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POESÍAS
MÉXICO.
Imprenta de Gonzalo A. Esteva,
2* de la Pila Seca núm. 4,
1884.
PRÓLOGO-
Ya la juventud graciosa
Te abre sus jardines bellos,
Y el mundo te espera en ellos
Con su encanto seductor.
No te alucine, hija mía,
£1 brillo de esas jardines,
Ni el placer de sus festines,
Ni el encanto de su amor.
Tu honestidad cuidadosa
Guarda siempre y tu pureza,
Pues no hay sin ellas belleza
En la más bella mujer.
Y cual gota de rocío
Que cae, la que las olvida
Perla es ántes de caida,
Fango después de caer.
Tú el erial de mi existencia
Has llenado de dulzura,
Porque en él hermosa y pura
Te ha visto crecer mi amor.
Y cual lirio perfumado
Que Dios del cielo me envía,
Te has colocado, hija mía,
En mi tierno corazón.
Ya la juventud te espera:
Plegue al cielo que el destino
Flores ponga en el camino
Que en el mundo llevas tú.
Y que al cruzar tan hermosa
Por sus pensiles tan bellos,
Te acompañe siempre en ellos
El ángel de la virtud.
EN UN ÁLBUM.
EL RUISEÑOR
LA AZI CENA.
Puebla, 1860.
Losciate ogoi eperanz*.
Dante.
EL CANTO DE LA TÓRTOLA.
Bn uu bosque silencioso.
Cantando en mitad del dia,
Una tórtola decía
Con acento lastimoso:
Tórtola humilde nací
;Pohre de raí!
Y yo à vivir condenada
En la enramada
Donde tórtola nací,
Doy en mi eterno quebranto
Un lamento en cada canto
¡Pobre de mí!
México, 1861.
A CLARISA.
Guadalajara, 1857.
80
EN LÀ CORONÀ FUNEBRE
Z). O-ZUR/FIO.
JL SEZÒJLFIIST^.
Si Serafina os llamáis,
Mal vuestro nombre entendais.
Si cera, por qué no ardeis,
Si fina, por qué no amais.
A UNA MSA.
(en su álbum.)
México, 1859.
39
EL POETA Y LA MENDIGA.
A ml amigo
DON ANTONIO GARCÍA GUTIÉRREZ
Y apresurando él su paso
Te dice, al mirarte, esquivo,
Con tono despreciativo:
Perdona, hermana, por Dios?......
LA MENDIGA.
EL POETA.
T prodigando su oro
Con profusion, sin medida,
Alegre pase su vida,
Sufriendo el mendigo así.
LÀ 1QSNDIOÀ.
Veracruz, 1846.
411
EL ÁNGEL DE AMOB
En la tarde silenciosa,
Concento forman suave
Con sus querellas el ave
Y sus murmullos la flor;
Y me parece, ángel mió,
En ese triste concento,
Qíx tan dulce tu acento
Como un suspiro de amor.
Y tu cintura es esbelta
Como el tallo de la palma... ·
Tú eres la amada de mi alma;
Eres tú mi ángel de amor.
Tampico, 1854.
fOftilM
10
A. MAZATLAN.
No me detengas, la hermosa
Sirena de aquestos mares,
Pues llorando mis pesares,
Mi destino es caminar.
Yo soy un pájaro errante
Que sin descanso camino,
Soy un pobre peregrino
Sin familia y sin hogar.
En la apacible mirada
De tus hermosas mqjeres,
Hay un mundo de placeres,
Hay un cielo para mí;
Mas ¡ay! ¿qué vale ese cielo,
Con su dicha soberana,
Si he de dejarlo mañana,
Si he de llorarlo al partir?
Mazatlan, 1857.
54
EL BESO.
Veracruz, 1844.
-AuID.A.-
L.A. ZFZES.AJDILZUA.
Y latiendo el corazón,
Parece se nos arranca,
Los ojos llorar no pueden
Y se anuda la garganta,
Despertamos espantados;
À la voz la lengua falta;
Y damos gritos horribles
Sin articular palabras.
Veracruz, 1849.
65
México, 1860.
68
ADIOS.
EL “ΣΓ ELLA-
Poetfee.—10
η
Veracruz, 1862.
η
Jalapa, 1858.
78
LA TRINITARIA.
México, 1861.
LAS MUJERES Y LAS ROSAS.
En un jardin do babffc
Flores hermosas,
Una rosa brillaba
Entre las rosas.
¥ al mirarla tan bella.
Se enamoraron de ella
Las mariposas.
1858.
Foesfa.—Π
SS
1850.
88
JL CJLZE^OZLTZfcTA..
Veracruz, 1846.
W’l» » · *.
88
IxA.
—π Símbolo de sentimiento
Recuerdo soy ó plegaria,
Pues me llaman pensamiento»
Exclamó con dulce acento
La apacible trinitaria.
Asomando avergonzada
Entre sus hojas inquieta
—h Soy modesta y recatada»
Jalapa, 1361.
OS
EL PENSAMIENTO Y LA MARIPOSA.
Jalapa, 1860.
83
ARMONÍAS
Tampico, 1855.
95
A UNA MÁSCARA.
Fomím.—13
9β
AL OBISPO OB UKAKBS»
ZMZOZtSTSZEïlfîOiR, VERBA
Mensajera cariñosa
De nuestro infeliz amor,
Pobre flor ¡ay! pobre rosa,
Ayer tan fresca y vistosa
Y hoy marchita y sin color!
Prendada de ta hermana·
En ti me mandó, flor bella,
La expresión de su ternura,
Porque eras hermosa y pura
Cual pura y hermosa es ella.
México, 18ÔL
1Û8
México, 1861.
104
Veracruz, 1850.
108
TTISrÆ VIOLETA.
AVES PEPASO
BL >Ο*ΤΛ.
LA NUBX.
EL PORTA.
Arroyuelo bnllicicen
Que entre las florea euspua»,
Sin detenerte á mirarlas
Cuando, ellas en ti sa miran
Y, amantes, por agradarte
Sobre tus aguas se inclina»
¿Por qué ten velos te alejes,
Arroyo de este» campiña·
Do entre perfumes y flores
Resbala, dulce, la vida?
Al paso, del caminante
La sed ardiente mitigas,
Y vida das á las plantas
108
XL ARROTO.
BL TORTA.
LA BRISA.
KJL POSTA.
EL XVE.
KL POETA.
ADIOS A ELISA.
CANCION.
A LA SRITA. C. G. iï.
(EN SU ÁLBUM.)
México, 1854.
115
EL GUERRILLERO
Es hermosa su figura,
Y responde á su denuedo,
ta que cuelga á su cintura,
Rica espada de Toledo.
II
A la puerta de su choza
Sentado está un pobre viejo,
Que así sus penas lamenta
Y llora su desconsuelo.
—n¡Ah! todo acaba en la vida,
Y como el hombre, los pueblos
Se pierden, desaparecen
Entre las sombras del tiempo.
¿A do, México infelice,
Tus nobles patricios fueron?
¿A do, México infelice,
Están aquellos guerreros,
Honor de la raza entónces
De sus ilustres abuelos?
¿Dónde están que entre nosotros,
Prontos, denodados, fieros,
No aparecen iracundos,
A sus hijos maldiciendo?
¿A dónde están que insensibles
A la infamia, al cautiverio
De su raza degradada,
No se levantan del suelo
Que regaron con su sangre
Allá en más felices tiempos?....
Todo enmudece: tan solo
Respuesta me dan los ecos
De la cercana montaña
Donde el canon extranjero
Ha retumbado, imponente,
Nuestras chozas conmoviendo.
Todo enmudece en mi torno:
117
Infelices ¡ay! los pueblos
Que transigen con la infamia,
Y como viles insectos,
Se arrastran ante el verdugo
De su raza, y pasan luego
Bajo del yugo ominoso
Del más bajo cautiverio.
¿A dónde están ¡oh, Dios mioí
Aquellos felices tiempos
En que á millares so alzaban,
A la voz del gran Morelos,
Los hijos de nuestra patria;
En que brotaban del suelo
Belicosos combatientes,
De honor y virtud modelos,
Con el alma de hombres libres
Y el corazón de guerreros?....
Mañana, tal vez mañana,
Ni una sombra, ni un recuerdo
Que al mundo diga: π aquí estuvo
La grande Nación de México. »
Mañana ya nuestra raza
Se habrá extinguido, y el hielo
De nuestros grandes volcanes
Dirá tan solo al viajero:
h Existieron unos hombres
Hnatusco, 1847.
FeÑfcl.—16
its
ADIOS AI PARTIR.
LA ILUSION PERDIDA.
{En el Album de la interesante pódtlsa Srita. Isabel Prieto).
SONETO.
Guadalajara, 1850.
m
A. MI LAUD-
Y tú al mirar el ardor
Con que amo á la virgen mía.
Como á dulce trovador
Me irás prestando armonía
Para cantarle mi amor.
U2C
¥ al eco de la garganta,
Que guarde en papel la tinta»
Dudar, entre dicha tanta,
Si es una voz la que canta,
O es .un pincel el que pintan.
Veracruz, 1840.
129
Toeita.—19
130
Sentimos cuando lloramos,
Lloramos cuando sentimos,
Y en un tormento vivimos
Si así viviendo callamos.
Nuestras penas ocultamos
Por no poderlas decir,
Y después de así vivifr
Vamos de amor despertando;
¡Triste es el vivir amando
Y celos crueles sufrir!
Veracruz, 1840.
132
A AMALIA G. ZAMORA.
Su clamor no interrumpido
Hace que el mortal recuerde,
Que nació de humilde polvo
Y que en polvo se convierte;
Que la vida es solo un paso
133
II
III
Dejaste de padecer
Y Á la muerte sucumbiste,
Mas á otro mundo fuiste,
Hermosa niña, d nacer.
De tu existencia querida
Tus padres lloran la suerte;
Diles, niña, que la muerte
Fué muerte á la par y vida.
Si moribunda creiste
Tu existencia concluida
Tu muerte es ya mejor vida
Que la vida que perdiste.
136
VI
1810.
(Para et sepulcro de un niSo.)
Habana, 1869.
139
^ZECWBZRZDOS.
A ZULIMA
Tampico, lóóó.
142
SONETO.
México, 1862.
148
II
Ρβ«ω.-ΐ9
146
Quizá en su desvelo
Se juzga en un cielo,
Y con los querubep
Allá entre las nubes
De hinojo? está.
149
Y goza en la altura
Celeste ventura,
Y en el arpa santa
El iihosanaii canta
Como un ángel ya.
Ui
Venid, avecillas;
Miradla dormir,
Imágenes bellas
Tomando de aquí.
Venid, avecillas;
A cantar venid;
Pues vereis contentas,
Si á cantar venís,
La flor más hermosa
Que guarda el jardin,
La estrella más linda
Que ha visto el Abril
En su hermoso cielo
Brillante lucir,
La Vénus de Oriente
Con sus gracias mil,
La gloria del sexo,
La reina de aquí.
Venid, avecillas;
Venid, pues, venid,
Y al través del velo
De gasa sutil
Que cubre su lecho,
Miradla dormir.
Mirad cual la luna
Del alto cénit
La envuelve en sus rayos
152
De plata y zafir;
Mirad su albo seno,
Su rostro infantil,
Su luenga pestaña,
Su mudo sonreír,
Su esbelta cintura
Delgada y gentil,
Su tersa mejilla
De concha y carmín,
El mármol del cüello,
Del brazo el marfil;
Venid, avecillas,
Y lmced luego oir
Endechas de amores
Y trinos sin fin,
Cantando sus gracias
Por todo el pensil.
Veracruz, 18M.
158
(EN SU ÁLBUM.)
México, 1855.
155
JL UN* ARROYO.
SONETO.
Veracruz, 1842.
160
JL MI CORAZON.
Corazon enamorado,
Si tal es tu condición,
Si á sufrir ¡ay! condenado
Estás, pobre corazón;
Descuidado,
Deja que corra una vida
Que con nada te convida,
Corazon enamorado.
(OCTAVA).
A MI MADRE,
i
Descansa, madre querida,
En la tumba solitaria,
Y mi fúnebre plegaria
No perturbe tu quietud.
Descansa en la tumba y deja
Que entre tanto monumento,
Vague perdido el acento
De mi enlutado laúd,
No te agites ni enternezcas
Cuando en noche tempestuosa,
A llorar venga á tu losa
Tu cariño y tu virtud.
Descansa, madre, descansa
En la tumba solitaria,
Y mí doliente plegaria
No perturbe tu quietud.
165
Tu labio quizá de mí
Despedirse ¡oh Dios! quería,
Porque trémulo lo vi,
Y al verlo, madre, sentí
Lo que tu pecho sentía.
Yo vi, yo vi de tu rostro
Desparecer el color,
Y vi una cárdena sombra
Que en tus labios se pintó.
Y vi la dulce sonrisa
Que en tus labios resbaló,
Como si en la misma tumba
Consolaras mi aflicción.
ΠΙ
Tú me dirás si en el cielo
Se tiene el amante anhelo
Que aquí tuvimos los dos;
Y yo entónces cantaré,
Y á este mundo le diré
Cómo es el mundo de Dios.
Veracruz, 1840.
178
A.ZDZOS JL ZESTZEZZEZÒ.
México, 1861.
CTS
EL PASO DE LA VEDA.
De la cuna á la mortaja
Es la vida una escalera;
Cuando se sube, ligera,
Pesada cuando se baja.
Nada en ella nos ataja
Miéntras subiéndola vamos;
Pero después comenzamos
A bajar con precaución,
Que es cada año un escalón
Que en la escalera bajamos.
Al principiar la partida,
El hombre apénas advierte
Que lo conduce á la muerte
El camino de la vida.
Fácil juzga la subida,
Sin considerar siquiera
Que aunque la encuentre liger*,
Antes que llegue á bajar
Bien puede á la muerte hallar
Al comenzar la escalera.
177
Solo en la mandona vida
Sabemos que no sabemos,
A dónde parar debemos
Bajando de la subida.
La duda nos intimida,
Pues al bajar ignoramos
Si cada año que pasamos
Pe este mundo en la mansion,
Es el úUimo escalón
Que en la escalera bajamos.
México, 1873.
1Í8
HIMNO PATRIOTICO.
OORO.
II
III
IV
VI
Veracruz, 1844.
181
AL FARO DE U LÚA.
EL EIA DE DIAS
Medellin, 1844.
188
SÏTFL·ICLA.
Si esperar es mi consuelo
¿Por qué, corazón, así
Encrudeces mi desvelo,
Cuando yo soñaba un cielo
Después de llorar aquí?
Mitiga tu fuego en tanto
Que prestándole el amor
A mi existencia su encanto,
De mis ojos con el llanto
Apagar pueda tu ardor.
TISTSOZhÆZISriO.
Improvisación.
L RUISEÑOR Y LA AZUCENA.
México, m
Fotsta»"-K
sot
LA ROSA PREFERIDA.
SONETO.
Jalapa» 1858,
203
ODA.
Veracruz, 1849.
toe
Jalapa, 1858.
PottU*.—27
«10
A CONCHITA EN SU ΒΙΑ
La felicidad, Conchita,
En la tierra en que habitamos,
Por nuestro mal no alcanzamos
Λ saber dónde estará.
JL3DIOS JL ZfcÆJLZEÔIJL
Y al oírlo, silenciosa
En tn mansion solitaria
Alces á Dios tu plegaria,
¡Ay! acuérdate de mf.
JL ZTJLIIÆA.
Jalapa, 1861.
216
JL TI.
Jalapa, 1861.
>19
IPOBKE MARINERO!
Se ocultó la estrella
Que en el claro cielo
Me indicaba el rumbo
Del ansiado puerto,
Y perdido ahora
Por el mar navego
Solo en mi barquilla,
¡Pobre marinero!
Venid y amparadme^
¡Oh dulces recuerdos
Pe pasa las dichas
En mejores tiempos!
Venid, que en mi triatq,
Terrible aislamiento
Do mi pobre barca
Sueltos van los remos,
Y al helado soplo
Del airado viento
Tal vez de la orilla
Tranquila me alejo.
Venid y amparadme
¡Oh dulces recuerdosf
Ved que de la vida
Por el mar navego
Solo en mi barquilla,
¡Pobre marinero!
Antes A mi lado
ITn rtngel del cielo
Con su amor sublime
Me alentaba tierno;
Yo cruzaba el mundo
De esperanzas lleno,
Encontrar pensando
Sosegado un puerto;
Mas del mundo el ángel
Emprendió su vuelo,
Se cerró la noche,
Desatóse el viento,
Desprendióse el rayo
Con horrible estruendo^
Y perdido ahora
Por el mar navego
Solo en mi barquilla,
¡Pobre marinerol
221
Venid, esperanzas
Qne en felices tiempos
Mi pecho llenásteis.
¡De paz y contentol
Volvedme la dicha
Que robóme el cielo;
Dad luz á mis ojos,
Porque triste y ciego
Por un mundo vago
De peligros lleno;
Dirigid el rumbo
De mi paso incierto
Volviéndole al alma
La paz y el consuelo;
Ved que de la vida
Por el mar navego
Solo en mi barquillla,
¡Pobre marinero!
Solo en mi barquilla,
¡Pobre marinero!
¡Venid y amparadme,
Ob dulces recuerdos
De pasadas dichas
En mejores tiempos!
Venid, que en mi triste,
Terrible aislamiento,
De mi pobre barca
Sueltos van los remo^
V al helado soplo
Del airado viento
Tal vez de la orilla
Tranquila me alejo:
¡Venid y amparadme
Oh dulces recuerdosi
Ved que de la vida
Por el mar navego
Solo en mi barquilla,
¡Pobre marinero!
Veracruz, 1861.
224
EN EL ÁLBUM
DE XA SEÑORA
Poesía*.—2&
Guando el faro que sególa
Apagó el destino fier#
¿Qué hará el pobre marinero
En la borrascosa mar?
JL JLZFJL.
ODA.
De la loma escarpada,
O en la ladera de tus regios montes,
O entre ei leve vapor de la cascada;
Y ver del indio las pajizas chozas
Sobre abismos sin fondo suspendidas,
O allá medio perdidas
En pintorescas grutas,
O entre el verde follaje confundidas
Rico en sus flores y sabrosas frutas;
Y ver que el campesino
Que por la cumbre del cercano monta
Duerme á la sombra del robusto pino,
O en giros desiguales
Ve la espiga dorada
Ondear por do quier de los trigales,
Descienda lento de la cumbre á poco
Hasta el fondo feraz de la cañada,
Y el agua guste del preciado coco
O el jugo de la caña azucarada,
O vaya entre zarzales
A ver coloradear sus cafetales!
¿Qué te valen tu eterna primavera
Y tu frescura y tu verdor eterno,
Y, sin calor ni frió,
Mirar pasar el ardoroso estío.
Mirar pasar d rigoroso invierno!
Jalapa, 1871.
286
U ORGIA.
Mióntras en un cementerio
T al pié de la cruz luctuosa
La desconsolada esposa
De hinojos orando está.
Y derramando su llanto
En la tumba solitaria,
Dice su tierna plegaría
Con acento angelical.,. ·
uLos que estais en esa orgía
Cantad alegres, cantad, n
in
UNA VOT.
XX. POXTA.
UNA VOZ.
IL POETA.
UNA VOZ,
EL POETA.
UtfÀ voz
XL PORTA.
CORO.
XL PORTA.
IV
Veracruz, 1849.
Poetfct—tt
«60
Ni te adormece el arrullo,
En la siesta sosegada,
De tórtola enamorada;
Ni oyes el tierno murmullo
Que sale de la enramada:
HIMNO PATRIÓTICO.
CORO.
ESTROFA PRIMERA.
ESTROFA SEGUMPA,
ESTROFA TERCERA.
ESTROFA CUARTA,
Veracruz, 1847.
2S7
us Angel de paso.
(En U corona fúnebre de U Srita, Guadalupe Eivera y Mendoxa.)
SONETO.
TTJST ΈόΈ3στΐΉ3Ξ^Ι3Ο
A P.
JLT±.
LA MUJER Y LA FLOR.
PB3STSAMIE35TTOS.
II
ni
IV
Poesías. - 36
274,
JL ZMZJLTILZDZE. lM
Jalapa, 1850.
276
LAMENTOS DE AMOR.
CANCION.
Yo la vi, yo la vi enternecido,
En el lecho de muerte postrada,
Dirigirme en su triste mirada
Un eterno y dulcísimo adiós.
Y su vista ¡infeliz moribunda!
En mi vista fijó delirante:
Ya murió, ya no existe mi amante...
¡Ay del hombre, del hombre que amó!
277
Zefirillos blandos,
Los que en el jardin
Jugáis con las flores
Del risueño Abril,
Venid á este sitio,
Ligeros venid;
Moved vuestras alas
Con soplo sutil;
Recoged aromas;
Venid, pues, venid,
Que yace adormid»
La flor del pensil.
Bu negro cabello,
Jugando, esparcid
Por su blanca frente
De terso marfil.
Besad su mejilla
Que envidia el rubí.
¡Ob quién cual vosotros
Hoy fuera feliz!
Volad en su torno,
Gozándoos aqui
Do yace adormida
La flor del pensil.
Dormida reposa,
Tranquila y feliz,
La jóven divina
Como uu serafín;
La de negros ojos
280
Y talle gentil;
La del terso cútis
De concha y carmin;
De todas las bellas
La más bella, sí,
La flor de las flores,
La flor del pensil.
Si acaso despierta,
Podréisla decir
De amantes ternezas
Mil cosas por mí:
Diréisla que la amo*
Y soy infeliz
Pues callo, sintiendo'
Mi pecho latir,
Diréisla amorosos
Que es ella mi hurí,
La luz'de-mi vida,
La flor del pensil.
Si amor la despierta
Del sueño infantil,
Traerále amor penas,
Tormentos sin tín........
Que viva dichosa,
Miéntras yo infeliz
Contemplo adormida
La flor del pensil.
Veracruz, 1841.
Poatoa-M
982
JL TT3ST 3STZÍTO.
Veracrtiz, 1846.
4β2
ZÆE3Z)ITJLOTO3ST.
BZEÒÏJSTDIS.
SEZòEUsTJLTJl.
94 feliz y venturosa,
Y que llevada al jardin,
En él te ostentes graciosa,
Modesta como la rosa,
Púdica como el jazmín.
La Paz, 1856.
301
CANCION.
T yo de algun cementerio
Entre el polvo confundido,
Estaré, quizá, dormido
Por toda la eternidad.
Veracruz, 1845.
307
EL NIÑO DORMIDO.
il
Y mañana es amargura,
Las penas de la criatura,
El llanto del pecador.
III
Y si el alma de poeta
Dios, por tu mal, te concede,
Entónces, niño, ser puede
Más crudo tu padecer.
Pues cuando el pobre poeta
Sentida su voz levanta,
Pulsa el laúd con que canta
Llorando triste con él....
Duerme, duerme, tierno niño,
El sueño de la niñez.
IV
Al cruzar-esa existencia,
El candor y la inocencia
Marchan, niño, junto á tí,
Y dormidas las pasiones,
Ni te ofrecen ilusiones
Ni perturban tu dormir.
Veracruz, 1842.
316
EN EL ÁLBUM
DE LA SRA. DOÏÏA A. Z. DE LA S.
EL ARROYO Y LA FLOR.
UI PLOR.
BL ARROYO.
LA FLOR.
XL ARROYO.
Pona».—41
322
Veracruz, 1844.
326
HIMNO PATRIÓTICO.
OORO·
estrofa trímera.
estrofa segunda.
De ardiente entusiasmo
El pecho se inflama,
La patria nos llama,
Ya truena el cañón.
Al hombro las armas,
Marchemos, soldados,
En torno agrupados
Del sacro pendón.
ESTROFA TERCERA.
Al cielo animosos
Alzad vuestra frente,
Que nunca el valiente
Su frente abatió.
Y muera el cobarde
Que al yugo se humille,
Y el nombre amancille
Que indigno llevó.
ESTROFA CUARTA.
¡tas de
Si donosa se te mira
Entre muchas ninfas bellas,
Que lucen del mundo estrellas
Bajo un cielo de zafir.
Entre aquesa muchedumbre
Donde anidan los amores,
Ellas son las otras flores,
Τύ, la rosa del jardin.
333
LA LÁGRIMA PERDIDA.
A. UNA MARIPOSA
Lijerilla
Mariposa
Que pasando
Placentera
Pe los nardos
A la rosa,
Pe los mirtos
Al jazmín,
Con tus galas
Y colores
Siempre inquieta
Revolando,
Juzgas pocas
Tantas flores,
Mariposa,
Para tí.
Vuela, vuela:
Cautelosa
No te pares
En ninguna,
Que tras esa
337
Miel sabrosa
Hay veneno
Matador.
En el mundo
Las mujeres
Miel ofrecen,
Flores son;
Pero cuestan
Sus placeres
Una vida
De dolor.
Pomím.—43
338
No me queda esperanza,
La vindicta social quiere una vida;
De su seno me lanza,
Y al pueblo á la matanza
Con sus fúnebres toques lo convida.
Impaciente me espera;
Mañana deberá, cual yo, una vida;
Y al mirarla severa
La llaman justiciera,
Y yo soy criminal, soy homicida!........
Llamándose ofendida
Me conduce al patíbulo á que muera»
Έ inconsecuente olvida
Que al quitar otra vida
Homicida es cual yo, no justiciera.
Y el pueblo despiadado,
Mirando mi hora postrimer cercana,
Acude apresurado
A ver á un desgraciado
Que en el sepulcro dormirá mañana.
La sociedad lo quiere
Y al salvaje espectáculo te invita,
Que inexorable hiere,
Y en el hombre que muere
Lo que no puede dar es lo que quita.
343
Y nombrándose culta,
La espada con que hiere vengadora
En el seno sepulta,
Y con su risa insulta
Al infeliz que arrepentido llora.
En su fin meditando,
Sin piedad al cadalso lo encamina;
Y, leyes invocando,
Lo mira agonizando
Con la calma infernal del que asesina.
Y pena al inocente
Haciéndole sufrir males prolijos,
Pues le infama vilmente
Castigando, inclemente,
El crimen de los padres en los hijos.
Ya prepara la muerte
Abierta para mí su oscura fosa.
Cumplida está mi suerte;
Nunca más podré verte:
Adiós, por siempre adiós, mi dulce esposa.
345
Eras tú de mi vida
El consuelo querido y la esperanza
Pobre flor combatida,
En su niñez herida
Pues mi castigo en su niñez le alcanza.
En la orfandad te deja
Le tosca mano del verdugo impío;
Y sin oír mi queja,
lúa sociedad aleja
¡Ay! tu cariño del cariño mío.
Huérfano desvalido,
Ora no puedes lamentar tu suerte;
Ni ver enternecido,
Á tu padre afligido
Los umbrales pisando de la muerte.
El escalón de la tumba
Ya toca mi planta helada;
Enfrente tengo á nía nada,»
Al mundo lo dejo atrás.
Pues la triste sepultura
Que me tiene el hombre abierta,
Es en el mundo una puerta
Que lleva á la eternidad.
850
To die...· To sleep?....
■ShAKBSPRAK»,
O al dejar la sepultura
A algun Eden volará
Lleno de eterna verdura,
Donde ajena de amargura
Entre flores vagará.
Y palacios colosales,
Y ciudades opulentas
Con sus puertos y arsenales,
Con sus grandes catedrales,
Con sus torres corpulentas.
Y si tras la sepultura
El hombre todo lo olvida
¿Qué vale aquí la ventura,
Si se torna en amargura
Siendo tan corta la vida?
Es la vida un pensamiento
Que puede apénas juzgarse;
Es humo de fuego lento,
Que se eleva si no hay viento
Y al menor viento se esparce.
Y de la pompa mundana
Se viste para perder,
A su triste fin cercana,
Én las horas de mañana
Las ilusiones de ayer.
Veracruz, 1844.
ses
HIMNO PATRIÓTICO. ΠΙ
CORO.
ESTROFA TRIMERA.
ESTROFA SEGUNDA.
ESTROFA TERCERA.
ISTROFA CUARTA.
ESTROFA QUINTA
ESTROFA SEXTA.
ESTROFA SÉTIMA.
ESTROFA OCTAVA.
AL PUEBLO DE VERACRUZ.
Veracruz, 1847.
372
A MEXICO.
Arrancando de tu sien
La diadema, con mancilla
Te oprimieron; roas también
Sultana entraste al harén
Del monarca de Castilla.
sis
Te acariciaron con dolo,
Y desgarrando tu ropa
Aquella insolente tropa,
Gon tus harapos tan solo
Vistió de lujo la Europa.
Anunciándoles venganza.
Una estrella de esperanza
Por el cielo de Dolores.
Demudóse tu color;
Despareció tu esperanza
Entre un porvenir de horror,
Y despertaste al dolor
De tus sueños de venganza.
877
Al alzarse sacudieron
Las cadenas de sus manos:
{Sangre y venganza!—dijeron—
Y los campos se tiñeron
Con sangre de tus tiranos...,.
México, 1842.
>80
EL JURAMENTO
(1) Esta poesía fué leída por el autor en el cementerio general de Ve
racrue el dia 27 de Marzo de 1849, en el acto de darse sepultura á los
restos de los individuos que murieron en el bombardeo de la misma pía*
za en los dias 22, 2d, 24, 26, 26 y 27 de Marzo de 1847.
La función que se hizo con este objeto fué solemne. Como durante el
bombardeo se habían hecho laa inhumaciones de las victimas en los pa
tios de algunos conventos, en los de los cuarteles y aun en algunas ca
lles. se procedió en los días 26 y 26 á hacer las exhumaciones corres*
pondientes, depositándose los testos mortales exhumados en la iglesia
matriz. El dia 27 se cerraron los Establecimientos públicos expontínea*
mente y reinó durante el día un silencio religioso en toda la ciudad. Ea
la tarde dél mismo dia las autoridades, la guardia nacional y la pobla*
cio nentera. vestida de luto, acompañaban los carros fúnebres .que con*
3#3
Veracruz, 1849.
387
CONFIDENCIAS-
Poesías. ~δ1
402
II
in
FIN.
411
ÍNDICE.
Ftfge.
Prólogo.................................................................................... 6
A mi hija Carolina.—Al cumplir quince años............. 7
A leda.—Serenata................................................................... 12
La azucena enamorada.—En un álbum............................ 16
2 A dónde voy?................................................................. 21
El canto de la tórtola.......................................................... 25
A Clarisa................................................................................. 28
En la corona fúnebre del poeta mexicano D. Manuel
Carpió......................................................................... 30
A Serafina............................... 85
A una niña.—En su álbum................................................. 31
El poeta y la mendiga.—A mi amigo D. Antonio Car-
cía Gutiérrez........................................................... 39
El ángel de amor................................................................... 47
A Mazatlan.......................................................................... 50
El beso.......................................*............................................ 54
Epitafio................................. 56
Alda...................................................... 57
La pesadilla................................. 60
4Λ3
Pige.
Glose......................................................................................... 129
A Amalia G. Zamora.............................................. 132
Epitafio*—Para el sepulcro de un niño.......................... 138
Recuerdos.—A Zulima..........................................................139
En la muerte de mi malogrado amigo Juan Díaz Co
varrubias.—Soneto........................................................ 142
El primer sueño de la esposa............................................ 143
A la Srita. Luisa Quijano.—En su álbum.......... .. 153
El canto del zenzontle......... ,.............................. ,............. 155
A un arroyo.—Soneto.......................................................... 159
A mi corazón............. ...................................,....................160
A Osollo.—Octava................................................................ 162
A mi madre.......... 163
Adiós á Esther.—En el álbum de la poetisa mexicana
Esther Tapia....................................................... 173
El paso de la vida........................................................ .. 176
Himno patriótico.—Puesto en música por el profesor
P. Joaquin M. Aguilar......... ....................................... 178
Al faro de TJlua·»·.··«.. ·■· ·«·· ······.· ···· » ·... 18i
El dia de dias.................................................... 182
Súplica................................................. 138
Trova.—A C............................................................... 189
Insomnio............................................. 193
Epitafio.—En el sepulcro de uu niño................................196
En las bodas de mi amigo Juan Campos Mendivil.—
Improvisación............................................................. .. « 197
El ruiseñor y la azucena.—A mi amigo el gran poeta
español José Zorrilla.............................. .. 199
La rosa preferida.—A mi apreciable amiga la Srita.
Concepcion Lascurian.—Soneto.................................... 202
414
Pige.