Sunteți pe pagina 1din 3

ÉTICA Y RESPONSABILIDAD DEL GERENTE DE PROYECTOS

Es una disciplina que se ha ocupado de estudiar las normas y valores que deben guiar el

comportamiento entre las personas de acuerdo al bien y la justicia. Esta disciplina ha

tenido diversas interpretaciones, pero para lo que aquí nos interesa vamos a entender

por ética: “un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un sentido

racional; es decir pretende que obremos racionalmente. La ética es esencialmente un


saber para actuar de modo racional, en el conjunto de la vida”.

Se reserva la palabra ética, en cambio, para aludir al intento racional (vale decir,

filosófico) de fundamentar la moral. En otras palabras: la ética es el proyecto de crear

una moral racional, universalizarle y, en consecuencia, transcultural. Las acciones de un

gerente de proyectos siempre deben de estar en línea con los requerimientos legales y

con los estándares éticos. Pero la ética también se refiere al correcto uso de la gestión

de proyectos. Por lo que se consideraría no ético el publicar un cronograma inexacto, o

empezar un proyecto sin acta de constitución o empezar un proyecto sin un alcance

completo o un plan para manejar el alcance incompleto. La falta de conocimiento en

gestión de proyectos y la falta de la aplicación de este conocimiento son causa de que


muchos gerentes de proyectos actúen en modos que se pueden considerar no éticos.

En mi opinión necesitamos resolver tres pilares fundamentales para una sociedad más

ética que deberían ser resueltos primero antes de actuar sobre “las corporaciones o

grupos económicos” que actúan de manera sistemática en contra de todo principio ético
y moral.

 En primer lugar, necesitamos de dirigentes y gobernantes locales y mundiales

representativos de lo que Albretch menciona como inteligencia social.

 En segundo lugar, necesitamos un sistema educativo que honre los principios y

comportamientos descriptos como inteligencia social, que enseñe a nuestros


hijos a hacer énfasis en el valor de la colaboración por encima de los conflictos,
de hacerse entender para lograr entender a los demás, de reflexionar, que

ofrezcan más instrucción cívica, moral y ética.

 En tercer lugar, sepamos todos reconocer que vivimos en un entorno mediático


que sirve más a intereses comerciales y corporativos que a aspectos culturales.

¿Por qué es importante la ética para un gerente de proyecto?

Un gerente de proyecto, además de contar con el principal elemento dentro sus

competencias como es la habilidad de gestión, debe poseer claramente en su accionar

cotidiano un código de ética. Podríamos decir que este aditamento clave para un gestor

de proyectos tiene vertientes en la familia, el entorno académico y profesional, dándose


una suerte de amalgama que se refleja en las acciones del sujeto sociedad.

Finalmente, hay que renovarse, afilar la sierra. De vez en cuando, hay que pararse a

echar gasolina, aunque estemos muy ocupados conduciendo. Mientras se ejecuta el

proyecto, hay que replantearse continuamente el trabajo, no hacerlo ciegamente. A lo

largo de los proyectos hay que crecer como persona completa, no en un fragmento sólo

de nuestra vida, sino de manera integral en los cuatro ámbitos: cuerpo, mente, corazón

y espíritu. Un buen Director de Proyectos debe invertir en la cuenta bancaria emocional

de en su red de contactos, sobre todo en los miembros del equipo. En el futuro habrá

más proyectos con ellos. Debe aprender de sus errores. Debe organizar el conocimiento
adquirido. Debe buscar retos cada vez mayores.

¿Cuáles son los cuatro valores (elementos éticos esenciales) que contempla el PMI
para ser ejecutados por el gerente de proyectos y por qué lo consideran esenciales?

El Project Management Institute (PMI), dentro ese enorme mundo metodológico que

plantea para la gestión de los proyectos, induce en todo momento a los profesionales

que asumen el desafío de llevar adelante el desarrollo e implementación de un proyecto

a que sean estrictos y rigurosos con los aspectos éticos. En tal sentido, plantea un código
de ética y conducta profesional asentado en cuatro pilares: la Responsabilidad, el
Respeto, la Justicia y la Honestidad. Este cúmulo de conceptos puede sintetizarse en

asumir responsabilidades por acciones u omisiones que se generan al interior de un

proyecto, ejecutar acciones a favor del interés público, preservar el medio ambiente,

respetar los recursos que han sido encomendados para el logro de los objetivos del

proyecto, negociar de buena fe, tener transparencia en el proceso de toma de

decisiones, actuar de manera imparcial y objetiva, proveer información precisa en


tiempo y forma, y un sinfín de acciones alineadas con la ética y buena conducta.

S-ar putea să vă placă și