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Hemos probado en bastantes ocasiones una formula base de Flores de Bach, que ha
sido aplicada externamente a través de una crema para casos de personas con
artrosis y otros problemas reumatológicos.
En la mayoría de los casos, se ha acompañado el uso local de las flores con un
preparado oral. Todos ellos con muy buenos resultados, sobretodo en lo referente al
alivio y desaparición del dolor y la mejora de la función articular (mejorando la
movilidad).
Al ser enfermedades de tipo crónico, la mejoría puede se observa en una o dos
semanas, aunque hemos tenido casos de mejoría en pocos días.
La artrosis o enfermedad degenerativa, es la más común de las enfermedades
articulares. Ocurre con más frecuencia en personas de edad media y ancianos,
afectando el cuello, la región lumbar, rodillas, caderas y articulaciones de los
dedos. La artrosis también puede afectar a articulaciones que han sido previamente
dañadas porque han sufrido un sobre uso, infección o una enfermedad reumática
previa. Los pacientes con artrosis padecen dolor y deterioro funcional.
La sospecha de artrosis surge cuando aparece dolor en las articulaciones. Esta
sospecha debe ser confirmada por un examen físico, la realización de radiografías y
la exclusión de otros tipos de enfermedades.
Un caso concreto y las Flores de Bach:
Hombre de 50 años, diagnosticado hace 4 años de artrosis nodular. Manifiesta ya la
deformidad en los nudillos de ambas manos, así como un intenso dolor, y dificultad
para mover los dedos, principalmente por las mañanas.
Se le preparó una crema para la aplicación local de las Flores de Bach. Se uso una
crema con base de origen 100% natural, cuyos ingredientes provienen de la
agricultura ecológica, esta crema es ideal para preparar los tratamientos
personalizados, tanto para masaje como cosmética. Tiene un alto contenido en
proteína de trigo que contribuye a la hidratación profunda de la piel y favorece la
penetración de los activos que le vayamos a añadir.
A la crema se le añadieron las siguientes flores:
Estrella de Belén: para regenerar el tejido, dañado por el
trauma permanente producido por la enfermedad degenerativa.
Sauce: Para la rigidez cronificada y la inflamación
Agua de roca: para la rigidez que paraliza la articulación
Impaciencia: para el dolor agudo.
Verbena: para la inflamación
Hojarazo: para el debilitamiento de las articulaciones, y
para mejorar la flexibilidad y elasticidad
Olmo: Para mitigar el dolor fuerte producido por el
movimiento.
Realizó una aplicación local en cada una de las
articulaciones de los dedos de las manos, todas las noches,
antes de acostarse y otra aplicación por la mañana.
Refiere a los 5 días, que ha desaparecido el dolor y la
rigidez que padecía al despertar.
A los 10 días, comenta que solo se lo aplica por la noche al
acostarse, pero que la rigidez ha desparecido, así como el
dolor.
A los 20 días, puede coger con las manos objetos sin sentir
la rigidez, aunque no ha recuperado la total movilidad de los
dedos, el dolor es muy esporádico.
Estos son los resultados que se obtienen con las Flores de
Bach.