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Material de Trabajo
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“Siempre metida en líos”, pensaba, “como esto siga así voy a odiar al
colegio y a todos” y la Tortuga lo pasaba muy pero que muy mal.
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Luego se pide al niño que se imagine una escena parecida y que haga la
Tortuga. Se repite hasta que el niño lo haya comprendido. Inmediatamente se
premia la ejecución de la técnica.
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Se le cuenta al niño: “La pequeña tortuga iba a la escuela cada día más
contenta, y se introducía dentro de su concha cada vez que otros niños le
pegaban, le insultaban, le pintaban en su hoja, o cuando ella se encontraba
muy rabiosa, enfadada sin saber muy bien el motivo... Su profesor estaba muy
contento y le animaba a que lo siguiera haciendo y a veces le premiaba. Pero
la pequeña tortuga en ocasiones tenía sensaciones de enfado o rabia, o se
encontraba mal después de que se metiera en su concha y aunque se quedara
allí no desaparecían. Ella quería ser buena, llevarse bien con sus compañeros,
obtener el premio que a veces le daban, pero los sentimientos de enfado a
veces eran muy fuertes y le tentaban diciéndole pequeña tortuga, ¿por qué no
le devuelves el golpe cuando el profesor no te está mirando y te quedas tan
tranquila?... La tortuga no sabía qué hacer, estaba muy desconcertada, ella
quería meterse dentro de su concha pero esos sentimientos de enfado la
tentaban para hacerlo mal.
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Para ayudar a que se relaje el niño, el adulto puede decir frases como
“Voy a contar al revés de 10 a 0, con cada número que diga vais a intentar
estar cada vez más y más relajados, como la pequeña y la bonita tortuga” Se
pueden utilizar también escenas agradables en imaginación mientras van
soltando los músculos, por ejemplo “imagínate que estás tumbado en un prado
verde, con la hierba muy suave y fresquita, y hace un sol muy bueno...”.
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NOMBRE __________________________
FECHA ____________________________
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¿En qué grado concuerda el ítem que Vd. está leyendo con la persona
que está avaluando?
RESPIRACIÓN
POSTURA
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ACTIVIDAD MUSCULAR
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* Ojos cerrados; sin parpadear, mirar alrededor o fijar la
mirada
* Sin moverse nerviosamente, tamborilear con los dedos o
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con los pies, balancearse
ACTIVIDAD AUTONÓMICA
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3.1.- LA RESPIRACIÓN
EL GLOBO
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La última vez el niño desinfla muy bien el globo; ¡Uf’! Ahora, tus brazos y
piernas también están completamente desinfladas…
¿Cómo te sientes, descansado, tranquilo, feliz...? Quédate así,
tranquilito disfrutando de tu cuerpo relajado.
Cuando yo diga puedes mover los brazos, las piernas, estirarte como si
fueras un gato perezoso y cuando estés listo puedes levantarte.
Al acabar se preguntara a los niños como se sentían y, en caso de ser
necesario, ayudarles a buscar la palabra que mejor denote su
sensación.
TU RESPIRACIÓN
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LA CUENTA
Existen varias alternativas: contar sólo las inspiraciones o contar sólo las
espiraciones.
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RESPIRACIÓN TRANQUILIZADORA
EL TAZÓN DE COLACAO
Para que los niños se familiaricen con su espiración se les pide que se
sienten en circulo, que lleven su atención a la respiración y que se imaginen
que tienen entre sus manos un tazón de leche con colacao, la leche está
caliente y humea, cada vez que expulsan el aire van a imaginarse que juegan
con el humo de la leche, pueden a mover el humo de un lado para otro,
empujarlo hacia arriba para que suba muchísimo,... para ello tendrán que
expulsar el aire por la boca muy despacito.
También se les puede pedir que cada vez que expulsen el aire soplen
suavito para enfriar la leche.
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RESPIRACIÓN PROFUNDA
SOY MEJOR
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RESPIRO TRANQUILO
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TAN DURO COMO UNA PIEDRA TAN LIGERO COMO UNA PLUMA
“Ahora vas a poner todo tu cuerpo duro, tan duro como una piedra, pero
sin hacerte daño, aguanta un poco, date cuenta de lo duro que estás y afloja de
golpe. ¡Uf! Quédate blandito, tan blandito como una nube, tan ligero como una
pluma. ¿Qué sientes ahora que todo tu cuerpo está blandito? Siempre es
posible ablandar un poco más, así, ahora deja tu cuerpo un poco más blando.
Todo tu cuerpo tranquilo y relajado”.
Pasado unos minutos se les pide a los niños que empiecen mover los
dedos de las manos, los brazos, las piernas que hagan una respiración
profunda que se estiren perezosos como los domingos por la mañana y que
vayan abriendo los ojos.
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Se puede repetir dos o tres veces. Al acabar el último ciclo duro / suave
se puede dejar a los niños que descansen un rato disfrutando de su cuerpo
relajado, disfrutando de las sensaciones que les vayan apareciendo. Podemos
ayudarles diciendo: “cuando los niños dejan su cuerpo así de blando, este se
puede sentir ligero, descansado, tal vez notéis que los brazos pesan o son tan
ligeros que flotan como una pluma, los párpados descansan suavemente, los
ojos están tranquilos sin tener que mirar a ningún sitio, la boca relajada y tal
vez alguno de vosotros note que tiene mucha saliva, como si se estuviera
tomando un caramelo de limón, muy bien, vuestro pecho blandito y el aire entra
y sale con mucha facilidad, notáis como entra y sale el aire tan tranquilo, sin
esfuerzo, la espalda relajada, la tripita, la cadera, vuestras nalgas y las piernas
tranquilas y relajadas. ¡Qué bien se está tumbado con todo el cuerpo blandito!
Pasado un par de minutos se les pide a los niños que empiecen mover
los dedos de las manos, los brazos, las piernas que hagan una respiración
profunda, que se estiren como los domingos por la mañana y que vayan
abriendo los ojos.
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MANOS Y BRAZOS:
Imagínate que tienes medio limón en la mano izquierda. Ahora, apriétalo fuerte.
Intenta sacarle todo el zumo. Siente la tensión en tu mano y brazo cuando
aprietas. Ahora deja caer el limón, y apoya el brazo. Fíjate cómo sientes tus
músculos cuando se relajan como ahora.
Toma otro limón y apriétalo fuerte. Trata de apretarlo esta vez más fuerte que
la vez anterior. Eso es. Muy fuerte. Ahora deja caer el limón, apoya el brazo y
relájate. Siente qué bien se encuentran ahora tu mano y tú brazo ahora que
están relajados.
Una vez más. Coge el limón en tu mano izquierda y apriétalo tanto que le
saques todo el zumo. Que no quede ni una gota. Muy bien. Ahora suelta, y deja
que el limón caiga de tu mano.
(Repetir el proceso con la mano derecha)
BRAZOS Y HOMBROS:
Imagínate que eres un gato perezoso y con mucho pelo que quiere estirarse.
Estira los brazos delante de ti. Levántalos por encima de la cabeza. Ahora
enfrente de ti. Siente el tirón en tus hombros. Ahora deja caer los brazos a los
lados de tu cuerpo.
Muy bien, gatito, estírate de nuevo. Echa los brazos hacia atrás. Otra vez
enfrente de ti. Ahora déjalos caer de repente. Muy bien. Fíjate en tus hombros,
en cómo ahora están relajados. Esta vez vas a estirarte mucho. Intenta tocar el
techo. Estira tus brazos hacia los lados. Levántalos hacia arriba, por encima de
tu cabeza. Nota la tensión y el tirón de tus brazos y hombros. Mantenlo. Así
tiene que ser. Déjalos caer muy rápido, y siente qué agradable es estar
relajado.
Es un sentimiento de bienestar, agradable y perezoso.
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HOMBROS Y CUELLO
Ahora imagínate que eres una tortuga. Estás sobre una gran piedra, cerca de
un tranquilo estanque, relajándote al sol. Te sientes bien, calentito y seguro. Oh
–oh! Alguien viene. Esconde la cabeza dentro del caparazón. Intenta subir tus
hombros hasta que toquen tus orejas, y al mismo tiempo, empuja tu cabeza
hacia abajo. Mantente así, apretado. ¡No es fácil ser una tortuga dentro del
caparazón!
Otra vez. Cuidado, alguien viene. Esconde tu cabeza. Levanta tus hombros
hacia tus orejas y mantenlos ahí, bien fuerte. No dejes nada, ni un pedacito de
tu cabeza, fuera de tu caparazón. Mantenlo. Nota la tensión en tu cuello y
hombros.
Muy bien. Ya puedes soltar. Relájate y siéntete cómodo en tu gran roca. Todo
ha pasado. No tienes nada que temer. Nada de qué esconderte. Solamente
sentirte a gusto al solecito.
MANDÍBULA:
Vas a comerte una bola de chicle gigante. Es muy dura de masticar. Primero,
intenta morderla. Abre la boca todo lo que puedas. Fuerte. Ayúdate con los
músculos del cuello. Y ahora aprieta bien las muelas para masticarla. Fuerte.
Muy bien. Ahora suelta, relaja. Deja caer tu mandíbula sin fuerza. Observa qué
gusto, sólo por haber dejado la mandíbula blanda… Muy bien. Volvamos al
chicle.
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Abre mucho la boca para dar otro gran mordisco. Y ahora aprietazo fuerte entre
tus dientes. Muy bien. ¡Lo estás aplastando muy bien! Ahora vuelve a relajarte.
Deja caer tu mandíbula suavemente. Da tanto gusto dejarla así y no tener que
pelearse más con el chicle … Muy bien.
Vamos a hacerlo una vez más. Esta vez vas a aplastar el chicle totalmente.
Muérdelo y mastica, tan fuerte como puedas. Más fuerte. Lo estás haciendo
muy bien.
Ahora relaja. ¡Has ganado al duro chicle! Deja tu cuerpo tan tranquilo y blandito
como puedas.
CARA Y NARIZ:
Pero bueno, aquí está otra vez. Espántala, vamos. Arruga tu nariz bien fuerte.
Mantenla tan apretada como puedas. Observa que cuando arrugas tu nariz tus
mejillas, tu boca, tu frente y tus ojos te ayudan. Toda tu cara está tensa. Bueno,
ya se ha marchado. Ya puedes relajar la cara.
Cuando aflojas tu nariz, toda tu cara se relaja y se siente muy a gusto. Oh, la
mosca ha vuelto, y se ha posado en tu frente. Haz muchas arrugas con tu
frente. Intenta agarrarla entre tus arrugas. Mantenlas.
Muy bien, ya puedes relajarte. La mosca se ha ido para siempre. Deja tu cara
blandita, sin arrugas. Tu cara se siente bien, flojita y relajada.
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Pon tu tripa muy dura. Aprieta fuerte, los músculos de tu estómago, sacándolo
hacia fuera. Mantenlos. Parece que ha cogido otro camino. Ya te puedes
relajar. Deja tu tripa blandita. Déjala tan relajada como puedas. Así está mucho
mejor.
Oh, ya vuelve. Prepárate. Pon tu tripa dura, muy dura. De tal forma que el
elefantito pueda apoyarse en ella sin hacerte daño. Pon tu tripa como una
piedra. Muy bien, ya se va. Relájate. Ponte cómodo y relájate. Observa bien la
diferencia entre tu estómago duro y tu estómago relajado. Así es como quieres
tenerlo: agradable, blandito y relajado.
No te lo vas a creer, pero aquí vuelve, derecho hacia ti. Ponte duro. Muy duro.
Aquí viene. Mantente duro. El elefantito apoya una pata en tu estómago y
pasa… Ahora ya se ha ido para siempre. Relájate completamente. Todo está
tranquilo y tú te sientes calmado y relajado.
Ahora imagínate que quieres atravesar una alambrada por un pequeño agujero.
Tienes que meter mucho tu tripa si quieres pasar. Mete bien tu estómago,
hasta que casi toque tu espalda. Trata de quedarte tan delgadito como puedas.
Tienes que pasar. Ahora relaja. Ya no necesitas tener el estómago metido.
Relájate y siente tu estómago caliente y blandito. Muy bien.
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PIERNAS Y PIES:
Mueve los pies hundiéndolos en la arena. Ayúdate con los dedos. Intenta llevar
tus pies hasta lo más profundo, entre la arena. Tal vez necesites empujar
también con tus piernas. Empuja. Separa los dedos de los pies y siente como
se escurre la arena entre ellos.
Ahora salte del charco y relájate. Relaja tus pies todo lo que puedas. Deja tus
dedos blanditos y siente qué gusto da. Da gusto estar relajado. Relaja tus pies,
todo lo que puedas.
Otra vez de vuelta al charco. Hunde bien tus dedos. Deja que te ayuden los
músculos de tus piernas y empuja bien. Empuja. Fuerte. Aplasta la arena con
tus dedos. Muy bien.
Fuera de nuevo. Relaja tus dedos, tus pies y tus piernas. Da tanto gusto estar
relajado… No tienes ninguna tensión.
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LA POSICIÓN DE RELAJACIÓN
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La secuencia es: (1) tensar los músculos hasta su grado máximo, (2) notar lo
que sientes cuando todos los músculos están tensos, (3) relajarlos y (4)
disfrutar de esa agradable sensación.
Si tienes problemas con alguna parte determinada, por ejemplo, los músculos
de la cara y de la cabeza, practicar delante de un espejo puede serte útil.
El espejo también se puede usar para observar el resto de tu cuerpo y ver que
se mantiene relajado mientras estás concentrándote en tensar y relajar una
zona determinada.
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FRENTE
Relaja lentamente tu frente y presta especial atención a las áreas que estaban
particularmente tensas. Dedica unos cuantos segundos a observar qué sientes
al tener esos músculos sueltos, perdidos, relajados.
La idea consiste en tensar una cierta parte de tu cuerpo, notar dónde estás
tenso y relajar esa parte despacio de modo que puedas identificar los músculos
que estás relajando.
OJOS
Debes sentir la tensión por encima y por debajo de cada párpado y en los
bordes interior y exterior de cada ojo. Presta especial atención a aquellas
zonas que están particularmente tensas.
Relaja gradualmente los ojos mientras los vas abriendo lentamente. Observa la
diferencia entre la tensión y la relajación.
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NARIZ
Arruga la nariz. Nota las zonas que se encuentran tensas (el puente y los
agujeros de la nariz). Fíjate especialmente en esas zonas.
SONRISA
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LENGUA
Relaja lentamente estos músculos dejando caer la lengua poco a poco. Pon
especial atención a esas áreas que estaban particularmente tensas.
Ahora fíjate qué sientes al tener todos estos músculos sueltos, apagados,
relajados.
MANDÍBULA
Aprieta los dientes. Nota dónde sientes la tensión (en los músculos laterales de
la cara y también en las sienes).
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LABIOS
Aprieta los labios y sácalos hacia fuera. Fíjate dónde sientes la tensión (labio
superior e inferior a cada lado de los mismos).
CUELLO
Tensa el cuello. Nota dónde sientes la tensión (en la nuez y a ambos lados de
la parte de atrás del cuello).
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Nota la tensión en la parte anterior del cuello, pero sobre todo en la parte de
atrás.
Ahora echa la cabeza hacia atrás todo lo que puedas de modo que sientas la
tensión en la parte de atrás de tu cuello pero especialmente en la de delante.
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POSICIÓN LATERAL
Sentirás alguna tensión en el lado izquierdo del cuello pero sobre todo en el
lado derecho.
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BRAZOS
Extiende el brazo derecho recto con el puño cerrado, y tensa todo el brazo
desde la mano hasta el hombro.
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PIERNAS
Ahora levanta la pierna izquierda de forma que la punta del pie mire hacia ti y
tensa toda la pierna.
Nota dónde la sientes tensa (en la parte de arriba y de abajo del muslo, la
rodilla, la pantorrilla, la parte anterior y posterior del arco del pie y en los dedos
de los pies).
Poco a poco relaja y baja la pierna doblando la rodilla a medida que la relajas y
hasta que el pie toque el suelo.
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ESPALDA
TÓRAX
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ESTOMAGO
Tensa el estómago contrayéndolo de forma que lo pongas tan duro como una
tabla.
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DEBAJO DE LA CINTURA
Tensa toda la parte de debajo de tu cintura, incluyendo los muslos y las nalgas.
Debes sentir como si te levantaras de la silla; puede que notes que tienes que
tensar las piernas un poco.
Fíjate dónde sientes particularmente la tensión (en las partes superior, inferior y
a ambos lados de los muslos; también en los músculos de las nalgas que están
en contacto con la silla).
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Ahora voy a pedirte que relajes una parte del cuerpo después de que yo
la nombre. Por ejemplo, yo diré la palabra frente y tú la relajarás lo mejor que
puedas.
Una vez que la sientas relajada, haz una señal con el dedo índice de la
mano derecha.
No debes de tensar ninguna parte a menos que tengas problemas para
relajarla. (El terapeuta hace esto con todas las partes.)
Una vez que hayas relajado todas las áreas haz cinco ejercicios de
respiración profunda mientras dices la palabra «R-E-LA-X» como hemos
descrito anteriormente.
Una vez que seas capaz de relajarte haciendo sólo la relajación sin
tensión, debes practicar la relajación mientras estás de pie.
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Después que hayas hecho esto con todas y cada una de las partes, haz
diez ejercicios de respiración profunda en la misma posición.
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Quiero que veas ahí arriba, por encima de tu cabeza, una estrella muy, muy
bonita. Quieres mucho a esa estrella porque es sólo tuya. Puede ser del color que
más te guste ... , a lo mejor la ves morada, o de color rosa ... , o azul..., o amarilla... ¿O
es de lunares? ¿O es de plata? Como esa estrella es sólo tuya, puede ser del color
que escojas, o de muchos colores, si quieres.
Esa estrella tuya está llena de luz blanca, una luz blanca preciosa, brillante y
resplandeciente.
Quiero que veas esa luz bajando hacia ti como un río hasta que te llega a la
parte más alta de la cabeza. Y ahora, quiero que lleves esa luz pura por dentro de la
cabeza y la bajes por todo el cuerpo hasta que te llenes de maravillosa luz blanca.
Siente la luz bajándote por los brazos, hasta el final, hasta que notes que te llega a las
manos y que te llena todos los dedos, uno a uno.
Siente esa luz que te baja por el pecho, por el estómago, por la tripa, hasta
abajo, y llega a las piernas, y cuando notes que ha llegado, sigue bajándola hasta que
alcance los pies, y luego siente la luz que inunda también los dedos de los pies, uno a
uno.
,Ahora, quiere que mires dentro de tu corazón y que lo llenes de amor por toda
la gente y los animales del mundo. Son amigos tuyos, tanto los pequeños como los
grandes. ¿Ves como el corazón se te hace, cada vez más grande? Se agranda
porque lo tienes lleno de amor por la gente, por los animales y por ti, claro.
Ahora, tu ángel de la guarda está esperándote para envolverte con sus alas
doradas, que te protegen, y llevarte a un jardín. El ángel tiene unas alas muy
grandes y suaves, como las plumas. Todo el mundo tiene su ángel de la guarda, el
tuyo te cuida y te protege siempre, por eso nunca estás sola. Es importante que no
lo olvides y que sepas que siempre hay alguien que te quiere y que vela por ti.
Ahora, el ángel de la guarda te acompaña a un jardín que es sólo para ti, pero
antes de entrar quiero que mires ese árbol grande que hay fuera. Ese árbol se llama
árbol de los problemas. Quiero que cuelgues en el árbol cualquier cosa que te
preocupe.... a lo mejor te has peleado en la escuela, o a lo mejor no has podido
hacer todo lo que te mandó el maestro. El árbol guardará todos los problemas que
tengas con tus amigos o con tu familia. El árbol acepta todo lo que quieras colgar en
sus ramas.
Tu ángel de la guarda está abriendo la verja para que entres y, cuando entras,
descubres unos colores como no habías visto en la vida. Empápate de la belleza de
las flores, de sus colores, de su tacto ... y aspira su olor. La hierba es de un verde vivo
y el cielo de un azul precioso, con nubecillas blancas que parecen ovejitas. En tu
jardín todo está muy tranquilo; reinan el amor y la armonía.'
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