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1º Recordáis a caperucita roja de 7 años,

¡pues ahora tiene 12! A los nueve años


vendió su caperuza para conseguir el
dinero que le faltaba a su madre para
comprar una casa. Su madre, después de
comprar la casa, le dio a caperucita el
dinero que sobro. Lo primero que hizo es
comprarse la ropa que le gustaba: una
sudadera cualquiera y, por supuesto
pantalones y zapatos. Unos días después,
Caperucita estaba viendo un video de la
estatua de la libertad, luego jugo un poco a
la ps3 al spiderman y vio como en una
misión estaba en central park. Ya harta,
decidió ver la tele; pero echaban un
documental de New York en el que el
hombre hacia fotos de Manhattan. Al día
siguiente, Caperucita le pregunto a su
madre si podía irse a Manhattan sola
Le respondió con un si
2º Ya caperucita en el avión, chateando
en el skype con un amigo suyo, escucho
una voz:
_Señores y señoras nos estamos
aproximando a nuestro destino. Vayan
quitándose los cinturones…
Caperucita una vez saliendo del aeropuerto
se encontró un perro raza rottweiler,
abandonado y hambriento además cojo, le
dio tanta pena que decidió quedárselo y
llamarlo Rot. Una vez en el barrio de
Manhattan se encontró a los lobos de los
cuentos pero paso de largo. Ya pasados
unos 3 días, durmiendo en un refugio que
hizo con trozos de madera, un colchón, una
tele de antena y unas tejas antiguas, no
encontraba la tienda de donde su abuela
compro la caperuza.
3º Ya exhausta, decidió irse; pero no sabía
que a la vuelta de la esquina estaba esa
tienda. Cuando Caperucita llego a la
esquina y vio una caperuza parecida a la
suya casi se desmalla. Al ver el precio
decidió no comprársela. El dependiente al
verla llorar se la regalo. Y Caperucita se fue
a casa con la caperuza, un perro y la alegría
de haber visitado Manhattan

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