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1er trabajo de ética y filosofía de la medicina 2017 Francisco Valdés

Después de leer el texto y a los 2 autores, lo que se busca es formar una base adecuada para las exigencias que
se quieren en un futuro tanto en la carrera de medicina como también para el ejercicio profesional.

Ahora, ya comenzando con el trabajo, procederé a contestar la primera pregunta. Pero antes que nada, iniciaré
colocando mis respectivas definiciones, las cuales son necesarias para contestarla. En cuanto a la moral, según
yo “corresponde a la decisión más correcta o acertada que se debe elegir en una situación o lo que se debe
realizar en cada una de estas, todo esto según ciertas normas, leyes o aspectos parecidos”, y en cuanto a la
ética, para mí era “una evaluación de las acciones que uno realiza en ciertas situaciones, viendo por ejemplo si
estas son “buenas o malas”, donde esta evaluación depende desde el punto de vista del cual se haga, siendo la
ética una evaluación de la moral (debido a que analiza las acciones de las situaciones”. Por lo visto mis
definiciones no son las más claras ni las más completas, pero se pueden ir complementando, para aclararlas, en
su análisis. Viendo estas 2 respuestas, se puede observar una diferencia más o menos evidente, la cual consiste
en que la moral nos dice a través de normas o principios lo que es debido hacer y por lo tanto “lo que uno
hace”, puesto que es lo acertado, pero la ética consiste en una reflexión de “lo que uno hizo” en esa cierta
situación, viendo si fue realmente correcto lo que se hizo, si era lo que yo quería hacer, analizar si fue “bueno”
o “malo” lo que hice para mí o para un otro, entre otros análisis, convirtiéndose esto en una relación y también
en una diferencia, puesto que difieren en sus definiciones. Otra diferencia que se puede notar, es que la moral
sería algo ya predefinido, que siempre está presente, y que tiene normas o principios que la definen, mientras
que la ética sería algo que se origina o se muestra cuando uno reflexiona o cuestiona lo que se hizo, esto desde
donde se analice(esto porque depende desde el punto de vista del cual se vea, como podría ser el de un
individuo, cultura o sociedad), por lo que no está definida desde antes o presente siempre en el tiempo como
lo sería la moral, y tampoco es que tenga normas puestas desde un principio la cual la defina o diga cómo se
debe usar o aplicar, sino que una reflexión y cuestionamiento que se presenta cuando es necesario. Ahora en
cuanto a las similitudes entre mis definiciones de ética y moral, una que se podría considerar, la cual es
bastante precisa y no tan “rebuscada” o “explayada”, es que tanto la moral como la ética toman en cuenta las
acciones que un sujeto o sociedad realiza en ciertas situaciones o en cierto tiempo, ya sea en cómo “estas se
deben hacer”, en el caso de la moral, o la reflexión de las mismas, en el caso de la ética. Otra similitud que se
saca de mis definiciones (la cual esta sí que no es tan clara) y que se desprende de la similitud anterior dicha, es
que como la moral y la ética “trabajan”, “ejercen” o tienen como tema central las acciones y las situaciones,
estas dos, en cierta forma, definen, guían u orientan (no de forma completa pero sí “Casi”) nuestros actos, ya
que gracias a estas sabemos que es lo más adecuado de hacer, ya sea en el presente (la moral nos dice lo más
correcto de hacer) o a futuro (la ética, gracias a que es una reflexión, nos ayudaría a complementar o corregir
nuestras acciones del futuro).

Cambiando de tema, y ya pasando a contestar la pregunta 2, en este primer capítulo del libro se muestran
distintas definiciones y conceptos sobre la ética, donde en esta pregunta se analizarás dos, las de Jean Ladriére
y Cornelius Castoriadis, las cuales aportan bastante a la ética que se busca definir para esta carrera. Ladriére, al
comentarse por primera vez su percepción de ética, se observa que centra esta última en un aspecto algo
complejo y que más de alguna vez ha sido puesto en discusión, el cual es la existencia humana. Este último
tema ha sido siempre bastante discutible pero que también es un tema que se diferencia de los demás
conceptos relacionados debido a su complejidad y originalidad. Según Ladriére la existencia humana no es
posible definirla de igual manera como se le hace a un objeto o a un animal, esto porque el ser humano es un
ser bastante complejo, con emociones, racionalidad, consciencia, entre otras cosas, que la diferencian de cosas
inanimadas o de otros seres vivos, imposibilitando dar una definición concreta de lo que es la existencia
humana. Esto se ve cuando Ladriére dice que “la originalidad de la existencia humana se encuentra en la
imposibilidad de dar una definición última sobre esta”. Además Ladriére dice que el ser humano y su existencia
no se pueden definir como a otras cosas debido a que esta está “inmersa en la temporalidad”. ¿Pero qué es la
temporalidad? Este autor dice que la existencia humana puede “estar presente y no presente a la vez”, esta
condición del ser humano permite que no solo piense, este preocupado o centrado en el presente, sino que
también puede recordar el pasado y proyectarse al futuro, pudiendo sacar aspectos del pasado para
complementar el presente y así proyectar un buen porvenir para las generaciones futuras. Esta complejidad del
ser humano genera que relacionar así porque sí la ética, que ya es un tema muy complicado, y la existencia
humana no sea tan fácil. Por esto Ladriére establece que para poder generar una dimensión ética de esta
existencia es necesaria establecer una relación entre esta última y el concepto de acción. Ladriére da una gran
importancia al concepto de acción, debido a que, para él, la acción permite “sacar de la pasividad a la
existencia humana, la cual se produce por su temporalidad”. La acción permite que “el humano” no se quede
sin hacer nada “esperando a que todo pase solo”, sino que permite a esta poder generar cambios, pudiendo
introducir o generar nuevas normas, principios, discursos, “determinaciones” como dice Ladriére, entre cosas,
modificando así su realidad, su porvenir y las distintas relaciones que establece con las demás cosas, con las
sociedad, con el universo, etc. También cabe mencionar que esta relación entre la acción y la dimensión ética
de la existencia humana, genera la “noción de orientación” de Ladriére, que en simple palabras se refiere a que
esta dimensión ética debe ser una referencia para el accionar del ser humano, donde cabe destacar que no
porque la ética guie las acciones, todas las acciones son éticas, en el sentido en que la existencia se vea
favorecida, hacia su “mejor porvenir”, o como dice Ladriére “ el movimiento profundo que siempre conduce
adelante la existencia tiene el sentido de conducirla hacia su bien”, donde este movimiento profundo lo debe
buscar esta dimensión ética. Esta idea de bien pasaría a corresponder a la “noción de “vida buena”” de
Ladriére, donde correspondería a algo así como “la realización de las condiciones que deben permitirle vivir
como persona o su modo de ser específico”, es el bien que busca constantemente el ser humano , pero por
supuesto que encontrar el “bien” de la existencia o ver como guiar a la existencia humana hacia su “vida
buena” es muy complicado, es como llegar a lo idealizado, pero el ser humano debe ver “poner los pies en el
suelo” en la realidad presente o y ver que llegar a ese bien no será nada fácil, generando una problemática
ética entre la realidad presente y la realidad que quiero, un “versus” entre los 2, observar qué diferencias hay
entre la realidad del presente y la que quiero (la “no-saturación del sentido”), ver lo que le falta a esta realidad
para llegar a lo que busco, por lo que el ser humano como individuo no puede llegar solo a esta “vida buena”,
debe observar a los demás y ver que no está solo, que lo “demás” también buscan esta “vida buena”, que
también tienen necesidades muy parecidas a las de este individuo, y con esto generar una relación con el otro y
formar un colectivo que en cierta manera busca lo mismo, la ”vida buena”. Esta capacidad de reconocer al otro
y sus necesidades, que los demás son igual que tú y que todos nos relacionamos, es la “idea de reciprocidad”
de Ladriére. Al generar un colectivo como ser humano, permite que entre todos formen normas u otros
aspectos que permitan guiar a este colectivo hacia la “vida buena”, permite establecer relaciones profundas
entre todos y así establecer hacia dónde ir. Esta capacidad de reconocer al otro, conocernos y buscar entre
todos las cosas consiste en la “autonomía”. Y ahora que se tocó el tema de las “relaciones”, este es un tema de
la existencia humana bastante importante. Ladriére nombra una expresión bastante buena sobre esto, que es
la “eco-ética”, que consiste en que “vivimos en relación y somos dependiente del medioambiente que nos
rodea”. La existencia humana vive constantemente en relación, con la cual dice Ladriére, sin esta no podría
“existir” la existencia humana. Esta última tiene la condición de formar relaciones muy profundas que la
complementan, o como se refiere si mal no me equivoco Spinoza, el hombre busca relaciones para potenciarse,
todo esto para que el ser humano cada vez aumente sus capacidades, condiciones, experiencias, etc., además
Ladriére dice que la “vida buena” es una vida en relación en una condición de armonía”. Por otra parte, el ser
humano y su existencia siempre depende del ambiente que le rodee, porque este condiciona y determina al
hombre, lo forma desde un principio, es con “quién” establece un primer contacto, también forma una base en
él y siempre lo complementa con nuevas “cosas”, siempre “aprende o toma algo nuevo”. Pero el ambiente o el
“hábitat” no solo condiciona al ser humano, sino que el humano también debe condicionar a su ambiente, a
través de su accionar y su reflexión, la cual es gracias a la ética, para producir cambios en este último. Ya para
terminar con Ladriére, la ética, según las páginas analizadas, corresponde a un posible, donde la E.H o el ser
humano se debe hacer cargo de que este sea un “posible”, donde estos deben cuestionarse, reflexionar,
criticar y juzgar constantemente para que la ética este presente y sea un posible. Además la ética nos permite
cuestionarnos contantemente las distintas leyes, normas u otros aspectos de la E.H y de la sociedad, las cuales
las acepta, pero también permite o supone que estas pueden ser cambiadas para el bien del ser humano, tiene
la capacidad de crear y generar cambios.

En lo que respecta a Castoriadis, que a mi parecer no se explaya tanto como Ladriére, este autor centra la ética,
o toma como eje central, a la ética como institución, la cual, esta última según Castoriadis, parece ser quien
“nos permite simplemente vivir como lo hacemos”. Además agrega que la institución debe estar
constantemente “proponiendo e imponiendo nuevas significaciones y sentidos” a la sociedad y al sujeto, debe
estar constantemente creando y cambiando para poder existir, agregando también que tampoco puede existir
si quien la compone o la crea no permite que exista, en este caso, el sujeto o la sociedad, lo cual es lógico, ya
que si, en el caso de la institución de la ética, el sujeto o sociedad no reflexiona, no cambia, no critica y no
permite que haya cambios, entonces la institución no sería posible ya que no tiene los necesario para “Existir”.
Como paréntesis, con “sujeto” no se hace referencia a “individuo”, sino que sujeto consiste en algo más, a un
individuo que está relacionado con distintas instituciones y con un entorno diverso, que además posee
emociones, una consciencia única, un interior, una capacidad reflexiva que lo hace más que un simple
“individuo”, un individuo no puede vivir solo con sus objetivos. La institución de la ética tiene la misión de
poder reflexionar sobre “todo” lo que compone la sociedad, de poder tener la capacidad de criticar, de juzgar,
de reflexionar normas, leyes u otro aspecto de esta para poder guiarla por un mejor camino, de ver lo mejor
para la sociedad el sujete, incluso de poder reflexionar sobre las normas y costumbres de la moral, las cuales
acepta pero no las toma como algo que no se pueda criticar o que sea arbitrario y las cuales se pueden
transformar en caso de que difieran en ciertas cosas con esta (o sea, la ética transforma pero no destruye, algo
así como la definición de “energía” jajaja) . Con esto se ve que Castoriadis toma en cuenta una sociedad
autónoma, donde todo es tema de discusión para la sociedad y el sujeto, el cual según este autor, esta
institución de la ética los junta, creándose una reflexión o razonamiento particular y colectivo. Por lo tanto esta
institución debe dar un sentido a nuestras acciones, y como dice Castoriadis “no debe rechazar el caos, debe
negociar con él”, donde con este caos se refiere a que en un principio el hombre actúa sin pensar, sin
reflexionar, por lo que la ética como institución debe darle un sentido a este “caos”, o como dije antes debe
guiar, y dar sentidos a las acciones del hombre, del “sujeto”. También la institución de la ética permite generar
relaciones con otras instituciones, como la política (aspecto que Castoriadis también toca), y complementarlas
y/o ayudarlas en el ámbito de darles sentido, regularlas y moderarlas, esto último en el sentido en que, como
dice el autor analizado, a veces algunas instituciones no toman en cuenta a las reflexiones de la sociedad y el
sujeto, y los “deseos” de estos, por lo que la ética debe estar presente para que no se cometa este “error”.
Pero la institución de la ética también tiene ciertas contradicciones o “problemas”, debido que a veces “la
significación de la ética se ve afectada por su propia legitimidad”, es decir, que hay cosas que la institución
misma no puede contestar, ya sean aspectos que ella crea o produce o algo externo, como podría ser el tema
de la muerte, tema que ha sido constantemente reflexionado y que hasta ahora todavía no una respuesta clara
sobre ella. Estos serían las famosas aporías, que corresponden a problemas o contradicciones que no deben
detenernos, sino que motivarnos a seguir pensando y reflexionando. En cuanto a la relación que establece
Castoriadis entre la ética y la política, dice, en cierta forma, que una necesita de la otra para lo que buscan, que
la política sin la ética pierde significado, debido a que no habría crítica ni reflexión en algo tan importante para
el sujeto y la sociedad como la política, encargada de acoplar una concepción global de la sociedad, siendo la
encargada de buscar lo “ideal” para la sociedad, a través de la acción de los ciudadanos, siendo un espacio de
constante deliberación y reflexión, siendo esta última un acercamiento a lo que es la democracia, la cual
Castoriadis critica, más eso si a una democracia “actual”, diciendo que esta no consiste solo en un poder de la
mayoría o de los más ricos o que se le da un poder a unos pocos para que nos “representen”, sino que es la
capacidad del pueblo de poder generar cambios de forma colectiva. Que la democracia actual o “solo como
procedimiento aleja a los ciudadanos de poder participar”. Por otro lado, Castoriadis relaciona la ética con la
institución de individuo como sujeto, el cual se definió anteriormente, donde esta institución consiste como la
capacidad de poder establecer una relación con uno mismo, de cómo actuamos y de cómo pensamos y la
diferencia entre estas, la relación en como tomamos los distintos principios o normas de la moral y la ética,
asumiéndolos de cierta manera y generar una “vida particular” según como tomemos estos aspectos. De esto
se desprenden dos nociones importantes nombradas por Castoriadis: la primera es la “reflexividad”, que
consiste en que el sujeto se tome a él mismo como objeto de reflexión, que se mire desde afuera y analice sus
acciones, su comportamiento, etc., pudiendo ver en que está mal, que debe arreglar o en que está bien. Y la
segunda es la “voluntad deliberada”, la cual consiste en tomar esta “reflexividad” que uno se realiza e
introducirla a “uno mismo”, interiorizarla, dándole un papel fundamental para que oriente nuestros actos y
decisiones futuras. Además, otro aspecto que se desprende, es que, como en un principio el “individuo”
depende de las instituciones y su entorno, hay veces en que el hombre se confunde y cree que lo que él hace o
dice, viene de su interior, de su propia reflexión o análisis, siendo la verdad que lo que él realiza es influenciado
o predispuesto por el entorno o institución en la que nace (un ejemplo pequeño puede ser que uno cree que es
católico porque uno quiso, pero después uno reflexiona (reflexividad) y ve que realmente fue influenciado por
su familia). Salir de esto corresponde al paso de “individuo a sujeto”. Como último tema que toca Castoriadis,
se ve el de la virtud y el sujeto, donde, en pocas palabras, la “virtud” es lo que nos permite deliberar y
reflexionar, y elegir lo más acertado o lo más “prudente”, es la que nos permite según Aristóteles “elegir entre
una u otra alternativa” de acuerdo a un “buen escoger”. Esta “virtud” no es algo con lo que uno nazca, es algo
que se debe adquirir, y también es algo que se debe convertir en un hábito, no en el sentido de una acción
mecánica, como fumar por ejemplo, sino en emplearla constantemente y cuando sea necesario. En cuanto a
Castoriadis, este observa que hay ciertas aporías en la definición de virtud de Aristóteles, por ejemplo que la
virtud, como es adquirida, a la vez también se puede perder. Pero más que recalcar estas aporías puestas en el
libro, de esto se obtiene un término bastante importante dicho por Castoriadis, la “tensión”, de la cual se dice
o se desprende que consiste en 2 discursos o argumentos que se contrapones, generando la “tensión”, para
luego “calmar” esta última, produciéndose una síntesis o acuerdo entre las dos, donde este sistema, en cierta
manera, puede ayudar en la discusión, reflexión o deliberación de ciertos temas importantes para la sociedad,
y por lo tanto ser una herramienta útil para la misión de la institución de la ética.

Ya pasando a la pregunta tres, ya tenemos una noción algo clara de las definiciones de ética de Ladriére y
Castoriadis, pero ahora corresponde diferenciarlas con las definiciones de moral puestas en el libro. Para
empezar, la moral definida en el texto posee ciertos aspectos que la diferencias de la ética, pero también hay
algunos aspectos en los que difieren Ladriére y Castoriadis. Estos últimos son en que, Ladriére se centra más en
una moral dirigida al sujeto, “donde la norma es regla de acción”, la cual es una norma que define como
debemos actuar y a través de la cual también debemos juzgar nuestros actos, ver si “están bien o mal” en
comparación a esta norma. Y en cuanto a Castoriadis, se centra más a una moral en el sentido de la institución,
la cual posee principios o normas las cuales nos impone y nos dicen cómo debemos comportarnos o actuar, o
en otras palabras, que la moral está condicionada o depende de la sociedad y de la institución. Aquí la ética se
encargaría, como se dijo anteriormente, de reflexionar estas normas y tener la posibilidad de cambiarlas. Pero
de todas formas las definiciones de ambos autores coinciden bastante en algunos términos. A nivel general, la
moral consiste en normas o principios que “heredamos” del pasado, la moral se diferencia de la ética debido a
que es un “componente histórico” (debido a esto es una “herencia”). En otras palabras, son establecimientos,
arbitrarios pero “no tanto” (porque se pueden cambiar) de normas o reflexiones que se realizan en una cierta
época, la cuales se van heredando a las generaciones futuras como un “principio” que debe guiar nuestros
actos hacia lo debido. Esto es totalmente cuestionable por parte de la ética, pudiendo cambiar o transformar la
moral y “modificarla” para el porvenir. Esto se puede ver al comparar la generación de nosotros con la de
nuestros abuelos o padres, donde para ellos hay aspectos que definen su vida (o las “buenas costumbres”) muy
distintos a los de nosotros, como la religión que antiguamente era muy importante y una parte esencial de la
vida pero hoy en día es algo muy cuestionado y que ya ha ido fuerza o importancia respecto del pasado. Cabe
mencionar también que la moral es algo que va desde la norma a las acciones, ella a través de principios define
como se debe actuar, pero la ética es todo lo contrario, debido a que ella a través de cómo se realicen las
acciones, define los principios que deben orientarlas.

Como conclusión, y ya procediendo a terminar con el trabajo, luego de haber analizado o inferido las nociones
de ética y moral de Ladriére y Castoriadis, me es posible comparar mis definiciones, las cuales fueron puestas al
principio, con las de estos autores. En cuanto a la moral, mi definición no estaba “tan lejos” de las propuestas
por el texto, pero tampoco es que haya sido la mejor, más bien me falto aclararla o completarla. Según yo, la
moral era “lo más acertado de hacer en una cierta situación o lo que uno debe realizar en cada una de acuerdo
a normas predefinidas”, donde en este último aspecto logre coincidir en cierta parte con los autores, debido a
que para ellos la moral está definida por normas que deben definir nuestro actuar, pero estas normas no son
tan arbitrarias como supuse yo en un principio, sino que se “heredan” y pueden ser cuestionadas por la ética,
aspecto que debí haber considerado, “que se podían cambiar”. Sobre la primera parte, de “lo más acertado de
hacer…”, esta parte correspondería más a la definición de virtud, dicha y cuestionada por Castoriadis, la cual
corresponde en la capacidad adquirida que nos permite elegir lo más acertado o lo más “prudente”. En cuanto
a lo que me falto fue el aspecto de “herencia” de la ética y que es un factor histórico, que depende en cierta
forma de la sociedad y entorno en donde uno esta y nace, no algo que ha estado presente desde siempre,
desde un principio y que no se puede cambiar, algo arbitrario, que es más o menos la noción que yo creía en un
principio. Y sobre mi definición de ética con la de los autores, se nota más incompleta y no tan profunda en
comparación con las inferidas de Ladriére y Castoriadis. Mi definición dice en pocas palabras que corresponde a
la “evaluación de las acciones que uno hace, desde un punto de vista específico y que en cierta manera en una
evaluación de la moral”. Donde, de la primera parte, más que una evaluación de nuestras acciones, la ética es
quién debe guiar nuestras acciones, debe guiar nuestro camino, nuestra “institución” o “existencia”
dependiendo del autor, a través de la reflexividad y deliberación de nuestra realidad, de nuestros entorno, el
cual es posible cambiar a favor de nuestro porvenir, ya sea individual o colectivo. Agregar que también la ética
es un posible, el cual se puede dar dependiendo de que quién la conforme lo permita, que no es algo que
siempre está presente ya sea como una materia o como una disciplina, como suponía yo antes. En cuanto a los
segundo, también depende la ética desde “donde sea visto”, pero más que eso, sería como cada persona
reflexione, como haga “práctica” de la ética, siendo esto algo más de Castoriadis debido a que su ética se
centra en el sujeto. Y sobre la última parte, la ética más que una simple evaluación de la moral, es como una
evaluación sobre “todo”, donde por supuesto también se puede “dar el lujo” de criticar, cuestionar y cambiar la
moral, pero no es que su misión o su función sea sólo evaluar esa noción, sino que es algo mucho más
profundo y complejo, que es una noción que es mucho más allá que un simple concepto o disciplina, es algo
que ha sido esencial para el ser humano o el sujeto. Ya como comentario personal, debo decir que ahora la
ética me parece algo mucho más complejo en comparación con la definición que tenía cuando dí mi prueba de
diagnóstico, debido a que antes para mí la ética y la moral eran simples conceptos de la filosofía, ya que algo
así me los enseñaron en el colegio. Además por lo mismo y por mi inscripción tardía a las ayudantías, me costó
entender el libro, pero creo que no lo entendí tan mal y que por lo menos algunas inferencias logré sacar.

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