda y analista, creando especialidades mecanizando los sistemas contables, facilitando

a las auditorías mejorar los métodos y procedimientos, establecer reglas, principios, y mantener

una constante superación para no estancarse.

En Guatemala, la profesión de Contador Público nació con la creación de la Facultad de Ciencias

Económicas, de la Universidad de San Carlos Decreto 1972 emitido durante la Administración


del General Jorge Ubico, el 25 de mayo de 1937 y aprobado por Decreto 2270 de la Asamblea

Legislativa.

Remontándonos al pasado colonial, se establece que la Contaduría Pública ya era ejercida por el

reino español, para fiscalizar a los administradores de sus colonias. Se sabe que estos

fiscalizadores auditaban el manejo de fondos por parte de don Pedro de Alvarado y le instruyeron

un proceso de cuentas que se ventilo en España; se le acusaba de no haber remitido el quinto de

oro que obtuvo de los indios, el cual correspondía a la corona. Del año 1,602 a 1,931 la Auditoria

se ejerció como Auditoria Fiscal. Las pocas empresas fuertes, de capital en su mayor parte

extranjero, tenían a su servicio Contadores Públicos de su nacionalidad.

En la actualidad el Contador Público y Auditor debe comportarse con responsabilidad moral,

buen juicio, rectitud y discreción para que todas las personas que utilicen sus servicios o estén

vinculadas a él, se formen una idea de la seriedad que revisten sus dictámenes e informes. El

Contador Público y Auditor es un profesional que cuenta con una alta responsabilidad moral e

intelectual y capacidad investigadora, analítica e interpretativa.

Cualidades personales:

El Contador Público y Auditor debe poseer cualidades y preparación personal diferente a otras

profesiones universitarias: Idealismo, cultura, capacidad dirigente, personalidad, carácter,

capacidad y agilidad mental, experiencia y estudios, capacidad constructiva, dominio de los

procedimientos y prácticas modernas de auditoría, conocimiento completo de las operaciones

prácticas de la Contabilidad, estudio de los procedimientos de tributación fiscal, conocimiento

amplio de contabilidad de costos, conocimiento de la preparación y control de presupuestos,

conocimiento de los procedimientos contables gubernamentales, capacidad para instalar sistemas

contables y sistemas de trabajo en la oficina, estudio de la legislación mercantil, dominio del


idioma, conocimiento sólido de organización y operaciones comerciales, amplios conocimientos

financieros, conocimiento satisfactorio de los principios de economía.

Una de las cualidades más importantes del Contador Público y Auditor es la independencia

mental, las decisiones que generalmente asumen el Contador Público y Auditor son

determinantes y dan origen a varias situaciones. Los juicios del Auditor deben estar

fundamentados en pruebas documentales y registros de Contabilidad, pues de lo contrario incurre

en un quebrantamiento a las normas de ética y a su integridad profesional.

La reputación del Contador Público y Auditor depende de la verticalidad en sus actuaciones y en

consecuencia debe cuidar celosamente porque esta permanezca impermeable ante las

obligaciones e intereses de cualquier tipo.

Formación técnica del Contador Público y Auditor

La formación surge de acuerdo a las necesidades de cada individuo que trata de obtener un título

universitario. El contador público es la secuencia de los conocimientos que se van adquiriendo

escalonadamente, existen múltiples factores que contribuyen a la formación del contador público

como son: La vocación y orientación.

El contador público basa su personalidad intelectual en relación al elemento técnico del trabajo,

esto implica una preparación académica que comprende conocimientos de contabilidad,

matemática, economía y ciencias afines. La técnica se adquiere con el estudio, solo habrá, en el

mejor de los casos, un buen factor, pero no basta para cimentar una personalidad profesional.

La preparación del Contador Público y Auditor la obtiene de instituciones de estudios superiores,

donde recibe una instrucción sistemática sobre principios y prácticas de contabilidad, legislación

mercantil y tributaria, elaboración de presupuestos, métodos de análisis de estados financieros,

estadística, sistemas de costos y valuación de inventarios, resolución de problemas financieros y


todo lo relacionado con la práctica de la Auditoria. La preparación del Contador Público y

Auditor no se limita solamente a lo anterior, también deberá estar actualizado de los cambios y

avances de la profesión y de los acontecimientos económicos.

Ética del Contador Público y Auditor

La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se

ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como

las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias

empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los

intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social.

La ética tiene por objeto de estudio aquellas formas de verdad referidas a las fundamentaciones,

razones, y causalidades de lo que se considera bueno o malo, correcto o incorrecto (principios de

verdad y de rectitud). Y que son diferentes del objeto de otras ciencias que responden a la

cuestión de en qué momento algún juicio es verdadero o falso (principio de verdad).

Objetivos de la ética profesional

Procurar un grado importante de comprensión racional de la vida moral, y por tanto, hacer

posible un ejercicio más lúcido de este aspecto de la convivencia. Ello por cuanto permite

comprender la razón de ser de las normas morales, conocer que son socialmente necesarias,

relevantes para la buena marcha de los asuntos humanos.

Hacer que el profesional sepa el porqué de la norma moral para posibilitar un compromiso más

personal y auténtico con ésta y que se vuelva capaz de percibir de manera muy precisa todo lo

que está en juego en el respeto a la norma.


Hacer más capaz al profesional de comprender las morales que le son ajenas, pertenecientes a

otra sociedad, otra cultura, otro medio social, para pasar de la letra de la moral al espíritu que la

sustenta.

Servir “como el “control de calidad” o la “denominación de origen” aplicadas ahora no a un

determinado producto sino a los servicios profesionales

Responsabilidad profesional

El Contador Público y Auditor es responsable profesionalmente por los trabajos que se

compromete a realizar, sea que los lleve a cabo directamente o a través de sus asociados y su

personal.

El Contador Público y Auditor solo podrá asociarse para la práctica profesional con otros

profesionales universitarios colegiados, en forma que asuma su responsabilidad profesional

limitada. La asociación deberá llevar el nombre de uno o más socios y las personas cuyos

nombres figuren en la razón social deberán ser profesionales. Cuando un socio que sea Contador

Público y Auditor acepte un puesto incompatible con el ejercicio de la profesión, deberá retirarse

de la asociación mientras dure la incompatibilidad.

El Contador Público y Auditor puede representar, ser representado, efectuar trabajos por cuenta

de otros colegas o ser corresponsal, sin que por ello deje de asumir su responsabilidad profesional

limitada y siempre que al actuar así, no pierda su independencia mental o económica, si su

proceder constituya una forma de penetración ilegal de empresas transnacionales de auditores o

de personas y empresas que ejerzan la profesión al margen de las leyes del país.

El Contador Público y Auditor podrá utilizar los servicios de otras personas para el desarrollo de

su trabajo, sin menoscabo de su responsabilidad profesional ilimitada. El Contador Público y

Auditor, deberá cimentar su reputación en honradez, laboriosidad y capacidad profesional, y para


tal efecto deberá observar las normas de ética en todos sus actos profesionales, así como el

decoro en la vida privada.

Si el profesional desempeña un cargo público o privado, deberá hacer constar el grado de

vinculación con la empresa o dependencia en que presta sus servicios; de no hacerlo así se

considera que falta a su responsabilidad profesional. En este orden de ideas deberá firmar los

informes, estados y documentos de la empresa o dependencia oficial de que se trate, con

indicación, bajo su firma, del cargo que ocupa y en cuya calidad suscribe los documentos.

Cuando el profesional actué simultáneamente en el ejerció de su profesión y en cualquiera otra

clase de ocupación compatible, observara estrictamente las presentes normas e

independientemente, las que estén vigentes para la otra actividad.

Ética y Moral

La ética es el estudio filosófico y científico de la moral. Es teórica mientras que la moral es

práctica. Las dos se refieren a normas de comportamiento.

Un punto importante dentro de la ética, es la conciencia, que la podemos definir de la siguiente

manera: “es ver la realidad, de una manera objetiva, explicando, dando sentido y justificando lo

que me gusta y que no”. Muchas veces la conciencia la referimos como el “Pepe Grillo” que nos

dice que es bueno y que es malo, pero en este caso no sabemos diferenciar lo bueno delo malo,

porque para una persona un acto puede ser bueno y para otra no, y es por eso que en la definición

se sitúa lo que me gusta o que no me gusta. Con el término moral suele decirse o mencionarse lo

que tiene que ver con un conjunto de reglas referidas a la conducta o comportamiento de los

hombres y que prescriben y codifican dicho comportamiento, así hablamos de un código moral.

Moral también significa el comportamiento determinado de un individuo o de toda una sociedad


en relación a un determinado código. El término moral se refiere al comportamiento en que

consiste nuestra vida. Este comportamiento se compone de hábitos, actos y costumbres.

La Ética se fundamenta en la razón, y depende de la filosofía. La Moral se apoya en las

costumbres, y la conforman un conjunto de elementos normativos, que la sociedad acepta como

válidos.

La moral tiene como elemento principal la Religión en tanto que la ética tiene como única

autoridad el juicio de la razón y se reafirman las creencias. Al mismo tiempo estudia teorías

acerca de lo bueno, lo malo, la moral, los valores, teniendo un fin que es “el buen vivir” y esto

nos dice que cada quién elige cómo vivir. El buen vivir no es más que estar satisfechos con uno

mismo y con lo que tenemos, es estar felices y completos.

Hoy vivimos un momento de preocupación generalizada por la falta de valores éticos, por el

crecimiento de la delincuencia, del fraude y de la corrupción. Uno de los temas que más

frecuentemente forma parte de la agenda ética y que con más fuerza está golpeando la conciencia

de hoy, es el fenómeno de la corrupción, sabemos que la vida pública está expuesta a la

corrupción esta abarca no solamente los niveles del poder político, sino, en general, toda la vida

de relación en sociedad: el mundo corporativo, los medios de comunicación, el espectáculo, la

medicina y las profesiones liberales, incluyendo la nuestra.

La formación ética debe constituir una parte fundamental de los planes de estudio de la carrera

del contador profesional que se imparte en las instituciones educativas, es algo prioritario,

justamente en esta época caracterizada por la carencia de los valores humanos. Debemos

reconocer el papel de la universidad y de las instituciones que agrupan a los contadores

profesionales en el fortalecimiento de los valores éticos que contribuyen a la convivencia. En este

sentido, es arduo el camino por recorrer para ir más allá de la mera transmisión de conocimientos

y lograr implantar las prácticas que conduzcan a una convivencia basada en referentes éticos.
El contador debe esforzarse cada día más para que su desempeño como contadores destaque por

la amplia formación profesional alcanzada en las aulas universitarias, durante su camino laboral y

en el manejo generalizado de la entidad para la cual trabajan, terminando con un conocimiento

integral que les permite incursionar con propiedad en todas y cada una de las áreas gerenciales de

una institución o empresa, con la capacidad y responsabilidad que los profesionales de la

contaduría tendrán que dar a conocer.

Bibliografía

www.biblioteca.usac.edu.gt/tesis/03/03_3260.pdf

www.igcpa.org.gt/wpigcpa2/wp-content/uploads/2016/01/REVISTA-EDICION-172-PRIMERA-

PARTE.pdf

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