vendió su caperuza para conseguir el dinero que le faltaba a su madre para comprar una casa. Su madre, después de comprar la casa, le dio a caperucita el dinero que sobro. Lo primero que hizo es comprarse la ropa que le gustaba: una sudadera cualquiera y, por supuesto pantalones y zapatos. Unos días después, Caperucita estaba viendo un video de la estatua de la libertad, luego jugo un poco a la ps3 al spiderman y vio como en una misión estaba en central park. Ya harta, decidió ver la tele; pero echaban un documental de New York en el que el hombre hacia fotos de Manhattan. Al día siguiente, Caperucita le pregunto a su madre si podía irse a Manhattan sola Le respondió con un si 2º Ya caperucita en el avión, chateando en el skype con un amigo suyo, escucho una voz: _Señores y señoras nos estamos aproximando a nuestro destino. Vayan quitándose los cinturones… Caperucita una vez saliendo del aeropuerto se encontró un perro raza rottweiler, abandonado y hambriento además cojo, le dio tanta pena que decidió quedárselo y llamarlo Rot. Una vez en el barrio de Manhattan se encontró a los lobos de los cuentos pero paso de largo. Ya pasados unos 3 días, durmiendo en un refugio que hizo con trozos de madera, un colchón, una tele de antena y unas tejas antiguas, no encontraba la tienda de donde su abuela compro la caperuza. 3º Ya exhausta, decidió irse; pero no sabía que a la vuelta de la esquina estaba esa tienda. Cuando Caperucita llego a la esquina y vio una caperuza parecida a la suya casi se desmalla. Al ver el precio decidió no comprársela. El dependiente al verla llorar se la regalo. Y Caperucita se fue a casa con la caperuza, un perro y la alegría de haber visitado Manhattan