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Educación ambiental por y para nuestros niños.

Día a día, parece inevitable, encontramos con nuevos desastres ambientales que cobran
cada vez más seriedad. Desde hace tiempo venimos padeciendo el sobrecalentamiento
climático, la deforestación, la desertificación, inundaciones, contaminación de las aguas
y del aire que respiramos, entre otros. Si bien pueden resultar, estos problemas, de
distinta repercusión como ser: locales como la contaminación ambiental de nuestra
querida ciudad de Buenos Aires, regionales cuando afectan a una región, nacionales
perjudican a un país, internacionales son los compartidos entre países limítrofes tal
como las inundaciones en el noreste argentino, o mundiales a gran escala porque
repercuten en todo el mundo como el calentamiento climático. Es el emergente de esta
cuestión, una necesaria toma de conciencia acerca de como los hombres estamos
interfiriendo en el curso normal de la naturaleza y afectando a nuestro planeta, Tierra.
Es inminente no olvidar que los problemas ambientales no van dirigidos a alguien en
especial, afectan al hombre, a la fauna y a la flora. Todo ser vivo que habite en este
planeta es destinatario de esta infortuna. Y tienen dueño: el hombre.

¿Es posible el devenir consciente de la gravedad de esta temática? ¿Es posible plantear
nuevas estrategias? ¿Se puede hacer algo desde las aulas? Claro que sí. Es inexcusable
un cambio operativo en el abordaje de los contenidos de la enseñanza escolar, desde los
primeros años escolares se debe priorizar la incorporación de hábitos sobre el cuidado
del medio ambiente en nuestros niños. Es necesario abordar la temática del cuidado del
medio ambiente con la seriedad necesaria para poder revertir los hábitos que causaron y
causan daños a nuestro planeta, e incorporar la idea que a través del tiempo estas
conductas perjudiciales nos hacen perder la oportunidad de dar y tener una mejor
calidad de vida, ya que esta va en detrimento. Decir esto no es poco. Cabría entonces
preguntarnos si verdaderamente somos concientes de lo que estamos legando a las
futuras generaciones, si estamos comprometidos y actualizados de los problemas
ambientales que se suceden en mi barrio (lo más cercano a mi realidad), en mi
provincia, en mi país, en otros países, en el mundo, y finalmente si existen políticas
desde el Estado tendientes ha: educar a los ciudadanos en el marco de esta problemática,
a sancionar a las entidades que produzcan daños ecológicos, fomentar a través de
campañas, proyectos, incentivos conductas concernientes a la protección del ambiente.

Desde mi cotidianeidad como docente puedo educar a mis niños acerca de la


importancia del cuidado del medio ambiente. Aprovechar desde la escuela la capacidad
de asombro y de descubrimiento frente a la naturaleza que ellos poseen. Hacer
intervenir a la familia y a otros agentes de su entorno para fomentar conductas acordes,
dejando de lado el desinterés general que se puede ver actualmente de algunos actores
sociales. Atravesar estos temas, que son además contenidos de la enseñanza escolar, con
un fin, no solo la mera información, que transgreda ese límite. Que llegue hasta la
formación de un ciudadano conciente e involucrado en revertir está realidad.

Desde el Estado es necesario la incorporación con carácter obligatorio de la materia


"Educación ambiental" en favor de las generaciones futuras y de una adecuada calidad
de vida.

Andrea Bibiana Taborda


Especialista en Investigación Educativa

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