Sunteți pe pagina 1din 7

La violencia en el minirrelato Un Ángel Terrible de Juan Manuel Roca

Juan Manuel Roca, poeta, narrador, ensayista, crítico de arte y periodista, nació en

Medellín en 1946, dos años antes de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá,

que inicia el período de la historia colombiana que los historiadores llaman La

Violencia. Ha obtenido reconocimiento nacional: Premio Eduardo Cote Lamus 1975,

Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1979; Premio Nacional de

Periodismo Simón Bolívar, 2000; Premio Nacional de Cuento Universidad de

Antioquia 2000; Premio Nacional de Poesía del Ministerio de la Cultura 2004, e

internacional: Premio José Lezama Lima dado por Casa de las Américas, Cuba

2007; Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, México, 2007; Premio Casa

de las Américas de Poesía Americana, Madrid, 2009; Premio Ciudad de Zacatecas,

México, 2009; Premio Estado Crítico 2009 al mejor poeta publicado en España, por

el libro “Biblia de Pobres”. Ha publicado numerosos libros y le han publicado una

cantidad considerable de antologías de poesía y de libros de narrativas. Es por su

reconocida trayectoria que he decidido trabajar el texto corto Un Ángel Terrible, pero

me veo forzada a recurrir a otros de sus textos con la finalidad de ilustrar figuras

como el ángel, pues en su obra la figura del ángel y el tema de la violencia aparecen

con recurrencia.

Los acontecimientos del contexto histórico social de la violencia a los que se refiere

el nimirrelato.

1
El 10 de mayo de 1957 tras 10 días de conmoción, el inicio de una verdadera

revuelta y más de 100 muertos, Gustavo Rojas Pinilla entregó el gobierno a una

Junta Militar. Rojas Pinilla había llegado al poder 13 de junio de 1953 acogido por

los sectores de poder como la persona que sacaría al país de la escala de violencia

en la que había caído. Sin embargo, del júbilo pronto se pasó al descontento gradual

y desde el principio del año de 1957 al repudio porque los partidos tradicionales se

dieron cuenta de que la familia presidencial y sus protegidos medraban y crecía la

corrupción, la iglesia, los industriales, los comerciantes y los banqueros y la

población rechazaron el régimen. Todo parecía indicar que Rojas Pinilla quería

permanecer por un período más (1958-1962) y el 1 de mayo de se arrestó en Cali

al candidato de conservadores y liberales Guillermo León Valencia, escogido para

oponer resistencia a los deseos del dictador. El 2 de mayo fue un día de protesta en

Cali, en el que los estudiantes tuvieron una participación destacada. Las protestas

se extendieron por todo el país y solo cesaron con la caída del dictador.

Rojas Pinilla se había ganado poco a poco el repudio de los estudiantes porque

había reprimido sus expresiones de participación en el escenario político nacional.

El 5 de mayo los estudiantes habían hecho un llamado a la población para apoyar

un paro nacional contra el gobernante. La reacción del gobierno fue el cierre de

colegios y universidades. El movimiento estudiantil desafió al gobierno por perseguir

los valores de la cultura. Los profesores se sumaron a la situación de emergencia

nacional. Nuevamente la reacción del gobierno fue represiva y se decretó el toque

de queda y se desplegó el ejército en sitios estratégicos de la capital. Frente al

palacio presidencial se ubicaron ametralladoras. Con la continuidad del paro el

2
gobierno se debilitó y se dieron muestras de resquebrajamiento interno de la cúpula

militar. La desesperación frente a las protestas estudiantiles hizo que el dictador

ordenara la represión violenta. Los tanques y los carros blindados se adueñaron de

las clases.

La participación de la juventud en la contienda política

El 8 de junio de 1954 los estudiantes de la Universidad Nacional hicieron un llamado

mediante carteles a que la comunidad universitaria celebrara el aniversario 25 de la

muerte del estudiante Gonzalo Bravo Páez, quien fue muerto por la guardia

presidencial cuando las fuerzas del Estado intervenían para disolver una

manifestación contra la presencia y desmanes de la United Fruit Company. Los

estudiantes se dirigían al Cementerio Central, por la calle 26 y un acordonamiento

militar les cerró el paso. Loa ánimos se calentaron y se cruzaron gritos e insultos

entre estudiantes y militares creando un ambiente de tensión que podría

desencadenar una tragedia. Finalmente, el presidente, Gustavo Rojas Pinilla

autorizó la entrada de los estudiantes al camposanto. En ese escenario todo

transcurrió con una tumultuosa asistencia. Sin embargo, otro hecho rompería la

calma: Uriel Gutiérrez Restrepo, estudiante de la Universidad Nacional, cayó muerto

por un disparo hecho por la policía militar al interior de la universidad. Los policías

habían llegado en radio-patrullas y se internaron en el campus y se pasearon por

prados y vías. Los estudiantes rechazaron su presencia con silbos y consignas. Los

policías detuvieron un auto y los estudiantes rechazaron la detención. La tensión

crecía. Un estudiante intervino y fue repelido por un policía con un culatazo en la

cara, por lo que cayó al suelo herido. Los estudiantes rechazaron la presencia y la

3
actitud de la policía. La policía trataba de entrar, pero era rechazada por los

estudiantes. Hacia las 3 de la tarde llegó un bus lleno de policías. Con los policías

venían oficiales. Los policías que estaban antes estaban mandados por

suboficiales. Los policías empezaron a disparar. Allí cayó Uriel Gutiérrez, estudiante

de medicina y de filosofía. Los estudiantes exigieron justicia y el ministro de la poca

Lucio Pabón Núñez se comprometió a que el responsable sería castigado.

La muerte del estudiante fue la gota que llenó la copa y el 9 de junio hubo una

marcha multitudinaria de protesta frente al palacio presidencial. La respuesta oficial

fue la represión. Murieron 12 personas y más de 50 quedaron tendidos, heridos por

las balas del gobierno.

Los estudiantes de Cali, Medellín y Barranquilla engrosaron las multitudes en

protesta contra el gobierno del dictador. El 10 de junio volvieron a marchar y el país

entero mostró su rechazo contra el gobierno y su violencia contra los estudiantes.

El ministro de gobierno Lucio Pabón Nuñez tomó los micrófonos de la Radio

Difusora Nacional para decir que las manifestaciones de los estudiantes habían sido

infiltradas y que alguien había disparado contra las tropas a la altura de la calle trece

con séptima, y que había dos soldados muertos y siete heridos.

Se acusó a conservadores y a comunistas, pero sus voceros desmintieron las

versiones del gobierno y exigieron conocer la verdad. El mismo Rojas Pinilla se

dirigió al país para decir que la tropa no había disparado primero y que solo habían

respondido al fuego enemigo. Los culpables nunca aparecieron. Ayer como hoy la

4
estrategia del gobierno fue el engaño y la mentira utilizando los medios de

comunicación para hacer creer a la población que los culpables habían sido los

estudiantes.

Rojas Pinilla había llegado el poder mediante un golpe militar un año antes y había

recibido el apoyo de los partidos por su promesa de pacificar el convulso país en el

que se había convertido Colombia. No obstante, cuando impuso mayores recortes

a las libertades de prensa y de oposición los partidos tradicionales y algunos

sectores de la población vieron su gobierno como un peligro para la democracia.

Poco a poco sus medidas dictatoriales se ganaron la oposición de la población y los

estudiantes participaron en expresar su descontento. La represión a la protesta y el

uso indiscriminado de la fuerza contra los jóvenes fue otro argumento para estar en

desacuerdo con el dictador. Esa enemistad entre Rojas Pinilla y los estudiantes va

a jugar un papel muy importante en la caída de la dictadura. El aún incipiente

movimiento del mundo universitario va a ser considerado uno de os factores más

importantes en la caída del dictador.

Es en el marco de estos hechos históricos que se puede mejor entender el relato ün

Ángel Terrible, del poeta y narrador Juan Manuel Roca. El cuento se refiere en forma

simbólica a una escena de la enemistad entre el estudiantado y el dictador. Los

estudiantes protestan contra el gobierno en la Plaza de Bolívar, que es un lugar

cercano a la casa de gobierno. El cuento señala claramente los oponentes y las

formas como dirimen sus contradicciones: los estudiantes arrojaban heridas con una

catapústula de fabricación casera”. el otro bando, el cuerpo policial, mejor armado

5
iba con un lanzallagas, gringo. El niño herido, que culpa de su sufrimiento a un

sargento del bando del gobierno, profiere una especie de encantamiento, en el que

lo responsabiliza de su estado de cuerpo violentado por la brutalidad policial: “se lo

voy a decir a mi mama. Con la obediencia ciega a un conjuro, el enunciado del niño

opera como el lamento inocente que se escucha y se respeta y al otro día cayó la

dictadura.

La figura del niño y de cómo su participación simbólica parece tumbar al dictador.

La inocencia frente a la violencia, el ángel y su lucha inocente contra el mal.

Como puede verse, la violencia que se había apoderado del escenario nacional

aceptó un daño menor, una dictadura para que esta tratara de enfrentar las fuerzas

desencadenadas de una violencia en sus diferentes formas y dimensiones. La

violencia invisible de las infraestructura sobre las masas empobrecidas del campo

y de la ciudad, que poco a poco eran desplazados desde los valles interandinos y

desde las mesetas fértiles de las cordilleras; por los cambios que se estaban dando

en el país y, por la necesidad de incorporar esas tierras a los cultivos que nos habían

impuesto desde afuera: serán compradores de bienes manufacturados y nos

proveerán de frutas, bananos, café y materias primas para abastecer la avidez de

las fábricas de los países desarrollados. Pero la dictadura se corrompió muy

rápidamente y desencadenó una serie de desmandes que hicieron que las castas

privilegiadas y las masas populares empezaran a dudar sobre las intenciones y las

posibilidades del dictador para tomar las riendas del poder. La violencia física y

directa no se hizo esperar contra los opositores y eso desencadenaron los resortes

6
secretos de la violencia que volvieron mojar de roja las tierras negras de los

cafetales y los otros espacios de cultivo en el interior del país. A la persecución de

los opositores políticos por parte de los dos bandos en los campos, se sumó la

represión a los sectores urbanos y la persecución de la crítica en el campus

universitario.

Un movimiento estudiantil naciente, representado en la figura del niño, todavía en

estado de inocencia que se queja ante las fuerzas de la familia sobre la barbarie del

poder del estado es escuchado y la fuerza de la respuesta social ante la dictadura

sentencia su existencia. Tras la protesta estudiantil se desata en paro nacional y el

dictador no tiene otro camino que el abandono del poder y el exilio.

El autor utiliza la metáfora del niño inocente pero terrible que en medio de su

candidez se queja y, su queja es oída en sectores más sensibles de la sociedad y

respondida por el país entero para sellar el destino del dictador y tras la caída de

este vendrá un concierto de voluntades entre los partidos tradicionales para turnarse

cada cuatro años en el ejercicio del poder y continuar con la dominación de las

masas ignorantes que los elegirán después de cada periodo para legitimar, sin tener

que recurrir a la violencia extrema contra los cuerpos, como en los duros años del

período de La Violencia, que cierra la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla.

S-ar putea să vă placă și