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“AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTIA RESPONSABLE Y DEL

COMPROMISO CLIMATICO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA


FACULTAD DE INGENIERIA INDUSTRIAL
ESCUELA DE INGENIERIA AGROINDUSTRIAL

 CURSO:
DEONTOLOGÍA DEL INGENIERO
AGROINDUSTRIAL

 DOCENTE:
SMITH TIMANA

 TEMA:
LA ÉTICA

 INTEGRANTES:
1. GUERRERO RAMIREZ LINA
2. JIMENEZ MORALES JEAN
3. MOROCHO GRACIA JOSE
4. PEÑA SIANCAS JASMIN
5. SANCHEZ CHIRA ESTEFANNY

 FECHA DE EMISION DEL INFORME:

PIURA, 14 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


LA ÉTICA
CONCEPTO
Se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto proviene del
término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia ética es una declaración
moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido,
etc. en lo referente a una acción o a una decisión.

Por lo tanto, cuando alguien aplica una sentencia ética sobre una persona, está
realizando un juicio moral. La ética, pues, estudia la moral y determina cómo deben
actuar los miembros de una sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del
comportamiento moral.
Claro que la ética no es coactiva, ya que no impone castigos legales (sus normas no son
leyes). La ética ayuda a la justa aplicación de las normas legales en un Estado de
derecho, pero en sí misma no es punitiva desde el punto de vista jurídico, sino que
promueve una autorregulación.

TIPOS DE ÉTICA
La ética puede dividirse en diversas ramas, entre las que se destacan la ética
normativa (son las teorías que estudia la axiología moral y la deontología, por ejemplo)
es una parte de la ética que intenta formular principios generales que justifiquen los
sistemas normativos; argumenta por qué se deberían adoptar determinadas normas.
Frecuentemente se entiende a la ética en el sentido de ética normativa, es decir, se
confunde esta parte con el todo.
Sin embargo, mientras que la ética descriptiva se ocupa de determinar qué se considera
moralmente correcto en determinada sociedad, la ética normativa reflexiona sobre lo
que es moralmente correcto y por qué. Ética aplicada (se refiere a una parte específica
de la realidad, como la bioética y la ética de las profesiones). Constituye una de las
áreas más prolíficas y actuales de la filosofía contemporánea. Los que hacen ética
aplicada desarrollan su trabajo en varias áreas de la sociedad donde la ética posee un
papel relevante.
Trabajan en ámbitos como la bioética, la ética empresarial, la ética ambiental, la ética
legal, la ingeniería ética, la ética de la comunicación, la ética del ciberespacio, etc. Éstos
y muchos otros ámbitos, donde se lleva a cabo un intento de tratar con problemas éticos
que surgen en la vida cotidiana, constituyen el objeto de estudio de la ética aplicada.

Respecto a los autores fundamentales en el estudio de la ética, no puede obviarse al


alemán Immanuel Kant, quien reflexionó acerca de cómo organizar las libertades
humanas y de los límites morales. Otros autores que analizaron los principios éticos
fueron Aristóteles, Baruch Spinoza, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Friedrich
Nietzsche y Albert Camus.
.

LA ÉTICA EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL


Como profesionales tenemos la obligación de mejorar nuestro entorno día con día,
apegarnos a los principios éticos que establece nuestra sociedad, el código de ética de
nuestra profesión o de la empresa en que laboramos.
El problema está en que no en todas las ocasiones tenemos presente dicho código, pocas
son las empresas que tienen uno, hablamos que en el mercado mexicano la mayor parte
de las empresas son pequeñas y medianas y éstas prestan servicios a las grandes
empresas y normalmente las PyMES están enfocadas en cómo subsistir, invierten
tiempo en estrategias de mercado, en ventas, en captar más clientes, en tener mayor
rentabilidad y dejan de lado la ética, muchas de las grandes empresas también lo hacen.
Hasta el momento he de confesar que, tristemente, casi no me he encontrado empresas
que cuenten con un código de ética; pertenezco a una pequeña empresa que no ve como
prioritario establecer un código.
Sin bien hay muchas profesiones que rigen con un código de ética, pocos son los
profesionistas que lo siguen al pie de la letra, ¿Cuántos contadores reciben regalos de
sus clientes, cuando en el código de ética se menciona que esta práctica los compromete
moralmente?, ¿Cuántos doctores no prestan atención a sus pacientes? cuando hicieron el
juramento de tener un ‘absoluto respeto por la vida humana’, me pregunto, si como
profesionales pusiéramos la ética como prioritaria ¿Existirían tantos anuncios que
prometieran cosas como bajar 18 kilos en 3 días? Sin duda seguirían existiendo pero
serían los menos.
No todos los profesionales se prestan para prácticas no éticas, tengo la fortuna de
conocer a varios que no venden su libertad por nada, porque cuando cometemos un acto
no ético estamos vendiendo nuestra libertad al mejor postor, nos comprometemos con la
persona a la que estafamos o de la que recibimos un soborno y no podemos actuar,
aconsejar, ni hablar libremente.
Un conocido me platicaba que uno de los proveedores con los que tiene trato le propuso
facturar una cantidad mayor a la real y que el excedente se lo repartirían entre ellos, él le
dijo a este proveedor – Luego lo vemos – y posteriormente prescindió de sus servicios,
su comentario final fue, – Él me quería comprar y yo no estoy a la venta-.
Esa es la libertad que nos da manejar nuestras acciones con ética, imaginemos que esta
persona hubiera aceptado la proposición de su proveedor, podría haber tenido jugosas
ganancias, de varios cientos de miles de pesos, pero también hubiera estado a merced de
del proveedor, si éste hacia las cosas mal, no podía prescindir de sus servicios, ni
exigirle que hiciera las cosas de manera correcta, porque cualquiera de estas acciones
podría ocasionar que el proveedor hiciera público el trato y él sería despedido. Esta
persona tal vez haya perdido la oportunidad de ganar varios cientos de miles de pesos,
pero al hacerlo hubiera perdido lo más importante; su libertad, su tranquilidad y la
satisfacción de saber que es leal con sus ideales y con su empresa.
PROBLEMAS ÉTICOS
En las relaciones cotidianas de unos individuos con otros surgen constantemente
problemas cuya solución no sólo afecta a la persona que los crea, sino también a otra u
otras personas que sufrirán las consecuencias. Da testimonio de esto Cartagena (1983)
cuando señala que "las profesiones mismas están continuamente confrontando este
asunto al constatarse los amargos hechos de médicos que explotan a sus pacientes,
abogados que se dedican a actividades criminales, ingenieros y científicos que trabajan
sin tomar en consideración la seguridad pública ni el ambiente y hasta negociantes que
explotan al público indiscriminadamente.
Si a esto añadimos la corrupción gubernamental, los robos, el vandalismo, los asesinatos
y la violencia actual, entonces el tema ético toca el centro mismo de nuestra
supervivencia como sociedad." También Badillo (1990), sostiene que "el arquetipo del
profesional, cuando se enmarca en la pura técnica, oculta, por principio, un ataque
furtivo a la ética" (9). Esto crea situaciones que se complican en problemas que
desmoralizan la imagen personal y profesional del individuo.

Algunos de estos problemas éticos son los siguientes:


Abuso de poder - utilizar el puesto para "pisotear" a unos o para favorecer a otros.
Conflicto de intereses - emitir normas en su ámbito de trabajo que redundarán en su
propio beneficio, como lo es el participar en el proceso de reclutamiento cuando uno de
los candidatos es miembro de su propia familia.
Nepotismo - reclutar muchos miembros de una misma familia en una institución.
Soborno - aceptar dádivas, obsequios o regalías a cambio de dar un trato especial o
favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones.
Lealtad excesiva - mentir para encubrir la conducta impropia del supervisor o hacer
todo lo que éste le diga, aun en contra de sus principios morales.
Falta de dedicación y compromiso - perder el tiempo, hacerse "de la vista larga" y no
dar el máximo de su esfuerzo en el trabajo.
Abuso de confianza - tomar materiales de la institución para su uso personal o hacer uso
indebido de los recursos disponibles en la misma.
Encubrimiento - callar para no denunciar a un traidor, movido por su amistad o por
temor.
Egoísmo - buscar el bienestar propio en detrimento del beneficio de los demás.

LA CONCIENCIA
La conciencia es la capacidad que tiene un sujeto de conocerse a sí mismo y a su
entorno. El término proviene del latín cum scientĭan, que significa con conocimiento.
La etimología de la palabra indica que la conciencia incluye aquello que el sujeto
conoce. En cambio, las cosas inconscientes son las que aparecen en otro nivel psíquico
y que son involuntarias o incontrolables para el individuo.
A través de la conciencia un individuo consigue tener una noción de sí mismo y de su
entorno; es uno de los elementos que asegura la supervivencia de un ser vivo, pues le
permite estar alerta a los peligros y actuar en consecuencia.
Este proceso, aunque resulta sumamente sencillo a simple vista, es el resultado de varios
fenómenos psíquicos que tienen lugar en la mente de los individuos a cada instante sin
que él tenga total noción de ello. Para resumirlo, este proceso consiste en percibir el
entorno a través de los sentidos y analizarlo con la información que se tiene (las cuales
fueron desarrolladas a partir de las experiencias con las que el individuo haya tenido que
enfrentarse), la memoria.
Es importante señalar que una de las causas de las alteraciones en la conciencia pueden
ser problemas biológicos y psicológicos. El abuso de ciertas sustancias tóxicas como
alcohol y fármacos, puede afectar determinadas zonas del cerebro y provocar
alteraciones en la conciencia que pueden ser de diferentes niveles. También ciertas
enfermedades psiquiátricas como la ansiedad y la depresión, pueden causar los mismos
trastornos en la forma en la que el individuo concibe la realidad.

LA CONCIENCIA PARA LA FILOSOFÍA


La filosofía considera que la conciencia es la facultad humana para decidir acciones y
hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal.
De esta manera, la conciencia sería un concepto moral que pertenece al ámbito de la
ética.

LA CONCIENCIA PARA LA PSICOLOGÍA


Para la psicología, la conciencia es un estado cognitivo no-abstracto que permite que
una persona interactúe e interprete con los estímulos externos que forman lo que
conocemos como la realidad. Si una persona no tiene conciencia, se encuentra
desconectada de la realidad y no percibe lo actuado.

EL ESTUDIO CIENTÍFICO DE LA CONCIENCIA.


Prácticamente hasta la década de los 80, la conciencia no ha sido abordada por la
ciencia. Podemos exceptuar de esto el trabajo de Freud, pero lo consciente o lo
inconsciente en Freud es muy distinto de lo que estamos expresando aquí.
Indudablemente, la ciencia tal y como ha surgió desde el Renacimiento no tiene
recursos para estudiar algo que no se puede experimentar en un laboratorio, que no se
puede presentar públicamente y que no se compone de materia, fuerza o energía. La
consecuencia de todo esto fue considerarla como un epifenómeno, algo que no tenía
ninguna eficacia causal para el estudio del ser humano, era una manifestación marginal
que podría explicarse en términos de causas y efectos físicos.
Sin embargo hoy por hoy esta concepción ha cambiado y hoy resulta ser uno de los
problemas fundamentales que tiene planteada la ciencia. Se ha comprendido que
cualquier ciencia que pretenda estudiar al ser humano, especialmente la psicología, debe
abordar este fenómeno si quiere ser una ciencia que sirva a los hombres para su mejor
comprensión.
Si más allá de las necesidades de la publicidad, el consumo, la manipulación política,
pensamos en una ciencia que puedan utilizar los hombres para comprender cómo
piensan y cómo actúan es evidente que hay que incluir a la conciencia como un objeto
de estudio.
TIPOS DE CONCIENCIA
CONCIENCIA INDIVIDUAL: esta alude a la conciencia del individuo y de la
forma en que el entorno puede perjudicarlo o favorecerlo en las distintas circunstancias
de la vida. Por medio de esta, la persona establece qué es lo bueno y lo malo para sí. El
poner en marcha esta distinción se la conoce bajo el nombre de instinto de
supervivencia. Además, por medio de esta el individuo cae en la cuenta de que debe
usar su libre albedrío y capacidades para crear y también dirigir su propio plan de vida.

CONCIENCIA SOCIAL: esta apunta a la conciencia de cuál es el estado del resto


de la comunidad y de cómo el entorno puede favorecerla o perjudicarla. Por medio de la
conciencia social se establece aquello que es malo o bueno para la comunidad como un
todo y cuando esta distinción se pone en marcha se la conoce bajo el nombre de instinto
de protección.

CONCIENCIA EMOCIONAL: a partir de los datos emocionales, esta conciencia


dictamina qué es bueno y qué malo así como también de cómo la forma en que el
individuo y su comunidad actúen afectará el estado emocional de la comunidad en sí. A
la realización acertada de dicha distinción se la conoce bajo el nombre de inteligencia
emocional.

CONCIENCIA TEMPORAL: por medio de esta el individuo toma conciencia


sobre el ambiente que lo rodea y de cómo lo afecta tanto a él como al resto a lo largo de
la línea del tiempo. Por medio de esta se distingue aquello que es malo o bueno para la
comunidad como un todo con respecto a su futuro. Cuando esta distinción se ejerce
correctamente se la conoce como inteligencia racional.

CONCIENCIA MORAL: La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona,


es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien
y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto
a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo.

Una capacidad exclusivamente humana que nos hace capaces de distinguir entre lo
correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc. Nuestra conciencia moral es capaz de
juzgar nuestros propios actos, nos permite saber íntimamente, si actuamos bien o no,
produciendo sentimientos de satisfacción o remordimientos y es la que nos hace
sentirnos responsables de las consecuencias de nuestras acciones.

Parece claro para ciencias como la Psicología que la conciencia moral existe, ya sólo
por el hecho de experimentar remordimientos o satisfacción después de realizar ciertas
acciones no es posible dudar de esta capacidad humana. Ahora bien, en lo que no hay
acuerdo es en su origen.

Para unos pensadores, llamados naturalistas, la conciencia moral forma parte de la


propia naturaleza racional humana, la cual es capaz de reflexionar sobre sus propios
actos, valorarlos y darse a sí misma normas de conducta. Desde este punto de vista,
nacemos ya con ciertas inclinaciones hacia lo bueno o lo malo, etc.
Para otros, los llamados convencionalistas, la conciencia moral se van formando poco a
poco a lo largo de la vida como resultado de la influencia de la factores sociales como la
familia y la educación o los amigos, políticos, económicos, los medios de
comunicación.

Desde esta postura, pues, no nacemos buenos o malos "por naturaleza", sino que lo
vamos aprendiendo y haciéndolo parte de nuestra personalidad, poco a poco. Este
desarrollo moral, sería común a todos los seres humanos, independientemente de la
sociedad o de la época en que han nacido, es, ante todo, una cualidad específicamente
humana, como lo es la racionalidad o la capacidad de elegir libremente, cualidades que
nos diferencian del resto de animales.

LA LIBERTAD COMO CONCEPTO ÉTICO


Desde un punto de vista ético la libertad se puede definir como la "autodeterminación
axiológica." Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en
el verdadero autor de su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores
que previamente ha asimilado.
En la medida en que un individuo amplía su horizonte respecto a este concepto podrá
ampliar paralelamente el campo de su propia libertad. Y en la medida en que una
persona permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en
su libertad.
La Libertad no existe cuando una persona es ciega para los valores. Actuar libremente
significa inclinarse, adoptar y realizar un valor, o rechazarlo. Cuando no existe uno o
varios valores en la mente del individuo, su conducta va a estar orientada, no por
valores, sino por instintos, reflejos, condicionamientos, hábitos, inclinaciones surgidas
del inconsciente, presiones externas, etc. La percepción de los valores es indispensable
para que exista un acto libre.
Para que la libertad como concepto se pueda dar debe existir la posibilidad de un
conocimiento intuitivo de uno o varios valores. Sin este tipo de conocimiento, no es
posible que se dé la libertad que nos lleva al valor moral.
CLASIFICACIÓN
 Libertad–de: Significa libertad de obstáculos, de vínculos o de
restricciones, sean estos de orden físico o de orden moral.
 Libertad–para: Significa libertad para alcanzar un objetivo o para realizar
un valor o para llegar a una meta, es de tipo interna y reside en la
voluntad.

Para algunos, libertad significa la ausencia de ataduras humanas; otros encuentran la


libertad en la democracia; para muchos, la libertad es poder decir y hacer lo que mejor
les parece; para otros es no estar esclavizado. En conclusión la libertad necesita de la
verdad. La libertad requiere del entendimiento (facultad que busca la verdad) y de la
voluntad (facultad que busca el bien). Usando ambas el hombre puede determinar dónde
está el bien verdadero y escogerlo. La libertad puede aumentar en el sentido de adquirir
mayor facilidad de conocer y escoger el bien. Mejorará a base de realizar buenas
elecciones, pues se crea el hábito de optar por el bien.
En relación con la ética, ‘libertad’ se presenta a sí misma como un concepto del
deber-ser, una cuestión de principios de la acción (las maneras en que se debe actuar y
las maneras en que no)
El filósofo jean Paul Sarte nos dice que todo ser humano es libertad, es decir, es libre ;
paradójicamente, como tiende a desenvolverse la vida, el hombre es un ser prisionero de
la libertad. Al mismo tiempo es el uso pleno de ésta lo que dota al mundo de significado
con ella. Pensando y dando forma al mundo con la libertad, el ser humano se hace
responsable de éste. Pero esta responsabilidad desata la angustia que es, a su vez, una
condición dentro de la cual el ser humano tiene que elegir libremente el carácter de su
hacer en el mundo.
Por tales motivos, la mayoría de los seres humanos prefieren optar por seguir el estado
de la apariencia, e imaginarse para sí una forma definitiva de ser y figurarse ilusiones
sobre su existencia.No puede construirse una “personalidad”, una forma de vida
convencional de actitudes petrificadas en cuanto a un modo de ser y evitar con ello la
libertad de elegir ; la plenitud imaginaria y la libertad son antitéticas. El individuo
tiende entonces a reafirmarse en una personalidad ficticia, necesitada de los otros para
ser validada como vida , necesita de la vista de los otros; esto corresponde a la
necesidad onto-psicológica de “sentirse alguien”. Por eso Sartre escribe: “Así huimos
de la angustia intentando aprehendernos desde fuera como otro o como una cosa.”
Prefiere el individuo imaginarse tal y como es visto por los otros, que enfrentarse
consigo mismo. Requiere el individuo de la imagen que el otro construye, así como éste
construye imágenes de los otros: es una constante mentira que funciona como la
justificación de los actos de la vida. Y, en lugar de vivir una vida realmente libre, el
hombre, generalmente, se satisface con desempeñar un papel o un estereotipo en ésta
que satisfaga a los otros.
Sartre entonces, propone una vida no de tics y poses, sino natural, libre y responsable;
una vida realizada y construida momento a momento por el ser humano. Se trata pues,
de asumir la existencia auténtica y rechazar a la vida de ‘mala fe’, por más difícil que
parezca la realización de esta intención. Una intuición ética decisiva es puesta ante
nosotros cuando declara: “El hombre no es otra cosa que lo que él se hace.”
Ahora bien veremos que otro filosofo: Georgh Hegel sugiere que el individuo
constantemente ha de ‘convertirse’ en ‘libertad’, en su liberación de sí mismo en tanto
que alienado, nos indica que la libertad nunca es ‘dada’, sino que es ‘hecha’ – es hecha
desde la abstracción de su idealidad hasta la concreción de la liberación del individuo de
su individualidad estática, hacia su ser-otro con él y para el otro, ya sea en conflicto o en
armonía.
Cualquier libertad concebida como ‘dada’ es inmediatamente una libertad nula, pues la
libertad se efectúa en el sitio de lo individual y no es una propiedad que es otorgada por
nadie.
“Libre no es quien hace lo que quiere si no quien hace lo que debe hacer”

RESPONSABILIDAD
La responsabilidad es una virtud que puede observarse en uno mismo o en el prójimo.
Se dice que una persona es responsable cuando, es consciente de sus actos, sabe que
éstos son la causa directa o indirecta de un hecho, por el cual es plausible de ser
imputable, y hasta deberá responder por esos actos, llegado el caso.
la responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite
reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el
plano de lo moral.
El concepto de responsabilidad va de la mano del concepto de libertad, ya que sin ésta
no existiría la posibilidad de elegir hacerse cargo, responsable de una situación o
persona y sin dudas, es su complemento y mejor compañera.
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona que
le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos,
siempre en el plano de lo moral.
Una vez que pasa al plano ético (puesto en práctica), se establece la magnitud de dichas
acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral para ayudarte en un
futuro.

Dentro de las clases de responsabilidad tenemos entre otras:

1.-Responsabilidad funcional.- Aquella derivada del desempeño de una función publica.


En lo abstracto es sinónimo de responsabilidad administrativa; y en lo individual
o concreto de responsabilidad civil de los funcionarios públicos.

2.- Responsabilidad Jurídica.- Es la obligación o deuda moral en que incurren los


magistrados o jueces que infringen la ley o incumplen las leyes en el ejercicio de
sus funciones especificas. Esta responsabilidad puede ser civil o penal, según sea la
intención dolosa o el carácter de la falta cometida.

3.- Responsabilidad civil.- La que compone el conjunto de responsabilidad contractual y


extracontractual derivadas de la culpa o la inejecución de obligaciones.

4.- Responsabilidad colectiva.- La que surge de la necesidad de asegurar el


cumplimiento de una obligación, por parte de más de un deudor, con la que se afecta la
totalidad de los respectivos patrimonios.
5.- La responsabilidad Contractual.- Que deviene de la infracción de lo estipulado en
un contrato valido.

6.- Responsabilidad Penal.- Aquella anexa a un acto u omisión penal por la ley y
realizado por persona imputable, culpable y carente de excusa absolutoria. Se traduce en
la aplicación de una pena sea privativa de libertad o restrictiva de derecho.

7.- Responsabilidad Extracontractual.- La exigible por culpa de tercero, cuando medie


dolo o culpa y aun por declaración legal sin acto ilícito ni negligencia de la que resulte
así responsable.

8. Responsabilidad Limitada.- En el ámbito de derecho comercial se refiere


a la fijación de un capital o suma como límite de la capacidad contractual y de la
exigencia de resarcido del incumplimiento el cual no obsta a mayores responsabilidades
en casos de delitos.

9.- Responsabilidad Moral.- Aquella que afecta el fuero de la conciencia: y el que se


manifiesta en el individuo con la reacción normal de arrepentimiento como sanción
menor y el remordimiento como sanción máxima. Socialmente trasciende a través de los
reproches externos mas no llega al aspecto jurídico.

Principios de la responsabilidad

El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuese, se regiría por
principios como:

1. Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.


2. Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del
cargo que se tiene.
3. Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o
involuntaria.
4. Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad
general.
5. Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y
sentimientos generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los
recursos asignados al cargo conferido.
6. Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las
herramientas y materiales que al cargo se le confiere.

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