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LA VICTORIA ES SEGURA

En nuestros días eso de que el bien vence al mal, parece ser solo el guion
repetitivo de las películas. Si miramos nuestro mundo, parece suceder todo lo
contrario, cada día nos quejamos más y más de la corrupción, de la
inseguridad,
Aún las situaciones difíciles de esta vida son usadas para la gloria de Dios y el
bien de los que lo aman.
Las películas de super héroes, tan populares; siempre tienen el mismo patrón,
y son lo que a fin d cuentas las hace interesantes, y es que, cuando todo parece
estar perdido, cuando el mal parece tener el control y ya no hay esperanza,
entonces llega el superhéroe y salva el planeta. Esta historia sería aburrida y
no se le vería al superhéroe realmente como superhéroe, si no tuviese que
vencer un enemigo que parecía invencible, no se le ve como salvador del
mundo si no tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural, algo que realmente le
viera como un salvador. Si el conflicto no hubiese sido grande, y más grande
aún el acto heroico ¿cómo es que se vería como un superhéroe? De hecho, no
es solo el tema de las películas, sino que es el tema en el que se mueve el
mundo. Celebramos los triunfos y las victorias porque implican un reto. Las
historias más grandes de amor son aquellas que han tenido que vencer los más
grandes obstáculos. El amor verdadero se demuestra es en los momentos
difíciles. Se aprecia verdaderamente a aquellas personas que en los momentos
duros de nuestra vida no nos abandonaron. Esa es la esencia de este mundo,
salir adelante, superarse, vencer los obstáculos. De esto se trata el día a día.
De hecho, esto es la vida. Y si es así en el plano físico ¿Cuánto mayor ha de ser
esta verdad en lo espiritual? Si todo en esta vida implica esfuerzo, trabajo,
dedicación, sacrificio ¿por qué esperar que sea lo contrario en materia
espiritual? Es precisamente esto lo que nos muestra biblia de principio a fin.
Dios creó a Adán y Eva y los puso en el huerto en Edén. Alí tenían mucho que
hacer, y realmente nada de esto era un problema para ellos, lo que realmente
se convirtió en un conflicto fue respetar los límites que Dios les puso y allí se
libró la batalla entre el bien y el mal, y todos conocemos la historia, el mal salió
vencedor en apariencia, Adán y Eva cayeron en pecado, separados de la
presencia de Dios, fueron expulsados del paraíso y cuando todo parecía
perdido, llega la promesa de un salvador, un descendiente de la mujer que
aplastaría la cabeza del enemigo. Avanzando rápidamente ene le tiempo,
muchos años después, la maldad de los hombres llegó a tal extremo que Dios
decidió destruir a todos ser viviente, una vez más el mal parecía triunfar, y
entonces Dios envió el diluvio, pero allí en medio de la más grande inundación,
una barca de madera contenía una esperanza que aunque parecía pequeña
trajo de nuevo la vida a esta tierra y esto solo por la gracia de Dios, Noe, su
familia y una pareja de cada animal, preservados por Dios, volvieron a poblar
este mundo. Luego unos cientos de años después, nuevamente cuando todos
se había olvidado de Dios y vivían en el paganismo, Dios llama a un hombre ya
anciano y le da la promesa de un hijo el cual sería su esperanza, Abraham sale
como forastero a una tierra que Dios le mostraría, allí en medio de su
peregrinaje Dios cumple su promesa y ahora nace Isaac, pero tras unos años
el mal parece tomar nuevamente ventaja, Isaac debe morir, pero allí, justo
antes de ser sacrificado, un cordero muere en su lugar y podríamos decir, en
el último momento de un gran sacrificio, la esperanza regresa con mayor
fuerza. Y la historia se repite una y otra y otra vez. Es el patrón que dibuja la
biblia en todas sus páginas, hasta llegar al verdadero y gran superhéroe, uno
que no es salido de tiras cómicas ni de efectos especiales, sino uno de carne y
hueso, Dios mismo hecho hombre, sujeto a nuestra debilidad y en el acto más
grande sacrificio entregó su vida para ser el verdadero salvador en este
mundo. Sin embargo, su victoria parecía en su momento una derrota, el
salvador del mundo murió colgado en una cruz y yacía sin vida en una tumba,
pero cuando todas las esperanzas parecían perdidas, al tercer día el salvador
se levantó de la tumba, exhibiendo su poder y su gran victoria. Y, aunque la
más grande de todas las batallas se libró en esa cruz, sin embargo, esa batalla
entre el bien y el mal sigue su curso, y ahora el mal se ha centrado en un
objetivo: “la iglesia”; pero la más grande esperanza de todas es que, al igual
que como ha sucedido una y otra vez a lo largo de la historia, es siempre el
bien quien al final de mucho sacrificio, sale triunfante sobre el mal. Es esto lo
que realmente muestra apocalipsis. Que, a pesar que el mal con todo su
arsenal, con toda su fuerza, arremete contra la iglesia, tal como diría el apóstol
Pablo: ni siquiera las puertas del Hades prevalecerán contra ella. Porque en
Cristo “LA VICTORIA ES SEGURA”.

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