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AGUAITA
REVISTA DEL OBSERVATORIO DEL CARIBE COLOMBIANO
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¡Ya es hora de s u s c r i b i r s e !
NOMBRE DE LA S U S C R I P C I Ó N
D I R E C C I Ó N PARA ENVÍO
TELÉFONO CIUDAD
CORREO ELECTRÓNICO
Miguel Iriarte
104
El tirano del ojo brillante
Fanny Buitrago
107
Intenso trabajo de in vestigacióny d ifu
sión
en el segundo semestre de 2001
R edacciónAguaita
112
LAALEGRIADE LEER
118
AUTORES
119
T ener los ojos profundos, la piel olivácea, la barba abundante o un apellido con resonan-
cias orientales, han dejado de ser señales normales de un ser. Desde el atentado al
corazónfinanciero de Nueva York, constituyen señales de un sospechoso temible en el
mundo entero. En este sentido, parte de la poblacióndel Caribe colombiano podríahacer parte
de esa masa de sospechosos. Toda mezquita es digna de recelo. En medio de la confusión, se han
gritado improperios contra árabes y musulmanes, en forma indiscriminada, se procede avul-
garizar, de manera tendenciosa, el sentido de lo árabe y hasta se señalan posibles enclaves te-
rroristas en lugares de Latinoam éricadonde la poblaciónde origen árabees abundante o
influyente.
La campaña de estigm atizaciónde lo árabeha conducido a identificar este mundo sólocon esas
zonas inhóspitas por donde deambulan seres desnutridos y fantasmales, que ocultan fusiles deba-
jo de sus vestidos y estándispuestos a matar por su dios. Se ha pretendido identificar lo árabe
con lo atrasado. Lo conseguido durante más de un siglo de migraciónárabeal Caribe colombiano
- como vinculacióny construcciónde una segunda patria, como asim ilacióncultural y enrique-
cimiento del tejido cultural, como am pliacióndel mercado interno y renovaciónde numerosas
costumbres- corre tam biénel riesgo de desaparecer hundido en la caverna del fanatismo y en las
garras del señalamiento xenofóbico.
La historia no es nueva. En la segunda década del siglo veinte, el ascenso económ ico de los
migrantes árabes- que ya habíanconstituido grupos de poder económ ico, diferentes a las clases
señoriales de las principales ciudades de la Costa- agitóuna de las m áspeligrosas oleadas dis-
criminatorias en su contra. Superados aquellos intentos de desgarrar y frenar la m igraciónárabe,
éstaterm inóde desparramarse por toda la región, contribuyendo acofundar ciudades como
Maicao, M ontelíbano, a poblar otras como S ahagún, C ereté, Montería, Lorica, C iénagade Oro,
San Marcos y M agangué, a crear pequeños y medianos círculos de comercio en las localidades
de la Zona Bananera, a constituir a lo largo del río Magdalena una de las redes de comercio m ás
notables del siglo anterior y a promover la paulatina renovaciónde las vidas pueblerinas.
Los árabes se dispersaron, sin medida ni pausa, por toda la geografíacosteña. Periódicos de los
primeros treinta años del siglo veinte registran lo que era una especie de red de comercio en el
Magdalena, el río de la patria que fue tambiénel de la segunda patria de ellos. En las perdideces,
carecieron de prejuicios para mezclarse, casarse y residenciarse, fundaron hogares m últiples,
abrieron tiendas que d espu és fueron empresas m ásamplias de comercio, incursionaron en la
industria, la construccióny la ganadería, participaron en la creaciónde cám aras de comercio,
entidades de beneficencia y clubes sociales, organizaron homenajes y donaciones a los nuevos
hogares, fundaron dinastías cuyos descendientes incursionaron en las letras, la política, las pro-
fesiones liberales (en especial la medicina), crearon en ocasiones sus propios clubes sociales y
editaron periódicos de sus comunidades, y terminaron convertidos en personajes típicos de los
pueblos colombianos, al lado de otras figuras pintorescas como el cura, el alcalde, el tendero. Un
cuento del escritor tolimense Eutiquio Leal retrata esta condición en algunos pueblos del interior
del país. Las obras de escritores mayores costeños como García Márquez, Rojas Herazo y Zapata
Olivella, retratan igualmente esta dimensión de lo árabe en el Caribe colombiano.
Ya a fines del siglo XIX, aparecieron los primeros árabes en Cartagena, sin embargo, se menciona
la anterior presencia de comerciantes árabes en algunos pueblos del viejo Bolívar. En
Barranquilla, Cartagena, la zona bananera del Magdalena, y en todas las sabanas de Bolívar,
Sucre y en el Valle del Sinú, dieron un impulso impresionante al comercio y se consolidaron
como una fuerza social fundamental, de la que surgirían escritores, artistas, políticos, médicos de
renombre internacional. Castellanizaron, de muchas formas, sus nombres y sus apellidos, para
facilitar las transacciones comerciales, las relaciones sociales lugareñas y la identificación comu-
nitaria. Montaron negocios de renovación comercial en pueblos pequeños y ciudades medianas,
donde introdujeron no sólo las legumbres y el interminable y muy diverso repertorio de la comi-
da árabe sino el crédito y el valor de la palabra empeñada, reforzaron los juegos de azar como
medio de la recreación interfamiliar, echaron a sus hijos a andar, sin prejuicios ni trabas, en las
calles y trataron de congeniar sus creencias con las del catolicismo imperante. La sincera coinci-
dencia ritual los puso a salvo de mayores recelos. La obstinación de su vinculación a las tierras
costeñas, su decidida forma de intervenir en la vida social, su austeridad, sus habilidades y mañas
comerciales, su visión empresarial y su desprejuiciada costeñización los convirtieron pronto en
referencia imprescindible de la historia regional en el siglo XX. En este sentido, lo árabe se ligó
a otros componentes básicos de las sociedades y culturas regionales para crear el mundo plural
en que vivimos.
Este componente, el árabe, está ahora amenazado como totalidad por los sucesos del 11 de sep-
tiembre pasado, que ha provocado el reiterado anuncio de represalias del imperio norteameri-
cano, del que esperamos que en sus afanes por castigar a los culpables de los actos terroristas no
traiga a nuestras tierras los viejos estigmas de la discriminación étnica y cultural y los fantasmas
de la guerra intervencionista.
o p i Ñ r[ |~Ñ
Los rasgos que distinguen a un anacronismos y lugares comunes sobre géneros capri-
cronista chosos que ya han sido superados, prefiero detenerme a
mencionar las características que distinguen a un autén-
Si nos atuviéramos a los mandatos de la lógica
tico cronista. Esa es, a propósito, la primera pregunta
—y ya sabemos que no hay nada más engañoso que la
que siempre le hacen a uno en seminarios como éste, en
lógica, esa ciencia que nos enseña a estar equivocados,
las facultades de periodismo o en las entrevistas con
pero seguros- yo debería iniciar estas reflexiones recor-
estudiantes.
dando cuáles son las diferencias clásicas entre los dis-
tintos géneros periodísticos: la noticia, la entrevista, las Pienso, con firmeza, que ningún otro periodista
columnas de opinión, el reportaje y la crónica. tiene más definidos que el cronista los perfiles que iden-
tifican y que moldean su personalidad profesional. Y m i
Pero me niego a ello, y comparto plenamente la
experiencia de más de treinta años en este oficio me ha
protesta de Gustavo Tatis, ayer mismo, en este semi-
enseñado que algunos de ellos (sólo algunos, pero sin
nario, contra la arbitrariedad y el simplismo que van
duda los más distintivos), son los siguientes:
implícitos en esas categorizaciones.
Me niego a hacerlo, entre otras cosas, porque en Primero: la sensibilidad.
el periodismo moderno, y salvo los terrenos sagrados e
Segundo: la sintonía espiritual con la gente.
intocables de la noticia, esos linderos artificiales han ido
Tercero: la habilidad narrativa.
desapareciendo. Todos los días vemos que la crónica le
Cuarto: el ojo abierto ante las asechanzas que
corre la cerca al reportaje, y viceversa, hasta el punto de
nos tiende la realidad.
que ya no existe una frontera entre lo uno y lo otro, y a
Quinto: la magia viviente que te rodea.
cada momento los reporteros nos meten el gato de sus
propias opiniones cuando debería tratarse de la liebre de Hasta aquí he venido haciendo mis propias
la entrevista ajena. Está bien que así sea, porque, si se reflexiones. Pero como los organizadores de este semi-
tratara solamente de reflejar la realidad, el mejor perio- nario me pidieron que les hable sobre mis experiencias
dista sería el espejo. En un mundo como el nuestro, los como cronista, se me ocurre matar dos pájaros de un
géneros periodísticos también se han globalizado. solo tiro, y les propongo a ustedes un juego: que ilus-
De manera, pues, que en lugar de perder mi tiem- tremos de manera gráfica cada una de las características
po, y el de ustedes, que es más valioso, repitiendo que acabo de mencionar con los ejemplos, los recuerdos
1 Conferencia de clausura del seminario sobre Periodismo y Literatura, realizado en Cartagena los días 9, 10 y 11 de mayo de 2001, organizado por el Observatorio del
Caribe Colombiano, el Banco de la República y la Universidad de Cartagena.
da
Pinochet en Sabanalarga los lanzadores, yo publicaba
cada lunes el relato de las
El Hoy preaidente de Chile vivió en esa
pueblo haca 40 añas.- Don Tancredo, mujeres que vendían fritos en
autor de libros y vendedor de puerta en la puerta del estadio, o la vida
puerta.. En aquella apoca, Augusto Pi-
nochet usaba bombachos y medias a del señor que recogía las
cuadros.- Relato de los testigos de esa bolas que caían en la calle.
tiempo.
Firmaba mis crónicas con el
taln farre». ««un di- Por: JUAN GOSSAIN seudónimo de D i m i t ri Ka-
8*í»nai*f<M M»i«o£M».
••••••• I M •mutroi» w >*» ,:»Í!«MÍ R»UOT» cwtrs *> DAV. ramazov, para que m i familia
Resuelta
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•feoíoto. Sattatt atún»»*, áesucaa » ¡*r>o¡nte •+* K W » en esos embelecos de perio-
situación
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dista en lugar de ponerme a
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«¡a- airíamo. A ¡a bK»cta»a ?aíía un naoitoo» caueno.
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bre de un personaje de
51» //«car, iae«artfa ao w i -
n a "taocftar. "<o ío ta*»©* MHVOV. Dostoievski cuando en la
VI. G L S T O P I N O C H E T
Rusia zarista no sabían si la
pelota de béisbol era redonda
o cuadrada. Creo que todavía no lo saben.
polvo, los fogonazos, la lengua de calor que corrió por
la calle como un perro hambriento, los alaridos, el vuelo Total fue que me echaron del periódico porque,
del caldero de fritanga. según dijo el jefe de la sección deportiva, "aquí necesi-
Fue m i primera crónica, en tinta negra, y la llevé tamos un verdadero periodista, no un hablador de paja".
a la redacción del Diario de la Costa, pero me dijeron Me parece que él tenía razón, porque aquel hombre no
que, si quería publicarla, era menester que yo mismo estaba en la obligación de saber lo que es una verdadera
consiguiera un aviso publicitario para el periódico, a crónica, que, al fin y al cabo, no es más que literatura
manera de compensación por el espacio que iban a hecha a la carrera.
regalarme. Bonita manera de iniciar una carrera perio- De manera que regresé a San Bernardo del
dística: no sólo no me pagaban, sino que yo tenía que Viento y fue entonces cuando sentí, por primera vez,
pagar. que me estaba ahogando la necesidad de escribir la his-
El censo también
Una tarde de tiene que no le daba buena vida,
viernes, en la redacción de se había fugado con los
El Heraldo, m i compañero su historia dos hijos, aprovechando la
Manuel Gaspar Pérez, que ausencia del marido.
se encargaba de la infor- Desesperado y sin
mación de Policía, me Censo viene de! latín
"«mus". Significa lisia.
presentimiento de que su gente
estaba pagando menos impuestos
haber ido siquiera a su
Según paireen indkiirlo las de lo que le correspondía. El
invitó para que al día si- sagradas escrituras, el primer
censo de que se tenga memoria
segundo censo de la historia
universal demostró que David
Algunos investigadores creen
que nuestros indios tenían la
casa, ahí mismo, el Mono
en la historia del género tenía razón, y que los evasores costumbre de contarse ames de
guiente fuéramos de pa- humano lo realizó Moisés, mucho
tiempo antes de que existieran los
de impuestos existen desde
cuando hubo picaros sobre la
que llegaran los españoles a violar
nativas entre sus brazos peludos, a
de Sagal se echó la lotería
computadores electrónicos del recoger oro y a quemar caseríos
rranda a su pueblo, Santo DAÑE, cuando Dios le ordenó
sacar de Egipto af pueblo hebreo,
Los romanos utilizaban un
procedimiento similar, pero no
enloquecidos por la borrachera de al bolsillo, agarró otro bus
cruzar el Mar Rojo y poblar por miedo a que el pueblo o tas Casi trescientos años después de
Tomás, la famosa tierra de la tierra prometida. Moisés, que
no disponía de formularios de
que Cristóbal Colón cayera de
rodillas sobre la arena caliente de
y se fue para Calamar,
registro ni de una docena de militares: con frecuencia los América, ene! año de 1770, el
penitentes y flagelantes, lApite:, como ahora, llegó a la
conclusión de que había
cesares y emperadores querían
saber con cuántos hombres y
coronel don |osc Antonio de Plaza
levantó el primer censo del
donde vivía su suegra.
"cuaren tai cuatro mil almas cuánta riqueza contaban para ir Virreinato de la Nueva Granada. En
en el Atlántico. elegidas en tierras del Faraón".
Más larde hubo un rey y
a la guerra de conquistas v para
enfrentarse a los pueblos que
ese entonces -si hemos de creerle a
los improvisados empadronadores
Llegó de noche y le con-
profeta israelita a quien el deseaban dominar. Fue más o
- Es que mañana hay fies- señor castigó con la sublevación
de sus hijos Adonías y Absalón
menos lo mismo que hicieron los
rusos en Checoslovaquia hace cinco
territorio que hoy ocupa Colombia taron que su mujer estuvo
806.209 seres racionales, lo que
por haberse metido en una cama años, pero ; n necesidad de
ta en el pueblo -me dijo. puede significar que en esa cifra
por esos lados, pero ya se
;
que no era la de su mujer, sino censos porque para eso estaban los no estén incluidos los indios
la cama de la mujer del general cañones. Los romanos fueron, a quienes los europeos consideraban
Urías. Pero antes de que el también, quienes le pusieron el
Fui a parrandear, Todopoderoso le sancionara
severamente su pecado de
nombre de "censo" a un impuesto
que cobraban a ios agricultores,
poco menos que animales porque
no usaban, como ellos, barbera había ido para Magangué.
para afeitarse. Bogotá reportó,
adulterio, el profeta David tuvo equivalente al cinco por ciento
naturalmente, como todo tiempo de ordenar a sus ejércitos
que contaran al pueblo de
del producido de sus cosechas.
en aquel censo, 21.012 habitantes.
Aún no habían empezado a En la madrugada se
venirse para la capital
Israel v estimaran sus riquezas.
periodista que se respete, Parece que aquel adúltero, que
había matado de una pedrada al
antioqueños y costeños para el
barrio "Santa Fe". embarcó en una chalupa.
gigante Goliat, tenía el La explosión demográfica,
y me encontré con un a pesar de los apetitos camales
de marineros que llegaban tras Tampoco encontró a su
largos meses de travesía sin
episodio prodigioso, que mujeres, no había hecho su
aparición. De ahí que el censo mujer en Magangué,
granadino de 1778, realizado
era el motivo de la cele- también por el ejército
peninsular ocho años despeé* porque ya estaba en la casa
del irabafu de coronel Plaza,
bración. Un muchacho del demostró cju? en ese lapso ta
población había aumentado apenas de unos tíos que vivían en
en 22.566 personas, a ra;ón de
vecindario, rubio y apolí- el pueblo de Guaranda.
neo, con el cabello largo y De esa forma, via-
ensortijado, como un dios de la antigüedad, se ganaba la jando de aquí para allá, al Mono de Sagal se le pasaron
vida revendiendo la lotería en el pueblo. Lo llamaban el los días. Hasta que el miércoles, desconsolado, muerto
Mono de Sagal, en alusión al nombre de su padre, y de hambre y sin mujer, volvió a Barranquilla y se bajó
hasta el sol de hoy no he podido saber cómo se llamaba del bus en la vieja Estación de la Nevada. En un ven-
en la vida real. torrillo pidió una empanada y una gaseosa. Eran las
Todas las semanas, el Mono de Sagal iba a ocho de la noche. "La empanada estaba fría y la gaseosa
Barranquilla y compraba, en las oficinas de la Lotería caliente", me dijo después el Mono de Sagal, cuando
del Atlántico, unos billetes para revenderlos en Santo pasó lo que pasó.
Tomás. Es bueno advertir que, por razones de orden y En el radio de la tienda oyó que en ese momento
contabilidad, la Lotería no vendía billetes dispersos ni estaba jugando el sorteo de la Lotería del Atlántico.
números variados, sino la decena completa: del 10 al Sólo entonces recordó que tenía los billetes intactos en
20, por ejemplo, o del 40 hasta el 50, incluyendo en el el bolsillo, y sintió ganas de llorar porque, por andar
mismo método los billetes para el chance de tres cifras buscando a una mujer ingrata, no había tenido tiempo
y el de dos, que existían en esa época. de vender ni una fracción. Estaba en bancarrota.
De modo que la semana en que pasó lo que pasó, La empanada se le atravesó en la garganta cuan-
el Mono de Sagal compró sus billetes por decenas suce- do el locutor anunció el número ganador: 4076.
sivas. Todavía hoy lo recuerdo perfectamente: le dieron, Como tenía en su poder todas las decenas, el
para la lotería propiamente dicha, la decena del número Mono de Sagal se ganó la lotería completa: el premio
4070 al 4079; su decena para el chance de tres cifras con mayor, 4076, el chance de tres cifras, 076, el chance de
los números correspondientes (del 070 al 079) y para el dos cifras, 76, el premio anterior al mayor, 4075, el pre-
chance de dos cifras recibió del 70 al 79. mio posterior al mayor, 4077. Las dos primeras cifras,
Ese viernes, en el bus de las dos de la tarde, el con el número 40, y las dos últimas, con el 76. Como si
Mono de Sagal regresó al pueblo, dispuesto a vender su fuera poco, el Mono de Sagal se ganó también las tres
lotería, como todas las semanas. Pero ni bien había lle- primeras cifras y las tres últimas. No dejó nada para
gado cuando le contaron que su mujer, a la que parece nadie. Se sacó todos los premios.
del siglo X V I dicha ciudad y otros poblados situados en hasta el Cabo de la Vela.
Aljófar corresponde a un tipo de perla redonda, altamente valorada por los tratantes de estas. Sobre la capitulación de Enciso ver el ensayo de Zubiri Martín La capitu-
lación del Bachiller Enciso para la costa del Aljófar.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
El poblamiento de la Gobernación de Santa
Marta en 1525 señaló el inicio de un segundo momen-
to denominado por Moreno período de reconocimien-
to de las condiciones aprovechables de la península. A
partir de este año se explora el interior del territorio
guajiro y se ensayan formas de reducción de la
población indígena como el levantamiento de nuevos
asentamientos europeos en las costas guajiras, que no
llegan a consolidarse. Ello se intensifica al constituirse
la Gobernación de Venezuela y Cabo de la Vela, en
1528, mediante capitulación otorgada por la Corona a
la casa comercial alemana de los Welser. Tanto las
gentes de Santa Marta, por medio de la malograda
expedición de Antonio Insarte de Meló, como los ger-
manos en el Cabo de la Vela, a través de la efímera
ranchería establecida por Federman en 1536 , inten- 2
2 L a ciudad de Ulma que Nicolás de Federman, siguiendo instrucciones de sus superiores, debía fundar en el extremo occidental de la Gobernación de Venezuela, es parte
de las utopías alemanas en América. Al respecto ver los documentos anexos contenidos en la obra de Nectario María (1959) Los orígenes de Maracaibo.
s Otte (1977:45) ha considerado la ranchería como la unidad técnica, económica y social de los pescadores de perlas que, a pesar de su inicial rusticidad, puede constituir
el embrión de una prospera ciudad. Son necesariamente móviles dado que su perdurabilidad se halla asociada a la producción de bancos perlíferos.
4 E l marco es una medida de la época equivalente a media libra de perlas. Sobre el tema pueden consultarse los ensayos de Manuel Luengo Muñoz Las perlas en la
economía venezolana, R E A No. 13, 1952, y Sumaria noción de las monedas de Castilla e Indias en el siglo XVI, A E A , 1950.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
Diego de Almonte, factor de la casa comercial andaluza para la localización de bancos de perlas como la levan-
de Rodrigo de Gibraleón y Juan de la Barrera (Otte, tada por Federman cerca al Cabo de la Vela en 1536.
1977:393). Durante ese mismo año las principales Antes del arribo de las gentes de Cubagua a la penínsu-
haciendas de perlas de Cubagua empiezan a trasladarse la en 1538 la presencia europea se había manifestado
al Cabo de la Vela. Estas se componían de "canoas, tan solo en el paso de expediciones exploratorias hacia
indios e vareos navios e casas movedizas y toda la gente el interior del continente o en cortas campañas punitivas
esclavos naborías e bastimentos" (Luengo, ibidem: 16). para castigar supuestos desmanes de los indígenas con-
Kaplan considera que para ese año ya se encontraban
5 tra navegantes europeos. Estas entradas servían en rea-
en el Cabo de la Vela 900 indígenas esclavos con 38 lidad de pretexto para la torna de esclavos y el saqueo
canoas. Este hecho pone en evidencia que, aunque re- de los asentamientos nativos . Por ello sólo a partir del
6
gulada por la Corona, la empresa perlera tiene un carác- surgimiento de Nuestra Señora de los Remedios puede
ter acentuadamente privado. Sobre el particular, Hermes afirmarse que se inicia en el territorio guajiro un perío-
Tovar (1997:233) ha afirmado: "Las perlas, como pro- do efectivo de asentamiento castellano.
ducto de extracción, exigían capital para operar e indios Luengo Muñoz ha observado (1949:17) cómo la
para que bucearan, por elk) fueron empresarios y no autorización de la Corona a los pescadores de perlas de
pobladores corrientes los que se interesaron por estos Cubagua para fundar un pueblo en el lugar de la penín-
espacios de la geografía y los negocios". sula en donde se localizasen los bancos de perlas cons-
La población no se consolidó en el Cabo de la tituía una excepción a las formalidades necesarias para
Vela hasta 1539 y aun siguió el proceso de traslado de toda empresa de descubrimiento y poblamiento al
autoridades municipales de Cubagua a la península en realizarse sin una previa capitulación. Las capitula-
1540, fecha en la que, según Morón (1971:322), ciones eran asientos celebrados entre la Corona y par-
empieza a aparecer la correspondencia de los oficiales ticulares que, aunque se otorgaban como mercedes
reales en las fuentes documentales. La Corona autorizó reales, tenían un manifiesto carácter contractual. La
su traslado en marzo de 1539 a través de una licencia autorización afectaba, por tanto, derechos previamente
general que incluye la confirmación de los alcaldes reconocidos en las capitulaciones otorgadas a los go-
ordinarios elegidos por ellos, permiso para trasladar la bernadores de Santa Marta y a los representantes de la
caja real y convalidación de todos los cargos públicos Casa Comercial de los Welser en 1524 y 1528, respec-
de las autoridades de Cubagua en el nuevo territorio tivamente.
(Otte,1977:394). En la búsqueda de un régimen de autonomía
local similar al que gozaba Nueva Cádiz de Cubagua,
Nuestra Señora de los Remedios los nuevos pobladores hábilmente esgrimieron como
del Cabo de la Vela como enclave argumento ante el Consejo de Indias la poca claridad
político que existía en la fijación de límites entre ambas enti-
Nuestra Señora de los Remedios del Cabo de la dades administrativas y la importancia de evitar
Vela constituyó el primer asentamiento europeo que enfrentamientos entre las gobernaciones hispanas en
tuvo perdurabilidad en las costas de la península de la mención. En efecto, en tanto que los venezolanos consi-
Guajira. Hasta entonces, tempranos intentos de deraban que su gobernación incluía al Cabo de la Vela
poblamiento habían concluido en ciudades efímeras como provincia y llegaba hasta el río Yaro o Hermo o de
como Santa Cruz, fundada en Bahía Honda por Alonso la Hacha, conocido actualmente como Ranchería, los de
de Ojeda en 1502, o rancherías fugaces establecidas Santa Marta argüían que el límite de su jurisdicción
5 Kaplan, Myriam. Pesca de Perlas en la Guajira durante el Siglo XVI, Conferencia dictada en el Área Cultural del Banco de la República, Riohacha, abril 5 de 1986.
6 En el período comprendido entre octubre de 1535 y marzo de 1536 los elementos hispanos rescataron 3.573 pesos en oro en la provincia del Cabo de la Vela (Tovar,
1997:194).
reales, dispuso de manera indebida de los bienes de España, quien obtuvo un conjunto de mercedes reales
difuntos y encarceló al escribano del Cabildo, entre entre las cuales se encuentran la confirmación del nom-
otros delitos que fatigaban el derecho de Castilla. Frente bre de ésta y el título de ciudad, la definición de sus tér-
a estos abusos los vecinos de Nuestra Señora de los minos territoriales y la devolución de lo obtenido arbi-
Remedios solicitaron ante el Consejo de Indias que se trariamente por el gobernador de Santa Marta.
pusiese fin a tales actuaciones, pues recordaron cómo el Continuando con estas directrices de la Corona, la Real
7 Según Ramos (1947:129). la figura del procurador corresponde a una institución de representación del municipio indiano. Elegido por el Cabildo, tema la facultad para
asistir a las ciudades, villas y poblados en sus causas ante el Consejo de Indias, Audiencias y Tribunales. Diego López era, a la vez, escribano de Nuestra Señora de los
Remedios y había ejercido el mismo cargo en Nueva Cádiz de Cubagua.
8 Las bocas y lagunas litorales de San Juan y San Agustín se encuentran en el territorio de la patria Wayuu de Musichi, en cercanías de la actual población de Manaure.
9 A l respecto ver mi artículo "La Ranchería de las perlas del Cabo de la Vela 1538-1550, Revista Huellas, Nos. 49 y 50, Universidad del Norte, Barranquilla, pp.33-51,
abril-agosto, 1997. También la obra de Petra Josefina Moreno, Guajiro-Cocina Hombres de Historia 1500-1800, tesis inédita de doctorado en Historia de la Universidad
Complutense de Madrid, 1983.
10 Noticias Historiales, Quinta noticia.
del continente que no podían ser enviados a las pes- El indio lleno de furor insano
querías de perlas, eran vendidos como esclavos en las Hartas veces volvió gente herida,
" Sobre Roberto Waal ver la obra de Manuel Lucena Piratas, bucaneros, filibusteros y corsarios en América, publicada en 1994.
Cabildo de Coro (Zubiri 1976:205) afirmaban en 1533 de que la ciudad había sido edificada en las cercanías
del Cabo de la Vela debido al desconocimiento que
que el río Yaro o de Hermo constituía el límite de su
entonces se tenía del territorio por parte de los recién
frontera con la Gobernación de Santa Marta, pese a ello,
llegados habitantes de Cubagua "...si lo tuviesen, como
la denominación que prevaleció durante la Colonia fue
ahora tenemos, es notorio que no asentaríamos en el
la de Río de la Hacha y a la postre bautizó a la ciudad
dicho pueblo porque la vivienda en él es muy trabajosa,
que se estableció en sus orillas en 1545 llegando a
porque la tierra es muy estéril y carece de todas las
desplazar incluso su nombre primigenio de Nuestra cosas que son necesarias para permanecer una
Señora de los Remedios. población" (Friede, DIHC:1716); en segundo lugar, la
Los cronistas aportan tres versiones sobre el ori- granjeria de las perlas se practicaba en esos años hacia
gen de este nombre. López de Velasco (1574) registró la la costa abajo del Cabo de la Vela, en la región de la
más antigua y escueta de estas: "y el río se llama así por laguna de San Juan y se creía que continuaría bajando
un hacha que se hallaron en el los primeros hasta llegar a las costas de La Ramada ; por último se 12
pobladores". Juan de Castellanos (1589), veterano resaltaban las ventajas que brindaba el lugar escogido
explorador de estas tierras y uno de los primeros habi- para efectuar el traslado, en donde corría un río de
"agua dulce" con riberas y montes muy fértiles. Allí,
tantes de la ciudad, aporta otra versión que relaciona el
pensaban los vecinos, se haría muy buena población
nombre dado al río con la segunda expedición de
puesto que ya existían unas pocas estancias y algunos
Alfinger realizada en 1531:
moradores comenzaban a pasarse y quienes se oponían
Llegaron pues al Río de la Hacha, eran tan solo "dos o tres personas" lo que llevaría -de
Que deste nombre tal es heredero persistir en su obstinación- al total despoblamiento de
esas tierras.
Por una que perdió cierto soldado
La negativa de esta petición fue solicitada a la
A tiempo que pasaba por su vado
Real Audiencia por Luis de Espinosa en nombre del
Finalmente, Lucas Fernández de Piedrahita Cabildo, justicias y regidores de Nuestra Señora de
(1688) en su Historia del Nuevo Reino aporta una expli- los Remedios. Espinosa consideraba que quienes
cación más tardía, pero que prevalece hasta hoy en los acaudillaban dicha empresa eran personas afectas al
habitantes de Riohacha con algunas modificaciones: "v gobernador de Santa Marta, cuyo interés fundamental
descontentos del sitio por la falta de agua y leña que no consistía en buscar el bienestar de los pobladores,
padecían resolvieron desampararlo y dando su acuerdo
sino el lograr que aquel tuviera jurisdicción sobre
eligiesen mudarse a otro sobre la misma costa del mar
Nuestra Señora de Los Remedios. La petición tendría
treinta leguas a sotavento, junto a la boca del río de la
como objetivo percibir el doceavo que correspon-
hacha, así llamada por haber dado una de hierro al
dería al gobernador sobre la renta de la granjeria de
guajiro que se lo descubrió a los nuestros en ocasión
perlas, además de obtener facultad para colocar un
que por aquellos arenales caminaban sedientos". Esta
versión tardía es repetida por otros cronistas como lugarteniente en el nuevo sitio lo que le había estado
Alonso de Zamora (1701) y Antonio Julián (1787). expresamente vedado en el Cabo de la Vela en virtud
A comienzos de 1544, Juan de Francia en su ca- del régimen de autonomía política que la Corona
lidad de procurador de algunos vecinos del Cabo de la había concedido a la Ciudad.
12 L a provincia de L a Ramada se encontraba entre los ríos Palomino y Tapia. Es la zona donde se encuentra la actual población de Dibulla.
impida que no se las hagan, porque desde el mismo riberas del Río de la Hacha, se indagaba si allí se daban
pueblo pueden tener granjerias y estancias en el Río el trigo y la cebada y otras semillas de Europa, si era
de la Hacha, como lo hacen los vecinos de esta ciu- lugar propicio para la cría de ganado y aun sobre sus
dad, que tienen muchos de ellos estancias en el condiciones de puerto marítimo. Especial cuidado se
Macorí y en otras partes, puso al tratar de establecer si
que es más lejos que el la mudanza no afectaba de
dicho pueblo del Río de la alguna manera la explotación
hacha" (Friede, D I H C : de los bancos de perlas y, por
1716). consiguiente, las rentas que
La Real Audiencia de ello derivaba la Corona.
de Santo Domingo encargó En su mayor parte las
al licenciado Grajeda de la declaraciones fueron favo-
instrucción del proceso con rables al traslado. Francisco
el f i n de remitirlo luego al Camacho, piloto, de treinta
Consejo de Indias para que años de edad, afirmaba: "que
este pronunciase el fallo le parece que la población
definitivo. El Oidor ordenó estará mejor en el Río de la
tomar y recibir de oficio Hacha, así por la esterilidad
las informaciones perti- de la tierra como por la falta
nentes al traslado para lo de agua que hay en Cabo de
cual rindieron declara- la Vela y porque los navios
ciones personas conocedo- dejan de ir al Cabo de la Vela
ras de la región donde se por la falta de agua que hay
asentaba la colonia perlera; en el Cabo de la Vela y
entre ellas se encontraban porque en el Río de la Hacha,
pilotos de naves y antiguos según le han dicho a este tes-
vecinos de Nuestra Señora tigo, se ha sembrado mucho
de los Remedios que a la Escudo de la ciudad de Nueva Cádiz de Cubagua. En: Otte maíz y se coge mucha canti-
1977: 260.
sazón r e s i d í an en L a dad y en el Cabo de la Vela
Española. La Corona era no se coge sino es en ciertos
en extremo celosa de la conservación de los lugares tiempos en que se cogen algunas hortalizas regadas a
ya fundados, pues, en el afán del descubrimiento y mano; pero que maíz en ningún tiempo del año se coge,
conquista de nuevos territorios, aquellos podrían porque la tierra es muy salitrosa y se coge mucha sal en
verse abandonados en una desordenada ansia aven- ella!' (Friede, DIHC:1716).
turera que c o n t r i b u í a poco con su polític a de Otras preguntas apuntaban a establecer si el
poblamiento en el continente americano. No traslado perjudicaba la relación de los pobladores his-
obstante, se permitía y, en algunos casos, se estimu- panos con los grupos indígenas circundantes provocan-
13 En el levantamiento de las ciudades hispanas en América debían cuidarse las condiciones del emplazamiento general de éstas como las de su emplazamiento particular,
es decir, tanto su ubicación dentro de una región geográfica como las condiciones específicas del lugar escogido en esa misma región. A l respecto ver Ratzel Die geo-
graphishe Lage der grossen Stadte, Kleine Schertfen, Berlín, 1906.
El Observatorio del Caribe Colombiano es una calizaría en las ciudades portuarias. La ampliación
entidad que apenas cumple cuatro años de existencia. de la actividad industrial significaría: mayores
Durante este corto tiempo de estudio y reflexión sobre exportaciones industriales y empleo industrial, más
la región ha presenciado el deterioro de la actividad empresas industriales y diversificación de produc-
económica regional: varios de sus renglones económi- tos y mayores encadenamientos entre la industria y
cos más vitales han sufrido un proceso notable de el sector agropecuario regional.
desaceleración productiva; el desempleo y el subem- 3. Como resultado de ello, la Costa abandonaría su
pleo han crecido y mantienen niveles inquietantes en condición de ser una región pobre. Los indicadores
las principales ciudades; la pobreza y la marginalidad de bienestar se modificarían sustancialmente y se
afectan a un número mayor de habitantes, y las ciu- elevaría la calidad de vida de sus habitantes.
dades costeñas son receptoras de flujos de desplaza-
mientos forzados cada vez más intensos. La evidencia regional
Después de una década de aplicación del nuevo
Región y apertura modelo, nos hacemos las preguntas correspondientes:
La sustentación del modelo de apertura ¿Se convirtió la Costa en la región exportadora
económica planteó que la Costa Caribe sería la región de Colombia?
más favorecida con éste , ya que: 2 Actualmente, el Caribe colombiano no es la
región exportadora de Colombia: como porcentaje del
1. Sería la región exportadora de Colombia. La Costa, PIB las exportaciones de la región cayeron después de
por fin, desarrollaría su potencial y su vocación. La haber crecido sostenidamente desde los ochenta, lo
localización de la región era privilegiada para el cual implicó, por una parte, la pérdida de avances
nuevo modelo de desarrollo hacia fuera, ya que el exportadores iniciados en esa misma década, y por la
modelo de "protección y sustitución de importa- otra, la generación de desbalances comerciales persis-
ciones" era considerado el causante de la situación tentes.
por la que se encontraba en ese entonces. Nos propusimos, por convicción de su impor-
2. Sería la región para el fortalecimiento y la reloca- tancia para el desarrollo, estudiar el proceso de
lización industrial. La industria colombiana se relo- industrialización regional y lo que encontramos fue su
1 Documento presentado por el Director del Observatorio del Caribe Colombiano en la mesa de discusión convocada por esta entidad, conjuntamente con la Universidad
del Rosario y realizada el pasado 9 de octubre en la ciudad de Bogotá, con el objeto de contribuir desde la región al debate sobre la necesidad de reorientar el modelo
de desarrollo económico.
2 Ver Abello, 1997. pp. 17 y siguientes.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
desactivación3 . En particular, se observa el desdibu- En térm inosde relocalización, se conoce que
jamiento de la base exportadora (el crecimiento de la una sola planta em prendióeste proceso y lo realizó
producciónindustrial orientada al mercado externo fue antes de iniciarse la apertura comercial. Una carac-
el más bajo en el total de la industria, segúnla orien- terísticade la región, por lo dem ás, es la alta concen-
taciónde la demanda), la configuraciónde actividades traciónde la actividad industrial en los departamentos
altamente intensivas en importaciones y la fragilidad de Atlánticoy Bolívar (y especialmente en sus ca-
externa regional (como porcentaje de las exportaciones pitales), donde el sector fabril se constituye en una de
manufactureras nacionales, las exportaciones regio- las principales fuentes de valor agregado, de ge-
nales perdieron partici- neración de empleo y de
pación). asim ilación técnica y tec-
¿Ha ganado partici- nológica6 , con la preocu-
pación la industria regional pante situaciónde que en los
en la industria nacional? años noventa cae la partici-
La industria regional paciónde la manufactura en
ha perdido peso en la indus- ambos productos departa-
tria nacional, tanto en la ge- mentales. En realidad, en el
neraciónde producto como resto de la regiónno se pre-
en las exportaciones4 . Es sencian cambios sustanciales
importante anotar que la dis- en la localizaciónindustrial.
tribución regional de la ¿Ha ganado partici-
actividad industrial en Co- pación la industria en la
lombia ha estado tradicional- econom íaregional?
mente concentrada en la zona No. En los años no-
andina, la cual ha ganado venta disminuye la partici-
importancia relativa en los pación de la industria ma-
últim os años en deterioro de nufacturera en el producto
la participaciónde las otras regional. Si bien esta dismi-
regiones del país, entre ellas nuciónse inicia en los ochen-
la Costa Caribe. Esta si- ta, es en los noventa cuando
tuaciónva en contravíade la se acentúa7. De la misma
propuesta original para un C d
omo resultado de la apertura eco
onaríasu con dició
nóm ica, la Costa aban- manera, el sector agrope-
nde regiónpobre. Los indicadores de bie-
patrón de desarrollo indus- nestar se m odificaríansustancialmente y se elevaríala calidad cuario ha sufrido una dismi-
trial general orientado al de vida de sus habitantes. Larealidadactual hadesmentido las n
ilusiones de tal oferta. uciónrelativa en su partici-
mercado internacional5 . pación en el PIB regional,
¿Se generaron procesos de relocalizaciónindus siendo éstamás intensa que la dism inucióndel sector
trial hacia la región? fabril8 . Mientras esto ocurre, el sector terciario y la
' Otros aspectos respaldan esta visión: la p rodu cciónbruta alcan zóen los años noventa el más bajo crecimiento en los últim os 30 años, interrum p iéndosecon ello un pe-
riodo de crecimiento sostenido de la manufactura emprendido desde mediados de los ochenta; el empleo no pudo expandirse y el desplazamiento de mano de obra no
calificada se hizo en favor del aumento de la ocu paciónen aquellas manufacturas con altacalificación, todo esto como consecuencia de una estrategia de desarrollo indus-
trial basada en la adquisiciónde productos intermedios baratos y no en la gen eraciónde valor agregado.
J Como porcentaje de las exportaciones manufactureras nacionales, las exportaciones regionales perdieron m ás de 20 puntos desde 1980 y la p roducción2 puntos.
5 Garay S., Luis Jorge (Director). Colombia: Estructura industrial e internacionalización 1967-1996, p. 495. Departamento Nacional de P laneación, Colciencias,
C onsejeríaE conóm icay de Competitividad, Ministerio de Comercio Exterior, Ministerio de Hacienda y C réditopúblico, Proexport Colombia. Cargraphics S.A, S an tafé
de B ogotá,1998.
6 Ahora bien, para examinar el caso de las tres ciudades portuarias, revisemos el peso de la industria en los departamentos de A tlánticoy B olívar. Atlánticogenera 52.4%
del valor agregado industrial, consume 35.1%de la energíaempleada por la industria regional y realiza 46.9%del consumo intermedio que este sector efectúa. B olívar,
por su parte, genera 33.3%del valor agregado, consume 33.5%de la energíay realiza 38.6%del consumo intermedio. Magdalena genera só lo2.5%del valor agregado,
consume 1.7%de la energíay 5.0%del consumo intermedio.
7 Mientras en 1980 el sector industrial c ontribuíacon 17.5%del total del PIB regional, en 1996 esta contribuciónsó loes de 14.3%. Esta pérdidade importancia de la
industria en la econom íaen general se observa tam biénen el escenario nacional
8 Entre 1980 y 1996 la p articipacióndel sector agropecuario en el PIB regional descendió6.8 puntos porcentuales: de representar 30.1%del PIB regional en 1980 p asóa
23.3%en 1996.
9 E n 1996, 51.5 % del PIB regional es aportado por este sector. E l promedio de su participación entre 1980 y 1996 es 49.6%.
10L a metodología empleada para el análisis del crecimiento industrial es una aproximación a la utilizada por Chenery, cuyo principal factor de explicación es la demanda,
descompuesta en tres fuentes: la demanda doméstica, cuya variable proxi utilizada es el consumo aparente (calculado como: Producción + importaciones - exporta-
ciones); las importaciones y las exportaciones. Para este cálculo se utilizaron los registros de la Encuesta Anual Manufacturera del Departamento Administrativo Nacional
de Estadística (DAÑE) y los registros de importaciones y exportaciones de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). Estos registros son de origen, lo
que significa que son bienes industriales exportados e importados por los departamentos de la región. Para un análisis detallado sobre la descomposición del crecimien-
to industrial en el Caribe colombiano, ver Capítulo 2 del libro Estructura Industrial del Caribe Colombiano 1974-1996.
" Los resultados del ejercicio señalan que en 1996 las importaciones inciden 38.9% en el crecimiento del producto.
12L a contribución de las exportaciones pasó de 24.3% en 1992 a 22.2% en 1996. Por su parte, el aporte de la demanda doméstica fue de sólo 1.2%
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
La descentralización Consideraciones finales
A la insatisfacción generada por los escasos pro- En general podríamos concluir que la inserción
gresos de la economía en la década de los noventa se en una economía globalizada de una región estratégica
suma la pobreza de los resultados de la descentra- como el Caribe de Colombia no ha sido enriquecedora.
lización. Recordemos cómo desde el DNP se anotaba La evidencia permite afirmar que no se han presentado
que la apertura y la libertad económica iban de la mano los resultados esperados con el cambio de modelo i n i -
de la descentralización . Con este proceso se esperaba
13 ciado a comienzos de los noventa. La Costa no se con-
que los servicios sociales fueran prestados de manera virtió en la región exportadora de Colombia, la indus-
más eficiente y equitativa, y que se aumentaran sus tria en vez de ampliar ha disminuido su participación
coberturas; y desde el punto de vista pplítico se espe- relativa en la economía regional. La industria del país
raba que se fortaleciera la legitimidad del Estado y se no se relocalizó cerca de los puertos como se esperaba
ampliara la democracia. Hoy, a más de 10 años de y se presencia un proceso de desindustrialización coin-
haberse iniciado el proceso, aunque se han ampliado cidente con un deterioro (mucho más fuerte) del sector
las coberturas, la calidad de los servicios es bastante agropecuario.
precaria y tampoco se han fortalecido las instituciones Igualmente, en la Costa Caribe se percibe un
democráticas tanto representativas como directas . L o 14
incremento de la pobreza y la miseria, y el rezago en el
preocupante es que este regular desempeño se mani- bienestar persiste frente a los promedios nacionales.
fiesta en sectores básicos que afectan directamente la Baste señalar que el PIB per cápita regional como por-
calidad de vida y el bienestar de la población: edu- centaje del PIB per cápita nacional pasó de ser 74% en
cación, salud, agua potable y saneamiento básico. Los 1980 a ser 66% en 1999.
resultados de la Evaluación de la Descentralización en Las cifras son conocidas por todos. Se conoce
treinta municipios de la Costa Caribe realizada por el con suficiencia el comportamiento de la economía
Observatorio del Caribe Colombiano para el DNP lo nacional durante la última década y podemos afirmar
corroboran . 15
que la evolución de la economía regional es un reflejo
13 Montenegro Armando. "Orientaciones políticas de la Revolución Pacífica". E n Planeación y Desarrollo. Revista del DNR Volumen X X I I I . Mayo de 1992, p. 43.
14 Para mayor información, ver: Evaluación de la Descentralización en treinta municipios de la Costa Caribe. Observatorio del Caribe Colombiano. 2001.
15 Con respecto a la calidad del agua y la confiabilidad de su suministro hay problemas: 72% de los municipios de los que se dispone de información se encuentran clasi-
ficados como de alto riesgo, y en el 70% de los municipios el suministro no es continuo. E n educación, en el periodo 1988-1993, 82.2% de los colegios oficiales esta-
ban clasificados dentro de los puntajes bajos, y en el periodo 1994-1998 se presenta una disminución poco significativa de los colegios en esa categoría, con 81.2%. E n
salud no ha habido cambios apreciables en las causas de morbilidad entre 1990 y 1999; tampoco parece haberse reducido la mortalidad general; además no se han re-
gistrado avances en la vacunación.
16 E n los noventa (1990-1996) el promedio de crecimiento de la región fue de 2.6%, menor al 3.2% de Latinoamérica (1990-1999).
17 A l respecto, Rodrick (1999) argumenta a favor de una estrategia nacional de inversiones como factor dinamizador del crecimiento, Amsden destaca la función crucial
de la estrecha colaboración entre el Estado y el sector empresarial, la C E P A L acude a la transformación estructural como medio para corregir y enfrentar el proceso glo-
balizador.
18 Ocampo Jo
séAntonio. Retomar la agenda del desarrollo. Cartagena de Indias, marzo de 2001.
El Centro es un gran libro para leer a la ciudad. rranquilleros y visitantes que pasan por su negocio. Por
Allí está su historia; de allí parte, incluso, su mentali- eso ya nada lo sorprende. N i siquiera la noticia de los
dad. Pero es un libro que se deshoja. El tiempo y la cinco millones de dólares que va a prestar el Banco
humedad han hecho estragos sobre él, los pillos le han Interamericano de Desarrollo para la recuperación del
arrancado páginas completas y voraces comejenes espacio público, anunciada en el periódico que venden
avanzan por todos los flancos, mientras un grupo de lec- en el puesto de al lado. "¿Planes para el centro? Uuh,
tores conmovidos hace intentos desesperados por salvar yo estoy oyendo hablar de eso hace como 30 años." Él
los capítulos más importantes, restaurar las portadas y representa una parte del gran libro del centro, aunque
reforzar las costuras; una de ellas, la que antes, mucho siempre haya permanecido borroso y escondido entre
antes, se llamó Calle Ancha y después Camellón Abello, avisos y fachadas y trasteo de estatuas de Colón y de
pero que ya varias generaciones conocen como Paseo Bolívar, calle arriba y calle abajo.
Bolívar. Cuando el libro se abre por allí, comienzan a Pero Rodrigo es sólo uno, el más antiguo, de los
saltar historias y personajes. 15 ó 30 m i l vendedores que ejercen su oficio en el cen-
tro de la ciudad. (Es la gente más contada del país, pero
El vendedor de cocos las cifras nunca coinciden). Y no de manera ilegal,
Gente y ciudad funden sus vidas en esa calle, la porque él, como muchas de las personas que trabajan en
34. En ella se entrecruzan sus edades, formando un solo esta zona, posee un permiso otorgado por la Alcaldía.
y largo cuento que viaja de boca en boca y de recuerdo - ¿Por cuál alcaldía, la de Caiaffa?, preguntamos.
en recuerdo. Ahí está, para atestiguarlo, el vendedor de - No, por todas.
cocos. Don Rodrigo Escorcia tiene 82 años de edad y un
puesto de coco frío con el que no se ha movido del Armando, el notario
Paseo Bolívar en los últimos 49 años, aunque ya había El que conoce en su letra menuda los avatares de
pasado dos en la Plaza de San Nicolás. Son cincuenta y los vendedores del Centro es Armando Arteta, de 73
un años en los que el sol y el agua han sido lo único años, 25 de ellos en la calle como vendedor de mer-
constante. Lo demás no ha cesado de cambiar, y él lo ha cancías. El nació y creció en esa zona que comenzaron
ido viviendo. E l reportero de El Tiempo, Javier Franco, a llamar "Negra" cuando las aguas sucias de los barrios
calculó que en su puesto "Costa Azul", con su machete altos empezaron a drenar hacia el Caño del Mercado.
de punta roma, este hombre ha escanciado unos 560 m i l Ha sido presidente de varias asociaciones y cooperati-
litros de agua de coco sobre la sed de la ciudad. Sus vas de pequeños comerciantes y, por pura vocación de
manos, ya desfiguradas por la artritis, han atendido a notario, se ha dado a la tarea de guardar celosamente la
unos cuantos presidentes y ex-presidentes, a cientos de memoria de esa región urbana comprendida entre la
candidatos, a docenas de alcaldes y a millares de ba- calle 30 (antes Avenida Boyacá) y la 38 (antes Calle
Caldas) y las carreras 38 (también llamada Estudiantes atraer a los compradores. E l resultado fue que muchos
o 13 de junio) y 46 (hoy Olaya Herrera). Una confusión malvendieron su puesto o lo mantienen cerrado y con
de letras y números, de nombres y nomenclaturas que se una deuda por administración con la Empresa de
superponen en la señalización urbana y en la memoria Desarrollo Urbano de Barranquilla (Edubar).
de los habitantes; confusión de espacios, de funciones,
de órdenes y de autoridades. Este es su vientre
Armando, de porte alto, hablar pausado y senci- Ignacio Consuegra Bolívar es el gerente actual
lla elegancia en su atuendo y sus modales, acudió una de Edubar -entidad encargada, entre otras funciones, de
mañana a la cita que habíamos concertado en el Hotel coordinar las acciones de recuperación recomendadas
Victoria, con sus compañeros Eduardo Solano y por Sirchal para el centro de Barranquilla. Sirchal es el
Reinaldo Figueroa. En sus carpetas de manila están las Seminario Internacional para la Rehabilitación de los
copias de las leyes, los fallos de las Cortes sobre el dere- Centros Históricos en América Latina, que sesionó en
cho al trabajo y su armonización con el espacio público; esta ciudad a mediados de este año y ha sido el esce-
los recortes amarillentos de cuando la prensa registró nario de discusión más importante que ha tenido la ciu-
los enfrentamientos con la policía; los comunicados de dad sobre el patrimonio histórico y cultural del centro.
los alcaldes, las respuestas de los sindicatos, los acuer- Consuegra es un arquitecto conocido por su sen-
dos del Concejo. Allí está el archivo de los intentos de sibilidad y buen criterio. Estudioso de la historia y del
solución al problema, y lo que haga falta está en su desarrollo urbano de su ciudad. Angustiado por la suerte
memoria y en la de sus compañeros. Buena parte de del patrimonio, que como él dice, tiene en la ignorancia
esos documentos corresponde a los proyectos de reubi- a su peor enemigo. Su oficina está justo en el edificio de
cación diseñados por las últimas administraciones y Fedecafé, sobre las instalaciones que se les adjudicaron a
algunos de los cuales terminaron en lo que ellos llaman los vendedores del Paseo Bolívar. Mientras firma una
"cementerios comerciales": Miami 2 y las antiguas pila de papeles, el funcionario comparte sus reflexiones
bodegas de Fedecafé. Dos edificios donde reubicaron en torno al papel de la arquitectura en la ciudad, en el
hace tres años a los vendedores del Paseo Bolívar sin país, en el mundo. Comienza hablando de Barranquilla y
que se hiciera un trabajo paralelo de promoción para termina haciéndolo sobre las ciudades del Renacimiento.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
Edubar, de agosto de 1998,
revela que 86% de los vende-
dores del centro pertenecen a
los estratos uno, dos y tres;
que 75% vende, en promedio,
300 m i l pesos al mes pero
tiene egresos de 200 m i l ; que
85% se hizo vendedor infor-
mal por desempleo y 10% por
ser independiente en su nego-
cio. De cualquier manera, la
mayoría depende de agiotistas
que le prestan dinero diaria-
mente para surtir el puesto y le
La calle 32 con carrera 43 es una esquina que lo resume todo. Allí está, con sus imponentes cobran intereses del 20%. Así
columnas, el edificio neoclásico donde funcionó el Banco Dugand, el primer banco emisor del viven, según estimó la
país. En el centro de la fachada un escudo recuerda la vieja vocación de puerto marítimo de la
ciudad: un ancla perfecta rodeada de olas encrespadas y un sol que ilumina el horizonte. Personería Distrital hace dos
años, unas 20 m i l familias.
Pocas veces se conoce
Consuegra no le quedan dudas de que así es, pero hay el reverso de esta página. La versión de un sector que
quienes piensan muy distinto. nunca ha sido una minoría amorfa, y que al contrario de
lo que muchos piensan, como habitantes que también
Lecturas prohibidas son de la ciudad, se preocupan por sus problemas. L o
Lo que permanece en la retina de la ciudad son dicen sus dirigentes, Eduardo Solano y Catalino Sosa:
las calles del Centro invadidas por miles de "chazas" o "somos actores fundamentales de la recuperación del
puestos donde se vende cuanta cosa es posible vender. centro histórico de Barranquilla y queremos dejar de ser
Lo que se esgrime cada día es el fastidio que produce el sólo parte del problema para convertirnos además en
no poder caminar tranquilamente por las aceras. Lo que parte de la solución".
se pide a gritos, desde las columnas de la prensa local, El primero es vendedor de fantasías y variedades
es que se les saque de allí como sea. Uno de los colum- en la carrera 44 y el segundo de perecederos, cerca a la
nistas del diario La Libertad escribió hace un año: "Los Plaza de San Nicolás. A estos dos hay que oírlos hablar
vendedores de Barranquilla son una verdadera lacra, se para saber que aquello de la universidad de la vida no es
volvieron dueños de los andenes, los venden o arrien- sólo una metáfora. Sosa fue líder del movimiento estu-
dan... no pagan impuestos y afean y ensucian la ciu- diantil de los setenta y actor del grupo teatral La Calle.
dad... venden contrabando, se burlan de todas las dis- Por algo trabajaron hombro a hombro con los expertos
posiciones... no permiten el tránsito vehicular, se roban de varios países reunidos en mayo en el Hotel del Prado,
la luz..." En otras palabras, el vendedor es un enemigo cambiando por completo la percepción que se tenía del
público que sólo deja de serlo cuando necesitamos sus problema. Milagro Gómez, delegada del Consejo
productos. Por eso han intentado expulsarlos por las Nacional de la Cultura de Venezuela y miembro del
buenas y por las malas, pero ellos siguen allí y su grupo de espacio público de Sirchal, se declaró muy sa-
número aumenta en proporción al desempleo, a la tisfecha con la participación de los dirigentes sindicales.
pobreza, al desplazamiento, a la violencia y a la inve- Actualmente existen dos organizaciones que
terada indiferencia del Estado.
agrupan a la legión de informales: el Comité I n -
Documentos oficiales dicen que el alto índice de tersindical que dirige Catalino Sosa y Cooperativo de
informalidad en la ciudad ha apoyado los niveles de Vendedores Estacionarios, Ambulantes y Reubicados,
desempleo más bajos de las siete áreas metropolitanas, dirigido por Solano. La primera organización tiene dos
sin que esto implique que las condiciones laborales de años de creada y dice agrupar a once asociaciones y
la ciudad hayan sido las mejores. Una encuesta de sindicatos; la segunda funciona desde hace ocho años y
Colofón
Si el alcalde Humberto Caiaffa mantiene su com-
promiso con las propuestas de Sirchal (y si los recursos
fluyen), nadie va a querer salir del Centro. Es más,
muchos querrán irse a vivir allí para disfrutar de la
transformación que los expertos y los dolientes de la
ciudad propusieron adelantar: amplios espacios
arborizados, hermosos mercados de artesanías y legum-
bres, restaurantes, eventos culturales, una espectacular
arquitectura neocolonial, neoclásica, republicana y art
deco, un camellón junto al río, ciclovías y, por supuesto,
tarifas muy bajas de servicios públicos para los resi-
dentes.
Para reafirmar su vocación, el Centro tendría en
San Nicolás un mercado de libros y de sus alrededores
A pocos metros del portón de hierro del Banco Dugand y bajo partiría el circuito que Gabo señaló como su
unas tejas de Eternit, está el puesto de guarapo más antiguo y
famoso de Barranquilla: "El Propio Químico". Durante 35 años
Barranquilla: la del edificio Rascacielos, (pensión de
este negocio ha pasado por dos generaciones de una misma fami- dos pisos donde vivió una temporada), el café Roma
lia. Empezó con un carrito en la década de los setenta, unos 30
años después de que el Banco Dugand, el Banco Italiano y el (cuartel general de la bohemia de aquella época), la
Banco de Londres -todos en la misma calle- ferraran sus puertas librería Mundo (la del viejo Ramón Vinyes), el Café
ante la decadencia de la urbe.
Happy (nombre que lo dice todo) y muchos otros sitios
que él lleva en la memoria. Ya existe, por lo menos, un
reúne a cinco organizaciones sindicales vinculadas a la equipo que trabaja en las guardas del viejo volumen,
plaza de San Nicolás, algunas de las cuales tienen más que restaura las hojas más sufridas y que programa
de tres décadas de fundadas. Pero los comités no exis- nuevas lecturas colectivas. La oficina de Planeación
ten sólo para defender a sus afiliados. También tratan de Distrital afirma que en algún lugar del presupuesto
poner orden en el caos: fijan normas como la de no tener nacional existen recursos del B I D para iniciar las obras.
más de dos puestos de venta y no negociar con el espa- Las empresas de servicios públicos dicen tener volun-
cio. Además trabajan para mantener la seguridad del tad, y los funcionarios muestran ganas, al menos.
sector: ladrón que cojan robando es ladrón que entregan La verdad es que no es mucho lo que se ha avan-
a la policía. zado después del Sirchal, pero si logran concretar tanta
- ¿Y si la Policía no^parece? buena intención, palabras como "respeto" y "esperan-
- A l menos se llevan una buena paliza. za" regresarán poco a poco a las páginas del libro.
Estas organizaciones les han permitido ganar
respeto y dignidad frente a los demás sectores económi-
cos y sociales de la ciudad. A l fin y al cabo, las estadís-
ticas oficiales reconocen que son 12 nnTpersonas, que
trabajan 11 horas al día y que producen más de 150 m i l
millones de pesos al año en ventas. Ahora la
Administración Distrital los escucha y toma en cuenta
sus propuestas. No se volvió a hablar de desalojo ni de
En la Barranquilla de hace más de un cuarto de más que la vista del cuerpo sin vida de alguna enorme
siglo, antes de que fuera terminado el popularmente culebra aplastada por las ruedas de algún carro que
denominado Puente Pumarejo, atravesar el río en iba o venía en la misma ruta.
ferry era para los niños una aventura que se repetía Pero tampoco se quedaba atrás el espectáculo
con alguna regularidad y que empezaba con el calor y de los caimanes cautivos en las recién construidas
el bullicio propios de toda la costa y la espera del instalaciones de Los Cocos y mucho menos el de las
lento pontón en medio de los vendedores de arepa e numerosas garzas, cormoranes, patos y muchas otras
huevo, raspao, huevo e iguana, butifarra, gaseosa y aves migratorias que anidaban con gran estrépito en
toda clase de delicadezas callejeras. Pero la aventura las copas de los orgullosos árboles, que motivaron la
no paraba allí, los niveles de adrenalina subían con la creación del Parque Nacional Natural Isla de
llegada del pontón, el desembarco de buses, carros y Salamanca en 1972.
camiones, el embarque lento de los automóviles que Hoy en día, ante la triste exhibición de un
esperaban, el movimiento de los demás en paciente paisaje lunar, devastado y lleno de tocones
espera y, por f i n , el cruce del correntoso río, que se supérstites, que parecen salidos de una película de
antojaba interminable y que daba susto por la inmen- horror o sobre un quimérico desastre atómico, pocos
sidad del dudoso color tierra. podrían creer que ostentaban un follaje denso, cuaja-
Pero el climax se alcanzaba casi inmediata- do de vida hace veinte años. Se trata de uno de los
mente después de ganar la otra orilla, cuando empe- desastres ambientales m á s vergonzosos que pueda
zaba el tránsito por la isla de Salamanca, paralela al recordar el país, pero uno que no puede pasar a la his-
casi abandonado canal Clarín. Los buses y carros toria sin, al menos, dejar una valiosa enseñanza.
empezaban a desgajarse como cuentas de un rosario Empecemos entonces por recapitular qué fue lo
roto y pronto quedaban transitando en medio de dos que destruimos. De más de 50.000 hectáreas de
paredes verdes que, a los ojos de los niños, parecían manglar contabilizadas a finales de la década de los
llegar al cielo. Eran los bosques de manglar más exu- cincuenta, quedaban en 1993 poco m á s de 20.000 de
berantes y con más vida que tuvo el litoral caribe. árboles de mangle vivo (Botero y Mancera-Pineda,
Nada entusiasmaba más a los chicos que divisar una 1996). Pero, si hoy en día es común hablar de pérdi-
enorme iguana, sorprendida por el automóvil en mar- das de bosque, de frontera boscosa, de efecto inver-
cha al momento de cruzar la carretera y más aún verla, nadero ¿por qué seguir haciendo alharaca por esta
confundida, emprender veloz huida sobre sus dos pérdida?
patas traseras justo adelante y, para deleite de todos, Para responder a tal pregunta hay que remitirse
en la misma dirección del carro. Nada los sobrecogía a la biología. Los bosques de mangle o manglares
constituyen un ecosistema único, generalmente aso- Las plantas de mangle poseen en sus raíces
ciado a estuarios y lagunas costeras, un sistema unos tejidos que son extraordinarios, con grandes
anfibio entre el mar y los litorales tropicales y sub- espacios para almacenar y circular gases, de tal suerte
tropicales de todo el mundo, marcando la transición que, aunque los suelos del manglar se inunden en
entre mar y tierra. Esto implica que los manglares, tér- marea alta y, por lo tanto, no tengan o x í g e n o
mino que implica una clasificación ecológica antes disponible, las plantas pueden almacenar aire durante
que un tipo de plantas pertenecientes al mismo grupo la marea baja, que aspiran a través de unos pequeños
taxonómico, reciben la influencia directa tanto de órganos, con apariencia de verrugas, denominados
ambientes marinos como de continentales. Las lenticelas. Cuando la marea sube y tapona las lentice-
especies de plantas superiores que componen la ve- las, las células de la raíz respiran el oxígeno almace-
getación del manglar, aunque no están necesariamente nado y devuelven el dióxido de carbono, el mismo gas
emparentadas entre sí, han desarrollado adaptaciones que todos expelemos al respirar, pero que tiene la par-
comunes y muy particulares, tanto en la forma como ticularidad de difundir sin problema en el agua, así
en la fisiología, que les permiten crecer en condi- que puede salir aunque la raíz esté bajo el agua. A l
ciones de alta salinidad e inundaciones prolongadas. bajar la marea nuevamente, la diferencia de presiones
Entre tales adaptaciones vale la pena mencionar unos entre los tejidos internos y el medio exterior permite
sorprendentes sistemas de raíces y una gran tolerancia que otra vez entre a las raíces aire rico en oxígeno y
a la salinidad que le es propia al medio que los cir- se complete el ciclo. No obstante, la peculiaridad de
cunda. las raíces no termina allí, puesto que, en tanto que sis-
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
tema, asisten a los árboles para mantenerse erguidos y dependen de las áreas de manglar y sus detritos. De
alcanzar alturas de 20 y m á s metros en sustratos hecho es evidente, y en muchos casos cuantificable, la
lodosos tremendamente inestables, como puede com- interrelación entre capturas pesqueras y extensión
probar cualquiera que se anime a intentar pasear den- cubierta por los bosques de manglar. En el Caribe
tro del bosque. colombiano había hasta 1996 unos 12.000 pescadores
Las plantas de mangle son capaces, además, de artesanales permanentes y unos 8.000 ocasionales,
tolerar la salinidad, a través de diversos mecanismos con una producción de 11.000 tm.año-1, de las cuales
que se llevan a cabo en sus raíces y tallos, por medio 9.000 son de zonas estuarinas.
de los cuales filtran el agua que absorben del sustrato Las raíces aéreas de las especies del género
circundante. Esta habilidad permite que en los tejidos Rhizophora, que en nuestro medio solamente está re-
de las plantas se midan concentraciones de sales entre presentada por el denominado mangle rojo (abun-
el uno y el diez por ciento de las que presenta el dante en ambos litorales), se proyectan desde el tron-
medio adyacente. Las pequeñas cantidades de sal que co y las ramas altas y se sumergen en el agua, consti-
se acumulan en hojas y tallos obligan a ciertas tuyéndose en una guardería para las formas larvales y
especies a eliminar periódicamente las estructuras juveniles de vertebrados e invertebrados, que se pro-
viejas y saturadas de sales. Otras especies han desa- tegen contra la depredación allí y ofrecen soporte en
rrollado glándulas en las hojas, capaces de excretar el muchas costas a infinidad de especies, que capturan
exceso de sal. Ambos tipos de adaptaciones se alimento y posteriormente lo exportan hacia el mar,
encuentran en las que crecen en los litorales colom- cuando son consumidos o cuando, ya adultas, se
bianos. Por otra parte, las características físico-quími- establecen en el arrecife, el mar abierto o en la
cas y metabólicas muy particulares del ecosistema le plataforma continental. Los bosques de manglar se
permiten transformar, removilizar y fijar diversos constituyen t a m b i é n en lugares de refugio, ali-
compuestos químicos de importancia ecológica y bio- m e n t a c i ó n y a n i d a c i ó n de diversas especies de
geoquímica. mamíferos, aves, reptiles y anfibios, entre otras.
Las plantas de mangle también se caracterizan En este sentido su función como fuente impor-
porque pueden generar embriones, es decir que las tante de energía para consumidores primarios de
estructuras en forma de lápiz que cuelgan de las plan- aguas adyacentes los constituye, a la vez, en un
tas del mangle rojo no son frutos, como el paseante depósito global de carbono, parte del cual puede ser
desprevenido imaginaría, sino que los frutos origi- metabolizado por bacterias. La biodiversidad entre las
nales han continuado su desarrollo a planta hija, las bacterias del manglar es un tema por abordar, en con-
cuales son dispersadas por el agua. secuencia, el estudio de la flora microbiana asociada
Como ecosistema, el manglar es reconocido al manglar se constituye en una importante línea de
por su alta productividad biológica, que le permite acción.
fijar importantes cantidades de carbono, convirtiéndo- De regreso a la vegetación, en todo el mundo
lo en biomasa. Además de ser fijadores de CO2, como se han registrado alrededor de sesenta especies de
cualquier comunidad vegetal, los manglares tienen plantas superiores que conforman el ecosistema, el
particular importancia por ser un eslabón de transfe- cual a su vez cubre unas 24 millones de hectáreas en
rencia de energía a otros ecosistemas vecinos, entre el cinturón tropical y subtropical; en América y el
ellos las ciénagas, las lagunas costeras, las bahías y Caribe existen unas 11 especies de árboles y arbustos
las formaciones vegetales continentales. Como son de mangle, pertenecientes a las familias Rhizo-
sistemas abiertos al flujo de energía y materia, donde phoraceae, Avicenniaceae, Combretaceae, Pelli-
la vida costera y de mar afuera se congrega allí donde ceriaceae, además del helécho Acrostichum aureum.
desarrollan distintas etapas de sus ciclos, se dice que A estas especies reconocidas como "nucleares", se
sostiene por lo menos alguna etapa de la vida de más asocian otras que como Euterpe cuatrecasana (de la
del noventa por ciento de las especies marinas que familia Palmae), Hibiscus tiliaceus (Malvaceae) Batis
tienen valor económico e incluso se estima que 2/3 marítima (Batidaceae), Sessuvium portulacastrum
partes de la población de peces tropicales del mundo (Aizoaceae) y Crenea patentinervis (Lythraceae), son
Ministerio del Medio Ambiente intentaban tasar el en la Ciénaga Grande de Santa Marta y la otra en el
valor del daño para entablar una demanda a la empre- Canal del Dique, siguiendo ejemplos promisorios de
sa estatal ecuatoriana antes de que fuera liquidada, países asiáticos y de Venezuela. Sin embargo, ambas
pero no se sabe que hayan llegado muy lejos, precisa- concesiones fueron suspendidas poco tiempo después,
mente por falta de información adecuada. porque las condiciones climáticas locales conducían a
Las áreas de manglar han sido empleadas en el la rápida degradación del bosque y su reemplazo por
Caribe colombiano desde tiempos precolombinos, el helécho del manglar Acrostichum aureum.
como dan fe los conchales estudiados por el profesor El manglar ofrece la posibilidad de extraer
Reichel-Dolmatoff hace casi medio siglo, para la sosteniblemente especies marinas de camarón, de
extracción de moluscos y otros recursos marinos. crustáceos de río y de insumos, como la Artemia sali-
Durante la Colonia y hasta hoy se ha venido emplean- na, un pequeño crustáceo propio de lagunas con alta
do la madera de mangle para diferentes usos, su salinidad, del cual se alimentan otras especies, entre
corteza para curtir pieles y la resina del mangle negro ellas las de camarón cultivadas comercialmente. La
y las infusiones de corteza del mangle rojo como me- Artemia salina tendría un buen potencial para la
dicina. En el manglar también se da la pesca y se exportación, pero hacen falta evaluaciones sobre el
siguen extrayendo moluscos y crustáceos, y no es tema.
infrecuente que las piscinas camaroneras sean ubi- La p r o b l e m á t i c a señalada de la C i é n a g a
cadas en áreas aledañas o que los bosques sean Grande de Santa Marta debe pasar por la relevancia
removidos para que dichas piscinas ocupen su lugar. de la laguna costera más grande de Colombia (con
A finales de los años setentas y principios de aproximadamente 450 kilómetros cuadrados de super-
los ochentas, el Inderena otorgó dos concesiones, una ficie), el complejo lagunar de Pajarales y la Isla de
Los bosques de manglar son lugares de refugio, alimentación y anidación de diversas especies de
El proyecto se
mamíferos, aves, reptiles y anfibios, entre otras. Son reconocidos por su alta productividad biológica, propuso recuperar de
que le permite fijar importantes cantidades de carbono, convirtiéndolo en biomasa. Además de ser
fijadores de CO2, como cualquier comunidad vegetal, los manglares tienen particular importancia por
forma efectiva, ordenar y
manejar
ser un eslabón de transferencia de energía a otros ecosistemas vecinos, entre ellos las ciénagas, las integralmente
lagunas costeras, las bahías y las formaciones vegetales continentales.
las condiciones ecológi-
cas y s o c i o e c o n ó m i c a s
Salamanca. Se trata del sistema estuarino más impor- de la región, para lo cual se adelantaron obras de
tante, más estudiado, pero también del m á s alterado ordenamiento ambiental, pesquero y forestal, activi-
del país. Entre 1956 y 1960 se construyó la carretera dades de promoción, organización comunitaria y edu-
entre Barranquilla y Ciénaga, y en 1970 una recepción cación ambiental, propuestas de alternativas producti-
del camino Palermo-Sitio Nuevo a -lo largo del Río vas rentables y sostenibles, la operación y mante-
Magdalena, las cuales alteraron el flujo normal de las nimiento de las obras. E l fundamento básico del
aguas y ocasionaron un daño extraordinario al ecosis- proyecto fue el restablecimiento de los aportes de
tema, pues la árida región ocasionó la hipersali- agua dulce desde el río Magdalena y un manejo
nización, con valores que superan el doble de la sali- hidráulico para mantener los niveles de salinidad ade-
nidad marina durante siete meses al año. Otras cuados para lavar los suelos del exceso de sal. Las
alteraciones incluyeron la desviación de agua dulce, obras hidráulicas intentan generar condiciones de vida
la expansión de la ganadería y el cultivo de arroz, aceptables para la fauna y la flora y detener la dis-
banano, palma aceitera y el desarrollo urbano. minución progresiva de las pesquerías. En 1995 cul-
Aparte del manglar se han dado varias mortan- minó la reapertura del canal Clarín, que aumentó la
dades de peces, causadas por las bajas concentra- introducción de agua dulce desde el río Magdalena y
ciones de oxígeno y la eutroficación, pero la región redujo la salinidad de aguas y suelos.
también acumula y magnifica la contaminación, tanto Hasta la fecha el proyecto terminó la recu-
por la aplicación masiva de plaguicidas en la cuenca, peración del caño Clarín Nuevo, permitiendo cierta
como por los metales pesados derivados de la activi- r e c u p e r a c i ó n del bosque en la zona norte del
dad aurífera aluvial del Bajo R í o Cauca y del Complejo de Pajaral y en el Complejo Bristol, con
Magdalena. algún incremento en la oferta pesquera, especialmente
E l deterioro ambiental repercute social y de camarón y mojarra. También se culminaron obras
económicamente en la vida de las aproximadamente complementarias en el caño Clarín: una trampa de se-
cinco m i l familias de pescadores artesanales y dimentos, dos puentes carreteables (entre Palermo y
pequeños agricultores de la Ciénaga Grande de Santa Sitio Nuevo y sobre el carreteable paralelo a la mar-
El deterioro ambiental repercute en la vida de cerca de cinco mil familias de pescadores artesanales y pequeños agricultores de la Ciénaga
Grande de Santa Marta.
las aguas, las características y regeneración del blemas por uso de la tierra, pues particulares a
bosque de manglar y la biología y ecología de los quienes se asignaron algunas áreas de la ribera talaron
recursos pesqueros. Los resultados preliminares man- manglares y cercaron las áreas intervenidas. Además,
ifiestan reducciones en la salinidad y la transparencia terrenos a lo largo de la carretera son disputados para
del agua, aumento en el contenido de fosfatos y clo- hoteles y otras actividades (Invernar, 2000).
rofila "a" en el agua, en el fitoplancton y modifica- En estas circunstancias urge iniciar procesos
ciones en su estructura y sucesión. En el bosque de de planificación, manejo, c o n s e r v a c i ó n y apro-
manglar se ha determinado él incremento del reclu- vechamiento sostenible de los manglares y sus recur-
tamiento de plántulas de R. mangle y A . germinans en sos, como parte de la administración racional e
1996, con respecto a 1993, y de L . racemosa entre integrada de la zona costera. Tales procesos se basan
Hemos indagado la constitución híbrida de los dos en una estratificación socioeconómica hegemónica
imaginarios populares en Cartagena de Indias, intentan- y desigual permiten y posibilitan, pero también repri-
do construir una perspectiva de interpretación fundada men y demarcan el ser "sujetos populares" en el Caribe
en investigaciones y conceptualizaciones de los estu- colombiano con referencia a las producciones sociales
dios socioculturales, integrando a las principales líneas del sentido dominantes.
de trabajo reconocidas hoy en América Latina, reperto- Para este estudio hemos asumido desde bases
rios conceptuales provenientes de la semiótica de la cul- conceptuales tomadas de los estudios sobre comuni-
tura y del análisis del discurso. El objeto específico de cación y cultura, de las indagaciones socioculturales en
estudio lo constituyen voces múltiples y sensibilidades América Latina y de las reflexiones sobre el Caribe, los
expresadas por sujetos populares a través de textos conceptos de mediación, hibridación, cultura-mundo y
anónimos inscritos en los exteriores de vehículos y esta- "fractalidad" del Caribe, (la que se refiere a su natu-
ciones de trabajo, y de complejas iconografías. raleza plural y múltiple, desde su comienzo histórico).
A l desarrollar el análisis de este material, encon- En efecto, desde los orígenes amerindios ya la diversi-
tramos necesario precisar algunos conceptos claves: qué dad era intensa en esta parte del mundo. Además de las
se entiende hoy por "lo popular"; en consecuencia, qué múltiples lenguas y culturas nativas, la mezcla que se
puede ser caracterizado como "cultura popular" y cómo, desarrolla con europeos, africanos y asiáticos muestra
al hacerlo, podemos dar cuenta de las complejas tramas que lo caribe es, por principio, multiétnico, plurilingüís-
en que lo global y lo local se entremezclan, las media- tico y, en consecuencia, culturalmente constituido por
ciones ejercidas por distintos medios e instituciones y, los entrecruzamientos de culturas, razas y lenguas . 2
decisivamente, cuál es la compleja y heterogénea posi- A partir de Benítez Rojo se puede proponer la
ción en que los ordenamientos sociopolíticos sustenta- concepción del Caribe como un "meta-archipiélago" en
1 E l presente artículo es una versión resumida de algunos aspectos del libro Imaginarios híbridos en el Caribe colombiano: el discurso anónimo de las voces populares
en Cartagena de Indias, resultado de la Beca de Investigación "Héctor Rojas Herazo", otorgada al autor por el Observatorio del Caribe Colombiano y el Ministerio de
Cultura, y realizada durante el año 2000. Especiales agradecimientos a la asistente de investigación Isela Caro Hernández por su valioso apoyo, y a Sonia Burgos Cantor
por el generoso tiempo universitario que me concedió.
2 En efecto, al sustrato amerindio diverso y plurilingüe (de la familia Arawak: guajiros; de la familia chibcha: tayronas, arhuacos, cunas; de la familia caribe: calamaríes,
tupes; de la familia malibú: zendaguas, pocabuyes, mompox, mocanás; de la familia cancenú: zenúes, cenufanas, fincenues, yápeles; de la familia chocó: catíos, urabaes,
sólo en Colombia, según el excelente estudio de María Trillos Amaya 1999), se añade como dominante el componente europeo (españoles, que eran el fruto de intensas
hibridaciones, como se sabe; ingleses, franceses, holandeses), y al margen pero con indudable presencia, el asiático (hindúes y malayos, y luego chinos y palestinos) y
el trasplante de múltiples etnias africanas (jolofos, mandingas, fulos y berbesíes, bañóles, branes, balantas, biojoes, nalus, sosos, cocolis y zapes, popóes, mezúes, araráes.
minas, lucumíes, carabalíes e ibos, embuylas, luangos y mondongos).
Manera nuestra de "traducir" la propuesta de Benítez Rojo. Las ideas las tomamos principalmente de La isla que se repite.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
pasando por las visiones no siempre coincidentes de la encontrar "vida campesina pura", absolutamente rura-
hegemonía cultural (académicos, críticos de arte, lizada y por fuera de los circuitos de las modernidades
escritores, dirigentes educativos, etc.). inacabadas (¿o inacabables?) que nos constituyen,
Así, ni lo subalterno es pensable como compacto todavía hay grupos de población arraigados en una exis-
y marcado por intereses comunes, ni lo hegemónico es tencia que no puede ser calificada de urbana. Además,
agenciado de la misma manera por todos los sectores. tenemos el caso de las multitudes de migrantes que hoy
Lo popular, confluyendo en ese drama de luchas pueblan grandes y medianas ciudades latinoamericanas,
sociales por la producción social del sentido, se enfrenta en los que se encuentran formas de negociación y mez-
a los grandes discursos productores del "sentido legíti- cla de sus capitales socioculturales tradicionales con las
mo", a las instituciones que los sustentan, a las clases exigencias de la vida en la ciudad (lo que José Jorge de
sociales que se benefician de tal sentido legitimado, Carvalho tipifica como "grupos urbanoides" ). 4
generando sus propios sentidos, hibridando desde las "Lo popular es en esta historia lo excluido: los
matrices culturales tradicionales en mezcla con las que no tienen patrimonio, o no logran que sea reconoci-
matrices mass mediáticas o con los discursos institu- do y conservado", nos dice García Canclini . Pero las 5
cionales del Estado, en procesos que van desde la com- visiones de lo popular en América Latina no siempre
plicidad hasta la resistencia, o la indiferencia o la nego- coinciden, por lo que hemos creído necesario hacer
ciación, expresados mediante textualidades anónimas, estas precisiones. No tienen lo mismo en mente, por lo
de iconografías mixtas y de otras variadas formas de general, un economista que un sociólogo o un filósofo.
existencia en el espacio sociocultural contemporáneo En algunas tradiciones discursivas se tiende a concebir
del Caribe colombiano. lo popular como una esencia, pura, contestataria y
Los sujetos populares intervienen y son inter- homogénea. Por eso es bueno recordar con García
venidos por dinámicas pertenecientes a diversos cam- Canclini:
pos (laborales, de estudios, de los mercados, comunica- El carácter construido de lo popular es aún más claro al
cionales, etc.) de modo que difícilmente puede acep- recorrer las estrategias conceptuales con que se le fue for-
mando y sus relaciones con las diversas etapas en la
tarse concebir lo urbano popular como un campo, como
instauración de la hegemonía. En América Latina, lo pop-
lo propone Jaime Eduardo Jaramillo (1998: 173-218);
ular no es lo mismo si lo ponen en escena los folcloristas
pero puede aprovecharse su idea al especificarse que: y antropólogos para los museos (a partir de los años veinte
"En el plano social, se hallan en los últimos escalones y treinta), los comunicólogos para los medios masivos
de la escala de estatus y roles sociales" (ib.). "En el (desde los cincuenta), los sociólogos políticos para el
plano político, los agentes pertenecientes al campo Estado o para los partidos y movimientos de oposición
urbano-popular poseen acceso subordinado a bienes y (desde los setenta).
servicios del estado" (ib.). "En la esfera simbólico- De manera que al hablar hoy de "lo popular" nos
expresiva, los sectores populares urbanos expresan una estamos refiriendo a modos de existencia de sujetos que
apropiación desigual del capital cultural, redundando en si bien compartenla condición común de excluidos
una escasa valorización de su fuerza de trabajo y en pueden variar y diferir enormemente en las formas par-
unos mecanismos de exclusión para el acceso a los ticulares y los campos específicos en que están exclui-
conocimientos y las destrezas indispensables en el dos (de las esferas de poder). García Canclini lo pun-
desempeño de un ciudadano moderno" (ib., p. 175). tualiza diciendo que "en parte, la crisis teórica actual en
Sujetos en posiciones dominadas frente a capi- la investigación de lo popular deriva de la atribución
tales económicos, sociales y simbólicos, lo popular se indiscriminada de esta noción a sujetos sociales forma-
configura entonces como un modo de existencia de dos en procesos distintos" (Ib., p. 193).
amplios sectores de las poblaciones latinoamericanas. Nos parece que la multiformidad inherente a lo
Queremos añadir que lo popular no se agota en lo popular no se agota en el común registro de la variedad
urbano, ya que aun cuando casi no es posible hoy de respuestas posibles de los sujetos humanos ante dis-
cura y el desenfado de sus gentes, la frecuencia de las Apuntes sobre las mediaciones en
rumbas tanto familiares como de barrio, tanto en sitios las culturas populares del Caribe
comerciales como en casas particulares, sino también en colombiano
la despreocupación por el tiempo, o la impuntualidad A partir de lo planteado, puede conceptualizarse
practicada con verdadera dedicación), también puede "lo popular" como una designación más o menos usual
significar una estratificación interna que hace que por de los sectores sociales, económicos y simbólicos en
ejemplo los comerciantes populares establecidos de posiciones subalternas, desde donde se viven no sólo en
acuerdo con el mercado legal, hostilicen, segreguen e la conflictividad de sus complejas relaciones con los
intenten poner a las autoridades en contra de los "infor- sectores hegemónicos de cada campo, sino además con
males", estacionarios o ambulantes; o que los habitantes las conflictividades inherentes a sus propias estratifica-
de un barrio popular como El Socorro o Blas de Lezo, ciones diferenciales y desiguales. Néstor García
traten en forma despectiva y discriminen a los habi- Canclini lo expresa con claridad: " N i las élites ni los
tantes de barriadas marginales como Nelson Mándela o sectores populares, como revela la fragmentación de sus
El Milagro. Claro que hay diferencias socioeconómicas. comportamientos, constituyen una masa homogénea"
Claro que lo popular también es el escenario de prácti- (1995: 89).
cas simbólicas que quieren marcar la "distinción" de Por ello es más preciso hablar de culturas popu-
unos sujetos frente a otros: tener el antejardín o la te- lares en plural, o si se prefiere, dinámicas semiósicas,
rraza más bonita, el equipo de sonido que suena más algunas efímeras y cotidianas, otras discursivas y regis-
fuerte, los discos de la ultimísima moda, el televisor trables, practicadas por los sujetos populares de manera
más grande o más fino, acceso privilegiado a bienes de desigual, con repertorios simbólicos producto de múlti-
consumo como "jeans de marca" o ropa importada, etc. ples entrecruzamientos y mezclas.
Entonces, para glosar a Jaramillo, de acuerdo en Para el caso del Caribe colombiano, tal vez no
que los sujetos populares "en el plano social de hallan sea difícil ponerse de acuerdo en la presencia de una
en los últimos escalones de la escala de estatus y roles matriz tradicional, constituida en las complejas nego-
6 E n estadísticas fantasmas, por supuesto, se habla de que esta es la ciudad con el menor índice de estrés o de la baja frecuencia de problemas cardíacos por ansiedad o
preocupaciones, a pesar de tener altas tasas de desempleo, subempleo informal y marginalidad, junto a altos índices de costo de la vida, estos datos sí registrados en
estadísticas oficiales (véase, por ejemplo, las cifras con respecto a vivienda, salud, cubrimiento de servicios públicos, etc., en Abello 1999, para entender el drama de la
pobreza generalizada en el Caribe colombiano).
amerindios con los imaginarios españoles y los distintos bridaciones constitutivas de lo amerindio sobreviviente,
imaginarios africanos transplantados, como ha sido lo africano trasplantado y lo hispánico institucional y
ampliamente documentado por antropólogos e histo- popular, en amalgamas variables (sociales, políticas,
riadores. En lo que no se ha insistido lo suficiente, nos económicas, simbólicas) según los esfuerzos estatales
parece, es en el hecho muy significativo de que los por la unificación de los mercados, hasta las media-
imaginarios españoles no se refieren únicamente a los ciones conflictivas de las instituciones en su intento de
de la cultura oficial, lo que podríamos llamar compo- imponer nuevas legitimidades, para los siglos X V I I I
nente institucional, sino también y muy fuertemente a (con el estado colonial) y X I X (con el primer siglo de la
imaginarios españoles de origen popular que arraigaron República) . Además, para la historia del siglo X X , es
8
en estas tierras y gentes imaginerías, prácticas, narrati- inevitable ver que lo popular se constituye además en su
vas, gustos culinarios, etc., cercanamente nutridos de interpelación desigual y variable con lo masivo, desde
las herencias medievales con su carga de supersticiones los inicios y desarrollos de los medios impresos, que
y fetichismos, lo que ha marcado de una manera indele- generan alteraciones y reorganizaciones en los reperto-
ble las características y tendencias de las prácticas sim- rios de saberes legítimos de la escuela y la iglesia, en la
bólicas populares en el Caribe colombiano. Y, además, participación activa y fuerte de la radio, en las transfor-
tal herencia española llegó a América marcada por maciones agenciadas por el cine y el impacto decisivo
fuertes hibridaciones con la cultura árabe y, por esta vía, de la televisión y de las múltiples formas de aparición
con influencias de otras matrices culturales de tradición de los imaginarios populares internacionales con los
mercados simbólicos transna-
cionales que instalan "islas de
la cultura-mundo" en países
como Colombia y regiones
como el Caribe colombiano,
en estos comienzos del siglo
XXI.
Existen, entonces, prác-
ticas culturales híbridas
multimediadas, agenciadas por
los sujetos populares, recor-
dando que lo popular aquí, es
concebido y postulado como
conflictivo, estratificado, he-
terogéneo, multiforme y de
muchas maneras, fragmentado
y creativo. Pero también es
necesario precisar que la ofer-
ta de bienes y procesos sim-
bólicos de la industria cultural
no es homogénea; en vez, se
Foto 2: La tentación del Edén, el pintor popular hace una versión libre del texto bíblico.
7 Como prueban, para el caso de la música, las investigaciones de Rafael Salazar, "La música del mestizaje", ponencia presentada en el Encuentro para la Promoción y
Difusión del Patrimonio Folclórico de los Países Andinos". Cartagena de Indias, octubre-2000.
H Lo que se puede inferir leyendo entre líneas en libros como El fracaso de la nación de Alfonso Muñera Cavadía (1998), o artículos como "Empresarios, proyectos de
modernización e imaginarios en la provincia de Cartagena durante la primera mitad del siglo XIX", de Sergio Paolo Solano (1994), "De palenques a feligresías o pa-
rroquias de negros libres en el Caribe colombiano", de Jorge Conde Calderón (1997), " E l caribe colombiano: historia, tierra y mundo", de Adolfo González (1999), "De
vasallos a ciudadanos: mecanismos de transmisión y reproducción de los valores cívicos en el Caribe colombiano en los umbrales de la nación", de Jorge Conde Calderón
(1999).
" Convenciones: An = letrero en la parte anterior; Po = letrero en la parte posterior; Lat = letrero en la parte lateral. La = letra autoadhesiva (calcom anía); Pv = pintura
sobre vidrio; Pl = pintura sobre latón. Bu = bus ordinario ("pringacara"); Int = bus intermedio; Eje = bus ejecutivo; Ba = buseta; Mic = m icrobú s, Tax = taxi;. El nom-
bre propio, corresponde a la ruta principal.
12 (Vamos a llamar "iconemas" a los tipos de iconos que suelen combinarse con otros, pero que mantienen una r epresen taciónmás o menos constante. Digamos que, para
distinguirlos de los iconos, los iconemas nunca aparecen solos, siempre estánen combinaciones variables pero mantienen ciertos rasgos "pertinentes").
13 En una entrevista publicada como apéndicea la ediciónde 1998 de Culturas híbridas, México, Grijalbo, p. 363.
AGUAITA SEIS / DICIEMBRE 2001
pesar del desencantado mundo de la modernidad y de la igual que los textos de éste, varios siglos antes) por
declarada obsolescencia de las adhesiones religiosas, la necesidades pedagógicas. Pero al comienzo la imagen
religiosidad popular en América Latina es vigorosa, sin- de Jesús de Nazareth como Cristo tenía muchas ver-
crética y en expansión, como ha sido estudiado. Ma- siones, casi todas ligadas a alegorías de intención didác-
trices tradicionales católicas se amalgaman con imagi- tica. El "Pantócrator" de la catacumba de Calixto repre-
narios ancestrales amerindios para generar "nuevas reli- senta el icono que se ha generalizado, con barba, cabe-
giones" , además de las ya estudiadas formas de las lla-
14 llo largo y suelto (a la usanza judía tradicional, lo que es
madas religiones afroamericanas, amén de las formas verosímil), mientras que el "Cristo como buen pastor"
populares que se renuevan permanentemente . 15 de las catacumbas de Priscila (para la misma época, c.
Precisamente queremos iniciar nuestro examen 235) representa un joven con cabello corto y sin barbas.
de la fuerte presencia del componente religioso en las El primero es el que se ha popularizado en variaciones 18
semiosis populares en Cartagena de Indias, con una incontables que incluyen cristos latinos, caucásicos,
fotografía que registra una combinación de paisaje en el nórdicos, etc., en un juego de iteraciones en donde cier-
sentido comentado en el punto anterior y el tema reli- ta forma del rostro y la mirada, la barba y el bigote y el
gioso. En la foto N° 1, un extasiado pescador, parado en pelo largo y suelto funcionan como los iconemas cons-
el centro de su canoa, contempla un Jesús-Solar que tantes que facilitan el reconocimiento. A ciencia cierta
emerge detrás de un oriente de montañas coronado por no sabemos cuáles fueron los rasgos reales del Maestro
un arco de grandes letras rojas que proclama "E l nuevo y lastimosamente ciertos manierismos llevaron a
amanecer". Encontramos elementos comunes como los muchos pintores a presentar una imagen feminoide y
ya habituales iconemas de montañas, agua y vegetación. excesivamente delicada, muy alejada del que fue con
El pescador mira al Jesús-Solar que a su vez nos mira. toda probabilidad un fuerte carpintero e incansable via-
Reconocemos la identidad del personaje por ciertos ras- jero.
gos estilísticos que se han ido convencionalizando en La imagen de "E l nuevo amanecer" proclama
una larga tradición occidental, durante siglos. A partir algo que se liga con interpretaciones literales de ciertos
de representaciones que se inician hacia el siglo I I I , pasajes de los Evangelios y que sirve de motivo a los
pasan por las iconografías bizantinas, las estatuas y pin- movimientos parusísticos o del segundo advenimiento
turas de la Edad Media y el renacimiento europeos, y del Maestro en poder y gloria. ¿Cuál será la imagen o
empiezan a circular en espacios populares mediante imágenes visibles en este regreso, si es que tales inter-
almanaques y estampitas, primero, y litografías y afi- pretaciones han entendido correctamente? E l pen-
ches después . 16 samiento de base mística prefiere pensar en un
El icono que representa a Jesús de Nazareth ini- "reconocimiento interior" al alcance de quienes cum-
cia su variado viaje, hasta donde sabemos , con el 17 plan ciertos requisitos; las lecturas prosaicas supondrán
"Cristo como pantócrator" (cerca de 235) pintado en que se parecerá a sus iconos, los que creen ligados al
una catacumba de Roma. Lo curioso es que para esta "modelo original". Pero si sus iconos son el fruto de lar-
época ya no vivía nadie que conociera a uno que hubiera gos siglos de convenciones y su presencia será
conocido al Maestro. Resulta muy poco probable que democrática y abierta, ¿qué pasa si no se parece a la
los pintores cristianos en Roma dispusieran de retratos imagen que la historia de sus iconos ha establecido? Por
hablados o mucho menos de dibujos o bocetos. Sabido lo pronto el pescador lo está viendo como un Jesús-
es que la aparición tardía de iconografías cristianas es Solar, cual sol emergiendo tras un horizonte bucólico,
consecuencia del fuerte influjo del judaismo y su icono- proclamado como " E l nuevo amanecer" (del
fobia tradicional. Según los historiadores, las icono- renacimiento espiritual, se supone). Además de los
grafías con temas del Nuevo Testamento surgieron (al iconemas tradicionales (pelo largo y suelto, barba y b i -
13 E n una entrevista publicada como apéndice a la edición de 1998 de Culturas híbridas, México, Grijalbo, p. 363.
semiosis populares en Cartagena de Indias, con una incontables que incluyen cristos latinos, caucásicos,
fotografía que registra una combinación de paisaje en el nórdicos, etc., en un juego de iteraciones en donde cier-
sentido comentado en el punto anterior y el tema reli- ta forma del rostro y la mirada, la barba y el bigote y el
gioso. En la foto N° 1, un extasiado pescador, parado en pelo largo y suelto funcionan como los iconemas cons-
el centro de su canoa, contempla un Jesús-Solar que tantes que facilitan el reconocimiento. A ciencia cierta
emerge detrás de un oriente de montañas coronado por no sabemos cuáles fueron los rasgos reales del Maestro
un arco de grandes letras rojas que proclama "E l nuevo y lastimosamente ciertos manierismos llevaron a
amanecer". Encontramos elementos comunes como los muchos pintores a presentar una imagen feminoide y
ya habituales iconemas de montañas, agua y vegetación. excesivamente delicada, muy alejada del que fue con
El pescador mira al Jesús-Solar que a su vez nos mira. toda probabilidad un fuerte carpintero e incansable via-
Reconocemos la identidad del personaje por ciertos ras- jero.
gos estilísticos que se han ido convencionalizando en La imagen de "E l nuevo amanecer" proclama
una larga tradición occidental, durante siglos. A partir algo que se liga con interpretaciones literales de ciertos
de representaciones que se inician hacia el siglo I I I , pasajes de los Evangelios y que sirve de motivo a los
pasan por las iconografías bizantinas, las estatuas y pin- movimientos parusísticos o del segundo advenimiento
turas de la Edad Media y el renacimiento europeos, y del Maestro en poder y gloria. ¿Cuál será la imagen o
empiezan a circular en espacios populares mediante imágenes visibles en este regreso, si es que tales inter-
almanaques y estampitas, primero, y litografías y afi- pretaciones han entendido correctamente? El pen-
ches después . 16 samiento de base mística prefiere pensar en un
El icono que representa a Jesús de Nazareth ini- "reconocimiento interior" al alcance de quienes cum-
cia su variado viaje, hasta donde sabemos , con el 17 plan ciertos requisitos; las lecturas prosaicas supondrán
"Cristo como pantócrator" (cerca de 235) pintado en que se parecerá a sus iconos, los que creen ligados al
una catacumba de Roma. L o curioso es que para esta "modelo original". Pero si sus iconos son el fruto de lar-
época ya no vivía nadie que conociera a uno que hubiera gos siglos de convenciones y su presencia será
conocido al Maestro. Resulta muy poco probable que democrática y abierta, ¿qué pasa si no se parece a la
los pintores cristianos en Roma dispusieran de retratos imagen que la historia de sus iconos ha establecido? Por
hablados o mucho menos de dibujos o bocetos. Sabido lo pronto el pescador lo está viendo como un Jesús-
es que la aparición tardía de iconografías cristianas es Solar, cual sol emergiendo tras un horizonte bucólico,
consecuencia del fuerte influjo del judaismo y su icono- proclamado como " E l nuevo amanecer" (del
fobia tradicional. Según los historiadores, las icono- renacimiento espiritual, se supone). Además de los
grafías con temas del Nuevo Testamento surgieron (al iconemas tradicionales (pelo largo y suelto, barba y b i -
rayos de trazos intermitentes. Imagen fija, este cuadro se clasifica como árbol); «y vio la mujer que el árbol era
está dotado de una suave dinámica cromática debido a bueno» (Gen. 3:6), «y tomó de su fruto, y comió» (Gen.
los efectos representados en el cielo y en el agua. La 3:6). Como se ve, el Y O popular lo que hace es inter-
canoa y el pescador, la vegetación y la montaña, en se- pretar con libertad la falta de definición del texto bíbli-
rena quietud. Pero hay dos ingredientes dinamizadores: co, al poner en escena la parra y las uvas. A l pie, ve-
la luz, que baña las montañas, la vegetación y el agua, y getación en lenguas ascendentes (¿las «llamas de la
la cascada de la izquierda. En las iconografías usuales pasión»?. La mano izquierda de nuestra Eva, extendida
hoy en láminas de libros, afiches y postales de la pro- (¿»ofreciéndolas»?) y la derecha de Adán también
ducción visual de masas con tema religioso, la cascada extendida hacia las uvas (¿»aceptándolas com-
fluyente metaforiza los bíblicos "ríos de agua viva" del placido»?. Ellos se miran de medio lado, casi dirigien-
nuevo Edén. El pescador aunque inmóvil, mantiene do sus miradas a las uvas; Adán lleva puesta una pren-
alzada su vara a media altura ¿en ofrenda de un instru- da llamada en el Caribe colombiano «camiseta esquele-
mento de labor? to» de color blanco, y tiene barba y bigote. Con pelo
Un último comentario: ¿este proclamado nuevo largo y suelto, características que no son típicas de los
amanecer quiere comunicar que el Jesús-Solar ha fenotipos habituales en la región. Ella es una «Eva po-
escogido regresar paulatinamente haciéndose percepti- pular», rubia (a las mujeres de la ciudad les encanta
ble primero ante los más humildes y en sus propios teñirse el cabello de rubio) de pelo largo y lo lleva suel-
códigos de reconocimiento? Creemos que hay un inten- to con un corte de «capul» sobre la frente. Lo más lla-
so contraste entre la puesta en escena de este paisaje, mativo es su vestido de dos piezas; la prenda inferior no
como expresión de la religiosidad popular, y las repre- se define aunque insinúa una falda que se anuda con
sentaciones convencionales de lo que puede ser llama- lazos en las caderas, mientras que la prenda superior es
do el canon de la iconografía religiosa institucional, más un sujetador tipo bikini que recubre unos generosos
ligada a los iconos del culto al "Sagrado Corazón", de pechos. Ambos son de tez clara, más cerca del «moreno
origen elitista-estatal y a reelaboraciones de los cristos claro» que blancos. Las ropas que llevan y el pelo rubio
de los pintores renacentistas ; es posible ver que poste-
19
de Eva brillan intensamente convirtiéndose en nácar y
riormente se integró a los usos populares que lo mues- dorado respectivamente, cuando son iluminados por los
tran hoy abundantemente en cuadros litografieos, pin- faros de los vehículos durante la noche, ya que están
turas, estatuillas, etc. hechos con pintura reflectiva. Si la «tentación», ese
Veamos ahora la reelaboración popular que pre- momento recogido en el cuadro, es anterior a la toma de
senta una versión libre de uno de los mitemas más tra- conciencia de su desnudez y su consecuente sentimien-
bajados en la historia cultural de Occidente: la tentación to de vergüenza, según el relato bíblico, ¿por qué estos
del Edén, como lo muestra la foto N° 2. Por comodidad, edenitas populares están vestidos, y de una manera d i -
vamos a llamar a la mujer del panel izquierdo «Eva», y gamos «popularmente sensual»?
«Adán» al hombre del panel derecho. Realmente el Finalmente, ¿es este acaso un modo muy pecu-
único elemento explícito del mitema bíblico es la ser- liar de registrar en el imaginario popular el profundo
piente que se encuentra «abordando» a la mujer, sobre desencuentro entre hombres y mujeres que se inició con
la esquina superior izquierda. En el centro, en vez de la la falta del Edén, cualquiera ella realmente haya sido, y
acostumbrada manzana, una copiosa parra repleta de cuyas consecuencias apenas parece que empezamos a
uvas y en arco, el texto «La uva» (que, como dijimos, comprender ahora?
en los ambientes del transporte y la mecánica auto- En la foto N° 3, una chaza (puesto estacionario
motriz connota bueno, elegante). Aquí el pintor popu- de venta de dulces, cigarrillos, etc.) en el sector del
21 Que, como se sabe, maneja lo relativo a transporte terrestre, control de vehículos, etc.
tradición popular además del juego multiétnico que mundo» alimentada mayoritariamente por las sim-
pone en escena; pero no hay negros ni mulatos (en una bologías del consumo norteamericano. Esta estatua, en
ciudad como ésta donde estos grupos constituyen más un bus de E l Pozón, una ruta de un barrio popular carta-
del 70% de la población). La imagen revela cosas que genero, acompañada por un mosaico de iconemas que
nos permiten insistir en plantear que las semiosis artís- representan la ciudad de New York (torres, puentes,
ticas de los sujetos populares están lejos de ser pasivas mar, edificios) y un cielo poblado de estrellas como la
reproducciones de modelos proveídos por los imagina- bandera de USA. La norteamericanización de estos
rios hegemónicos, en este caso los del canon religioso sujetos populares se completa con las tres placas
católico; en vez, despliegan creatividad, mezclas, pegadas en la parte inferior del paisaje, dos de salidas
experimentación, en distintos niveles, y con variado del metro de New York (supuestamente) y, debajo de la
éxito, como puede desprenderse de los ejemplos placa de Cartagena, una de Massachusetts. La hiperse-
mostrados, la virgen sicodélica, la rústica y esta mesti- mantización de la «capital del mundo», realizada en un
za sonriente. espacio comunicativo popular en Cartagena de Indias,
nos conecta con la profusión de textos en inglés o
Amalgama pseudoinglés (textos que parecen, o que pertenecen a
Proclama religiosa, referencia regional y perso- formas locales del «ingleñol», los que genéricamente
najes de la industria cultural (vírgenes del Carmen llamaremos «angloides»)
cristos o divinos niños al lado de Piolín o del conejo de En el corpus hemos registrado muchos, algunos
la suerte, etc.), además de ornamentaciones típicamente que reproducen marcas o lemas de transnacionales
populares, todo ello «cohabitando» un mismo espacio como Pionner o Sony, otros que significan frases
simbólico, tejido en las amalgamas en que los sujetos
usuales o nombres, pero escritos en forma angloide,
populares expresan hoy su sensorium, precisamente,
etc., de los cuales podemos ver algunos: "Monchys
apropiándose tan disímiles materiales para componer
sabor" (bu, Ternera, la, po); «New York mafia» (tax, la,
mosaicos de su religiosidad mezclada, o para concluir
po); «Answer» (tax, la, po); «Full aire natural» (sic, bu,
sin rodeos, si la religiosidad popular experimenta un
"nuevo amanecer" en sus expresiones, discursividades e Olaya, la, lat), con la mamadera de gallo caribe incor-
iconografías, este es fusionante, libre y por tanto, porada, al referirse graciosamente a la proliferación de
dinámicamente híbrido. taxis del sector turístico que llevan una calcomanía «full
•
22 (Ba, Blas de Lezo, la, po)
AGUAITASEIS/ DICIEMBRE2001
Mompox, como el carnaval
de Barranquilla, le cantó
versos a la fauna local: para
Arquez, los animales de
África fueron reemplazados
por la variedad de la fauna
del trópico Caribe y, en vez
de leopardos, leones, ele-
fantes o b ú f a l o s , apa-
recieron coyongos, garzas,
patos cucharos, peces, bu-
rros, goleros, caimanes, pe-
rros, tigres o ponches
(Árquez, 1998:219).
Foto 1. Lasfiestaspopulares han estado unidas a representaciones adobadas con versos, que sir-
ven para realzar su colorido y se nutren de la tradición hispánica, de uso colectivo en la región. Los versos son una
Las zonas con alguna influencia negra conservaron mejor los textos de la tradición española, a constante en las representa-
diferencia de la población indígena que se mantuvo alejada de las formas hispánicas.
ciones con animales. Además
parte de estas celebraciones referida a la presencia de de la coreografía y de los bailes y disfraces de los par-
los versos: las piquerías, los encuentros en las plazas, ticipantes, los versos agregan un elemento particular
las tamboras, las maracas, que con versos improvisados que identifica cada grupo en las danzas de goleros, co-
iban de un barrio a otro, hasta encontrarse en la plaza. yongos, chande, torito, o pájaros. Aunque los especta-
Su detalle se centra en el disfrute de los versos: dores que asisten a las representaciones del carnaval no
"Yo saborié tanto en m i juventud esos festivales alcancen siempre a sentir los versos, en todos los des-
en tiempo de navidad ¡Eso sí es muy bonito, pero muy files las distintas comparsas incorporan versos que
bonito! ¡Daba gusto! Las contestaciones de las voces, acompañan las danzas.
tanto de una parte como de otra; los encuentros de un En la danza de los pájaros, estos se mueven en
barrio con otro barrio con tambores y tamboras versifi- forma circular en torno a la música y a las banderas
cadas, piqueriando en cuartetos los que cantaban. Sale colocadas en el centro mientras fluyen los versos de los
uno de pelao al pueblo y, entonces, hay procesiones ¡Y personajes: el toche, el turpial, el guacamayo, el
a divertirse usted durante días! Demasiado" (Salcedo, cucarachero, el sangretoro, el colibrí y la rosita:
1976:100).
De los pájaros del monte
Y trae estos ejemplos, de los versos escuchados A mí me llaman el toche
en las fiestas: Y quiero pasar contigo
Estas horas de la noche.
Tres golpes, tres golpes
Tres golpes no más Mientras el toche vuelve a su puesto, el turpial
El baile de la Villanueva avanza para cantar:
Fueron tres golpes no más.
Cuando sopla el vendaval
Aquella que va bailando Me hallo siempre en gran apuro
Lleva el pollerín afuera, Porque el plátano maduro
Y el que la va galantiando Es comida de turpial. (Diario del Caribe, 1997: 8)
Dice que es forastera ( Salcedo, 1976: 100).
En la danza de coyongos, la garza blanca, la
También las fiestas del carnaval, en la Costa garza morena, los coyongos, el rey de los coyongos, el
Caribe, están acompañadas por textos en verso, en gallito de ciénaga, el pato cucharo, el cazador y el pez,
los que se le canta, fundamentalmente, a los ani- entonan cada uno su propia "relación".
3 L a obra de List se basa en las observaciones etnográficas realizadas en Evitar, un pueblo pequeño y aislado que pertenece al municipio de Mahates, en el departamen-
to de Bolívar. En las inmediaciones de Evitar se encuentra la ciénaga de Quintanilla al norte (que se comunica con el Canal del Dique) y al sur las poblaciones de Mahates
y San Basilio de Palenque, lugar en el que se formó el Palenque de San Basilio en el siglo X V I I . Esto último sitúa a Evitar dentro de una zona con una fuerte influen-
cia de la cultura negra. Para nuestra investigación, las observaciones de List sobre los cantos relacionados con animales en Evitar pueden extenderse a la zona de
Mompox: los dos sitios están ubicados en el mismo departamento y unidos, por la vía del río Magdalena, a la vida ribereña.
4 Informante, Etilvia Murillo. Zaragoza, Antioquia.
5 Se debe recordar que las manifestaciones de esta influencia negra están hoy mezcladas en la heterogeneidad de las formas finales, que son el producto de la fusión cul-
tural. Además, el contenido de las coplas es fundamentalmente hispánico.
6 Aunque se trate de la zona antioqueña, Carrasquilla recuenta tradiciones esclavas, de la población negra, vinculada al trabajo en las minas.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
En las diferentes fiestas cantadas de la Costa Desde lejos se conoce
Atlántica colombiana, las mujeres son las encargadas A mujer que es señorita . 7
calor de la fiesta. Sólo cuando la cantadora alzaba los pasado y el presente y las fiestas, que ya no existen,
brazos, abría la pollerona y empezaba con sus gritos, el vuelven a ser y a través de los relatos y los versos re-
tambolero se animaba porque ya tenía la compañía de aparece la magia y alcanzamos a recomponer la imagen
los cantantes. Entonces, empezaban los versos de la de la gloria pasada.
mujer:
Entre la improvisación y los versos
Por aquí me voy metiendo
Como raíz de cañabrava
tradicionales
En los rituales, unos versos se repiten y otros se
La mujer es la que pierde
Y el hombre no pierde nada improvisan. Según los informantes, los cantadores
conocían previamente los textos, aunque en algunos
Entonces las otras cantaban: Ay, Juanita llora, casos improvisaban nuevas variantes. En general, los
Juanita llora, Juanita llora, pero tocándole las palmas, versos de celebraciones colectivas aparecen, en su ma-
y ella seguía su canto: yoría, tomados del conjunto de la tradición oral popular.
Por encima corre el agua Los diferentes cantos están hechos de coplas
Por debajo piedrecitas populares y construidos en la medida octosílaba, de
7 Relato de Hermes Rodríguez. Esta entrevista fue realizada en San Fernando, Mompox, por el estudiante Jonathan Echeverri, auxiliar de esta investigación, y se encuen-
tra en su Diario de Trabajo de Campo, preparado en el transcurso de este trabajo.
8 Diario de Campo, Sandra Turbay.
' Los cantos de vaquería, en Colombia, estuvieron integrados a la labor de transporte del ganado, por grupos de vaqueros, de manera especial en los departamentos de
C órd obay B olívar. Para un detalle sobre el tema puede verse Posada, 1986, p.p. 84- 93. Allí se muestra la adaptacióny m usicalizaciónque estos cantos hicieron de
las coplas populares de la región. Los vaqueros acomodaron y utilizaron formas regionales para cantar sus propios temas, musicalizando los textos y adoptando estruc-
turas, encabezamientos y temas de los cantos tradicionales.
10Los versos pueden verse en el Diario de Campo de Sandra Turbay, durante la primera visita a campo del equipo de investigación de Mompox.
" Fals Borda reafirma este canje de deudas de baile, que se pagan con ron, con un testimonio de su experiencia personal en un baile con la ex alcaldesa, en una calle de
San Martín de Loba (1986: 125 A).
12E l compositor Andrés Landero, en una entrevista sobre cantos de vaquería, se resistía a cantar versos conocidos, por fuera de un contexto apropiado porque "van a salir
así sin gracia, porque no me siento inspirado". En Mompox fue necesario, en casi todas las entrevistas, ofrecer licor a los informantes, en el intento por reconstruir unas
condiciones rituales que propiciaran la llegada de los materiales orales.
" George List aclara que la palabra picó es la pronunciación local del inglés "pick up", que se refiere a un fonógrafo portátil con motor de gasolina. E l aparato consta de
tres partes: el motor con el generador, la tornamesa y el parlante. A l dividir el equipo en estos tres componentes separados se facilita el transporte y se hace más flexi-
ble su colocación. Describe un picó de 1970, encontrado en Evitar, con el parlante puesto en el piso fuera de la casa de bahareque, el motor y la tornamesa adentro y un
parlante adicional en forma de cuerno, que colgaba del alero de la casa (List, 1994: 142). A esta nota se debe agregar que el término se usa actualmente en la Costa
Atlántica, aplicado a otros equipos de música que, aunque más modernos, cumplen la misma función de amplificar el sonido en fiestas colectivas.
Cartagena festiva:
el Once de Noviembre y sus signos culturales
Por Enrique Muñoz Vélez
Las fiestas ponen en escena el teatro de la vida noviembre de 1811 los mulatos y negros de Getsemaní
con una gran carga de significados sociales, históricos y impondrían por la fuerzas a las élites criollas la declara-
culturales. El 11 de noviembre de 1811, Pedro Romero, toria de la independencia absoluta de Cartagena . 2
al frente de los lanceros de Getsemaní, apoyado por los Además, los artesanos ilustrados de Cartagena
moradores de este barrio, asaltó el Almacén de Armas fueron protagonistas de primer orden en la emanci-
de Cartagena. Con lanzas, fusiles y puñales los hombres pación de la ciudad y comprendieron su importante
de Romero irrumpieron en el salón donde estaba reuni- papel social dentro de la lucha de independencia . Pedro 3
da la junta de gobierno, y exigieron la independencia Romero, el máximo dirigente del sector artesanal, en su
absoluta de Cartagena. Desde entonces, la ciudad y su condición de mulato lideró el movimiento por la lucha
población conmemoran los actos de la contienda bélica de independencia de Cartagena, y lo más probable que
con motivos festivos, distintos a la tradición colonial de desde finales del siglo XVIII iniciaran la campaña
celebrar las fiestas religiosas, regidas por el calendario emancipatoria por lograr unas mejores condiciones de
eclesiástico y que eran controladas por la Iglesia; y de vida e igualdad social. Muñera comenta que Romero
las fiestas repentinas, marcadas por los acontecimientos "en 1778, a la edad de 24 años, vivía en el barrio de
de la corte en la cual se mostraba a la sociedad colonial Santa Catalina y se encontraba ejerciendo el ejercicio de
por su amor y lealtad al soberano, las cuales se consi- herrero. Es posible que haya sido uno de los tantos arte-
deran de carácter político . 1
sanos que el ingeniero Antonio de Arévalo se trajo de
Los contenidos sociales e históricos de la inde- Cuba para los trabajos de fortificación" . 4
1 Véase, Polanco, María Ximena. "Fiestas políticas en Cartagena de Indias, 1740 - 1810". En: Fiesta y Región en Colombia. González Pérez, Marcos. Compilador.
Editorial Magisterio, Bogotá, 1998.
2 Muñera Cavadía, Alfonso. El fracaso de la Nación. Región, clase y raza en el Caribe Colombiano (1717 - 1810). Banco de la República / E l Ancora Editores, Bogotá,
1998, p. 187.
3 De acuerdo con el padrón de 1777, los artesanos estaban ubicados en los barrios: Santa Catalina y Getsemaní, pero la historia tradicional y en particular la escrita por la
élite de Cartagena ira desconocido a los actores populares en la gesta del 11 de Noviembre de 1811.
4 Muñera Cavadía, Op. Cit., p. 200.
5 Marchena Fernández, Juan y Gómez Pérez, María Del Carmen. La vida de guarnición en las ciudades americanas de la Ilustración. Editorial Ministerio de Defensa,
Madrid, 1992. p.p. 97 -98.
6 Rapsodia No. 154 Año XIII, junio 30 de 1962, p. 18. Ver Spottswood, Richard K . Ethnic Music on Records. E l tema "Busca mujer" de la autoría de Adolfo Mejía
aparece grabado en Estados Unidos con la Orquesta de Ángel María Camacho y Cano, en ritmo de mapalé como "Arroz con leche", sello Brunswick No. 40924.
Las fiestas ponen en escena el teatro de la vida con una gran carga
de significados sociales, históricos y culturales. El 11 de noviem-
bre de 1811 está signado por la historia como la fecha conmemo-
rativa de una contienda política en la que se inscribe la simbología
de la tradición festiva con toda su parafernalia: música, danza,
baile, vestidos, carruajes (hechura de artesanos), romería, funebria
y burla de lo político que asume la mascarada carnavalesca en la
construcción de una ciudad imaginada. Las fiestas tenían su cen-
tro de acción en todas las calles y principalmente en las plazas, 7 Entrevistas con antiguos pobladores de los barrios Boquetillo, Pekín y Pueblo
cada plaza de la ciudad era un escenario para la cumbiamba, el jol- Nuevo: Gertrudis Zabaleta, María Barrios, Pacha Del Valle, Carmen María
gorio se callejeaba. Con el crecimiento de la población, los esce- Pereira, Aura y Rosa Berrío, Natalia Molina, José de la Cruz Morales, Antonio
narios tradicionales -Centro, Getsemaní, San Diego- tuvieron que Tinoco, Moisés Jiménez , Victoriano Crisón y Alberto Enrique Sepúlveda.
^2|dar paso a otros espacios -Boquetillo, Pekín y Pueblo Nuevo.
AGUAITA SEIS / D I C I E M B R E 2001
La máscara Las fiestas tenían su centro de acción en todas las
calles y principalmente en las plazas, cada plaza de la
La Cartagena festiva es la de la mascarada car-
ciudad era un escenario para la cumbiamba, el jolgorio
navalesca donde los imaginarios colectivos se vuelven
se callejeaba. Con el crecimiento de la población, los
visibles, audibles, táctiles, gustativos y olíferos, como si
escenarios tradicionales -Centro, Getsemaní, San Die-
fuera una provocación directa al mundo sensorial y a
go- tuvieron que dar paso a otros espacios -Boquetillo,
sus accidentes sinestésicos en el trastocamiento de los Pekín y Pueblo Nuevo. Luego, las fiestas se convierten
sentidos, en virtud de la música que se escucha y se en expresiones de mayor dimensión urbana en las que
baila, cuando la vida es una sola fiesta . La fiesta es la 8
se articulan las nuevas comunidades barriales: Manga,
mejor forma de celebrar el individuo, cuya naturaleza lo Pie de la Popa, Espinal, L o Amador, El Cabrero, La
comporta a ser ceremonioso, porque él es profesional, Quinta, Torices, para sólo destacar los más representa-
es decir, profesa un rito en que se elige como el ofi- tivos barrios en la primera mitad del siglo X X .
ciante que convoca el goce en el mapa corporal de la Una reflexión de las fiestas ha de conducir nece-
individualidad socializada, sobre el escenario puesto sariamente al estudio de las mentalidades, porque la na-
para la teatralidad de la vida. Allí la máscara adquiere su turaleza de las fiestas así lo exige tanto como los innu-
múltiple significación. merables vínculos sociales y sus representaciones. El
La máscara, por ejemplo, la asume el político historiador francés Michel Volvelle ha estudiado estos
para completar su farsa electorera, el político tradicional vínculos y divide la fiesta en las de "abajo", de las co-
que engaña y ofrece con suprema facilidad paraísos per- munidades aldeanas, y las de "arriba", de las liturgias
didos que desde la época adánica ya no existen. En la religiosas y los ceremoniales principescos, pasando por
mentalidad popular, el político se vale de la mentira que el sueño de Rousseau de fusionar los dos tipos de fies-
oficializa y de tanto utilizar la máscara pierde la identi- tas, el ideal que suprime la frontera entre el individuo,
dad de su propio rostro . 9
la comunidad y el Estado . La teoría de la fiesta pro-
10
8 Cartagena festiva, la mascarada carnavalesca, implica arte y comunicación. L a cultura hace posible esa conexión que propone el arte en su diversidad de lenguajes comu-
nicantes. Casi siempre, las imágenes del arte desbordan la cultura en la cual se construyeron, circulan inclusive con mayor dinámica en épocas distantes a su nacimien-
to. "Una lengua no es solamente la expresión de un modo particular de nombrar las cosas, de establecer relaciones entre sonidos e ideas o entre símbolos escritos e ideas,
una lengua es también expresión de una cultura". Ver Hernández, Carlos Augusto. Arte, Comunicación y Cultura. Nariño: Ediciones Unariño, 2000, p. 27.
' Las fiestas permiten entender las mentalidades y los discursos históricos que las originaron; ideas y filosofías que desde los griegos, pasando por Hegel, hasta nuestros
días pretenden explicar cómo operan las mentalidades desde el mundo de la opinión (ideología) y el conocimiento riguroso (ciencia). L a dinámica de las ideas se revela
como un proceso complejo que desborda el análisis puramente formal, en la cultura y la praxis social, en los repliegues recónditos del inconsciente y en el dinamismo
del poder, señala Eudoro Rodríguez. Véase Ideas y Mentalidades, Modos de hacer la Historia. Editorial E l Buho, Bogotá, 1996, p. 7.
10 Volvelle, Michel. Fiestas y Nación en Colombia. González Pérez, Marcos. Compilador. Ed. Magisterio, Bogotá, 1998, p. 15.
mente en las ciudades -lo más hispánico en esquema El buscapiés, el tirito, la bombita y el triqui-
pero lo más original en su mezcla- la fiesta constituía la traque son piezas de fuegos artificiales simbólicas en la
exteriorización de la vida social con todos sus con- mentalidad republicana: escudo y bandera no escapan a
trastes" . 12 la realidad de los signos ígneos, que en las festividades
Entre tanto, cabe señalar que las Fiestas de novembrinas no son más que el simulacro de la con-
Independencia de alguna manera conectan el pasado tienda bélica entre españoles y criollos que vieron flo-
colonial de Cartagena de Indias con el presente. Para recer a fuego y lanzas la independencia de Cartagena.
una mejor compresión de lo aquí expuesto, sugiero una Pretender acabar con este tipo de prácticas conmemora-
lectura de los diversos disfraces y comparsas que mues- tivas sería estrangular un elemento alegórico de la
tran la fractura social de la Cartagena de hoy, donde se Fiesta del Once de Noviembre.
simula una integración de sus diferentes capas sociales,
por ejemplo, el desfile de carrozas de las aspirantes a Otros signos
reina del Concurso Nacional de Belleza, que contrasta El Carro Charro era el resultado de la inventiva
con el Reinado Popular (lo que supone que la belleza es popular de los habitantes de Pekín, Boquetillo y Pueblo
privativa de los sectores de poder económico y social), Nuevo, carecía de los adornos y disfraces artesanales
casi siempre excluida en la organización del Reinado del Carro Alegórico, era más bien una muestra burda de
Nacional de Belleza. la decoración, y representaba a los sectores pobres de
Cartagena, en especial el gremio de pescadores lidera-
Los signos de la pirotecnia dos por Felipe León, miembro del cabildo de Pekín . 15
Todo pueblo o agrupación comunitaria sustenta El Carro Alegórico representaba los imaginarios
su permanencia histórica en la práctica y vigencia de las cívico-patrióticos, era una construcción artística diseña-
tradiciones, como ha expresado María Teresa Novo en da por los artesanos de Cartagena, que a su vez hacían
La navidad en Sartenejas: Fiestas de pregones y pa- parte de la junta de las festividades del Once de
rrandas . En la tradición se define un pasado cultural
13
Noviembre. Los Carros Alegóricos contaron con el
que, con el paso del tiempo, fortalece el saber social, respaldo de los sectores comerciales de la ciudad. Los
11 Op. Cit.
12 Véase L a Vida de Guarnición en las Ciudades Americanas Ilustradas, p. 99.
13 Novo, María Teresa. La Navidad en Sartenejas: Fiestas de Pregones y Parrandas. Equinoccio Editorial, Caracas, 1998.
14 Ibid. pp. 6-8.
, s Entrevista a Clímaco León, hijo de Felipe León. Escuchar el disco "Cartagena es buena tierra" de la autoría de Adolfo Mejía, cuyos motivos son los personajes popu-
lares de la ciudad.
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Todo parece indicar que la música del 11 de
Noviembre está íntimamente ligada a los festejos de los
cabildos de negros, en especial a la cumbia y sus va-
riantes rítmicas, el porro, y especialmente a los fandan-
gos de lengua y los fandangos de pascua decembrina.
Los cabildos congos, carabalíes, mandingas y minas son
mencionados por Urueta y Piñeres en el libro
Cartagena y sus cercanías y referenciados en los car-
navales de la ciudad; sin embargo, una lectura del
padrón de 1777, muestra además a los cabildos de luan-
gos, araraes, jojoes y chalaes, que tributaron sus músi-
cas y danzas en los carnavales de Cartagena donde la
La burla sin límite es el espacio simbólico de la mascarada car-
presencia africana bullía con la polirritmia de sus tam- navalesca que no distingue ni actores ni clases sociales: la sátira,
la ironía penetrante es el verdadero rasero del mundo imaginado
bores ancestrales. de las comparsas de carnaval. La muerte, alusión, eje, figura, lúdi-
ca siniestra de la fiesta.
Cumbia
La cumbia es el ritmo base de las formas musi- La cumbiamba, ese baile de tiempo inmemorial,
cales del folclor del Caribe colombiano. La cumbia, que todavía despierta entusiasmo, fue notable. Las notas
como complejo genérico, está influenciada por dife- de prensa muestran que la cumbiamba era parte del
rentes componentes étnicos, quizás el más sobresaliente mundo festivo de la Virgen de la Candelaria. E l círculo
de ellos es el sustrato africano de los congos. En el del baile en aquellas noches fue bastante extenso y
diario El Porvenir en 1879 se describe la música y el había derroche de luces y alegría en los bailadores. La
baile que llaman cumbiamba y se asocia a la fiestas de concurrencia en la cima y en el pie de la Popa durante
la Virgen de la Candelaria . Para algunos músicos naci-
19 el día y la noche era numerosísima, sin que tengamos
dos a finales del siglo X I X , cumbiamba era el lugar que lamentar desgracias de ninguna clase. Así rendía
donde se desarrollaba la música de cumbia y en ningún culto un pueblo creyente a una de sus patronas, así se
momento el ritmo . Ya a finales de 1889, en Cartagena
20 divertía un pueblo civilizado . "Como no había sucedi-
22
se referencia el ritmo con el nombre de cumbia, indicán- do en años anteriores, las fiestas de Carnaval populares
dose que se trata de una música escalera abajo, deno- están siendo precedidas de movimientos que denotan
minación despectiva para señalar al pueblo raso, que no animación excepcional dentro de la más simpática cor-
merece ponderación alguna, simplemente para denomi- rección" . 23
nar escándalo . 21
La Gaceta Municipal de Cartagena, en 1904,
En las cumbiambas, la música y el baile de las trae un aviso en el que señala los impuestos a los bailes
"negradas inferiores", como era llamada por la literatu- públicos: Este impuesto se cobraba de la manera sigu-
ra de principio del siglo X X para referirse a las fiestas iente: A ) Por cada baile de música de viento o de cuer-
de la Virgen de la Popa o de la Candelaria y los car- da, inclusive el piano, $2 pesos; B) Por cada baile de
navales de Cartagena, bullía el espíritu de la cultura bandoneón, arpa, etc., $0.50 centavos; C) Por cada vez
popular y sus imaginarios festivos provenientes de una que se verifique el baile de cumbia, mapalé, gaitas y
amplia zona del Bolívar Grande. otros análogos, se pagarán Sl.50 . 24
" El Porvenir, 2 de marzo de 1879, Cartagena. Gutiérrez S. Edgard J. Fiestas: Once de Noviembre en Cartagena de Indias. Manifestaciones Artísticas. Cultura Popular
1910-1930. p. 166.
20Entrevistas a Rufo Garrido (1986), José Aureliano Tejada (1989), José Arrieta (1989) y al gaitero palenquero Victorio Cassiani (1991).
21Muñoz Vélez, Enrique Luis. De la música popular a la música elaborada en Cartagena de Indias, ensayo parcialmente publicado. Se trata de un recorte escrito que posi-
blemente pertenezca a un Registro de Bolívar, por los fragmentos del papel y su tipo de letra, hallados en el Archivo Histórico de Cartagena.
22Fragmento de El Porvenir, Cartagena, sin fecha.
23El Porvenir, 14 de febrero de 1925, No. 7.875.
24Ver, Gaceta Municipal de Cartagena, Enero 30 de 1.904, p. 2. Cartagena de Indias en el siglo XX. Haroldo Calvo Stevenson. Adolfo Meisel Roca. Editores. "La Música
Popular en Cartagena en el siglo XX: ritmos, trovadores, pregones y músicos". MuñozVélez, Enrique Luis. Impreandes, Bogotá, 2000, p. 302.
con el nombre de rochela, los arrochelamientos eran lla- estudios etnográficos muestran que el término cúmbila
mados lugares de bulla. es congo y significa círculo de fuego, candela,
Cabe señalar que los gaiteros de los Montes de caparazón, enconchamiento, aislarse para fortalecerse
María le dicen a la gaita cabeza e cera chuana, pues con- de las fuerzas perseguidoras. Aquí, aislamiento no
sideran que ese es su nombre indígena . Sin embargo, 25 implica romper con el mundo sino más bien protegerse
los músicos negros de la bahía de Cartagena de princi- y crecer en el interior de su organización, los cabildos
pios de siglo X X , también mencionan a la gaita con el de negros.
nombre de chuana. La relación entre lo negro y lo indí- En el lenguaje anglocaribeño se encuentra el tér-
gena se puede encontrar en el nombre de San Jacinto de mino kumbla, de origen africano, que en la novela de la
Luango, población de los Montes de María, famosa por jamaicana Erna Brodber, Jane and Louisa, will soon
ser tierra de gaiteros como Toño Fernández y Juan Lara, come home, es utilizado para envolver y atrapar al per-
entre otros. Luango fue un cabildo negro en la sonaje central, Nellie Richmond, quien protege los va-
Cartagena colonial . 26 lores culturales del pasado y con su lenguaje se enfrenta
En el principio la cumbiamba es un tambor hablando baji- Las canciones novembrinas que quedaron en la
to, desuniendo tímidamente las hojas del aire. Se oyen memoria colectiva como símbolo de la fiesta popular
lejanas las gaitas. Como mujeres llorando, en patios invi-
son los fandangos: Pie Pelúo, de Clímaco Sarmiento y
sibles, por la muerte de un niño. E s apenas el llamado, el
El cebú de la autoría de Rufo Garrido, temas grabados
alerta, la constancia auditiva de que ha llegado la música.
De que está ahí, en un sitio cualquiera del pueblo, y de que
para el sello Fuentes por la Orquesta de Pedro Laza y
va a crecer. A crecer en la atmósfera y en la sangre. sus Pelayeros en la década del cincuenta. En los años
Entonces es cuando empiezan a llegar los hombres de anteriores, los temas de los compositores: Anastasio
color de tierra. Silenciosos y duros. Iguales a los árboles. Leal y su Banda Republicana, integrada por artesanos
Rojas Herazo, Héctor. Fogata de cumbiamba. Revista Vínculo Shell. No. 125, 1964, pp. 43
El Porvenir, Octubre 26 de 1879, Cartagena.
10 El Penitente. Cartagena, octubre 31 de 1909. La inform aciónfue cedida por el historiador Sergio Paolo Solano. Anastasio Leal fue el padre del cantante Cosme Leal,
miembro de la Orquesta del Caribe de Lucho B erm úd ez.
31 Ver a modo de sín tesisun inventario en el Diario de la Costa del sá
bado 11 de Noviembre de 1944, titulado La músicade hoy en la ciudad antigua.
Estado libre, soberano e independiente. Fue la ciudad del Comenta Lemaitre que entre las clases populares
mar sin límites a la libertad, la que concibió el 11 de y las élites la diferencia era muy notable. Sin radio, ni
Noviembre" .
cine, ni pick up , las distracciones eran escasas en los
32
35
diabólicas travesuras, estudiando la retropropulsión, lle- Uno de los mayores intentos en la recuperación
garon a fabricarlos de un pie de largo, con boquilla de de la Fiesta del Once de Noviembre es la Fundación
barro para que mantuviese la fuerza todo el tiempo y se Gimaní Cultural, al iniciar un programa para el rescate
fueron a la corraleja. Un buscapiés reventó en el techo de
de los valores tradicionales de la memoria colectiva en
la Agencia Postal, otro pasó por el balcón de la Casa de la
torno del barrio Getsemaní. La propuesta que pone en
Isla y fue a hacer explosión en las tejas del Hotel de la
Marina . 33
marcha la fundación tiene un carácter cívico, funda-
Lemaitre Tono, al referirse a las fiestas del Once mentado en la búsqueda de la cohesión social a través
de Noviembre en su septuagésimo aniversario, dice de las actividades lúdicas. En ese marco surge el
haber quedado perplejo por su 'degeneración': proyecto cultural del Cabildo de Getsemaní que nace
Esquivia Vásquez, Aníbal Venicio. Vamos a la Plazuela, publicación de la revista de programa de las Fiestas del 11 de Noviembre de 1963, p. 31.
Lemaitre Tono, Daniel. Corralitos de Piedra. Maromas y Buscapiés. Tomo II. Editorial Bolívar, Cartagena, p. 50.
Op. Cit.. p. 135. A principio de siglo X X , la población mayor de Cartagena hablaba del buscapiés L a Valle, que fabricaban en el barrio Manga. Lo más probable es que
Bernardo y Luis Miguel, a quién Lemaitre le atribuye la creación del buscapiés, hayan sido de apellido L a Valle. Entrevistas con Nicolasa Villacob López (1890 - 1882)
y Luis Mercado, mayor de 50 años.
Posible alusión a la ortofónica, que para esa misma época Enrique Franco Viola y Lino Bernett Franqui comenzaron a armar, consistía en unos aparatos eléctricos a seme-
janzas de los fonógrafos Víctor, de manera artesanal, que se convirtieron en cajas de sonidos musicales, conocidas como pick up. Quizás la etapa más cercana a nuestros
días la marca Aurelio "Yeyo" Franco con unos modelos de pick up que se conocieron en la década del 60 en el barrio Torices y eran unos aparatos pequeños que cabían
en la cajuela de un carro.
Eligió García, el estupendo escritor cartagenero No hay que temerle a las obras extensas.
fallecido hace poco, concedió muy pocas entrevistas en Sí, pero estamos hablando de 1.200 cuartillas en
su vida. Una de ellas la publicó en enero de 1996 el computador. Eso no puede ser. Así no puede ser una
desaparecido El Periódico de Cartagena, que repro- novela hoy. Me he dado cuenta de que hay que recortar
ducimos en esta edición de Aguaita, junto con su reve- mucho, coger una tijera de podar y cortar y cortar y cor-
lador relato "A cambio de nada", para compartir la tar. Así, como está no puede estar bien. N i que yo fuera
idea de que García fue uno de los escritores más desta- Proust. Ese reto me llevó a abandonarla.
cados de su generación. No entiendo, usted abandonó su novela porque
A pesar de ser reportero, Eligió García teme a las se le fue volviendo muy larga.
entrevistas: parece ser el famoso miedo escénico de la No, no es eso. Hay muchos motivos. No fue por
familia. Aclara, un día antes, que viene "a charlar" y no la novela misma. Hay un capítulo que hay que recortar
a una entrevista, y pide que le recuerden, por teléfono, mucho porque acumula descripciones por la descripción
la hora de la cita. misma. Además, lo que te cuento, se me disparó la
Eligió García, reportero en ejercicio y novelista a depresión. Estaba encerrado, había cosas y me quedé
la espera, hermano menor de García Márquez, habla ini- sin tiempo.
cialmente como zambullido por la fuerza -o por su ¿ Y qué piensa de su novela ahora ?
definitiva aceptación al diálogo- en un remolino temáti- El único consuelo que yo veo, es que me con-
co, con grandes prevenciones a liquidar el tema tratado venzo más de que esa novela es importante porque
con palabras desafortunadas o parciales. E l tema de su expresa una cantidad de cosas de Cartagena.
novela sobre Cartagena es un asunto que lo conmueve, ¿ Qué expresa ?
lo despoja de su acostumbrada parquedad, lo obliga a Eso es más complicado. Es una cosa muy inter-
revisarse lenta y problemáticamente como escritor, y a na, es muy difícil hablar de eso. Tal vez no sé cómo
echar mano de recuerdos no siempre benévolos. Esta decir las cosas.
novela ha sido una inmersión en océanos que él creía
conocer. Lleva ya varios años, braceando entre ellos. Ahí está toda mi vida
- La novela ha sido para mí una gran tortura. Es La última cosa que se supo de esa novela de
la tortura de mi vida. Está, prácticamente lista, pero no Eligió García es un capítulo que publicó en el magazine
está lista: ese es el problema. Se me han cruzado del diario El Espectador hace muchos años. Se recuerda
muchas cosas. Desde una depresión terrible hasta no el tema alrededor de una deuda de juego de la alta
saber qué hacer con ese inmenso material que me sociedad local. El tono de la novela distaba mucho del
absorbió y para el cual no he encontrado tiempo. relato contemplativo y de la visión de postal de la ciu-
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dad; era una mirada punzante, reveladora. Luego, Eligió rración, que es 1976; y el tiempo de la escritura que se
García regresó al país y comenzó a trabajar en publica- sitúa en los años 80. Todo eso está muy imbricado. Yo
ciones, hasta que encontró una ocasión personal para diría que hay como tres personajes centrales. La histo-
trabajar y se encerró, exponiendo la seguridad de su ria es, básicamente, la reconstrucción de unas situa-
familia, y creando, de paso, una expectativa entre sus ciones que sucedieron a fines de 1970. La reconstruye
hijos que ahora le preguntan por ese libro abandonado y un tipo que habla con otro. Son dos cartageneros, ambos
voluminoso: un monstruo de sorpresas. Ahora, como vienen de Europa, y uno es periodista, el otro le cuenta.
una curiosidad de su vida personal, adonde quiera que Le cuenta todo lo que sucedió, en lo cual un tipo que era
va, Eligió García lleva cinco disquetes donde está exportador de sangre y de mangos, fue hasta alcalde de
grabada la novela. Debe publicarla porque tiene otros Cartagena y compró el Hotel Caribe cuando estaba en
planes: reportajes, libros. Pero si se cae su casa, si se crisis. La historia se centra en un fin de semana, en el
derrumba el edificio, si se incendia la ciudad, la novela cual el exportador organiza una fiesta de tres días y
quedaría a salvo en esos cinco disquetes que van en su después lo encuentran muerto. E l tenía una mansión en
bolsillo a donde quiera que va él. el lugar donde ahora está el Hotel Hilton.
- Si la novela se pierde, para m í sería una derro- De los dos amigos, el que cuenta las historias,
ta completa. Perder esa novela sería una frustración descubre que su propio padre está enredado en la
absoluta. Ahí está, y que se me perdone la palabra, toda muerte del exportador poderoso, que parecía un sui-
mi vida. cidio. L o encontraron suicidado en una bañera, sin
¿En su novela, hay una actitud vengativa o una embargo en Europa ese narrador investigador descubre
actitud amorosa hacia Cartagena? que su padre no tenía nada que ver con eso. Pero en ese
No, no es completamente amorosa. Eso es claro momento su padre muere. Entonces él viene a
en la obra. Ahora, yo veo que Cartagena aumenta su Cartagena y reconstruye los hechos. También la novela
importancia. En Colombia, hay dos ciudades: Bogotá, muestra un historiador de Manga que por supuesto no es
por ser la capital, y Cartagena, cuya belleza y cuya ni Donaldo ni Lemaitre ni Porras Troconis, sino un
importancia histórica comenta todo el mundo. Fíjate revuelto de todo. Así, se habla de las genealogías carta-
que todo mundo quiere vivir en Cartagena. Todo mundo generas, que es otro de los temas de la obra.
quiere hablar de Cartagena. El rinde culto al pasado a la tradición y aparece
Pero Cartagena está en la mira de su hermano otro de los leit motiv del libro: la ciudad cambia de
mayor ahora. signo. En esto influye, por ejemplo, el cambio de fecha
Sí, yo tengo una enorme carga encima, que no de fundación de la ciudad, y por tanto la aparición de
puedo desconocer. Y m i novela dice: "esto soy yo". otro signo astrológico. La ciudad cambia de personali-
Cuando García Márquez ha tomado a Cartagena como dad. Se transforma, se estructura según los astros. Uno
de él, la cosa resulta mucho más complicada. No hay puede leer el destino de las ciudades en los astros, esta
que echarse mentiras, eso es así. A veces creí que había idea de la novela tiene mucho que ver con el determi-
relación con este hecho en ese bloqueo que yo tenía al nismo: las cosas sucedieron sólo así, de esta forma. Pero
escribir la novela, pero no: me di cuenta que era yo. Allí hablar así de una novela es muy vago.
estaba saliendo yo en esa novela. Esa novela soy yo. También aparece una reina, una cartagenera pre-
El esquema inicial de la obra fue cambiando con ciosa que hacen reina de Cartagena pero como tiene
los años. El solo hecho de tener 1200 cuartillas rees- algo de sangre negra no alcanza a ser Miss Colombia.
critas, de haber hecho correcciones minuciosas y de Va a un certamen internacional, y aunque no llega a
mostrar descripciones, pues hay mucha descripción, te reina, es vista por un tipo en Oriente. Ella regresa y se
indica el proceso de escritura. casa, y 21 días después el tipo de Oriente viene por ella
La idea de la novela es una vista desde arriba, y se la lleva.
panorámica, luego viene una vista desde abajo. La no- El narrador investigador anda descubriendo lo
vela está fechada. Tiene tres fechas fundamentales. A ñ o que pasa en la ciudad de entonces, esto es casi una no-
1976 -cuando comienza el texto- pero remite al año vela policíaca. A l exportador lo encuentran muerto, lo
1970. Y la novela es escrita desde los años 80. Tiene tres llevan en una carroza y lo velan en la aduana. Allí llega
tiempos: el de la vivencia, que es 1970; el de la na- esta muchacha, la reina, quien después aparece muerta
Reportero, cuentista, novelista, Eligió García fue una de las cifras La Cartagena de Eligió García era la de los picos y los capu-
más significativas de su generación. chones.
perseguidor, como en Blow up. Se juega con los fue en enero o en junio. Este historiador anda obse-
gestos, en forma imaginaria. Se batea y se fildea una sionado con los linajes y la sangre, y a m í me da risa
bola invisible. El investigador va a E l Cabrero, donde cuando oigo hablando de la champeta, de la música
tiene una amiga. Todo el recorrido que hace por la ciu- champeta. Uno de mis capítulos se titula "Nobles y
dad lo realiza mientras va llamando a su amiga, pero champetas", y se ocupa de eso.
ella mantiene el teléfono ocupado.
Hay disquisiciones en m i novela, por ejemplo,
Es una novela muy precisa. Va cuestionándose
sobre la arepa de huevo. Un montón de miradas. Es
a sí misma en la medida en que se hace. Esto ocurre,
una cámara. No hay explicaciones, la gente habla.
pienso, porque fue escrita después, porque ha habido
Esas disquisiciones se vinculan a una conversación
mucho tiempo de creación en ella. Está escrita en ter-
que ocurre en una mesa de fritos en el Pie de la Popa.
cera persona, pero siempre es la mirada de alguien.
Alguien, que es un personaje de la novela, se describe ¿En qué se parecen su Cartagena y la de
a sí mismo. Es un revuelto de Hitcock con la nouvelle García Márquez?
En nada. La mía es otra. M i Cartagena es total- La novela ha sido un proceso torturante, como
mente distinta a la de García Márquez. La de él es una te dije antes. En un momento me echo al agua. Durante
Cartagena disfrazada y vuelta al pasado, muy bien, si- tres años, hacía trabajitos, pero estaba tirado en las
tuada en el siglo pasado, a veces más "atrás. La mía es aguas de esa novela, escribiendo con todo lo que tenía
una Cartagena muy prosaica. M u y detallada. M u y de adentro. Me quebré, no sólo emocionalmente, sino
ahora. Es la Cartagena, yo diría, de los picos. económicamente. Pero no paraba. Creo que con tanto
tiempo metido en el fondo de esa cosa, no es que perdí
La ciudad cambia de signo el control, sino que me salió una novela muy grande.
En los años 70 hay una ruptura. Fíjate que en Yo la esperaba más precisa, más contenida, más ence
los años anteriores se ha perdido el capuchón. rrada. A veces hasta pienso en publicarla en dos partes,
El capuchón se pierde un poco después. porque... ¡es que son tres libros;. Yo quiero que me
El capuchón desapareció, en todo caso, de las quede en 500 páginas. Porque... es muy grande. La
fiestas de noviembre. Arbitrariamente, yo creo que ese gente no lee tanto. Quiero que la novela coja al lector
hecho marca la muerte de una ciudad y el nacimiento y lo lleve hasta el final. Yo no escribo para el lector
de otra. Hay dos elementos. Fíjate que el Hotel Caribe que no tiene tiempo de leer, pero también pienso en
marcó un desarrollo de la ciudad, ahora otros hoteles ese lector.
marcan la aparición de otra ciudad. Es, completa- Y además quiero saber qué es lo que la gente
mente, otra ciudad. Esa novela busca captar la
quiere saber de Cartagena.
Cartagena en transición, la de los años 70.
Yo me puse un plan: escribir la novela y luego
Fíjate que para este exportador que se quiebra
hacer dos reportajes. Había dos capítulos, uno "Bajo la
en m i novela, la única salida que le queda para sal-
insignia del cangrejo", y otro, "Bajo el reino de la
varse de la quiebra es la droga. Pero la droga es la
belleza", todo lo del reinado. Pero este capítulo salió,
heroína. Se insinúa esa Colombia de ahora, que tiene
y no era la historia del reinado.
mucho que ver con Cartagena.
El historiador de m i libro escribe dos libros y Pero viéndolo bien, yo lo que quiero es estar
de pronto se para, y hace unas cosas que me descubrí en Cartagena. Cada vez m á s , la ciudad resulta una
haciendo yo ahora. Como cambiar el escritorio, amalgama rara, y uno no sabe qué es, y la pueden
mover libros y sillas y cosas así. O b l i g á n d o m e ¿a maquillar, o tugurizarla por dentro como están
qué? Ese libro tiene que salir. A h , carajo, se me pasa- haciendo en muchos lados, pero es... eterna. Es como
ba que el título de m i novela es 'Virreyes y reinas'. Roma o Dublín o Londres. Eterna. Cartagena es eter-
na. No lo dudes.
Es eterna, no lo dudes
Bueno, ahora estoy de asesor de una revista al
lado de m i comadre Patricia Lara. La verdad es que
para lo único que yo sirvo es para asesor. Yo no sé
mandar. Yo digo: 'Hagan tal cosa' y si no la hacen...
bueno... no la hacen. Es claro, no sé mandar, no me
interesa.
A cambio de nada 1
-Lo siento -dijo- recogiendo las cartas. el salón sin mirar a nadie, altanera, ocultando en su
Ella, sin mirarlo, apagó el cigarrillo. Vertió arrogancia habitual esa derrota. Salió, dobló a la
luego en el vaso el resto de la bebida gaseosa: la bebió izquierda por el corredor en penumbras. Allí sintió
lentamente, con gusto. Después, se puso de pie, en frío, un frío húmedo de aire acondicionado que la
silencio. Guardó en la cartera el encendedor que había obligó a abrigarse los hombros desnudos con una man-
prendido y apagado toda la noche mientras jugaba. La tilla de encajes, cruzó luego el hall, tan desierto a esa
estaba cerrando cuando oyó nuevamente la voz del hora como el salón de juego, hasta llegar al ascensor.
croupie: Entró y sólo después que el ascensor cerró sus puertas
-Es en el último piso, al final del corredor. en su rostro se vio reflejada (reflejada en el espejo) la
La frase tuvo un tono amable, como si fuera una terrible desesperación que la roía sin tregua. Una
simple sugerencia, más que una orden. Pero al oiría, palidez intensa le hacía menos joven y atractiva de lo
ella sintió que el vacío comenzaba a invadirla. Y que realmente era. Como si hubiera envejecido de
después del vacío venía el pánico. Llena de furia repente. La verificación llegó brusca, devastadora. Sin
pensó: negro tenías que ser. Lo pensó intensamente, embargo, ya no había pánico: era desprecio (por el
con desprecio. Sin embargo, su voz fue la misma de mundo entero) lo que sentía.
cuando jugaba (distante, como si hablara desde cierta Marcó el quinto piso. El ascensor inició
altura) al responder: entonces una marcha lenta, pesada, como de alguien
-Gracias, Alfredo, sé exactamente dónde es. fatigado (como si fuera ella sola y no el ascensor) que
Fue corriendo, con desdén, hacia el croupie, el subiera por una cuesta demasiado empinada. El tiem-
paquete de cigarrillos a medio empezar que había deja- po pareció más lento, casi eterno. Alcanzó a recordar.
do sobre la mesa. Recordó a su hija, la Prince, sus quince años, la fiesta
-Ya he ido otras veces -mintió- y no precisa- del próximo sábado; recordó a su marido, se había
mente a pagar. intempestivamente para Bogotá "porque el Senado
Sin despedirse, caminó hacia la salida. En el debe aprobar esta semana diversos proyectos de
centro del salón una pareja solitaria jugaba a la ruleta, interés nacional (le había dicho) dejándola sola, como
y más allá, junto a la otra entrada, el muchacho de siempre, con su mala suerte y su desgracia. Recordó a
cabellos largos hacía sonar las maquinitas. Ella cruzó sus amigas. Algunas habían tenido que hacer este
1 Este relato de Eligió García fue publicado en el Dominical del diario El Espectador, de Bogotá, el 13 de agosto de 1978. Aguaita lo reproduce por primera vez.
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mismo recorrido. L o recordó fría, deliberadamente, Caminó hasta la baranda, bordeándola, procu-
pero ese infortunio compartido no logró consolarla. rando cautelosa, que los altos tacones de sus zapatos
También fría, también deliberadamente pensó hicieran el menor ruido posible. Había pasado ya la
en la humillación que le esperaba. ¿Cuándo había sido tercera columna cuando sintió el rencor ciego. Se detu-
la última vez que lo había visto? ¿En ese hotel pre- vo. Con la intención de tomar aire inclinó la cabeza un
cisamente, la tempestuosa noche en que se abrió la poco hacia delante, las manos firmemente apoyadas
nueva sede del Casino, o en la otra inauguración, en la sobre la baranda. Sintió la noche: había, como flotan-
Alcaldía? ¿ O había sido en la coronación de Aura do, un vago olor a heléchos y geranios, y un silencio
Marina? E l recuerdo la raro y profundo la
confundía y no quiso, invadía. También, sobre
después de todo, precisar- todo, olía a mar.
lo. Emiliano Torralvo y Se quedó extasia-
De Ambulodi seguía sien- da, contemplativa. V i o ,
do un don nadie para ella, inmediatamente después
a pesar de su creciente del jardín, las embarca-
poder. O precisamente por ciones de vela, bam-
eso. boleándose silenciosas en
El ascensor se el muelle del hotel. En E l
detuvo: sus puertas se Laguito. Vio, al otro lado,
abrieron con estrépito. la franja de arena y cara-
Ella apagó en el cenicero coles, parcialmente habi-
que había extraído de la tada y donde los nuevos
cartera, del paquete vir- urbanistas de la ciudad
gen que había encendido planeaban construir gran-
sin darse cuenta y sin des aparta-hoteles. En la
fumar, ensimismada como punta de la angosta franja,
estaba en el espejo. Salió. don Emiliano Torralvo De
Afuera, la noche Ambulodi, apodado E l
era clara y fresca. U n Virrey, tenía su famosa
largo corredor de gruesas quinta. Con una mezcla
columnas de piedras, de soberbia y malévola
arcos y barandas de complacencia, pero tam-
madera se extendía a bién de autocompasión,
ambos lados del ascensor. quiso verla. Sorteó la si-
Parecía otro de los tantos guiente columna. Enton-
conventos coloniales de la ces la vio, nítida, b r i -
ciudad antigua. En uno, llante, como un galeón de
Dama en mecedora, anónimo Memoria visual y vida social
ella había estudiado, en Cartagena, 1880-1930. vidrio iluminado, anclado
interna allí donde las en El Laguito. No es más
monjas le enseñaron a tranquilizarse rezando. Pero lo que horrible esperpento, pensó con desprecio, un
olvidó al casarse. Desde entonces sólo lo lograba extravagante capricho de nuevo rico.
jugando. Más allá, estaba al mar, oscuro e impenetrable.
Miró primero hacia la izquierda, y luego a la Volvió a sentir el rencor ciego que la ahogaba.
derecha. Vio debajo de los faroles, a lado y lado de las Volvió a apoyarse en la baranda, inclinando mucho
habitaciones, las bancas de madera que evidentemente más el cuerpo hacia delante. Sintió vértigo pero detrás
servían para que los clientes del hotel se sentaran a del vértigo ya no sintió el rencor sino un placer nuevo,
contemplar el mar. A l fondo, antes de las enredaderas desconocido. Cerró los ojos, echándose hacia atrás y
de trinitarias y del último farol intuyó la Gerencia. después, otra vez, hacia delante. Allí estaba, agazapa-
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Ahora el recuerdo le agrandó el odio: abarcó también mente en su posición habitual, acarició la empuñadura
a su marido. de oro del bastón
-Qué gran trabajador es -oyó que dijo el Virrey- Agregó:
pero lo más admirable es su profunda sensibilidad -Pero todo sea por el bien de la ciudad.
social. Ella no pudo evitar la oportunidad que él le
-Sí- aprobó ella con voz ausente sabiendo que él ofrecía para elogiarlo:
sabía que ambos mentían-. Roberto siempre está pen- -Sí -aprobó- ¿Cuántas obras no realizaste mien-
diente de los demás. tras fuiste alcalde?
-En eso consiste la política- comentó el Virrey- Don Emiliano Torralvo y De Ambulodi se
Yo, en cambio, un humilde químico farmaceuta. quedó viéndola, fijamente, y por un instante ella temió
-¡Emiliano! -lo interrumpió- ¡que tu modestia que se hubiera excedido en el elogio (ella, la única que
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Roberto Angulo
Un artista inconforme que inventa acuarelas
Por Alvaro Suescún T.
Cuando Roberto Angulo tenía tres años murió su José Luis Garcés González. Roberto tomó un ruple de
madre y los abuelos se lo llevaron a su vieja casa en hojas blancas y, sobre ellas, sentado en la acera del
Cereté, donde, amortiguada la pérdida, completó su frente, empezó a hacer anotaciones, calculó espacios,
infancia feliz. Luego vinieron sus épocas de estudiante trazó diagonales para efectos de la perspectiva y echán-
de bachillerato en Cartagena, cuando empezó a bal- dole de esa agua fresca a los recuerdos retrató el último
bucear sus primeros dibujos y, más tarde, en la vestigio de esa realidad que ahora enfrentaba para hacer
Universidad del Atlántico, para un fructífero aprendiza- una serie de acuarelas con ese tema, antes de dedicarse
je al lado de Giovanni Macci, su profesor de acuarela, a lo que estaba seguro sería una nueva y muy importante
como medio de expresión para la arquitectura. etapa en su vida artística.
A partir de entonces su vida adquirió sentido y Esa casa era apenas el pretexto para amortiguar
los días en la casa de los abuelos parecían haber con- una obsesión en su trabajo bajo la influencia de los
cluido. Tras su partida, desolada, la casa había cerrado hiperrealistas norteamericanos. Atrás habían quedado
sus puertas y durante muchos años estuvo deshabitada. sus años en París, el segundo premio en el Grand Prix
Los tiempos de la prosperidad se habían ido del pueblo de Deauville, sus estudios en el taller de William
junto con los vientos viajeros y, poco a poco, en ella Hayter, sus exposiciones en la Galería Aberbach de
empezaron a arremolinarse los jirones de nostalgia que Londres y en Bruselas, sus premios repetidos en los
son la semilla de los buenos recuerdos. Salones Nacionales de Acuarela. Antes había incursio-
Buscando las señales más próximas que lo con- nado en los paisajes urbanos de la ciudad amurallada. E l
dujeran a su piel, un día de 1988 Roberto regresó a Portal de los Dulces, la Bahía de las Ánimas, las calle-
Cereté. Estaban reparando la vieja casa, la vio desde jas coloniales, la cúpula de la Catedral, el Club de
lejos. Aún conservaba parte de su erguido historial, allí Pesca, la fachada de Santo Domingo, le valían para
había habitado su familia materna desde tres genera- investigar el comportamiento de los efectos de la luz,
ciones atrás, su bisabuelo la había construido y su algo que ya era atinente a su trabajo y sobre lo que
abuela la habitó toda su vida. Había sobre la fachada un deseaba insistir. De ahí le viene esa manera de resolver
nuevo aspecto que la hacía aparecer reluciente, en las los detalles a partir de sombras y de iluminar por efec-
paredes una capa de pintura nueva vestía el paisaje, sus tos de filtración de rayos solares.
ventanales estaban recuperados, los pisos habían sido Desde entonces es más creativo, más artista si se
adecuados, las celosías mostraban nuevos vidrios y las quiere. La composición en su obra está elaborada de tal
arcadas rutilaban. La razón que explicaba este rescate manera que el color contrasta con más intensidad, la
del olvido tenía una aparencial simpleza: allí se filmaría pincelada es más suelta, en busca de un encuentro con
una serie para televisión basada en una obra del escritor la realidad a través de las manchas, viéndolas alcanzar
vida propia en una exultación visual que le imprime mas que no había intuido antes y que le son de grande
animosidad. Detalles menores determinan las particu- utilidad para su obra. Emplea recursos inusuales que le
laridades del paisaje. Observador inquisitivo, el entorno permiten un mayor aprovechamiento, gusta de la expe-
que rodea el ambiente lo muestra más novedoso, más rimentación y es en la búsqueda para el logro de nuevas
creativo, evolucionando a la par de sus conceptos con cosas en donde radica el placer estético que logra con su
un estilo diferente en su tratamiento, menos realista, trabajo. A l recoger elementos de apariencia intrascen-
renovando un medio de difícil factura, tradicionalmente dente, detalles en el conjunto arquitectural, espacios que
subvalorada como la acuarela. pasarían desapercibidos en el observador tradicional,
Desde hacía muchos meses daban vueltas esos imprime animosidad a la vez que da un aprovechamien-
temas en el tintero. Roberto no quería desvincularse del to de los recursos, valiéndose de los efectos. Su inten-
realismo sin apaciguar el noble legado del espíritu de ción primordial es el encuentro del arte, aunque para
sus ancestros, que era como pacificarse a si mismo. A l lograrlo deba recurrir a esquemas que no son propios de
abrirle paso al tratamiento de los reflejos estableció una la técnica misma: un pincel seco, o diluido en sus
diferenciación con la obra de los acuarelistas contem- primeros trazos, sustituyéndolo por una extensión
poráneos. Su atención ahora está en el efecto que pro- monocromática y amplia que repite hasta obtener la
duce el reflejo sobre el agua, una visión de paisaje de intensidad del color deseado, un trazo brusco, un papel
rara pureza se advierte en la serenidad de esas plantas humedecido e, incluso, líquidos o elementos y com-
tras los efectos de luz espejeándose en las aguas. La puestos inorgánicos con los que da un tono especial a su
sonoridad cristalina de la atmósfera le confiere a estas obra.
acuarelas una dimensión encantada, en las que hay una Es su característica, empujado por su incon-
placidez propia de las filosofías orientales. formismo, Roberto Angulo investiga de manera cons-
La utilización de otros elementos no conven- tante. Su realismo, aunque meticuloso, no le impide l i -
cionales le han permitido el hallazgo de texturas y for- bertad expresiva, acompañado del gusto por la mancha
Trayectoria
Exposiciones individuales
D istinciones
1977 Tercer Premio en el SalónRegional de Artes Visuales,
1971 Biblioteca de la Facultad de Arquitectura dela
Universidad del A tlánticoen Barranquilla Icetex
1975 G aleríaBarrios, Barranquilla 1978 Segundo Premio en el XXIX SalónInternacional de
1977 G aleríaQuintero, Barranquilla Pintura de Deauville
1978 G aleríaBelarca, B ogotá 1981 Primer Premio en el Primer Salónde la Acuarela,
1979 G aleríael M arqués, Cartagena M edellín
1979 G aleríaFinale, M edellín 1982 Fuera de Concurso en el Segundo Salónde la
1979 G aleríaSkandia, Cartagena Acuarela, M edellín
1980 G aleríaBelarca, B ogotá 1982 Fuera de Concurso en el Salónde Pintores Costeños,
1982 G aleríaAtenea, Barranquilla G aleríaSkandia, Cartagena
1982 G aleríaBelarca, B ogotá 1982 Primer Premio de Pintores Costeños, G aleríaSkandia,
1982 G aleríaBanco Ganadero, Cartagena Cartagena.
1983 Sala Cultural Suramericana, M edellín 1983 Primer Premio en elPrimer Salón Nacional de
1983 G aleríaElida Lara, Barranquilla Arquitectos Pintores, Centro Skandia, B ogotá.
1984 G aleríaBelarca, B ogotá 1983 Ganador del Primer Premio en el Primer salón
1984 Museo de Petare, Caracas, Venezuela Regional de Arquitectos Artistas, SCA, Barranquilla.
1985 Museo de Arte Moderno, Cartagena 1983 Primer Premio en el Tercer Salónde la Acuarela,
1985 G aleríaBelarca, B ogotá M edellín
1986 G aleríaQuintero, Barranquilla 1984 Tercer premio en el Tercer Salón Regional de Artes
1986 G aleríaAcosta Valencia, B ogotá Visuales, Museo de Arte Moderno, Cartagena
1987 G aleríaSkandia, Cartagena 1986 Escogido para ilustrar el calendario de Intercor 1987,
1988 G aleríaArte Autopista, M edellín Barranquilla.
1988 Gwydion Gallery, La Jolla, California 1988 Escogido para ilustrar el calendario de Propal 1989,
1988 Museo La Tertulia, Cali B ogotá.
1990 Museo El Castillo, M edellín 1989 Invitado al XXXIII SalónNacional de Artistas '50
1990 Transco Energy Company, Houston, Texas Aniversario', B ogotá.
1991 G aleríaChica Morales 1991 Primer Premio en el Primer Salónde Arquitectos
1993 Museo de la Acuarela Mexicana, Ciudad de M éxico, Artistas, Casa del M arqués de Valdehoyos, Cartagena.
M éxicoD.F. 1993 M enciónde honor en el Pincel de Oro, G alería
1996 G aleríaBelarca, B ogotá Skandia, B ogotá.
1998 G alería la Escuela, (Grabados) Escuela de Bellas 1996 Invitado a la II Bienal Internacional de la Acuarela,
Artes, Barranquilla Museo de la Acuarela Mexicana, M éxicoDF.
1999 Club El Nogal, B ogotá 2000 Premio a la Excelencia en la IV Bienal Internacional
1999 Museo de Arte Moderno, Barranquilla de la Acuarela, M éxicoDF.
1999 G aleríade la Aduana, Barranquilla
1999 Teatro Heredia, Cartagena
2001 The Williams Tower Gallery, Houston, Texas ••••Mi
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Poesía
Miguel Iriarte
Oración de la sal
A mis hijos
Mis relaciones con el Mar Caribe se iniciaron su brazo aquel hombre que tuteaba a papá, y tenía el
durante una etapa feliz de la niñez, cuando aún no rostro negro como la tinta y una panza enorme bajo su
intuía la palabra nostalgia, y las verdaderas dimen- camiseta listada?
siones del amor y de la muerte resultaban incompren- El hombre del muñón y la sonrisa de oro sería
sibles. No recuerdo el año, ni el día, pero sí un vestido el primer personaje que el Mar Caribe depositó en m i
de etamina blanca con alfajores rojos; a m í misma, con bagaje de narradora. Visto, real, no imaginado.
mis hermanos Luis y Letty, mientras caminábamos por Después vendrían muchos más. Por supuesto, ya me
una playa que parecía infinita y recogíamos piedras sabía la historia de la niña que se enamoró de un pez,
abrillantadas por el oleaje, caracolas, almejas, dólares y otros cuentos de sirenas y delfines y titanes y fantas-
de mar y vidrios de colores que imitaban gemas fabu- mas de ahogados. Mis ojos, asombrados se enfrenta-
losas. Las primeras golondrinas de mi" vida revolotea- ban a la noche junto al mar, sus peces voladores, luces
ban sobre la arena desde el aire diáfano y dibujaban extrañas, los buques y sus reflejos, garzas solitarias,
para el espíritu un primer símbolo de la libertad, pues olor a salmuera, ese obsesionante rumor de las olas.
jamás he visto una golondrina enjaulada, ni siquiera Sin embargo, en la memoria inicial de m i
atada. relación con el Caribe no existe la idea de conocer el
Recuerdo, también, una casa de madera, blanca mar. N i la turbulenta emoción de enfrentarse por
y de barandas anaranjadas, con mecedoras y sillas de primera vez a él, a su inmensidad, olor, sus voces tran-
lona en la terraza; el lugar ideal para contemplar las quilas o coléricas, hecho que constituye un momento
noches estrelladas y escuchar el canto de los grillos y crucial en la vida de otras personas. E l mar era como
a los pájaros nocturnos. Además, he grabado en la un antiguo conocido que intentaba ligarme a él. Y de
memoria un día especial, en el que me rocé con la hecho, lo había logrado y desde siempre.
aventura, cuando almorzamos en una fonda construida A las primeras impresiones infantiles, diáfanas
sobre pilotes, mar adentro. El dueño, un negro enorme y sencillas, el tiempo ha ido agregando una urdimbre
y forzudo, que tenía un muñón cortado a la altura del de espacios, narraciones y leyendas, afectos, perso-
codo, llamó "amigo" a papá, a quien no había visto najes que año tras año otorgan nuevas dimensiones a
antes. A l hacerlo enseñaba un rutilante diente de oro. mi mapa real y emocional del Caribe, así como
¡Dios, qué susto! engarza nuevos colores, aromas, tornados, nombres
Ignoro si ya había leído las aventuras de corrientes, vientos y huracanes, religiones, melodías,
Sandokán, el tigre de la Malasia, y si había visto la frutas, manjares, dupys tutelares.
película de aventura El Cisne Negro, pero apenas si Tras todo ello está la fuerza de una potencia sin
logré pasar bocado, preguntándome, ¿en dónde perdió igual. Jamás he podido escapar a su influjo. El Caribe
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El color del agua, entreverada de rosa, azul añil, almacenes, porque la isla es Puerto Libre. Y los
granate, verde esmeralda, lavándula y azul celeste, me afiebrados del poker, capaces de apostar casas, bode-
fascinaba. La infinita variedad de vida marina ejercía gas, edificios y hasta esposas. Los árabes, que envia-
una atracción aún mayor. Me prometí regresar y vivir ban sus hijos al Líbano apenas cumplían ocho años y
allí. Así lo hice. M u y pronto, la tiranía del Caribe sería cuyas consortes nunca iban a la playa; todos miembros
real sobre m i pensamiento. De pronto me v i inmersa de supuestos movimientos de liberación palestina. Los
en un mundo mágico, duro y vital, donde los temas italianos y los antioqueños, los pobres y los millona-
narrativos me asediaban. No sabía por donde comen- rios, con sus c o m p a ñ e r a s celosas y enjoyadas.
zar, ni qué hacer con el personaje de Pepe E l tranqui- También los miembros de la colonia hebrea, que aún
lo. Entonces, una mañana, muy temprano, tocaron a m i se cuentan entre mis amistades, y me proporcionan
puerta, eran los Testigos de Jehová que deseaban con- una historia de sentimientos contrarios: la chica que se
vertirme. Hubiesen podido ser, lo mismo, los santos de enamoró hasta más allá del dolor, porque el muchacho
Jesucristo del último día, los hijos de Jonás o los evan- que amaba terminó casándose con otra, de su misma
gelistas. No resistía la tentación de escucharlos. Y religión y elegida por sus padres. Hecho que la amargó
ellos me visitarían con moderada frecuencia, hasta lle- por largo rato, puesto que no logró entender que no
varme a una historia, que, en m i parecer, refleja lo siempre el amor hace milagros.
insólito del entorno caribeño. Pues, aquel gigoló de Pero, son las historias de amor las que se
playa, rubio oxigenado, terminó por sumarse a mis vis- escriben al final. En ese momento yo intentaba
itantes. Se enamoró de una chica improbable, muy vir- abrirme paso entre una maraña de cuentos y perso-
tuosa, que lo llevó al altar y lo convirtió en misionero. najes. Narraciones que comenzaban a perfilarse y
Tras los Testigos de Jehová vino el descubri- tomaban un camino concreto gracias a un soñador. L o
miento de las innumerables sectas que se disputan el encontré al atardecer, en un muelle, donde se descar-
alma global del Caribe. Me enteraba por m i secretaria gaba combustible. Era un muchacho alto, moreno, de
chinegra, que el culto vudú era más popular que el ojos verdosos, que buscaba tesoros, pues el fantasma
baile del limbo o la salsa. Ella consideraba normal del pirata Morgan rondaba en sus sueños. Era sobrino
encender cirios benditos en la tumba de su padre, des- del Padre Archbold, de la iglesia católica; un sacerdote
tinados a evitar que vecinos desalmadps lo levantasen que en un principio me detestó por haber escrito su
del cementerio para efectuar con su ánima rituales de apellido en el relato y que, luego, se reconcilió conmi-
magia negra. Después, me asomé a un santoral ignora- go y aceptó ser personaje, con una existencia diferente
do por el resto del mundo, que tiene su santuario que ya no me pertenecía a mí, pero tampoco a él.
mayor en Venezuela. Los caribeños rinden culto a El amanecer del Caribe no tiene igual, jamás he
María Lionza, la diosa del amor; al bondadoso Felipe visto, ni siquiera en Grecia, la luminosidad que lo
Atehortúa, un santo negro y sin licencia papal, más acompaña. Su frescura es fugaz. Pronto, el calor
invocado que Fray Martín de Porres; al doctor José comienza a surgir de la tierra; en la isla doblemente
Gregorio Hernández, un médico beatificado por la viva, porque está formada de coral, el sol rebrilla. Los
santa Madre iglesia, y ¡lo inconcebible! a una indíge- lagartos comienzan a silbar entre los jardines y las
na y guerrera, Guaicapuro, quien con la Diosa y Felipe iguanas huyen a esconderse en la penumbra de bode-
conforma la trinidad pagana de una mesa de los santos gas y muelles. Es posible que llueva a torrentes, pero
que tienen otros nombres y el Mar Caribe por cielo de a las once de la mañana el bochorno puede ser inso-
fondo. portable.
En las noches, me sentaba con nuevos amigos a Pero fue en un m e d i o d í a radiante cuando
contemplar la luna sobre el mar, las estrellas o el refle- tropecé en al calle al viejo Rengy, dueño de una fortu-
j o de las luces de hoteles y buques sobre las olas. Era na inmensa, a quien sus hijos llevaban a morir en la
en la avenida de la playa, en donde se reunían, en isla. Envuelto en una manta, flaco, consumido, con
cafeterías y terrazas, los jugadores de dominó, que hielo metido entre los huesos. Estaba tan débil que ni
tomaban cerveza en el día y whisky desde el atardecer, siquiera podía conducir su silla de ruedas. Tenía un
mientras sus mujeres trabajaban de sol a sol en los último deseo, vivir sus últimos días junto al mar,
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la calle, poco antes de
morir. A l entierro asistiría
muchísima gente, para que
el difunto no pensase que
también en el más allá se
había quedado sin suerte.
Era tal vez mi
segundo año en la isla. Y
las exigencias de la vida
me llevaron a trabajar en
una oficina de promoción
turística. Tenía una secre-
taria chinegra, llamada
Anicia, que bien hubiese
podido ser modelo de
Saint Laurent, pero que
"Un mundo mágico, duro y vital". tenía dos dientes de oro,
dos hijas y un marido
"¡Qué tristeza!", exclamaba la gente a su paso, "¡ya mujeriego, y quien comenzó a minar el hechizo en el
vive de prestado!". cual me encontraba sumergida. "Nunca, nunca —me
Los hijos partirían de prisa, dejándolo al cuida- dijo- comas nada que te haya regalado un isleño" y,
do de una negra grande y exuberante, quien lo sacaría llevando su consejo al extremo, comenzó a tirar a la
de su pesadumbre, le quitaría el frío, y viviría con él basura los mangos perfumados, los cangrejos rellenos,
desde entonces, para escándalo de la comunidad y fas- las patillas que a veces me obsequiaban. En los mis-
tidio de los herederos que veían alejarse el tiempo de mos días, nuestro jefe sufría de espantosos dolores y
prosperar. calambres en el estómago. Era un hombre importante
Entre otros personajes que el Caribe ha deposi- y recibía numerosos presentes. Así, motivada por su
tado en m i memoria recuerdo con especial afecto a ejemplo, comencé a suprimir las sopas de rondón, los
Yacamán, un árabe nacido en Belén, como Cristo, caracoles fritos, las tajadas de árbol del pan, hasta los
quien al igual que Pepe E l tranquilo — y su hermano de cocos que le llevaban amigos y solicitantes. Tal vez lo
leche, Gregorio Saldaña- no se conformaría con un estaban envenenando lentamente - c o m o insistía
relato y exigiría una novela, que sigue en proceso cre- Anicia- o quizá estaba minado por las amibas. L o
ativo. Su mujer moriría en un extraño accidente, en curioso es que los dolores cesaron, y el hombre, que en
otro mar, el desierto del Sahara, y él, después de haber su posición tenía muchos enemigos y algunas deudas,
sido uno de los hombres más ricos y extravagantes del no volvió a comer nada que no le hubiese cocinado en
archipiélago, terminaría consumido por una lenta su casa. En aquella misma oficina había una empleada
enfermedad, no sin antes crear una leyenda. llamada María, de veinticuatro años entonces, isleña,
Yo, que había ido a vivir a la isla por una corta que tenía seis hijos de padres diferentes y como siem-
temporada, de semana en semana e historia en historia, pre había vivido frente a la Policía y adoraba los uni-
permanecí allí casi tres años. E l ambiente, los habi- formes, todos eran hijos de policía. Era rica en tierras
tantes, la atmósfera de comercio, juego y religión, y chiquillos, y también me ayudó a describir la madre
constituían un alimento diario. Me bastaba acudir a la de uno de los protagonistas de m i novela Los
modista, para salir embelesada, como una niña con la Pañamanes. Siempre que me la encontraba en un pasi-
mano cerrada sobre una moneda o sortija. ¡Qué ma- llo que lindaba con la playa y me creía demasiado
ravillas contaba Doña Tulia!, mientras medía y corta- ensimismada, giraba su mano derecha sobre las sienes
ba telas, manipulaba su máquina de coser. De ella y decía "La pobre, el mar se le ha comido todo el
escuché la historia del hombre que había perdido su seso...¡y escribe cuentos!, ja...ja y quién sabe qué".
talismán, a quien me mostraron cabizbajo y contrito en
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Ñ~J pr i c ¡ A s
Dos becas de investigación, la continuación de junio, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, se
la línea de investigación sobre la estructura industrial presentó la conferencia Porro pelayero e identidad del
del Caribe colombiano, 21 cátedras del Caribe colom- Sinú, del investigador cordobés William Fortich.
biano, la publicación de dos libros, y una intensa par- En este segundo semestre, la Cátedra del Caribe
ticipación en seminarios, talleres, conferencias y con- se inició en Cartagena el 4 de julio con la conferencia
versatorios en toda la región, caracterizan la labor Poblamiento del Caribe Colombiano, dictada por el
desarrollada en el segundo semestre del año 2001, por historiador Fabio Zambrano Pantoja, quien es autor de
el Observatorio del Caribe Colombiano en el cumpli- la investigación Historia del poblamiento del territorio
miento de su objetivo de difundir, desde las más diver- de la región Caribe de Colombia aparecida en el libro
sas disciplinas, los resultados de las investigaciones que Poblamiento y ciudades del Caribe colombiano, pu-
permitan un conocimiento integral *del Caribe colom- blicado por el Observatorio del Caribe; esta conferencia
biano y propicien su transformación. fue presentada también en Barranquilla, Sincelejo y
Montería. Los días 8, 9 y 10 de agosto se realizaron los
La Cátedra del Caribe seminarios Las artes plásticas del Caribe colombiano,
A l cumplir su tercer año, la Cátedra del Caribe por el crítico Alvaro Medina, y Literatura del Caribe
se ha consolidado como el principal espacio de con- Colombiano, por el ensayista y docente universitario
fluencia para quienes investigan y reflexionan sobre el Ariel Castillo, en San Andrés, y el 28 de agosto el
quehacer académico y cultural de la región. De esta investigador cultural Jorge Nieves dictó en Cartagena la
forma, el Observatorio ha concretado uno de sus conferencia Transformaciones de los imaginarios po-
propósitos: aportar a "la consolidación del proyecto de pulares en Cartagena de Indias.
nación a partir del reconocimiento de las diferencias, la Septiembre fue uno de los meses de mayor tra-
heterogeneidad y el pluralismo, tal como lo consagra la bajo en la cátedra. Los días 11, 1 2 y l 3 s e presentó la
Constitución de 1991". Ariel Castillo y Lucy Porras han conferencia Bases geohistóricas de la conformación
sido los coordinadores de esta intensa tarea intelectual del Caribe colombiano, de Francisco Avella, en
en la región. Barranquilla, Sincelejo y Montería, respectivamente. El
El 7 de junio se presentaron trabajos que se 19, en Valledupar, con motivo de los 25 años de fun-
inscriben en la indagación de nuestros orígenes: una dación de la Universidad Popular del César, Weildler
muestra fotográfica El último hallazgo arqueológico en Guerra dictó la conferencia La disputa y la palabra: la
La Guajira, de Alexis Carabalí, y las conferencias ley en la sociedad wayúu. En Bogotá, el 27, se adelan-
Nuestra arqueología caribeña, por Alicia Dussán, y tó un reconocimiento a la obra narrativa del novelista
Cambios en la cerámica del formativo en la costa Ramón Illán Bacca, con la presencia de este escritor.
Caribe Colombiana por Cari Langerback. Y el 19 de Los ensayistas Cristo Figueroa y Sara González
AGUAITASEIS / D I C I E M B RE 2001
afrodescendencia en la construcción multicultural de la Zuluaga, Leonardo Reales Jiménez, Beatriz González,
nación colombiana, de Claudia Mosquera; y Balance Adriana Maya, Jaime Arocha, Claudia Mosquera
del movimiento social afrocolombiano en el Caribe R o s e r o - L a b b é , Mará Viveros Vigoya, José Félix
continental, de Alfonso Cassiani. Ríaseos, María Elvira Benítez, Dilia Robinson Davis,
Los días 28, 29 y 30 de noviembre, en el marco Inírida Morales, Mauricio Pardo, Juan de Dios
de la V I Cátedra Anual de Historia "Ernesto Restrepo Mosquera Mosquera, Egberto B e r m ú d e z , Ramiro
Tirado", el Museo Nacional y el Observatorio del Delgado, Esperanza Biojó.
Caribe Colombiano organizaron uno de los más com-
pletos análisis del aporte de las comunidades negras a Red de investigadores
la construcción de la nación. También participó el En reunión del Sistema Universitario Estatal
Ministerio de Cultura y se contó con el auspicio del (SUE) Caribe y el Icfes, celebrada en Barranquilla el 9
Programa de las Naciones de noviembre de 2001, los
Unidas para el Desarrollo- rectores de las principales
PNUD, Instituto Distrital de universidades públicas de la
Cultura de Cartagena de I n - costa aprobaron la creación
dias, Agencia de los Estados de una Red de investigadores
Unidos para el Desarrollo de las universidades estatales
Internacional-USAID, Agen- alrededor del saber sobre el
cia de Cooperación Colom- Caribe colombiano, propues-
biana Internacional - A C C I , ta por el Observatorio, un
Organización Internacional proyecto concebido en el
para las Migraciones-OIM, marco de las Nuevas Estra-
Plan Caribe, Vicepresidencia tegias para la Integración de
de la República, Ministerio las Universidades Estatales
del Interior. La sede fue el de la Región Caribe de
Auditorio Teresa Cuervo Colombia que se proponen
Borda del Museo Nacional de contribuir a implantar proce-
Colombia. sos de colaboración, comple-
Se trataron, entre mentación y cooperación en-
otros, temas como: el proceso tre las universidades públicas
histórico de la esclavización regionales.
desde sus orígenes hasta la Desde su nacimiento,
liberación en la Nueva Gra- el Observatorio se propuso
nada, las estrategias de resis- ser una institución que en la
tencia a la esclavización, los generación y divulgación del
aportes de las poblaciones conocimiento de la región
negras a la sociedad, la cul- objeto de estudio se relacio-
tura y la economía colom- nara con su entorno como un
bianas, las reflexiones con- E l 28 de agosto el investigador cultural Jorge Nieves presenta en núcleo dinamizador de articu-
temporáneas de esta pobla- Cartagena la cátedra Transformaciones de los imaginarios po-
laciones entre universidades y
pulares en Cartagena de Indias.
ción frente al racismo y la centros de estudio, y estable-
construcción de un país multicultural. Participaron, ció entre sus competencias "tejer redes de instituciones,
entre otros los docentes universitarios, investigadores y profesionales, especialistas y organizaciones para la
escritores: Madeleine Alingue, Martín Kalulambi construcción colectiva de saberes sobre la región". E l
Pongo, Dorina Hernández, Jaime Jaramillo Uribe, 15 de mayo de 2001, el Observatorio presentó y some-
Óscar Almario, Alfonso Cassiani Herrera, Dolcey tió a consideración ante la comunidad académica la
Romero, Mario Diego Romero, Rafael Antonio Díaz propuesta preliminar del Proyecto de Integración
Díaz, Orián Jiménez, Adolfo Meisel, Alfonso Muñera, alrededor del Saber sobre el Caribe Colombiano. De
Luis Alarcón, Jaime Borja, Bernardo Leal, Francisco esta forma, el documento circuló por correo electrónico
El 9 de Octubre, en Barranquilla, el periodista Jorge García Usta habla La música del Caribe colombiano fue el tema que trató el investigador
sobre Héctor Rojas Herazo: el poeta como cronista de prensa, en el Egberto Bermúdez, en la cátedra que se realizó en Barranquilla el 20 de
marco de la Cátedra del Caribe Colombiano. noviembre. Lo acompañan los coordinadores del programa, Lucy Porras
y Ariel Castillo.
AGUAITA S E I S / D I C I E M B R E 2001
en el campo de la literatura oral versificada en Colombia MIGUEL IRIARTE
y la Universidad de Antioquia ha publicado algunos de Sincé, Sucre, 1957. Poeta, ensayista, gestor cultural y
sus ensayos en esa área. periodista cultural. Actualmente es el Director de la
Biblioteca Piloto del Caribe de Barranquilla, entidad para
E N R I Q U E MUÑOZ V E L E Z la cual publica la revista de investigación, arte y cultura,
Cartagena. Filósofo e investigador musical. Es autor del víacuarenta, y coordina la Galería de la Aduana y el
libro Adolfo Mejía, la musicalia de Cartagena. Ha desa- Centro de Documentación e Investigación Musical
rrollado numerosas investigaciones sobre las músicas del "Hans Federico Neuman" (CEDIM). También se desem-
Caribe colombiano y sus tradiciones folclóricas y festi- peña como catedrático de semiología y literatura en la
vas. Ha participado en eventos internacionales sobre cul- Universidad del Norte de Barranquilla. Ha publicado los
tura y música. Entre sus estudios más notables están la poemarios Doy mi palabra y Segundas intenciones, y
historia de las jazz bands en el Caribe colombiano, las tiene inéditos los trabajos Cámara de jazz y Semana
obras musicales de Lucho Bermúdez, Guillermo Santa de mi boca, libro éste último al que pertenecen los
Espinosa, Pianeta Pitalúa, Benny Moré y otros músicos poemas publicados en esta muestra. Prepara un volumen
caribeños, y una reflexión sobre el ser caribe. de ensayos, notas críticas, artículos y entrevistas sobre
temas culturales diversos.
ELIGIO GARCIA
1947, Sucre, Sucre - 2001, Bogotá. Periodista, cuentista RÓMULO B U S T O S
y novelista costeño. Desde los 3 años vivió en Cartagena Santa Catalina, Bolívar. Pintor, ensayista, poeta y profe-
y terminó el bachillerato en el Liceo Bolívar. A la hora de sor universitario. Premio Nacional de Poesía. Es autor de
escoger una carrera se decidió por la física, pero su los libros de poesía El oscuro sello de Dios, Lunación del
vocación de escritor lo llevó a incursionar en el periodis- amor, En el traspatio del cielo, y de la selección de poe-
mo y la literatura. Estudioso del periodismo literario. Ha mas Palabra que golpea un color imaginario.
sido uno de los más importantes reporteros colombianos.
Como periodista trabajó en El Espectador, la desapareci- ALVARO SUESCUN
da revista Flash, en Cromos y Cambio. Algunas de sus Barranquilla. Escritor, poeta, ensayista y crítico plástico,
obras publicadas son: Para matar el tiempo, una novela ha desarrollado una excepcional labor de análisis y
sobre los jóvenes cartageneros; Son así, libro de reporta- difusión de las obras de los artistas plásticos de la región
jes sobre escritores latinoamericanos, y La tercera costeña. Colaborador habitual del diario El Heraldo, de
muerte de Santiago Nasar, sobre la filmación de la Barranquilla, y de revistas especializadas.
película Crónica de una muerte anunciada. También fue
productor de televisión. Recibió la Medalla al Mérito FANNY B U I T R A G O
Cultural. Su último libro Tras las claves de Melquíades Barranquilla, 1945. Una de las más sobresalientes
es una impresionante indagación de la historia humana y escritoras del siglo X X en Colombia. Sus primeras pub-
cultural de la escritura de la novela Cien años de soledad. licaciones las hizo en Zona Franca, El Nacional,
Papeles, Cuaderno del Viento y El cuerno emplumado.
J O R G E G A R C I A USTA Es autora de las novelas El hostigante verano de los
Ciénaga de Oro, Córdoba, 1960. Periodista, poeta, ensay- dioses (1963), Cola de zorro - finalista en el concurso
ista, es autor de los libros de poesía Noticias desde otra Seix-Barral - (1970), Los pañamanes (1979), La casa del
orilla, Libro de las crónicas, Monteadentro, El reino arco iris (1986) y Señora de la miel (1993). También ha
errante (poemas de la migración y el mundo árabes) y publicado los libros de relatos La otra gente (1973),
La tribu interior. Está por salir la colección de poemas Bahía sonora (1975), Los amores de Afrodita (1983),
Noticias de un animal antiguo, que recoge gran parte de Líbranos de todo mal (1989) y varias obras de teatro.
su obra poética, publicada por la Secretaría de Cultura de Algunas de sus obras han sido traducidas parcialmente al
Córdoba. Es coautor, con Alberto Salcedo, del libro de francés, inglés, portugués y alemán.
reportajes Diez juglares en su patio, y es autor del
ensayo-reportaje Cómo aprendió a escribir García
Márquez. Prepara una compilación de la obra periodísti-
ca de Héctor Rojas Herazo. Es editor de Aguaita.