CUADERNILLO

Sesión No. 2

INICIAR UN CAMINO

“NADIE PUEDE EVOLUCIONAR SIN DOLOR”

“La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que
no se perderá” (2 Co 7-10)

Materiales: Cirio, mesita, cerillos, escalera, hoja doblada a la mitad para cada integrante,
crayolas y curitas.

Inicio
Al entrar los integrantes, estará la música instrumental como fondo, mientras toman su
lugar en cada equipo.

Diapositiva: explicando que las emociones son responsables de nuestra forma de ser.
Aclarando que nadie puede evolucionar sin dolor, nadie puede crecer si antes no ha
experimentado antes en sí mismo gran parte de las emociones y sensaciones, y éstas son las
cosas que han hecho de nosotros esto que somos, porque somos el resultado de nuestro
crecimiento y desarrollo y éstas dependen de nuestros duelos.

Estas experiencias son necesarias para determinar nuestra manera de ser ante el mundo.
¿Hace falta sufrir para crecer?

Oración
Prender el cirio dándole gracias a Dios, entendiendo que Dios no nos manda el problema
sino la fuerza para sobrellevarlo.
Preguntarles a los/las integrantes:
¿Qué es lo que el Señor les obsequió esta semana?
¿Quién se regaló a sí mismo/a atención, cariño o detalles esta semana?
¿Qué nos viene a la cabeza cuando vemos la palabra pérdida?

Recomendaciones para un duelo sano

LLORAR: es humano y es una reacción normal ante la pérdida dolorosa.
HABLAR: Es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros
estados de ánimo.
CONVERSAR CON OTRAS PERSONAS DIVORCIADAS: Acercarse a un grupo de
ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor, al escuchar como sobreviven, es
una esperanza.
RECONOCER LA PÉRDIDA: Admitir la pérdida nos permite avanzar en la aceptación.

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ESCRIBIR LO QUE SE SIENTE: Nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y
las emociones.
CULTIVAR EL AFECTO Y EL RESPETO MUTUO EN LA PAREJA: Mantener
comunicación con el cónyuge.
PRESTAR ATENCIÓN Y CONSOLAR A NUESTROS HIJOS: Ellos también elaboran su
propio duelo, no lo olvidemos.
RESPETAR EL DOLOR DEL CÓYUGE: Se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra
pareja.
CONSULTAR A AUN PROFESIONAL: Asistir con un psicólogo para recibir orientación y
consejo.
EVITAR TOMAR RESPONSABILIDADES O DECISIONES IMPORTANTES: Aplazar
las decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar de trabajo.

DINÁMICA: “Cicatrices del corazón”.

(Acomodarse en equipos de monitoreo).
Dibuja en una hoja tu corazón imaginando como crees que pudiera estar por dentro, con
todos los sentimientos que habitan en el interior.
Recordando que estamos en un proceso de recuperación consideramos que nuestro corazón
aún necesita atención (música de fondo).

Monitoreo
Cada integrante expresará como está su corazón y la finalizar cada uno de ellos(as) el
monitor dirá: éste corazón está en recuperación y pegará un curita sobre su dibujo.
Interactuar de manera individual con la pregunta:
(Nombrar a cada uno/a)
… ¿Formas parte de la comunidad de los que sufren?, ¿por qué?
Al terminar la primera pregunta con todos/as los/las integrantes continuar con:
… ¿Hace falta sentirse amado(a) en el duelo?, ¿Por qué?

Cierre
Pedir conclusiones de tres a cinco integrantes.
Diapositiva. Palabras positivas y negativas que involucran el dolor que envuelve el texto de
“Formas parte de la comunidad de los que sufren” dándole un significado para
entregárselas a Dios.
Negativas: Intolerable, sufrir, tristeza, solo, desdicha, penas, miserias, sufrimientos,
agrandar tu mal, pesada carga, decepciones, trastornos, problemas, negar.
Positivas: Pensar, felices, gente, personas, esfuerzan, continuar, viviendo, atención,
descubrirás, importante, tarea humana actual, asumirlo y transformarlo, ganancia,
importancia de la vida, mayor madurez, cambiará tu forma de mirar a los demás, único,
únete, respaldado, inmenso cortejo de personas, experiencia más común de la humanidad.
No estás solo(a), sino rodeado(a) de personas con las cuáles puedes simpatizar.
Por lo que les pregunto ¿hace falta sentirse amado(a) en el duelo? Siiiiiii.
Dejémonos amar por personas positivas, y amémonos a nosotros(as) mismos(as).

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Oración
Todos(as) tomados(as) de la mano cantar la canción:
Karaoke: “QUEDATE EN MI” (Sana mi herida).

Compromiso
Poner ese corazón en un lugar discreto donde lo podamos ver todos los días y platicar con
él para motivarlo diciéndole tan solo palabras de aliento como: Yo te voy a ayudar a sanar,
te quiero mucho, gracias por existir, vales mucho, te amo, etc.
Reflexionar las lecturas que les entregaron sus monitores(as) y hacerle anotaciones que
surjan de su sentimiento y pensamiento.
Traer una vela, sin falta, para la próxima sesión.

REFLEXIONES

PERDER (Monbourquette, p.14)

Retenía,
con los puños cerrados,
mi amor.
Como polvo de oro,
entre mis dedos,
se escapó.

TRANSFORMAS LAS PÉRDIDADS EN GANANCIAS (Monbourquette, p. 15)

Como todo ser viviente, no puedes escapar al sufrimiento causado por las pérdidas de la
vida: pérdidas previsibles, pérdidas inesperadas, pérdidas que te impones para evolucionar,
pérdidas impuestas contra tu voluntad. En cambio, cada una de estas pérdidas puede
transformarse en ganancia gracias a tu actitud interior. Cada uno posee la capacidad de
engendrar una vida nueva. La razón de ser la muerte es hacer lugar a la vida

El botón revienta para dar lugar a la flor.

La flor se marchita para dar la semilla.
La semilla se pudre en la tierra para germinar.
Perpetuo movimiento de muerte y de vida,
de oscuridad y de luz.

Quisiera hacer contigo un inventario de las pérdidas posibles en la vida de una persona.
Pero mientras lo hacemos, no pierdas nunca de vista que cada una de estas pérdidas puede
transformarse en fuente de crecimiento.

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¿QUÉ HAS PERDIDO? (Monbourquette, p. 16)
LAS PEQUEÑAS PÉRDIDAS Y LAS MOLESTIAS COTIDIANAS
Una compra equivocada,
el descubrimiento de una caries dental,
insectos que se comen tu planta preferida,
el gato que todavía no ha regresado por la noche,
una cita fallida,
la separación temporal de un ser querido,
la acumulación de molestias o dificultades en un día, etc.

LAS PÉRDIDAS SIEMPRE SORPRENDENTES (Monbourquette, p. 16, 17)

Un robo,
una pérdida de dinero,
un proyecto abortado,
un despido inesperado,
el descubrimiento de una grave enfermedad,
la pérdida de la botella para un alcohólico,
la terminación de una obra que ya requiere una conclusión,
una mudanza imprevista,
la pérdida de la reputación,
dejar un empleo para tener una promoción, etc.

LAS PÉRDIDAS INEVITABLES EN EL CURSO DE LAS ETAPAS DE LA VIDA

(Monbourquette, p. 17)

Las ilusiones de la niñez,

los sueños de la adolescencia,
el amor “loco”,
los momentos de las grandes pasiones,
la separación del hogar por la escuela,
la pérdida de amigos de la infancia,
la desaparición progresiva de la juventud,
la pérdida de los dientes, del cabello, de la vista,
la pérdida de la energía sexual (aunque persistan los fantasmas),
la menopausia femenina (y masculina),
la partida del último hijo,
la súbita conciencia de sueños no realizados,
la vejez y sus miserias,

LAS GRANDES PÉDIDAS EN EL ORDEN AFECTIVO (Monbourquette, p. 18)

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La terminación de una relación íntima,
el rompimiento de una larga amistad,
un divorcio imprevisto,
la muerte de un ser querido, etc.

PERDER EN LA MUERTE Y PERDER EN LA VIDA (Monbourquette, p. 18-20)

La pérdida de un ser amado que la muerte acaba de llevarse no se vive como la pérdida de
un ser viviente por divorcio o separación. Ciertamente las dos implican un desgarramiento
doloroso, pero de diferente naturaleza.

La muerte crea una situación irreversible; es realmente el final: la persona ya no estará

jamás presente físicamente. Por el contrario, separarse de una persona que todavía vive no
tiene ese mismo carácter definitivo. Sucede que a veces uno no puede, y aún debe, volver a
ver a dicha persona, lo que tiene como consecuencia reabrir la herida que comenzaba a
cicatrizar.

En el caso de una defunción, la persona enlutada tiene que sufrir, por cierto tiempo, la
presencia de personas, lugares y objetos que le recuerdan la cruel ausencia. Por el contrario,
en el caso de un divorcio, los cónyuges tienen que reencontrarse para separar los bienes
comunes; para hablar del bienestar y la educación de los hijos; para resolver los problemas
de la pensión alimenticia, para desarrollar nuevos lazos entre los amigos comunes y los
suegros, etc. Un hombre divorciado que no veía el fin de las transacciones con su exesposa
decía tener la impresión de cortar los lazos de su matrimonio con un pequeño cuchillo
mellado y enmohecido. También a menudo la pena y la cólera que se derivan del divorcio
hacen que los ex cónyuges se precipiten dentro de un torbellino de incomprensiones y de
malos entendidos. No saben cómo actuar con naturalidad, sin contar las situaciones en que
se perpetúan una penosa relación, que consiste en encontrar al culpable del fracaso
matrimonial.

Una última diferencia. Mientras que con la muerte de un cónyuge se tiende a idealizar las
cualidades del difunto así como los bellos momentos vividos juntos; después de una
separación, la tendencia va más bien en sentido contrario: se tiende a exagerar los defectos
del “ex” y a recordar los momentos difíciles de la vida en común.

HAGO MÁS BIEN EL DUELO DE MIS SUEÑOS QUE EL DUELO TUYO

(Monbourquette, p. 133)

Entre más dejo que te alejes de mi vida,

más te arranco de mi cómo una piel quemada.
Entre más dejo que se desvanezca tu recuerdo,

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más me doy cuenta de que son mis sueños los que dejo,
más que a ti.
Cómo el ingeniero que recoge sus planos,
como el decorador que deshace su decorado,
necesito guardar poco a poco mis sueños:
vivir contigo toda la vida,
trabajar en los mismos proyectos,
ser una buena pareja,
envejecer juntos.
Sí, puedes irte.
Pero ¿qué voy a hacer
con todos estos sueños,
con este inventario doloroso?
Aquí están, cual cintas de películas en desorden,
escapadas de su bobina.