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Igualdad de oportunidades: La igualdad es un derecho que implica que todos los seres
humanos deben tener las mismas oportunidades para conseguir equivalentes
condiciones de vida a nivel personal y social, independientemente de su sexo, etnia,
religión, opinión o cualquier otra condición. (Díaz, 2008)
Lenguaje sexista: Uso del lenguaje que utiliza exclusiva o mayoritariamente uno de los
dos géneros (habitualmente el masculino) para referirse a ambos. Esta forma de
lenguaje excluye sistemáticamente a uno de los dos géneros y fomenta la
discriminación.
Estereotipos de género
Siempre decimos esto en relación con las niñas, algo que se está convirtiendo en un
lugar común: ‘Vamos a destrozar los medios, cuestionemos el mensaje, digamos que las
princesas no son reales’", dijo Hurley. "Pero tenemos que hacerlo también con los niños
porque vemos anuncios masculinos para suplementos proteínicos, por ejemplo, donde
aparecen estos hombres increíblemente musculosos sin camisa y tenemos que
advertirles. Tenemos que darles la misma oportunidad de decir, ‘Oye, no todos los
hombres lucen así’".
Los padres pueden educar a sus hijos en la equidad de género no empleando el género
como excusa para el comportamiento, dicen los expertos.
“¿Los niños juegan brusco? Claro que sí, pero también las niñas”, dijo Hurley. "Tengo
un hijo y una hija y mi hija es mucho más brusca que mi hijo".
Igualdad de género
Por igualdad de género se entiende una situación en la que mujeres y hombres tienen las
mismas posibilidades, u oportunidades en la vida, de acceder a recursos y bienes
valiosos desde el punto de vista social, y de controlarlos. (Acker, 1995)
El objetivo no es tanto que mujeres y hombres sean iguales, sino conseguir que unos y
otros tengan las mismas oportunidades en la vida. Para conseguirlo, a veces es necesario
potenciar la capacidad de los grupos que tienen un acceso limitado a los recursos, o bien
crear esa capacidad.
Equidad de género
Por equidad de género se entiende el trato imparcial de mujeres y hombres, según sus
necesidades respectivas, ya sea con un trato equitativo o con uno diferenciado pero que
se considera equivalente por lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las
obligaciones y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, el objetivo de lograr la
equidad de género, a menudo exige la incorporación de medidas específicas para
compensar las desventajas históricas y sociales que arrastran las mujeres. (Pérez, 2006)
En los últimos años nuestra sociedad por fin ha ido reconociendo que es indispensable
que todas las personas, no importa cuál sea su identidad de género o su orientación
sexual, tengan los mismos derechos y oportunidades sin tener que padecer ningún tipo
de discriminación o violencia.
Una parte fundamental para lograrlo es la educación de las nuevas generaciones; los
niños aprenden y reproducen todas nuestras conductas y prejuicios, por eso nuestra
responsabilidad al educarlos es enorme y debemos prepararnos lo mejor que podamos
para criarlos si queremos acabar con la violencia de género, el machismo y la
homofobia.
1. Enséñales a escuchar
Pregúntales todo el tiempo si ellos consideran correctas las situaciones injustas que se
viven cotidianamente, escucha sus opiniones y expón las tuyas. Enséñales a defender lo
que creen sin necesidad de atacar a otros.
Intenta que convivan con personas de todos los géneros y orientaciones sexuales. No
utilices eufemismos al referirte a las personas de la comunidad gay, ni trates de
ocultarles las relaciones entre personas del mismo sexo por miedo a que "no
las comprendan". Los niños son capaces de entenderlo todo si somos pacientes y les
explicamos.
Enseña a tus hijos que las labores domésticas y de cuidado en el hogar son
responsabilidad de todos los miembros de la familia, no solamente de las mujeres.
Procura que, dependiendo de su edad, levanten sus propios trastes después de comer,
tiendan sus camas o ayuden con la limpieza del hogar. No importa si tienes personal
doméstico, haz que se involucren.
Enseña a tus hijos que pueden jugar con los juguetes que ellos prefieran, sean rosas o
azules, que pueden cocinar y armar pistas de coches, no importa si son niñas o niños.
No los límites ni les impidas expresarse.
7. Practica la autocrítica