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Contenido
informe especial El régimen constitucional de la actividad empresarial
GLOSARIO
El régimen constitucional de la actividad
empresarial
Ficha Técnica
Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título : El régimen constitucional de la actividad
empresarial
Fuente : Actualidad Empresarial N.º 334 - Primera
Quincena de Setiembre 2015
1. Introducción
En las semanas recientes, se ha discutido
mucho acerca de una propuesta legislativa
que le permitiría a la empresa estatal
Petroperú operar el lote petrolero 192,
ubicado en Loreto.
Se ha hablado mucho acerca del costo
de esta decisión, sobre los beneficios
que, supuestamente, se obtendrán con la
operación directa por parte de Petroperú
en lugar de someter el lote 192 a un
operador privado, sobre la eficiencia de
Petroperú y su uso distorsionado como
la agencia de empleos del Gobierno de
turno, entre otros puntos materia de
debate.
La propuesta legislativa ha sido ya apro-
bada por el pleno del Congreso de la
República y se encuentra pendiente de
ser promulgada por el Poder Ejecutivo.
Si bien consideramos que el motivo de
fondo para la aprobación del proyecto de
ley y su posterior promulgación, debería
ser si la operación del lote es rentable o
no, y si dicha operación sería más be-
neficiosa para el Estado con el manejo
de Petroperú o con el manejo de un
operador privado, existe un aspecto legal
que consideramos importante desarrollar,
independientemente de si la operación
será o no económicamente conveniente.
Y este aspecto es el referido a las normas
constitucionales que regulan la actividad
empresarial del Estado, pues dentro de
todo el debate ocurrido sobre la opera-
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ción del lote 192, uno de los aspectos
que menos se ha tratado, es el porqué se
requiere de una ley del Congreso para que
una empresa estatal pueda desarrollar
una actividad.
La respuesta la encontramos en el régi-
men económico contenido en la Consti-
tución Política, que contiene el conjunto
de reglas de nivel constitucional, que
determinan la forma en que se desarrolla
la economía del país.
SI bien se trata de principios y normas
generales que luego se van desarrollando
a través de leyes y otras normas de infe-
rior jerarquía, estas reglas constitucionales
fijan el marco de acción dentro del cual
pueden desenvolverse las actividades
económicas de los agentes públicos y
privados.
2. Marco legal
Para efectos del presente informe, re-
visaremos las normas contenidas en el
régimen económico de la Constitución
de 1993 y haremos también el contraste
con las reglas que contenía la anterior
Constitución de 1979.
3. El régimen económico en la
Constitución de 1993
Como hemos mencionado, la Constitu-
ción Política contiene un conjunto de
reglas que determinan cómo se desen-
vuelve el país en términos económicos.
Dentro de este conjunto de reglas, en-
contramos las que establecen cómo el
Estado ejerce o puede ejercer actividad
empresarial.
Pero es necesario revisar la totalidad de
estas normas para comprender su sentido,
pues se trata de un marco integral, ya que
no pueden interpretarse estas normas en
forma independiente o por separado.
Veamos.
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Informe Especial
3.1. La economía social de mercado
La primera disposición de la que hablare-
mos es la que establece cuál es el modelo
económico en el que se desenvuelve
el país, siendo nuestro caso, el de una
economía social de mercado:
“Economía Social de Mercado
Artículo 58. La iniciativa privada es libre.
Se ejerce en una economía social de merca-
do. Bajo este régimen, el Estado orienta el
desarrollo del país, y actúa principalmente
en las áreas de promoción de empleo, salud,
educación, seguridad, servicios públicos e
infraestructura”.
Para comprender esta disposición, es
necesario exponer la disyuntiva existente
entre una economía de mercado y una
economía planificada por el Estado.
En la economía de mercado, los agen-
tes económicos como las empresas, las
personas sin actividad empresarial y el
Estado, se desenvuelven sobre la base de
las reglas de la oferta y la demanda. Así,
los sectores productivos, la asignación de
bienes y la fijación de precios dependen
del juego entre ofertantes y adquirentes.
Existen matices de la economía de mer-
cado en función del nivel de intervención
estatal, de forma tal que, poco a poco, se
va acercando a lo que sería una economía
planificada, en la que las decisiones son
adoptadas por el Estado, desde el cual
se dispone qué sectores industriales, co-
merciales y demás sectores productivos
son desarrollados y en qué magnitudes,
así como la fijación de precios y demás
elementos económicos.
Claro está, que en nuestro caso la econo-
mía de mercado no es pura, pues como
veremos, existe un nivel de intervención
estatal que procura sanear las distorsiones
que se pueden generar en el mercado,
participar en los sectores productivos
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 X Informe Especial
que se consideran de interés público y
el control de ciertos factores económicos
como la intervención en las variaciones
del tipo de cambio del dólar, que como
moneda extranjera predominante, influye
en buena parte de las áreas productivas.
Es este nivel de intervención estatal que
tenemos en nuestro país, el que determi-
na que el artículo 58 haga mención a una
“economía social de mercado” y no a una
economía de mercado, en términos puros.
Si vamos al texto del artículo 58, veremos
que estos matices están presentes:
- La iniciativa privada es libre, se ejerce
en una economía social de mercado.
- El Estado orienta el desarrollo del país
y actúa en la promoción del empleo,
salud, educación, seguridad, servicios
públicos e infraestructura.
Como se puede apreciar, la idea del
artículo 58 es regular los límites de la
intervención del Estado, señalando que
su rol es de orientación del desarrollo, no
de intervención directa o determinación,
y en la promoción de actividades que se
pueden considerar esenciales para la po-
blación, como son la educación, la segu-
ridad, la salud y otros servicios públicos.
Si bien puede haber discusión en torno
a si actividades como la salud o la edu-
cación requieren necesariamente de la
intervención del Estado, lo cierto es que
esta disposición nos deja en claro que
nuestro modelo económico no es el de
una economía de mercado pura.
En la misma línea, el artículo 59 perfila
también esta economía social de mer-
cado:
“Rol Económico del Estado
Artículo 59.- El Estado estimula la crea-
ción de riqueza y garantiza la libertad de
trabajo y la libertad de empresa, comercio
e industria. El ejercicio de estas libertades
no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud,
ni a la seguridad pública. El Estado brinda
oportunidades de superación a los sectores
que sufren cualquier desigualdad; en tal
sentido, promueve las pequeñas empresas
en todas sus modalidades”.
Es interesante notar que este artículo pre-
vé cierto nivel de intervención del Estado
para orientar el desarrollo económico en
condiciones que puedan favorecer a las
pequeñas empresas, como una política
que, supuestamente, debe garantizar un
crecimiento equitativo.
Nuestra posición es distinta y considera-
mos que estas medidas de favorecimiento
a la micro o pequeña empresa solo ge-
neran distorsiones en el mercado, pero
el hecho es que son solo posiciones o
políticas, siendo claro que en el caso del
Perú, se ha optado por establecer como
una obligación o mandato del Estado, el
promover el desarrollo de las pequeñas
empresas.
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Vemos también que este artículo prote-
ge la libertad de empresa y de trabajo,
pero dentro de límites que procuren no
vulnerar la moral, la salud y la seguridad
pública.
Hasta aquí, tenemos ya varios principios
o líneas directrices de nuestra economía,
pero el artículo 60 es gravitante para el
tema referido a la actividad empresarial
del Estado.
3.2. La actividad subsidiaria del Estado
Como hemos mencionado, uno de los
puntos en discusión sobre el proyecto de ley
que determina la participación de Petroperú
en la operación del lote petrolero 192, es
disyuntiva de si el Estado debe o puede
participar en una actividad empresarial
que sin mayor problema, habría podido ser
ejercida por un operador privado.
Pues bien, esta discusión gira en torno
a que, de acuerdo a nuestro modelo
económico, la intervención del Estado en
la actividad empresarial no es irrestricta,
sino que debe ejercerse solo en forma
subsidiaria. ¿Pero, a qué se refiere esta
subsidiariedad?. Veamos el artículo 60:
“Pluralismo Económico
Artículo 60.- El Estado reconoce el plura-
lismo económico. La economía nacional se
sustenta en la coexistencia de diversas formas
de propiedad y de empresa.
Sólo autorizado por ley expresa, el Estado
puede realizar subsidiariamente actividad
empresarial, directa o indirecta, por razón
de alto interés público o de manifiesta con-
veniencia nacional.
La actividad empresarial, pública o no
pública, recibe el mismo tratamiento legal”.
El primer párrafo del artículo es bastante
claro y va de la mano con los artículos 58
y 59 que ya hemos visto. Básicamente, se
trata del reconocimiento de la libertad de
propiedad y de empresa, bajo distintas
formas de organización y titularidad,
como, por ejemplo, la propiedad priva-
da y pública, al igual que las empresas
privadas y públicas, unipersonales o
pluripersonales.
Pero queremos centrarnos en el segundo
párrafo. La actividad empresarial del Es-
tado se ejerce en forma subsidiaria solo
cuando se autorice por ley y en tanto se
sustente en razones de alto interés público
o de manifiesta conveniencia nacional.
Antes de analizar esta regla de subsidiarie-
dad, consideramos pertinente ver cómo
se regulaba la actividad empresarial del
Estado en la anterior Constitución de
1979, para apreciar la diferencia en la
orientación de la economía:
“Artículo 113.- El Estado ejerce su actividad
empresarial con el fin de promover la eco-
nomía del país, prestar servicios públicos y
alcanzar los objetivos de desarrollo.
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“Artículo 114.- Por causa de interés social
o seguridad nacional, la ley puede reservar
para el Estado actividades productivas o de
servicios. Por iguales causas puede también
el Estado establecer reservas de dichas acti-
vidades en favor de los peruanos”.
Podemos apreciar en estos principios ge-
nerales que establecía la Constitución de
1979, que el modelo económico estaba
mucho más inclinado hacia la interven-
ción estatal que hacia una economía de
mercado.
Así, a diferencia de nuestra Constitución
vigente, los artículos 113 y 114 de la
Constitución anterior regulaban la acti-
vidad empresarial del Estado, no como
un ejercicio subsidiario, sino como un rol
necesario para el desarrollo económico
del país. Es decir, que en el modelo ante-
rior, no se requería de razones de interés
público o de conveniencia manifiesta,
para que el Estado realizara actividad
empresarial.
Es más, el artículo 114 hace mención a la
posibilidad de que ciertas actividades fue-
ran reservadas en forma exclusiva para el
Estado, sobre la base de causas de interés
social o seguridad nacional.
El punto radical que diferencia el trata-
miento de la actividad empresarial del
Estado en la Constitución de 1979 y en
la Constitución de 1993, es el carácter
subsidiario que se aplica como requisito
en la Constitución actual.
Ya hemos visto en el artículo 60 de la
Constitución vigente, que este requisito
existe. Pero el artículo no contiene un
desarrollo de qué debe entenderse por
esa subsidiariedad que se requiere para
la actividad empresarial del Estado.
Conviene entonces recurrir al desarrollo
del artículo 60 contenido en el Decre-
to Legislativo N.º 1031, que regula la
actividad empresarial del Estado. Este
decreto legislativo señala lo siguiente en
su artículo 3:
“Artículo 3.- Ámbito de la Actividad Em-
presarial del Estado
La Actividad Empresarial del Estado se
desarrolla en forma subsidiaria, autorizada
por Ley del Congreso de la República y
sustentada en razón del alto interés público
o manifiesta conveniencia nacional, en cual-
quier sector económico, sin que ello implique
una reserva exclusiva a favor del Estado o
se impida el acceso de la inversión privada.
Las Empresas del Estado se rigen por las nor-
mas de la Actividad Empresarial del Estado y
de los Sistemas Administrativos del Estado,
en cuanto sean aplicables, y supletoriamente
por las normas que rigen la actividad em-
presarial privada, principalmente por la Ley
General de Sociedades y el Código Civil.”
Tenemos que el carácter subsidiario de la
actividad empresarial del Estado no está
ligado al sector empresarial, pues esta
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 Área Derecho de la Competencia y Propiedad Intelectual
norma señala que la actividad puede ser
ejercida en cualquier sector económico,
sin que ello tenga que ver con la exis-
tencia de oferta privada en determinada
actividad.
Ahora bien, el artículo 3 citado no tiene
tampoco un desarrollo claro sobre el
carácter subsidiario de la actividad em-
presarial del Estado. Pero en el antece-
dente normativo del Decreto Legislativo
N.º 1031, que es la Ley N.º 24948,
podemos encontrar disposiciones más
concretas sobre el ejercicio de la actividad
empresarial del Estado:
“Artículo 2.- El Estado ejerce la actividad
empresarial del Estado guiado por los si-
guientes principios:
a) Fortalecer el pluralismo económico.
b) Garantizar la racional explotación de los
recursos renovables y no renovables, ase-
gurar el equilibrio ecológico y preservar
el medio ambiente.
c) Garantizar una adecuada articulación sec-
torial y regional del aparato productivo.
d) Propiciar la reconversión del aparato pro-
ductivo, asimilando y adaptando nuevas
tecnologías.
e) Regular el abastecimiento interno y
neutralizar las prácticas inconvenientes
de empresas que ocupan una posición
dominante en el mercado.
f) Fortalecer la capacidad de negociación
concentrando capacidades de compra-
venta internacionales.
g) Promover el ahorro interno y garantizar
la asignación de los recursos financieros
en función de los planes nacionales de
desarrollo.
h) Garantizar y promover la prestación de
servicios orientados a mejorar la calidad
de vida de la población.
i) Fortalecer y afianzar la seguridad nacio-
nal.
Artículo 4.- La Actividad Empresarial del Es-
tado se desarrolla en los siguientes campos:
a) En la exploración, extracción, transfor-
mación y comercialización de los recursos
naturales estratégicos cuando se requiera
de grandes inversiones o de garantizar la
racional explotación o renovación de los
recursos;
b) En la producción de bienes y servicios
vinculados directamente a la defensa na-
cional y otros de gravitación determinante
en actividades económicas estratégicas
para el desarrollo de nivel nacional y
regional;
c) En la provisión de servicios públicos y
culturales;
d) En la comercialización de alimentos bási-
cos para el consumo popular, cuando sea
necesaria para su regulación de precios
y/o abastecimiento en el mercado;
e) En la actividad financiera y de seguros;
f) Comercio Exterior de bienes y servicios de
gran significación económica; y
g) Consultoría e ingeniería de alta especiali-
zación.
Todo lo anterior no implica la reserva exclu-
siva de actividades económicas en su favor
salvo que se señale expresamente por ley”.
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Si bien es una norma ya derogada, su
sustento constitucional era el mismo que
el del Decreto Legislativo N.º 1031, o sea,
la Constitución de 1993, así que nos sirve
de apoyo para comprender la lógica de
nuestro modelo económico y del carácter
subsidiario de la actividad empresarial
del Estado.
Considerando estos elementos, la lógica
de nuestro modelo económico es que el
Estado solo debe intervenir en un sector
económico cuando no exista o no pueda
existir oferta de un actor privado, porque
en ese escenario, la demanda no sería
satisfecha.
Para estos efectos, el artículo 4 del De-
creto Legislativo N.º 1031 prevé que la
actividad empresarial del Estado puede
ejercerse de las siguientes maneras:
“Artículo 4.- Formas en que se desarrolla la
Actividad Empresarial del Estado
La Actividad Empresarial del Estado se desa-
rrolla bajo alguna de las siguientes formas:
4.1 Empresas del Estado de accionariado
único: Empresas organizadas bajo la
forma de sociedades anónimas en las
que el Estado ostenta la propiedad total
de las acciones y, por tanto, ejerce el
control íntegro de su Junta General de
Accionistas.
4.2 Empresas del Estado con accionariado
privado: Empresas organizadas bajo
la forma de sociedades anónimas, en
las que el Estado ostenta la propiedad
mayoritaria de las acciones y, por tan-
to, ejerce el control mayoritario de su
Junta General de Accionistas, existiendo
accionistas minoritarios no vinculados
al Estado.
4.3 Empresas del Estado con potestades
públicas: Empresas de propiedad estatal
cuya ley de creación les otorga potesta-
des de derecho público para el ejercicio
de sus funciones. Se organizan bajo la
forma que disponga su ley de creación.
El accionariado estatal minoritario en
empresas privadas no constituye Actividad
Empresarial del Estado y se sujeta a las dis-
posiciones de la Ley General de Sociedades y
demás normas aplicables a tales empresas.”
Debemos recordar que para que el Estado
ejerza actividad empresarial, no solo debe
cumplir el requisito de la subsidiariedad,
sino que debe sustentar la decisión en
un interés público o de manifiesta con-
veniencia nacional.
Aquí encontramos un problema, pues la
“manifiesta conveniencia nacional” puede
justificar muchos proyectos empresariales
y motivar la intervención del Estado,
cuando en realidad, sería preferible la
operación a través de un privado.
Si bien el artículo 60 regula estos requi-
sitos como independientes, es decir, que
puede cumplirse uno u otro, ya sea el in-
terés público o la conveniencia nacional,
en nuestra opinión, deberían aplicarse en
forma conjunta, para que la intervención
del Estado tenga un verdadero sustento.
X
Pero es necesario terminar de revisar las
normas que contiene nuestra Constitución
sobre el régimen económico.
3.3. Protección de la libre competen-
cia, la libertad de contratar, la
inversión privada y de los consu-
midores
Siendo nuestro modelo económico el de
una economía de mercado, es necesario
contar con disposiciones que cautelen el
adecuado funcionamiento del mercado,
lo que implica proteger la competencia,
la contratación, la inversión privada y los
derechos de los consumidores.
Así, nuestra Constitución completa la
regulación de nuestro modelo económico
en sus artículos 61 al 65:
“Libre competencia
Artículo 61.- El Estado facilita y vigila la li-
bre competencia. Combate toda práctica que
la limite y el abuso de posiciones dominantes
o monopólicas. Ninguna ley ni concertación
puede autorizar ni establecer monopolios.
La prensa, la radio, la televisión y los demás
medios de expresión y comunicación social;
y, en general, las empresas, los bienes y
servicios relacionados con la libertad de
expresión y de comunicación, no pueden
ser objeto de exclusividad, monopolio ni
acaparamiento, directa ni indirectamente,
por parte del Estado ni de particulares”.
Libertad de contratar
Artículo 62.- La libertad de contratar
garantiza que las partes pueden pactar
válidamente según las normas vigentes
al tiempo del contrato. Los términos con-
tractuales no pueden ser modificados por
leyes u otras disposiciones de cualquier
clase. Los conflictos derivados de la relación
contractual sólo se solucionan en la vía arbi-
tral o en la judicial, según los mecanismos
de protección previstos en el contrato o
contemplados en la ley.
Mediante contratos-ley, el Estado puede
establecer garantías y otorgar seguridades.
No pueden ser modificados legislativamente,
sin perjuicio de la protección a que se refiere
el párrafo precedente.
Inversión nacional y extranjera
Artículo 63.- La inversión nacional y la
extranjera se sujetan a las mismas condicio-
nes. La producción de bienes y servicios y
el comercio exterior son libres. Si otro país
o países adoptan medidas proteccionistas o
discriminatorias que perjudiquen el interés
nacional, el Estado puede, en defensa de
éste, adoptar medidas análogas.
En todo contrato del Estado y de las personas
de derecho público con extranjeros domici-
liados consta el sometimiento de éstos a las
leyes y órganos jurisdiccionales de la República
y su renuncia a toda reclamación diplomática.
Pueden ser exceptuados de la jurisdicción
nacional los contratos de carácter financiero.
El Estado y las demás personas de derecho
público pueden someter las controversias
derivadas de relación contractual a tribunales
constituidos en virtud de tratados en vigor.
Pueden también someterlas a arbitraje na-
cional o internacional, en la forma en que
lo disponga la ley.
Actualidad Empresarial X-3
 X Informe Especial
Tenencia y disposición de moneda
extranjera
Artículo 64.- El Estado garantiza la libre
tenencia y disposición de moneda extranjera.
Protección al consumidor
Artículo 65.- El Estado defiende el interés
de los consumidores y usuarios. Para tal
efecto garantiza el derecho a la informa-
ción sobre los bienes y servicios que se
encuentran a su disposición en el mercado.
Asimismo vela, en particular, por la salud y
la seguridad de la población”.
3.4. Sobre la explotación de los recur-
sos naturales
Siendo que el proyecto de ley sobre el lote
192 está relacionado con la explotación de
recursos naturales, es necesario verificar
cómo regula la Constitución esta materia.
El artículo 66 señala lo siguiente:
“Recursos Naturales
Artículo 66.- Los recursos naturales, re-
novables y no renovables, son patrimonio
de la Nación. El Estado es soberano en su
aprovechamiento.
Por ley orgánica se fijan las condiciones de
su utilización y de su otorgamiento a parti-
culares. La concesión otorga a su titular un
derecho real, sujeto a dicha norma legal”.
Como vemos en el citado artículo, la
explotación de recursos naturales puede
ser sometida a contratos de concesión con
operadores privados.
Justamente lo que ha ocurrido en el caso
del lote 192, es que en lugar de otorgar su
explotación a un privado, vía concesión,
se ha optado por poner en manos de
petroperú dicha explotación.
4. El modelo económico en la
Constitución de 1979
Para terminar, consideramos necesario
comparar el modelo económico actual con
el que existía en la Constitución de 1979.
Ya vimos cómo se regulaba la actividad
empresarial del Estado, pero consideramos
ahora todos los principios básicos del mo-
delo económico de la referida Constitución:
“Artículo 110.- El régimen económico de
la República se fundamenta en principios de
justicia social orientados a la dignificación del
trabajo como fuente principal de riqueza y
Glosario
1. ¿Cuál es la diferencia entre un recurso de reconsideración y uno
de apelación?
El recurso de reconsideración es aquel que se formula contra un acto
administrativo con la finalidad de que sea revisado por el mismo fun-
cionario que lo emitió, sobre la base de un nuevo medio probatorio,
lo que motiva la necesidad de que el acto se vuelva a revisar.
X-4 Instituto Pacífico
como medio de realización de la persona
humana. El Estado promueve el desarrollo
económico y social mediante el incremento
de la producción y de la productividad, la
racional utilización de los recursos, el pleno
empleo y la distribución equitativa del
ingreso. Con igual finalidad, fomenta los
diversos sectores de la producción y defiende
el interés de los consumidores.
Artículo 111.- El Estado formula la política
económica y social mediante planes de desa-
rrollo que regulan la actividad de los demás
sectores. La planificación una vez concertada
es de cumplimiento obligatorio.
Artículo 112.- El Estado garantiza el plu-
ralismo económico. La economía nacional
se sustenta en la coexistencia democrática
de diversas formas de propiedad y de
empresa. Las empresas estatales, privadas,
cooperativas, autogestionarias, comunales
y de cualquier otra modalidad actúan con
la personería jurídica que la ley señala de
acuerdo con sus características.
Artículo 113.- El Estado ejerce su actividad
empresarial con el fin de promover la eco-
nomía del país, prestar servicios públicos y
alcanzar los objetivos de desarrollo.
Artículo 114.- Por causa de interés social
o seguridad nacional, la ley puede reservar
para el Estado actividades productivas o de
servicios. Por iguales causas puede también
el Estado establecer reservas de dichas acti-
vidades en favor de los peruanos.
Artículo 115.- La iniciativa privada es libre.
Se ejerce en una economía social de merca-
do. El Estado estimula y reglamenta su ejer-
cicio para armonizarlo con el interés social.
Artículo 116.- El Estado promueve y pro-
tege el libre desarrollo del cooperativismo y
la autonomía de las empresas cooperativas.
Asimismo estimula y ampara el desenvolvi-
miento de las empresas autogestionarias,
comunales y demás formas asociativas.
Artículo 117.- El comercio exterior es
libre dentro de las limitaciones que la ley
determina por razones de interés social y del
desarrollo del país. El Estado promueve la
cooperación entre los pueblos para alcanzar
un orden económico internacional justo”.
Encontramos que en la Constitución de
1979 existían principios que marcaban
una clara diferencia con el modelo eco-
nómico actual. Así, por ejemplo, en el
artículo 110 veíamos la referencia al prin-
cipio de justicia social, como orientador
del desarrollo económico.
En el artículo 111 se menciona una
planificación nacional de la economía
que resulta de obligatorio cumplimien-
to, lo que en definitiva, marca una
mayor inclinación hacia una economía
planificada en lugar de una economía
de mercado.
En el caso del recurso de apelación, se trata de un medio impugnatorio
que busca la revisión del acto administrativo pero por el superior
jerárquico del funcionario que lo emitió. En este caso, no se requiere
la presentación de nueva prueba, pues la revisión puede sustentarse
en una interpretación distinta de las normas aplicables o en los errores
que puede haber cometido el funcionario de primera instancia.
N.° 334
Si bien el artículo 115 hace referencia a
una economía social de mercado, como
en el régimen constitucional vigente, los
demás artículos nos llevan a verificar que
el modelo económico de la Constitución
de 1979 tenía un claro carácter inter-
vencionista del Estado, a diferencia de
nuestro modelo actual.
Para complementar este tratamiento, la
Constitución de 1979 también contenía
disposiciones en materia de explotación
de recursos naturales:
“Artículo 118.- Los recursos naturales,
renovables y no renovables, son patrimonio
dé la Nación.
Los minerales, tierras, bosques, aguas y,
en general, todos los recursos naturales y
fuentes de energía, pertenecen al Estado. La
ley fija las condiciones de su utilización por
éste y de su otorgamiento a los particulares.
Artículo 119.- El Estado evalúa y preserva
los recursos naturales. Asimismo fomenta
su racional aprovechamiento. Promueve su
industrialización para impulsar el desarrollo
económico”.
En este aspecto ambas constituciones
coinciden, pues la propiedad de los re-
cursos naturales se confiere a la Nación,
y se permite su otorgamiento a privados
para su explotación.
5. Conclusiones
Luego de haber revisado las disposiciones
constitucionales en materia de régimen
económico tanto de la Constitución actual
como de la Constitución de 1979, tenemos
un panorama claro de cómo se regula y
ejerce la actividad empresarial del Estado.
Dicha actividad empresarial estatal re-
quiere cumplir condiciones ineludibles,
como son su carácter subsidiario, la
autorización por ley y la existencia de
un interés público o de la conveniencia
manifiesta nacional.
En nuestra opinión, estas condiciones no
se cumplen en el caso de la explotación
del lote 192 por parte de Petroperú, pero
es un debate que ya ha sido definido por
el Congreso de la República y que solo
requiere de la promulgación del Poder
Ejecutivo para ser puesto en práctica.
Esperemos que no sea una decisión que
termine perjudicando recursos nacionales
que son tan requeridos para satisfacer
otras necesidades del país.
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