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Glosario de abreviaturas
AN: anorexia nerviosa
ASPB: Agencia de Salud Pública de Barcelona
BN: bulimia nerviosa
CDRS:Contour Drawing Rating Scale
CIE-10: Clasificación Internacional de las Enfermedades, décima edición
DICA: Diagnostic Interview for Children and Adolescents
DSM-IV-TR: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición-
texto revisado
EAT: Eating Attitudes Test
IMC: índice de masa corporal
RCA: Registro Central de Asegurados
TAG: trastorno de ansiedad generalizada
TCA: trastorno de la conducta alimentaria
TCANE: trastorno de la conducta alimentaria no especificado
TOC: trastorno obsesivo- compulsivo
Como vemos los trastornos alimentarios tienen una larga historia pero es en los últimos cien
años cuando han sido objeto de una aproximación en términos médicos (Gordon, 1998).
En 1873 William Gull describió en una reunión científica realizada en Londres un trastorno
que padecían algunas muchachas al que denominó anorexia histérica. Al año siguiente
publicó su comunicación con el nombre de anorexia nerviosa (Gull, 1874), siendo esta
denominación la que se ha mantenido hasta nuestros días. El concepto de anorexia
histérica también aparece en la escuela francesa citado por Lasègue en 1873 en la Societé
Médico-Psychologique de París.
En los inicios del siglo XX se produjo una proliferación de casos de clorosis,un trastorno que
afectaba a mujeres jóvenes y que se manifiesta con palidez, rechazo a los alimentos y
amenorrea.
Algunas de estas muchachas padecían simples anemias ferropénicas, mientras que otras,
probablemente la mayoría, eran casos de trastorno anoréxico (Loudon, 1984). En la
psiquiatría del siglo XX destacan por sus aportaciones en el tema Pierre Janet que en 1903
describió una forma obsesiva con conservación del apetito, junto con una forma histérica,
menos frecuente,con supresión del hambre.
Freud en su obra dedicó poca atención a este tema, si bien describió la anorexia nerviosa
como una forma de melancolía en que la sexualidad no habría alcanzado un adecuado
desarrollo, clasificando la como neurosis nutricional. En 1914 Morris Simmonds, patólogo de
la Universidad de Hamburgo, describió una forma de caquexia debida a la destrucción del
lóbulo anterior de la hipófisis. Se pensó entonces que esta era la base de la anorexia y se
consideró a esta enfermedad como la caquexia de Simmonds.
La visión moderna de los trastornos alimentarios hay qué situar en Hilde Bruch (1978) que
definió la anorexia primaria como una distorsión de la imagen corporal, incapacidad para
reconocer estados internos y sensación general de ineficacia, elementos vigentes en las
descripciones del siglo XXI.
Respecto a la bulimia nerviosa fue Rusell quien en 1979 la describió como un síndrome,
dado que previamente se había considerado como un síntoma. Respecto a este trastorno se
habían propuesto diversos factores etiológicos y casi siempre se observaba su asociación a
síntomas depresivos (Stein, 1988).
Criterios diagnósticos
Existen dos tipos mayores de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) bien definidos
clínicamente: anorexia y bulimia.
Ambas patologías tienen en común la existencia de una alteración de la percepción de la
imagen corporal y la alteración de la conducta alimentaria.
A continuación en las tablas 1.2.1. y 1.2.2. se describen los criterios del Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición -texto revisado (DSM-IV-TR) de la
American Psychiatric Association(2000) y los de la Clasificación Internacional de las.
Enfermedades, décima edición (CIE-10) de la Organización Mundialde la Salud (1993) parael
diagnóstico de anorexia nerviosa.
Esta categoría hace referencia a los trastornos de la conducta alimentaria que no cumplen
los criterios para ningún otro trastorno de la conducta alimentaria específico.
Ejemplos:
1.-Mujeres que cumplen todos los criterios diagnósticos para la anorexia nerviosa, pero las
menstruaciones son regulares.
2.-Se cumplen todos los criterios para la anorexia nerviosa a excepción de que el peso se
encuentra dentro de los límites de la normalidad aunque se haya producido una pérdida de
peso significativa.
3.-Se cumplen todos los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa, con la excepción de
que los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas aparecen menos de 2 veces
por semana o durante menos de 3 meses.
4.-Utilización regular de conductas compensatorias inapropiadas después de la ingesta de
pequeñas cantidades de comida por parte de un individuo de peso normal.
5.-Masticar y expulsar, pero no tragar, cantidades importantes de comida.
6.-Trastorno por atracón: se caracteriza por atracones recurrentes con ausencia de conducta
compensatoria inapropiada típica de la bulimia nerviosa.
Son casi exclusivamente las mujeres quienes padecen anorexia y bulimia. El 90-95% de las
personas afectadas son mujeres; de cada 10 personas qué presentan anorexia o bulimia, 9
son mujeres.
En las mujeres los trastornos alimenticios se presentan particularmente en la pubertad y se
asocian con lo que ésta representa para ellas:
● Les resulta particularmente difícil aceptar los cambios físicos y el aumento de grasa
porque sus cuerpos se desarrollan de manera contraria a las normas de belleza
establecidas socioculturalmente y que son reproducidas y difundidas por los medios
de comunicación.
● Su sentido de identidad y su imagen están más fuertemente influidos por aspectos
relacionales: lo que piensan, esperan y dicen los otros influye en gran medida en el
sentimiento de sí, y esto se incrementa en la adolescencia.
● El desarrollo de habilidades y logros escolares lo viven con mayor autoexigencia y
preocupación.
● El proceso de inicio de independencia, propio de la adolescencia, lo viven de manera
más conflictiva; las niñas enfrentan mayores tensiones individuales y diferencias
interpersonales con los padres que los varones.
● Los roles sociales y biológicos para los que se las prepara en la adolescencia son más
ambivalentes. Sus cuerpos se desarrollan para ejercer una sexualidad adulta y ser
madres; pero esta capacidad adquiere en la sociedad urbana actual un valor incierto:
está cada vez más difundida la idea de que la maternidad limita sus posibilidades de
realización profesional y esto las encierra en el ámbito de lo doméstico.Si la mujer
posee una musculatura masculinizada, muestra mayor competitividad y empuje,
pero ello actúa en contra y a costa de sus caracteres biológicos femeninos ligados a
su identidad sexual y a funciones igualmente exigidas.
En el caso de los hombres, la pubertad actúa en el sentido contrario: los acerca al ideal
cultural de la masculinidad, tanto en términos biológicos como sociales. Los hombres con
trastornos alimenticios suelen expresar preocupación, percepciones de su cuerpo e ideales
estéticos en términos considerados como femeninos. Goldman cita el caso de Andrés, de 20
años de edad:“quería controlar la, no sabía controlarme, me agarraban atracones y
entonces, tengo sentimientos de culpa y vomito”, ”era obeso, me decían corcho, me
cargaban porque era bajito y gordo”, “tengo diagnóstico de bulimia, hago mucha gimnasia,
me doy atracones, duermo hasta olvidar, soy bulímico y antes era anoréxico”.
Entre los hombres empiezana difundirse ideales de belleza y de delgadez través de revistas
especializadas, de la promoción de productos como maquillajes y moda masculina para
personas delgadas; estos factores pueden influir en un incremento del índice de trastornos
alimenticios entre la población masculina, pero el peso de este elemento y su relación con
otros considerados de riesgo no está tan difundido socialmente ni tan interiorizado en los
varones como lo está en el caso de las mujeres. Tanto para los hombres como para las
mujeres la adolescencia representa un momento importante en el proceso de definición de
la identidad y orientación sexual, este factor también puede intervenir en el desarrollo de
los trastornos alimenticios.
En las sociedades urbanas actuales se establece tanto para hombres como para mujeres un
modelo corporal único: delgado, fuerte, andrógino, joven, uniforme; no es un cuerpo
natural, sino que se adquiere con dietas, ejercicio, cirugía y el consumo de ciertos
productos. En la mujer esta exigencia es más grande e implica mayores contradicciones que
en el hombre: ser eternamente adolescentes y al mismo tiempo madres; físicamente
jóvenes pero con la experiencia de la madurez, tener un cuerpo esbelto, hermoso y
atractivo sin dejar de ser inteligentes, hábiles y astutas y ser pasionales pero sin perder el
autocontrol, son algunas de las demandas contradictorias que se le hacen a la mujer en las
sociedades actuales.
Ahora bien, la vivencia subjetiva de todo lo anterior, de acuerdo con la historia personal, es
central en este tipo de padecimientos. Si bien es cierto que la cultura deja su marca en la
producción de los trastornos alimenticios, las situaciones psicológicas individuales los
determinan y desencadenan.
Al mismo tiempo, las personas con trastornos alimenticios presentan, tanto alto
rendimiento estudiantil como desempeño escolar o profesional, en contraposición con
desajustes en lo social, sexual y, en su caso, marital.
Los problemas cardiacos van desde las arritmias, debido al abuso de medidas evacuativas,
hasta la disminución del tamaño de las cavidades del corazón, disfunciones de las válvulas
cardiacas, baja presión arterial y mala circulación. Hay un alto índice de mortalidad, que va
en aumento, debido a problemas cardiacos como consecuencia de trastornos alimenticios.
Por ello se recomiendan mediciones y exámenes específicos.
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/2704/FJAN_TESIS.pdf