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HIPÓTESIS METAPSICOLÓGICA

ECONÓMICO

Califica todo lo relacionado con la hipótesis según la cual los procesos psíquicos
consisten en la circulación y distribución de una energía cuantíficable (energía pulsional),
es decir, susceptible de aumento, de disminución y de equivalencias.

1) De modo general, se habla en psicoanálisis de «punto de vista económico».


Así, Freud define la metapsicología por la síntesis de tres puntos de vista: dinámica,
tópica y económica, entendiendo por esta última «[...] la tentativa de conocer el destino
de las cantidades de excitación y de lograr al menos cierta estimación relativa de su
magnitud» (1). El enfoque económico consiste en considerar las catexis* en su movilidad,
sus cambios de intensidad, las oposiciones que se establecen entre ellas (concepto de
contracatexis), etc. A lo largo de toda la obra de Freud se encuentran consideraciones
económicas; para él no sería posible una descripción completa de un proceso psíquico sin
apreciar la economía de las catexis.

Esta exigencia del pensamiento freudiano se debe, por una parte, a un espíritu científico y
un aparato conceptual impregnados de nociones energéticas, y, por otra parte, a la
experiencia clínica, que impone a Freud desde un principio cierto número de hechos que
cree poder explicar únicamente utilizando un lenguaje económico.

Por ejemplo: carácter irrepresible del síntoma neurótico (que a menudo se traduce en el
lenguaje del paciente por expresiones como: «es más fuerte que yo»),
desencadenamiento de trastornos de tipo neurótico consecutivos a perturbaciones de la
descarga sexual (neurosis actuales*); y, a la inversa, alivio y desaparición de los
trastornos cuando el sujeto logra, durante la cura, liberarse (catarsis*) de los afectos
«arrinconados» en él (abreacción*); separación, efectivamente comprobada en el síntoma
y en el curso del tratamiento, de la representación y del afecto que en principio se hallaba
ligado a ésta (conversión*, represión*, etc.); descubrimiento de cadenas de asociaciones
entre una determinada representación, que provoca muy escasa o nula reacción afectiva,
y otra aparentemente anodina, pero que provoca dicha reacción: este último hecho
sugiere la hipótesis de una verdadera carga afectiva que se desplaza de un elemento a
otro, a lo largo de una vía de conducción.

La interpretación de los sueños (Die Traumdeutung, 1900).


Más tarde, toda otra serie de comprobaciones clínicas y terapéuticas vinieron a reforzar la
hipótesis económica, como por ejemplo: á)el estudio de estados, como el duelo o las
neurosis narcisistas*, que imponen la idea de un verdadero equilibrio energético entre las
diferentes catexis del sujeto, de tal forma que existe una correlación entre el desapego
hacia el mundo exterior y el aumento de la catexis asociada a las formaciones
intrapsíquicas.

La hipótesis económica se halla constantemente presente en la teoría freudiana,


traduciéndose por un conjunto de conceptos: la idea «princeps» parece ser la de un
aparato (al principio calificado de neuronal, y más tarde definitivamente de psíquico), cuya
función consistiría en mantener a un nivel lo más bajo posible la energía que por él
circula.

Principio de placer). Este aparato realiza cierto trabajo,descrito por Freud de diversas
formas: transformación de la energía libre en energía ligada*, aplazamiento de la
descarga, elaboración psíquica de las excitaciones, etc. Esta elaboración supone la
distinción entre representación y quantum de afecto* o suma de excitación, pudiendo ésta
circular a lo largo de cadenas asociativas, cargar una determinada representación o
complejo representativo, etc. De donde el aspecto económico que desde un principio
poseyeron los conceptos de desplazamiento*y de condensación*.

El aparato psíquico recibe excitaciones de origen externo o interno; estas últimas


(pulsiones) ejercen un empuje constante, que constituye una «exigencia de trabajo». De
un modo general, todo el funcionamiento del aparato puede describirse en términos
económicos como un juego de catexis, retiro de la catexis, contracatexis y sobrecatexis.

La hipótesis económica se halla en estrecha relación con los otros puntos de vista
metapsicológicos: tópica* y dinámica*. En efecto, Freud define cada una de las instancias
del aparato por una modalidad específica de circulación de la energía: así, dentro de su
primera teoría del aparato psíquico, establece la existencia de una energía libre del
sistema y una energía ligada del sistema y una energía móvil de sobrecatexis para la
conciencia.

Asimismo el concepto dinámico de conflicto psíquico implica, según Freud, el tomar en


consideración las relaciones entre las fuerzas presentes (fuerza de las pulsiones, del yo,
del superyó). La importancia del «factor cuantitativo», tanto en la etiología de la
enfermedad como en el resultado terapéutico, queda subrayado con especial claridad en
Análisis terminable e interminable (1937).

El punto de vista económico se considera a menudo como el aspecto más hipotético de la


metapsicología freudiana

DINÁMICO

Califica un punto de vista que considera los fenómenos psíquicos como resultantes del
conflicto y de la composición de fuerzas que ejercen un determinado empuje siendo éstas,
en último término, de origen pulsional (Laplanche, 100).

En relación con el punto de vista dinámico, están los conceptos de ‘conflicto psíquico’ y
‘represión’.

CONFLICTO: Oposición entre fuerzas aparente o evidentemente incompatibles. Los


conflictos pueden ser externos, cuando se oponen una fuerza exterior y una fuerza interna
del sujeto, y pueden ser internos o intrapsíquicos, cuando se oponen internamente dos
fuerzas.

Estos últimos son de especial interés para el psicoanálisis, y pueden ser calificados
indistintamente como conflictos internos, psíquicos o intrapsíquicos:

CONFLICTO PSIQUICO (o intrapsíquico): en psicoanálisis se habla de conflicto cuando,


en el sujeto, se oponen exigencias internas contrarias. El conflicto puede ser manifiesto
(por ejemplo entre un deseo y una exigencia moral, o entre dos sentimientos
contradictorios) o latente, pudiendo expresarse éste último de un modo deformado en el
conflicto manifiesto y traducirse especialmente por la formación de síntomas, trastornos
de la conducta, perturbaciones del carácter, etc. (Laplanche, 77).

El psicoanálisis considera al conflicto como constitutivo del ser humano y ello desde
distintos puntos de vista: entre el deseo y la defensa, entre los diferentes sistemas o
instancias, entre las pulsiones, conflicto edípico, etc. En este último caso no sólo se
enfrentan deseos contrarios, sino que estos a su vez se enfrentan con lo prohibido
(Laplanche,77).

Los conflictos intrapsíquicos se refieren a los que tienen lugar entre dos partes de la
misma mente, en contraste con el conflicto entre personas (Rycroft, 71). Ejemplos son el
conflicto entre impulsos instintivos (por ejemplo libidinal y agresivo), o entre estructuras
(por ejemplo yo y ello).

REPRESION: Es considerada por Laplanche en dos sentidos.

a) En sentido propio: operación por medio de la cual el sujeto intenta rechazar o mantener
en el inconsciente representaciones (pensamientos, imágenes, recuerdos) ligados a una
pulsión. La represión se produce en aquellos casos donde la satisfacción de una pulsión
(susceptible de procurar por sí misma placer) ofrecería el peligro de provocar displacer en
virtud de otras exigencias.

La represión es particularmente manifiesta en la histeria, si bien desempeña también un


papel importante en las restantes afecciones mentales, así como en la psicología normal.
Puede considerársela como un proceso psíquico universal, en cuanto se hallaría en el
origen de la constitución del inconsciente como dominio separado del resto del psiquismo.

b) En sentido más vago: el término ‘represión’ es usado en ocasiones por Freud en un


sentido que lo aproxima a ‘defensa’ debido, por una parte, a que la operación de la
represión en el sentido a) se encuentra, al menos como un tiempo, en numerosos
procesos defensivos complejos (en cuyo caso la parte es tomada como el todo) y, por otro
lado, debido a que el modelo teórico de la represión es usado por Freud como el prototipo
de otras operaciones defensivas (Laplanche, 375).

Habría dos tiempos en la represión: lo que ha sido reprimido en el primer tiempo


(represión originaria) tiende a irrumpir de nuevo en la conciencia en forma de derivados,
siendo sometido entonces a una segunda represión (represión con posterioridad)
(Laplanche, 94).

Relacionamos el punto de vista dinámico con conflicto y represión porque punto de vista
dinámico significa fuerzas que se oponen (conflicto), y porque un ejemplo fundamental de
esta oposición ocurre en la represión, donde hay una fuerza pulsional que pugna por
descargarse, y otra fuerza de sentido contrario que la reprimirá.

Podemos ir sintetizando la vinculación entre los tres puntos de vista metapsicológicos del
siguiente modo:

La energía fluye libremente y busca descargarse (aspecto económico), pero existen


barreras que se oponen a esa descarga, o sea se producen enfrentamientos entre fuerzas
contrarias (aspecto dinámico). Todo esto acontece en un escenario, en un ‘lugar’,
metafóricamente hablando, llamado ‘aparato psíquico’ y diferenciado en sistemas o
instancias (aspecto tópico), diferenciación que va ocurriendo paulatinamente a lo largo de
la vida y especialmente durante los primeros cinco años (esto último es un punto de vista
genético, que Freud suele agregar también en su metapsicología, en especial en la
segunda tópica).

TÓPICA
Teoría o punto de vista que supone una diferenciación del aparato psíquico en cierto
número de sistemas dotados de características o funciones diferentes y dispuestos en un
determinado orden entre sí, lo que permite considerarlos metafóricamente como lugares
psíquicos de los que es posible dar una representación espacial figurada.

Corrientemente se habla de dos tópicas freudianas, la primera en la que se establece una


distinción fundamental entre inconsciente, preconsciente y consciente, y la segunda que
distingue tres instancias: el ello, el yo, el superyo. La hipótesis freudiana de una tópica
psíquica surge dentro de un contexto científico (neurología, psicofisiología,
psicopatología), del cual nos limitaremos a indicar los elementos más inmediatamente
determinantes. Se sabe que Freud siempre atribuyó a Breuer el mérito de haber
establecido una hipótesis que es esencial para una teoría tópica del psiquismo: en la
medida en que el aparato psíquico está formado por sistemas diferentes, esta
diferenciación debe poseer una significación funcional. Especialmente es por esta razón
que una misma parte del aparato no puede desempeñar las dos funciones contradictorias
que son la recepción de las excitaciones y la conservación de sus huellas

FUNCIONES YOICAS

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