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EL EVANGELIO por: R.C Sproul.

No hay mayor mensaje para oír que aquel que llamamos Evangelio. Sin embargo, así
como es importante también es propenso a ser distorsionado masivamente o simplificado
demasiado. La gente piensa que le está predicando el Evangelio a usted cuando le dicen:
“Usted puede tener un propósito en su vida”, o “Su vida puede tener sentido”, o “Usted
puede tener una relación personal con Jesús”. Todas esas cosas son ciertas, y todas son
importantes, pero no llegan al corazón del Evangelio.
El evangelio se llama “buenas nuevas” porque atiende el problema más serio que tú y yo tenemos
como seres humanos, y ese problema es simplemente este: Dios es santo y justo, y yo no. Al final de
mi vida, voy a estar en presencia de un Dios justo y santo y voy a ser juzgado. Seré juzgado ya sea
en base de mi propia rectitud (o la falta de esta) o la rectitud de otro. Las buenas nuevas del
Evangelio son que Jesús vivió una vida de rectitud perfecta, de obediencia perfecta a Dios, no para
su propio bien sino para su pueblo. Él ha hecho por mi lo que yo ni remotamente podría hacer por mí
mismo. No solo Él ha vivido esa vida de perfecta obediencia, sino que se ofreció como sacrificio
perfecto para satisfacer la justicia y la rectitud de Dios.
La gran idea equivocada de nuestros días es esta: que Dios no se preocupa por proteger su propia
integridad. Él es una especie de deidad boba que simplemente ondea su varita mágica del perdón
sobre todo el mundo. No. Que Dios te perdone a ti es un asunto costoso. Costo el sacrificio de su
propio Hijo. Tan valioso fue ese sacrificio que Dios lo pronunció valioso levantándolo de los
muertos, de modo que Cristo murió por nosotros y fue levantado para nuestra justificación. El
Evangelio es, entonces, algo objetivo. Es el mensaje de quien es Jesús y lo que él hizo. Y también
tiene una dimensión subjetiva. ¿De qué manera los beneficios de Jesús son subjetivamente
convenientes para nosotros? ¿Como los puedo obtener?
La Biblia es clara en que somos justificados no por nuestros trabajos, no por nuestros esfuerzos, no
por nuestras obras, sino por la fe y solo por la fe. La única manera por la cual puedes recibir el
beneficio de la vida y la muerte de Cristo es poner tu confianza en Él y en Él solamente. Haces esto,
eres declarado justo por Dios, eres adoptado en su familia, eres perdonado de todos tus pecados y
has empezado tu peregrinación a la eternidad.
Vía Pastor Rene Lissard

«No importa cual es tu postura respecto a la seguridad de la salvación. Las advertencias


respecto a la apostasía se escribieron «para nosotros», recordemos que «el haber sido
iluminados, saboreado el don celestial, tenido parte en el Espíritu Santo, gustar de la
buena palabra y los poderes del siglo venidero¹», no deben hacernos dormir respecto al
pecado y la dureza que trae, y sus consecuencias eternas.
El orgulloso que piensa de manera contraria, diciendo que tales oráculos de maldición se
escribieron para otros y no para el mismo, esta más propenso que nunca a caer en tan horrible error»
| El pecado: seduce • endurece • mata |
¹Hebreos 6:4-6
FRANCIS SCHAEFFER "UN HOMBRE
TOCADO POR DIOS AL LEER LA
BIBLIA POR 1° VEZ!!!
December 2, 2017
1. LA BIBLIA FUE CENTRAL EN SU COSMOVISIÓN.
Francis A. Schaeffer (1912-1984) se convirtió a la edad de 17
años, después de leer la Biblia por primera vez. Siendo un
adolescente brillante, tenía muchas preguntas sobre la vida, pero
encontró que los libros de filosofía no le ayudaron. La convicción
de que la Biblia tenía respuestas básicas para preguntas básicas
caracterizarían su vida y su trabajo. El eslogan de la comunidad
l'Abri fue: “No me avergüenzo del evangelio” (Romanos 1:16).
Defendió la infalibilidad de la Escritura en contra de toda
hermenéutica espiritual.
2. EXPERIMENTÓ UNA PROFUNDA CRISIS ESPIRITUAL
EN UN MOMENTO DE SU VIDA.
A principios de la década de los 50, Francis experimentó una
crisis espiritual profunda e inquietante. Al mismo tiempo que él
había abrazado y defendido todas las doctrinas correctas,
también encontró que su vida espiritual se había secado. Como
resultado, él se decidió a re-examinarlo todo, desde los
conceptos más básicos hasta los más complejos.

Fue entonces cuando resurgió con un nuevo sentido de la


realidad de la fe cristiana. Le preguntó a su esposa Edith que si
algún día se llegaran a remover todos los pasajes de Las
Escrituras sobre el Espíritu Santo y la oración, si ella pensaba
que eso haría gran diferencia en sus vidas. Al decidir que no lo
haría, ellos determinaron desarrollar una nueva dependencia de
la realidad del Espíritu de Dios y la vitalidad de la oración.

3. FUNDÓ L'ABRI BASADO EN SU VISIÓN DE QUE LA


SANTIFICACIÓN TIENE GRAN VALOR.
La comunidad l'Abri, en los Alpes Suizos, fue fundada en 1955.
Fue el fruto de la convicción de que “Dios está allí”. En su serie
de sermones, seguido por el libro, “La verdadera espiritualidad”,
Francis desarrolló sus puntos de vista sobre la santificación,
centrado en la realidad y el poder de Jesucristo para guiarnos a
seguir sus pasos a través de tres etapas necesarias: rechazo,
muerte y resurrección. Él decía: “Si usted busca la perfección o
nada, conseguirá nada cada vez que lo intente. En cambio, en la
vida cristiana se puede experimentar considerable progreso.
Esto, incluyendo todos las áreas de la existencia humana, social,
psicológica, el amor de Dios hasta conseguir contentamiento, y el
amar al prójimo sin envidia”.
4. CREÍA EN LA DIGNIDAD DE TODOS LOS SERES
HUMANOS.
En las enseñanzas de Francis Schaeffer era central que el ser
humano es hecho a la imagen de Dios. Aun cuando estaba
consciente del pecado y la ruina de los seres humanos, él
defendía su nobleza, sin importar que fuesen vistos o no como
“pequeños” ante los ojos del mundo. Fue muy crítico con la
condición operante de B.F. Skinner, dirigiéndonos por el contrario
hacía, “De regreso a la libertad y a la dignidad” (escrito en 1972).
Se opuso al aborto, la eutanasia y al infanticidio; y en 1983 fue
coautor de “¿Qué le ha ocurrido a la raza humana?”, con el
Cirujano General C. Everett Koop. Y aún más, él veía las artes
creativas como un testimonio de que el ser humano es portador
de la imagen de Dios, incluso cuando estos mostraran distorsión
y rebelión. En contra del dilema del misticismo o nihilismo,
Schaeffer ofreció dignidad humana.

5. AFIRMÓ LA DOBLE REALIDAD DE QUE NO HAY


VERDAD SIN AMOR, PERO TAMBIÉN QUE NO HAY
AMOR SIN VERDAD.
Un principio fundamental sostenido y enfatizado una y otra vez
por Francis Schaeffer fue que “una verdad verdadera” era
equivalente, y sin embargo, podía ser fría y cruel de ser
comunicada sin amor. Una vez dijo: “La iglesia local o un grupo
cristiano deben ser correctos, pero también deben ser hermosos”.
Habló de la ortodoxia complementada por la ortopraxis.
Cualquiera que visite l'Abri descubriría inmediatamente este
extraordinario balance.

Schaeffer fue un apasionado de la verdad y se opuso ferozmente


al relativismo en todas sus formas. Preguntas honestas merecen
respuestas honestas, afirmaba. Pero tanto él personalmente,
como la comunidad en general, eran bañados en gracia y amor.
Cada persona, sin importar qué tan perdida estuviera, contaba
como un objeto del amor de Dios. Tal amor es costoso, y requiere
gran sacrificio y riesgo.
6. PENSABA QUE EL MEJOR MÉTODO DE
APOLOGÉTICA ERA EL DE PRESUPOSICIÓN.
Aun cuando nunca desarrolló ninguna técnica de apologética —
paso por paso— Francis poseía una asombrosa habilidad para
percibir la desconexión que había entre lo que un incrédulo
profesaba, y sus profundas convicciones o prácticas. Al creer que
todo ser humano tenía conocimiento de Dios (Romanos 1:18-21),
él entendía que sin importar cuál fuese su opinión acerca de su
falta de significado o su ateísmo, sus vidas traicionaban a
su consciente más profundo.

Con la presunción de que la revelación de Dios es inevitable, y


creyendo que es imposible andar por la vida exitosamente como
si Dios no existiese, Schaeffer indagaba hasta que encontraba un
lugar donde se manifestara alguna contradicción. Él entonces
podía predicar el evangelio a una persona más receptiva.

7. AFIRMÓ LO BUENO DE LA CREACIÓN.


Una de las principales herramientas de diagnóstico de
Schaeffer fue el identificar una división entre lo que llamó la
planta baja y la planta alta. El habitar la planta baja era frío, una
dura realidad; el mundo de mecanismos, palabras de la historia.
Habitando la planta alta estaban lo irracional, la mística, y lo
relativo. Tales dicotomías eran características de la filosofía y la
cultura. Pero también caracterizaban la teología moderna, tanto la
liberal como la neo-ortodoxa. Sin embargo, en la forma de ver de
Schaeffer, estos explotaron el significado de la planta baja, la
buena creación de Dios.

En una famosa conversación con Karl Barth, en 1950, al parecer


Schaeffer le preguntó al gran teólogo si él creía que Dios había
creado el mundo. Barth respondió que lo hizo en el primer siglo
d.C. Schaeffer señaló hacia afuera y le preguntó si eso incluía
“este mundo”, el bosque y la colina. A lo que Barth respondió,
“Este mundo no importa”. El encasillar la creación en la
encarnación de Cristo y luego menospreciar el mundo
actual representaba todo lo que Schaeffer estaba en contra.

8. LE GUSTABA RASTREAR EL ASCENSO Y LA CAÍDA


DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL.
Francis Schaeffer creía que se podía trazar una línea, desde la
antigua Roma, a través de la Edad Media, después la Reforma, la
Ilustración, hasta el presente, que fue una de ascenso y caída. Al
igual que Gibbon, él creía que el fiasco que se desplegaba ante
nuestros ojos fue el resultado de un proceso acumulativo
mediante el cual la planta alta y la baja se desconectaban cada
vez más. El descenso se observó con mayor claridad en los
siglos XIX y XX, donde se cruzó la “línea de la desesperación”,
pasando de la necesidad de la racionalidad a la posibilidad de lo
irracional. El libro (y la película) “¿Cómo, pues, debemos vivir?”
ilustra esta historiografía usando la música, el arte, la filosofía, el
cine y la teología. El resultado final es el lavado de cerebro y que
se traten a las personas como máquinas.

9. APLICÓ EL MENSAJE CRISTIANO A TODO EN LA


VIDA, INCLUYENDO LAS ARTES, LA CONTAMINACIÓN,
EL RACISMO, LA RIQUEZA, Y LA DESTRUCCIÓN DE LA
VIDA.
Francis Schaeffer aplicó el mensaje cristiano a muchas áreas de
la vida. La lista es extensa. Son particularmente notables sus
puntos de vista proféticos sobre la ecología, donde criticó tanto a
los “pesimistas” quienes culparon a Génesis 1 por la
contaminación, como a los “optimistas”, quienes estaban seguros
de que la tecnología de los Estados Unidos podían salvarnos
(“De la contaminación y la muerte del hombre”, 1970).

También abordó la cuestión del racismo de forma que muchos


evangélicos no lo hicieron. Se opuso a que se cosificaran a las
personas de raza negra, y apeló por otros para que se trataran a
todos como personas portadores de la imagen de Dios. Schaeffer
se opuso constantemente a lo que él vio como los valores
gemelos de “la paz y la riqueza personal”, pidiendo en su lugar, la
participación con desprendimiento en los males sociales. Y, como
ya he mencionado, fue un heraldo en cuanto a la dignidad de la
vida humana; no solo oponiéndose al aborto y a prácticas
similares, sino a cualquier cosa que redujera al hombre a una
máquina.
10. AMÓ PROFUNDAMENTE A SU ESPOSA, EDITH.
Dejando lo mejor para el final, la mayoría de nosotros
afirmaríamos el hecho de que Francis Schaeffer hubiera podido
hacer muy poco sin su fiel esposa, Edith Schaeffer Sevilla (1914-
2013). Nacida en China, Edith conoció a Francis en Filadelfia, y le
animó a asistir al seminario y luego a entrar al ministerio.
Comenzando con el trabajo de niños, juntos, los Schaeffers se
encontraron en Suiza, donde abrieron su hogar a miles de
personas que vagaban por las montañas con sus preguntas,
problemas y necesidades.

Eventualmente, ellos tuvieron cuatro hijos propios, que criaron en


uno de los entornos más desafiantes. Edith, la reina de la
hospitalidad, se involucraba con sus invitados tanto como
Francis. Las comidas era el lugar principal para conversaciones
profundas. El día de oración fue inspirado por el compromiso sin
límites de Edith por cultivar la presencia de Dios. Ella, siendo una
importante autora, pudo transmitir más que nadie con sus
palabras el espíritu de l'Abri.

Por William Edgar


PUBLICADO ORIGINALMENTE EN CROSSWAY. TRADUCIDO POR
ANDREINA LÓPEZ.
William Edgar (DTheol, Universidad de Ginebra) es profesor de
apologética y coordinador del departamento de apologética en el
Seminario Teológico de Westminster. Sus libros incluyen Razones
del corazón, La cara de la verdad, La verdad en todo su esplendor, y
Schaeffer sobe la vida cristiana.

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