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4 viviendas tradicionales chinas que deberías conocer

(antes que sean demolidas)


 12:00 - 15 Febrero, 2017

 por Isabella Baranyk

 Traducido por Nicolás Valencia


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4 viviendas tradicionales chinas que deberías conocer (antes que sean demolidas)

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© Slices of Light [Flickr], bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0


En un país tan diverso como China, con 55 minorías étnicas reconocidas por el Estado,
muchos estilos de arquitectura vernácula han evolucionado hasta convertirse en soluciones
pragmáticas que responden a necesidades particulares y a las limitaciones de los lugares
donde se emplazan.
La rápida urbanización de China ha favorecido la construcción de rascacielos residenciales
genéricos por sobre la vivienda tradicional, debido a su rapidez en construcción y la
densidad habitacional que permiten, haciendo de las villas vernáculas muy excepcionales
en el último tiempo. Algunas oficinas como MVRDV y Ben Wood’s Studio Shanghai, han
tomado nota de los múltiples beneficios que la arquitectura vernácula proporciona, y han
creado proyectos que intenta reconciliar tradición con urbanización.
Incluso si no tienes en mente desarrollar tu carrera como arquitecto/a en China, los
siguientes estilos de vivienda vernácula tienen mucho que enseñarnos sobre arquitectura. Si
bien esto no es mucho menos una lista exhaustiva, sí abarca los principales tipos de
viviendas (y comunidades) vernáculas vistas en el gigante asiático.
Siheyuan

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© 用心阁 [Wikimedia], bajo licencia CC BY-SA 3.0
Formando parte de la cultura de Beijing, los siheyuan son cuatro edificios rectangulares
ordenados en torno a un patio interior. Están pensados para viviendas multigeneracionales,
con las habitaciones más alejadas de la calle reservadas para las hijas de la familia, de
quienes se esperaba que se quedaran dentro del complejo durante toda su vida. El principal
edificio recibe al jefe/a de familia, dejando a los sirvientes en los edificios más pequeños.
Las cubiertas en voladizo permiten contar con un patio sombreado y un programa similar a
un salón que sirve como un espacio exterior privado para la familia.

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© 猫猫的日记本 [Wikimedia], bajo licencia CC BY-SA 3.0
Las filas de siheyuan crean pasajes (hutongs) que conectan con la ciudad. Hoy en día, los
siheyuan de Beijing suelen ser habitados por varias familias y se caracterizan por la
ausencia de servicios básicos. Ya que el típico siheyuan no tiene más de dos pisos de alto,
la presión por aumentar la densidad habitacional ha motivado a las compañías inmobiliarias
a priorizar la construcción de bloques residenciales. No obstante, algunos proyectos (como
los de ZAO/standardarchitecture, B.L.U.E. Architecture Studio y ARCHSTUDIO) han
intentado crear un sentido de novedad al mantener los principios de diseño de la alianza
siheyuan+hutong.
Tulou

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© Slices of Light [Flickr], bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0


Ubicada al sureste de China, la provincia de Fujian es el hogar de las viviendas tulou de los
Hakka, una comunidad Han. Estas casas se construyen con tierra compuesta y vigas
cilíndricas de madera que permiten estructuras de varios pisos para, siglos atrás, protegerse
de los ataques exteriores. De hecho, los muros exteriores solo tienen un acceso y sin
ventanas, mientras todos los balcones, puertas y vanos se vuelcan al interior, protegiendo a
los residentes de potenciales peligros. Cada estructura alberga a cientos de personas -un
clan completo- y funciona como una pequeña aldea, con espacio para actividades
comunales en su interior.

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© Slices of Light [Flickr], bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0
A diferencia de la estructura jerárquica de los siheyuan, las viviendas individuales dentro
del tulou estaban divididas equitativamente: un reflejo del alto valor del sentido de
comunidad que puede ser observado en el forma ovalada del tulou. En 2008, 46 tulous
fueron designados patrimonio mundial de la UNESCO debido a su pacífica unidad entre
arquitectura defensiva y residencial.
Yaodong

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© kattebelletje [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0
En las provincias norteñas de China, como Shaanxi, los yaodong (o casas cuevas) usan la
tierra de las laderas como aislantes para regular la temperatura interior frente a los violentos
inviernos y veranos de la zona. Los yaodong pueden ser tallados en una ladera, cavados en
el suelo para crear una vivienda hundida, o bien, construir aislados sobre una estructura de
ladrillos. Muchas viviendas están construidas pareadas, o bien, una sobre otra, para albergar
un clan o una familia numerosa.

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© Kelly Parker [Flickr], bajo licencia CC BY-ND 2.0
Como muchos jóvenes se han movido a las grandes ciudades buscando trabajo, el estilo de
vida de los yaodong se ha vuelvo más escaso. Sin embargo, la última década ha visto una
renovada apreciación por los beneficios medioambientales y económicos de este estilo de
vida, y las ONGs han logrado algo de éxito al construir y publicitar nuevos conjuntos
residenciales como alternativas ecológicas.
Shikumen

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© bricoleurbanism [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0
Los shikumen de Shanghai son una reliquia de comienzos del siglo XX, cuando la
influencia occidental proveniente de Francia se apoderó del estilo arquitectónico de la
ciudad. Con una altura no superior a los tres pisos, estas casas de madera y ladrillo están
adosadas entre sí, y limitadas en uno de sus extremos por una puerta de piedra. Las filas de
viviendas crean callejones sin salida, convirtiéndose en un reconocido estilo de vida en
Shanghai, la segunda ciudad metropolitana más poblada de China. Los vecinos pasan gran
parte de su tiempo afuera de sus viviendas, y su vida diaria -cocinar noodles, lavar ropa,
jugar a las cartas y beber café- se traslada a la calle, para ser compartida con el resto de la
comunidad. Los shikumen suelen tener grandes puertas ornamentadas con motivos
geométricos y del Art Decó, como símbolos del Jazz Age de Shanghai en los años 30.
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© Lawrence Wong [Flickr], bajo licencia CC BY-NC 2.0


Estos edificios alguna vez representaron el 60% de las viviendas de Shanghai, pero muchos
vecindarios han sido demolidos recientemente por el Estado, que expropia a los
propietarios y los compensa económicamente y con viviendas en nuevos rascacielos
residenciales, que no consideran la vida callejera de estas comunidades.

Para el ciudadano promedio, no hay nada por hacer que detenga o retrase la desaparición
del shikumen, pero proyectos como Shanghai Street Stories de Anne Tay y Cardboard
Shikumen de Liwei Huang intentan preservar la memoria y el diseño de estas viviendas a
través de la documentación, los cuentos y la realidad virtual.

http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/tag/arquitectura-vernacula

Pueblos que nacen de la tierra. Arquitectura vernácula en el Alto Atlas.


14 septiembre 2009

Arquitectura bioclimática, Arquitectura vernácula en el mundo, Construcción sostenible

4 comentarios

A la vuelta de vacaciones nada mejor que hacer balance de lo visto y aprendido. Si el viaje recorre los valles y
pueblos recónditos del Alto Atlas, el aprendizaje tiene mucho que ver con la cultura y la arquitectura de la
piedra y el barro.

El periplo, con final de altura, nos condujo por los remotos valles de los ríos Aougdal–n-Bouidorene y Assif
n’Issougouane, a través de pueblos bereberes como el turístico Imlil o la fascinante y apartada aldea de Tizi
Oussem.
El primer contacto con la arquitectura del barro no pudo ser más revelador. En las aldeas del valle del Assif
n’Issougouane, camino de Tizi Oussem, la forma en que la tierra se hace arquitectura nos sorprendió a todos,
expertos y profanos, por igual. Es difícil describir la estampa, y más aún la sensación que produce topar de
pronto con la arquitectura en su esencia más pura. Los pueblos nacen de la montaña, se esculpen con sus
piedras y su tierra. La tierra que allí estaba, allí se queda. El colorido da buena fe de ello. Y sobran las
palabras.

Tras un tremendo aguacero, la arcilla. Paisaje y arquitectura se funden más si cabe y la sensación visual es
casi irreal: nos cuesta distinguir el barro libre del esculpido. Comprobamos que ante la adversidad
climatológica, el sistema constructivo funciona: muros de tapial de unos 40 cm, cubiertas planas con
estructura de madera sobre las que se asienta una primera capa de paja, y sobre ésta, unos 15 cm de barro
apisonado cuyo perímetro se remata con piedras de mediano tamaño. Tras el chaparrón, no obstante
conviene reparar los pequeños desperfectos. Mujeres llenas de color suben a las cubiertas y recolocan la
tierra evitando así cualquier posible acumulación de agua y por tanto las goteras. Tras la faena se visitan y en
su acto cotidiano convierten en transitables las cubiertas aterrazadas. Toda una lección de modernidad
anclada en el pasado.
A medida que nos adentramos en el valle, el tapial cede paso a los muros de piedra, aunque en muchas
ocasiones se mantienen los recubrimientos de arcilla. Las cubiertas siguen siendo planas, y el sistema
constructivo, el mismo: estructura de madera, paja, arcilla y piedras rematando el perímetro. La arquitectura
concebida hace cientos de años sigue presente y sigue funcionando en el valle de Assif n’Issougouane.
No sucede lo mismo sin embargo en el Valle de Imlil. El turismo ha traído consigo una devastadora
modernización de los sistemas constructivos. El tapial ha cedido paso paulatinamente al hormigón y a los
bloques prefabricados, y la tradición del barro apenas se mantiene. Un auténtico desastre culturalmente
hablando, pero también desde el punto de vista meramente constructivo: las estructuras no están diseñadas ni
calculadas, y mucho menos bien ejecutadas: luces imposibles, apoyos temerarios, cantos inverosímiles,
secciones impensables, armaduras al aire, bloques de hormigón prefabricado tomados con arcilla…

¿Qué ha sucedido? En vez de aprender de ellos, de su respeto al medio ambiente, de su integración en el


paisaje, de la forma en que aprovechan lo que tienen a su alcance, les hemos enseñado las bondades del
hormigón sin advertirles de sus limitaciones y sus deficiencias.

Medio mundo ha transmitido, tal vez sin querer, el mensaje de que el hormigón es el mejor sistema
constructivo, casi el único, al usarlo indiscriminadamente en nuestras viviendas y ciudades. Y el otro medio lo
ha asumido con el tiempo, tarde, y precisamente ahora que nos empezamos a dar cuenta de que la vuelta a lo
vernáculo puede ser la solución a los problemas que nosotros mismos hemos generado. Ellos aprenden
cuando deberían enseñar. Aún pueden hacerlo. Aprendamos algo.
Construcción con tierra en Malí. Hoy visitamos Timbuctú.
18 mayo 2009

Arquitectura sostenible, Arquitectura vernácula en el mundo, Construcción sostenible

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Timbuctú, apodada «la de los 333 santos», surge de las arenas del desierto como una ciudad de calles
arenosas y edificios de barro. Tres de las más antiguas mezquitas en Africa Occidental se encuentran
ubicadas allí Djingareyber, Sankore y Sidi Yahya

Desde el punto de vista constructivo los artesanos de la ciudad operan con una técnica diferente a la utilizada
en Djenné y otras ciudades de la región. El bloque de Timbuctú incorpora al mortero de barro y yeso, un
núcleo de piedra picada que aporta mayor coherencia y resistencia a la pieza de barro.
Tal y como ocurre en Djenné, los edificios se retocan anualmente. En el mantenimiento de los edificios de
barro participa toda la comunidad, desde niños a ancianos, en una gran fiesta en la que todos aportan algo a
la tierra, cada uno en la medida de sus posibilidades.

La desertización y la acumulación de arena traída por el viento seco “harmattan”, destruyó la vegetación, el
abastecimiento de agua y muchas estructuras históricas de la ciudad. A raíz de su declaración como
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988 se han desarrollado programas para conservar y proteger
la ciudad del avance de las arenas del desierto.
Alguna de estas iniciativas, como la de la profesora africana Wangari Maathai, fundadora de The Green Belt
Movement y premio Nobel de la Paz en 2004, impulsan la plantación de árboles a través de la campaña mil
millones de árboles como medida contra la desertización, no sólo en Malí, sino en todo el mundo.

https://fopestudio.wordpress.com/category/arquitectura-sostenible/arquitectura-vernacula-en-
el-mundo/page/2/

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