Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
AMASA EL BARRO
El alfarero amasa el barro con sus pies y con las manos, y
esto sirve para que en la amasada le quite a la masa que
está preparando todo aquello que no sirve para formar la
vasija que él quiere formar, a veces lleva piedra, astillas,
pedazos de vidrio, monte y muchas cosas más que no
sirven para hacer una buena vasija y por lo tanto se lo
tiene que quitar.
Para que Dios forme una buena vasija tiene que
quitarle todo aquello que no sirve a la masa, todo
aquello que no sirve en nosotros será quitado y es
quitado en la amasada que Dios hace con nosotros.
Cuantas cosas en nosotros no sirven, Dios las tiene
que quitar y a veces eso es doloroso pero necesario.
Le hecha agua al barro, para poder ablandar el barro le
tiene que echar agua, si no es imposible hacer masa para
barro.
El agua representa dos cosas la palabra de Dios que
la que nos ablanda para poder ser una masa blanda
Representa al Espíritu Santo que nos redarguye
cuando pecamos.
ES UN PROCESO LARGO
Hacer una vasija lleva todo un proceso no es de un rato,
para poder tener una buena vasija se necesita de mucho
tiempo. No es de la noche a la mañana.
Para esto él ya tiene un diseño en su mente, no es algo que
lo va hacer al azar si no algo que ya pensó, premedito y
planeo, como iba hacer esa vasija.
No fabrica lo que salga, ya tiene en mente el utensilio que
va a diseñar, y para que función, cada vaso es hecho de
acuerdo con un diseño especial, el fabrica muchos
utensilios de diferentes formas, tamaños, dimensiones,
pero su objetivo es único; que cada utensilio sea una pieza
valiosa, útil y de gusto al público.
Dios obra de igual modo con nosotros, tiene un propósito,
una vocación especial para cada vida. Hay una hermosura
por igual la de ser útiles y buenos, la de hacer nuestra
parte en el reino de Dios.
QUE HACE EL ALFARERO CUANDO SE ARRUINA LA
VASIJA (V=4)
El texto nos muestra algo muy lindo que la vasija se echó
a perder, pero lo lindo está aquí, en sus manos.
Dios formo a Israel para que fueran sus vasijas de
bendición, pero lamentablemente ellos se arruinaron, se
echaron a perder, pero lo grandioso esta que fue en las
manos de Dios. Dios ha formado nuestras vidas para que
sean de bendición, pero igual que a Israel nos arruinamos
por algo que no debíamos.
¿Cuántas vasijas echadas a perder hay en estos
momentos? ¿Cuántas vasijas hay que se arruinaron?
¿Cuántas vasijas hay quebradas? ¿Cuántas vasijas
agrietadas hay? Miles o por no decir millones.
CONCLUSION
Hermanos amados, seamos llenos de misericordia con las
vasijas quebradas, que Dios las restaure para la gloria de El